Escuela de Sirenas

¡Cómo no estará de pachucha la pobre, que ha accedido a quedarse este fin de semana en una casa ajena…! Tiene ochenta y siete años y como se crió en el cine de su padre mi abuelo Manuel -a mí también y por lo mismo me encanta el cine- le propuse, el juego de que me pidiese dos películas que desearía que viésemos juntos para recordar sus días mozos y que me fuese contando historias: ‘Levando anclas’ y ‘Escuela de sirenas’ me dijo casi sin dudar.

¡Me quedé a cuadros…! 🙄😳 Una película del año 1944 y la otra de 1945. Ella tendría no más de diez años cuando se estrenaron pero casi catorce cuando las vio: cosas, de las telecomunicaciones de hace casi ochenta años.

Ya me había hablado de aquellas dos películas legendarias: ¡qué grande José Iturbi con la orquesta..! que si fueron lo más de lo más del cine musical en aquella época; que si fue un verdadero hito eso de ver en la gran pantalla una mujer tan deslumbrante como Esther Williams en bañador; o que si fíjate tú qué jovencicos Frank Sinatra y Gene Kelly… Me puse a buscar como un loco por aquí y por allá, que si en ésta página pirata o que si en aquélla otra que también; y confieso, que aunque soy un experto me costó un huevo encontrar esas dos rarezas cinematográficas… Finalmente, conseguí dos copias de una calidad más que buena pero por pura suerte pirata.

Cuando terminó ‘Levando Anclas’ y como hice la primera noche, la segunda, también le dije si la acompañaba arriba para ayudarla a desvestirse y meterse en la cama pero me contestó que no, que ya no hacía falta, que se podía apañar sola… Y sola, dándonos un beso a Manuela y a mí, agarró la barandilla de la escalera y empezó a subir a su habitación con el ritmo lento y ese gesto como acabado que tienen los viejos subiendo escaleras… Me quedé mirándola. Luego, me despisté, pasó un rato, y me di cuenta que ya había apagado la luz de la habitación por lo que subí a darle un beso antes de dormir como siempre que pueden hacen los hijos y sus padres. Abrí despacio la puerta del dormitorio y rodeando la cama en penumbra me fui inclinando acercándome a su cara, para darle un beso en la frente, arroparla, y desearle buenas noches. Y fue justo al despegar mis labios de su frente cuando noté que rompió como a llorar un poco, pero sonriendo… 💕

La abracé como hacen los padres y sus hijos en la cama, y aplaqué con caricias y susurros sus lágrimas hasta que al fin, pude preguntarle que porqué lloraba: «por nada nene…» me lo dijo besándome y abrazándose a mí como muy sentida, pero sonriendo… 💕 Transcurrió un pequeño silencio entre nosotros y claro, no se lo volví a preguntar… Pero me jugaría algo a que acostada en la cama estaba pensando, esperando, a ver si yo subiría a darle un beso como ella siempre había hecho conmigo. Como que estaba poniéndonos a prueba alegrándose mucho de que no nos decepcionásemos; o algo así me pareció…

💕

Al día siguiente por la mañana y muy animada me pidió que le pusiese la película de ‘Escuela de Sirenas’… Y al rato, fui yo el que recordé a mi padre muerto ya, canturreando en la ducha las canciones aquéllas.

…eeen fin.

¡Qué cosas, éstas las de hace casi ochenta años…! 💕

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

Anuncio publicitario

10 comentarios en “Escuela de Sirenas

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.