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El 15M. Revolución a la española

Memoria histérica…

Ahora que asistimos a la debacle política de esta caterva revolucionaria, que arrogándose el mérito del 15M pretendió asaltar impunemente y a nuestra costa los cielos del poder en nuestro país, no deberíamos hacer otra cosa que congratularnos, y con verdadero alborozo… Y muchas más gracias a esos mismos cielos deberíamos dar si en nuestra sociedad, por fin, fueran asentándose, posándose, los hermosos mensajes, el justo espíritu, y las patrióticas intenciones que en el 15M fueron casi, motivo de una revolución… Y hago notar que también fue el 15M, origen de otros muchos de los ‘asaltacielos‘ éstos ahora de capa tan caída.

No… No nos gustan las revoluciones a los españoles. Pero aquella enrevesada situación política hinchó los redaños, de una mayoría de españoles que estábamos ya hasta esos mismos sitios de políticos sinvergüenzas.

Y lo recuerdo bien porque en sus inicios, hasta yo reclamé como mío el movimiento del 15M… En ese momento era impensable el hecho de no sumarse al raro espectáculo -maravilloso por otra parte- de ver a la mayoría de los españoles de acuerdo en algo… Hora era, de que asistiésemos a una de esas rotundas manifestaciones del espíritu español, poderoso cuando se manifiesta unido e impulsado por motivos justos, hermosos, o patrióticos…

El 2 de Mayo, Miguel Ángel Blanco, el 15M 🇪🇸

Por desgracia, el «arranque de caballo y ‘pará’ de burra« que tan bien nos caracteriza a los españoles, además de nuestra secular falta de líderes decentes, hizo que poco a poco se fuera diluyendo nuestro común impulso… Y cansados, olvidamos el porqué de todo aquéllo. Consentimos así que algunos, pescando en río revuelto, envolviesen el 15M con el celofán ideológico de su marca, y se erigiesen como faro y timón de ese siniestro rumbo a babor que ellos siempre pregonan.

Un conjunto de arribistas, de adanistas y de sediciosos elevaron sus puños y desempolvaron viejos eslóganes. Y cual indecentes flautistas de Hammelín embobaron a gente buena pero enrabietada; gente, corta de cultura general, carente de Historia propia de la que enorgullecerse, y con valores morales tergiversados.

Gente abducida, lanzada a la carga y a la caza de cualquier prójimo disidente; gente, armada con espadas forjadas con odios atávicos y defendiéndose con escudos de ignorancias supinas… Gente, convertida en carne de cañón ideológico, en simple munición política. Como en la guerra civil…

Por todo ello, yo reclamo la herencia y la memoria del legado del 15M y de aquella ‘revolución a la española’ indignada y exasperada, pero decente y justa… Y la reclamo, para mí y para todo aquél que crea de veras en esta España nuestra y que en verdad, la ame.

¡¡ VIVA ESPAÑA Y VIVAN LOS ESPAÑOLES…!!

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras

Como Corea del Norte

Se ha vuelto loco. La otra tarde tropecé con un vídeo del grupo socialista reunido en pleno a mayor gloria de Sánchez. ¡Qué miedo da…! Parece un vulgar peronista, un Maduro chavista, o un Kim Jong-un cualquiera. ¡Qué vergüenza…! Ésto no había pasado en democracia nunca, nunca de forma tan vergonzosa, se había atrevido nadie a usar La Moncloa con tal desfachatez. Canalla.

Y no se vayan todavía, aún hay más…

¡Qué miedo da…!🙄😳

…eeen fin.

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras

¡Qué gran oportunidad…!

Publicado el 15 de marzo de 2020.

Supón que apagas whatsapp, instagram, facebook y netflix; y finalmente hasta el wifi… Y decides que le den por el culo ya de una vez a tu móvil en un lejanísimo cajón cerrado, habiéndolo silenciado antes por completo, claro. ¿Un poco de ansiedad al principio sí sentiríamos, no…? Pues no.

Recuerdo el ir a la huerta en carro, subido encima del lomo caliente de la mula que tiraba de él. Y ahora, resulta, que ya casi no sé escribir a mano de tanto que me gusta escribir en un teclado… Y sin embargo, ésto sigue siendo escribir aunque ya no haya carros porque yo en cierta forma sigo yendo subido en aquél, sentado sobre la mula aquélla, y escribiendo… Dejaros de ostias, porque el hombre siempre ha sabido pensar por sí mismo. Yo escribiría sobre cualquier soporte ya fuese en papel o en un pergamino, en un posit, en un archivo de word en la nube, o en formato PDF. Y seguro, que me las apañaría también para entenderme tanto en lengua de signos como en Braille… Escribiría, aunque fuese con la sangre y la pluma de un pollo sobre cualquier cosa, sobre cualquier tema. Creo que sí…

Tanto rollo de tecnología tanto rollo, y resulta que es solamente una filfa. Una caja más de herramientas. Luz, agua o fuego; basuras, desagües, medicinas; necesidades de comunicación o de compañía; necesidades de amor. Las necesidades del hombre siempre han sido las mismas, y han sido siempre así, desde que lo son… Lo que pasa, es que a día de hoy, ya no sé si somos tan hombres como lo fuimos siempre.

Por whatsapp me dice mi hija mayor que se aburre; y por whatsapp le respondo que si se acuerda de aquél libro que hace años le recomendé: Sinuhé el Egipcio… Se lo dejó a medio leer porque se ve que el libro se le puso algo farragoso, parece ser que como los tiempos que corren. Yo, sólo sé que tal y como está el mundo de voluble voy a seguir fiándome de mis instintos y de lo que mi madre me decía siempre: «nene, intenta amar al prójimo como a tí mismo…» 💕

…eeen fin.

Que no nos engañen.

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

…..

Mira esta foto, idiota…

Publicado el 10 de agosto de 2020.

La foto que muchos querrían hacer desaparecer.

Publicación de Javier Ruiz Pérez

«Observemos detenidamente esta foto. Es una foto de estudio tomada por el fotógrafo vitoriano Alberto Schommer en el año 1987.

En la fila de pie, de izquierda a derecha: 1) José María Aguirre Gonzalo, empresario y banquero, procurador en Cortes por designación directa de Franco. 2) Ramón Rubial, que llegó a ser presidente del PSOE, condenado a muerte en la Guerra Civil por un tribunal militar (pena luego conmutada), pasó 20 años en la cárcel durante el franquismo. 3) Raimundo Fernández-Cuesta, uno de los fundadores de Falange Española junto con José Antonio, fue ministro con Franco durante 12 años, y tras la muerte de franco fue jefe nacional de Falange; era tan franquista que fue uno de los pocos procuradores en Cortes que votaron en contra de la Ley para la Reforma Política. 4) Ignacio Gallego, dirigente del Partido Comunista de España, fue uno de los que llevaron a cabo la famosa defensa del «No Pasarán» en Madrid durante la Guerra Civil; luego, siendo uno de los dirigentes del sector más prosoviético del PCE, en desacuerdo con la política más moderada de Carrillo, abandonó el partido en los años 80, y luego volvió a la militancia cuando, ya sin Carrillo, el partido volvió a girar a la izquierda.

En la fila sentada, de izquierda a derecha: 1) Ramón Serrano Suñer, cuñado de Franco, pieza clave en los primeros gobiernos franquistas y defensor de la entrada de España en la Segunda Guerra Mundial al lado de Alemania. 2) Enrique Líster, militante del PCE y oficial del ejército republicano y luego general del ejército de la URSS en la Segunda Guerra Mundial; también fue uno de los defensores del «No Pasarán» y luego participó en las batallas de Brunete, Belchite y Teruel. 3) Jesús María Leizaola, dirigente del PNV y «lehendakari» en el exilio. 4) Pilar Primo de Rivera, hermana de José Antonio, máxima dirigente de la Sección Femenina de la Falange desde su fundación hasta su disolución en 1977; siempre leal a Franco y al legado de su hermano José Antonio.

Ahora se ha puesto de moda, sobre todo en la izquierda, decir que la transición fue un «trágala» impuesto por la derecha franquista para pactar una «pseudo-democracia», y que la izquierda la aceptó como medicina amarga porque no tuvo más remedio… Bien, pues esta foto, en la que figuran protagonistas muy importantes de la Guerra Civil (y que se mantuvieron en sus posiciones hasta el final de sus vidas), se la hicieron en 1987, cuando Franco llevaba ya 12 años muerto y la constitución llevaba ya 9 años en vigor.

¿Qué pasa, que les obligaron? ¿Qué clase de «trágala» llevo a los fervientes comunistas Gallego y Líster a hacerse esta foto de grupo con los fascistas (en su significado literal) Fernández-Cuesta y Primo de Rivera? ¿Tenían miedo? ¿Fue un «precio que tuvieron que pagar»? ¿Qué llevó entonces a todos estos personajes históricos a hacerse esta foto de grupo, con la bandera de España, en 1987?

Pues, sencillamente, se la hicieron porque les dio la gana. Aun teniendo cada uno sus ideas, entendieron que la Guerra Civil había acabado hacía ya muchas décadas y que era un episodio que formaba parte de la Historia; cosa que hoy en día muchos, que ni vivieron la guerra ni tienen la menor idea de lo que fue realmente, se niegan a aceptar.»

Publicación de Javier Ruiz Pérez

Lo dicho; hoy en día muchos querrían que esta foto no existiera, porque les rompe totalmente su discurso. De hecho, incluso en google escasean los ejemplares de la misma. Pues aquí la dejo.

Que no os engañen

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

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mi primer coche

Publicado el 3 de abril de 2020.

Desde finales del verano de aquel año estuve currando hasta de albañil; y convenciendo pacientemente a mis padres de que con mi dinero, iba a hacer lo que me diera la gana.

fotos simca (1)

Compré aquella tartana con urgencia porque acababa de conseguir un buen trabajo en Alicante, a cuarenta y cinco kilómetros de casa; necesitaba sí o sí un coche… Al final tomé la decisión, digamos que precipitada, de elegir un ajado Simca 1200 modelo TI, del año 1974, creo. Una máquina de cincuenta y cinco caballos algo ausentes eso sí, pero que en aquella época colmaban de sobra mis novatas aspiraciones automovilísticas. Lo encontré en un rastro y me costó el equivalente a unos ochocientos euros de hoy. No había ahorrado absolutamente nada de mi magro sueldo, y tuve que comprar aquella joya a plazos; poco a poco, semana a semana, pagué por adelantado y en billetes el equivalente a los quinientos y pico primeros euros.

Era la víspera de la nochevieja de aquel año y quería conducir ese coche ya. Sí, o sí. Por ello, con casi lágrimas fingidas de bisoño veninteañero y al tiempo que depositaba en su mano un muy esforzado fajo de billetes, supliqué al vendedor ¡que por Dios! me dejase disfrutar de mi anhelado vehículo pese a los poco más de trescientos euros que todavía le debía. Argumenté insistente y lastimosamente: que si era la víspera de nochevieja; que si ligaba menos que el chofer del Papa; que si yo era formal ¡y qué coño! éramos del pueblo; que si necesitaba echarme una novia con muchísima urgencia… Le rogué abiertamente que se apiadara y se fiase de mí en definitiva, porque me moría por agarrar aquel volante.

Clavando sus amenazantes ojos azules en los míos, y tras advertirme de la deuda que con él quedaría por saldar, el vendedor cedió a mis súplicas entregandome las llaves con renuencia; refunfuñaba, y mascullaba no sé qué de que iría a mi casa a final de mes si no le pagaba según lo acordado.

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Dioooss qué gusto al clavarle el pie al acelerador de aquél mi primer coche. La mejor nochevieja hasta el momento: por fin tenía vehículo… Y no paró un momento de llevarme de fiesta en fiesta, de un lugar a otro. Pim pam, pim pam, nos repartía sin descanso por doquier hubiera un sarao o una juerga de cualquier tipo, ya fuera nochevieja, año nuevo o día de reyes. Se portó como un campeón… Pero llegó el día ocho de enero, y empezó el primer día laborable de mi primer contrato laboral con mi primer coche. Ahora tocaba probar de veras la solvencia mecánica de aquella joya, ya que tenía que hacerle ciento y pico kilómetros todos los días.

Pantalones de tergal, corbata, chaqueta y frío, mucho frío. Aún recuerdo aquellos primeros viajes de ida, somnoliento, por la carretera de la Úrsula y rumbo a la calle Reyes Católicos en pleno centro de Alicante. Y un enorme plano callejero de papel desplegado sobre mis rodillas…. Toda una aventura a mis veinte años. En aquella época se podía aparcar casi en la puerta del establecimiento al que te dirigías; eran otros tiempos.

Pero en especial, vienen a mi memoria los viajes de vuelta; ya por la tarde, ya sin sueño. Alentaba mi inexperto espíritu de piloto, el hecho de dominar los inquietantes temblores del volante de aquel coche al tomar con cierto arrojo las curvas traicioneras de la carretera. Ignoraba por completo el inminente peligro que aquellos tembleques aseguraban… Llevaba poco más de quince días dándole caña a aquella joya mecánica con mis trajines laborales. El vendedor me dio las llaves el día 30 de Diciembre, por lo que no habrían pasado apenas ni cuatro semanas desde que tenía coche.

Arranqué el motor aquella fría mañana de Enero, y aunque áspero, el ruido de aquel desperezar mecánico no presagiaba el desastre que se me avecinaba. El Simca carraspeaba en frío y se arrastraba tremolante y lento por la vieja carretera de Dolores. Así, hice unos tres kilómetros hasta que llegué a la altura de la sempiterna gasolinera, a partir de la cual, una ligera cuesta de la carretera advertía del cruce con la hoy desaparecida vía del tren.

Fue al cruzar aquel paso a nivel… Algo extraño al frenar, un quejido metálico, como un golpe quebrado hacia abajo. Una breve caída y un arrastre. Los vaivenes y la inercia del coche al cruzar las destartaladas vías terminaron bruscamente, en seco; como cayendo.

fotos simca (2)

Noté que mi culo quedó sentado casi a ras del suelo. Estupefacto y algo asustado salí del coche; la puerta arrastró en el suelo al abrirla, y al incorporarme por completo -tuve que salir a gatas- vi las ruedas delanteras. Ruedas como abiertas de piernas, desvencijadas. ¿Y el motor…? También en el suelo con los soportes retorcidos y vencidos. El chasis mostraba unas soldaduras infames, que desgarradas ahora, habían ocultado la estafa, la ruina y el riesgo que conducir aquel vehículo mortaja suponía… Mientras, los humores intestinos de aquel motor caído se derramaban lentamente, como una hemorragia negra sobre las traviesas mojadas de la vía.

Tierra, trágame.

Era hora punta, y se formó una cola de más de mil demonios de coches exasperados por la extrañeza y las prisas; bocinazos tensos, nerviosos; gritos, muchos ternos… Qué vergüenza.

Yo, pantalones de tergal, corbata, chaqueta y frío, mucho frío… Con fingido gesto impasible, entré casi a rastras de nuevo en el coche a recoger sólo mi agenda. No paraban los bocinazos. No recogí por dignidad ni la documentación ni el aparato de radio, los casetes, ni ningún otro chisme de los que llevaba en el coche. Ni siquiera quité las llaves ¿para qué…? Resultaba un espectáculo patético; más bocinazos… Cerré el coche con un impotente portazo de rabia, y totalmente abochornado comencé a caminar estoicamente en dirección de vuelta al pueblo, con la poca dignidad que todavía me podía permitir.

Andando enrabietado caminito de mi casa y al pasar frente al taller de Los Albaladejo, vi, y compré en ese mismo momento, un Seat 131 Supermirafiori 1430 de gasolina, azul, bonito; también de segunda mano. Me lo quedé con urgencia, sin regatear, con la sola condición indispensable, de que el taller recogiera sin falta y cuanto antes aquel despojo de chatarra que embotellaba la carretera y de que se deshiciese de él lo antes posible… Nunca, más, quise saber nada de aquel coche.

Por supuesto, no pagué el dinero que me faltaba pese a que el vendedor, aún a sabiendas de mi percance con la joya, tuvo la desfachatez de venir a mi casa en un par de ocasiones a exigirme que terminase de pagarle. Casi, terminamos mal… Me duró creo que veintinueve días el coche.

…eeen fin.

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

Pastor-Ferreras

Tal y como está de moña el mundo y con tantos años que ya tengo, seguramente parezco un machista patriarcal, además de facha y misógino, homófobo, retrógrado y carcamal. Un verdadero ogro… Peeero, como la culpa de todo la tuvo Franco, yo digo y hago lo que me da la gana. ¿No…?

Es mujer, la Pastor, de piernas imposibles. ¡Cóoomo las cruza ante las cámaras y tu mirada…! Yo, creo que es imposible -entre comillas- que esas piernas, puedan encontrar acomodo entre las hechuras de un tipo al que la barriga no le permite cruzar las suyas, siquiera sentado en un confortable sillón ante las cámaras de su Sexta.

Un tipo que parece su padre y que seguramente no se la ve al mear a no ser que meta pa’dentro la barriga esa, o se incline un poco de lado…

«Mucha maceta, para tan poca flor…» que decía el clásico. O «Poderoso caballero Don Dinero…»

…eeen fin.

Estoy escuchando a Ferreras y a Pastor, y estoy pensando que tanto ellos como su relación son una mentira más. Una gran mentira cornuda, televisiva y roja… Son La Sexta y todo Atresmedia, sin duda, un cúmulo de productos ideológicos no periodísticos. No son un servicio público. No son un cuarto poder. Son algo, que está pensado para que consumamos por hartazgo… Ideología hasta en la sopa para que la sociedad se la embaule tramposamente.

Ideología.

Y esta pareja de gañanes morales y su Sexta, son una vía trilera para comunicar mentiras, para sembrar sequía mental, sedición y quiebra moral… Peeero, para comunicar al fin y al cabo. Eso lo hacen bien.

Ferreras y Pastor. Eva y Perón. Pablo Iglesias y la casi trillizos. La Viejita y Errejón. Franco y Doña Carmen. Rivera y Arrimadas. Begoña y Pedro. Y ahora, Pedro y Pablo… Es como si hoy para ser político tuvieras que mostrar tus calzoncillos recién quitados…

¿Ésto qué coño es: peronismo, hipocresía…? ¿Estamos tontos o qué…?

Este vídeo no lo verás por ahí… Pincha aquí 👁️

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.
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¿Qué, dialogando…?

Publicado el 11 de diciembre de 2019.

«Es difícil conseguir que alguien entienda algo, cuando su salario depende de que no lo entienda…»

Vergüenza tendría que daros, hijosdeputa.

Toda esta mierda progresista; toda esta filfa ideológica, roja e independentista, ha sido creada, apoyada y amplificada por una legión de ratas políticas y pseudoperiodísticas, al frente de boletines oficiales, televisiones, y medios de intoxicación de intención oscura; muy oscura.

Unos medios de comunicación y unos políticos, rateros, rastreros, corruptos, rendidos y genuflexos ante el sueldo que los compra… Televisiones sanguijuela y políticos vampiro, dopados ambos, con inyecciones constantes de sangre roja oscura, sucia de dineros negros… Dineros siempre robados, hurtados con guante blanco al bien común del resto de los españoles.

Una pléyade canalla de opinadores mercenarios, tanto nacionales como autonómicos, que han convertido los diferentes canales informativos en sediciosos púlpitos multimedia desde los que sólo, se escupe veneno ideológico en el erial periodístico y moral, en el albañal, en el que pretenden convertir la realidad, la actualidad, la Historia y la cultura de éste nuestro país, la pobre España…

¿Estamos locos, o qué…? ¿Tontos acaso?

¡Qué vergüenza colectiva…!

Y yo me pregunto: ¿ésto pasaría también en cualquier otro país que como tal se estime…?

Iros a la mierda.

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

🤔

(fake news)

Publicado el 16 de febrero de 2020.

Hay gente, que por mor de su ideología se traga y hace suyas estupideces tales como ésta:

Se puede ser razonablemente de izquierdas sin muchos conflictos con el intelecto, pero sólo un rojo ciego y redomado haría suya semejante afirmación como la expresada en la foto… Un imbécil es una rémora, siempre, un peso muerto, y lo peor que te puede pasar en una fiesta es que se te siente un tonto al lado.

¿Cuáles son tus seguridades me preguntó aquella chica así a bocajarro…? Seguramente detectó mi miedo, y digo yo que se referiría a la salud al dinero o al amor; a lo mejor a la fuerza o al poder; o tal vez al tamaño de mi… No, no sé. ¡Qué cosas…! Menos mal que soy de otra época, y sí, es verdad que todas las épocas han atontado al pueblo pero no tanto… No recuerdo, de verdad, qué le respondí a la joven aquélla.

Si en el ligar no hay cierto compromiso todo es fake; si el político no jura no me fío; si ella no lo parece no lo es; si hay colillas han fumao; y no vale si no cuesta… Sólo confío en lo que sé y en cosas así.

¿Que cómo lo hago…? Escucho, busco, leo, pregunto, me equivoco mucho y escudriño a todo el mundo; dudo mucho y de todo y no le hago caso ni a Dios… ¿Que desde cuándo lo hago…? Ya se burlaban de mí cuando a los diecisiete me dio por escuchar música de jazz. Música de maricones decían, y era verdad… Y de golfos virtuosos y de putas divinas, y de drogadictos geniales y de crápulas ejemplares, sin los cuales los latidos musicales de mi mundo no serían los mismos.

Un mundo donde la precisión del detalle y del ritmo, del arte en la ejecución, de la belleza de la melodía y de la letra, cantan a plena voz la verdad de las cosas simples… Cuando sigues un ritmo genial tu pie lo dice; cuando la melodía que suena es buena se te eriza el pelo; y cuando terminas de entender la letra ya no se te olvida, nunca, una buena canción.

…eeen fin. 🙏

Que no nos engañen.

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

Si levantas la mano, y no das

Publicado el 1 de octubre de 2019.

Cuando en mi niñez te castigaban, el escarmiento lo era, y de veras… Y nunca, jamás, se perdonaba el correctivo porque dejaba entonces de de tener sentido, de ser efectivo, de servir para algo.

«El que la hace la paga… Porque si de verdad tienes que levantar la mano, y no das; luego, no tienes fuerza pa’ná…»

Sólo se levantaba la pena en caso de que el penado, primero, hubiera cumplido una buena parte de aquélla, y segundo, diera verdaderas muestras tanto de contrición, como de un firme deseo de no volver a cometer aquellos actos causa de su penitencia.

El propósito así de los castigos, no era el del resarcimiento de una afrenta o de un delito, como lo es la pena para un reo… Su finalidad en cambio era la imposición, aunque fuere a la fuerza, de algún concepto importante, muy importante; generalmente relacionado con aspectos troncales de nuestra educación, comportamientos, o formas de actuar en determinadas situaciones vitales, trascendentes, o morales.

Por ello, la motivación de quien nos imponía un castigo ejemplar era, casi siempre, fruto de alguna forma de aprecio o de cariño, de sincera amistad, o hasta de amor…. Nadie, se toma el trabajo de castigarte si no espera inculcar algo positivo en ti, o si no desea pulir alguna mejora en tu persona… Así, el castigo es también y en cierta forma un acto de estima y de fe en el castigado, ya que con esa expiación forzosa de sus faltas, se pretende la redención de sus errores, una evidente mejora personal, o el aprendizaje de alguna lección muy muy importante.

Es un hecho demostrado, que aquella educación clásica basada en el mérito y la valía personal, en la disciplina, en el respeto a los mayores y en el esfuerzo constante, era la forma más efectiva de formar personas completas, responsables, curiosas y cultas… Y modernas.

Y, de verdad, estoy ya hasta los cojones de los independentistas… ¿Porqué no les hemos levantado una gran mano nacional, para darles una buena y ejemplar ostia, también nacional…? 🤔

Cataluña es mía también. Y de mis hijas.

….eeen fin.

Los cobardes son más, pero ésta es una lucha de valientes.

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

ALEGATO DEL TERNO

Publicado el 12 de septiembre de 2019.

Vivimos tiempos moñas, faltan redaños. Tiempos èstos en los que hay que pesar y medir las palabras para o bien redundarlas, o bien esconderlas; pero ante todo hay que filtrarlas con cuidado, para adaptarlas al tamiz de un melífluo y pegajoso lenguaje políticamente correcto. Lenguaje, impecablemente acorde con esta ideología inane y de arreones que nos rodea, que nos comprime, y que sibilinamente nos reprime.

No podemos llamar a las cosas por su nombre… No.

Tenemos que buscarnos -y cavar- trincheras léxicas, para expresar no sólo a la defensiva sino cobardemente, conceptos que necesitarían ser expresados de viva voz además de con palabras presumidas y rotundas, prístinas y refulgentes.

Una verdadera mierda estos tiempos en los que hay que esconder con cuidado lo español, y sin embargo hay que enarbolar nuestras diferencias con inquina, para parecer modernos y progres, siniestros de ideas e implicados en lo político.

En realidad con esta actitud, lo que como sociedad evidenciamos es una evidente y vergonzosa cualidad ovina. Defecto éste, que cualquier sátrapa con habilidad suficiente para obnubilar rebaños, usará en su espurio favor para manejarnos a su antojo, y casi, sin que nos demos cuenta.

Hasta los huevos estamos de jovenzuelos arrogantes aunque bisoños, medianamente preparados, y que quieren matar al padre con su lerda ideología adanista, mesiánica, y zurda.

Y con ellos, vendrá el reino de los cielos… Y la iniquidad la corrupción y la injusticia, a partir de ellos, no habitarán ya más entre nosotros.

Amén. ¡Queee les den…!

Quieren enseñar al padre a tener hijos. ¡Los tontos del capullo…!

Han olvidado que sus padres y sus abuelos hicieron un trabajo excelente. Cambiaron su mundo para mejor sin duda, y escucharon a su Historia para legarnos un ejemplo y un pasado decente del que estar orgullosos. Aceptando y perdonando; asumiendo y trabajando.

Estos políticos somierdas, ahora solo buscan lo inmediato: el voto de mañana mismo. Les importa una higa nuestro común beneficio para pasado mañana.

Por eso… ¡Coooñooo 😳 a por ellos…!

…eeen fin.

¡¡VIVA EL LENGUAJE…!!

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

La patria de las personas

Es chocante que después de más de dos siglos de decadencia los hispanos todavía seamos la segunda o tercera potencia cultural del mundo. Por algo será… Acordémonos de nuestro Maestro Don Quijote y de su creador Don Miguel. El genio creó el mito, pero nosotros parece que ahora somos imbéciles manejando la mitología.

Imaginemos como hicieron los vascos matándonos y ahora hacen los catalanes cagándonos, que la patria de las personas fuera su lengua; las formas del entramado mental con el que las personas resuelven sus problemas; su sonido y su idiosincrasia al comunicarse y al pensar, es decir: la pureza de su lenguaje.

¿Qué fascista, no…? 🙄😳

Imaginémoslo…

Pues dicho ésto, en ese ámbito imaginario de la lengua, España -el español, lo hispano- estaría en el tercer puesto en cantidad de hablantes en el mundo después del inglés y del chino, y el segundo en uso y cantidad de contenidos en Internet… Más que el ruso, el francés, el alemán, el portugués, el árabe, el mandarín o el japonés, el tagalo, la escritura jeroglífica, o la cuneiforme. Casi el diez por ciento de todo aquél que se conecta a Internet en el mundo lo hace en español. Unos seiscientos millones de personas…

¡Qué cosas lo del español…!

Ahora somos una mierda internacionalmente, pero culturalmente hemos sido siempre medalla de plata o de bronce y sólo nos aventajaban nuestros sempiternos adversarios anglosajones; pareciera que siempre, como colectivo, los hispanos nos hemos conformado con disputar los octavos de final cuando deberíamos haber jugado la final siempre.

La forma en la que hablamos nos une más que cualquier otra cosa. Yo, por ejemplo -y que la progresía me perdone- siento mucho más cercano a un boliviano que me habla en español y vivía a siete mil kilómetros de mi casa, que a un norteafricano o a un francés que viviesen a trescientos y me hablasen en un español trastabillado… Es paradójico, pero es así. El idioma hermana, acerca, iguala. Durante nuestra guerra civil, uno de los episodios más dolorosos que ambos bandos relataban fue el de tener que asistir a la muerte del enemigo rezando en tu misma lengua, acordándose de tus muertos y de su madre en español, y «muriéndose con palabras en la misma lengua que uno…»

Atendiendo a los códigos penales y las leyes vigentes en el mundo actual, sólo hay dos tipos de personas: físicas o jurídicas, o seres o empresas, ciudadanos o naciones. No hay más… Si primero hacéis del lenguaje frontera y luego hacéis del lenguaje trinchera, sois unos hijosdeputa.

…eeen fin. Que no pase más.

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

…….

Del sofá, al Camino de Santiago

Publicado el 11 de agosto de 2019.

Cuarto día.

Llevo los gemelos, amén de otros músculos, como si me los hubiera masticado un perro de presa… Para colmo esta mañana, a los setenta pasos justos de empezar a andar me ensartó, por la espalda, una contractura que me traspasa las costillas del pecho como si llevara clavado un destornillador. Si en vez de en el lado derecho, sufriera semejante dolor en el izquierdo, pensaría en los síntomas de un infarto… También me duelen y se me duermen los brazos, algo hinchados por la presión sanguínea debido a la compresión del peso de la mochila en mis hombros.

Los primeros días se convierten en una especie de fase de endurecimiento. Los pies a partir de los quince primeros kilómetros, arden bajo el peso y los golpes continuos de los pasos trabajosos. La sensación es de que caminas en carne viva, tal que si andaras con muñones, clavándote pese a tus suelas todas y cada una de las piedras y arrugas del Camino.

Es curioso cómo el Camino mismo, si te atreves y te comprometes con él, te pone en forma por fofo, maganto, temeroso, o desentrenado que estés… Te va endureciendo desafiándote, despacio; pero empieza destrozándote primero, consumiéndote poco a poco, paso a paso. Vas sudando, exprimiendo, purgando de tu organismo hasta la última gota de las toxinas que has acumulado, debido a la mierda inevitable de convivir con muchas de tus monotonías cotidianas.

Como pentenciando pecados, o defectos, que no reconocemos en aquélla nuestra otra vida fuera de ésta.

El caminar va así demoliendo, triturando tu voluntad y tu anquilosada musculatura, con cansancio y puñaladas de cristales de ácido láctico; tentándote constantemente a la rendición, al abandono, y a veces hasta a el llanto… ¿Qué cojones estás haciendo al límite de la derrota, de la lipotimia o del esguince, a más de mil kilómetros de tus cosas…?

¿Es un reto físico, una huída interior, un viaje iniciático quizás…? ¿O tal vez, sólo, eres tonto del culo castigándote así…?

¿Acaso, penitencia?

Y llueve; no deja de llover coño. Cuatro días ya. Y no es que llueva mucho pero llueve jodiendo… Llueve como de lado, llueve de frente y también de abajo arriba. Llueve, y la ventisca incesante enloquece jugueteando con el orvallo, mezclándolo a ráfagas con mi sudor, y metiéndomelo por los vanos del chubasquero de tal manera que, a mares, me chorrean hasta las ingles.

Nubes, todo nubes, siempre nubes. No se puede ubicar el sol en el cielo, tampoco el oeste en la tierra… No te lo permite esta luz difuminada, nubosa y lechosa. Luz que es siempre la misma ya sean las nueve de la mañana o las cinco de la tarde. Luz fría, pareciera de un gigantesco tubo de neón, grisácea, y sin sombras.

Cada día que pasa estás más fuerte; eres más duro, necesitas menos. Y quedan atrás el trabajo, la familia, tu cama, los amigos, tu ropa seca del todo, y tú…

Y continuará, porque todo continúa.

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras

E.T. el extraterrestre

Publicado el 28 de julio de 2019.

Están locos estos humanos.

Que si la muerte o la vida; la fiesta y la muerte. Un truhán o un señor. Ésto o lo otro; vienen, van. Salvación o infierno; el bien y el mal… El día del sol, o la noche de la luna; cara y cruz. El hombre y la mujer…

No hacen sino copiarse; repetir a sus madres, replicarse en sus hijos. Nada nuevo bajo este sol.

Muy inteligentes, eso sí.

Uno por uno, al observarlos detenidamente como individuos vivos hemos de reconocer que son absolutamente maravillosos; y gracias a la muerte también son casi biológicamente perfectos. Polvo de estrellas enormemente valioso… Están compuestos por buena parte de la totalidad de los elementos de la tabla periódica; y son, muy eficientes en su funcionamiento fisiológico; y lo son, durante casi cien de sus posibles años solares de vida… Una especie muy bien adaptada sin duda.

Pero hay cosas que ya no entendemos. Se creen, como predestinados o inducidos, conducidos o empujados, constantemente obligados a elegir o a creerse que eligen algo… Una y otra vez parece que desde el inicio de los tiempos caen, en la trampa vital de creerse libres.

Mira, que llevamos ya un par de miles de sus años solares observándolos, pero no sabemos qué tipo de miedo cerval colectivo, o qué retorcido impulso natural intrínseco empuja inexorablemente al abismo a esta extraña tribu humana que ahora nos ocupa. Ésta a la que en particular observamos y estudiamos, para intentar entender con detalle científico al conjunto de la especie que devasta este planeta, que hoy nos toca salvar.

Se devoran, se depredan entre ellos… Siglos solares, milenios llevan conquistándose y siendo conquistados en un estúpido y estéril empeño fratricida de acabar consigo mismos; robándose o matándose; enamorándose y traicionándose; escondiéndose o mintiendo… Pero a la vez sabemos de su enorme capacidad para cosas tan extrañas, como eso de amarse con locura…

O de su habilidad de comunicarse sin tecnología haciendo palmas simplemente; de gestionar la incertidumbre y el riesgo; de emocionarse hasta apasionarse. Juegan con la mismísima muerte a los toros y crean, con esa misma muerte conceptos como familia, historia, fe, orgullo o arte… Fabrican tanto guitarras como navajas. Impredecibles, capaces a la vez de lo mejor y de lo peor, incluso a veces creen saberse felices… Música, amor, envidia, la risa. Conceptos éstos y aquéllos que desde nuestro evolucionado y exacto punto de vista racional, hemos de reconocer que ya no logramos comprender en su puridad científica.

Cual máquinas biológicas cuasi divinas y con solo su primitivo ingenio, la totalidad de esta especie humana está rozando las honduras de una ciencia, la nuestra, para la que sabemos que todavía no están en forma alguna ni mental ni intelectual ni moralmente preparados.

Pero dan como que envidia porque todavía no han perdido eso... Ahora están en ese crucial momento evolutivo en el que aún, no han olvidado que el sexo o el fuego, el caos y lo violento, el choque o la explosión, los cataclismos y la ignorancia impulsan y son a la vez energía y motor de éste nuestro Universo… Algo, que nosotros olvidamos hace ya milenios al dejarnos guiar solo en pos de la seguridad de nuestras tecnologías.

Y ellos están empezando -como hicimos nosotros- a olvidar su Historia arrumbada entre tanto cachivache tecnológico. Y claro, comienzan a tener tanto miedo que no pueden -les es casi imposible- discernir nada con claridad, con sensatez o con cierto grado de seguridad.

Siempre como espiritualmente ahítos, ora de un atracón de ocio mendaz ora de una panzada de multimedias basura. Saturados de wikipedias torticeras; henchidos de datos corruptos; hartos hasta la arcada de vídeos y opiniones de famosos listillos, fantoches y youtubers, juaneslanas o somierdas…

Todo completamente vacío; carente de cualquier valor al que realmente poder aferrarse tan solo con las manos.

Tal y como nos pasó a nosotros en aquella época ya olvidada, en la que perdimos ese poder mágico que se generaba al juntar al calor y amor de una pequeña fogata a familias amigables contando historias.

…eeen fin. Están locos estos humanos.

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

República idílica

Publicado el 14 de abril de 2019.

Sería chocante si no fuera trágico, ver cómo más españoles de los debidos, lerdos en historia, recuerdan con ese orgullo tonto que sólo proporciona la ignorancia, el vergonzoso episodio de la bochornosa II República Española.

Muchos, tal vez desde la miserable ceguera que provoca la ignorancia profunda, o quizá desde el odio más rancio, reivindican con ambos argumentos, un período que de haber prosperado en su día, habría acabado con la nación que hoy conocemos. Nación donde ellos mismos, quiéranlo o no, han crecido, y donde se ve que sólo pastan, se abrevan, defecan.

La República, como forma de Estado, se puede perfectamente defender sin conflictos con la democracia, el intelecto, o con la moral; pero siempre y cuando sus dirigentes y sus instituciones, actúen de forma democrática, inteligente, y moralmente aceptable.

Pero, sabed, que la infausta republiqueta que estos zombis ideológicos conmemoran, fue un período negro, abyecto y nefando en nuestra historia reciente; y que acabó, como todos sabemos que acabó. Ni más ni menos que con la peor de las contiendas posibles: una guerra civil. Guerra, que La República perdió sin remisión y sin honor.

Sin honor porque, en vez de negociar una rendición con condiciones y salvar así con dignidad al más de medio millón de españoles que tuvieron que huir, la que huyó fue La República… Sus políticos al completo huyeron como pollos sin cabeza, dejando al albur de su infortunio a millones de compatriotas que habían creído en esa república de pacotilla roja.

Y fue derrotada por infame y por vacía de razón e ideas, por la torpeza de sus dirigentes, y por la profunda injusticia que sus postulados predicaban: dictadura del proletariado, Comunismo, y odio visceral, profundo, a todo atisbo de libertades individuales.

En fin, que nos gusta eso de cagar en el mismo sitio donde comemos..

¡¡ VIVA ESPAÑA…!!

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras

¿Soy un loco…? 😳

Publicado el 13 de mayo de 2019

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Soy un loco si afirmo algo tan simple como que todos los españoles deberían tener, exactamente, los mismos derechos y obligaciones con independencia de dónde vivan, voten, cotizen, follen, residan, hayan nacido, parido, o se quieran morir.

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Tengo la sensación de que me miran raro cuando -como sin complejos hacen la mayoría de británicos y japoneses, suecos u holandeses- digo preferir sin duda alguna una moderna y serena Monarquía Parlamentaria, a la primera segunda o tercera República que se saque de la chistera cualquier politicastro iluminado, al que, exhibiendo no se qué mayoría, se le ocurra semejante cosa.

Por un retrógrado me tienen si añoro Los Valores y La Ilusión de aquella España de La Transición: escarmentada y sensata, trabajadora y noble, unida, bien educada, y que con tanto esfuerzo y renuncias nos legaron nuestros padres. Aquélla España en la que crecí, en la que creí, y a la que amo.

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Parece ser que parezco un orate ignorante al afirmar sin ambages que si cualquier otra nación poseyera nuestra historia, nuestras tierras y sus gentes; y si además hiciera gala de nuestro arte y nuestra fuerza; y si también gozara de una lengua tan rica y de un sentido del humor y de la vida tan agudo como el español; esa otra nación, reitero, sería hoy faro del mundo como otrora nosotros ya lo fuimos.

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Por ello debo de parecer un carcamal cultural porque con solo la fe de la lógica, creo y me atrevo a afirmar que el conocimiento y el uso de un idioma tan hermoso y versátil como el español, con tanta historia, y una influencia en un mundo de más de seiscientos millones de hispanohablantes, debería de ser un derecho y una obligación para todos los españoles. ¿No…?

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Un morlaco mal encornado debo de ser si a porta gayola sostengo -conste que no me gustan los toros- que la tauromaquia ha influido con hondura, durante siglos, en nuestra forma bragada de entender la vida, de afrontar el riesgo zaino de nuestro destino, o de mostrar el valor con los pies juntos pese al miedo… Y si continúo sosteniendo que además forma parte troncal de nuestra lengua, o que ha sido muleta de nuestra historia y faena de muchas de nuestras artes, soy una bestia.

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Cual fascista quedo cuando aseguro que el Estado de Las Autonomías es, sin duda, ahora mismo la principal causa de la cancerígena disgregación nacionalista que padece nuestra Nación. Y si además, clamo al cielo al afirmar que esa misma disgregación nacionalista es sin duda el principal peligro que acucia el futuro vital inmediato de nuestro País, me llaman cenizo.

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Se ve que también soy un machista con rabo y cuernos porque en mis carnes, he sufrido esa paranoica ideología de género que, con una mera acusación de parte, discrimina, señala y segrega; predispone, acusa y hasta encarcela a la otra parte. Ni más ni menos que al ‘otro’ indefenso cincuenta por ciento de la población española… De locos.

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Así, cuando a mis hijas intento inculcarles que sobre todo amen profundamente a su prójimo, o les aseguro que si quieren entender el pasado no lo juzguen con criterios de presente, me queda la duda de si no debo de ser también, un idiota.

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Y es chocante por último que ahora a mis cincuenta y tantos años, parezco poco menos que un potencial asesino paranoico si reconozco, que me gusta el jamón ibérico casi tanto como mirar un buen par de tetas.

…eeen fin.

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

Murieron tres

Publicado el 24 de abril de 2019.

El revolcón de aquella bestia metálica, esparció los cuerpos de mis hermanos como las esquirlas de la desgracia de una tragedia.

Y seguía lloviendo.

Desperté aturdido; tardé, en darme cuenta de que estaba tumbado en una estrecha camilla, de aquellas de hierro y lona verde; en la parte de atrás de un furgón. Olía mal.

Oscurecía cuando sucedió. De forma borrosa y embotada solo podía percibir la penumbra raquítica, mortecina, de algún piloto encendido en el interior lúgubre de aquel vehículo. Alarmado, me di cuenta que pese a que me esforzaba, no podía enfocar mi vista con nitidez. Intenté incorporarme cuando me detuvo, en seco, la puñalada de un dolor infame que me traspasaba la cabeza.

Y recordé el golpe en la cabeza; los golpes… Como dados en un cubilete de hierro, sacudidos por una mano implacable.

Ensartado por ese dolor en mis sienes tuve que dejarme caer, lentamente, cerrando y apretando los ojos. Así, intenté evitar esa punzada que se me atornillaba en la cabeza. Encerrado en la completa oscuridad de mis párpados, de nuevo tumbado, crucé las manos descansándolas sobre el pecho y comencé a controlar mi respiración. Pretendía relajarme y aplacar tanto aquel dolor como la ansiedad y el espanto que iba cada vez más provocándome, el ir recordando lo sucedido.

Dieciocho toneladas blindadas de hierro bruto, y al menos otra por cada una de sus seis ruedas macizas, hicieron ceder aquel funesto camino de tierra por el que, en hilera, cruzábamos una pequeña vaguada. Cerrada la curva a la derecha; también el precipicio. La lluvia llevaba muchos días encargándose del sabotaje de empapar y ablandar aquella senda de mierda… Lluvia asesina, esperando emboscada nuestro paso faltal.

Maldita lluvia.

Cuando casi la mitad del monstruo metálico tenía ya sus dos primeras ruedas fuera y a salvo de la puta curva, aquel castigado camino empezó a ceder, derrumbándose, haciendo inútil la tracción del resto del acorazado. La mole comenzó a caer por la pendiente volteando sobre sí misma, retorciéndose en un doble mortal y medio macabro.

Cinco segundos y dos violentas vueltas completas para quedar de nuevo en pie, allá abajo, incólume; tambaleándose sobre sus seis poderosas ruedas… Abollado el monstruo por los tremendos golpes, reventadas y abiertas todas sus escotillas, quedó situado en medio de un caos de escupitajos humanos arrojados cual muñecos a través de aquéllas.

Un incómodo pitido zumbaba inmisericorde en el interior de mi cabeza. Apreté mi nariz y presioné, y después de notar esa descompresión que nos alivia el oído interno, pude apenas comenzar a escuchar un pandemónium de carreras, motores, gritos, lamentos, blasfemias… De fondo percibía los sonidos del crepitar de unas grandes hogueras, cuyos fulgores a través de las ventanillas pude ir distinguiendo a medida que recuperaba la nitidez de mi vista maltrecha. El retumbar doloroso de los latidos de mis sienes también fue cediendo, por lo que para pedir ayuda intenté gritar. Solo, pude emitir una especie de patinazo vocal, un extraño gallo desgañitado.

Y en ese momento me di cuenta, de que no estaba solo en aquel vehículo… Envuelto en la penumbra escuché un estertor; un intento de voz ahogada. A la vez, paralizado sentí el palpar lento de una mano en mi pierna izquierda. El susto y la impresión helaron mi alma.

— ¡Ayúdame…! Creí entender.

Me incorporé, no sin dificultad, para descubrir espantado que a mi izquierda tenía un compañero de infortunio, y que éste, estaba horriblemente aplastado de cintura para abajo. Sangre y humores borbolleaban desahuciando su cuerpo empapado. El golpear de aquella bestia, en su caída, había aplastado sus piernas, sus caderas, sus costillas; se moría desangrado, reventado, asfixiado.

Al momento, le reconocí.

Hacía poco más de un mes era para mí un completo desconocido. Ahora, me veía obligado por el destino a contemplar su muerte. Diecinueve años. La fatalidad me había convertido en la última persona de su vida; el responsable de cumplir con su deseo postrero:

— ¡Ayúdame…!

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Hice el ademán de salir del vehículo con la intención de pedir esa ayuda, cuando, suavemente, agarró mi mano con toda la fuerza de su última súplica:

— ¡No, no me dejes solo…!

Me lo dijo sereno.

Unos segundos tardé, conmovido hasta el tuétano, en soltarme con mimo de esa mano y volver a tumbarme. Mi cabeza junto a la suya. Llorando en silencio, le abracé, deslizando con cuidado mi brazo izquierdo bajo su cuello. Y volví a tomar, con mi mano derecha, la suya que agarró la mía, ensangrentada.

Así, apagándose, y cogidos de la mano, empezó a susurrarme una retahíla de recuerdos ya turbios, deslavazados: varias veces mentó a su Madre; me contó de un viaje en moto con una tal Lola; dijo no se qué de Villena y de un hermano; y hasta me quiso hablar, creo, que de el mar.

Parecía no tener miedo.

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Como recitando una letanía de sus cosas más queridas, fue consumiendo su hálito último tras el que soltó, con la languidez del óbito, mi mano.

– Gracias… Le oí.

Y gracias a ti Romerita.

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Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras

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HISPANIDAD…

Publicado el 9 de febrero de 2019.

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Muchos de nosotros ni siquiera saben quiénes somos, o qué fuimos.

¿No nos da vergüenza…? ¿Qué coño somos…?

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Ignoramos nuestro excelso pasado, juzgándolo como necios con criterios de presente… Y eso Señores, es de imbéciles; de sociedades lerdas y ciegas.

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Este error maníaco, nos convierte en un pueblo insensato; atrapado en el bucle destructivo de la repetición de sus propios errores… Un vicio patrio, la ignorancia, que nos degrada a caterva humana, condenada a dar bandazos sin rumbo, sin alma ni orgullos comunes, sin tradiciones ni cultura propias.

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Tontamente atontados, por el brillo bobo de quincallas ideológicas con el que sibilinamente a muchos nos han abducido, asistimos inanes al infame oprobio de nuestros inmensos orgullos pasados; consentimos el necio desperdicio de nuestros valores presentes; y ni siquiera nos revelamos frente al seguro latrocinio de nuestro futuro común.

EL DESASTRE

Una mierda, parece importarnos el olvido y la ruina de nuestra Historia.

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Y ésto lo estamos consintiendo justo delante nuestros morros: sin luchar. Como que miramos para otro lado; rebañudos. Sin reacción, cual estafermos que sin moverse del sitio, solo giran sobre sí mismos al ser embestidos con saña una y otra vez; golpeados una vez tras otra.

Encajamos como borregos, los constantes insultos con los que intentan amedrentarnos y someternos tan sólo un puñado de orates, mequetrefes morales… Son imbéciles, no lo olvidemos. Unos, solo son zurdos y ciegos de ideas, el resto son nacionalistas zombis; embrutecidos ambos por su violento pasado y sus odios propios.

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Al igual que avestruces, rendimos escondiendo la cabeza frente a la ignominia, para que no nos llamen acaso fachas, patriotas, o españoles.

Si olvidamos, todos perdemos.

«filo y lumbre…»

…es todo lo que necesita un humano.

HISPANIDAD

HISP TERCIOS

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Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

Caballero español

Don Quijote exclamando: “¡de lo que más necesitado está el Mundo es de Caballeros Andantes…!»

El caballero español, en esencia, se conforma de los siguientes elementos:

–Grandeza, contra Mezquindad:

Es decir, el dar sin dudar mayor valor a lo que se es, que a lo que se tiene. El caballero español cultiva la grandeza porque desprecia el apego grosero a las cosas, ya que su alma aspira a una Trascendencia y Libertad que no pueden reducirse a lo meramente terrenal. El Escorial por ejemplo, es pura grandeza pobre, grandeza austera de muebles castellanos y murallas.

–Arrojo, contra timidez:

Valentía, paso al frente, gusto por mezclarse con la vida y con la gente, sin miedo a la muerte ni al peligro, ni a la pobreza o la escasez, ni a la aventura. Por que lo que le sostiene es una idea, un ideal de sí, de su propia dignidad, dignidad frente a la cual la vida no es sino un viaje lleno de cosas efímeras de las que no puedes sino beber despreocupado, sin apego mundano, valientemente…

–Altivez, contra servilismo:

Orgullo de su propio camino, de su “ley interior” que es la única frente a la que responde. Porque se precia de ser, más que de poseer; y mira con desdén todo lo que no es sino vano oropel, y todo lo que no es sino servil sometimiento a “la ley falsa del Oro…»

–Más pálpito que cálculo:

¿Se imagina álguien a los Conquistadores calculando como vulgares business men las posibilidades reales de la conquista de Méjico o el Perú…? El español no es así… El Caballero español no hace cuentas como un prestamista holandés, más bien le basta con que su corazón le mande ejecutar una acción; que su gusto por hacer su propio camino como ventura, le llame a hacer lo que cree que debe hacer. Obedeciendo los dictados de su corazón sin dudar ni calcular.

–Culto al Honor:

Es la estimación que el Caballero Español hace, de la forja de su propia personalidad independientemente de lo mera y groseramente terrenal, lo que le lleva a un culto casi religioso por el Honor. Honor que en España se vive como afán y propósito de vivir sin tacha, de poder siendo rico o pobre, venturoso o miserable, mirar a cualquiera a los ojos y sostenerle la mirada. Por que nada, nada de nada, en el ámbito de la nobleza del alma, se le pueda echar en cara.

–Culto a la Personalidad:

El español se siente sujeto de la Historia Universal, no mero convidado de piedra. Sabe que el camino que se recorre en la existencia humana lo hacemos nosotros mismos con la ayuda de la Providencia, y que no somos sino fruto de las fuerzas ciegas de la economía, la naturaleza, el fatalismo de unos dioses crueles, o el determinismo de un universo mecánico y racionalista. La personalidad se cultiva y se trabaja, y de ella se deriva nuestro andar por este mundo, no como inercia, sino como fruto maduro de nuestra búsqueda.

–Vida pública y Vida privada:

El español prioriza aquello que ocurre en su vida privada, en la vida que se hace de relaciones de tú a tú, de persona real a persona real, sin notarías, comisarías, ni urnas de por medio. En aquéllo que configura su universo de relaciones personales por palabra, compromiso, camaradería o rivalidad. Pero sin instituciones, contratos, abogados o políticos. Anteponiendo el Honor a la juridicidad, la convivencia real, incluso a la democracia y la burocracia.

–Presencia de la Muerte:

El español vive en presencia de la Muerte, no la teme, tampoco la adora. Antes bien se acerca a ella con desafío, como prueba de que hay en su alma algo más que mera vida. La existencia terrena no es así sino tránsito y prueba, y la muerte, el momento decisivo en el que demostrar que se vivió con Grandeza y sin apego. Con una dignidad irreductible al miedo a la muerte y al regodeo mundano.

–Anhelo de Eternidad:

“Muero porque no muero…” el caballero quisiera estar ya en la Gloria Eterna. Si debe partir lo hace sin mirar atrás, como si supiera que la patria de su alma esta en los cielos y que allí, habiendo demostrado que podía estar en esta vida sin olvidar las alturas, se le espera… Siente así la necesidad de demostrarse a sí mismo que su Libertad, no se somete al apego terrenal, y que su Dignidad, inalienable, es tal porque no es de “este Mundo” sino «de Otro…»

LA HISPANIDAD Y EL CABALLERO ESPAÑOL

Publicado en 09/04/2019 en España por Gonzalo Rodríguez

Enlace con el artículo original:

LA HISPANIDAD Y EL CABALLERO ESPAÑOL

nos queremos, y mucho…

Publicado el 19 de diciembre de 2018.

Somos cumbre en el mundo a la hora de donar y trasplantar corazones, riñones, o partes de nuestro hígado; y hasta dolorosos trozos literales de nuestra propia médula. Somos solidarios hasta el exceso en algunas ocasiones; nuestros bomberos, policías y guardias civiles, y nuestra UME, son ejemplo sin duda para el mundo. Como colectivo, los españoles somos capaces de dar casi todo lo nuestro; casi todo… Compartimos gustosos nuestras casas, nuestra comida, nuestros paisajes, nuestro sentido del humor.

Nos queremos, los españoles nos queremos. Sabemos acoger, dar asilo y amar al prójimo.

Por eso nos han engañado unos gañanes, pero nos han engañado los nuestros; nuestros propios gañanes.

Tenéis que reconocerlo, aceptarlo. España nunca invadió a España; nadie de fuera nos roba. Nadie nos odia, y no somos diferentes ni especiales en nada. Tan solo somos vascos, de Cuenca o catalanes, y como el resto de españoles somos bragados aunque rebañudos por provincianos; también un poco incultos, y para nuestra común desgracia fácilmente manejables aunque no dóciles… Tal, si os fijáis, como podrían ser andaluces y gallegos, murcianos, riojanos o aragoneses.

Los españoles nos queremos, mucho, y desde hace mucho… Desde hace siglos la tempestad de la Historia, pese a sus embates y resacas, nos ha mantenido siempre juntos y a flote; en una nave, a bordo de la que a veces en fiera tempestad y otras en calma, unidos, hemos navegado a través de océanos de tiempo proceloso hasta el hoy, nuestro presente.

Esa nave común es España, y quizás el barco esté algo averiado por el «mal del tiempo…» Puede, que ajadas por la insidia, crujan sus centenarias cuadernas con lastimoso quejido al soportar, heroicas como siempre, el peso de nuestros pecados como Nación… ¿Pero vamos a dejar que esas venerables cuadernas que nos han sostenido como Pueblo, terminen de pudrirse en el légamo de la patraña, del odio, de la ideología o de aquella insidiosa Leyenda Negra..?

¿Vamos a consentir sin lucha, tornar nuestro barco heroico en pecio hundido…?

¿Dónde está el amor por el pasado, dónde el respeto…? ¿Dónde, el sano orgullo que hace de la Madre un sagrado y de la Patria un honor, un hogar y un vecindario; siempre un regreso…? No sé de otro lugar al que ir o al que volver, salvo a España… Con mi Madre.

Recuerdo mis viajes hace treinta años… cuando España era mía. Y era de verdad mía porque cada parada era un hogar; y cada petición de ayuda era, en verdad una deuda contraída.

Recuerdo, que regresábamos cuando, al reparar en aquel hermoso paisaje orensano, de repente di un volantazo y paré el coche… Salvo para poco más que la gasolina necesaria para volver, no nos quedaba dinero para continuar nuestro viaje; pero sí nos sobraban ganas y dos días, que no estábamos dispuestos a desperdiciar. Era un prado idílico, precioso y verde hasta doler… Inocentes, plantamos la tienda en medio de aquellos pastos. Éramos inmunes a nuestra inmediata indigencia debido al ánimo henchido ante tan prodigioso paisaje… Ya comeríamos.

La tarde pasó tranquila leyendo y fumando y charlando, hasta que aquella vaca irrumpió parsimoniosa en medio del prado. Al salir, espantados y casi envueltos en nuestra propia tienda vimos venir lentamente a nuestro encuentro un anciano, de esos venerables, como de postal típica, con boina calada hasta las cejas, y pidiéndonos disculpas en un gallego adorable que nos tranquilizó al instante.

La vaca pastaba tranquila, y nosotros podíamos quedarnos en medio de aquel prado el tiempo que nos diera la gana.

Pasábamos aquella hermosa tarde en nuestras cosas, hasta que la quebrada pero cantarina voz del anciano de la vaca nos llamó para que saliésemos una vez más de la tienda… Traía el hombre un capazo de esparto cubierto con una coqueta servilleta rojiblanca de tela a cuadros, y venía con la intención de regalarnos una botella de dos litros de coca-cola llena de leche recién ordeñada. También, nos obsequiaba el paisano una de aquellas fiambreras antiguas de aluminio, con casi medio kilo de miel en un bote de cristal y un irresistible queso fresco casero. Finalmente, de una bolsa de tela que también portaba en el capazo, sacó una hermosa hogaza de pan tibio con un mullido dorado e irresistible aspecto de ensaimada mallorquina gigante.

Viandas aquéllas humildes pero sublimes, que nos abrigaron el estómago esa noche; y al día siguiente despertaron con su recuerdo el desayuno, solucionaron la comida, y hasta aliviaron la cena de nuestro inevitable viaje de vuelta.

Aquel buen hombre nos conmovió hasta el tuétano, con esa hospitalidad natural de vecino bien nacido.

Podríamos preguntar a cualquier español de bien -y que como tal se reconozca- si detesta, repudia o margina, a los vascos o a los de Ceuta; si quizá odia a catalanes o extremeños; y si no soporta a los portugueses, o tal vez a los canarios.

Sería esto una estupidez contra natura, ya que somos el fruto de una bella mixtura de sangres, historias y razas… Fuimos creadores de un mestizaje sincero de espíritus, religiones y almas. Y desde hace mucho, juntos hemos convivido, con un torbellino de dudas existenciales como Pueblo.

Valores, Historia e idiosincrasia, que hacen de los españoles una sociedad ya escaldada de odios rancios, generosa en solidaridades, y hambrienta de verdadero futuro juntos.

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras

¡ Ay Pablo…! 🙄😳

Publicado el 2 de noviembre de 2017.

¡Ay Pablo…! Es una pena, pero el castillo de naipes de tu variopinto partido se está desmoronando por sus flancos debido a la estulticia de tus mediocres dirigentes; ofuscados en los entresijos de un politiqueo inútil, estéril, y por completo nefasto como ejemplo de actitud política.

Justo, a tu imagen y semejanza.

La caterva de piratas de todas las nacionalidades que tenías a tus órdenes, parece, que te están dando de la misma medicina que tú has repartido desde que te iniciaste, en ésas, tus tan arteras artes políticas.

Imagínate qué sucedería en cuanto tocarais pelo; en cuanto tuvierais poder de verdad… Tendriais que ir faca en ristre para protegeros los unos de los otros. No habría yugular fuera del alcance de vuestros navajazos.

¡Ay Pablo…!

Esta traidora acción de demolición de tus sátrapas, espero que te sirva de escarmiento al demostrar, que esa especie de anarquía asamblearia que tú predicas; esa falta total de compromiso moral con la labor política; y esa total falta de respeto por tu nación y su bandera y por tu historia y tus compatriotas, son incompatibles con la lealtad, con la eficiencia y con la honestidad…. Es decir: con la práctica de la política.

¡Ay Pablo…! es una verdadera lástima que no hayas utilizado tu innegable talento político con fines más altos y honrados; que no hayas puesto tu intelecto al servicio de ideas decentes, pragmáticas y útiles, en vez de hacerlo al de sórdidas ideologías, que tú bien sabes aciagas y fallidas a lo largo de la historia.

¡Con la de cosas que hay por hacer en esta gran nación en la que has tenido la suerte de nacer…!

Y recuerda: «El que no quiere a su Madre no quiere a nadie…» Y vosotros, los comunistas, pareciera que no tenéis Madre. No creéis en nada.

Yo, sí tengo Madre.

¡VIVA ESPAÑA…!

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras

MEMORIA HISTÉRICA

Publicado el 1 de febrero de 2018.

Para mi es una verdadera paradoja la idea establecida, y la ley promulgada, de eso que llaman memoria histórica; no acierto a entender el hecho de que una sociedad que se supone moderna y culta, como la nuestra, necesite que los políticos le digan qué es Historia, y qué, no lo es… Siempre pensé que la Historia era cosa de estudiosos; asunto universitario, erudito y académico que, por su propia naturaleza, admitía distintos puntos de vista a la hora de abordar su interpretación.

Creía yo que la Historia se escribía con mayúsculas, desde la rigurosidad, mediante la investigación y el estudio; y sobre todo desde la objetividad, o al menos desde su anhelo… Los datos históricos, si bien es cierto que por su naturaleza nunca serán verdades matemáticas inmutables, tampoco pueden ser salvo por espurias intenciones, mercadería ideológica con la que inundar a los ciudadanos con el fin de que, cual corderos ideológicos, pasten ideológicamente en uno u otro corralito, también ideológico.

Que los políticos se dejen de monsergas de derechas o de izquierdas, y hagan por aumentar el nivel real de la cultura de este país y de su Historia; que damos pena… No consintamos que nos digan qué tenemos que pensar o decidir.

Ése es el juego de políticos inmorales y carentes de ideas; adanistas sin los cuales estaríamos perdidos en los procelosos mares de la Historia y de la moral, de la política y hasta del criterio y el buen juicio; necesitándoles así -a los políticos- parece ser que hasta para ir a mear.

Por todo ello, yo me pregunto: ¿qué hacen los políticos decidiendo de cosas de la Historia? ¿Qué hacen en las universidades…? ¿Qué coño hacen pretendiendo imponer uno u otro criterio, de lo acontecido en una Historia que es de todos los españoles? ¿Acaso lo que quieren, no es sino dar por ciertos sus criterios, en contra de los del otro…?

¿No es ése su juego acaso: quítate tú para que me ponga yo…?

Finalmente, creía que la memoria era algo subjetivo, tan personal e íntimo, que necesitar también que esos políticos nos digan cuál debe ser nuestra memoria adecuada, es ya el colmo de la estupidez colectiva.

Es la memoria un territorio profundamente personal, una propiedad privada tan valiosa, tan sujeta a las experiencias y emociones vividas, que consentir injerencias ridículas -ni más ni menos que de políticos lerdos- es como necesitar que te digan la veces que tienes que respirar por minuto. Y yo respiro, y meo, las veces que me da la gana.

Tenemos multitud de ejemplos en la Historia, de veces que los políticos han intervenido en cosas que posteriormente han destrozado al corromperlas con sus intereses y su nefasta gestión.

Que no piensen ni decidan por mí… por favor.

El que quiera conocer la Historia, ya sabe: ¡a estudiar! que cultiva la memoria.

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras

Ya había tontos, pero no tantos.

Publicado el 1 de diciembre de 2017.

Yo, que he cumplido cincuenta y ya unas cuantas primaveras, os aseguro que hace treinta y tantos años, cuando viajaba a Cataluña ya había tontos. Pero ni mucho menos tantos.

Pues resulta que aquellos tontos, con el paso de esas treinta y muchas primaveras, han conseguido abducir a otros muchos; tontos también. Han logrado instalar en la psique colectiva de una gran parte de la población, pareciera que una especie de software de negación de las evidencias de la realidad, de la Historia.

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Con la machacona repetición multimedia de los mantras miserables, que el nacionalismo inventó para inmunizar aquel tres por ciento (y también otros cientos de infamias perpetradas con anuencia de avestruz por los poderes del Estado) una parte muy preocupante de esa sociedad viciada, ha aceptado rebañudamente los relatos impostados del discurso nacionalista. Proselitismo, basado en el mero y vil desprecio al distinto, al diferente, a los otros. Puro racismo.

Y lo que es peor: utilizan reptilianamente contra su propio pueblo el enorme miedo, a ese futuro victimista que como colectividad predican.

La podredumbre corrupta es tal, que para disfrazarla han arrojado la verdad, bajo las alfombras de la historia para falsearla; bajo las alfombras de la justicia para tergiversarla; y bajo las alfombras de la moral para traicionarla.

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Se ha escondido la basura bajo las alfombras catalanas hasta tal punto, y es tal el virus inoculado en el pensamiento independentista, que es capaz de enfermar mortalmente relaciones familiares, amistades y negocios. Amores incluso. Pervierte de forma infecta el sentido común atontándolo, al servicio de la ideología más burda, estéril y rancia.

Pero es una mentira os lo aseguro. En aquella época no había ni animadversión ni miedo cuando iba yo a Cataluña. No había intolerancia clavada en la gente. No había ira insensata inyectada en la vena de los paisanos. Lo que sí había, era algún tonto que otro eso sí… Pero insisto, no había tantos.

Que no nos engañen.

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

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El lenguaje y la lengua

Publicado el 30 de septiembre de 2017.

¡Ah amigo…! el lenguaje, la lengua. Ahí es donde está la clave. Para ‘ellos’ el lenguaje y la lengua han sido clave en su estrategia inmunda de pervertir hasta el tuétano las ideas, la historia, y los principios en Cataluña… Han sido el lenguaje y la lengua arietes con los que durante cuarenta años, de forma sibilina y soterrada, el independentismo ha intentado derribar las puertas y los cimientos de la arquitectura simbólica de España en Cataluña.

Y a la vista de los hechos no cabe duda que, primero, lo han conseguido; y segundo, volverán a intentarlo en cualquiera otra comunidad o ámbito territorial donde tengan (les demos) la oportunidad. El lenguaje y la lengua son el arma arrojadiza que estos lerdos aborregados, miserablemente usan para ésa su estrategia de pájaro cuco.

Empujan poco a poco a los legítimos inquilinos del nido que habitan, para instalarse tiranos en él, y parasitar así a sus legítimos dueños que ignorantes y bienintencionados, procuran siempre el cuidado y corren con las responsabilidades de mantener el nido, y de alimentar a los que creen sus hijos.

Y ESO, ES TRAICIÓN.

Por otro lado, nuestros políticos llevan también mucho tiempo modulando de forma perversa el lenguaje y la lengua. Por ello, de forma culpable y connivente nos hemos acostumbrado a llamar conflicto a lo que es terrorismo; negocio a lo que es estafa; cultura a lo que es basura, y sexo a follar. Llamamos educación al hecho de delegar en otros algunas de nuestras más importantes obligaciones. Y nombramos como ilegalidad lo que es traición; acusación, a lo que es pura mentira.
Definimos como cine, lo que es sólo propaganda cara y arbitraria. Llamamos democracia cuando deberíamos llamar partitocracia rebañuda, a ésta nuestra pírrica forma de gobierno. También, durante décadas, hemos llamado negociación con los nacionalistas a lo que era una mera compra de los nacionalistas.

Hemos capitulado al fin en una guerra léxica, que apenas hemos luchado por desistimiento. La prueba está en que llamamos ilegalidad a lo de Cataluña cuando es una traición flagrante. Y frente a tal, de forma unánime y contundente deberíamos reaccionar al respecto.

¡Coooño...!

¡VISCA ESPANYA, Y VIVA CATALUÑA…!

Antonio Rodríguez miravete. Juntaletras

¿Que por qué escribo…? 🙄

Publicado el 14 de diciembre de 2017.

Es curioso, pero cuando la indignación hace hervir mi sangre, a mis meninges les da por escribir de forma casi compulsiva, vehemente, y hasta violentamente a veces. Me provoca una sensación agobiante y extraña la indignación. Y al intentar en vano acercarme a describir sus efectos sólo se me ocurre decir que se parecen un poco a esas borrosas sensaciones emocionales y físicas, que todos experimentamos justo antes del llanto; justo, antes de romper a llorar.

Percibes esa punzada difusa, amarga y cuasi dolorosa, en la parte baja de la garganta y que como ascendiendo por el cuello hasta nuestra psique, se transforma en sincera gota de lágrima emocionada en el caso del llanto; pero torna en pérfida gota de corrosiva impotencia en el caso de la indignación.

El hecho es que me vengo arriba escribiendo espoleado por la indignación. Ésta, se va transmutando en dinamita verbal a punto de estallar. La indignación así se va transformando en violencia contenida que, mezclada con la impotencia, afortunadamente sólo aciertan a sacar de mí palabras como éstas torpemente entrelazadas.

Sólo palabras pero eso sí, diríase que con cierto aire de impotente revancha verbal; como un inocente alivio de una tensión inútil, o como un enconado deseo de escarmiento a no sé quién, y por no sé qué.

En esos momentos, casi en trance sigo tecleando, y la indignación emerge sin remedio en forma de palabras ardientes, espesas, como lava. Poco a poco ese verbo incandescente y caótico va tomando forma como de grito escrito; una especie de alarido epistolar; algo así como una manifestación solitaria; como una impotencia potenciada.

No sé si servirán para algo útil pero las voces surgen por sí mismas… Y llega un momento que al ir poniendo orden en esa erupción de palabras solitarias y dispersas, se van aplacando aquellos ímpetus indignados que me impulsaron a escribirlas.

Y oye, me funciona… Porque creo que la indignación plasmada negro sobre blanco ordena mis pulsiones peores, calma mis ardores justicieros, y satisface mis anhelos de implicación por las causas que me indignaron y me empujaron a escribir.

Así, como a una parturienta a quien el fruto de sus entrañas irremisiblemente empuja a romper aguas y a parir, a mí, la indignación, inevitablemente me empuja a romper a escribir, o a llorar.

…eeen fin. 💕

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras

EL NACIONALISMO Y EL CUCO

Publicado el 11 de octubre de 2017.

Tiene el pájaro cuco un comportamiento vital muy peculiar; nace en un nido ajeno, usurpado a otra especie, con la única condición que ésta sea de menor tamaño que el cuco mismo. Sus haraganes pero arteros padres, seleccionan cuidadosamente el nido a ocupar, para poner de forma furtiva un solo huevo.

Con ello, entre otras cosas, se descargan de la responsabilidad y del peso de la crianza, desentendiéndose completamente y para siempre, del futuro de su progenie… Engañan a los legítimos y esforzados propietarios del nido, haciéndoles creer que de ese extraño huevo, nacerá una de sus crías.

Aquéllos, ignorantes y bienintencionados, procuran siempre el cuidado; corren de forma abnegada con las responsabilidades de mantener el nido, y con el denodado esfuerzo de alimentar a todos los que creen sus hijos.

Una vez nacidos los poyuelos, el cuco, instintiva e inexorablemente obedece al impulso terrible y depredador de ir empujando al resto de sus hermanastros hasta el borde del nido, con la implacable intención asesina de arrojarlos, a todos, al abismo; uno a uno.

Poco a poco, durante semanas a veces, el cuco va ejecutando sibilinamente a los legítimos inquilinos del nido asaltado para instalarse tirano en él, y parasitar así a sus legítimos dueños… Así, queda solo el vástago del cuco como único receptor del alimento y los cuidados de esos abnegados padres, quienes son incapaces de detectar el espurio engaño del que son objeto.

Finalmente, una vez cuidado y crecido lo suficiente como para valerse por sí mismo, el cuco abandona sin más, cual infame rufián, ese nido profanado y esquilmado.

Deja así a sus padres adoptivos en medio de la estafa y la completa tragedia de no haber podido cumplir, ni con la instintiva misión de continuar su estirpe ni con su imperativo vital de perpetuar la especie… Todo ello, pese al esfuerzo titánico y baldío, de haber cumplido con creces con las tremendas obligaciones que la paternidad exige a los padres de cualquier especie.

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Yo, al menos, sí encuentro gran parecido con el comportamiento aprovechado y canalla de cualquier tipo de nacionalismo; y especialmente del catalán.

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

Soy muy muy macho…

Publicado el 21 de enero de 2020.

MACHO

1. m. Animal del sexo masculino
2. m. En las plantas con individuos masculinos y femeninos, el que produce el polen para fecundar a otra planta de su especie.

Solo hay que mirar la naturaleza para darnos cuenta del perogrullo, de que hay machos y hembras en la casi completa mayoría de especies pluricelulares que pueblan este planeta… Algo significará digo yo, este dimorfismo al cincuenta por ciento.

El machista león macho, es verdad que folla demasiado rápido y que raramente come si no cazan las hembras. Pero por otro lado, la golfa de la mantis religiosa, devorará tras la cópula al macho como éste se descuide… Cosas de la naturaleza. Pero en ambos casos, son precisamente las hembras las que deciden. Son las leonas las que eligen a ese macho tan fiero y chulo; y son la receptividad y las feromonas de la mantis hembra, las que se dejan hacer por ese pobre macho como se descuide… Unas hembras le dan de comer a su macho porque quieren, y otras, quieren comerse al macho. ¡Qué cosas…!

Fijémonos también, y porqué no, en el ejemplar ejemplo del albatros hembra. Que de joven y tras una danza ritual hermosísima se apareará con un vínculo irrompible y para siempre con el mismo macho; con su macho. Y ya le pueden venir, que ella le esperará sine díe y año tras año; por siempre citada con él de vuelta al mismo nido… Y aunque un día su ausencia le confirme que su aquél ha muerto, jamás conocerá otro macho. Vagará volando por siempre sola y hasta renunciará a su condición de madre, ya que no concibe serlo sin su macho…

Por otro lado, en el caso opuesto está el bonobo, ese cachondo primate que parece que veranea en Madagascar y que todo lo resuelve follando… ¿Que tiene miedo? folla con lo primero que pilla. ¿Que tiene hambre y no hay comida? se entretiene follando. ¿Que le ha tocado los huevos al macho alfa y se ha llevado un par collejas? para desfogar la impotencia se folla lo primero que encuentra. Ellas con ellos, y ellos también con ellos; orgía constante… Las hembras listas ellas, para no estar eternamente preñadas solucionan ese guirigay porno con un solo y breve período fértil al año; el resto lo hacen sólo por gusto. ¡Qué pillinas…!

¿Y el pavo real…? ¿Habrá algo más bello pero más tonto que un pavo real…? Tanta pluma ellos tanta pluma; y ella tan fea. De tan bonitos parece como que hubieran renunciado a su masculinidad; y sí, son hermosos y delicados pero inservibles si no es para chillar o perpetuar la especie… ¿O son ellas las inservibles ya que son tan feas…?

…eeen fin. No sé…

Hoy, todo el mundo tiene el derecho de reivindicar algo o así debiera ser. El feminismo o los españoles, el elegetebeismo, el comunismo y el ecologismo; los pensionistas, el veganismo y los animalistas; hasta los terraplanistas, los testigos de Jehová e incluso el islamismo, pueden manifestar públicamente sus ideas como no podría ni debería ser de otra manera en una democracia.

Pues yo, me manifiesto y reivindico profundamente macho.

Qué voy a decir si me gustan las mujeres más que el sexo o el dinero; más que el tocino de cielo o los coches buenos. Más, que cualquier viaje de aventura porque no hay ni aventura ni viaje mayor que caminar al compás de mi hembra al lado. No me entiendo si no es rendido ante mi mujer; adorándola…Y qué casualidad, tengo solo dos hijas, también hembras ellas.

Pero sí, he de reconocer que como macho soy algo bruto, tengo pelos en el cuerpo y meo contra la pared.

En mi antigua, querida y se ve que patriarcal familia, siempre han gobernado las mujeres desde que yo recuerdo. Siempre… Mis añoradas y queridas abuelas gobernaban sus importantísimos ámbitos domésticos con una indiscutible y total autoridad, diligencia y mano firme, a la vez que criaban, mimaban y educaban cuatro hijos cada una… También mi venerada madre siempre ha gobernado su casa como un brigada, educándonos con amor, disciplina, respeto y mérito. Y solo tengo una hermana mayor, queridísima… Toda mi vida criado bajo faldones de mujer. ¡Qué gusto…!

Y por último, sí, he de confesar que sí; que a mí ahora y sin duda también me gobierna una mujer, amadísima.

Como veis soy muy muy macho.

No dejes que te confundan. 💞

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras

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EL ZULO…

Publicado el 29 de marzo de 2017.

Al igual que tú lector, ya no recuerdo casi.

Pero en mi caso, se debe a que es demasiado el tiempo que estoy dentro de esta sentina apestosa y oscura, de tres metros por tres metros, justos… Mis sentidos están embotados unos, y exacerbados otros.

Embotados unos ya que, por ejemplo, tengo atrofiado el sentido del gusto debido a que no sé cuánto tiempo llevo comiendo lo mismo. Todos los días: un caldo asqueroso con cosas flotando, una manzana, dos vasos sin fregar con algo de agua o de leche y, curiosamente, un huevo… Siempre lo mismo.

Tampoco la vista me sirve casi para nada dado que, cual topo, la completa oscuridad ha acomodado mi vista a la ceguera total dentro de este sarcófago donde me encuentro. Tanto es así que, cuando mis raptores entran -no a limpiar, sino estrictamente a retirar mis excrecencias- al encender la rácana luz justo encima de mí, mis ojos se quiebran como cristal, impidiéndome ver dolorosa y momentáneamente.

Por otro lado, el sentido del tacto ha sido el que me ha permitido -al recorrerlo no sé cuántos cientos de veces- formarme una idea precisa del tipo de agujero vil donde me encuentro.

Estoy encerrado en el interior inmisericorde de un cubo hueco de hormigón, sin juntas ni fisuras; solo un minúsculo agujero de ventilación. Todo está completa y deliberadamente insonorizado y a oscuras. Este agujero es inexpugnable salvo que se consiga abrir -justo sobre mi cabeza- la blindada portezuela metálica, que sella el agujero circular de entrada, y que constituye la única forma de acceder a este inmundo cubículo; o de escapar de él.

Otro de mis sentidos que también se ha exacerbado es el oído… Dado el embargo sensorial al que estoy sometido, sorprendentemente, se me ha agudizado hasta alcanzar una sensibilidad asombrosa.

Puedo sentir hasta las minúsculas vibraciones, del ínfimo golpeteo de las patitas de las cucarachas, quienes constituyen mi única compañía y muchas veces mi distracción. Con frecuencia me entretengo contándolas, ubicándolas con precisión al escuchar el sutil tableteo de sus patitas alrededor mío.

También el sentido del olfato se me ha desarrollado con sutileza. Extrañamente, ya que -con ensañamiento- el cubo donde a diario cago, meo y con frecuencia vomito, a veces permanece conmigo durante días… He de reconocer que, con frecuencia, me entretengo también en diseccionar olfativamente esos pútridos olores que me rodean, los clasifico y, morbosamente, hasta intento definirlos cual experimentado y retorcido sumiller. Es algo así como un juego… un juego triste sí. Un juego macabro, quizá para mantener así una concentración que me impida ir perdiendo el juicio.

Estoy secuestrado, lo que ya no recuerdo es desde hace cuánto tiempo.

Ahí están, van a entrar. Los escucho apenas, y también creo que puedo casi olerlos pese a que todavía no han abierto la puerta; es chocante pensar que únicamente por el olor corporal podría identificar a cada uno de mis tres raptores, ya que siempre llevan en mi presencia un pasamontañas.

Al abrir la portezuela, de forma refleja, rápidamente se aparta con asco evidente una de esas caras con pasamontañas; el olor que asciende por el agujero es hediondo, insoportable… De repente, dejan caer una destartalada escalera; violenta y dolorosamente alguien me agarra con fuerza de los pelos, tirando de mí hacia arriba con la fuerza de sus dos brazos. Completamente cegado, y tras asomar por el agujero poco más que la cabeza, una tremenda ostia me está esperando, a la vez que unos gritos furibundos me confunden, hiriendo con su volumen y violencia mis oídos.

¡TXAKURRA, TXAKURRA…! En medio del ininteligible lenguaje que me aturde, apenas puedo distinguir las palabras «cagoendios» e «hijoputa»

Lo último que oigo es un tremendo estampido junto a mi cabeza; lo último que siento es una sensación de empujón a la vez que de vacío… Y un intenso calor en la parte izquierda de lo que queda de mi cabeza.

Ya no recuerdo nada mas…

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras

APRENDÍ HACE AÑOS

Publicado en junio de 2020.

Aprendí hace muchos años, Geografía y sobre todo Historia de España cuando todavía casi no había autonomías. Bueno, estaban recién estrenadas porque recuerdo hasta el momento en que en mi colegio cambiaron el mapa político de las antiguas regiones de España, que colgaba desde siempre junto a la pizarra y el crucifijo, por aquel nuevo mapa. Uno nuevo, autonómico decían… Cuando lo colgaron me pareció exactamente igual que el anterior aunque con más colores; pero era diferente, insistían.

¿En aquella época, con diez, doce o catorce años, qué coño íbamos a saber…? Quedó colgado solemnemente en la pared frontal de mi clase, ésa hacia la que todos mirábamos cuando los maestros querían enseñarnos algo. Hoy para aprender algo solo miramos pantallas frías, sin pizarras ni maestros… Poco después se descolgaron también los crucifijos; no sabemos si gracias a Dios.

Tengo más años ya, que la orilla de la playa.

Y precisamente por eso, justo por aprender de España en ausencia de autonomías, creo que todavía recordaría el nombre de la mayoría de los ríos de la península y de sus afluentes principales; el de los cabos y golfos más importantes de nuestras costas; el de nuestras hermosas cordilleras y macizos montañosos, y el de sus picos más altos e importantes. Me sé, el nombre creo que de casi todas nuestras islas. Crecí, entendiendo que era España desde Gerona al Ferrol, y que tan españoles éramos los de Bilbao como los de mi pueblo, o los de Segorbe, Cuenca o Barbate.

Se ve que soy un romántico. O un facha que dicen ahora.

Una de las cosas de las que más presumo es de conocer esta España nuestra casi entera, pero por haberla recorrido desde siempre y con entera libertad… Nada que ver con lo de ahora en que se masca una tensión, una estúpida diferencia entre nosotros como inducida, como obligada, por un ambiente político irrespirable creado por nuestra panda de reyezuelos nacionales y autonómicos.

Unas diferencias entre españoles, por las que se arrancan los políticos hasta los ojos unos a otros; todo sea por defender sus prebendas, sus carguicos, y sus propias cuentas pendientes… ¡Qué asco…!

Cuando en el ochenta y seis hice el servicio militar obligatorio, para no aburrirme, me fui voluntario ni más ni menos que al Cuerpo de Operaciones Especiales del Ejército… Una vez todos allí solo éramos españoles extrañados unos de otros. Pero completamente iguales y por completo ignorantes de la dureza que nos esperaba tras nuestra equivocación voluntaria… Solo un montón de jovenzuelos locos e insensatos, debido seguramente a una acumulación excesiva de testosterona en nuestros cojones. Éramos poco más que adolescentes, inocentes, bragados, y seguramente patriotas… Y la mayoría, estoy seguro de que simplemente buscábamos aventura. De Córdoba, de Granada, de Cuenca, de Toledo, de Alicante, de Lugo, de Albacete, de Murcia, de Málaga.

…eeen fin.

Ahora parece que buscamos la aventura, en partirnos entre nosotros la cara en trozos para comprobar una vez más lo gilipollas que somos como sociedad; como colectivo. Sufrimos una metástasis roja fruto de un cáncer siniestro, que nuestro país sufre mucho y desde hace mucho. Tanto, que hasta yo estoy a punto de odiarme a mí mismo.

Cuando salgamos de ésta, querría que saliésemos a recuperar unas calles que de verdad todos sintiéramos nuestras. Que volviéramos a pasear por ellas asumiendo como propias nuestras propias calles… Que aprendiésemos como desde pequeños hacen los anglosajones, que nuestra casa no acaba cuando salimos de ella, sino que todos somos responsables de cuidar lo público, porque también es nuestra casa.

Que sintiéramos, que ese suelo que estos días no hemos podido casi ni pisar, es profunda y rotundamente de nuestra propiedad; de todos nosotros, los españoles.

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras

LA TRANSICIÓN. Lo del ’78

Publicado el 22 de mayo de 2018

Salvo por los hijos de perra de la ETA, fue un período feliz -lo recuerdo bien- el dictador estaba muerto. Esperanza, ilusión, conciliación; se palpaba en el ambiente una vibración compartida, una excitación común; se lo notaba incluso, y especialmente, a mi padre.

Era mi padre un tipo dulce, moderado, conservador, casi anodino ideológicamente por prudente. Rondaba la cuarentena y expresaba con tiento y recato sus escasas opiniones políticas; detalle éste que era normal en las personas de su generación, ya que habían vivido enteramente bajo el régimen franquista.

Eran evidentes sus inocentes expectativas por el momento que estábamos viviendo; estaba extrañamente ilusionado. Él, con discreción pero con determinación, se definía como «cristianodemócrata» y recuerdo que al decirlo, se le notaba un tono así como de alivio, como de alegría largo tiempo contenida… La estrechez censora en la que se había criado desde que recordaba, siempre había coartado sus expresiones políticas y seguramente también las de otras índoles.

Recuerdo especialmente el viernes santo que legalizaron al Partido Comunista (25 de Abril de 1977). Fue especialmente reseñado y celebrado por mi padre -de derechas- como un gran día.

Un día en el que los españoles decidieron unirse en un abrazo simbólico, que al abarcar a toda la izquierda concernía por ello a la totalidad de españoles, que en tropel casi unánime quisieron unirse a ese gesto.

Estaban todos: los franquistas de falange y la derecha renovadora de UCD; un Partido Socialista moderno e innovador, deslumbrante de ideas y defensor de principios comunes; por supuesto el Partido Comunista, y aunque hoy nos parezca mentira, hasta el incipiente aunque influyente nacionalismo prácticamente al completo. Todos.

Lo digo porque yo estaba allí, y lo recuerdo, aunque en aquél momento no pudiese valorar con criterio la enorme importancia histórica de lo que estaba sucediendo. Tenía 13 años y mi inocente percepción era que había sin duda alguna una enorme ilusión colectiva. Era evidente que empezaba algo importante.

La «gente» hablaba de convivencia y de perdón, de reconciliación y de legalización; de libertad, de «libertad sin ira…»

Quiero que quede claro que yo jamás he pertenecido a partido político alguno; tampoco soy de ningún equipo de fútbol ni de ningún club de fans; nunca he sido “de nada” ni por supuesto “de nadie”. Siempre he sido un verso suelto con ideas seguramente equivocadas en muchos casos, pero con criterio propio y, voluntaria y expresamente, sin adscripción ideológica alguna.

Por todo lo anteriormente expuesto y salvo revanchismo o por la pura avaricia del poder, no acierto a entender porqué una parte muy importante de la izquierda de éste nuestro país España, insensatamente, está empeñada en la felonía de dar por buena la falaz infamia, de afirmar, que lo del ’78 fue la imposición de un supuesto «Antiguo Régimen» con la espuria finalidad de crear otro: «El régimen del 78…»

Asco me da la expresión ¡Coño…!

Perdonad lo grueso de las palabras felonía e infamia, pero es que pretender enmerdar de forma tan falsaria sectaria y torticera, un período tan trascendente de nuestra historia inmediata -y del que sin dudar tendríamos que estar profundamente orgullosos- es algo intrísecamente infame y traidor, además de no sólo falso.

Lo que resultó de aquel período no fue en ningún caso una imposición ni el triunfo de contubernio alguno, conspiración, o confabulación de ningún tipo… Hasta para un niño de 13 años era palpable el sentimiento de libertad y de crucial oportunidad: había que decidir algo trascendental. Algo, que yo todavía no alcanzaba a entender en profundidad.

Algo que posteriormente fue calificado en el mundo entero como “el ejemplo español”. Fuimos, el caso arquetípico de forma pacífica y respetuosa de transición de un régimen dictatorial a uno impecablemente democrático; y fuimos ejemplo por ello para el resto de las naciones.

Y yo, que sí sé que fue algo colectivamente hermoso, no entiendo con qué intención algunos están empeñados en denostarlo. ¿O sí…?

…eeen fin.

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

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LEE PAULA 💕

Publicado el 1 de Junio de 2017.

Como de pura pereza no te gusta leer, empecé a escribir historias lo más cortas posibles para dejarte sin tu única excusa, y para que así, acaso te picase la curiosidad por conocer experiencias de tu padre. Y me gustaría también que si fuera posible, hasta disfrutaras, te divirtieras o te emocionaras con mi forma de contarlas… Por eso empecé a escribir este blog de historias en un folio. Tuyo es el primer relato que escribí y para ti escribo… Para que leas.

Fui un poco exigente en vuestra educación inicial, lo sé.

“Si un niño no ha aprendido a dar las gracias y a pedir por favor a los tres años, cuanto más se tarde en enseñarle peor para todos…”

Hacía calor aquella tarde, mucho. Volvíais exultantes con vuestro anhelado regalo después de dar una vuelta por la feria. Solo fue cruzar la puerta de entrada del piso y ya corríais, casi frenéticas, a vuestro cuarto a jugar con aquella única y flamante muñeca Barby.

Todo normal hasta que poco a poco, severos e intolerables, comenzaron aquellos gritos de vuestra seria regañina. La algarada en verdad me extrañó y alarmó, ya que rara vez os peleabais, y menos aún así… Como un resorte salté de mi sillón corriendo hacia vuestra habitación; de un golpe abrí la puerta.

Y ahí estabais las dos; aullidos, insultos, pelea… In fraganti, os pillé estirando muy enrabietadas la una de la pierna y la otra de la cabeza de aquella condenada muñeca. Nunca os habíais peleado así entre vosotras; con esa violencia nunca… Decidí que había que daros un buen escarmiento para que nunca volvieseis a reñir así; así no, nunca más.

«Tenéis que compartir hasta el aire que respiráis…»

Ipso facto dejasteis de discutir cuando entré en vuestro cuarto. No sé si recuerdas cómo, ya los tres en un brusco y completo silencio, me acerqué rápidamente y muy enfadado a vosotras arrancando súbitamente de vuestras manos la muñeca objeto de tan macarra disputa. En ese mismo instante, visto y no visto, con un latigazo de mi brazo la arrojé sin remedio por la ventana abierta de nuestro séptimo piso.

Abiertas aunque silenciosas vuestras bocas por la sorpresa y el desconcierto, ambas me mirabais estupefactas… De soslayo, también mirasteis desconsoladas, la caja vacía y el triste envoltorio recién rasgado de aquella pobre muñeca voladora.

Inmóviles, los tres; pasaron unos segundos espesos, lentos, tensos… Ni nos asomamos si quiera por la ventana para ver dónde habría aterrizado la desdichada pepona.

– ¿Es que de verdad, no vamos a bajar a cogerla papá…? Me preguntaste, retadora.

– No, no vamos a bajar.

– Es nueva… Replicaste feroz, aunque con retintín.

Tu hermana nos miraba, prudente, casi en shock tras mi drástica reacción; pero no decía ni media.

– Y vale mucho dinero. Insistías tenaz, mirándome fijamente.

– Da igual. Si algo nos hace pelearnos de esta horrible manera sin duda es mejor tirarlo lejos… ¿No estáis de acuerdo…?

Y sin esperar vuestra respuesta me di la vuelta flemático, y así, sentencié la discusión. De aquella muñeca nunca más se supo, y tardasteis algún día que otro en volver a hablarme, especialmente tú… A cambio, conseguí el no volver a veros pelear así, nunca.

Tú estás casi completamente en otras cosas, lo sé… al igual que la mayoría de los jóvenes de tu edad. Son otros tiempos. Pero has de saber que el hecho de adolecer de tan imprescindible hábito, como que cava un hueco hondo en tu persona, convirtiéndose en una falta esencial; en un debe que siempre tendrás contigo misma. Una merma que sin duda frena sino cercena tus capacidades presentes y tus posibilidades futuras, porque la palabra escrita con precisión tiene una trascendencia que no tendrá nunca la sólo hablada… Aunque sé, que tú ahora no lo percibes así.

Creo que todas las personas albergamos un genio en potencia, escondido, huidizo, recóndito… Cada uno de nosotros seguro tenemos habilidades increíbles que desconocemos; o virtudes especiales que nunca terminamos de creer que las tenemos. Pero ésto es así porque necesitamos al otro, al prójimo… Es necesario siempre que otra persona ejerza de catalizador, de detonante que haga explotar ésas nuestras habilidades geniales; alguien, que despierte el espíritu que nos hace crecer en todos los sentidos.

Tú has sido una de esas personas en mi vida. Y yo espero serlo de alguna manera para ti. Tu genio indomable, tu sensibilidad y tu inteligencia, cambiaron mi forma de miraros como hijas, y terminaron de hacerme sentir profundamente padre.

Tu hermana inició mi experiencia paternal de una forma deliciosamente fácil; como sabes, es un cielo en la tierra que jamás me dio berrinche alguno. Y su sensibilidad e inteligencia, pero sobre todo su sentido común, hicieron de mi inicial paternidad un período maravilloso y de muy feliz recuerdo.

Peeero… luego llegaste tú y tu risa. Todo cambió con tu risa y con ese sagaz temperamento dominante que tienes… Vehemencia la tuya, que no ha empañado nunca tu honda nobleza; sino al contrario ha hecho de tu presencia y tu adorable compañía, un reto constante y una verdadera aventura.

A penas andabas ni hablabas y ya jugabas con ahínco y astucia al escondite; disfrutabas como una loca especialmente cuando te tocaba buscarme… Al final siempre ganabas tú claro, buscándome concienzuda en todos los rincones de la casa; y recuerdo cómo terminabas el juego: mezclando tus entusiasmados gritos de “te pillé” con el hermoso estruendo de tu risa desbocada.

Gastabas bromas con apenas un año… Me hacías el avioncito tú a mí con la comida. Lo salpicabas todo alrededor con tu pedorreta cuando, muerta de la risa, hacías el ruido del motor del dichoso avioncito.

Recuerdo cómo te descuajaringabas cuando me pasabas, lenta, pícara y socarrona, aquella cuchara voladora por delante de la cara. Aquella cuchara que lógicamente nunca aterrizaba en mi boca, porque siempre la derramabas por ahí encanada de risa, y pese a mi fingido enfado, lo pringabas absolutamente todo a nuestro alrededor.

A tu edad yo ya conocía al pirata Sandokan y su mundo gracias a Emilio Salgari; Conan Doyle me sorprendió asombrándome con la enorme sagacidad de Sherlock Holmes; también había alucinado con el fantástico Viaje a La Luna de Julio Verne; y ya, Mica Waltari, casi había acabado de cuajo con mi adolescencia de la mano de Sinhué el Egipcio… Todos ellos y mi timidez, contribuyeron a dotarme del hábito maravilloso de la lectura atenta.

Hábito que indefectiblemente despierta nuestra curiosidad y lucidez; y forja criterios con tempo lento, palabras hondas e ideas nuevas. Leer cultiva la paciencia y la atención; acostumbra y enseña a reconocerse a solas y a pensar. La lectura así, se convierte en maravilloso camino para penetrar y ser penetrado por ignotos paisajes humanos, a través de palabras ajenas, sueños imposibles, e ideas extrañas.

Una excelente costumbre donde invertir pasión y tiempo, mucho tiempo. Un fresco e inacabable manantial de experiencias nuevas, y sobre todo, de verdaderos deleites.

“Portaos siempre como señoritas…»

«Si levantas la mano y no das; luego, no tienes fuerza pa’ná…»

💕💕💕💕

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

HISPANOS

A los hispanos, se nos debería ir ya de una vez de la cabeza el complejo Leyenda Negra, y creernos -porque históricamente está más que demostrado- aquéllo de que fuimos los primeros en conectar el mundo... Y la prueba, es que por eso hoy más de seiscientos millones de personas hablan español; casi, el diez por ciento del total de la población. Que el mundo del Renacimiento se transformó en el actual debido a que la primera globalización fue la española, la hispana. Que inventamos el mundo moderno tal y como lo conocemos hoy: conectado.

Pero nos lo robaron, como pasa siempre con los imperios cuando decaen.

Deberíamos, tendríamos, y hoy con la tecnología seguro que podríamos, volver a ser una nación solo hablando todos, negociando juntos… Peeero, siempre nos empeñamos en que no.

…eeen fin.

¡Vaya una tontería utópica! 🙄😳

👇👇👇 🙏

LOS COJONES, AMÉRICA, Y EL RENACIMIENTO…

👇👇👇 🙏

ESPAÑA. LA PRIMERA GLOBALIZACIÓN

Gracias por leerme 🙏

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

Se acabó, lo de ‘Carlitos…’

Hay un marciano extraterrestre en Murcia: Carlitos Alcaráz. Lo de Carlitos es porque solo tiene diecinueve años, y lo de Alcaráz y marciano, es porque hay un señor con ese apellido y esa edad que hoy es número uno del tenis mundial… No me lo negaréis: un joven extraterrestre murcianomarciano que se lleva por delante todo lo que pilla.

El zagaá, tiene diecinueve añicos na’maá…

Y sé que las comparaciones son odiosas pero voy a deciros un secreto, mío: creo que tiene más tenis que Rafa Nadal, aunque todavía le falta demostrar que tiene más… no sé. ¡Es buenísimo…! Tiene de todo: potencia, hace unas dejadas endemoniadas, sube a la red sin miedo y volea también sin él, pelotea desde el fondo de la pista con solvencia, saca bien, imagina bien, arriesga… Un lujo.

Y que conste, que yo soy de Rafa Nadal hasta el tuétano.

Estoy feliz, me gusta el tenis.

…eeen fin.

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras

ESPAÑA. LA PRIMERA GLOBALIZACIÓN

Acabo de terminar de ver un documental de Historia que debería ser obligatorio en los colegios de primaria para padres, interesados en dejar algo de valor y que merezca la pena enseñar a sus hijos que no sean los cachivaches éstos viejos de la lucha de clases entre comunismo y capitalismo… Creo, que ha llegado el momento de que los españoles empecemos a enseñar al Mundo los muchos y grandes momentos que tuvimos, puesto que a lo largo de la Historia hemos aireado bastante ya nuestras miserias… Durante trescientos años, antes de la Revolución Industrial, hubo otra forma de entender el mundo y gobernarlo: la nuestra, la hispana. Pero perdimos… Se ve que no supimos hacer buenos negocios; a nuestros mandamases no les sentó bien la modernidad.

No sé por qué nos empeñamos en negar la virtud y la legitimidad de lo que hicimos al descubrir, ponerle nombre, ley, y límites al Mundo… Más importante aún, le dimos también un orden moral, cristiano -católico era el que teníamos- creando una diría hermosa forma de convivencia que estuvo floreciendo durante tres siglos sin problemas, hasta que la avaricia del mundo protestante no paró hasta que nos la arrebató; secándose desde entonces aquella flor de nuestra convivencia y parece ser que sin remisión… Cosas de los venenos de las Leyendas Negras, de la envidia; o de la soberbia, mi favorita…

También se ve que según los protestantes éramos un poco más pacatos y beatos de lo normal en los siglos XVI, XVII y XVIII; aunque por otro lado, es evidente que se nos ponía mucho más dura que a ellos porque mira cómo de hispanos están de llenas las tierras en América… Eran nuestras tierras creíamos que por Ley, y claro, aquéllo había que gobernarlo y defenderlo de alguna forma, por lo que no se nos ocurrió otra que seguir utilizando lo del mestizaje. Ni más ni menos que como habíamos hecho desde siempre: nada de colonias… No íbamos allí a conquistar sin más como bárbaros cualesquiera -aunque qué verbo tan bonito el de conquistar- íbamos allí a hacer otros españoles para fundar nuevas ciudades, provincias y universidades, como aquí en España, pero allí; en aquéllas tierras que creíamos como nuestras por Derecho.

El mestizaje es la expresión de que ya bien sea por amor, cópula, o por un pacto amigable, una diferencia entre nosotros se extingue, convirtiéndose en una hermosa igualdad nueva que crece y se manifiesta públicamente. Y lo hicimos ley hace quinientos años, con dos cojones.

Ahí queda eso. ¡Qué gran idea…! Otorgar el derecho a cualquier mujer del mundo a parir un español donde quiera que fuese… Algo apenas nunca visto, casi inaudito salvo en Roma y poco más.

…eeen fin.

No dejéis de ver las casi dos horas de este enorme documental:

ESPAÑA, LA PRIMERA GLOBALIZACIÓN – trailer

Gracias por leerme. Muchas. 🙏

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

Morir bajo tu cielo.

LOS ÚLTIMOS DE FILIPINAS

Si salías morías o matabas; igual que ahora que también estamos encerrados.

«Morir bajo tu cielo» creo humildemente que es una Obra Maestra. Pero sinceramente no sé si porque es una gran obra de la literatura -no tengo en absoluto criterio para si quiera opinar de algo así- o porque con su creo que genialidad, simplemente ha removido en mí unos sentimientos e ideas que no sé porqué me veo impelido a compartiros…. Hacía mucho tiempo que nada había logrado excitarme así el recuerdo, de que la hispanidad es más que solo España; de ahí Las Españas.

Es una novela que nos devuelve el heroísmo; el Quijote hispano; lo español… En una de las versiones más íntegras, más reflexivas y eruditas que yo recuerde de este pasaje, apasionante y por desgracia muy mal conocido de nuestra inmensa Historia.

«Morir bajo tu cielo» es la historia de una más de nuestras muchas gestas como pueblo; cándida en su relato pero de una profunda intensidad, compleja, sincera; arrebatadora en la vehemencia de su expresión léxica; poética incluso… Una obra redonda donde la investigación, la trama y los personales, pero sobre todo el lenguaje español, las palabras en español, constituyen un referente, una norma y un objetivo en el que fijar la atención.

Es una especie de piropo u homenaje a la compleja y amplísima historia de ésta nuestra lengua: El español. El verbo prístino y rebuscado que el autor utiliza es, en sí mismo, un viaje a la hondura de nuestro pasado y a la profundidad de ésta la historia a contar.

Como medio, genial para iniciar dicho viaje, el autor nos propone algo tan sencillo de usar como un diccionario. Porque sí, os lo advierto, éste es un libro que hay que leer necesariamente con un diccionario al lado tuyo.

Este autor, de verbo política y genialmente incorrecto disfruta, se regodea; nos grita a la cara y con razón cuán poco usamos y menos conocemos, la complejidad de las palabras y expresiones que un idioma tan hermoso y exacto como el nuestro, permite utilizar a la hora de definir con precisión nuestras emociones.

Sagaz, oportuna e inteligentemente el autor se ríe de nosotros, nos reta. Nos vacila mediante geniales fuegos artificiales lingüísticos que constantemente nos absortan, y nos obligan irremediablemente a buscar el sentido de ese rizo léxico; asombrándonos luego con su idoneidad y exactitud.

Es un juego de muchísimas páginas; un maravilloso y emocionante juego al que jugar éstos días.

Excelente novela histórica. Os la recomiendo encarecidamente.

¿O tenéis algo mejor que hacer…?

Buscad en YouTube la película; pero no la mierda que hicieron hace unos años. Buscad el clásico.

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

Dime con quién pactas…

Yo recuerdo y os lo recuerdo, que el mero sentirse español allí, te señalaba como a un paria. Te ponía en la diana. Te convertía en un objetivo a eliminar.

Puro racismo asesino. Casi como hoy.

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Arnaldo Otegui siempre fue, es ahora, y será siempre, escoria humana.

Pero por encima de cualquiera otra consideración, este ripio moral es un reo criminal, convicto aunque no confeso de al menos tres secuestros; de como mínimo dos intentos de asesinato con arma de fuego que causaron víctimas de extrema gravedad; y también de extorsión y amenazas a empresarios, periodistas, políticos e intelectuales, casi todos ellos de su misma tierra vasca; casi todos ellos sus vecinos…

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Y como no podía ser de otra manera, también está más que probada su pertenencia activa a la banda terrorista eta y su colaboración, necesaria, en la comisión de varios atentados, todos terribles, pero entre ellos, la masacre de Hipercor.

Pena me dan, los que tengan que ir a buscar al wikipedia.

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Pues resulta que algún malnacido, lleva a este criminal a la televisión española, ¡la de todos…! Y desde tan caro púlpito y en nuestra propia cara, este hijo de la gran puta, insultando hasta la médula a todos los españoles, se atrevió a decirnos ésto :

“Solo pido perdón, por si causamos más muertes de las necesarias…”

¿Pero, se puede ser más perro…?

¡Qué asco por Dios…!

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¿Me pregunto cuántas muertes hubieran sido las necesarias a juicio del redomado hijo de la gran perra éste…?

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A ver… ¿cuántos, hubieran sido los españoles asesinados, suficientes o necesarios, para satisfacer a esta rapiña vil e irredenta…? ¿Acaso solo tres, doce quizás, tal vez setenta…?

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¿No tenía suficiente esta manada cuando llegaron a los doscientos muertos a traición; y cuando ya sumaban más de quinientos tampoco esa cifra era suficiente…? ¿Había que llegar al bastante más del millar de españoles reventados por la espalda…? Hombres, mujeres y niños. ¿Y sus familias, cuántos miles más de españoles son…?

¿Son ya suficientes víctimas, o todavía les debemos algo…?

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Esta mierda de vascos psicópatas siempre han sido, son ahora, y lo serán siempre y ante todo, unos asesinos… Hijos todos de grandes putas… Sí, putas sus madres, porque como tales educaron esos despojos de hijos: conviviendo y alimentándolos con ese odio racista; alentando o ignorando pero siempre justificando los asesinatos más deleznables; inoculándoles en vena aquél mismo odio asesino, hasta el punto de que se entregaran a la peor de las vidas posibles… Leed «Patria» de Fernando Arramburu, para comprender el grado de culpabilidad de las madres ésas, en el horror provocado por ésas hienas de hijos que malparieron.

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Y ahora, para afrontar el presente de ése infame pasado que los persigue, vemos a esos perros rabiosos y a las golfas de sus madres esconder pecados mortales bajo las alfombras de la insidia, la mentira, la desfachatez, y el silencio de aquéllo.

Pero en realidad, lo que en verdad vemos es a ellos mismos mintiéndose; falsificando el asco de sus pasados para así poder soportar lo amargo de sus pérfidos recuerdos; tragándose, poco a poco, la culpa vitriólica que seguro corroe sus entrañas; y fingiendo, el convivir cada día con el horror canalla de sus remordimientos.

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Buscan desesperadamente estas alimañas, con sus mentiras paranoicas, algo así como un lavado embustero de su podrida conciencia colectiva de tribu bárbara… Pretenden, una también colectiva redención moral, vergonzosa, infame, olvidadiza, y falsa… Especie de bálsamo mendaz que les permita al menos mirar a la cara a sus hijos sin que éstos, sepan del estigma de sus asesinatos viles… Ocultan víctimas, dolores, secuestros y crímenes, para eludir con dosis de olvido el miedo a ese infierno en vida en el que por siempre vivirán, hasta el día que mueran de un reventón de ira.

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Estos malnacidos de entraña negra y podrida deberían meterse aquella pantomima de la entrega de armas, sus tramposas peticiones de perdón, su farisea contrición y su puto arrepentimiento falso; deberían metérselo todo, repito, por el culo.

Pero todo ello dentro de una celda, ya que no colgados por el cuello como muchos justamente merecerían.

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Que se pudran en vida encerrados en el peor agujero que podamos encontrar para ellos; lo más lejos posible de todo aquello que puedan querer, ya que amar no saben; lo más lejos posible de todo lo que pueda consolarles; lo más lejos posible de todo lo que pueda recordarles una humanidad a la que renunciaron, al empuñar esa mierda de armas que usaron tan cobardemente.

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Que pidan perdón, que se arrepientan y que entreguen sus pistolas y almas, sí… pero al diablo.

Y que lo hagan en la cárcel perpetua de sus abyectas acciones; en la cárcel de su memoria salpicada de sangre; en la cárcel de la mierda de ejemplo que han dado a sus hijos también de puta… Que se retuerzan, lo que quede de sus vidas en la cárcel de odio vital en la que ellos mismos se encerraron, al aceptar que unas putas ideas valen más, que las vidas que han segado tan inmisericordemente.

AMÉN

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Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras

¡Qué buen vasallo…!

Fui Yo, y no vosotros, el que derramó la sangre necesaria para borrar las taifas de nuestra piel de toro, aportando un torrente incesante de vidas durante ochocientos años; luchando por nuestras leyes, luchando por nuestros reyes… Con mi trabajo, mi servidumbre y mi férrea voluntad, fui Yo quien os unió y conquistó las tierras de América y del mundo, con la catarata del sacrificio constante de mis hijos.

¿Quién recorrió por primera vez este Orbe; quién lo poseyó por vez primera? ¿Quién fundó la primera nación moderna; reinventó la ciencia, la armada…? ¿Quién revolucionó el arte de la guerra con la infantería y los tercios, honrando y defendiendo vuestro pabellón por la tierra toda…?

¿Quién, por otro lado, inventó también la novela moderna, transformando la filosofía y la gallardía a lomos de Rocinante…? ¿Y quién, durante un Siglo de Oro, hizo con su brillo reverberar la literatura hasta deslumbrar…?

Vosotros solo heredasteis mi gloria, una gloria honrada, trabajada y pagada con el esfuerzo de mi sudor y mi grandeza… ¿Y cómo administrasteis esa gloria…?

La dilapidasteis durante siglos, sin preocuparos de Mí salvo para reclutar las levas y pagar las soldadas de vuestros ejércitos; mientras, me descabalgabais de la grupa de un progreso y una supremacía que Yo inventé, y que Yo conquisté… Dejasteis que otras naciones medrasen, envidiosas, nutriéndose con mis despojos. Nunca me habéis defendido; ni contra la espada, ni contra la rapiña, ni contra esa leyenda negra y mendaz con la que los extranjeros, durante siglos, han pretendido castrar mi espíritu y robar mi herencia.

Fui Yo, quién se levantó a golpe de faca y redaños contra la invasión del gabacho; Yo, que con una nueva riada nacional de sangre y hombría, empujé implacablemente a nuestros enemigos en avalancha fuera de nuestras seculares fronteras. Vosotros corristeis infames, cual pollos sin cabeza, espantados por el estampido de los cañones, el golpe furioso de los cascos de los caballos en batalla, y el chocar metálico de los sables. Cobardes.

Me hicisteis luchar muchas más veces cual quijote contra gigantes, con las pocas armas de la honra y el coraje. Y vuestro poco tino, poca inteligencia y aptitud, unido a vuestra mezquindad, hizo que una vez más me viese vencido, y empecé de nuevo con derrota un siglo más.

No hace mucho, como colofón de vuestra ruindad, con engaños y felonía, me empujasteis sibilina y vilmente a una fatal lucha fratricida.

La sangre hermana, degenera y se pudre cuando es derramada por una lucha entre hermanos.

Mis brazos, con un puñal en cada mano, dirigidos por vosotros se acuchillaron fanática, insensata y cruelmente el uno al otro. Mientras, vosotros, los unos huíais, y los otros ocupabais lo abandonado por los que abandonaban… Me quedó así una herida, cuya infección dejó en mi memoria racial una sima y quebró mi alma de tal forma, que es difícil saber cuando terminará de curarse con autèntico perdón.

Y ¿Qué conseguimos con ello? ¿Quién ganó la contienda…?

Y la pregunta más importante: ¿Cuáles fueron las causas…?

Ni hubo, ni las puede haber, causas que justifiquen un pecado común así… Es infame hurgar, para juzgar si mejores o peores, en las razones por las que un hermano asesina a su hermano.

Lo que sí hubo fue una dejadez cobarde e ignominiosa de vuestras funciones, me traicionasteis, todos; hubo una deserción moral, una huida hacia delante de los dos bandos en que quedé desgarrada. Guerra… Os reemplazasteis los otros por los unos; mientras, Yo me desangraba regando de nuevo ésta, mi tierra, de tristeza, de represión y una de oscuridad extraña en el espíritu y en la fe del porvenir.

Y la última de vuestras mentiras, en forma de una quimera usurera, es hacerme creer que el desmembramiento, dilatado y sibilino de mi cuerpo en nuevas taifas, me será en algo beneficioso.

Aceptáis cualquier miserable cosa por buena; cualquier moneda os vale, incluso la del odio. Todo, para que vuestro estipendio no peligre y vuestra impunidad no se menoscabe. Comerciáis con mi alma y mi cabeza, con mi corazón y con el resto de los pedazos en los que me habéis convertido, como si fueran valiosos los unos sin los otros.

Canallas… Manejando mis anhelos e ilusiones, cuarenta años lleváis jugando a la silla, dejando que se pudran esos mismos trozos en los que me habéis desmembrado, cual leproso sin cura.

Pero, en éste un nuevo siglo, Yo, os aseguro que mi cura es posible ya que mi fortaleza es grande, mi historia rica y mi deseo honesto; y porque en el fondo, todos Vosotros conocéis el dicho:

“QUÉ BUEN VASALLO, SI TUVIERE BUEN SEÑOR…”

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

FILFA Y FARFOLLA

La otra noche, en vela, oía por la radio un documental -digamos que escuchaba un podcast en el móvil- en el que intentaban dejar claro que fueron los neanderthales, los primeros hombres que dominaron el fuego hace de unos ciento cincuenta a doscientos mil años… También defendían la hipótesis de que al menos en Europa, aquellos neanderthales se extinguieron pese a que se hartaban de marisco y pescaíto en las costas del sur de España, presionados y empujados por la irreversible hegemonía y mayor voracidad del Homo sapiens sapiens. A éste se ve, que también le gustaba el pescaíto, y encima le dio hace entre treinta y cincuenta mil años por adueñarse, pintar y decorar como propia, toda cueva con la que se tropezaba por ahí: mira las de Altamira.

Sí que se cruzarían algo entre ellos sí; pero se ve que no se gustaron lo suficiente, como para evitar que los se ve que feos neanderthales, encontraran su última morada en nuestra tierra apagándose genéticamente junto al mar Mediterráneo. Que para su desgracia, constituyó una especie de última frontera, de barrera marina infranqueable, para aquellos legendarios hombres primitivos y empujados hacia el sur.

Pues resulta que muchísimo antes de todo aquéllo, también el Homo Antecessor nos dejó hace ochocientos y pico mil años en la famosa Gran Dolina -la Sima de los Huesos de Atapuerca en Burgos- toda una panoplia de restos de herramientas líticas y huesos de canibalismos varios, para que supiésemos que una vez ellos también estuvieron ahí; aquí, justo en nuestra tierra. Pero eran otros tiempos.

Y mucho, pero que muchísimo más tarde, Egipto, los Persas o Grecia, Roma y luego el Islam, España, y recientemente Gran Bretaña, conformaron los imperios más poderosos de la Historia Occidental y del Mundo… Nadie se atrevería a negar intelectualmente por tanto la afirmación de que España es, sin duda alguna junto a Estados Unidos, Rusia o Francia, China, Alemania y Gran Bretaña, una de esas grandes naciones todavía contemporáneas, que han sido más determinantes, influyentes y decisorias, en el devenir de los acontecimientos más importantes de la Historia y del decurso de nuestra Cultura.

El ejército de los EEUU, la primera vez que se enfrentó a una verdadera potencia extranjera fue a España. Éramos su referente de cómo tenía que comportarse un soldado… Así eran los valores del ejército español: como ahora lo son los del estadounidense pero hace siglo y medio. Ellos aprendieron de los últimos de Filipinas y de Cavite la heroicidad, la ferocidad y el honor del pelear con todo, todos, hasta el final, y sin ser unos villanos infames… Pero claro, ellos eran mucho más poderosos; fueron mucho más astutos, y encima, manejaban la opinión del Mundo.

Mundo éste, que pese a nuestro derrotismo, no entendería su presente sin España, sin los hispanos: sin los valores universales del Quijote. La valentía sería un valor distinto sin las gestas ejemplares de aquél Don Alonso, loco perdido. O sin aquéllos Últimos de Filipinas. O sin Rafa Nadal y su manía de sacarse los calzones del culo en cada saque… No podríamos entender el arte contemporáneo sin Velázquez, sin Picasso o sin Dalí. ¿Qué sería del Mundo si no hubiésemos inventado la guitarra como tal, o el jamón ibérico…?

Somos, o lo éramos hasta hace poco, la octava potencia económica mundial; y la nuestra es -o lo fuimos- una de las Naciones más influyentes en la opinión del Mundo. Mundo, en el que más de seiscientos millones de personas hablan nuestra lengua: la tercera más importante si no la segunda… ¿Cómo pretender hablar entonces ésa segunda lengua del Mundo con hondura sin emular la malicia o el detalle, el humor y la pericia de la gente que escribía como escribía Quevedo…? ¿Cómo alcanzar pureza de verbo y alma sin descubrir el amor entre los textos, trances y éxtasis de Teresa de Ávila…? ¿Y Ortega y Gasset, o Séneca…? ¿Qué sería del orbe sin Hernán Cortés, sin Cristóbal Colón o sin Juan Sebastián Elcano…? ¿Qué sería de la tragedia moderna sin García Lorca…?

El legado cultural español es un tesoro incalculable que ya pertenece al Mundo entero. Pero es patrimonio sólo nuestro… Y pese a las infamias y envidias vertidas por nuestra Leyenda Negra, poseer tal herencia es sin duda ninguna un inmenso honor. Un honor que pertenece, insisto, solo a los hispanos; quienes al tener en suerte semejante propiedad tienen así mismo el deber ineludible de ensalzarla, de fomentarla y de defenderla a ultranza… Sería el colmo del esperpento si lo mandásemos todo a la mierda.

¿Y ahora, qué hacemos en medio de tanta metralla mediática, desinformadora y adictiva…? ¿En qué o en quién creemos…? ¿Qué es lo que sabemos realmente y qué lo que no…? Hasta los huevos me tiene el lío político éste en el que estamos. Ser o no ser: ésa es la cuestión. Ser o no ser, verdad.

Filfa: mentira, engaño, noticia falsa.
Farfolla: cosa de mucha apariencia y de poca entidad.

¡Qué cosas…! 💕🇪🇸

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

LOS MAYORES Y LOS BANCOS

De bancos solo hay dos clases: sitios que sirven para sentarse o asentar algo, y sitios donde hay mucho de algo. ¿No…? Hoy, ésto de la relación de los bancos y los mayores es que es la ostia; los han dejado de pie en la puta calle pulsando teclas en un cajero sin saber los pobres qué hacer. En mi época las personas mayores daban la seguridad jurídica, y no digamos nada de la económica o de la moral.

Recuerdo cuando entrabas en las oficinas y salía a recibirte el director porque percibía negocio. Ahora los bancos perciben problemas. Y en connivencia con los políticos se han hecho tan tan grandes, que claro, ahora en verdad que se la sudamos literalmente… Y como además son dueños y señores del manejo de nuestras nóminas y dineros, se han convertido por ello en una especie de Gran Hermano omnisciente, que sólo sirve para recordarnos, y una y otra vez, que somos el mero número de una cuenta totalmente prescindible.

Supongo que muchos de vosotros conocéis ese dicho, que dice, que un banco es el sitio ése, donde parece que te regalan un paraguas cuando hace sol y te lo niegan o incluso te quitan el tuyo cuando llueve.

Acababan de reformar las oficinas de la Caja de Ahorros y El Monte de Piedad de Monserrate-Orihuela; y hace de ésto no tantos años… Aparte de con la novedad de la modernísima puerta de apertura automática, y también como gran innovación, empezaron a embobar a los clientes entregándoles aquellas libretas de ahorros tan chulas forradas de piel azul y con el anagrama del banco grabado a fuego… El señor cajero, anotaba en ella con la solemnidad de su puño y letra cada asiento contable de la cuenta. Sencillo. ¿No…? Años más tarde empezaron con lo de las tarjetas, y ahora están con el rollo éste de internet. Nada nuevo bajo el sol.

Todavía entonces había gente que ni muerta dejaba su dinero por ahí, a no ser que fuera guardado bajo el colchón, o escondido en cualquier otro sitio donde pudiera vigilarlo y bien de cerca.

Y la anécdota fue la del vecino aquél, ya muy mayor el hombre, que llegó, y se plantó en la caja ni más ni menos que con bastante más de millón y medio de pesetas en billetes, metidos de cualquier manera en una bolsa de tela cerrada con un nudo; una pequeña fortuna en aquella época… Y así como desconfiado y mirando a diestra y siniestra, hizo el ingreso pareciera que a hurtadillas. Alerta, e incluso diríase que a regañadientes, le entregó los billetes al cajero y se quedó mirando fijamente a sus manos… Aquél, tras contar con parsimonia el parné, anotó el asiento de la cantidad en la cuenta con una caligrafía impecable, y le entregó algo ceremonioso la libreta con el saldo debidamente actualizado: debe y haber.

El anciano se iba alejando en dirección a la salida, y leía la libreta con la dificultad y la humildad de sus pocas letras, cuando con un gesto algo alarmado paró en seco, y girándose, llamó al cajero a lo que éste corrió a atenderle solícito:

— ¿Qué ocurre caballero…?

— Hazme el favor nene, y mira a ver ésto anda… Y al entregarle la libreta se le notó algo contrariado, porque empezaban a hinchársele las venas del cuello se ve que por el berrinche que estaba empezando a tomar.

— ¿Cómo puede ser que hace un momento yo te haya dado los billetes en la mano, y en este papel diga ahora que debehaber no sé qué coño…?

— ¿Cómo que debehaber debehaber ni qué ostias..? ¡Tien’que estar…! ¡Mis billetes tien’que estar…! ¡Y punto…! ¡Llama a tu jefe…!

😂🤣 ¡Qué cosas las del dinero…! 🤔

…eeen fin.

Gracias por leerme 🙏

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

LOS COJONES, AMÉRICA, Y EL RENACIMIENTO

La primera globalización fue tal… Los españoles abrimos el melón del mundo descubriendo América en 1492, y con el Tratado de Tordesillas en 1494 y a la par que portugueses e italianos protagonizamos sin saberlo el Renacimiento… Los italianos al principio aportaron el arte, el dinero y la ciencia; pero lusitanos e hispanos pusimos los cojones y el poderío político, técnico y militar. Nadie salvo portugueses o españoles tenía huevos suficientes para meterse en una cáscara de nuez y lanzarse al mar a explorar la verdad del mundo fuera del Mediterráneo… Nadie.

Lo hicimos nosotros sólos, pero porque éramos pueblos acostumbrados al sacrificio y a la guerra durante los ochocientos años que duró nuestra Reconquista. Gente con fe, ruda y noble, con el valor, la disciplina y el sentimiento de unión necesarios para conquistar cualquier empresa. Incluso, la de abandonar la seguridad de la navegación de cabotaje, y adentrarse en la inefable inmensidad de los océanos sin tierra a la vista, y con miedo en el barco y en el rumbo.

Otro nivel.

El cerebro y la tesorería en principio estarían en Italia; pero la testosterona, la experiencia, los navíos, y el sacrificio de los hombres y mujeres necesarios para abrir el melón del mundo aquél, estaban aquí también desde el principio.

En Portugal y en España.

Don Cristóbal Colón parece ser que fue un señor genovés con una gran idea, pero Doña Isabel está bien claro que era una señora castellana con ideas propias y encima era La Reina. Y ésa fue nuestra suerte. Que aquella Señora, en vez de explotar con barbarie los territorios Terra Incognita que sus súbditos iban descubriendo sin cesar por ahí por el mundo, lo que hizo en verdad, fue ampliar su reino y el de su Dios ahormando súbditos bajo el amparo de su corona, fuesen cual fuesen sus razas, religiones o culturas; y penando por ley su explotación, injuria o esclavitud; y creando ciudades y cultura, leyes e instituciones propias que perdurasen en el tiempo y protegieran a aquéllos sus súbditos de ultramar…

Era, o una beata utópica o una católica idealista en el fondo ésta Isabel de Castilla… Y si no me creéis estudiad, y sabed, que en aquella época no había nada parecido a las Leyes de Indias, al otorgamiento del Derecho de Provincia a territorios de ultramar, o al reconocimiento del mestizaje y del Derecho Criollo, en ninguna otra cultura occidental salvo en la de Roma. Nada, en ninguna.

Luego, casi dos siglos más tarde, vendrían los ingleses y sus colonias, quienes se especializaron refinando los muy nobles negocios de la esclavitud y la piratería, del expolio, la usura, la ciencia de las armas, y finalmente los de la revolución industrial, el negocio del capitalismo, y hasta el del comunismo… Todo como veis, muy anglosajón.

Antes de la tontería ésta de la pandemia, venían bastantes más de cien millones de personas al año a visitar nuestra península y sería por algo serio… El mundo entero pareciera que quiere pisar en algún momento ésta nuestra tierra, pero es porque nadie ha tenido nunca más cojones que nosotros y justo a por eso vienen, a por cojones… A ver si se les contagiaran tanto nuestros redaños como nuestra bonhomía, a fuerza de tomar nuestro sol, pisar nuestro suelo, o comer y beber lo mismo que bebemos y comemos nosotros.

Qué ironía y quién lo iba a decir, pero el caso es que cada vez vienen más ingleses, más belgas, holandeses y hasta franceses, noruegos, rusos e incluso finlandeses, más polacos, más ucranianos… Gentes seguro que muy buenas y laboriosas, frías y muy calculadoras, pero que parece que estuvieran hasta la polla de no notarse mucho los huevos en su tierra, y se ve que quizá por eso vienen a buscárselos aquí.

…eeen fin.

Algo mágico, además de La Historia, tiene que tener ésta tierra nuestra, digo yo. ¿No…? 😳

😂🤣 Sabéis que os quiero 💕

🇪🇸 🇵🇹

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

…..

…de aquellos rojos estos rojos.

Artículo publicado por Jesús Laínz. Libertad Digital. 2022-01-02

Wenceslao Fernández Flórez escribe en julio de 1936:

«…Cuando se anunció oficialmente que se daría armas al pueblo comprendimos que ningún poder sería capaz de contener la catástrofe.»

Wenceslao Fernández Flórez (1885-1964)

«…la descripción más cruda del terror rojo.»

El coruñés Wenceslao Fernández Flórez, el más insigne representante del periodismo literario español del siglo XX junto a su paisano Julio Camba, sustituyó su inicial vocación médica por el periodismo cuando empezó a colaborar con varios periódicos gallegos antes de haber cumplido los veinte años. De allí saltó al ABC, para el que publicaría desde 1914 hasta 1936 una larga serie de crónicas parlamentarias por las que consiguió renombre en toda España.

Apasionado de su tierra natal, consiguió que la Real Academia reconociera la categoría de lengua para el gallego, hasta entonces tenido por dialecto, y defendió infructuosamente que Emilia Pardo Bazán fuera la primera mujer académica. Sus primeros relatos fueron ilustrados por Castelao, patriarca del nacionalismo gallego, con quien le unió una buena amistad a pesar de sus diferencias ideológicas. En 1926 fue galardonado con el Premio Nacional de Literatura por su novela Las siete columnas.

Como plasmaría por escrito, «recibí en mi instrucción y mis ideas el influjo liberal en el que fuimos educados todos los hombres de mi tiempo». Viajó a menudo por Europa y se declaró admirador de los gobiernos progresistas de los países escandinavos y Holanda. Las elogiosas páginas que dedicó a ésta, a la que consideró una «nación ejemplar», le merecieron la concesión de la orden de Orange-Nassau. Aunque partidario de Antonio Maura y defensor de la Monarquía, cuando arreciaron los ataques contra ella aprovechando los destronamientos de 1918, no ahorró críticas a un régimen podrido por el caciquismo, los enchufes, las desigualdades sociales, la mediocridad de los políticos y la ineficacia del Parlamento.

Si bien recibió en 1935 la Medalla de Oro de Madrid y la Banda de la República, en sus crónicas parlamentarias reflejó su creciente rechazo al nuevo régimen. El 2 de abril de 1936, un mes después de la victoria electoral fraudulenta del Frente Popular, señaló con desesperanza que, debido a la conjunción de la censura de prensa y el creciente caos, el tiempo de la reflexión política había dejado paso al de la crónica de sucesos:

La literatura política está desbordada. No tiene sabor, ni color, ni olor, al lado de la fuerte rudeza de los acontecimientos. La censura hace imposible dar a los artículos el tono que necesitarían los momentos que vivimos (…) Estamos más allá de toda teoría; estamos en plena acción (…) Los ingenieros son incapaces de construir diques en el instante en que sobreviene una riada. Los hacen antes o después del aluvión, pero si se dedicasen a poner piedrecitas y argamasa entre los irritados remolinos, perderían el material y el tiempo.

En las páginas que dedicaría a recordar aquellos meses previos a la guerra, describió la violencia en las calles, las denuncias falsas, las detenciones de coches a punta de pistola para que sus ocupantes pagasen tributo al Socorro Rojo, como sufrió personalmente el presidente Alcalá-Zamora, los asaltos a comercios, el saqueo de viviendas, la ocupación de fincas, el arbitrario envío a prisión de personas de bien «mientras que sus huéspedes habituales ocupaban los cargos públicos».

Pero lo más grave era que no se trataba de desmanes perseguidos por los agentes de la ley, sino que éstos amparaban los crímenes y la voz cantante de la revolución la llevaban los políticos del Frente Popular:

Una mayoría parlamentaria en la que había hombres procesados por robo, histéricos, analfabetos, energúmenos, estorbaba cualquier discusión con el rápido gesto de sacar la pistola del bolsillo (…) Y la sangre corre bajo la complacida mirada de los ministros, de la Policía, de los periódicos que trafican con las ideas, de una muchedumbre inmensa de hombres envenenados de rencor.

El infierno se desató cuando el 13 de julio agentes de Prieto asesinaron a Calvo Sotelo y el 18 se rebeló el ejército.

Fernández Flórez, perseguido por los frentepopulistas, tuvo que esconderse durante un año. Sus peripecias quedaron reflejadas en varios artículos publicados en el lisboeta Diário de Notícias en los meses siguientes a su huida, artículos que fueron recopilados en el libro O terror vermelho, publicado en 1938 en portugués y nunca traducido al español. Pero sirvió de base para la novela Una isla en el mar rojo, cuyos personajes ficticios recrearon sus propias andanzas y para la que empleó numerosos párrafos textuales de sus artículos portugueses.

En ellos había explicado que lo suyo no tuvo nada de especial puesto que desgracias parecidas les sucedieron a muchos otros miles que se vieron perseguidos por los motivos más insospechados, ya que «cuando se anunció oficialmente que se daría armas al pueblo comprendimos que ningún poder sería capaz de contener la catástrofe».

De repente, el populacho típico de todas las revoluciones se extendió por Madrid: infrahombres sucios de ceño asesino; mujeres hienas, vociferadoras y desgreñadas, que llevaban en los ojos la alegría de poder matar; chicuelos alborotadores, orgullosos del revólver que habían conseguido pero cuyo mayor placer eran las llamas de los incendios; toda la gentuza que sufre de fealdad física o espiritual; la que lleva las serpientes de la envidia en el caduceo de su impotencia; la que representa un salto atrás, el salto del aborigen bestial que da proporcionalmente cada generación (…) Las terribles furias de la Revolución Francesa fueron superadas por estos monstruos. Tantos horrores me hicieron comprender perfectamente que las personas que viven en un medio normal en el extranjero supondrán que son invenciones y que, cuando hayamos desaparecido los que vivimos esta verdad tremenda, las generaciones que lleguen después considerarán estos hechos, lamentablemente exactísimos, como exageraciones de un partidismo inflamado.

Y comenzó la purga de periodistas de diarios derechistas como ABC, El Universo, El Debate y El Siglo Futuro, sacados de sus casas y asesinados, algunos previa tortura, como sus compañeros del ABC Víctor Pradera, Honorio Maura, Álvaro Alcalá Galiano, Federico Santander, Manuel Bueno y el subdirector Alfonso Rodríguez Santamaría. Así describió Fernández Flórez al personal que llenó el vacío:

Desde el primer momento se apoderó de los periódicos una gente audaz, impaciente y cruel que surgió entre los propios empleados y del enorme depósito de fracasados que siempre ha habido en cualquier profesión (…) Periodistas de medio pelo y juntaletras que, o por su indigencia mental o por su moralidad desacreditada, siempre habían encontrado desdeñosas e inaccesibles las columnas de los grandes diarios se apresuraron a tomarlas al asalto en aquella orgía de incautaciones que decretaba cualquiera: una asociación, un grupo, un hombre, el Gobierno… el que primero llegase con la pistola en la mano o la escopeta en bandolera.

Estos nuevos amos de la prensa y la radio, tanto desde los periódicos incautados como desde los órganos tradicionales de la izquierda, dirigidos por Araquistáin, Prieto, Álvarez del Vayo o Largo Cabllero, se dedicaron a agitar el odio y a señalar las personas que debían ser eliminadas. Como también experimentaron personalmente Ortega y Marañón, «ser citado en esos periódicos equivalía a una sentencia de muerte. ¿Vive aún Fulano? –preguntaban. –Y el cuerpo exánime de Fulano aparecía al día siguiente en cualquier lugar de las afueras»:

En sus almas había un odio profundo, amargo, doloroso, nacido del recuerdo de sus continuos fracasos. Y expresaban ese odio con una atención inicua sobre los que, iluminados por el claro sol de la celebridad o por el más pálido rayo de la popularidad, los tenían ocultos bajo su sombra (…) Sus discursos eran incitaciones iracundas, insultos contra todos y contra todo (…) Ninguno de ellos conseguía decir algo interesante, pero bajo el fervor de su odio se les notaba un orgullo infantil por hablar al público a través de aquel medio prestigioso y científico de la radio. La novedad de esta oratoria consistía en la inclusión de palabras soeces pronunciadas sin embarazo y con ostentación (…) La máxima crueldad en los discursos radiofónicos y los artículos de prensa, las más feroces incitaciones al crimen, pertenecieron a una mujer: la judía alemana Margarita Nelken.

A los dirigentes izquierdistas les culpó del horror provocado por el veneno de sus palabras, inspiradas en el bolchevismo ruso:

Las ideas eran rusas, los procesos eran rusos; rusos eran los hombres llegados para dirigir las matanzas; rusas las armas, rusos los nombres que se invocaban, las denominaciones de las brigadas, los originales de los grandes retratos que presidían sus reuniones (…) Aquellas multitudes entonaban La Internacional y un himno que decía Somos los hijos de Lenin. Y su ¡No pasarán! era francés. Yo vi por las calles de Madrid, en pleno verano, milicianos orgullosos de ostentar gorros rusos de piel y blusas de mujik. Decir ¡Viva España! era un grito subversivo. Todo era Rusia. No había nada más que Rusia.

De aquel «envenenamiento de las ideas» surgió el 19 de julio la «fauna de la revolución»:

Larvas de hombres, de mujeres, de niños, cubrieron Madrid en aquel día sin olvido. Greñas, muecas, garras, mugre, rugidos, ojos de fuego, rostros asimétricos, cuerpos tarados… Hervían. Salían de todas las esquinas, de todos los sumideros; eran los gusanos de una súbita putrefacción de Madrid. ¿Habían estado siempre allí sin que los viésemos o surgían de cada palabra malvada que hacían caer sobre Madrid por el surtidor de la radio los canallas de aquel oprobioso gobierno? Legiones satánicas, amasadas con odio, con pus, con la animalidad más baja; semblantes de capricho goyesco probaban que entre la bestia y el hombre hay un eslabón que aún no se ha perdido.

Consciente de que «mis comentarios a las sesiones parlamentarias habían herido muchas vanidades fustigando aquel rebaño de abogaduchos y de advenedizos engreídos», salió de su domicilio a tiempo para no ser detenido por los milicianos. Así comenzaría una larga escapada de escondite en escondite, acogido por amigos cuyas vidas ponía en peligro y finalmente refugiado en las embajadas argentina y holandesa.

Las legaciones extranjeras en Madrid llegaron a acoger once mil refugiados, incomunicados y sin poder poner un pie fuera de sus puertas, algunos de los cuales sólo pudieron empezar a ser evacuados ya avanzado 1937; otros muchos tuvieron que esperar a la entrada del ejército de Franco. Más suerte tuvieron los catalanes, que en cantidad cercana a los cincuenta mil consiguieron embarcar hacia Francia e Italia.

Tras mil peripecias, narradas como crónica en O terror vermelho y como novela en Una isla en el mar rojo, en julio de 1937 consiguió llegar a Francia en un coche del consulado holandés. Tras dejar atrás doce largos meses de angustia, puso su pluma al servicio de la causa rebelde tanto en las páginas de sus libros como en las del ABC de Sevilla. Allí publicó numerosos artículos dedicados a homenajear a figuras como Sanjurjo y José Antonio, al que consideró un mártir de la patria adelantado a un tiempo que no le comprendió; a agradecer a los países extranjeros, especialmente los hispanoamericanos, el refugio dado a tantos miles; a vituperar al gobierno francés por su apoyo militar y diplomático al bando republicano; a burlarse de «los burgueses simpatizantes de la República que echaron a correr y todavía siguen murmurando ¡No era esto… no era esto!; a acusar a los dirigentes republicanos de enriquecerse con el producto de sus rapiñas mientras sus seguidores daban su vida en defensa de una República abandonada; y a rechazar los intentos de mediación internacional para alcanzar una paz negociada:

En España están en lucha dos principios antitéticos e inconciliables en toda su eternidad, que no pueden ni combinarse ni disolverse el uno en el otro. Es el bien y el mal, el odio y el amor, el ser y el no ser de España. No podemos decir: bueno, pues vamos a ser un poco de bandidos. Ni tampoco: nos resignaremos a estar un poco muertos (…) España no se podrá rehacer sin el triunfo.

Pero la alegría del triunfo no aplacó su dolor, como reflejó en la frase de Léon Bloy con la que encabezó Una isla en el mar rojo: «El sufrir pasa; el haber sufrido no pasa jamás». Ni sus opiniones políticas ni su consideración del ser humano volverían a ser las mismas. Del marxismo, con el que nunca simpatizó, poco más pudo decir:

El marxismo es la religión de los envidiosos, de los fracasados, de los inferiores, y como no pueden ascender hasta lo bueno, buscan la igualdad rebajándolo hasta su propio nivel. Son los gusanos burlándose de las aves y decretando que nada hay de mejor gusto que arrastrar el vientre sobre la tierra.

Pero su crítica no se limitó al marxismo:

Hay algo en lo que no puede creer ya nunca un hombre que haya vivido en cualquier sitio de la España roja: la posibilidad de una democracia. Hay algo de lo que no volverá a oír hablar sin escepticismo: las innatas virtudes del pueblo (…) Porque la masa es imbécil. Y como la masa es imbécil, la democracia es imposible (…) Pasarán muchos años y acaso los hombres vuelvan a hablar en serio de esas mentiras: pero nosotros, los que hemos visto, sabemos durante todo el para siempre de nuestras vidas lo que es un pueblo entregado a sí mismo.

Al terminar la guerra volvió a Madrid, pero no halló alegría en ello porque «aquel sufrimiento fue tan grande, que hasta su sombra es un intolerable sufrimiento. Yo he buscado en Madrid mi sonrisa, y no la encontré». Y en varias de sus obras posteriores, tanto librescas como periodísticas, reiteró que los meses pasados bajo el terror rojo le habían cambiado para siempre:

Esa innumerable legión de fantasmas con los ojos arrancados, con las lenguas cortadas, con los pies y las manos atravesados por los clavos de la crucifixión, con los sudarios de las llamas que los quemaron, con el gesto enloquecido de los enterrados vivos, con los cráneos, los pechos, los vientres acribillados por las balas de las fieras asesinas, tiene ya su parcela en el campo de los horrores de la Historia humana (…) En realidad, yo he sido muerto violentamente. Muchas creencias que anidaban en mi espíritu no existen ya; mis ideas acerca de los hombres y de los pueblos se han modificado en sus raíces; las concepciones de antes, fruto de lecturas y experiencias, fueron desarraigadas y sustituidas por estotra experiencia más brutal, más profunda, más amplia, más aleccionadora (…) Mucho murió y mucho nació en mí. Nada hay que enseñe y fecundice tanto como el dolor (…) Cuando revivo, como ahora, lúcidamente todos aquellos horrores, me pregunto a mí mismo si de verdad podré volver a encontrar alguna vez en mi corazón fe suficiente para estimar de nuevo a los hombres. Y me temo que, por muy larga que sea mi vida, ya no podrá ser, nunca más, nunca más…

… eeen fin.

…..

Artículo publicado por Jesús Laínz. Libertad Digital. 2022-01-02

https://www.libertaddigital.com/cultura/historia/2022-01-02/jesus-lainz-wenceslao-fernandez-florez-la-descripcion-mas-cruda-del-terror-rojo-6851480/

ALICANTINO, BORRACHO Y FINO

Ahora, parece ser que el bicho raro soy yo.

Si la próxima batalla parece ser que será la del lenguaje, el español ya la tiene ganada de antemano porque se puede hablar mucho, muy claro, y con mucho tino en ésta nuestra lengua… Te puedes hasta cagar en la puta madre que parió a algunos políticos con una facilidad pasmosa, y a la vez, puedes explicar tus porqués con una precisión lingüística que ya querrían para sí casi todas las otras lenguas principales del mundo.

Tan solo soy un alicantino ubicado tan al sur de la provincia que le pilla más cerca la ciudad de Murcia que la de Alicante, pero que ama su tierra natal porque tiene el privilegio de haber nacido y de vivir todavía, en Almoradí: pueblo principal y corazón de la hermosísima Comarca de la Vega Baja del Segura, sita al sur de la provincia… Por todo ello, convendréis conmigo en que soy tan alicantino como lo puedan ser el Castillo de Santa Bárbara, el Peñón de Ifach o la isla de Tabarca. Que tan alicantino soy yo como lo son las calas de Jávea, los rascacielos de Benidorm, las cuevas de Canalobre o las playas de Torrevieja… ¿No…?

Alicantino, borracho y fino.

Al menos yo, desde siempre he entendido muy bien el valenciano aunque nunca lo he hablado. Es éste un idioma simpático, gracioso y muy amable al oído porque si bien es verdad que se come muchas de nuestras terminaciones sonoras, tiene a la vez la virtud de ser entendible por cualquier hablante latino con sólo que se le ponga un poco de cariño y algo de oído… Algo así también le pasa al italiano o al gallego, o al portugués: son idiomas amigables, amables y cercanos, reconocibles y que se hacen entendibles, comprensibles… No así el francés, ahora tampoco el catalán, y no digamos nada de la barbarie léxica del alemán o del euskera.

Los giros y vericuetos expresivos que nuestro lenguaje proporciona imagínatelos en euskera… ¡Jáaajaja…! Serían imposibles. Fíjate en cómo hablan de mal ahora los vascos cuando otrora fueron cumbre manejando el español: se han convertido en bárbaros lingüísticos empecinados en hablar como trogloditas serbios… Como también han hecho los catalanes, se han empeñado tanto en diferenciar sus fonemas para que no suenen a nada español, que para cerrar sus acentos y así parecer como extranjeros cuando hablan, lo que parecen ser son gilipollas hablando… Hablan en realidad, para que no les entendamos. Y sí, ya sé que gilipollas podemos parecer todos en un momento dado, pero no me negareis que ellos lo parecen muy especialmente y con demasiada frecuencia. ¿No…?

Recuerdo cuando trabajaba al norte de Castellón y me tenía que hacer entender sí o sí, charlando con cualquiera en valenciano, en español o en catalán, y lo hacía con total normalidad, cordialidad y amabilidad. No como ahora. Luego, empecé con lo del inglés…

Por eso, siendo como soy tan del sur de Alicante, no entiendo ésto de que ahora deba yo de hablar un idioma distinto al que se habla en Murcia, y que encima tenga que hacerlo sólo porque me lo impongan desde Valencia.

— ¡Manda huevos…!

…eeen fin.

No sé si se me entiende… 🤔

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

….

Pepes Gotera y Otilios

Hay cosas que no puedo entender, y claro, eso hace que me ponga a escribir para ver si ordenando palabras me aclaro. Tengo la simple convicción budista, de que la sabiduría consiste en saber hacer en cada momento lo correcto; y en hacerlo sin aspavientos, solo lo correcto. Y que para distinguir ese saber hacer lo correcto, es imprescindible aprovechar la experiencia de las cosas que nos suceden, y sacar conclusiones de la reflexión sensata y bondadosa de las consecuencias de nuestros actos. Así de sencillo… No haría falta siquiera leer ni escribir un solo libro, sino dejarnos fluir, como hacen el budismo, y los ríos… «Be water my friend, be water…» Sé razonable, humano natural y curioso, persona sensata.

Pues resulta, que ni más ni menos que el 41% del censo electoral, ha vuelto a votar a la izquierda. Millones, de no sé cómo llamarles… No puedo entender cómo, con la que nos está cayendo con este desgobierno zurdo, todavía haya semejante porcentaje de población que vote a favor de esta pandilla de Pepes Gotera y Otilios.

Gente sin mérito alguno, inculta y hasta gafe; inútiles, zombis fuertemente ideologizados y por ello incompetentes por completo para gestionar nada a derechas. Una barahúnda de comunistas a los que cada cierto tiempo se les va la olla roja, y vuelven a asomarnos al precipicio de aquel odio viejo de las dos Españas… Pretenden empujarnos, de nuevo, diríase que si no a la guerra, sí a la vergüenza y al abandono inane y por desidia de todo aquello que hemos sido, que todavía somos, y de lo que podríamos ser.

¿Cómo, todavía hay tanto insensato, tanto ciego ideológico, tanto tuerto mental…? Con lo bien que podríamos estar todos a una, juntos.

…eeen fin.

Cosas de las ideologías: basura vieja y polución intelectual; metralla mental y política; especie de sucedáneo de la verdad, de lo correcto y de la moral. Y todo ello al servicio espurio de gente sin escrúpulos ninguno, en su búsqueda ansiosa del Poder… ¡Pues vaya una mierda lo del Poder…!

Que no nos engañen.

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

Hispanidad idiomática

Historias de Salvador Juan Vallone

Me inclino ante el ingenio, la sátira, el humor, la inteligencia, la sensibilidad, y la palabra.

Gracias una vez más. Una obra maestra.

Y vosotros disfrutad malditos, disfrutad leyendo…🤔

…….

NOVEDADES EN MATERIA IDIOMÁTICA

La Real Academia de la Lengua dará a conocer próximamente una reforma de la ortografía española. Se trata de un plan quinquenal que entrará en vigor en forma paulatina, para evitar confusiones. Su aplicación tornará más simple el castellano de todos los días, pondrá fin a los problemas ortográficos que suelen tender trampas a boxeadores, economistas, ingenieros y arquitectos, y logrará que nos entendamos de manera universal quienes hablamos esta noble lengua.


De acuerdo con lo trascendido hasta el momento, la reforma se introducirá en las siguientes cinco etapas anuales:

1) Supresión de las diferencias entre ‘c’, ‘s’, ‘z’ y ‘k’.

Komo despegue del plan, todo sonido parecido al de la ‘k’ será asumido por esta letra.

En adelante, pues, se escribirá «kasa», «keso», «kijote». También se simplifikará el sonido de ‘s’ en este úniko signo; kon lo kual sobrarán la ‘c’ y la ‘z’: «El sapato de Sesilia será siempre asul».

Desapareserá la ‘doble c’ y será reemplasada por ‘x’: «Tuve un axidente en la Avenida Oxidental». Grasias a esta modifikasión, los hispanohablantes no tendrán ventajas ortográfikas por su extraña pronunsiasión de siertas letras.

2) Se funden la ‘b’ kon la ‘v’, así komo la ‘y’ kon la ‘ll’.

No existe diferensia alguna entre entre el sonido de la ‘b’ larga y la ‘v’ chikita; por lo kual a partir del segundo año desapareserá la ‘v’, y beremos kómo bastará kon la ‘b’, para que bibamos felises y kontentos.

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Pasa lo mismo kon la ‘y’ y la ‘ll’. Sobra la ‘ll’… Todo se eskribirá con ‘y’: «Yébeme de paseo a Sebiya, señor Biyar».

Esta integrasión probokará agradesimiento general de kienes hablan kastellano, desde Benesuela hasta Bolivia… Toda ‘b’ será de «baka»; toda ‘b’ será de «burro».

3) ‘R’ es «erre»; fuera la ‘h’; fusión de ‘g’ y ‘j’.

A partir del terser año, y para mayor konsistensia, todo sonido de ‘erre’ se eskribirá con ‘rr’: «Rroberto me rregaló un rramo de flores».

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Asimismo, la ‘h’, kuya presensia es fantasmal en nuestra lengua, será eliminada… Nuestros ijos ya no tendrán ke pensar kómo se eskribe «sanaoria», y se akabarán esas komplikadas y umiyantes distinsiones entre «echo» y «hecho». Ya no abrá ke desperdisiar más oras de estudio en semejante kuestión ke nos tenía artos… Tampoko en la diferensia entre la ‘g’ y la ‘j’… ke muchas beses suenan igual. Todo irá kon ‘j’: «El jeneral jestionó la jerensia». Sin duda, esta sensiya modifikasión ará que ablemos y eskribamos todos kon más rregularidad y más rrápido rritmo.

4) Abolisión de tildes; muerte a konsonantes finales.

Horrible kalamidad del kastellano son, en general, las tildes o asentos gráfikos… Esta sankadiya kotidiana jenerara una axion desisiva en la rreforma. Aremos komo el ingles, que se a impuesto internasionalmente sin tildes. Kedaran ellas kanseladas desde el kuarto año, y abran de ser el sentido komun y la intelijensia kayejera los ke digan a ke se rrefiere kada vokablo. Berbigrasia: «¡Komo komo!».

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Tambien seran proibidas siertas konsonantes finales ke incomodan, y poko ayudan al siudadano komun. Se dira: «¿Ke ora es en tu relo?», «As un ueko en la pare» y «La mita de los aorros son de eya».

5) Eliminasion de la d interbokalika del partisipio pasao y kanselasion de artikulos.

El uso a impuesto ya ke no se diga «bailado», «nacido» y «venido», sino «bailao», «nasio» y «venio». Kabisbajos, aseptaremos esta kostumbre bulgar, ya ke al fin y al kabo, es el pueblo yano el ke manda.

Desde el kinto año kedaran suprimidas esas ‘des’ interbokalikas ke la jente no pronunsia. Ademas, y konsiderando ke el latin no tenia artikulos, y ke nosotros no debemos inbentar kosas que nuestro padre latin rechasaba, kastellano karesera de artikulos… Sera poko enrredao en prinsipio, y ablaremos komo futbolistas yugoslabos; pero después, niños y niñas de kolegios beran ke tareas eskolares resultan mas fasiles.

face-8685_960_720Profesores terminaran benerando akademikos ke an desidio aser rreformas klabe para ke seres umanos ke bibimos en nasiones hispanohablantes gosemos berdaderamente del idioma de Serbantes y Kebedo.

Eso si: nunka aseptaremos ke potensias estranjeras token kabeyos de letra ‘ñ’. ‘Ñ’ rrepresenta balores mas elebaos de tradision kultural ispanica, y primero kaeremos kadaberes antes ke aseptar bejamenes, a simbolo ke a sio korazon bibificante de istoria kasteyana.

Identida kultural no se bende ni alkila.

Salvador Juan Vallone

……..🤣😄

Maravilla de letras hispanas mezcladas con ingenio… Don Salvador Juan Vallone, me ha permitido publicar aquí esta prueba de amor por el verbo español, sea cual sea el sitio donde se haya escrito… Viva lo Hispano, lo español, lo nuestro.

Este hombre es mi hermano a no sé cuantos miles de kilómetros de mi casa; pero lo es, solo porque me habla y le entiendo, y le admiro… Ésa y no otra es nuestra ventaja: la palabra…

¡¡ VIVA LA HISPANIDAD…!!

Historias de Salvador Juan Vallone

MENSAJE EN UNA BOTELLA

¡Fuera miserias, aquí, estáis todos invitados…!

Como veis, la entrada a éste mi blog es completamente gratuita y todos sois VIP… Y por supuesto que podéis beber, comer, fumar o consumir cualquiera otra sustancia que se os antoje y hasta la hora que os dé la gana.

¡Quitaros la mascarilla y poned los pies en la mesa coooño…! Podríais incluso, luego, quedaros a dormir por ahí. ¡Que empiece la fiesta…! ¡Fuego al cabaret…! ¡Poned música…!

Quiero aclarar que el dominio éste de mi web es un wordpress.com gratuito por completo:

historiasenunfolio.wordpress.com

Y es gratuito porque al usar esa dirección web, lo que hacemos en realidad es crear tráfico hacía la plataforma WordPress. Yo, cada vez que escribo en ella, y vosotros cada vez que me visitáis aquí para leerme… Porque parece ser que al hocicar curioseando por ahí siempre creamos tráfico; mira tú por dónde.

Pero vete tú a saber de qué tipo ése tráfico: si de drogas, de influencias o de poder; de blancas, de armas o de datos; o hasta tráfico de tráficos; quizás incluso tráfico de ideas… ¡Qué cosas éstas las del tráfico…!

Pero de verdad, como a mí me importa una verdadera higa lo del tráfico, yo quería que supieseis que aquí en mi blog y ante todo, para mí sois invitados buscando, huéspedes lectores, viajeros perdidos, viejos jóvenes, cansados curiosos.

Y por eso os aseguro que yo aquí solo escribo… Ni pago tráficos ni publicidad alguna; es más, la evito y os la intento evitar. La que nos aparece en pantalla nos la coloca nuestro propio navegador… Y no utilizo medio alguno para promocionar el sitio éste salvo éste: el de que me leáis.

Y se diría que sólo escribo en este blog, una especie de mensajes virtuales pequeños y enrollados; que luego introduzco en unas digamos que como botellas tecnológicas; que más tarde diríase también como que lanzo, contra el oleaje del océano multimedia éste que nos rodea queriéndonos engullir.

Y en el fondo lo único que hago como podéis ver, es solo ir en vuestra búsqueda, a la espera de un encuentro, de un lector. Así que ya sabéis…

Muchas, pero que muuuchas gracias por leerme.

…eeen fin. 🙏

historiasenunfolio.wordpress.com

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

GRACIAS MAESTRO

Yo Maestros he tenido muchos, pero no sé porqué siempre me acuerdo de que él fue uno de los primeros: Don Manuel Galant Pérez… Un tipo que era capaz de empezar una clase de Historia con la de los romanos, y acabarla embelesándonos, hablándonos de los focos de las discotecas y del peligro que corríamos fumando porros por ahí por el mundo. Luego, hasta le entendíamos y todo… Un espectáculo de Maestro. Y encima, cuando se expresaba intentaba conjugar el humor vitriólico con el estilismo literario; rozaba el insulto merecido con la pluma de la sátira; y llevaba cuidado sí, pero poco. A mí me gustaba.

Tenía la muñeca rota, y la mano digamos que girada hacia adentro en un gesto como que de zurdo, aunque era diestro. Pues con esa mano diestra y la muñeca rota, y con solo unos trazos de tiza en la pizarra, era capaz Don Manuel de crear, tanto círculos, cuadrados, octógonos o triángulos cuasi exactos, como podía dibujar y de memoria la fachada principal de la iglesia del pueblo con total precisión, y en sólo unos pocos garabatos.

No teníamos pantallas interactivas. La pizarra y la tiza en las clases de Don Manuel, se podían convertir tanto en un libro de viajes con ilustraciones, como en una mesa de diseño técnico o en un block de dibujo. Igual te dibujaba un tramo de la Muralla China que las pirámides de Egipto o la Venus de Milo… Era capaz de plasmar en una pizarra, y nos parecía que casi a escala, lo mismo la trayectoria de un cohete en dirección a la Luna, como que la silueta del continente sudamericano con sus principales ríos y mares, con sus cabos y sus golfos… Era genial.

En cuanto detectó mi querencia por el dibujo, no dejó el c… de sacarme constantemente a la pizarra. Bien para dibujar de memoria o un mapa de España, o un ojo humano visto de perfil para ilustrar una de sus clases de dibujo, o quizás una cuadrícula con las líneas bien bien rectas.

Uno tiene que buscarse siempre un buen Maestro, alguien que te esté constantemente enseñando algo. Tuve, en general, muy buenos Maestros pero porque tenían criterio propio y honestidad, mucha cultura, libertad de cátedra, y lo más importante: autoridad… Hoy así son difíciles de encontrar, solo tenemos profesores, funcionarios. Y todos sabemos el dicho, la verdad matemática, de que «nadie puede entender algo si su sueldo depende de que no lo entienda…»

A Don Javier y Doña Anita, y a Rafa Nadal o a Cervantes. A los hermanos Fidel y Manuel Galant, a Don Pedro Miralles y a Don Vicente Nebot. Al Señor Escohotado. A Doña Carmen Mazón y al magnífico Esteban Parres. Al gran FJ Losantos. Y a Don Manolete Lucas y a Don Gabriel… A Don Santiago González. A Paco Sanz. ✍️

Gracias Maestros. 🙏

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

….

No había a su pie risco vedado…

Hoy muchos de nosotros no volveríamos a ser lo que fuimos: no volveríamos a ser boinas verdes del ejército español; reconocedlo. Y no lo seríamos porque lo que hicimos solo se hace o por cojones, por inconsciencia, o por patriotismo… Y parece que ya no veo mucho inconsciente ni mucho patriota por aquí. Cojones sí veo, pero nos hemos hecho algo viejos, vagos y ramplones. Pero el caso es que yo, sabiendo lo que sé, sí me iría de nuevo a la mili con vosotros… Cabrones.

Por eso estoy calladico en el grupo últimamente, porque nuestro grupo de güasap es un reflejo de nuestra decadencia, y prefiero refugiarme en el recuerdo de aquellos sentimientos que nos tuvimos, y no intoxicarme ahora con nuestras jodiendas políticas. Estoy cansando de asistir al espectáculo de bromas tontas acerca de lo mal que le va a nuestro país, de los pequeños puntapiés ideológicos que nos damos, y del intercambio de memes hijosdeputa para tocarnos los huevos ideológicos unos a otros. Porque no sé a santo de qué vienen… A mí me duele lo que nos está pasando -como Nación- y prefiero quedarme con mi recuerdo vuestro, solidario, español, en vez de darme cuenta de cómo y de cuánto hemos cambiado algunos.

Pero que sepáis que os quiero mucho a todos, e iré a vuestro entierro mientras me sea posible y vuestros hijos me avisen con suficiente antelación… Os lo prometo.

Cabrones. 💕

No había a su pie risco vedado…

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

Se tiran los pájaros a las escopetas

Dijo que no podríamos ni dormir si gobernara con Podemos. Jáaajaja… Donde dijo digo, ahora dice Diego. Saquemos a pasear a Franco en público mientras que casi en secreto, saquemos también a los etarras de la cárcel; a ver quién se distrae más… A día de hoy, creo que sólo quedan siete u ocho de aquéllos perros asesinos lejos de donde asesinaban. Mientras, hay casi trescientos asesinatos sin resolver; asesinados, por aquéllos mismos hijosdeloba que ahora poco a poco vuelven a su cubil euskaldún sin pedir perdón siquiera.

Porque ahora, resulta que los atentados y los golpes de estado los perpetra el gobierno, quienes se alían con golpistas y terroristas son los ministros, y quien pone a la parte por encima del todo es el mismísimo presidente del gobierno. ¡El colmo, es el colmo…! Como en la guerra civil: «Se tiran los pájaros a las escopetas…»

Veníamos de casi trescientos españoles muertos en un atentado terrorista en Madrid, cuando se produjo aquél infame cambio de gobierno. Y echándonos la culpa entre españoles, vino -llegó al poder- el ínclito de Zapatitos… Después, huída casi como conejos de Irak y abandono casi por completo también de todas nuestras obligaciones y/o relaciones internacionales. Y frente a todas aquellas agresiones, agárrense: ni más ni menos que nos enfrentamos con las armas del matrimonio homosexual, la potencia de la alianza de civilizaciones, o con la fuerza de la ley de violencia de género; también con la imperiosa propuesta de la ley de memoria histórica, o la tontería aquélla del Plan E.

Filfa y farfolla… Mientras, algunos lloraban orinocos tras la muerte de Julio César Chavez. ¡Qué asco…!

¡Y no se vayan todavía que aún hay más…! Ya que después también vino -llegó al poder- el mísero de Don Mariano y una legislatura por completo inútil, inane; un 155 imbécil y un tiempo gastado, malgastado: «Hagan Ustedes lo que les salga del capullo…»

Y no te digo ná, ahora con Pedro y sus Picapiedras… Jamás había pisado moqueta tanto lerdo, tanto tonto, ni tanto cardo borriquero. Lo que tocan lo transforman en mierda: la salud, la dialéctica, la educación, Marruecos, la dignidad, la retórica, Europa, la justicia, la sintaxis, los EEUU, la concordia entre españoles, Hispanoamérica, la oratoria.. Todo lo están dejando hecho un solar, pero éso sí, con una gran mierda roja en medio… Y aquí siguen todos, los de derechas y los de izquierdas: rotándose, cambiándose el puesto; tú te pones aquí, yo allí, y él allá; y guarden su turno por favor.

Mira cómo pagas de cara la electricidad, la gasolina, los impuestos al trabajo, o los más de cuatrocientos cuarenta mil políticos apesebrados que alimentamos entre todos… Esto es un corralito decían los argentinos cuando les robaban vivos.

…eeen fin. Cosas de Las Autonomías.

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

………..

¡¡MANIFESTACIONES PERO YA…!!

Érase una vez, en un país que si nos descuidamos dentro de poco estará muy muy lejano y de cuyo nombre no hay día que no me acuerde, no ha mucho tiempo que vivía gente tranquila, alegre, laboriosa y confiada. Un pueblo, que podía hacer planes a largo plazo porque las instituciones funcionaban, se respetaba la ley, y a los políticos todavía les quedaba algo de vergüenza.

Pero llegaron unos bárbaros sin memoria ni cultura suficiente, mérito ninguno y sin escrúpulos. Un puñado de mañacos adanistas, chulos, faltos tanto de moral como de una mínima educación y hasta de aseo… Y trajeron, espíritus macarras, lenguajes soeces y modales sin desbastar.

…eeen fin.

¡Vamos a la calle todos, pero ya…! Pero nada de pegar fuego a contenedores ni ostias; ni que fuésemos borrokas... Si hay que salir a la calle a manifestarnos que sea por algo digno y de forma digna, coño. No somos hienas peleando carroña ¿o sí…?

Paz señores, paz siempre… La única guerra justa sería una guerra a la defensiva, pero ya no las hay defensivas; ya no quedan. En todo caso serían un oxímoron, porque toda guerra ha pretendido siempre una derrota. Entonces vamos todos a las calles, sí, pero no a la guerra. A la paz.

Vayamos a las calles, sí, pero como se hacía antes, como al principio, con redaños: esgrimiendo una barra de pan en una mano, y en la otra a nuestros hijos y a nuestros viejos enseres; para que se nos vea tal y como somos de verdad. Vayamos, sí, pero para ver cuántos y cómo somos en verdad, y para comprobar lo mucho que todavía nos queremos.

Salgamos todos, pero para saber cómo estamos de humor haciéndonos reír unos a otros; o para saber qué o cuál coño necesitamos de verdad… Tomemos las calles pero yendo a por algo digno; vayamos a esa manifestación con un pan en una mano y una flor en la otra; vayamos, a por algo que sea para todos, a por algo en beneficio de todos.

¡Y ojo…! Hay que reventar esta basura de redes sociales ya, de verdad… Pero no solo porque no nos informan realmente de lo mal o bien que van las cosas, sino porque encima, no nos sirven tampoco para insuflar de forma colectiva y manifestar, las ganas que en verdad todos tenemos de vivir intensamente, de innovar, y de buscarnos y ganarnos justo ésta vida nuestra, aunque haya a quién pueda parecerle una vida de mierda.

Yo recuerdo, en los inicios, cuando era solo y puramente viral todo este rollo de caralibro y demás plataformas virtuales junta-gentes… Y lo era, porque de verdad funcionaba eso de los like: cuantos más tenías más gente te veía, compartía; se corría la voz y tal. Y claro, poco a poco creabas tu red social. Así de sencillo.

Pues con una idea tan bonita y que funcionaba tan bien, en vez de buscar, o al menos no interferir, en la difusión espontánea del talento y de la verdad de las cosas, éstas redes siniestras se decidieron por lo que se llama monetizar la idea. O sea, importan una mierda la calidad de tus habilidades, solo quieren dinero.

Ahora, ésto es basura publicitaria… Da igual lo bien o mal que escribas, pintes, cantes, fotografíes o esculpas. Ahora, algo, decide por su cuenta que sólo si gastas dinero tendrás audiencia. ¡Ah amigo, así cualquiera…! Pues que les den. ¿Porque para qué queremos entonces estas redes dizque sociales, si en absoluto nos mejoran siquiera socialmente…?

¡Vamos a la calle todos, pero ya…!

Os quiero.

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

MADRINA DE GUERRA

Si no sabes qué era una madrina de guerra, no vayas a wikipedia porque tampoco está.

“Línea de fuego”. Fragmento.
Arturo Pérez Reverte.

“Estimada María Cristina, amiga mía, querida madrina:

Me preguntas en tu última carta los motivos por los que lucho. Por qué me presenté voluntario sin esperar a que me llamaran a filas. Soy de una familia modesta, poco burguesa. Mi padre, con gran esfuerzo, montó un pequeño comercio en Lugo y con su trabajo y sacrificio, ayudado por mi buena madre, pudo darnos vida y educación a cuatro hijos. Nada regalaron a mi familia las izquierdas ni las derechas y nunca intervino ninguno en política. Mi padre ni siquiera votó nunca, pues decía que tan oportunistas eran unos como otros. Yo, el mayor de los hermanos, fui privilegiado al facilitarme los estudios: una carrera para una vez situado poder ayudar al resto.

Sin embargo, esta República desordenada y caótica lo cambió todo. La mala fe de los políticos, el pistolerismo impune, la ausencia de autoridad y orden público, las turbas analfabetas enseñoreándose de nuestras vidas, la demagogia irresponsable, el caciquismo de las izquierdas, que resultó tan nefasto como el de las derechas (te lo dice alguien nacido en una región que sabe mucho de caciques), llevaron a España al abismo. La convirtieron en un gran Cristo crucificado por todos.

No es cierto, como dicen los rojos, que cuatro militares y banqueros se alzaran contra el pueblo. Yo soy pueblo, mi familia es pueblo, y estábamos como muchos otros hartos de tanta impunidad, de tanta barbarie, de tanto si no estás conmigo estás contra mí. ¿Quién, al ver que se insulta a su madre o su novia, a su hermana, no saldría en su defensa? Pues la ofensa que le hacen a España sus enemigos, destruyéndola, es más que un insulto. Es un crimen.

¡Viva España rusa! gritaban esos irresponsables canallas. Nos obligaron a tomar partido incluso a los que no lo teníamos. Nos obligaron a elegir, aunque tampoco nos entusiasmaran los otros. Enfrentaron amigos y hasta hermanos, cuando la mayor parte sólo aspirábamos a orden, paz y trabajo. Pero eso es imposible cuando todo el mundo tiene la palabra revolución en la boca. Hasta mi pobre padre, por tener un modesto negocio propio, era considerado «explotador del pueblo».

En cuanto a mí, sencillo estudiante, hijo de una familia trabajadora, recuerdo un día que iba a clase, cuando al bajar del tranvía unos obreros me insultaron ¡por llevar corbata! «Te vamos a ahorcar con ella, cochino señorito burgués», dijeron riéndose insolentes, con altanería de vencedores saboreando la revancha. Así que cuando los militares se alzaron para poner fin a este disparate, los españoles de bien no tuvimos más remedio que…”

“Línea de fuego”. Fragmento.
Arturo Pérez Reverte.

Lo encontraron muerto de un tiro furtivo por la espalda, y la carta se quedó sin terminar. Un papel plegado, guardado en el bolsillo de su camisa ensangrentada.

¡Oyeee, que te has cagao…!

— ¡Oyeee, que te has cagao…!
— Sí, ya. Pero no te preocupes que la mierda es mía, es de las nuestras.

— ¿Cómooo…?

Los españoles deberían renegar, sublevarse, indignarse y luchar contra dos cosas en especial, para desterrarlas de una puta vez de nuestra idiosincrasia y superarlas también de una puta vez. Curiosamente, una es muy antigua mientras la otra es relativamente moderna: ésta -la moderna- es el comunismo, y aquélla -la antigua- es nuestra leyenda negra.

Haría falta un nuevo partido de izquierdas, no sé si socialista o qué sé yo si laborista, demócrata o quizás socialdemócrata, pero ante todo decente y español… Que no cagara donde come, y que amara y respetara siempre a su país y sus vecinos.

¡Y hace falta ya, ahora…!

Si aún quedaran socialistas honrados y cabales, o si todavía hubieran españoles de izquierda que no fueran cobardones que mean en el mismo sitio en el que abrevan; todos ellos, sin duda alguna, deberían plantearse fundar un partido de izquierdas, español, íntegro, eficaz, y moralmente ejemplar.

Y yo, ni así les votaría, ya les voté bastante cuando era joven hace muuuchos años.

Hoy en día en España no hay nada a la izquierda que no sea traición, mal ejemplo, erial.

¿Y ahora qué hacemos…?

¿Quién arregla ésto…?

Como dice el gran JC Girauta: «ésto es acongojante o acojonante. No estoy seguro…»

…eeen fin.

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.