Publicado el 11 de diciembre de 2021.
Atrapados en aquella trinchera, se movió, inclinándose y estirándose sólo un poco para pasarme la cantimplora; y después de beber, estaba dándole las gracias cuando el disparo le reventó la cabeza, justo a sólo dos o tres palmos de distancia de la mía…
Produjo el proyectil un ruido de impacto diría que como blando, sordo, como mocoso o líquido, al chocar con el hueso y la carne humana. Un sonido realmente inolvidable. Lo vi morirse mientras chorreaba sesos… Parte de su lado derecho estalló, y el resto de su cara permaneció como un segundo más todavía viva mirándome como sorprendido, mientras se moría, y se desplomaba abatido como un muñeco en ese mismo instante conmigo al lado…
Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.
Muy buen relato, todavía me estoy limpiando los sesos que me salpicó…
Abrazo!
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Es un honor el que te guste 🙏
Gracias por tus comentarios 🤗
🤜🤛
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