TIRICIA

Publicado el 24 de octubre de 2020.

El hecho de cruzarnos con gente casi sin rostro, enmascarados de mirada gacha, esquiva o ensimismada, nos está acostumbrando a algo así como lo que se debe sentir al cruzarse -y tener que interactuar- con uno de esos inquietantes robots cinematográficos cuasi humanos… Es como el miedo, diríase que una especie de leve repulsa o de extraña tiricia, que actúan como freno irremediable ante la posibilidad siquiera del mero contacto físico con un prójimo ajeno.

Repasaba el expositor de los quesos en el supermercado, cuando al girar la vista a mi izquierda tropecé con la hermosísima mirada de los ojos de Manuela; pese a las mascarillas, noté que ella también había reconocido los míos de inmediato. En su mirada gris verdosa leí alegría sincera, sorpresa, alborozo y hasta cierto rubor… ¡Cuánto tiempo, qué bien te veo…! Sé que me lo dijo algo socarrona detrás de su mascarilla, y pillandole yo la broma y sonriendole detrás de la mía cogí su mano y la levanté, me separé un poco de ella con intención de piropearla, y haciéndola girar como que bailando le dediqué una miradita lenta y de alto en bajo…

— ¡Pues anda que yo a tí…! le respondí enmascarado guiñándole un ojo.

Sólo la mirada para comunicar la intención. Esas miradas solitarias; besos sin dar, abrazos castrados, amagos de gestos cariñosos que se quedan sólo en éso: gestos y amagos… Se te va sin querer un guiño cálido, una mueca apenas de la intención al menos de querer abrazar, de dar la mano, o de chocar las palmas… Pero nada, lo reprimes, porque no sabes si la otra persona quiere o no ser tocada.

Estamos perdiendo la cualidad de lo espontáneo al aceptar sin rechistar, esta forma forzosa de autismo gestual y emocional al que estamos siendo sometidos con el uso obligatorio, de las putas mascarillas y el mantenimiento del jodido distanciamiento social.

El uso masivo de mascarillas está causando unos estragos en la sociedad tan trágicos que pareciera, que las propias mascarillas son más peligrosas que el sentimiento mismo de tragedia que nos provoca el número de muertos que está causando el mismísimo coronavirus…

Mierda de bicho.

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

1 comentario en “TIRICIA

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