LA NOTA A MANO

Publicado el 28 de marzo de 2021.

Una carta o una nota, escrita a mano, desde siempre fue la forma más íntima y personal -maneras encriptadas en el trazo- de enseñar, detalles tan sutiles de uno mismo que no lo conseguirá así ninguna otra forma humana de comunicación. Nunca. La caligrafía y la grafología siendo emociones escritas a mano. Nada mejor que notar el perfume en ese papel, y percibir anotadas, aquellas palabras de amor verdadero descritas con el pálpito indeleble de un breve gesto de tinta.

El arte de la caligrafía epistolar era como el acierto de un buen piropo: un regalo imposible de rechazar. Escribir bien era un guiño intelectual, atractivo; la exhibición de un lujo léxico. La buena letra constituía algo así como una forma de presentación personal, acaso elegante, y por ello una reverencia simbólica al buen gusto… Una muestra más, y exquisita, de verdadera estima y respeto por nuestro muy nuestro y estimado interlocutor: el lector.

Cosas así, son las que estamos perdiendo irremisiblemente los humanos debido a lo de usar tanto artefacto. Aunque ahora que lo pienso bien, el tintero, el papel, y la pluma de ganso ahuecada rajada y cortada en cuña también lo eran: simples artefactos… El caso es que aquí estamos, seguimos; leyendo.

No nos engañemos, a la caligrafía la hemos perdido irremisiblemente pero nunca deberíamos perder de vista a la sintaxis: es un arma muy, mucho, más poderosa. Y por ello y para no perderlo todo, la correcta ortografía, en este siglo XXI tan guapo y tan listo él se nos debería exigir a todos tal y como se le exige el valor al soldado, es decir: siempre… No a las faltas de ortografía; no, gracias.

Las tres, ortografía caligrafía y sintaxis, fueron verdaderos problemas cuando niño, época en la que casi no entendía nada y tampoco sabía expresar casi nada. Luego pasó el tiempo llegaron los números y claro, en mi caso fue todavía peor: más confusión. Los números siempre me han servido sólo para contarme los dedos y poco más. Soy -debo de ser- algo torpe, o de letras, o de artes. Soy creativo, eso sí. Pero eso de ser creativo se ve que es el refugio de los que aunque nos lo creyésemos en su día, resulta que no somos tan tan listos como creíamos…

Si tuviera estudios serían de letras, o no; vete tú a saber. No sabría decir. Es cosa extraña eso del saber, eso de saber cosas, y lo de las cosas ésas del saber… Yo, he de confesar que no me aclaro mucho; menos mal que hoy en día tenemos los emoticonos éstos: 🙄😳 ¡Qué cosas…! Menudo invento.

eeen fin. Sabéis que os quiero 💕

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

7 comentarios en “LA NOTA A MANO

  1. Pues sí. La verdad es que aprender a escribir es de valientes. Hay que dedicarle más tiempo del que parece. Además hay que dejar un hueco grande a la humildad y reconocer los errores.

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  2. Creo que sería incapaz hoy de escribir algo largo sin un procesador de texto. Cuando ves esos manuscritos casi intactos de los escritores célebres de siglos pasados, te preguntas cómo lo hacían, sin poder reordenar ideas, sin la posibilidad de editar fácilmente… Unos genios. Cada vez nos atrofiamos más, seas de números (uso Excel para todo!) o de letras o de artes (la inteligencia artificial está haciendo el trabajo más pesado).
    Pero qué bonitas eran las cartas… ❤

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