INTELIGENCIA. CONSCIENCIA. DIOS.

Publicado el 19 de octubre de 2020.

Historias de Paco Sanz ✍️

De la inteligencia a la consciencia hay una gran brecha. De momento, no parece que la inteligencia no viva, haya podido saltársela. La idea de que existe inteligencia fuera de la vida -inteligencia artificial- la hemos “realizado” ya mediante algoritmos y dispositivos. Cuando esos mismos matemáticos armados con esas mismas herramientas, van al origen mismo de la vida, se dan cuenta de que algo no cuadra.

Pudiera ser, que fuera de una intervención sobrenatural y fuera del ciego azar, existiera una tercera vía para explicar el origen de la vida y la evolución. Vendría a ser como el resultado de una ley natural, de una necesidad inherente a la naturaleza misma. No sé si creerme éso, de que la Inteligencia es anterior a la Vida. Pero veo posible, pensar que algún tipo de inteligencia sea posterior a ella.

«Raffiniert ist der Herrgott, aber boshaft ist Er nicht». Refinado es el Señor, pero nunca malicioso. Decía Einstein. También dijo que Dios no juega a los dados con el Universo. Planck, le replicó en tono jocoso que eso de decir lo que Dios podía o no podía hacer, era mucho decir… Pero el que existe una especie de ley natural, que tiene que orientar nuestra comprensión, más acá, de la mera probabilidad de fenómenos tan improbables como el que surja la vida, parece que está incluso en la mente de los más escépticos. «Todo es posible» significa que Dios existe. Bueno, pero con condiciones… El mero azar como explicación, no nos basta ni a los ateos.

Ahora, que me encamino hacia mi casa de la eternidad, me da por pensar más en la que me precedió. Los mismos primeros segundos después del Big Bang, ya son un misterio tan grande que no lo entiende ni Dios… Siempre me ha hecho gracia la deriva religiosa de los de la tercera edad: ahora me toca a mí. Con lo joven que me siento… Y como me muevo más a gusto en la biología que en la física, intento entender qué era esa Inteligencia anterior a la Vida. Porque lo de lo anterior al Big Bang, como recordó el anterior papa: «Que no digan nada los que no van a la iglesia…»

En cuanto a la inteligencia que vamos a dejar atrás, cuando no haya vida, me ha hecho volver a pensar en ello, lo de empezar a guardar información en la doble hélice del ADN. Por no decir nada de los intentos de Greg Bear de conseguir alguna manera de introducir información, en un caldo prebiótico, para conseguir que de ahí surja vida y poder enviar esa información, mediante haces de luz láser, orientados hacia entornos de agua y carbono que estén relativamente a nuestro alcance.

En una de las “Pruebas” de la existencia de Dios, se dice, que al poder concebir el ser más perfecto, no podemos concebir el que no exista. Siempre me ha parecido algo así como la «típica» gracia sacerdotal; pero he vuelto a ella, cuando he pensado que el ser más inteligente tiene que ser también el más consciente… Y he pensado en el momento, que supongo que está al caer, en que la Inteligencia Artificial se convierta en Consciencia Artificial… ¿Qué tendremos entonces que hacer con ella…? ¿O qué va a ser entonces de nosotros…?

¡Ay, la consciencia, esa misteriosa capacidad de distanciarse de las cosas para hacerlas presentes! La consciencia, entendida como más allá de la inteligencia, parece ser más que la vida misma… La idea ingenua, de que la consciencia es segregada por la conducta de las neuronas, pero que una vez segregada, adquiere una vida propia… Como Dios.

Historias de Paco Sanz ✍️

3 comentarios en “INTELIGENCIA. CONSCIENCIA. DIOS.

  1. Ya le digo yo que no podrá jamás la IA alcanzar ese nivel. Por desgracia, aunque no sabemos cómo las neuronas se saltan a la torera el límite que, precisamente, no pueden saltarse las matemáticas con los algoritmos más potentes —y cuanto más potentes peor: cuanto más fuerte es un sistema matemático más incapaz es de tomar consciencia de sí mismo—, pese a nuestra desgracia, repito, de no poder desentrañar ese misterio, de no saber por qué podemos lo que podemos, no podrá ninguna máquina nunca superar nuestra mente. Soy ateo y no creo en el más allá, sólo espero que cuando me muera y la sangre deje poco a poco de llegar a mi cerebro, ojalá me acerque un poco más a la resolución del problema, aunque después me convierta en un montón de células muertas.

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  2. La consciencia es ampliar el marco de la visión o profundizarlo porque ante lo que no nos interesa hacemos la vista gorda o ciega pero algo en nosotros, el inconsciente, nos lo señala en el cuerpo. Corre como una emoción que se escapa del pensamiento, en serio es algo mágico ¿Dios? Ni idea, llamémoslo X.

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