La culpa…

Publicado el 25 de marzo de 2020.

Historias de Paco Sanz ✍️

¿Quién ha tenido la culpa? ¿A quién le vamos a cargar el muerto, a los muertos? Paso lista: a los chinos, a los gobernantes, a la globalización, al capitalismo, a la ignorancia puñetera… a la mala suerte, o como dicen en los test: ¿todos los anteriores…? La verdad es que no es el mejor camino para encontrar un sentido a la desgracia eso de buscar culpables, pero a veces no hay otro. Encontrar culpables es castigar tierra sorda.

Personalmente buscar culpables me parece tan tonto como decir que ya te lo dije. Hay tantos culpables como gente que ya lo había dicho, al menos. Las cosas hubieran podido ser de otro modo, es posible. Saber por qué han sido como han sido igual hace que el que vuelvan a pasar sea más difícil, también es posible. Decir que todos son culpables implica decir: “Pero yo menos que vosotros puesto que lo digo”. Como aquel sabio que decía que no sabía nada y se esforzaba en mostrar que sabía más que los demás.

Esos pobres científicos que han estado fingiendo saber lo que decían desde el trampolín, desde ese sitio que mejor que no te pillen meando. Esos pobres gobernantes que han tenido que estar al frente de todo estos malditos días… mejor fijarse en mi vecino, que cuando sale a fumar a la terraza y le digo la de compañeros que han caído enfermos por falta de material, de información, me pide que baje la voz. Tiene más años que yo y si le llaman para reincorporarse al hospital irá, y mejor que su mujer no lo sepa.

Necesitamos hablar de gente así. Y no andar buscando culpables. Necesitamos premios no castigos. Porque queremos aprender, no hacer mala leche. Resolver el asunto lo mejor posible, no vengarnos. La mayoría de los hombres no son malos. No tienen tiempo de ser verdaderamente malos. Se vuelven malos y culpables porque hablan y actúan sin imaginarse el efecto de sus propias palabras y actos. Son sonámbulos, no malvados.

Decía Camus, cuyo libro “La Peste” se está vendiendo y descargando ahora más que nunca que: “Estamos en una época en la que los hombres, empujados por mediocres y feroces ideologías, se habitúan a tener vergüenza de todo. Vergüenza de sí mismos, vergüenza de ser felices, de amar y de crear. O sea, que hay que sentirse culpables. Se nos arrastra al confesionario laico, el peor de todos”.

La psiquiatría tiene la tendencia a despsiquiatrizar al enfermo y psiquiatrizar a la sociedad, aquí como en otras cosas se empieza por buscar causas y se acaba encontrando culpables. La enfermedad llama a algunos enfermos como los remordimientos a los grandes culpables.

Historias de Paco Sanz ✍️

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