deshechos…

Historias de Paco Sanz ✍️

Nuestras membranas son permeables, entran muchas cosas. Y eso nos pasa desde el origen de las primeras células. Lo que diferencia a los vertebrados del resto de los animales es que pasamos de blástula a gástrula a base de hacernos con un agujero. Pero no para comer mejor, sino para cagar mejor.

Podría creerse que el blastoporo, esa apertura por la que el tubo digestivo va a abrirse al exterior, va a convertirse en boca. Ésto, es así en algunos animales que se arrastran pegados al suelo -caracol, lombriz, cangrejo, insecto, escorpión- pero en los vertebrados como el hombre, el blastoporo deviene en el ano, y la boca no aparece hasta más tarde y en un punto diametralmente opuesto. Los seres humanos antes tenemos ano que boca y los primeros sonidos que emitimos son pedos. El holocausto del oxígeno ocurrió hace 200 millones de años cuando las bacterias rojas y verdes en su desesperada búsqueda de hidrógeno descubrieron una fuente esencial de ese elemento, el agua y su uso las llevó a el residuo tóxico último, el oxígeno.

Le decía esta mañana a mi acompañante que más que quedarme sin dinero por comprar o viajar, o sin vergüenza por quemar tanto, me amargaba el ánimo turístico-consumidor el producir tantos residuos, deshechos, basura, mierda. Que mi culo no basta, que empiezo a oler mal hasta por dentro.

Le decía a mi Santa que con mi ayuda ha dado a luz a nuestros hijos y los ha criado, que he pensado en ella cuando he caído en la cuenta de que lo de deshacernos de las cosas de dentro que sobran, ha sido el principio de la vida de los animales superiores. Yo, que tengo de Diógenes más el síndrome que el cinismo: “en caso de duda, la más cojonuda”. Ella: “en caso de duda, a la basura”. Nuestra casa parece un museo, la de nuestros hijos, laboratorios.

La intensa producción de desperdicios exige la presencia de una eficiente industria de eliminación de residuos. Nuestra fábrica del conocimiento está incompleta a falta de lugares para la eliminación de residuos. Si la luz del conocimiento ilumina es por gentileza de la oscuridad circundante. El conocimiento es inconcebible sin la ignorancia, la memoria, sin el olvido. El conocimiento puede tenerse gracias a la liquidación de espacios en blanco carentes de interés, y la precisión, exactitud y utilidad pragmática del conocimiento crecen con el tamaño de dichos espacios.

En una sociedad moderna líquida, la industria de eliminación de residuos pasa a ocupar los puestos de mando de la economía. La supervivencia de dicha sociedad y el bienestar de sus miembros dependen de la rapidez con la que los productos quedan relegados a meros desperdicios y de la velocidad y la eficiencia con que éstos se eliminan.

Sin embargo el miedo abyecto a carecer, sigue imperando. El quedarnos sin nada que llevarnos a la boca parece que nos da más miedo que el se nos cierre el culo; a los viejos no, claro. Nos sentimos un poco como de sobra, como deshechos, intentamos retener, no ser eliminados como residuos, queremos retener, ser retenidos. La vejez y la avaricia han ido siempre unidas. Será por eso que la primera causa de consulta al geriatra es el estreñimiento.

Historias de Paco Sanz ✍️

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