Quemar, quemar, quemar…

Publicado el 27 de noviembre de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

Por fin ha vuelto el frío, por fin puedo volver a encender el fuego del hogar, estaba de encender velitas bastante harto. El fuego me fascina, el quedarme encantado delante de algo caliente, de algo que se está quemando, me tranquiliza extrañamente; igual es por el eco de los que me precedieron, ya que cuando llegaba la noche sólo tenían al fuego por compañía. Pasamos de la agricultura a la industria a base de quemar cosas, incluso ahora para movernos de aquí para allá quemamos petróleo.

Me gusta el fuego, la llama consiste en una claridad esplendente, un vigor ingénito y un ardor ígneo. Y me gusta el agua porque es el colmo de lo quemado. El agua es resultado de una combustión muy potente, la del hidrógeno, que se combina con el oxígeno para formar agua. Se podría decir que el agua son las cenizas de una combustión, y como es algo ya quemado (tras combinarse con el oxígeno) no es fácil quemarlo más, es decir, combinarlo con más oxígeno. Antes bien, el agua es una sustancia muy estable en condiciones habituales, y justamente porque es difícil combinarla con más oxígeno, se usa por lo común para apagar el fuego, porque ya no puede quemarse más.

Mejor quemar hidrógeno que quemar carbono, claro. Nos dicen que pronto podremos hacerlo para desplazarnos. Un átomo de oxígeno es 1,33 veces más pesado que uno de carbono. A través de la combustión cada átomo de carbono se combina con dos de oxígeno. La gasolina consta en casi un 90% de carbono. Al quemarse 0,9 Kg de carbono se combina con 2,4 de oxígeno, lo que da como resultado que por cada Kg de gasolina se introducen en la atmósfera 3,3 kg de CO2.

También se dice que además de para cargar el móvil podremos usar la electricidad para movernos. Ignoramos tontamente que un vatio eléctrico equivale a tres vatios térmicos. Es decir, hay que quemar tres vatios de lo que arda para producir uno de electricidad. De modo que usar la electricidad para obtener calor es un lujo, un mal negocio. No lo tenemos en cuenta al calentar la comida y a veces incluso las casas con electricidad.

Se nos habla de decrecimiento pero lo que deberíamos procurarnos es el “desdesarrollo”. El desarrollo produce siempre más desarrollo. El monstruo siempre se devora a sí mismo. En el barco en el que Phileas Fogg está llegando a Inglaterra después de dar la vuelta al mundo en ochenta días, se empieza a quemar la estructura de la nave para poder seguir avanzando, cuando el carbón ya se ha acabado… Novalis ya hablaba de “un molino que se muele a sí mismo”. Estamos preñados de un monstruo que se nos está comiendo a nosotros mismos con nuestra manera de vivir actual.

“Quema lo que has adorado, adora lo que has quemado”. Dicen que lo dijo San Remigio. En eso estamos. En quemar, incluso a los seres queridos. Ya no se les da tierra a los muertos. Se les quema. Pronto me quemarán, bueno, quemarán el cuerpo que estoy siendo. Dejaré de ser un sumidero de carbono. Me consuelo pensando que la cremación es mucho más eutrofizadora que un ataúd sellado. Si quemamos, si seguimos quemando, si nos quemamos, el planeta parece dispuesto a aguantar (de cualquier manera) a más humanos.

Historias de Paco Sanz ✍️

LOS COJONES, AMÉRICA, Y EL RENACIMIENTO

Publicado el 11 de febrero de 2022.

La primera globalización fue tal… Los españoles abrimos el melón del mundo descubriendo América en 1492, y con el Tratado de Tordesillas en 1494 y a la par que portugueses e italianos protagonizamos sin saberlo el Renacimiento. Los italianos al principio aportaron el arte, el dinero y la ciencia; pero lusitanos e hispanos pusimos los cojones y el poderío político, técnico y militar. Nadie salvo portugueses o españoles tenía huevos suficientes, para meterse en una cáscara de nuez y lanzarse al mar a explorar la verdad del mundo fuera del Mediterráneo… Nadie.

Lo hicimos nosotros solos, pero porque éramos pueblos acostumbrados al sacrificio y a la guerra durante los ochocientos años que duró nuestra Reconquista. Gente con fe, ruda y noble, con el valor la disciplina y el sentimiento de unión necesarios para conquistar cualquier empresa. Incluso, la de abandonar la seguridad de la navegación de cabotaje, y adentrarse en la inefable inmensidad de los océanos sin tierra a la vista, y con miedo en el barco y en el rumbo.

Era otro nivel…

El cerebro y la tesorería en principio estarían en Italia; pero la testosterona, la experiencia, los navíos, y el sacrificio de los hombres y mujeres necesarios para abrir el melón del mundo aquél, estaban aquí desde el principio.

En Portugal y en España.

Don Cristóbal Colón parece ser que fue un señor genovés con talento y una gran idea, pero Doña Isabel está bien claro que era una señora castellana con ideas propias y encima era La Reina. Y ésa, fue nuestra suerte. Aquella Señora en vez de explotar con barbarie los territorios Terra Incognita que sus súbditos iban descubriendo sin cesar por ahí por el mundo, lo que hizo en verdad, fue ampliar su reino y el de su Dios ahormando súbditos bajo el amparo de su corona, fuesen cuales fuesen sus razas, religiones o culturas. Y penando por ley su explotación, injuria, o esclavitud. Y creando ciudades y cultura, leyes e instituciones propias, que perdurasen en el tiempo y protegieran a aquéllos sus nuevos súbditos de ultramar… Nunca hubo colonias en el Imperio Español. Nunca.

Era en el fondo, o una beata utópica o una católica idealista ésta Isabel de Castilla… Y si no me creéis estudiad, y sabed, que en aquella época no había nada parecido a las Leyes de Indias, al otorgamiento del Derecho de Provincia a los territorios de ultramar, o al reconocimiento del mestizaje y del Derecho Criollo, en ninguna otra cultura occidental salvo en la de Roma. Nada, en ninguna.

Luego, casi dos siglos más tarde, vendrían los ingleses y sus colonias, quienes se especializaron refinando los muy rentables negocios de la esclavitud y la piratería, el del expolio, la usura, y el de la ciencia de las armas; y finalmente los de la revolución industrial, el negocio del capitalismo y hasta el del comunismo… Todo, como veis muy anglosajón.

Antes de la tontería ésta de la pandemia, venían a España más de ochenta millones de personas al año a visitarnos y sería por algo… El mundo entero, parece que quiere pisar en algún momento nuestra tierra, pero porque nadie ha tenido nunca más cojones que nosotros y justo a por eso vienen… A por cojones. A ver si se les contagiaran tanto nuestros redaños como nuestra bonhomía, a fuerza de tomar nuestro sol, pisar nuestro suelo, y comer y beber lo mismo que bebemos y comemos nosotros.

Qué ironía -y quién lo iba a decir de nuestros archienemigos- pero el caso es que cada vez vienen más ingleses, más belgas, holandeses y hasta franceses, noruegos, rusos e incluso finlandeses; más polacos, más rusos, más ucranianos… Gentes, seguro que muy buenas y laboriosas, frías y muy calculadoras, pero que parece que están hasta la polla de no notarse mucho los huevos. Y se ve que quizá por eso vienen a buscárselos aquí, a nuestra tierra. 🤣😂

eeen fin.

Algo mágico además de La Historia tiene que tener ésta Nuestra Tierra. ¿No…? 🙄😳

Sabéis que os quiero 💕🇪🇸

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

VESTIDOS

Publicado el 18 de noviembre de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

No le sienta bien al hombre entrado en años, seguir la moda ni en su forma de pensar ni en la de vestir. Me fastidia comprar ropa pero no quiero que se sepa. De entre todas las cosas del gastar la de hacerlo en ropa me parece la más tonta. Ella elige la ropa que quiere que yo lleve puesta, con la que le gusta que yo vaya… Un poco como Juan Ramón, que pidió a sus vecinos que le dijeran de qué color querían ver su casa antes de pintarla, ya que él desde dentro no la vería. Asisto al deterioro de mi ropa con espíritu deportivo; al de mi mente también. Los recuerdos y los cuerpos encogen como las camisetas; y en los percheros, solo se visten los fantasmas.

Viene a cuento el de aquella fonda, en la que todos decían lo que deseaban que les pasara… Después de que todos hubieran hablado aún quedaba el mendigo en su rincón oscuro; de mala gana y vacilando, habló también: “…Quisiera ser un rey poderoso y reinar en un vasto país, y hallarme una noche durmiendo en mi palacio y que desde la frontera irrumpiese el enemigo, y que antes del amanecer sus caballeros ya estuvieran frente a mi castillo; que no hubiera resistencia, y que yo, despertado por el terror y sin tiempo siquiera para vestirme, hubiese tenido que emprender la fuga en camisa; y que perseguido por montes y valles, por bosques y colinas, sin dormir ni descansar, hubiera llegado sano y salvo a este mismo rincón… Eso querría…” Los otros se miraron desconcertados. ¿Y tú, que hubieras ganado con ese deseo…? preguntó uno… Una camisa, fue la respuesta.

😂🤣

Una camisa puede ser muy importante. Cuando todavía había jornaleros, se decía que uno respetable se sonrojaría si tuviese que aparecer en público sin al menos una camisa de lino, cuya carencia se entendería como ése vergonzoso grado de pobreza en el que se supone que nadie podía caer, sino era a causa de una conducta disipada… Creo que, en realidad, las personas no asisten ellas mismas a las reuniones sociales sino que envían en su lugar a un muñeco vestido, al que luego decoran como quieren. Ella, hace conmigo cosas así.

«…A los caballeros andantes que pasan todas las calamidades, les reconforta la esperanza que tienen en los cuidados que las mujeres se tomarán por ellos a su regreso: las satisfacciones, las alegrías y los placeres que ellas les darán o harán que les den en su presencia. Descalzarse ante un buen fuego, lavarse los pies, ponerse luego calzado fresco. Bien comidos, bien bebidos, bien servidos, bien respetados, bien arrebujados en blancas sábanas y con gorros de dormir, bien cubiertos de pieles y rodeados de solicitudes y privanzas, amores y secretos que me callo… Y a la mañana siguiente, ropa interior, y vestidos nuevos…»

En fin. ✍️

«Decidme: la hermosura
la gentil frescura y tez
de la cara,
la color y la blancura
cuando viene la vejez
¿cuál se para?

Las mañas y ligereza
y la fuerza corporal
de juventud,
todo se torna gravedad
cuando viene el arrabal
de senectud…»

💕 ❤️

Historias de Paco Sanz ✍️

..

CINE, TRAUMAS, Y VAMPIRAS…

Publicado el 4 de febrero de 2022.

Me diréis que fui o bien un privilegiado o un bicho raro, porque recuerdo cómo de sigiloso me colaba con facilidad en la sala del cine de mi abuelo Miravete, para ver furtivamente y desde el gallinero aquella película para mayores cuasi prohibida, y encima, clasificada «S».

LAS VAMPIRAS

Tenía que aprovechar el descuido de los acomodadores para escabullirme y colarme, entre las pesadas cortinas de terciopelo granate que cerraban por completo e insonorizaban la sala. Pese a la casi completa oscuridad y una vez dentro, sabía perfectamente que a mi derecha quedaban las escaleras que conducían al gallinero; y que si seguías subiendo por ellas se estrechaban hasta llegar a una angosta escalera de caracol que llevaba directamente a la cabina de proyección… Como en Cinema Paradiso, casi igual.

Bajar yo sólo a las calderas sí me daba un poco de miedo pero por aquello de las ratas; subir a la cabina no. Al contrario.

¡Madre mía…! El hecho de estar allí arriba en el gallinero, yo sólo y a oscuras, unas veces excitado otras aterrorizado por aquellas señoritas vampiras tan estupendas, era toda una experiencia de lo más vibrante y calentona… Se me enhestaban hasta los vellos con tanta carne y tanto susto.

Me conocía casi todos los recovecos del cine. Era una sala enorme, ya entonces muy anticuada, pero con un fantástico suelo curvado de madera y unas paredes forradas también de madera, que le proporcionaban una visibilidad y una acústica casi perfectas. Un gran espacio oscuro, en el que se podía oír hasta el batir del volar de una moscarda…

Uno de los recuerdos más vívidos que tengo de la sala de cine, era por las mañanas, cuando completamente a solas y envuelto en aquella penumbra de olor a tabaco y a sitio vacío y cerrado, me subía al escenario y me situaba justo en medio del mismo pero de espaldas a la sala… Luego, me giraba lentamente y me enfrentaba poco a poco al imponente patio de butacas vacías, estirando los brazos, saludando haciendo reverencias y mogigangas, e imaginándome vete tú a saber qué clase de tonterías… Impresionaba.

Sería el año setenta y siete, y era una de aquellas películas típicas de la época del destape, y como que de miedo, pero de un miedo picantón muy manido y algo inocente. Pero sí, es un hecho que para mis once años era una película de verdadero miedo…

Peeero, no paraban de salir desnudas aquellas vampiresas estupendísimas, que se ve, que estaban las pobres atrapadas en una isla tropical en medio del océano y sin mucho que hacer… Y el caso, es que así como por casualidad, arribó a la isla un barco con unos marineros totalmente perdidos en busca de alivio. Y claro, como las señoritas vampiresas repito que estaban tan estupendas y se ve que todo el mundo tenía tanta hambre, aquéllo se convirtió en una vorágine de comilonas y mordiscos picarones, colmillos y tetas, miedo barato y refociles, que he de reconocer que es posible que me dejaran marcado y traumatizado para siempre… ¿El cine no es una fábrica de sueños…? Pues eso.

eeen fin.

Desde aquel momento «me gustan las mujeres me gusta el vino, y si tengo que olvidarlas me voy, y olvido…»

Gracias por leerme… 💕 😂🤣

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

ADICCIONES…

Publicado el 13 de noviembre de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

Soy adicto a mis costumbres, estoy sometido a su tiranía. Son prueba de cómo entiendo lo de vivir bien la vida: relajada y miserablemente. Se es un sumiso a las costumbres cuando uno no tiene interés en cambiarlas; cuando la persona no tiene “más remedio” que continuar con su patrón de costumbres, el que sea… El aspecto sorprendente de la adicción es que a veces termina.

Hemos multiplicado el uso de los opioides porque cada vez estamos menos dispuestos a aguantar el dolor que sentimos, o porque somos unos adictos del demonio, o por las dos cosas. ¿Quién sabe…? Cuando los adictos -a lo que sea- van a la consulta porque ellos quieren, tienen de un 20 a un 30% de posibilidades de librarse de su adicción. Si van por resoluciones policiales o judiciales, un 8%. Pero si van conducidos por su familia apenas tienen un 1% de posibilidades de lograrlo… También pudiera ser que se tratara de que no aguantamos a nuestra familia.

¿Hará la humanidad caso de algo que implique limitar su adicción a la comodidad inducida, farmacológica y tecnológicamente entendidas…? Tal vez el destino del hombre sea vivir una existencia corta pero apasionante, excitante y derrochadora, más que una vida prolongada, tranquila y vegetativa.

Pero es que la bondad es también una cuestión de huevos, de ovarios: ser valiente es ser bueno.

Hoy la mayoría de las necesidades son de carácter social y psicológico, pero con excesiva frecuencia se busca satisfacerlas por medios materiales. O químicos. El resultado, es que la satisfacción proviene más de la adquisición de los bienes que de la posesión de los mismos, convirtiéndonos en adictos al flujo de drogas o de bienes; situación que al mismo tiempo se halla en la raíz de los problemas mentales y ecológicos. Las empresas que estimulan esta actitud gozan del apoyo incondicional, la gratitud, e incluso las subvenciones de los gobiernos orientados hacia la cura: el crecimiento…

Supongo que es por lo adicto que soy (vivo en la ciudad que nací, el trabajo que aprendí con mi padre es el que he hecho durante cuarenta años, hace más de cincuenta que vivo con la misma persona, en la misma casa, etc) por lo que no he podido olvidar aquéllo que dijo Lincoln acerca de la sucia adicción al sexo: “A mi juicio, quienes nunca caímos víctimas de esa adicción, fuimos protegidos más por la ausencia de apetitos, que por cualquier superioridad física, mental o moral sobre los que sí…»

Sin embargo, a mi presencia en los lugares comunes muy adicto no soy, los lugares comunes presentistas me son mortalmente tediosos. Y es que esta adicción presentista sólo induce en mi caso sopor intelectual, afán repetitivo, y disciplina lanar.

Entre los hombres de mi familia lo de salir de casa a darnos una vuelta, un buen paseo antes de que nos manden a paseo, es una costumbre inveterada, antigua y arraigada… Somos adictos a ella.

Historias de Paco Sanz ✍️

Almoradí, el 66, y el babyboom

Publicado el 1 de febrero de 2022.

Nosotros, los frutos del babyboom de Almoradí nacidos en agosto del sesenta y seis, deberíamos darnos prisa en preguntarles a nuestros padres con picardía, con mucho cariño y por simple curiosidad, qué coño fue aquéllo tan extraño que seguro tuvo que pasar en el pueblo a finales de noviembre o principios de diciembre de mil novecientos sesenta y cinco…

Porque es un hecho que nueve meses después y en sólo unos veinte días, en agosto del año siguiente nacimos del tirón por lo menos veinte o treinta criaturas. Lo cual, en un pueblo entonces tan pequeño como el nuestro no era moco de pavo. Algo raro pasó seguro, porque no era normal aquéllo de tantos nacimientos en tan poco tiempo… Tuvo que ser algo inusual, un no sé qué; ni sabría cómo llamarlo.

Quizá fue una verbena pasada de rosca, o vete tú a saber si hubo un concierto de Raphael que se fue de madre; tal vez un derroche alcohólico y festero que tornó en un éxtasis amoroso y colectivo, o a lo mejor un frenesí zalamero e inexplicable que devino en una extraña catarsis carnal… No lo sé, pero pareciera, que todas las parejas receptivas del pueblo se pusieron de acuerdo esos días para sincronizarse acoplando sus cópulas. Porque es un hecho, repito, que nueve meses después y en aquellos veintitantos días de agosto nacimos un porrón de gente… Algo pasó, seguro.

El padre de un gran amigo nuestro, en una comida y con una copa de vino en la mano y varias en el coleto, me confesó el cabrón socarrón que de tanto buscar la chiguita él y su mujer -y como no había tanta televisión tanta pantalla ni tanta tontería- al final, terminaron teniendo un equipo de balonmano masculino. 😂🤣

No querías caldo toma, seis tazas. ¡Sí señor…! ¡Eso era natalidad…!

Tengo la teoría de que nuestros padres en aquellos días de finales del sesenta y cinco, se corrieron una juerga muy muy gorda… En serio.

eeen fin. Pillines… 😂🤣 💕

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

……

Adictos al crecimiento

Publicado el 5 de noviembre de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

Los de izquierdas son tan malos como los de derechas en la medida en que ambos son extractivistas, adictos al crecimiento. A ver, si nuestro gusto por la igualdad y por la libertad se ponen de acuerdo de una vez, en que no podemos seguir creciendo ni en nombre de los de un lado ni en los del otro.

A los que creemos que la filosofía es más saber amar que amar el saber, las personas que no tienen control sobre sí mismas -que no aprecian esa libertad- y las que necesitan tanto para vivir -las que pasan de la igualdad- nos parecen igualmente despreciables. Mejor no odiar, si puedes; pero de lo de despreciar no hay que olvidarse… Marx lo dijo.

La teoría de las élites extractivas predice que el interés particular tenderá a prevalecer sobre el interés general. La confusión inducida entre recortes y reformas, tiene la consecuencia perversa de que la población no percibe las ventajas a largo plazo de las reformas, y sí experimenta el dolor a corto plazo de los recortes, que, invariablemente, se presentan como una imposición extranjera.

Me gustaría bajar la basura una vez a la semana, pero por mi manera de vivir acabo bajándola un día sí y otro no. Malditos sean los envases. Maldito sea el peso de la bolsa de basura. Mientras bajo en el ascensor sosteniendo el peso de la bolsa la repaso, pues cada tonelada de basura ha requerido además la producción de cinco toneladas de desperdicio en el proceso de su manufactura, y veinte toneladas de desechos en el punto de extracción inicial (minería, bombeo, tala, granja).

Escucho la voz de GAIA, de la Madre Tierra, de la Pachamama, en las dificultades de mis hijos para reproducirse, en el aumento de la tasa de retorno en las actividades extractivistas. Nos recuerda la maldad del crecimiento. Ni el verde es bueno. Renovables, las sostenibles… ya será menos.

El despliegue de las renovables eléctricas, requeriría una cantidad tan grande de minerales en relación con los niveles actuales estimados de reservas y recursos, que impulsaría de hecho una re-materialización sustancial de la economía, que exacerbaría la eventual disponibilidad mineral en el futuro… En particular, la demanda de extracción de minas acumulada estimada, requeriría un alto porcentaje del nivel actual de reservas para minerales como el telurio, el iridio, el estaño, la plata, el galio o el litio, que son elementos fundamentales de tecnologías como las placas fotovoltaicas o las baterías eléctricas. Así, estos resultados ponen en tela de juicio la consistencia y viabilidad de la narrativa del Crecimiento Verde, como solución a nuestros problemas de sostenibilidad.

Hay dos tipos de poder: el de realizar las capacidades propias y el de utilizar y sacar provecho de las capacidades de los demás. Al primero le llamamos “poder de desarrollo” y al segundo “poder de extracción”. La inmensa mayoría de nosotros carece del segundo y sólo cuenta con una cantidad “insignificante” del primero. Y así, no vamos bien. Lo sabemos de sobra.

Historias de Paco Sanz ✍️

DÍA DE LA MADRE

Publicado el 2 de mayo de 2021.

De ocho meses estaba mi madre de mí. Éramos pobres y viajábamos –bueno, viajaba ella conmigo dentro– subidas junto a los enseres en la caja de aquél camión viejo, y entre los vaivenes interminables y el viento de la carretera. Emigrando, de lo extremo y duro del Badajoz de Calzadilla de los Barros, a la incertidumbre de lo alicantino de Bañeres de Mariola. Comenzaban los años sesenta del siglo pasado.

Pero claro, de todo aquello yo no me puedo acordar… Como lo de que me calentaban recién nacida en una cesta de mimbre junto a la hoguera de aquella primera casa, digamos que nuestra, pero de la que no tengo memoria alguna.

De la casa de la que sí me acuerdo, recuerdo, el subir por una calle… Tenía una humilde fachada blanca y pequeña, en la cuesta de La Magdalena, la número 29. Era un lujo mi casa.

Entrabas a aquél recibidor con suelo de baldosas de ajedrez donde se dejaban los abrigos, los paraguas y las botas llenas de barro de polvo o de nieve; y donde mi padre resguardaba siempre también su motocicleta por las noches… Girabas a la izquierda, y los dormitorios eran contiguos: mis padres dormían justo al lado de nosotras cuatro, separados solo por un medio tabique sin puerta. Recuerdo con deleite aquel olor a dormitorio limpio de seis personas y aquel calor de estar juntos. Precisamente, ese calor de los seis, juntos, calentaba aquellas mañanas tan tan frías.

Y aún me acuerdo de aquella mañana, yo en medio del recibidor justo antes de salir pitando al colegio. «¡Nena ven, mira que abrigo tan bonico…!» Y claro, me lo encasquetó. Se lo habría regalado seguramente alguna vecina solidaria, y tres como yo de grandes sí que cabrían en aquella prenda sí… No era un abrigo, era, una especie de pelliza de aquellas de piel vuelta y borreguillo en el cuello, que pesaba un quintal y que de tan grande me rozaba las espinillas cuando la llevaba puesta, y andaba.

Y lo peor es que mi madre, para que al menos me asomaran las manos por las mangas, claro, me las arremangó, por lo que parecía que iba vestida con un sayón… Era enorme, terrible, horrible. ¡Qué iba a pensar la gente…! Parecía una mesa de camilla con dos patitas caminando calle abajo.

Toda la mañana pasé con aquello puesto; hacía mucho frío y yo era una niña obediente. Pero todo fue volver a mi casa y decidí que valía más «muerta que sensilla…» Y que había ciertas cosas que nunca más haría, si esas cosas me hacían pasar por encima de mí misma.

Te quiero muchísimo mamá. 💕

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

El día de la Madre 💕

Publicado el 30 de abril de 2019.

— Mamá, tápate los ojos…

A sus ocho años se había gastado la mañaca prácticamente todos sus ahorros comprándome aquella preciosa redoma de perfume. Sé, que se quedó prendada más del brillo y las formas sinuosas de la botellita de cristal tallado que de su contenido oloroso… Fueron los destellos esmerilados del envase lo que la hipnotizaron, lo que la hizo escoger ese regalo y no otro.

Hace ya muchos años de aquéllo, y mi hija no recuerda olor ni nombre de perfume alguno, ni de cómo era la caja o el envoltorio. Pero de lo que sí se acuerda es de las formas sugerentes de aquella filigrana de cristal rosado que, como si un caleidoscopio brillaba al girarlo teniéndolo en sus manos.

— Tápate los ojos mamá.

Estaba frente a mí, y lo llevaba preparando desde hacía mucho. Nerviosa perdida por la emoción de hacerme su regalo el día de la Madre, giró sobre sí misma, abrió la caja, y sacó el perfume de espaldas como a hurtadillas, como con suspense: quería entregármelo ella en persona y con sorpresa.

Un poco ceremoniosa se dió la vuelta con la botellita en la mano, y mirándome embelesada y sonriente comenzó a caminar acercándoseme, cuando de repente, aquel traspiés… Y la botellita volando por los aires recién sacada de su caja.

…eeen fin.

Mi mejor regalo. 💕❤️💕

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

¡Nooo me toques…!

Publicado el 13 de marzo de 2020.

El jodido coronavirus…

Los rebaños sólo se mueven por miedo o por hambre.

El instinto rebañudo que todos tenemos, me empuja a quedarme en casa pero no por el miedo mío, sino por respeto al miedo de los demás. Como creo que debe de ser si somos solidarios. Pero por otro lado mi instinto de rebeldía, me dice que el actual estado de las cosas es para mandarnos a todos la mierda por histéricas. Porque lo de las carreras en los supermercados a la búsqueda histérica de papel higiénico, convendréis todos conmigo, en que es muy muy significativo. Seguro que en unos cuantos meses no podríamos los españoles limpiarnos el culo lo suficiente, como para acabar con las reservas nacionales de semejante producto se ve que de primera necesidad. Me voy a quedar en mi casa sí, pero rabiando.

Ni tocarnos podemos ya… Este mundo moña y cobardón que nos hemos creado, chilla y echa a correr a las primeras de cambio tal como una espantada de pavos azuzados. Toda nuestra historia como especie matándonos hasta por millones en guerras y hambrunas, y resulta que ahora, hoy, en el siglo XXI y como pollos sin cabeza, nos cagamos de miedo porque nos entra la tos y se mueren cuatro gatos.

Yo voy a seguir ofreciendo mi mano deseando que la paz sea contigo; y lo haré hasta con un beso como así siempre lo hacía mi padre. Y seguiré tocando siempre a mi prójimo si él se deja, claro. Y jamás, jamás, haré acopio nunca de papel del culo.

Y sí… ya sé que soy un poco bruto, pero que no nos engañen.

eeen fin

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras

El 2 de Mayo

Ésto de andar por ahí todo el día dándole al dedito índice y a la pantalla es cuanto menos chocante, y parece ser que todo el mundo anda enviscado en sí mismo mirando la suya.

«…Todo colapsó, y no había forma de conexión…» ¡Qué pánico el de la desconexión…! Yo nací colapsado y desconectado y no pasaba nada; el mundo giraba igual y la tontería y el miedo convivían pacíficamente sin tanto miedoso y sin tanto tonto como hay hoy… Pero claro, la gente trabajaba más y tenía más estudios; no como ahora. Y siempre siempre, ha habido gente a la que le gustaba hocicar por ahí para ver si nos vendía algo.

Por eso, el problema de nuestra seguridad en la web (el de la supuesta inviolabilidad de nuestros datos) no es otro que el de la conciencia y el de la decencia. Parece ser que ahora todos somos una especie de monstruos que escondemos cosas inconfesables: trampas, que hemos ido haciendo por ahí… Pareciera que todos ocultásemos cadáveres en las cunetas de los caminos por donde hubiésemos ido pasando. Como si fuésemos sospechosos de algo y dignos de ser vigilados, porque todos somos potencialmente culpables de un montón de faltas o de delitos que podríamos cometer o haber cometido, por ahí…

Por contra, si todos fuésemos personas de bien y como tales nos comportásemos, no tendríamos tantas cosas que esconder y nuestros actos cotidianos nos darían igual que se supiesen por ahí, porque seríamos personas decentes honorables y sin tacha ni nada nefasto de lo que avergonzarnos. ¿No…? Pues eso.

Señores decentes…

Yo no sé a qué están esperando los políticos no-zombies que aún queden en nuestra España, para movilizar de una vez a todos los españoles de bien o al menos a los que queramos seguir juntos… Digo. Y digo a todos a la vez.

No sé a qué están esperando -repito- esos políticos no-zombies para ejercer el poder autonómico y municipal de sus partidos y convocar manifestaciones, pero de todos los españoles a la vez. ¡Ojo… no sólo en Madrid o en Barcelona! ¿Cómo…? Fijando, al igual que para un plebiscito, una fecha, pero para que todos podamos en todas las plazas de nuestros pueblos y todos a la misma hora, manifestarnos en masa y al unísono, todos, juntos… Cada español en su plaza -la de su pueblo- y expresándose pacíficamente con el fin de liberarnos del cáncer social rojo éste de mierda que nos está matando por metástasis.

Por ejemplo: manifestarnos todos los domingos de diez a doce de la mañana en la plaza principal de nuestro pueblo. Todos los domingos y todos unidos hasta que la cosa o se solucione, o reviente…

¡¡VIVA ESPAÑA…!! 💕🇪🇸

El señor éste que nos desgobierna, nos está empujando directamente a una especie de acantilado sudamericano y comunistoide, desde el que se ve, que tendremos que saltar todos los que no estemos de acuerdo con los rojos éstos que nos están empujando al borde del precipicio… Parece ser que lo que quieren para nosotros es eso que se llamaba una guerra civil, y si no me creéis, preguntad a los sudamericanos que han venido huyendo de la quema, de sus países al nuestro… La izquierda es una artista en ésto del agitprop, y la derecha es una verdadera mierda en la materia.

eeen fin.

Sabéis que os quiero. 💕🇪🇸

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

SENTIR PENSANDO

Publicado el 5 de noviembre de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

Lo que en mí siente está siempre pensando. En cierto modo al dejar de sentir desaparezco… Será que pienso que mi esencia consiste tan sólo en que soy una cosa que siente. Y será por eso que pienso, que lo que yo más siento no es sentir que la vida no me dure sino que no me dure el sentimiento.

Historias de Paco Sanz ✍️

DERECHOS. INFANCIAS. LIBERTADES.

Publicado el 29 de enero de 2022.

Tenemos un montón de derechos y libertades teóricas, pero estamos tan constreñidos por una maraña tal de normas estúpidas y leyes inútiles, que en realidad disfrutamos de muchas menos de las que nos creemos. Presumimos de libertades de todo tipo, y como por arte de birlibirloque damos por hecho que tenemos también un montón de derechos gratis: a la vida, a la privacidad, a la sanidad, a viajar… Sin embargo, hace poco que asustaron al planeta entero, y sin rechistar, todos consentimos que se nos encarcelara por decreto y durante meses en un arresto domiciliario brutal, radical, fuertemente vigilado, y penado hasta con detención y multa.

Fijaros en que, pese a que con esfuerzo y trabajo cada uno ganamos nuestro parné, no podemos de ninguna manera disponer de él si primero no lo depositamos o nos lo depositan en un banco… Mientras, nos están quitando también hasta el derecho a llevar dinero físico, acostumbrándonos a que empiece a parecer algo inusual, anticuado y hasta sospechoso el mero hecho de andar por ahí con billetes en el bolsillo… ¡Faltaría más…! ¡Que escándalo eso del dinero…!

«No poseerás nada, pero serás feliz…»

Pese a que conducimos unos coches cojonudos, la mayoría de los mortales no podemos circular a más de ciento veinte kilómetros por hora en unas autopistas, por las que se podría ir con seguridad y sin problemas a casi doscientos con esos mismos coches tan chulos. ¿Entonces, para qué cojones queremos coches tan cojonudos…? Piensa, en que cada año pagas más caro el seguro, el taller, la ITV, el sello del ayuntamiento, y no te digo nada de la gasolina. Y si te fijas, cada vez hay más guardias de tráfico agazapados en las rotondas listos para crujirte vivo en cuanto te descuides un poco.

Toda una metáfora…

Tenemos también ahora una libertad sexual desbocada, alocada, absoluta, total… Hemos puesto la sexualidad en el altar del amor. En mi época era al contrario: primero te enamorabas, luego hacíamos algo de tiempo para conocernos un poco, y finalmente, te lo tenías que currar mucho y de lo lindo hasta que ella consentía… Sin embargo en estos tiempos las consultas de psicólogos y psiquiatras, los talleres de tatuaje y los quirófanos, están llenos de seres con disforia de sí mismos que para que los quieran un poco, están deseando como locos, o bien rotularse y pintarse un poco, operarse las tetas, cambiarse la nariz, estirarse no sé qué arrugas, o amputarse de alguna forma los genitales creyendo así transformarse en otra persona, aún a sabiendas que también será alguien enfermizo.

Si se supone que como demócratas en democracia gozamos de casi total libertad de opinión, expresión o manifestación… ¿Porqué tenemos entonces que modular la expresión de nuestro lenguaje para adaptarlo a esta jerigonza moña, políticamente correcta, inclusiva, feminista y hortera, y que pareciera que nos la hemos impuesto nosotros solos y tan estúpidamente…?

No podemos usar palabras tan simples y prístinas como maricón, descapullar, tortillera, enano, zorra o subnormal, ya que corremos el peligro de terminar en un juzgado acusados de machistas, de fascistas, de heteropatriarcales homófobos no inclusivos y del todo insensibles, o de vete tú a saber qué otra barbaridad… Por otro lado, y por el mismo motivo, tenemos también que llevar mucho cuidado al manifestarnos díscolos frente a tanta tontería, no vaya a ser que los tontos se den por aludidos y se ofendan.

¡Es el colmo, el colmo…!

Yo sí puedo afirmar que viví mejor infancia que la de mis padres, pero por el simple hecho de que no pasé penuria alguna ni sufrí el trauma de tener que superar una guerra civil. Hoy, mis hijas, además de tener bastantes más dificultades y menos libertades efectivas que tuve yo, han de presenciar el triste y vergonzoso espectáculo cuasi de guerra civil constante, que por pura ambición están dando esta caterva de políticos que padecemos… Recuerdo, que tanto en mi infancia como en mi juventud y hasta hace poco, guerras y delitos eran cosa de criminales y delincuentes; hoy ambas cosas son se ve que asunto de políticos. Y ahora, y con ésto de las redes y las pantallas, hasta la opinión quieren controlarnos. Todo se andará… Y la gente votando siempre a los mismos.

eeen fin.

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

DECADENCIA

Publicado el 28 de octubre de 2022.
Historias de Paco Sanz ✍️

Entramos en recesión, la decadencia de nuestro sistema se pone de manifiesto en que no podemos parar la desigualdad. La derecha ha insistido en la bondad de la igualdad de oportunidades, la izquierda en la de los resultados. Para los del centro, la de no incordiar, salir de en medio y volver a las colas.

Todos los discursos obedecen a la necesidad de aceptar por un lado el lujo que ha llegado al poder, y por otro la jerarquía de la miseria. Cuando ésta abunda, la clase media empieza a ser un lujo. Cuando la clase media rehusa la caridad a nivel personal, y nos recuerda que es el Estado quién tiene que ocuparse de los miserables, entonces está pensando solo en ella misma. La clase media occidental se desmoraliza, se pauperiza y se vuelve pesimista.

El optimista dice que vivimos en el mejor de los mundos posibles, y el pesimista le da la razón. Y es que en los pesimismos y en las igualdades hay que precisar… El pesimismo, como fuerza, tiende a desarticular, a deshacer fibra a fibra, a descomponer lo que “es” y a enseñar las cosas como son, con la intención de mostrar las razones por las cuales lo que es, es como es… El pesimismo, como debilidad y decadencia, no ve a su alrededor más que lo siniestro, el pesimismo de la debilidad quiere “comprenderlo” todo, “explicarlo” todo.

La decadencia misma no es cosa que se tenga que combatir; es absolutamente necesaria y propia de toda época, de todo pueblo. Lo que hay que combatir con todas nuestras fuerzas es la importancia de evitar el contagio a las partes sanas del organismo. No sabemos entender el lujo de la decadencia como el principio y la salud de todas las cosas. En relación al hombre, nada tiene más éxito que la decadencia. El haber podido alcanzarla por su bien, y por el bien de la especie.

¿Signos de vida? la crueldad, el fanatismo, la intolerancia… ¿Signos de decadencia? la variedad, la comprensión, la indulgencia… La decadencia, sucedáneo lúcido del progreso, permite mitigar nuestra inhumanidad, y contradecir, a favor de los individuos, alguno de los más crueles supuestos de nuestra sociedad animal.

¿Cómo saber cuándo se instala la Decadencia? cuando la gente aceptamos la futilidad y lo absurdo como algo normal. La Decadencia acelera, hay que escribirla con mayúsculas. El término decadencia no es una calumnia, es una etiqueta técnica… Después de todo, como se sostenía durante la Revolución Francesa «para encadenar a los pueblos hay que empezar por adormecerlos». ¿Y qué mejor somnífero que esta orgía de pantallas lúdicas que va corroyendo poco a poco el desarrollo más íntimo del lenguaje y del pensamiento…?

¿Cómo saber cuándo se instala la Decadencia? por las confesiones abiertas de malestar. Porque dormimos fatal. Porque aceptamos la futilidad y lo absurdo como algo normal. El término no es una calumnia, repito, es una etiqueta técnica:

Decadencia.

Historias de Paco Sanz ✍️

El perro y la vereda…

Publicado el 22 de enero de 2022.

Me acuerdo cuando me dio por hacer deporte, y salía a correr al menos un día de cada cuatro. Lo hacía por las sendas fantásticas que recorren la huerta que rodea mi pueblo, y esa tarde iba yo por la muy famosa Vereda de Los Mazones. Todo el mundo debería saber que ese camino es famoso entre otras cosas, porque tiene un hermosísimo y verdadero monumento natural en forma de ficus macrophylla gigantesco y antiquísimo, que pareciera que desde siempre lo adorna: lo engalana. Una preciosa vía verde que une Almoradí con su pedanía de Las Heredades, cruzando el corazón de la huerta por un recorrido maravilloso rodeado de huertos de naranjos y limoneros, de bancales de alcachofas y de habas, de brócoli o alfalfa.

Peeero, cada vez que pasaba yo corriendo frente a una nave industrial que dejaba a mi derecha, una verdadera bestia, comenzaba a perseguirme ladrándome todo el trayecto que le permitía el límite de la valla que perimetraba la finca y bordeaba el camino. Aquel enorme boxer atigrado no sé porqué me odiaba tanto… Todos los días me ladraba el cabrón con una ira, con una inquina y una fiereza tales, que de verdad que me daba miedo el solo pasar a menos de un par de metros de la valla, no fuese a ser que un día encontrase un agujero, y…

Debido a la costumbre de pasar por ahí día tras día dejé de hacerle caso al perro y seguía corriendo así, sin más. Hasta la vez aquélla, claro.

Ya había rebasado la finca de la nave industrial y corría dejando atrás el límite de la valla metálica, cuando me percaté de que seguía oyendo aquellos ladridos con una extraña cercanía. Sin parar de correr miré atrás, y aterrado, vi que el enorme perro atigrado galopaba por enmedio de la vereda persiguiéndome iracundo, y ganándome terreno con muchísima rapidez.

Sabía que no tenía ninguna oportunidad si seguía corriendo: tarde o temprano aquella fiera me alcanzaría, me zancadillearía mordiéndome los tobillos hasta hacerme caer, y una vez en el suelo me devoraría vivo… Tampoco me daba tiempo a llegar y salvarme encaramándome al enorme ficus que había por allí cerca.

Todo ocurrió en un momento, cuestión de dos tres segundos, y la decisión que tomé no sé si fue una locura… El caso, es que rápidamente paré en seco, me giré mirando al perro fijamente, y gritando, blasfemando y gesticulando como un loco, arranqué a correr hacia él vociferando amenazante como si un alma que llevara el diablo… Es curioso que ese breve instante de tiempo, me diese para pensar en cosas, como hasta que tendría que sacrificar mi brazo izquierdo ofreciéndoselo y que mordiese primero el perro, para luego yo, poder inmovilizarlo y estrangularlo con mi mano derecha clavándole los dedos en el cuello y rompiéndole la tráquea.

Y parece ser que la cosa funcionó, porque cuando el perro me vio yendo a por él gritando como un poseso envuelto en llamas, se ve que se lo pensó mejor, y como en los dibujos animados de Scooby Doo frenó en seco, y tardó una fracción de segundo en darse la vuelta y salir corriendo cobardón, hacia el mismo agujero de la valla por el que se había escapado persiguiéndome, bravucón.

Seguí gritándole y persiguiéndolo yo a él hasta que se refugió de una puta vez tras la valla. El caaabrón… Puto perro.

eeen fin. Gracias por leerme. 🙏

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

Prozac y similares…

Publicado el 21 de octubre de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

La medicina ha multiplicado el número de enfermos mentales. La medicina ha sustituido a la religión, donde antes abundaban pecadores hoy hay locos. Se trataba de que aceptaran al que manda, de que mantuvieran el orden por aquéllo de la salvación. Y hoy, se trata a los que les falta salud, a los que se les va la olla.

El querer ser libre del explotador dejó de ser un pecado para ser una enfermedad mental. En 1851 el médico Samuel Cartwright planteó la existencia de la Drapetomanía. El nombre provenía del griego “drapetes” (esclavo, fugitivo) y “manía” (locura, enfermedad). Se la definía como el “ansia de la libertad” o expresión del síndrome del esclavo negro por escapar de su amo blanco.

Si dices que todo va mal eres una persona normal, avispada incluso si afirmas que unas cosas van peor que otras. Si haces algo por remediar casos concretos eres una buena persona; si haces mucho, eres incluso un santo. Si dices que las cosas van mal por culpa de unos u otros eres un resentido, puede que incluso un fascista o un comunista. Si te da por hacer algo por remediar las cosas ésas que van tan mal, se te confirma que el manicomio en el que crees vivir es real… Se pasa a pensar que quizás sería bueno algo de terapia a tu respecto, y se te recomienda la visita al médico mientras de momento, y por tu bien, se restringe tu capacidad de movimientos.

Los perdedores, lenta pero inexorablemente están empezando a ser tratados como enfermos… Si intenta rebelarse le administrará un sedante. Y se convertirá en objeto de gran interés y de una gran inversión, por su bien, para que se cure. Y así, la farmacracia podrá seguir potenciando el uso desinformado de drogas legales, y promover impunemente la conformidad sobre las ilegales.

Lo que impide la riqueza, en su modalidad capitalista, son los vínculos. Es el menor o mayor dominio de los vínculos colectivos y no la mayor o menor riqueza, lo que explica la menor o mayor difusión de la depresión y la enfermedad mental en nuestras sociedades. La causa de la “epidemia” depresiva en las ciudades occidentales tiene mucho que ver con la despolitización, o, si se quiere, la personalización o privatización del conflicto social (paralela a la privatización de la sanidad, la educación o los recursos energéticos). La solución a esta epidemia, por tanto, no es el voto de pobreza sino la repolitización o recolectivización o “nacionalización” de la felicidad.

Hasta hace poco las concentraciones bajas de serotonina no señalaban una condición patológica clara. Ahora, la existencia del Prozac y similares abre las puertas a la «farmacología cosmética» o sea: la ingestión de un fármaco no por su valor terapéutico, sino porque consigue que uno se sienta «mejor que bien». Si el sentimiento de autoestima es tan crucial para la felicidad humana, ¿quién no querría tener más y más…?

Los psicofármacos permiten a la gente llevar adelante actividades ordinarias, mientras nuestra vida transcurre en medio de una rugiente desesperación, sumidos en el abismo de nuestra propia insignificancia.

Historias de Paco Sanz ✍️

SUBNORMALIDAD

Publicado el 15 de enero de 2022.

Normalidad, era percibir el verdadero cariño y la naturalidad con que mi madre, me llevaba a casa de mis abuelos para ayudarle a limpiar el culo y darle de comer a la suya con alzheimer… Estuvo haciéndolo durante dieciséis años, hasta que mi abuela se nos apagó muriendo como durmiendo cual si una niña grande acurrucada en su cama. Recuerdo su viejo cuerpecito aovillado sobre sí mismo y en posición fetal… Pesaría veintipico kilos y lo recuerdo bien porque recién muerta, mi madre me pidió con total normalidad que la tomara en brazos, y que con cuidado la acostara en la otra cama limpia que había en aquella habitación tan vetusta de mis abuelos.

Me crié y fui educado con entera normalidad siguiendo casi a rajatabla unos principios hoy tan raros, como el de que si no estudias no apruebas; el de que los castigos no se levantan porque el que la hace la paga; ése de que quien no llora no mama; el de que quien bien te quiere te hará llorar; o el clásico aquél de que la letra con sangre entra… Creo, que también tenía entonces bastante claras las principales diferencias entre el bien y el mal, y sabía de los enormes beneficios de tratar a los demás como me gustaría que me trataran a mí… Hoy lo llamaríamos empatía, religión, disciplina o no sé cómo. Pero entonces era lo normal.

La normalidad era que la puerta de mi casa estuviera siempre abierta… Las de los vecinos también lo estaban, y sólo había que apartar un poco las persianas para colarse en cualquiera de ellas.

Con toda normalidad y sólo ocho años, ya me mandaban solo a la tienda de Manolo, bien a por una botella de lejía, una bacalá seca, tal vez media docena de huevos, o cuarto y mitad de jamón serrano en lonchas… ¡Y oye, que no me engañaran con las vueltas…! ¡Y cuidado con los huevos no tengas un percance…! ¡Y sobre todo, cuidado con los coches y con las calles: primero mirar y después cruzar…!

También era lo normal a esa edad después del colegio y por las tardes, el que saliéramos corriendo a perdernos en bicicleta por las veredas de la huerta kilómetros y kilómetros… Y por ello, lo normal, era que casi siempre alguno de nosotros volviese lisiado y con algún raspón en las rodillas o en los codos: o bien por un batacazo en la bici, o tal vez por la caída desde lo alto de un árbol debido a las prisas de estar robando fruta para merendar y que te pillara el dueño.

Desde siempre, cuando estabas en la huerta ya fuese jugando o trabajando y si te estabas cagando, lo normal era que te apañaras limpiándote el culo con lo primero que pillaras ya fuesen hojas o piedras, un trozo de cartón viejo, o cualquiera otra cosa que pudiera serte útil para semejante fin… Y normal, también eran cosas como mezclar tierra y orines si te picaba una avispa y restregarte luego con el mejunje para aliviarte.

Insisto, eran cosas normales pero oye: funcionaban.

O nos revelamos, y cuanto antes, frente a tanta tontuna y tanto miedo que pareciera que nos han inyectado contra los virus, el clima, el prójimo o el futuro, o vamos a asistir a la regresión como especie más importante de la Historia de la evolución del Hombre.

Vamos pa’trás.

Y si os fijáis, la cosa se acelera porque hace sólo unos años éramos diríase que normales, y ahora y más con ésto de la pandemia parecemos casi por completo todos unos subnormales… Y por favor, entendamos el adjetivo subnormal simplemente, como todo aquéllo o todo aquél que se encuentra por debajo del umbral de normalidad respecto de una realidad determinada… No vaya a ser, que debido a la corrección del lenguaje éste de mierda y tan moña que padecemos ahora, alguien se la coja con papel de fumar, se dé por aludido, y se me ofenda.

eeen fin.

Sabéis que os quiero. 💕

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

CIRCULAR

Publicado el 5 de octubre de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

No tenéis que desear quedaros mucho tiempo como estáis, recomendaba un clásico, sino que tenéis que circular, que cambiar, que volver, como lo hacen las estaciones y ser como ellas. Insertarse en el tiempo, distinguir en qué tiempo lo haces, y hacerlo a tiempo.

Los grandes pensadores griegos, además de inventar la democracia y la filosofía, introdujeron tres palabras diferentes para referirse al tiempo: kronos, aión y kairós. Kronos era el tiempo del cosmos, el de la duración, el de la sucesión, el del antes y el después. Aión correspondía al tiempo circular, el de lo que termina y vuelve a empezar, el tiempo repetitivo de la naturaleza, el del paso cíclico de sus estaciones, el del aliento vital. Por último, kairós definía el tiempo de la oportunidad y de la inspiración, el del momento adecuado, el del acontecimiento especial, el que aparece sin avisar y al instante se desvanece.

La vida es ondulante, hay cosas que fluyen y cosas que circulan en ella practicando un todavía no a la entropía, a la muerte. La energía fluye a través de los ecosistemas, mientras que los elementos pueden circular (ciclar) en el interior del sistema. En nuestra sociedad, ésto es tan acusado que se dice de ella que es líquida. Que se adapta al recipiente que la contiene.

Antes los guardias cuando parabas el coche donde no debías te espetaban: ¡Circule…! Ahora es la inteligencia artificial la que nos insta a circular. La pertenencia a una comunidad virtual es epifánica, en el sentido de que genera la ilusión de trascender los límites físicos de una realidad social concreta, y de que proporciona una variedad de recompensas emocionales a los usuarios cuando se encuentran e intercambian contenidos. Pero es también entrópica, porque les sumerge es el espacio vacío del hiperconsumo agitado por una incesante circulación de sonidos, textos, imágenes, comentarios, que reclaman ser modificados, reenviados y revinculados.

El bienestar del estado de bienestar tropieza no con la inteligencia sino con la vejez artificial. La prolongación ortopédica de la duración de la vida es un triunfo humillante de la medicina. En la mayor parte de los casos esas enormes cantidades de vejez que vemos carecen de viejos, de auténticos viejos, de viejos que no sean productos del artificio. Y una característica de la vejez artificial es la privación de la sabiduría: no hay mas que un mayor número de dementes en circulación, normalmente inofensivos.

Los números se han puesto a circular como locos, mucho más deprisa que el dinero, y el dinero mucho más deprisa que las mercancías. La mayor parte de compras de títulos, se hacen a base de una creación monetaria puramente electrónica por parte de los bancos centrales, sin fabricación ni circulación de billete alguno. Es mejor situarse de entrada en un cuadro de economía monetaria enteramente digitalizada, si se quiere entender algo. La moneda existe únicamente de un modo virtual en la memoria de los ordenadores de los bancos, y todas las operaciones están reguladas electrónicamente y por tarjetas de crédito.

Cuanto más deprisa circula todo, más ricos nos sentimos.

Historias de Paco Sanz ✍️

…de aquellos rojos estos rojos.

Artículo publicado por Jesús Laínz. Libertad Digital. 2022-01-02

Wenceslao Fernández Flórez escribe en julio de 1936:

«…Cuando se anunció oficialmente que se daría armas al pueblo comprendimos que ningún poder sería capaz de contener la catástrofe.»

Wenceslao Fernández Flórez (1885-1964)

«…la descripción más cruda del terror rojo.»

El coruñés Wenceslao Fernández Flórez, el más insigne representante del periodismo literario español del siglo XX junto a su paisano Julio Camba, sustituyó su inicial vocación médica por el periodismo cuando empezó a colaborar con varios periódicos gallegos antes de haber cumplido los veinte años. De allí saltó al ABC, para el que publicaría desde 1914 hasta 1936 una larga serie de crónicas parlamentarias por las que consiguió renombre en toda España.

Apasionado de su tierra natal, consiguió que la Real Academia reconociera la categoría de lengua para el gallego, hasta entonces tenido por dialecto, y defendió infructuosamente que Emilia Pardo Bazán fuera la primera mujer académica. Sus primeros relatos fueron ilustrados por Castelao, patriarca del nacionalismo gallego, con quien le unió una buena amistad a pesar de sus diferencias ideológicas. En 1926 fue galardonado con el Premio Nacional de Literatura por su novela Las siete columnas.

Como plasmaría por escrito, «recibí en mi instrucción y mis ideas el influjo liberal en el que fuimos educados todos los hombres de mi tiempo». Viajó a menudo por Europa y se declaró admirador de los gobiernos progresistas de los países escandinavos y Holanda. Las elogiosas páginas que dedicó a ésta, a la que consideró una «nación ejemplar», le merecieron la concesión de la orden de Orange-Nassau. Aunque partidario de Antonio Maura y defensor de la Monarquía, cuando arreciaron los ataques contra ella aprovechando los destronamientos de 1918, no ahorró críticas a un régimen podrido por el caciquismo, los enchufes, las desigualdades sociales, la mediocridad de los políticos y la ineficacia del Parlamento.

Si bien recibió en 1935 la Medalla de Oro de Madrid y la Banda de la República, en sus crónicas parlamentarias reflejó su creciente rechazo al nuevo régimen. El 2 de abril de 1936, un mes después de la victoria electoral fraudulenta del Frente Popular, señaló con desesperanza que, debido a la conjunción de la censura de prensa y el creciente caos, el tiempo de la reflexión política había dejado paso al de la crónica de sucesos:

La literatura política está desbordada. No tiene sabor, ni color, ni olor, al lado de la fuerte rudeza de los acontecimientos. La censura hace imposible dar a los artículos el tono que necesitarían los momentos que vivimos (…) Estamos más allá de toda teoría; estamos en plena acción (…) Los ingenieros son incapaces de construir diques en el instante en que sobreviene una riada. Los hacen antes o después del aluvión, pero si se dedicasen a poner piedrecitas y argamasa entre los irritados remolinos, perderían el material y el tiempo.

En las páginas que dedicaría a recordar aquellos meses previos a la guerra, describió la violencia en las calles, las denuncias falsas, las detenciones de coches a punta de pistola para que sus ocupantes pagasen tributo al Socorro Rojo, como sufrió personalmente el presidente Alcalá-Zamora, los asaltos a comercios, el saqueo de viviendas, la ocupación de fincas, el arbitrario envío a prisión de personas de bien «mientras que sus huéspedes habituales ocupaban los cargos públicos».

Pero lo más grave era que no se trataba de desmanes perseguidos por los agentes de la ley, sino que éstos amparaban los crímenes y la voz cantante de la revolución la llevaban los políticos del Frente Popular:

Una mayoría parlamentaria en la que había hombres procesados por robo, histéricos, analfabetos, energúmenos, estorbaba cualquier discusión con el rápido gesto de sacar la pistola del bolsillo (…) Y la sangre corre bajo la complacida mirada de los ministros, de la Policía, de los periódicos que trafican con las ideas, de una muchedumbre inmensa de hombres envenenados de rencor.

El infierno se desató cuando el 13 de julio agentes de Prieto asesinaron a Calvo Sotelo y el 18 se rebeló el ejército.

Fernández Flórez, perseguido por los frentepopulistas, tuvo que esconderse durante un año. Sus peripecias quedaron reflejadas en varios artículos publicados en el lisboeta Diário de Notícias en los meses siguientes a su huida, artículos que fueron recopilados en el libro O terror vermelho, publicado en 1938 en portugués y nunca traducido al español. Pero sirvió de base para la novela Una isla en el mar rojo, cuyos personajes ficticios recrearon sus propias andanzas y para la que empleó numerosos párrafos textuales de sus artículos portugueses.

En ellos había explicado que lo suyo no tuvo nada de especial puesto que desgracias parecidas les sucedieron a muchos otros miles que se vieron perseguidos por los motivos más insospechados, ya que «cuando se anunció oficialmente que se daría armas al pueblo comprendimos que ningún poder sería capaz de contener la catástrofe».

De repente, el populacho típico de todas las revoluciones se extendió por Madrid: infrahombres sucios de ceño asesino; mujeres hienas, vociferadoras y desgreñadas, que llevaban en los ojos la alegría de poder matar; chicuelos alborotadores, orgullosos del revólver que habían conseguido pero cuyo mayor placer eran las llamas de los incendios; toda la gentuza que sufre de fealdad física o espiritual; la que lleva las serpientes de la envidia en el caduceo de su impotencia; la que representa un salto atrás, el salto del aborigen bestial que da proporcionalmente cada generación (…) Las terribles furias de la Revolución Francesa fueron superadas por estos monstruos. Tantos horrores me hicieron comprender perfectamente que las personas que viven en un medio normal en el extranjero supondrán que son invenciones y que, cuando hayamos desaparecido los que vivimos esta verdad tremenda, las generaciones que lleguen después considerarán estos hechos, lamentablemente exactísimos, como exageraciones de un partidismo inflamado.

Y comenzó la purga de periodistas de diarios derechistas como ABC, El Universo, El Debate y El Siglo Futuro, sacados de sus casas y asesinados, algunos previa tortura, como sus compañeros del ABC Víctor Pradera, Honorio Maura, Álvaro Alcalá Galiano, Federico Santander, Manuel Bueno y el subdirector Alfonso Rodríguez Santamaría. Así describió Fernández Flórez al personal que llenó el vacío:

Desde el primer momento se apoderó de los periódicos una gente audaz, impaciente y cruel que surgió entre los propios empleados y del enorme depósito de fracasados que siempre ha habido en cualquier profesión (…) Periodistas de medio pelo y juntaletras que, o por su indigencia mental o por su moralidad desacreditada, siempre habían encontrado desdeñosas e inaccesibles las columnas de los grandes diarios se apresuraron a tomarlas al asalto en aquella orgía de incautaciones que decretaba cualquiera: una asociación, un grupo, un hombre, el Gobierno… el que primero llegase con la pistola en la mano o la escopeta en bandolera.

Estos nuevos amos de la prensa y la radio, tanto desde los periódicos incautados como desde los órganos tradicionales de la izquierda, dirigidos por Araquistáin, Prieto, Álvarez del Vayo o Largo Cabllero, se dedicaron a agitar el odio y a señalar las personas que debían ser eliminadas. Como también experimentaron personalmente Ortega y Marañón, «ser citado en esos periódicos equivalía a una sentencia de muerte. ¿Vive aún Fulano? –preguntaban. –Y el cuerpo exánime de Fulano aparecía al día siguiente en cualquier lugar de las afueras»:

En sus almas había un odio profundo, amargo, doloroso, nacido del recuerdo de sus continuos fracasos. Y expresaban ese odio con una atención inicua sobre los que, iluminados por el claro sol de la celebridad o por el más pálido rayo de la popularidad, los tenían ocultos bajo su sombra (…) Sus discursos eran incitaciones iracundas, insultos contra todos y contra todo (…) Ninguno de ellos conseguía decir algo interesante, pero bajo el fervor de su odio se les notaba un orgullo infantil por hablar al público a través de aquel medio prestigioso y científico de la radio. La novedad de esta oratoria consistía en la inclusión de palabras soeces pronunciadas sin embarazo y con ostentación (…) La máxima crueldad en los discursos radiofónicos y los artículos de prensa, las más feroces incitaciones al crimen, pertenecieron a una mujer: la judía alemana Margarita Nelken.

A los dirigentes izquierdistas les culpó del horror provocado por el veneno de sus palabras, inspiradas en el bolchevismo ruso:

Las ideas eran rusas, los procesos eran rusos; rusos eran los hombres llegados para dirigir las matanzas; rusas las armas, rusos los nombres que se invocaban, las denominaciones de las brigadas, los originales de los grandes retratos que presidían sus reuniones (…) Aquellas multitudes entonaban La Internacional y un himno que decía Somos los hijos de Lenin. Y su ¡No pasarán! era francés. Yo vi por las calles de Madrid, en pleno verano, milicianos orgullosos de ostentar gorros rusos de piel y blusas de mujik. Decir ¡Viva España! era un grito subversivo. Todo era Rusia. No había nada más que Rusia.

De aquel «envenenamiento de las ideas» surgió el 19 de julio la «fauna de la revolución»:

Larvas de hombres, de mujeres, de niños, cubrieron Madrid en aquel día sin olvido. Greñas, muecas, garras, mugre, rugidos, ojos de fuego, rostros asimétricos, cuerpos tarados… Hervían. Salían de todas las esquinas, de todos los sumideros; eran los gusanos de una súbita putrefacción de Madrid. ¿Habían estado siempre allí sin que los viésemos o surgían de cada palabra malvada que hacían caer sobre Madrid por el surtidor de la radio los canallas de aquel oprobioso gobierno? Legiones satánicas, amasadas con odio, con pus, con la animalidad más baja; semblantes de capricho goyesco probaban que entre la bestia y el hombre hay un eslabón que aún no se ha perdido.

Consciente de que «mis comentarios a las sesiones parlamentarias habían herido muchas vanidades fustigando aquel rebaño de abogaduchos y de advenedizos engreídos», salió de su domicilio a tiempo para no ser detenido por los milicianos. Así comenzaría una larga escapada de escondite en escondite, acogido por amigos cuyas vidas ponía en peligro y finalmente refugiado en las embajadas argentina y holandesa.

Las legaciones extranjeras en Madrid llegaron a acoger once mil refugiados, incomunicados y sin poder poner un pie fuera de sus puertas, algunos de los cuales sólo pudieron empezar a ser evacuados ya avanzado 1937; otros muchos tuvieron que esperar a la entrada del ejército de Franco. Más suerte tuvieron los catalanes, que en cantidad cercana a los cincuenta mil consiguieron embarcar hacia Francia e Italia.

Tras mil peripecias, narradas como crónica en O terror vermelho y como novela en Una isla en el mar rojo, en julio de 1937 consiguió llegar a Francia en un coche del consulado holandés. Tras dejar atrás doce largos meses de angustia, puso su pluma al servicio de la causa rebelde tanto en las páginas de sus libros como en las del ABC de Sevilla. Allí publicó numerosos artículos dedicados a homenajear a figuras como Sanjurjo y José Antonio, al que consideró un mártir de la patria adelantado a un tiempo que no le comprendió; a agradecer a los países extranjeros, especialmente los hispanoamericanos, el refugio dado a tantos miles; a vituperar al gobierno francés por su apoyo militar y diplomático al bando republicano; a burlarse de «los burgueses simpatizantes de la República que echaron a correr y todavía siguen murmurando ¡No era esto… no era esto!; a acusar a los dirigentes republicanos de enriquecerse con el producto de sus rapiñas mientras sus seguidores daban su vida en defensa de una República abandonada; y a rechazar los intentos de mediación internacional para alcanzar una paz negociada:

En España están en lucha dos principios antitéticos e inconciliables en toda su eternidad, que no pueden ni combinarse ni disolverse el uno en el otro. Es el bien y el mal, el odio y el amor, el ser y el no ser de España. No podemos decir: bueno, pues vamos a ser un poco de bandidos. Ni tampoco: nos resignaremos a estar un poco muertos (…) España no se podrá rehacer sin el triunfo.

Pero la alegría del triunfo no aplacó su dolor, como reflejó en la frase de Léon Bloy con la que encabezó Una isla en el mar rojo: «El sufrir pasa; el haber sufrido no pasa jamás». Ni sus opiniones políticas ni su consideración del ser humano volverían a ser las mismas. Del marxismo, con el que nunca simpatizó, poco más pudo decir:

El marxismo es la religión de los envidiosos, de los fracasados, de los inferiores, y como no pueden ascender hasta lo bueno, buscan la igualdad rebajándolo hasta su propio nivel. Son los gusanos burlándose de las aves y decretando que nada hay de mejor gusto que arrastrar el vientre sobre la tierra.

Pero su crítica no se limitó al marxismo:

Hay algo en lo que no puede creer ya nunca un hombre que haya vivido en cualquier sitio de la España roja: la posibilidad de una democracia. Hay algo de lo que no volverá a oír hablar sin escepticismo: las innatas virtudes del pueblo (…) Porque la masa es imbécil. Y como la masa es imbécil, la democracia es imposible (…) Pasarán muchos años y acaso los hombres vuelvan a hablar en serio de esas mentiras: pero nosotros, los que hemos visto, sabemos durante todo el para siempre de nuestras vidas lo que es un pueblo entregado a sí mismo.

Al terminar la guerra volvió a Madrid, pero no halló alegría en ello porque «aquel sufrimiento fue tan grande, que hasta su sombra es un intolerable sufrimiento. Yo he buscado en Madrid mi sonrisa, y no la encontré». Y en varias de sus obras posteriores, tanto librescas como periodísticas, reiteró que los meses pasados bajo el terror rojo le habían cambiado para siempre:

Esa innumerable legión de fantasmas con los ojos arrancados, con las lenguas cortadas, con los pies y las manos atravesados por los clavos de la crucifixión, con los sudarios de las llamas que los quemaron, con el gesto enloquecido de los enterrados vivos, con los cráneos, los pechos, los vientres acribillados por las balas de las fieras asesinas, tiene ya su parcela en el campo de los horrores de la Historia humana (…) En realidad, yo he sido muerto violentamente. Muchas creencias que anidaban en mi espíritu no existen ya; mis ideas acerca de los hombres y de los pueblos se han modificado en sus raíces; las concepciones de antes, fruto de lecturas y experiencias, fueron desarraigadas y sustituidas por estotra experiencia más brutal, más profunda, más amplia, más aleccionadora (…) Mucho murió y mucho nació en mí. Nada hay que enseñe y fecundice tanto como el dolor (…) Cuando revivo, como ahora, lúcidamente todos aquellos horrores, me pregunto a mí mismo si de verdad podré volver a encontrar alguna vez en mi corazón fe suficiente para estimar de nuevo a los hombres. Y me temo que, por muy larga que sea mi vida, ya no podrá ser, nunca más, nunca más…

… eeen fin.

…..

Artículo publicado por Jesús Laínz. Libertad Digital. 2022-01-02

https://www.libertaddigital.com/cultura/historia/2022-01-02/jesus-lainz-wenceslao-fernandez-florez-la-descripcion-mas-cruda-del-terror-rojo-6851480/

Diógenes. El síndrome.

Publicado el 30 de septiembre de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

Se ha levantado un gran viento, he oído un ruido extraño cerca de mí, era una papelera que gualdrapeaba. Gualdrapazo es el sonido del golpe que dan las velas de un buque contra las jarcias. El plástico negro inflado hacía el mismo ruido que una vela no calzada. Parece que estuviera diciendo adiós a una época. Nadie había tirado nada en la papelera desde hacía días, bienvenidos al deconsumismo.

Se habla mucho del decrecimiento pero eso empieza por el deconsumo, y conduce al final de nuestro sistema de vida. Cómo se hubiera reído Diógenes si hubiera sabido que el síndrome que lleva su nombre, intenta definir la tendencia de ciertos enfermos a no tirar las cosas. Si las tiramos en vez de mantenerlas, defenderlas, arreglarlas… se podrán comprar otras, y no peligrarán nuestros puestos de trabajo ni el producto nacional, así, a lo bruto.

La ideología del usar y tirar se insinúa en todas partes como un veneno. Todo puede volverse desechable, incluso el funcionamiento de la sociedad y las instituciones. La extensión ilimitada del usar y tirar puede llevarnos pronto a pensar que los matrimonios, la ciudadanía, y las demás relaciones personales y sociales son artículos desechables, como los kleenex. El último estadío no es otro que la obsolescencia del hombre mismo.

Hace treinta y pocos años, cuando era más tonto que nunca, me compré un cámper; entonces era hippi, claro. Mis hijos estaban totalmente en contra. Lo tengo aún, lo defiendo, y se lo dejo al primero que me lo pide. Ha hecho más de medio millón de kilómetros. Mañana mi Santa y yo volvemos a la montaña con él. Lo usaremos como comedor y sala de estar durante unos días, porque ya estamos un poco mayores para dormir en él.

Mis hijos, además de no fiarse de mí como conductor, creen que el coche está para el arrastre; que así se decía de los toros que hay que retirar de la plaza. Ahora que nos hemos quedado de nuevo en pareja, el cámper solo alcanza a cobijarnos mientras llega la noche en los bosques de alta montaña. Pero ¿llevarlo al desguace? ni de coña.

Es como el tonel del viejo griego.

A Diógenes se le atribuyen muchas cosas; bueno ¿y qué? también al Cid y a Jesucristo. Pero las del cínico siempre me han gustado; el que ahora se use su nombre para plantarle cara al poder me encanta. Las pautas del diálogo cínico representan, a diferencia del socrático, una forma más atrevida de libertad de expresión. La parresia, por la que el ciudadano se dirige al poder sin sumisión, con la admirable impertinencia con la que Diógenes le dijo a Alejandro aquéllo de que se apartara para no taparle el sol… La paradójica unión del cinismo con la solidaridad es una de las claves de la vida vivida como arte. Hoy, debería ser el negarse a salir de compras.

En cuanto a lo de quedarme en casa y dejarme a mis años de emboscaduras, recuerdo a los que aconsejaban a Diógenes: “eres ya viejo: de ahora en adelante, descansa.” A lo que él les contestó: “¿si participara en una larga carrera, al aproximarme a la meta debería por ventura aflojar el paso? ¿No es entonces, más bien, momento de forzar la marcha…?”

Historias de Paco Sanz ✍️

¡Si me queréis, no irse…!

Publicado el 9 de enero de 2022.

A los del grupo éste.

Es mucho, el tiempo que llevo dando follón por ahí por el mundo y metiendo la pata por aquí y por allá. Y no te digo nada de las veces que me equivoco desbarrando en público desde que empezó ésto de la red, de las redes.

Por todo ello he más que de agradeceros, el hecho de que me hayáis permitido el atrevimiento de juntaros aquí, sólo para daros por saco una y otra vez con cosas mías, durante tanto tiempo ya, y encima sin poderos invitar físicamente ni a una triste caña… Cara dura la mía. Pero convendréis conmigo en que este medio tampoco es que propicie ciertas cercanías, aunque otras ya vemos que sí, porque aquí estamos sentados, charlando… ¿No…?

Ya os veré en un bar.

Es chocante.

Si os fijáis y dado cómo de raro está el mundo, el hecho de que no me hayáis mandado a paseo al molestaros constantemente con ésto de mis historias en un folio, es también algo significativo, enriquecedor, valioso… No sé para vosotros pero sí para mí. Y todo un detalle por vuestra parte. Soy tan follonero, y es tan fácil mandarme a la mierda y bloquearme por aquí por las redes, que me gustaría daros a todos un abrazo no virtual por el simple hecho de que hasta hoy, no lo hayáis hecho.

eeen fin.

Tenedme paciencia. También se la pedí a ella en una de nuestras primeras citas cuando tras besarla le supliqué aquéllo de «…No quiero que te vayas. Tenme paciencia…»

No sé si me queréis a lo Lola Flores, pero vosotros, no irse.

😂🤣 Os quiero 💕

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

IDIOMAS. TRADUCTORES.

Publicado el 19 de septiembre de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

La lengua materna de mi madre y la de mi padre no coincidían. Más tarde estudié fuera de mi país, y tuve que aprender dos más. Habida cuenta que tenía una cierta facilidad me dió por estudiar otras dos de las que nunca supe gran cosa. Siempre me ha parecido que mejor una y bien que tantas a medias. Lo de ser políglota no es algo de lo que estar orgulloso. Uno se aficiona al pensamiento débil, a los mensajes aproximados, a no profundizar, a ignorar los detalles, los matices de los sinónimos.

Ya me hubiera gustado más que mi segunda lengua hubiera sido la música y la tercera las matemáticas, que poder decir siempre las mismas tonterías solo que en otro idioma… La razón de que los niños aprendan un idioma en un año o dos es sencillamente porque se sumergen en un medio ambiente. Educacionalmente no hay motivo para que a la música y a las matemáticas, no pueda dárseles la misma codificación medioambiental y aprenderse con la misma rapidez y facilidad.

Lo bueno de saber idiomas a medias es que todo lo encuentro mucho más poético. ¿Hay por ventura algún placer estético más elevado que leer poesías en una lengua que no se domina por completo…? El pensamiento aparece envuelto en una especie de ligera gasa que se adapta admirablemente a la poesía; las palabras, cuyo trivial significado, cuando uno conoce el idioma a fondo afectan algunas veces a las imágenes reales que tratan de representar, conservan su sentido puro y elevado haciendo que la armonía de la composición quede así más fuertemente impresa en el oído.

Otra buena cosa, es que uno casi sin darse cuenta se convierte en traductor. Sin embargo hay expresiones intraducibles; me doy cuenta de ello porque cuando las suelto, las pienso siempre en el idioma en el que las aprendí. Como si hubiera un idioma común que incluyera palabras en muchos idiomas. La tarea del traductor consiste en encontrar en el idioma en que traduce, aquélla intención que despierte un eco del original. La traducción llama al original a aquellos lugares donde el eco en el idioma propio, pueda hacer resonar una obra escrita en un idioma extranjero. Pues su labor da cumplimiento al gran motivo de una integración de los muchos idiomas en uno solo, verdadero.

Para entender hay que traducir; en la guerra el primero que traduce lleva ventaja, y el que deja de traducir empieza a perderla. Comprender es traducir. Sin traductores todos seríamos como islas. He conocido escritores obtusos e incluso estúpidos; sin embargo todos los traductores sin excepción que he conocido eran inteligentes, y a menudo más inteligentes e interesantes que los autores a los que traducían. Hay más reflexión en la traducción que en la “creación”.

No sé lo que quiero decir hasta que me encuentro diciéndolo, como aquella niña que fue requerida a pensar lo que decía y contestó: ¡Hasta no oír lo que digo no sé lo que pienso! Y es que acerca de lo que estoy diciendo, acerca de lo que me encuentro escribiendo, traduciendo, tengo dudas de lo que pretendo decir… Somos todos más poetas de lo que pensamos.

Historias de Paco Sanz ✍️

¡Qué contento estoy…!

«Al trabajo, no te lleves ni el corazón ni los cojones; llévate sólo el cerebro y el bolsillo. Sé lista…» Los amigos surgen solos.

Mi hija pequeña ha conseguido su primer trabajo alimenticio y resulta que parece ser que le va como anillo al dedo. Desde bien pequeña, una de las cosas que siempre decía que le gustaría ser de mayor es maquilladora; y va, y encuentra su primer trabajo en una de las mejores empresas del sector. Ella está contenta y yo también… Lo importante, es que no deje sus estudios y que siempre siga teniendo ambición -positiva eso sí- pero para ir superándose a sí misma. Porque muchas veces nuestro principal enemigo somos nosotros mismos, nuestra forma de vernos, nuestro propio ego.

Confío en ella, y sé que, como de momento no tiene que pagar hipotecas ni otras mierdas, será lo suficientemente lista como para ahorrar como mínimo la mitad de lo que gane si no quiere quedarse sin un céntimo.

Cada vez que me quedo mirándola las pocas veces que puedo disfrutarla conmigo, veo una chica maravillosa con unas posibilidades infinitas. Veo, una niña evolucionada, transformada, metamorfizada en una bella mariposa que vuela y vuela por ahí…

eeen fin. Que la quiero mucho 💞

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

ALICANTINO, BORRACHO Y FINO

Publicado el 6 de enero de 2022.

Ahora, parece ser que el bicho raro soy yo.

Si la próxima batalla parece ser que será la del lenguaje, el español ya la tiene ganada de antemano porque se puede hablar mucho, muy claro, y con mucho tino en ésta nuestra lengua… Te puedes hasta cagar en la puta madre que parió a algunos políticos con una facilidad pasmosa, y a la vez, puedes explicar tus porqués con una precisión lingüística que ya querrían para sí casi todas las otras lenguas principales del mundo.

Tan solo soy un alicantino ubicado tan al sur de la provincia que le pilla más cerca la ciudad de Murcia que la de Alicante, pero que ama su tierra natal porque tiene el privilegio de haber nacido y de vivir todavía, en Almoradí: pueblo principal y corazón de la hermosísima Comarca de la Vega Baja del Segura, sita al sur de la provincia… Por todo ello, convendréis conmigo en que soy tan alicantino como lo puedan ser el Castillo de Santa Bárbara, el Peñón de Ifach o la isla de Tabarca. Que tan alicantino soy yo como lo son las calas de Jávea, los rascacielos de Benidorm, las cuevas de Canalobre o las playas de Torrevieja… ¿No…?

Alicantino, borracho y fino.

Al menos yo, desde siempre he entendido muy bien el valenciano aunque nunca lo he hablado. Es éste un idioma simpático, gracioso y muy amable al oído porque si bien es verdad que se come muchas de nuestras terminaciones sonoras, tiene a la vez la virtud de ser entendible por cualquier hablante latino con sólo que se le ponga un poco de cariño y algo de oído… Algo así también le pasa al italiano o al gallego, o al portugués: son idiomas amigables, amables y cercanos, reconocibles y que se hacen entendibles, comprensibles… No así el francés, ahora tampoco el catalán, y no digamos nada de la barbarie léxica del alemán o del euskera.

Los giros y vericuetos expresivos que nuestro lenguaje proporciona imagínatelos en euskera… ¡Jáaajaja…! Serían imposibles. Fíjate en cómo hablan de mal ahora los vascos cuando otrora fueron cumbre manejando el español: se han convertido en bárbaros lingüísticos empecinados en hablar como trogloditas serbios… Como también han hecho los catalanes, se han empeñado tanto en diferenciar sus fonemas para que no suenen a nada español, que para cerrar sus acentos y así parecer como extranjeros cuando hablan, lo que parecen ser son gilipollas hablando… Hablan en realidad, para que no les entendamos. Y sí, ya sé que gilipollas podemos parecer todos en un momento dado, pero no me negareis que ellos lo parecen muy especialmente y con demasiada frecuencia. ¿No…?

Recuerdo cuando trabajaba al norte de Castellón y me tenía que hacer entender sí o sí, charlando con cualquiera en valenciano en español o en catalán, y lo hacía con total normalidad, cordialidad y amabilidad. No como ahora. Luego, empecé con lo del inglés…

Por eso, siendo como soy tan del sur de Alicante, no entiendo ésto de que ahora deba yo de hablar un idioma distinto al que se habla en Murcia, y que encima tenga que hacerlo sólo porque me lo impongan desde Valencia.

— ¡Manda huevos…!

eeen fin.

No sé si se me entiende… 🤔

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

….

Ni sonrisas, ni caras…

Publicado el 8 de agosto de 2020.

Historias de Paco Sanz ✍️

Eso de no poder ver la boca de la gente… iba a decir que jode un huevo, pero voy a dejarlo en que es una putada. Parece que estemos rodando una película de extraterrestres; cuando alguien se ríe parece que lo haga con sordina, y la verdad, necesito ver cómo la gente se ríe, incluso la gente con la que me cruzo por la calle, porque “Tu risa me hace libre,/ me pone alas/ soledades me quita,/ cárcel me arranca. / Boca que vuela,/ corazón que en tus labios/ relampaguea”. Hay en la cara algo luminoso que no se encuentra en otras partes del cuerpo.

En cuanto a lo de no ver poder ver sonrisas o caras enteras voy a dejarme de calificativos. Hoy una persona que hace más de veinte años que no veía me ha reconocido. “Pero si iba con mascarilla y sombrero”, le he dicho. “Ha sido por los ojos”, ha contestado. Pues menos mal que no llevaba gafas de sol, he pensado, si encima llevo gafas de sol no me reconozco ni yo. Tengo que empezar a sonreír más sinceramente, quiero decir con los ojos, con el orbicular de los ojos, para dejar ver al otro que estoy sonriendo. Se nos van a acabar poniendo ojos de bocazas.

Me ha dicho mi prima, que está pasando unos días en una playa de cuyo nombre mejor no acordarse, que los vigilantes de la playa usan drones para ver quién no lleva mascarilla, aunque esté a cincuenta metros de cualquier otra persona. Para poder reconocernos es posible que tengamos que incorporar a nuestra mascarilla una matrícula. Que con saber de nuestro móvil igual los algoritmos que nos tutelan no tengan bastante.

Lo que cuesta es llevar la boca cerrada dentro, cuando podamos volver a ir sin mascarilla a alguno se le habrá quedado cara de tonto, de tanto ir por la vida con la boca abierta para poder respirar. De momento cuando voy por la calle parece que volviera a tener que trabajar, gran parte de mi vida ha sido entre enmascarados. La gente a la que no puedo ver la cara me parece más amenazante, menos amable.

Tendremos que volver a apreciar la sonrisa arcaica, esa expresión profunda de amabilidad, que despierta allí donde la cara rompe su rigidez, se hace “carente de límites”, se transforma en una especie de “cara de nadie”. La amabilidad arcaica está despojada de toda interioridad, no conoce ningún tú enfático. Nos hemos vuelto todos malcarados de repente.

Algunos investigadores han informado de que una cara enojada “sobresale” entre una multitud de caras de felicidad, mientras que una sola cara de felicidad no sobresale entre una multitud de caras enojadas. En el cerebro de los humanos y de otros animales hay un mecanismo diseñado para dar prioridad a los eventos malos. Reduciendo en unas pocas milésimas de segundo el tiempo necesario para detectar la presencia de un predador, este circuito mejora las probabilidades de que el animal viva el tiempo necesario para reproducirse.

Historias de Paco Sanz ✍️

La trinchera infinita…

Publicado el 2 de marzo de 2020.

Más de lo mismo… Después de verla, no puedo evitar dos formas de afrontar una crítica seria a esta película: la primera, como un impecable ejercicio cinematográfico en lo visual; y la segunda, como un ideológico y paupérrimo pastiche cinematográfico en lo intelectual.

Bajo la primera de las perspectivas la película es más que buena. Pero casi sólo, por el detalle del acierto en la elección de mi tocayo el actor principal, un verdadero genio. Un artista comecámaras que absorbe cualquier historia haciéndotela real, creíble (os recomiendo que veáis Balada triste de trompeta) Este monstruo interpretativo es capaz de dar vida a casi cualquier cosa, y dotarla de una tensión interior y de una verdad que pocos actores consiguen. Por otro lado está ella, Belén, que es el contrapunto de toda la historia. Magnífica ella… Con estos actores, y poco más de mil pavos, también podría hacer yo una buena película…

Pero por otro lado, si analizamos la película como ejercicio cinematográfico en lo intelectual, ésta se deshilacha como los intelectos de quienes hayan financiado semejante panfleto ideológico de casi dos horas y media… Menos mal, que yo lo que he visto es una copia pirata excelente y no he pagado un céntimo por ella.

Las simples definiciones de palabras al inicio de las escenas, como en el cine mudo; cual si fuésemos ágrafos o lelos… Esos tres polvos mal echados y como a destiempo en el relato de la historia. O el cartero maricón que se hace amigo suyo: su único amigo en toda la película.

¡Y qué mala siempre la Guardia Civil…!

Mediocre en el plagio de recursos técnicos manidos; torticera en sus diálogos; y vulgar en el lenguaje, por el abuso de unos acentos cerrados en exceso en el habla de los personajes, cosa que provoca un verdadero desperdicio de lo que esa historia habría podido ser… Partidaria, sectaria. En ningún momento habla ni de errores ni de perdón. Ni de evolución. Ni de España… Al final, el protagonista, un felón, se va a esperar a la puerta de la casa de su vecino, otro felón. No lo sabemos, pero todo parece que para vengarse… Una buena historia pero una mieeerda de relato revanchista de malos y buenos. Un asco más del cine rojo español éste de ahora.

🙄😳 …Y para colmo la aparición del fantasma del guardia civil -violador y asesinado por el protagonista- diciéndole lo héroe que en el fondo había sido por no suicidarse durante su encierro.

eeen fin. ¡Qué asco de rojos…! 💕🇪🇸

Una filfa, un mejunje, metralla ideológica para que os atontéis más todavía. Ir metiéndoos los Goya por donde os quepan… Una película muy a tener en cuenta si nos queremos parecer a algo así. O si queremos seguir así, en este agujero:

El relato revanchista de la izquierda.

Que no nos engañen.

💞💞

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras

Sinsonte y Pelafustán

Publicado el 17 de septiembre de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

Hay cada vez más autores de artículos y menos lectores. El saber se fragmenta y esterotipa: para triunfar como investigador lo mejor es saber no mucho sobre casi nada y no salirse de los cauces metodológicos establecidos. El impulso renovador que resulta del mestizaje entre disciplinas sólo se produce muy raramente. Un investigador de prestigio, puede ser un personaje profundamente inculto que ni siquiera haya reflexionado sobre las conexiones entre la parcela que cultiva y el conjunto de su área, y no digamos entre ésta y las demás, ni en la relación de lo que hace con las necesidades de la sociedad… Estos peligros no son sólo de ahora ni de aquí; ya advertía Ortega, y eran muy otros los tiempos, sobre el riesgo de que cualquier sinsonte e incluso cualquier pelafustán pudiera alcanzar fácilmente posiciones de influencia en la universidad.

Se publican tantos artículos científicos que necesitamos algoritmos artificiales para saber de algo que te interesa, que es original y que ha pasado la revisión de los pares (peer review). Y cuando hay tanto publicado sobre un tema, es como cuando le preguntas algo a un filósofo: enseguida te olvidas de qué has preguntado.

En la historia de los descubrimientos, lo primero que se averigua no parece que vaya a servir para nada. Como cuando Volta le presentó la primera pila a Napoleón. El emperador preguntó: “¿para qué sirve…?” Para nada, claro. Luego, alguien encuentra en aquél primer descubrimiento algo que enlaza con otros parecidos o responde a otras preguntas que se pueden aplicar a algo. Luego llegan los ingenieros, los artesanos, los inversores, los vendedores… Y es posible que eso lleve a nuevas maneras de considerar la realidad, porque sin el microscopio o el telescopio la cosa sería una muy otra. El trabajo de los científicos ahora, es cada vez más, acompañar y explicar los hallazgos empíricos de quienes juguetean con la tecnología y terminan por descubrir algo.

Suelo encender una vela para que me haga compañía, y para dar a mi presencia en el estudio y ante las pantallas un aire real. Y me acuerdo de Edison, el inventor, que cuando por fin encontró la manera de conseguir que la electricidad fuera de de un lado a otro con pocas pérdidas y pudiera encender bombillas a mucha distancia, dijo: “pronto, en las casas, sólo encenderán velas los ricos…” Me siento rico cuando pienso en ello.

Las mejores fantasías e historias sobre la humanidad no han sido cantadas por los bardos ni escritas por novelistas o guionistas, sino contadas por los científicos. Me siento como Proust agradeciéndoselo, porque con sus descubrimientos han contribuido “a levantar parcialmente en nuestro honor el velo de miseria e insignificancia que nos deja indiferentes ante el universo…”

«The stories of science are far more magnificent, grand, involved, profound, thrilling, strange, terrifying, mysterious, and even emotional, compared to the stories told by literature…» Las mejores metáforas, no son cosa de poetas sino de científicos. Poéticamente habitan el mundo. Son especialistas en ideas de las que Pauli hubiera dicho eso de:

“Ni siquiera son falsas”.

Historias de Paco Sanz ✍️

Ésto de los test…

Publicado el 1 de enero de 2022.

Se tiran los pájaros a las escopetas.

Ésto de los test, es que es la ostia, cuantos más haces más positivos salen. Cuanta más gente va a la playa más gente se baña. ¡Qué cosas…! Los de los test tienen que estar frotándose las manos al ver que les están haciendo el trabajo; ya hay incluso escasez de ellos. ¿Avalancha de contagios…? Claaaro.

Si estoy vacunado tres veces, no tengo síntomas de nada, pero corro como una loca a una farmacia a comprarme un test porque me quiero ir de fiesta, debido a que me han dicho que una amiga ha dado positivo y resulta que estuve de fiesta con ella hace un par de días, lo que soy es imbécil… Un poco sí, no me lo negaréis. Y así sucesivamente. ¡A hacernos tests todos como locos…! ¡Y vennnga positivos…! Claro.

No sé si ponerme una mascarilla o una EPI completa, tal vez un traje de buzo o una escafandra e incluso un traje de astronauta, todo con tal de no contagiarme de tanto tonto… Con lo que a mí me ha gustado siempre contagiarme de todo, comer, beber y chuparlo todo, fumar y probarlo todo.

eeen fin. ¡Quién me ha visto y quién me ve…!

Sabéis que os quiero 💕

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

COLECTIVIDAD Vs LIBERTAD

Publicado el 30 de agosto de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

Los adictos a la libertad somos individualistas. Por eso el fascismo y el comunismo nos hacen alzar la ceja. Son colectivizadores de pobres, dan miedo, se fundan en él, y venden seguridad: de que no nos va a faltar de nada desde la izquierda, y desde la derecha de que se van a mantener nuestros privilegios. El colectivismo, que ha intentado siempre entrar por los extremos, ha terminado haciéndolo por el centro… Asistimos pasivamente al espectáculo del crecimiento del Estado, a la sombra de nuestra adicción a los dispositivos.

La medicina y la ciencia han ocupado el lugar de la religión y la política, que han acabado siendo sustituidas por su mero espectáculo. Los creadores de series, de redes, manejan las mitolgías como religiosos, alimentan a sus adictos con gratificaciones infamantes, y la tecnocracia por la que llegan sus mensajes se nos ha colado, mente y cuerpo, adentro. Cuando entro en el agua del mar, siempre pienso si siguen en el bolsillo de mi bañador el móvil, la llave del coche o la del parking, o si mi reloj es verdaderamente sumergible…

La burocracia es como el desierto, crece. Maldito sea el que lo facilite. Cada día lo común va siendo devorado por lo público y lo público por lo colectivo. Y cada vez hay más gente trabajando en prisiones estatales, políticas, farmacológicas, o viviendo dentro de ellas. El ‘progreso’ consiste en no detener el crecimiento de la burocracia.

No sólo cada vez hay más gente con contratos temporales trabajando para la Administración, sino que cada vez se inventan más tareas para los funcionarios subordinados y además, los gobiernos crean nuevas áreas de actuación, de modo que el Estado interviene en más y más ámbitos. Cuando nuestras economías están ya colectivizadas en su mitad o más, mantener la tendencia, conduce de forma inevitable a la intromisión de funcionarios, normas, reglamentos, sanciones, inspecciones y demás, en el núcleo de nuestra propia esfera privada. Último reducto desde el que podemos seguir creyendo en nuestra agencia… en nuestra Libertad.

Fragmento de cerámica griega enegrecida y grabada con el nombre de un tirano, utilizada para una votación. Siglo VI aC

Vivo en el campo, aquí la intromisión del Estado no se llama colectivización, ni burocracia, se llama ecologismo. Además, he vivido de la medicina toda mi vida, así que he sido testigo del paso del Estado Policial de los colectivismos, al Estado Clínico éste de las democracias que no impone la ideología sino la curación. Que es peor… Si eres malo vas a la cárcel, peeero, si eres un enfermo mental no tienes culpa, se te ‘cura…’

No me gusta la democracia por lo colectivista que es. Igualar por lo bajo nos lleva a formar parte de una especie de enjambre de abejas; que es algo así como el colmo de la monarquía… La acción de colectivizar implica empequeñecer; una especie de declaración que la buena vida se acaba y empieza la supervivencia; algo inherente al espíritu de la colmena, al de la democracia realmente existente.

Historias de Paco Sanz ✍️

EL NOMBRE DE UNO

Publicado el 12 de diciembre de 2021.

Mis tías paternas se llamaban una Tránsito y las otras Genoveva, Feliciana, Vitoriana y Nicasia. Nicasio también se llamaba mi único tío, y Damián, mi padre… Unos nombres no me negaréis hoy en día que originales, sonoros y feos como ellos solos, pero que al menos y si os fijáis siempre tenían un porqué… El nombre conservaba la estirpe y se te ponía por algo importante; daba continuidad a la familia y lo familiar; recordaba el pasado. Las modas cambian.

Cuando veo que algunos padres les ponen a sus hijos nombres como Elvis o Yaris, Jon, Winston o Yénifer, Míchel, Sindy, Wilson, Barby o Yelena, se me cae el alma al suelo. ¿A santo de qué le hace éso un padre a su hija…? ¿Por cómo le suena de bien el nombre, por cuánto sale por la tele, o porque es un pocooo…?

eeen fin.

En cuanto supimos que iba a ser una niña ya sabíamos del rosa de su nombre, aunque ni lo habíamos hablado siquiera. Nuestra primera hija… Si hubiese sido un niño se habría llamado como su padre, a no ser que mi nombre hubiese sido Romualdo Eustaquio Baltasar Segismundo, o algo así.

Pero bueno, ésto del nombre tampoco era tan importante hasta cuando nació mi segunda hija, entonces sí hubo polémica con la elección del mismo. Y tras descartar muchos, finalmente yo me decidí por el de Lorenza y su madre por el de Paula. Y claro, después de valorar infinitas opciones a favor y en contra su madre y yo acordamos entre risas y por fin, echar una moneda al aire y así decidirlo. La elección del nombre de una hija es algo siempre muy importante y serio. ¿No…? Pues eso.

Ignacio, Isabel o Alberto, Amelia, Fernando, Carlos, Raúl o Rosa, o Luis, o Carmen… ¡Anda que no será por que no hay por ahí nombres bonitos y en español…!

Gracias por leerme 🙏

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

Vergüenza…

Con la que nos está cayendo pocas imágenes valen más que mil palabras, pero ésta, es una…

Y ésta, es otra…

España 1975

¿No nos da vergüenza…? ¿Estamos enfermos…?

España 2024

Dicen buscar la paz en Ucrania o en Gaza y provocan una guerra en España. ¡Hijosdeputa…!

eeen fin. ¡Qué asco de rojos…! 🇪🇸

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

EL CEREBRO

Publicado el 14 de agosto de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

A veces ciertas frases, ciertas melodías, ciertos recuerdos afloran. De alguna manera mis neuronas guardaban registro de ellas. Por alguna rara asociación, por algún capricho de la bioelectroquímica de mi cerebro, las recuerdo, se presentan en el plano consciente. El que pudiera haber un correlato material de las cosas espirituales, acojona… Cómo se ‘enciende’ una determinada zona de mi cerebro cuando estoy consciente, y que si no lo estoy está apagada, tendré que creérmelo… Como en Dios.

Existen dos claustros en el cerebro, uno por cada hemisferio; son unas láminas finas e irregulares situadas bajo el neocórtex en la zona que va de las sienes a los oídos, que parecen ‘encenderse’ cuando tenemos consciencia de las cosas. Los bucles tálamo-corticales se activan durante la consciencia. Cuando se activan en los pocos animales que los tienen ¿son conscientes…? La consciencia es la capacidad de distanciarse de las cosas para hacerlas presentes.

El cerebro no es un mecanismo instructivo sino un mecanismo selectivo; es decir, el cerebro no se desarrolla por alteraciones de un conjunto fijo de neuronas, sino por procesos selectivos que ‘eligen’ desactivar algunos grupos neuronales y robustecer otros. La coalición neuronal ganadora corresponde al estado consciente, pero las coaliciones perdedoras no desaparecen después de las elecciones, sino que siguen, permanecen activas e influyen en la situación política. Pudieran ganar las próximas…

No tenemos ni idea de lo que sucede neurona adentro. Si son los microtúbulos de las neuronas la frontera última que podemos concebir, el más allá de la computación, entonces podemos suponer que hay un más allá de la computación, un estado de coherencia cuántica en un nivel tal, que haga surgir consciencia. Este argumento se puede reducir a ésto: puesto que la conciencia es un misterio y la gravedad cuántica otro, debe haber una relación entre ambos… Aunque sigamos sin saber cuál es.

Neuronas que se disparan unidas. O cómo el pensamiento metafórico ‘deviene’ físico: ciertos circuitos ‘felizmente’ activados ‘reverberan’ y queda el camino grabado en una red neuronal precisa, que tiene sustrato físico… Las metáforas simples salen de sus conexiones, integran otras redes neuronales, y ‘devienen’ metáforas complejas.

El universo es consciente de sí mismo merced a nuestro cerebro. Nuestra galaxia tiene tantas estrellas como nuestro cerebro neuronas. Y la pregunta última sigue sin respuesta: ¿cómo logra el cerebro, la pieza de materia activa más compleja del universo conocido, transformar la actividad de todos esos millones de neuronas en consciencia? ¿Consciente de qué..? ¿Consciente de estar vivo…?

Nuestro cerebro hace posible saber del Universo y del cerebro mismo. En lugar de disminuir la sensación de maravilla por estar vivos y conscientes, saber del cerebro la aumenta. Saber lo que ignoramos también.

Historias de Paco Sanz ✍️

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No había a su pie risco vedado…

Publicado el 29 de junio de 2021.

Hoy muchos de nosotros no volveríamos a ser lo que fuimos: no volveríamos a ser boinas verdes del ejército español; reconocedlo… Y no lo seríamos porque lo que hicimos sólo se hace por cojones, por inconsciencia o por patriotismo. Y parece que ya no veo mucho inconsciente ni mucho patriota por aquí. Cojones sí veo, pero nos hemos hecho algo viejos vagos y ramplones. Pero el caso, es que yo sabiendo lo que sé sí me iría de nuevo a la mili con vosotros. Sí.

Cabrones 💕

Por eso estoy calladico en el grupo últimamente, porque nuestro grupo de güasap es un reflejo de nuestra decadencia, y prefiero refugiarme en el recuerdo de aquellos sentimientos que nos tuvimos y no intoxicarme ahora con nuestras jodiendas políticas. Estoy cansando de asistir al espectáculo de bromas tontas acerca de lo mal que le va a nuestro país, de los pequeños puntapiés ideológicos que nos damos, y del intercambio de memes hijosdeputa para tocarnos los huevos ideológicos unos a otros… Porque no sé a santo de qué vienen.

A mí me duele lo que nos está pasando -como Nación- y prefiero quedarme con mi recuerdo vuestro, solidario y español, en vez de darme cuenta de cómo y de cuánto hemos cambiado, algunos… Pero que sepáis que os quiero mucho a todos, e iré a vuestro entierro mientras me sea posible y vuestros hijos me avisen con suficiente antelación.

Os lo prometo.

Cabrones 💕

«No hay a su pie risco vedado,
sueño no ha de menester,
quejas no quiere.
Donde le llevan va jamás cansado:

Sumido, valeroso, resignado.

Obedece, pelea, triunfa,
y si es preciso muere…»

…eeen fin.
Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

VACACIONES

Publicado el 2 de agosto de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

De la vacación de los grandes valores, nace el valor de las actuales vacaciones. No me han gustado nunca las vacaciones, ni siquiera cuando trabajaba; ahora menos. Y no sólo porque a todo el mundo nos da por ir de un lado a otro, sino porque perdemos de vista las relaciones enriquecedoras y nos dedicamos a estar lejos de casa por ver cosas nuevas, para ver si así, seguir siendo los de siempre nos duele menos. El turista quiere olvidarse temporalmente de su identidad, quiere descansar de ella. Por eso le resulta excitante en grado sumo tener aventuras en un país en el que no le conoce nadie.

“Las vacaciones son un conjunto de ocupaciones a las que puede entregarse un individuo para descansar, divertirse o desarrollar su personalidad, después de haberse librado de sus obligaciones profesionales, familiares o sociales”. Al menos según la Unesco en 1957. A mí lo que me gusta no es ir de vacaciones, sino veranear. El veraneo es otra cosa. Es cosa de viajeros, no de turistas. ¿Cuánto de lo que hacemos lo hacemos por hacerlo y cuánto para contarlo? ¿Cuánto de auténtico viaje hay en nuestra vida y cuánto de turismo?

Cuando los viajes empezaban a parecer curas y los viajeros peregrinos, los hospitales y los monasterios se separaron de los hostales. Más tarde aparecerían los hospicios, que acogerían a los peregrinos del último viaje. Ahora los turistas ocupan el lugar de los monjes en los centros de vacaciones, en los que los entretenedores, ejercen de maestros espirituales. Se degrada el uso de las cosas convirtiendo los santuarios en museos, los museos en tiendas, y las tiendas en grandes superficies comerciales. La peregrinación en viaje turístico. Cuando uno deja por fin su trabajo para ir no sé dónde, se da cuenta de cuánto tenía de terapia.

En pos de la auto-realización, los seres humanos hacemos turismo por todos lo rincones de la tierra, rompemos los mejores matrimonios, y entramos rápidamente en nuevas relaciones. Nos arrancamos a nosotros mismos de la tierra para averiguar si nuestras raíces está sanas.

Ahora nos vienen con coches eléctricos: el concepto clave no es “electromovilidad”, es menos movilidad. Con “turismo responsable”, pues no, menos turismo. Con “economía verde”, tampoco, se trata de contracción económica de urgencia. No es “desarrollo sostenible”, es decrecimiento.

Vamos de vacaciones, viajamos para ver cosas. Un optimista diría que abra los ojos y que vea lo muy bello que es el mundo en sus montes, plantas, animales, etc… Ciertamente esas cosas son bellas de ver; pero otra cosa completamente distinta es serlas. ¿Es que acaso es el mundo un caleidoscopio? Para los turistas haciéndose fotos, haciendo fotos de todo, se diría que sí. Es un poco como los padres fotografiadores:

–¡Uy, qué niño tan mono!

–¡Pues si lo viera usted en foto!

Historias de Paco Sanz ✍️

¡Desinfectad malditos, desinfectad…!

Publicado el 10 de diciembre de 2021.

Acabo de ver por televisión que hay un aparato doméstico ni más ni menos que para desinfectar el móvil, las gafas o el reloj, o unos pendientes si llevas; también los auriculares, unas llaves o tu bolígrafo. Y no sé si también desinfectaría cepillos de dientes, un peine, un cortaúñas, o quizás dentaduras postizas u ojos de cristal… Ufff. ¡Pero qué asco qué grima y qué tiricia de artefacto…! Pero tal y como está de tonto el mundo, vete tú a saber…

El caso, es que me acabo de acordar de cuando obrábamos en el huerto y para limpiarnos, escogíamos una piedra lo más lisa posible si no habían hojas tiernas a mano. Y siempre, siempre, terminábamos nuestra faena de forma digna con el ojal y el resto del culo lo suficientemente limpios… Y luego, cuando llegábamos a casa, la ducha diaria y el jabón terminaban de hacer el resto.

También, me acuerdo cuando jugábamos atrapando avispas en bolsas de plástico transparentes, medio llenas de agua; y para evitar el dolor de los picotazos que a veces nos daban mezclábamos tierra y orines. Y a modo de cataplasma, nos embadurnábamos las zonas afectadas una y otra vez con aquel mejunje. Y oye, mano de santo: funcionaba. Cosas del amoníaco.

Y no te digo ná cuando para quitarnos el dolor de muelas empapábamos en Brandy aquellos trozos de algodón en rama, que metidos luego en la boca, apretábamos con la muela dolorida durante largo tiempo y muchas veces… Os aseguro que al rato, y en verdad que se te quitaba el dolor de muelas aquél. Cosas del alcohol.

Aquellas prácticas no nos parecían entonces disparates, pero ahora sí parecería que estamos todos en verdad infectados de algo: cada uno de lo suyo claro…

¡Qué disparate…!

¡Qué manía ésta la de desinfectar…!

La única forma de inmunidad es la capacidad de exposición al virus; la única forma de combatir una reacción alérgica es la de acostumbrar el cuerpo al alérgeno; y la única forma de superar el miedo es enfrentarse a él… Y nosotros, que si desinfecta por aquí y que si desinfecta por allá.

Seguro que yo, con la de gérmenes virus bacterias y otras pestes amén de tanto alcohol y tanta droga, tanto agente químico y tanta radiación solar iónica o electromagnética a las que se ve que mis muchos años me han expuesto, debo por todo ello de estar muy muy mal… O no, como decía el gallego.

eeen fin.

¡Desinfectad malditos, desinfectad…!

Gracias por leerme 🙏

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

MEMORIA HISTORIA

Publicado el 5 de agosto de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

La Historia siempre es contemporánea. Es un mal asunto recordar con ella, para recordar tenemos la memoria; es más humilde, es mejor… Pero ahora la memoria ha perdido esa virtud, y ya no quiere recordar. Es el efecto Google: sabiendo dónde lo puedes encontrar no haces nada por recordarlo. Sabiendo que tienes la información a tu alcance limitas el esfuerzo por incorporarla a tus recuerdos. No vas a poder usarla luego para pensar, o decidir, nada.

El fin último de nuestra memoria no es recordar el pasado, sino usar los recuerdos para mejorar el presente y el futuro. De modo que no pretendamos su fidelidad; no la antepongamos a su utilidad. Nos estamos quedando sin futuro por dejar de modificar el pasado, y para modificarlo, debe formar parte de nuestros recuerdos. ¿Que cómo se pierde el pasado…? mediante la disociación: una especie de división horizontal de la vida mental; sabes que pasó una cosa pero prefieres creer que pasó otra. Luego la represión y la inhibición. La potenciación de un olvido activo, de una desconexión que se contagia a redes neuronales cada vez más amplias, y que están más o menos relacionadas con lo que uno no se complace en recordar.

La gente estamos siempre gritando que deseamos un futuro mejor. No es cierto. El futuro, es un vacío apático que a nadie le interesa lo más mínimo. El pasado está lleno de vida, le gusta irritarnos, provocarnos, insultarnos, nos tienta a destruirlo o recordarlo. El único motivo para que la gente desee adueñarse del futuro es para cambiar el pasado. La pericia requerida en el futuro no consistirá en recordar hechos, sino en evaluar de modo crítico una gran cantidad de datos, discernir la señal del ruido, sintetizar contextos, y emplear la síntesis para abordar problemas del mundo real… Los educadores deberían proponer a los cerebros adolescentes ese tipo de tareas, y entrenar su plasticidad para lo que va exigirles la era informática.

A mí no me gustan tanto los hechos como las palabras, no sé pensar sin ellas y a veces con sentir no basta, uno debe poder soñar. Y sólo hay sueño donde hay lenguaje para recordarlo… Hay un sueño para olvidar y otro para recordar. Con el sueño se suelen olvidar mejor las emociones que las informaciones. Excepto si las emociones son muy importantes. Porque el olvido ligado al sueño tiende a retener lo importante y a olvidar los detalles.

Estimulando transcranealmente las ondas lentas del sueño (0’75 Hz) el recuerdo de las palabras memorizadas antes de irse a dormir, mejora.

El azar y la inercia mueven el mundo, y particularmente al mundo vivo. Nos suponemos intención, porque ayuda a recordar y a hacer predicciones con la ficción de introducir sentido a lo vivo de nuestra vida.

Bebemos de las aguas de la fuente de Mnemosine para recordar, para saber quienes somos; la memoria se une así a la identidad… Y luego las bebemos del río Leteo si esperamos olvidar, reencarnarnos en otro; si aspiramos a dar tregua a nuestras preocupaciones, o si a volver a empezar…

Historias de Paco Sanz ✍️

Un suicidio espectacular

Acabo de ver en televisión que han hecho un programa sobre una eutanasia propiciada por la familia, o sea, sobre el suicidio asistido por los tuyos. Acerca de la muerte de un ser humano al fin y al cabo, pero en este caso en directo y viendo lo mal que lo pasó -pobrecilla- esa familia, cuando finiquitó al muerto y después a haber cobrado sólo unos miles de euros por la exclusiva del programa. Fue chocante, el ver a los miembros felicitándose todos en un bar porque uno de ellos se iba a ir al otro barrio. Y es inquietante, verlos ahora en televisión, compungidos, diciendo que hacen ésto porque no quieren que los demás suframos el calvario ése: el de que se tarde dos años o más en aprobar la muerte de alguien. O sea, que hay que acabar cuanto antes con todo aquél que decida -o decidamos- terminar con su vida; pero para que no suframos el resto de nosotros. ¡Qué cosas…! 🙄😳

Se van a hinchar las televisiones.

No voy a entrar en si la gente tiene derecho o no a suicidarse cuando le salga de sus reales, en si las familias tienen derecho a contarlo o no, o si las televisiones tienen o no derecho a hacer de semejante cosa contenido para sus programas. Allá ellos… Pero donde sí quiero llegar a parar es en la reflexión, de si tal cosa debería ser objeto o no de espectáculo de circo, de pan de mono… No dejo de pensarlo. En mi humilde opinión, en estos casos lo miserable prevalece siempre sobre lo honorable, porque nunca lo es hacer caja con la muerte de alguien. Y no lo es, ni por parte de la pobre familia, ni de los ricos productores de tan inefable programa digamos que periodístico…

Y como colofón a la entrevista el entrevistador preguntó al familiar, que a su entender «¿cuál, había sido el detonante para que finalmente pudiesen conseguir la tan deseada muerte asistida del finado…?» A lo que aquél, respondió sin dudar que «la publicidad en los medios de comunicación…»

Es, como quedarse embobado mirando el escaparate de una ortopedia: ¡qué bonicas las sillas de ruedas, qué chulas las piernas de plástico, los orinales y los bragueros, o qué interesantísimos los kit de eutanasia…! ¡Con la de cosas que pasan en el mundo que podrían ser noticia y sólo nos fijamos en la basura, en lo morboso, en la muerte…! Debe de ser que lo salvaje y lo más primitivo de la condición humana nos empujan a disfrutar con la visión de las tripas de los demás esparcidas por ahí…

Se van a hinchar las televisiones.

Y conste, que mi punto de vista a estos respectos es, que el día en que yo solo no pueda ponerme los calcetines o limpiarme el culo -ése mismo día- me lleven con los pies por delante… Pero otra cosa, es hacer de ello un espectáculo.

eeen fin.

Sabéis que os quiero. Y gracias por leerme… 🙏💕

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

DEBATE DE GRIEGOS

Publicado el 20 de julio de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

Antes el piropo era acoso. Ahora según como lo mires también. Las ganas, claro. Las masculinizadas pretenden emascular. La feminización del poder tiene esas cosas. De momento los hombres tienen cada vez menos posibilidad de reproducirse porque en su semen hay muchos menos espermatozoides. Así, que no se les vaya la fuerza ni por la boca ni por los ojos. Hay que economizar. Bueno, los pecados de los católicos también podían ser de pensamiento, palabra y obra. Lo de pecar mirando es cosa nueva.

Nietzsche pensaba que la Iglesia la había tomado con los hombres bravos, que pretendía hombres más mansos, más domesticados, más civilizados. No es que lo consiguiera ya que poco después llegó la Gran Guerra… Echando de menos la valentía, en el Anticristo sí que lo dejó escrito: «Si el islamismo desprecia al cristiano, tiene mil veces derecho a tal actitud; pues el islamismo se basa en hombres.» En cursiva lo de hombres.

Supongo que estaba pensando no en los machos sino en los hombres de acción. Después de todo los términos “judaísmo” y “cristianismo” provienen de un gentilicio, cosa que no ocurre con el término islam, que proviene de una acción. Etimológicamente “islam” viene de un verbo árabe cuyo significado literal es “ponerse a salvo, a resguardo”.

En nuestros días hay que hilar muy fino para separar la masculinidad de la virilidad, al hombre del macho. Parece que se es mejor persona si no se es tan hombre, en cursiva… También cuesta un huevo entender a las mujeres musulmanas. Que guarden su pelo solo para la intimidad, y que no vayan presumiendo por ahí… Para el Occidente liberal, el derecho a exhibirse provocativamente ante el deseo masculino, está legitimado por el derecho a disponer libremente del cuerpo como se quiera.

El velo femenino es el velo que oculta la Verdad Última, la mujer es una amenaza porque representa la “indecibilidad” de la verdad, una sucesión de velos bajo los cuales ni siquiera hay un núcleo último oculto. Al ponerle un velo, creamos la ilusión de que detrás del velo está la Verdad (la horrible verdad de presentar lo femenino como mentiras y engaños, por supuesto…)

La sensación de no querer oponerse a lo musulmán ha conducido a la invención de la Islamofobia. Algo muy hábil, pues ha acabado convirtiendo al Islam en un objeto intocable bajo pena de racismo. Alimentados desde hace medio siglo en el respeto a la diferencia, se nos invita a no evaluar una religión extranjera con criterios occidentales. El relativismo cultural, nos manda ver lo que llamamos nuestros valores como simples prejuicios; creencias, de una tribu particular que se llama Occidente.

Con el islam, y la sumisión del hombre a Dios y de la mujer al hombre, los malditos valores viriles vuelven a escena. Nietzsche había visto bien que, con su aspecto de vieja perra, cristianismo e islam en el fondo eran religiones también femeninas. Lutero consideró la expansión del Islam como un castigo por nuestros pecados. Algunos alemanes pensaron que la democracia era un castigo que les había caído encima por haber perdido la guerra.

Todo el debate del siglo pasado se podría resumir en una oposición entre comunismo, la variante hard del humanismo; y democracia, su variante soft. La oposición de su variante hard, de liturgia, catequesis, vida pública y activismo político; frente a la soft, laica, espiritual, de los que se mantienen aparte, de las que se quedan en casa.

Se volverá a abrir el debate, en el que los griegos se entretuvieron miles de años ha.

Historias de Paco Sanz ✍️

PERIODISMO DE PERISCOPIO

Publicado el 27 de noviembre de 2021.

Confiar en el periodismo de este país, equivale a algo así como aceptar, el ver la amplitud de la actualidad de este mundo desde la estrechez de un periscopio… Atrapados, estamos encerrados en una especie de cueva amenazados y a oscuras. Y sólo podemos adivinar lo que nos rodea mirando por unos agujeritos digamos que como para periscopios, que los mismos periodistas parece también como si hubieran hecho expresamente para que sólo por ahí nos asomemos… Y nunca mejor dicho lo de memos. So memos.

Pero porque la realidad del mundo está ahí afuera envolviéndonos y nosotros, pareciera que sólo la podemos ver a través del estrecho campo de visión que proporcionan esos agujeritos como que para periscopios, que aquéllos mismos periodistas dirigen y enfocan siempre a nuestros propios culos. ¡Qué casualidad…! Una y otra vez. ¡Y fíjate tú, por dónde…!

Españoles mirándose el culo… Un día fuimos dueños de medio mundo y hoy cual corderos, nos hemos encerrado nosotros solos en nuestra península alejados de aquél mismo medio mundo que un día gobernamos… Y como lerdos en Historia, lelos y atontados, estamos pendientes sólo de reconocer a los de nuestro rebaño a fuerza de tanto olernos el culo unos a otros… Que si vascos, que si catalanes. ¡Vaya lío…! ¡Y qué asco…!

Y venga catalán y venga vasco, y venga pasear a Franco… Y venga redes asociales, populismo y feminismo a ultranza; y venga tú mira qué pobres los emigrantes… Y venga con la matraca de la justicia social, la república y la lucha obrera… Y venga la guerra civil. ¡Qué mala fue…!

Una y otra vez: comunismo.

«…Una y otra ves lo desían los notisieros; y hasían no más que desirlo, repitiéndolo constantemente… Y justo lo que les desían que dijeran, dijeron…»

El cuarto poder; la democracia… Ya que nos estafan tanto los políticos necesitamos más que nunca periodistas e información de verdad. Y ahora, que tenemos tanto acceso a aquélla, repito: necesitamos más que nunca también acceso a la verdad. Nada de trincheras políticas. Necesitamos verdaderos periodistas, que en verdad respondan ante la veracidad o no de lo que publiquen.

Y aquéllo a lo que llamamos información multimedia que le den por el culo: hay demasiada.

Que si tuiter o que si feisbuc; que si sígueme por aquí o por allá; que si mira mi canal de yutube… O tú, que aquí estás leyendo mi blog.

eeen fin.

Gracias por leerme. 🙏

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

…………..

LO SENCILLO

Publicado el 16 de julio de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

Pretendo elogiar la sencillez porque a la sencillez vamos, me alegran el alma las cosas sencillas, como el hogar, como el fuego del hogar, allí: “Encendido en palabras puras/ el fuego conversa conmigo./ Como un abuelo labrador,/ de cenizas encanecido,/ llamea en su boca barbada/ un consejo de campesino./ Y tiene sencillez de campo,/ sencillez de ropa de lino,/ sencillez de pan de centeno,/ sencillez de ataúd de pino./ Un poco de cielo desciende/ al humoso ademán tranquilo”.

Vamos hacia una sencillez de vida, no del sentido de la vida. No me gusta la pobreza, y menos cuando empieza a parecerse a la miseria; cuando el hambre es de pan, no tiene maldita la gracia. Tenemos que aprender a vivir sencillamente para que los demás, sencillamente, puedan vivir. Mejor encontrar sentido a verlo así. La simple vida no debería preferirse a las razones para vivir, sencillamente porque nada garantiza que en la vida hallemos razones suficientes para exigir que dure.

Si desconfío de la bondad, de la ambición o la codicia, todavía desconfío más de los que vienen con milongas de que es mejor vivir más sencillamente. Los llamamientos a una «vida sencilla» realizados sin desafiar la producción y las relaciones sociales capitalistas, significan potencialmente salarios más bajos, consumir menos y una mayor explotación laboral, pudiendo acelerar de este modo tanto la acumulación capitalista como la degradación ecológica. La injusticia, a muchos niveles.

Soy un pensador, es decir, me dedico a tomar las cosas por más sencillas de lo que son. “Mis gustos son sencillísimos: siempre estoy satisfecho con lo mejor”. Sarcasm is the lowest form of wit, but the highest form of intelligence. Por cortesía hay que expresarse con claridad. La claridad es la cortesía del filósofo. Con el paso del tiempo uno aspira a lograr no la sencillez, que no es nada, sino una humilde y secreta complejidad.

Einstein matizaba diciendo que había que explicar las cosas tan sencillamente como se pudiera, pero no más. Einstein era partidario de un ideal de vida que él llamaba “el ideal de la pocilga”, de una existencia caracterizada por la sencillez, la modestia y la frugalidad; movida por el conocimiento de que nuestro hacer se apoya siempre en el trabajo de otros, respetuosa de las tradiciones y orientado hacia la belleza, es decir, hacia la bondad y la verdad.

“Toda situación difícil tiene una solución sencilla… y equivocada”. ¿Qué es un discurso cuyas características principales son la sencillez, la rapidez y la distracción-emoción? La respuesta aparece muy clara: un discurso infantilizante.

Renunciaremos a la tontería del lujo, la renuncia no quita, la renuncia da. Da la fuerza inagotable de lo sencillo. Su fórmula espacial es la profundidad de la distancia. Como San Francisco, que en la desnuda y despojada sencillez de su vida, no quiso desprenderse de su único jirón de lujo: las buenas maneras de su excelente educación.

Historias de Paco Sanz ✍️

Policías y Maestros

Publicado el 21 de noviembre de 2021.

Se ve, que defenderse golpeando con flotadores de piscina en vez de con porras, y armarse en vez de con pistolas con molinillos de viento, serán a partir de ahora los medios disuasorios principales de que dispondrán nuestras pobres Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para intimidar a delincuentes y asesinos, y mantenerlos así lejos y a raya del crimen y el delito.

¡Ay Señor…!

Y además, en el caso hipotético de que detuvieran a algún prenda, sólo podrán retenerlo durante dos horas sin identificarlo. Y si no lo consiguieren en tal plazo, tendrán entonces la imperiosa obligación de devolverlo con diligencia al mismo lugar donde el prenda fue detenido. Y no sé si también habrán de ducharlo, vestirlo, echarle colonia y peinarlo con primor, para por último llamar a su papá y que venga a recogerlo o en su defecto pedirle y pagarle un taxi a casa. No sé, todo se andará.

…y claro.

Jóvenes, que pasan de curso y hasta se titulan suspendiendo, maganteando su tiempo y malgastando su juventud creyéndose lo que no son debido a que todo les ha sido regalado. Así acaban convencidos, pobrecillos, de que el sólo hecho de desear algo mucho les da algún tipo de derecho a alcanzarlo. Pero porque nadie les ha explicado nunca que el disfrute de cualquier derecho es siempre un mérito, una conquista, consecuencia del trabajo y del esfuerzo de alguien… Que son frutos de la democracia.

eeen fin.

¿Hay algún Maestro por ahí…?

Gracias por leerme 🙏

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

Dios ha muerto. EL LOCO.

Publicado el 1 de noviembre de 2021.

Nietzsche, Friederich. La gaya ciencia (fragmento 125). 1882.

«¿No habéis oído hablar de ese loco que encendió un farol en pleno día y corrió al mercado gritando sin cesar: ¡Busco a Dios! ¡Busco a Dios!…? Como precisamente estaban allí reunidos muchos que no creían en Dios, sus gritos provocaron enormes risotadas. ¿Es que se te ha perdido? decía uno. ¿Se ha perdido como un niño pequeño? decía otro. ¿O se ha escondido? ¿Tiene miedo de nosotros? ¿Se habrá embarcado? ¿Habrá emigrado? – así gritaban y reían alborozadamente.

El loco saltó en medio de ellos y los traspasó con su mirada. ¿Qué a dónde se ha ido Dios? -exclamó- os lo voy a decir. Lo hemos matado: ¡vosotros y yo! Todos somos su asesino

Pero ¿cómo hemos podido hacerlo? ¿Cómo hemos podido bebernos el mar? ¿Quién nos prestó la esponja para borrar el horizonte? ¿Qué hicimos cuando desencadenamos la tierra de su sol? ¿Hacia dónde caminará ahora? ¿Hacia dónde iremos nosotros? ¿Lejos de todos los soles? ¿No nos caeremos continuamente? ¿Hacia delante, hacia atrás, hacia los lados, hacia todas partes? ¿Acaso hay todavía un arriba y un abajo? ¿No erramos como a través de una nada infinita? ¿No nos roza el soplo del espacio vacío? ¿No hace más frío? ¿No viene de continuo la noche y cada vez más noche? ¿No tenemos que encender faroles a mediodía? ¿No oímos todavía el ruido de los sepultureros que entierran a Dios? ¿No nos llega todavía ningún olor de la putrefacción divina? ¡También los dioses se pudren! ¡Dios ha muerto! ¡Y nosotros lo hemos matado!

¿Cómo podremos consolarnos, asesinos entre los asesinos? Lo más sagrado y poderoso que poseía hasta ahora el mundo se ha desangrado bajo nuestros cuchillos. ¿Quién nos lavará esa sangre? ¿Con qué agua podremos purificarnos? ¿Qué ritos expiatorios, qué juegos sagrados tendremos que inventar? ¿No es la grandeza de este acto demasiado grande para nosotros? ¿No tendremos que volvernos nosotros mismos dioses para parecer dignos de ella? Nunca hubo un acto tan grande y quien nazca después de nosotros formará parte, por mor de ese acto, de una historia más elevada que todas las historias que hubo nunca hasta ahora.

Aquí, el loco se calló y volvió a mirar a su auditorio: también ellos callaban y lo miraban perplejos. Finalmente, arrojó su farol al suelo, de tal modo que se rompió en pedazos y se apagó. Vengo demasiado pronto -dijo entonces- todavía no ha llegado mi tiempo. Este enorme suceso todavía está en camino y no ha llegado hasta los oídos de los hombres.

El rayo y el trueno necesitan tiempo, la luz de los astros necesita tiempo, los actos necesitan tiempo, incluso después de realizados, a fin de ser vistos y oídos. Este acto está todavía más lejos de ellos que las más lejanas estrellas y, sin embargo son ellos los que lo han cometido.

Todavía se cuenta que el loco entró aquel mismo día en varias iglesias y entonó en ellas su Requiem aeternan deo. Una vez conducido al exterior e interpelado contestó siempre esta única frase: ¿Pues, qué son ahora ya estas iglesias, mas que las tumbas y panteones de Dios?…»

Nietzsche, Friederich. La gaya ciencia (fragmento 125). 1882

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PSICOACTIVAS…

Publicado el 14 de julio de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

Las drogas son como las caricias, mejor con moderación. Proporcionan paz, energía, o viajes. Pero si te pasas crean dependencia, agotamiento, o delirio. Hay que ir con cuidado cuando se habla de ellas, sobre todo de las ilegales. El malestar y la pérdida de sangre fría intelectual, que provocan la simple mención de drogas ilegales entre los que no las usan, son todavía más inquietantes que los efectos que la misma droga causa sobre los que sí.

La manzana -el Fruto Prohibido- es el primer encuentro del hombre con una «droga ilegal”. El que persigue al drogadicto no solo haría de Dios sino que además expulsaría al hombre del paraíso. El médico-sacerdote y la salud-salvación: su divina misión. En Irlanda o Israel el problema de abuso de drogas es insignificante, mientras que en Suecia o Estados Unidos -y en otros muchos países en los que el consumo de drogas no se considera tentación sino impulso, o religión, en lugar de pecado- el problema es inmenso, ingobernable.

La medicalización es igualmente tranquilizadora para el entorno del toxicómano; así, se evita tener que admitir que el drogadicto ha elegido drogarse. Nosotros no queremos admitir que el hombre puede deliberadamente elegir el mal, dice Szasz: «Queremos que el hombre sea bueno…» Si se admite que el hombre malo, el que se droga, o es un enfermo o es un criminal, esto implica por contraste que el hombre «normal» es fundamentalmente bueno. ¡Aleluya!

Es precisamente, el que los adultos no reclamen su derecho a la automedicación y a conocer por vías sensatas todas las formas descubiertas de alterar su conciencia, lo que hace que la farmacracia pueda seguir potenciando el uso desinformado de drogas legales, y promover impunemente la conformidad sobre las ilegales. Ése es el negocio.

Dado que el consumo de drogas se considera una polución antihigiénica del templo corpóreo, y que viola cierto grado de castidad fisiológica al cual ha consagrado ostensiblemente su vida el noble atleta, permitir el uso de drogas potenciadoras del rendimiento equivaldría, a obligar inmoralmente a los castos de cuerpo a usar drogas para seguir siendo competitivos.

Los placeres farmacológicos están aquí para quedarse, y debemos aceptarlo para ser capaces de fundar las políticas en prevención y protección, y no sobre prevaricación y propaganda. Si las drogas con las que nos deleitamos causan perjuicios, suavicemos sus toxicidades, desactivemos el peligro de la adicción y el de la sobredosis. Si las personas quieren disfrutar de los euforizantes: ¡Que obtengan los placeres más puros, los éxtasis más exquisitos que la farmacología pueda proporcionar…! Sólo la farmacohedonología, puede llevarnos desde nuestra incompetencia actual, al paraíso psiconáutico.

Las sustancias psicoactivas se clasifican por el efecto que producen: exitancia, inebrantia, euphorica, hypnotica et phantastica. Anfetas, alcohol, heroína, barbitúricos, LSD. Las que proporcionan paz, son las más adictivas.

Historias de Paco Sanz ✍️

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La cita

Creo que la engañé, un poco.

Era casi la hora, y no sé por qué me dio por preocuparme de si la casa olería demasiado a lejía. Mi hermana, cuando se enteró de que me había separado y de que me había ido a vivir yo solo a nuestra casa en la playa ya me lo dijo:

— ¡Ay Nene, no te desidies…!

Y claro, había estado fregando la vajilla fermentada varios días en el fregadero, aireando y haciendo las tres camas que llevaba en danza cambiando las sábanas, restregando los suelos con ahínco y con lejía, y recogiendo basura y enredos esparcidos por doquier… También limpié a fondo los baños, e hice la colada, porque pensé que sábanas camisetas y calzoncillos colgados en una cuerda de secar la ropa hablarían bien de mí, y me harían parecer algo así como un tipo limpio y hacendoso.

Sólo tres meses, sabía yo, que era muy poco tiempo para una cita después de mi desastroso desastre; que todavía no estaba preparado; peeero, el destino había insistido y aunque asustado y cerrado por derribo, acepté el reto de su compañía esa noche catorce de febrero de dos mil once, día de San Valentín.

Nos conocíamos desde hacía muchos años, pero, cuando le vi en el umbral de la puerta estaba algo lejos de parecerse al recuerdo que tenía de él: estaba como más… no sé. Situada junto a la orilla del mar su casa era muy vieja, pero me tranquilizó al entrar el sutil olor a lejía, a limpio… Me hizo pasar por un corredor con estancias a ambos lados hasta un pequeño salón frente al mar. Hacía frío pero no allí. Los cristales cerrados de la ventana abierta nos mostraban de par en par una gran playa vacía, un cielo gris, viento, y el mar como que acercándose cada vez más con su oleaje. Era febrero.

Pero fue cuando me dijo que estaba preparando un revuelto de setas con chorizo cuando ya me relajé del todo, y me dispuse a disfrutar en verdad de la velada.

No sabía yo si acertaría con lo del revuelto de setas, pero, como sólo cocino cosas que me gustan pensé, que debía dejarme llevar por mi instinto culinario y ponerle en el plato algo sencillo aunque con un toque de chorizo picante. Luego, supe, que había acertado del todo con lo del picante.

Una vez que entró en casa la hice pasar hasta el fondo, y frente al mar, la senté ante una ventana y una pequeña mesa plegable con dos sencillos servicios listos para que nos pusiésemos a cenar. Había una selección de fotos y música reproduciéndose en el ordenador que tenía en el salón. No tenía televisión.

Cuando me senté frente a aquella mesita, me hizo gracia ver que en el salón en vez de televisión tenía un ordenador encendido. Y me gustó -y todavía me hizo más gracia- cuando me di cuenta que lo que me estaba enseñando eran fotos que él mismo había hecho y esa música tan rara que se ve que le gusta: jazz, me dijo.

¡Qué romántico…!

He de reconocer que con lo de las setas y el chorizo ya me dió enmedio enmedio, porque ambas cosas me gustan con locura y siempre me recuerdan a mi pueblo. Y no, no recuerdo cuál fue el segundo plato, aunque lo que sí recuerdo fue que al final de la velada me dijo aquéllo de:

— No, no quiero que te vayas.

Después de una noche de cena y charla tan memorables, no me puedo quitar de la cabeza el momento tan crucial de darle aquel primer beso furtivo, mirándola a los ojos, charlando sentados muy muy juntos en el sofá, y sin estar del todo seguro de si no me devolvería una bofetada…

Pero no, no me la dio; y así hasta hoy.

eeen fin. 💕❤️

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

AMOR Y MÚSICA

Publicado el 13 de noviembre de 2021.

Friedrich Nietzsche. La gaya ciencia. Libro cuarto. Fragmento 334.

Adaptación.

APRENDER A AMAR

Observemos con detenimiento lo que sucede con la curiosa relación entre la música y el amor. Pero no tanto atendiendo al por qué nos enamora una canción -porque allá el gusto de cada cuál- sino al cómo se enamora uno de una melodía: en qué forma, en cómo funcionan los mecanismos del enamoramiento, en este caso musical.

Pues bien. Veamos.

Primero hay que aprender a oír una terna, una melodía; a saber distinguirla con el oído y a aislarla, y a delimitarla siguiendo su vida propia, su ritmo, su tempo… Luego se requiere hospitalidad, esfuerzo y buena voluntad para soportarla a pesar de que sea extraña; tener paciencia con su aspecto y con su forma de expresarse, además de ternura con lo que tenga de singular… Y por último, nos acostumbraremos tanto a ella que la esperaremos y hasta la extrañaríamos si nos faltara.

Y a partir de ese momento, no dejará esa melodía de ejercer la magia de su coacción y de su encanto, hasta convertirnos en amantes dóciles y rendidos que no conciben en ese instante musical nada más importante que ella; ni desean, otra cosa que no sea ella… La melodía, aquélla.

Pero ésto no ocurre sólo con la música.

Siempre, acabamos siendo recompensados por nuestra buena voluntad, paciencia, equidad, y ternura hacia lo extraño; cuando lo extraño se va quitando el velo poco a poco ante nosotros y acaba ofreciéndosenos como una belleza nueva e inefable… Y justo ésa, es la forma que tienen la vida el amor y la música de agradecernos y devolvernos el amor aquél, que al principio de nuestra relación entregamos envuelto en simple hospitalidad.

Quien alguna vez amó algo de verdad seguro que llegó por este mismo camino: el de la hospitalidad. No hay otro… El amor debe también aprenderse.

Friedrich Nietzsche. La gaya ciencia. Libro cuarto. Fragmento 334.

Adaptación.

rosa y espina

Publicado el 14 de noviembre de 2021.

Recuerdo aquella anécdota al poco de enamorarme de tu madre, cuando, para hacerme un poco el chulico y no perderla mucho de vista, me dio por pegarme el farol de ir a hacer pilates con ella día sí y día no.

…eeen fin. Cosas del amor.

Sonaba de fondo sugerente Lorena Mackinnet, sería mi segunda o tercera clase, y aquella noche hacía frío aunque yo sudaba como un panadero en agosto con la novedad aquella del pilates… Ahí estaba yo, tirado en el suelo con las piernas en lo alto, e intentando que no me entraran los tembleques de la muerte de tanto que me dolían no sé qué músculos que se ve que tengo en la barriga.

¡De repente, un apagón de luz nos pilló a todos a medio ejercicio…! Se produjo un silencio de extrañeza en completa oscuridad, que luego como que se fue acostumbrando a la penumbra, a la medialuz… Y fue en ese momento y con una voz como que de ángel, cuando una alumna no recuerdo cuál le dijo, le pidió, le rogó a tu madre aquéllo tan bonito y que me resultó tan atractivo de:

— No te preocupes por la música Manuela. Tú, sólo sigue hablándonos…

Estábamos a oscuras. La voz de tu madre es curativa.

A Billie Holiday le preguntaron una vez a traición porque estaba borracha como una cuba, que qué opinaba de ésas letras tan moñas de la mayoría de las canciones de su repertorio… Y tuvo la osadía de responder aquéllo de «fuck the song, I play…» de cantar nada, yo toco… Casi nadie la entendió.

He estado escuchándote a tí y a tu canción y solo de lo bello vive realmente el hombre… Cuando alguien canta algo así de bien como tú lo cantas o la Holiday lo tocaba, da igual lo que digas o lo que cuentes, lo que toques o lo que cantes: siempre será bello.

¡Felicidades por tu canción! Carla.

Pulsa el enlace para escuchar 👇👇👇

rosa y espina 🎶🎵🎶

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

Nietos y abuelos

Publicado el 4 de julio de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

Nos han dejado a los nietos… Les hemos desapuntado de una actividad de esas que se hacen en verano con otros niños por las mañanas. El argumento del portavoz ha sido determinante: «hemos venido para estar con los abuelos, no para que nos metáis en un cursillo.» Manda carajo. Así que a jugar a juegos de mesa, a volver a los caminos, a los cuentos que recorrimos con sus padres. A ver cuánto aguantamos antes de que les pongamos de nuevo ante las pantallas.

¡Ay! ¡Esos días azules y este sol de la infancia…! Si alguien es poesía son los niños y sólo poéticamente habita el hombre. Decía Baudelaire que “la genialidad es la infancia recuperada a voluntad”. Creo a veces, al considerar la diferencia hedionda que existe entre la inteligencia de los niños y la estupidez de los adultos, que tal vez somos acompañados durante la infancia por una especie de espíritu de la guarda que nos presta su inteligencia astral y que después, tal vez con pena pero debido a una alta ley, nos abandona; como las madres animales a sus crías crecidas: a la ceba, que es nuestro destino.

Recuerdo la advertencia de Kant: «Caballeros, me estoy haciendo viejo y empezando a caer en la infancia”. La madurez se renueva con la frescura de una infancia que no deje de crecer nunca en la medida en que uno se aleje de ella… ¡Qué vulnerables somos los niños!

Convertirse en una persona vulnerable no altera la profundidad de la mente, que sigue su propia trayectoria. Francisco de Asís nos pidió que “hiciéramos nuestras infancias” es decir, que nos mantuviéramos cerca de nuestros primeros años, que rompiéramos los límites del viejo yo sumergiéndolo constantemente en un baño lustral. Hay siempre un momento en la infancia en que se abre una puerta que deja entrar el futuro… La verdadera patria del hombre es su infancia.

Es curioso cómo estando con ellos me acuerdo de mis padres, porque paseaba hasta la plaza del pueblo con ellos como estoy haciendo ahora con mis nietos… ¡Ah, los muertos! Los muertos que me amaron en mi infancia. Cuando los evoco, toda el alma se me enfría y me siento desterrado de unos corazones que ya no están más que en mi memoria; sólo, en la noche de mi mismo, llorando como un mendigo el silencio cerrado de todas las puertas.

Sólo existe un fracaso: dejar de ser niños. Como los amantes, los niños tienen el presentimiento de los límites de la felicidad. Mis nietos son de ésos que llaman «tío» a todos los amigos de sus padres: son de esos niños que aún creen que todos los hombres son hermanos… El que me llamen por mi nombre y no “abuelo” no ha sido nada fácil. Seguramente, es que me he hecho con una de esas caras a la que no es fácil llamar de tú.

Me va a costar un Congo no ser permisivo con ellos, que es lo que me pide el cuerpo. Voy a tener que recordarme que la permisividad, es el principio consistente en tratar a los niños como si fueran adultos y la táctica para asegurarse de que nunca lleguen a esa etapa… Si bien se mirase al contrario, irónicamente, la permisividad aconsejaría tratar más bien a los adultos, como si fueran niños.

Historias de Paco Sanz ✍️

SE ME VA ‘LA PINZA’

Publicado el 16 de octubre de 2021.

No sé si son tonterías mías pero cuando escribo y me leo después, muchas veces como que me descubro riñéndole por escrito a alguien: pobrecillo… Diríase, que le doy a ese alguien una charla que te cagas para que aprenda o para que escarmiente, pero por algo que no viene mucho a cuento, que además no queda tampoco muy claro, y encima, lo hago creo que ensañándome un poco más de la cuenta… Pobrecillo, lo siento. De veras.

Manías mías.

Divago, elucubro, me enredo, y se me va la pinza intentando acercarme al máximo escribiendo de los detalles de las cosas, mientras me empujan al describirlas motivos digamos que justicieros. Como si escribir así a lo bruto sirviese de algo… ¿Vaya tontería no…? Éso de que escribir pudiera servir para algo.

…eeen fin. Gracias por leerme 🙏

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

…..

Un coñazo

Publicado el 9 de junio de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

Lo de rezar no me iba, lo de meditar no me va. Me he movido por ensayo y error hasta hartarme. Lo de no interiorizar a mis maestros, no darme lecciones, también me ha costado siempre un huevo. Me encanta prestar atención a algo, y cuando la presto, más que prestarla la doy encantado.

Ahora que alzo la ceja ante cualquier esperanza, lo de hacer propósitos me ayuda a descansar. ¡Mañana seré un buen chico…! ¡Que sensación de paz, de calma, qué alegría…! Me quedo dormido inmediatamente mientras todas las cosas que dije, o hice y no hubiera debido hacer, desaparecen como por ensalmo.

Supongo que he convertido el hacer propósitos, el hacer planes, en mi forma de meditación preferente, la que mejor consigue librarme de mí, y con la que mi cuerpo aliviado concita un sueño reparador inmediatamente. Cuando se usa la palabra meditación se entiende generalmente que hay un meditador meditando. La verdadera meditación es un proceso inconsciente no un proceso consciente, y cuando no está el Yo, hay belleza, silencio, espacio… La verdadera quietud es quedarse dormido.

Pasar del Yo… Porque la verdad: das Ich is unrettbare, el Yo es insalvable… El Yo que durante la vida individual varía muchas veces, y que incluso puede fallar del todo o en parte en el sueño, en el éxtasis, en la meditación o en los momentos más dichosos, es un cuento chino.

Les regalé a mis nietos un diario cuando llegaron a la edad de la razón; no creo que hayan escrito nada en ellos. A mí, me ha servido el hacerlo para perder de vista el desastre que soy. Al menos escribiendo… En el hecho de escribir un diario hay una feliz compensación de una doble nulidad. El que no hace nada con su vida escribe que no hace nada, y he aquí sin embargo, algo realizado. Y el que se deja apartar con la escritura de las futilidades del día, vuelve a esas mismas futilidades para contarlas, denunciarlas o complacerse en ellas, y he aquí un día completo. Esta es la meditación del cero sobre sí mismo.

A medida que me he ido haciendo mayor la tiranía del Yo que recuerda, es tal, que el Yo que experimenta, no tiene apenas voz ni voto de cara a la elección ni a la experimentación de nuevos episodios. La ilusión cognitiva puede llegar al extremo tal de que un solo detalle, arruine el recuerdo de la experiencia entera. Lo que aprendemos del pasado es a maximizar las cualidades de nuestros futuros recuerdos, no necesariamente de nuestras futuras experiencias.

Mis viejos recuerdos y mis viejos papeles me van dejando atrás. Parece que he estado siempre procurando no olvidar; como si esta mañana, una vez más, tuviera que presentarme a un examen… «¿No deberías dejar a un lado tu memoria y disfrutar del momento aunque sea poco memorable…?» Mis padres, al envejecer iban perdiendo el recuerdo de la historia de su vida, pero mientras estuvieron vivos seguían siendo todavía sensibles al bienestar de escuchar la lluvia desde el porche, del estar al sol un día de primavera, o de la belleza de una flor.

El Yo es una ilusión benigna del usuario. Ese Yo ilusorio, ese complejo que algunos han llamado yoplejo, ese poderoso Yo continuo, provisto de consciencia y libre albedrío, podría resultar no ser más que un coñazo.

Historias de Paco Sanz ✍️

SÍNCOPE Y DEJAVÚ

Publicado el 30 de octubre de 2021.

Quizá, si empezáramos a contar Nuestra Historia por el Poema del Mío Cid y con aquéllo del «qué buen vasallo si tuviere buen señor…» y la terminásemos con el dicho actual éste tan frecuente del «vaya una banda de sinvergüenzas éstos políticos de mierda…» tal vez, nos daríamos cuenta del dejavú y del síncope constante en el que se encuentra atrapada aquélla. La pobre de Nuestra Historia.

Es decir, veríamos Nuestra Historia, sí. Pero quiero centrar el énfasis de vuestra atención en que nos fijemos en la sucesión -histórica- de dirigentes de mierda que salvo muy honrosas excepciones siempre hemos tenido. Y viendo lo visto ahora, se ve, que aún seguiremos viéndolos, sufriéndolos, penándolos, teniéndolos…

Como desde siempre: «españoles penando una gran pena constante, purgando una especie de pecado colectivo…» Pero por que sí es una gran pena sí, ésta la de soportar una y otra vez el ser esquilmados por unos políticos canallas que merecemos, al no exigir nunca de ellos moral ni excelencia o siquiera eficacia alguna, sino tan sólo fidelidad ciega a nuestra cuerda, causa, tribu o partido. Y nunca mejor dicho lo de partido.

Y claro, a menos que hagamos algo, Nuestra Historia nos enseña que demasiadas veces nuestros políticos acaban convirtiéndonos en hordas de talibanes, agrupadas en bandos de abducidos culturales, que comportándose como piaras de lerdos ideológicos revolcándose en su propia mierda, acaban luchando entre ellos envueltos en la miseria de estar siempre atrapados y agachados, entre el fuego cruzado de tanta trinchera política.

¡Qué asco…!

Todo lo contrario, de la loable intención libertaria del primitivo concepto griego de la democracia: ciudadanos libres eligiendo a los mejores, conviviendo todos iguales por completo ante la ley, y siervos tan sólo de la palabra dada y de las consecuencias de nuestros actos.

¡Qué envidia de la buena…!

¡Y qué cosas tan malas -como pueblo- éstas las de no saber Historia…!

eeen fin. Gracias por leerme… 🙏💕

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

UNA CARTA

Publicado el 9 de octubre de 2021.

Historias de Christian Sanz ✍️

En el siglo XVIII una carta entre España e Inglaterra podría tardar varios meses en llegar, como casi un año tardaba una carta en el siglo XIX entre Estados Unidos y Europa, o entre la India y Europa. Recibirla implicaba un acceso callado pero eufórico de emoción, y al responderla uno se demoraba sabiendo que estaba ante un bien preciado, donde el peso de las palabras, los párrafos, la sintaxis en suma, donde su peso, decía, se calibraba y evaluaba casi casi como una obra de arte. Se medían efectos y se sopesaban intenciones, se ponderaba y se precisaban argumentos e ideas. Esas cartas eran un acto estético y cognitivo a la vez. Un sustituto cordial de la emoción estilizada. Un intercambio de razones y motivos que importaban. Esas cartas se escribían y reescribían con esmero, con pulcritud, con vigilante diligencia.

En el siglo XXI ocurre lo opuesto. Escribimos mails corporativos u oficinescos con premura y dejadez. Nuestros estándares de corrección y eficiencia se tasan muy por debajo que en épocas anteriores. La velocidad patológica del siglo provoca que se desatiendan como un objeto que requiere un proceso de elaboración lento. Su universalidad y accesibilidad, su facilidad e hipertrofia, les ha sustraído o quitado su aura de magia interpersonal. Redactamos los correos electrónicos como un simio ante un computador, sin alma ni gracia, sin fe ni designio.

Al brutalizar nuestras comunicaciones animalizamos nuestros corazones. Espero que ahora los enamorados escriban muchos borradores de cartas de amor. Y que no sea un bot.

Historias de Christian Sanz ✍️

ENFERMEDADES MENTALES

Publicado el 5 de junio de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

En los países ricos cada vez se curan mejor todas las enfermedades excepto las mentales. Además, han proliferado. Afectan a más gente y más pronto. Las hay incluso en las aulas infantiles. Lo de darles Ritalin a los que no atienden porque no pueden quedarse quietos es algo que sigue escandalizándonos a todos. Hay incluso medicamentos para las enfermedades mentales de los agonizantes. Cuesta no ser mal pensado a este respecto.

Uno de los libros más vendidos en EEUU era el de la DSM, el manual de diagnóstico y estadísticas de los desórdenes mentales. ¿Cómo es que se vende tanto este tocho de casi mil páginas? Una vez le pregunté a un entendido… «El quid de la cuestión es que el sector farmacéutico ha estado comprando el DSM en grandes cantidades, para distribuir luego gratuitamente los ejemplares entre los profesionales clínicos de todo el país—me dijo—. Por eso se han disparado las ventas». En su opinión, la motivación de la industria era evidente: «Dado que el DSM abarca casi cualquier tipo de sufrimiento, su difusión es un buen negocio: aumenta las tasas de diagnóstico, y con ellas, las recetas…»

Ahora que los locos están desapareciendo los enfermos mentales son multitud. Supongo que cada vez hay menos locos porque cada vez vivimos, nos sentimos, más solos. Porque a ver, ¿cómo sabe uno que está loco…? Eso nunca se sabe; depende de cuánta gente cree que lo estás. También pudiera ser que las enfermedades mentales ni fueran enfermedades ni fueran mentales, pero cualquiera lo dice en voz alta.

Decía Robert Musil hace mucho tiempo que «la diferencia entre una persona normal y una que está loca es que la normal tiene todas las enfermedades mentales, mientras que la loca tiene solo una». Ahora, ni los investigadores controlan lo que investigan, ni los ingenieros creen que se pueda aplicar al mercado lo que se acaba aplicando, ni los médicos son capaces de recetar con suficiente criterio… La manera más fácil de volvernos a todos locos es aumentar el diagnóstico de enfermedades mentales, y para conseguir que todos estemos enfermos, no hay nada como hacer que nos estemos haciendo constantemente revisiones y chequeos.

Si se permite tratar químicamente a enfermedades que se han diagnosticado como alteraciones químicas del cuerpo o del cerebro, estamos haciendo una especie de profecía autocumplida. Ahora ya no hay duda: nuestro cuerpo, nuestro cerebro, tienen un desequilibrio químico…

Desengancharse de las drogas o de los medicamentos precisa nuevos tratamientos, aparecen nuevas enfermedades, nuevos síndromes de abstinencia. Necesitaremos nuevos fármacos para curarlos. La promoción farmacéutica, los anuncios de medicamentos, son parte de las tendencias autodestructivas de la sociedad. La promoción comercial de coches, dispositivos, servicios… son también otras formas que tenemos de acabar de una vez con nosotros. Con todo lo que signifique nosotros.

Paranoicos con el fuego. Obsesivos con la tierra. Esquizofrénicos con el agua. Histéricos con el viento. Las enfermedades mentales derivan de que renunciamos a gran parte de nuestra seguridad, en beneficio de un reino de libertad sin protección; y no estamos acostumbrados.

Historias de Paco Sanz ✍️

Cuidado con el odio

Publicado el 9 de noviembre de 2017.

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Siempre habíamos creído que el nacionalismo catalán era en esencia, y por diferentes y rebuscadas razones, distinto del vasco; más pacífico, más inteligente y calculador, por supuesto menos radical… Teníamos una percepción engañosa de insólita admiración por los catalanes, e incluso una extraña asunción por nuestra parte de ése su sibilino discurso que propone a los habitantes de Cataluña como distintos del resto de nosotros; como más sofisticados, más cultos, más seguros, más… no sé.

Pues bien, después de más de treinta años de imperio del ideario nacionalista y de sus verdaderas políticas en Cataluña, comprobamos en nuestras carnes el nefando resultado de tan perniciosa quimera.

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Así, presenciamos indignados el esperpéntico espectáculo de ver hacer «huelgas» a quienes no han trabajado en su vida; contemplamos espantados a padres hacer de sus hijos ariete de sus paranoicas ideas, o utilizándolos de forma insensata a modo de escudo humano para cortar una carretera en medio de una manifestación. También asistimos incrédulos al hecho de ver hijos renegando con vehemencia de sus padres, debido al menú independentista mezcla de mentiras y odio con el que se han estado cebando desde siempre en sus escuelas.

Y como evolución previsible de todo este «estado» de alienación consentida, y de permanente desencanto pertinaz frustración y eterno victimismo del relato nacionalista, nos encontramos asistiendo casi inanes a la antesala de un proceso evidente de radicalización, de batasunización de una parte muy importante de esa sociedad que antaño nos pareció ejemplar, sensata… casi superior.

¡Vaya mierda…!

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Este infame proceso incendiario de querencias y convivencias, que impone la radicalización en las calles y en las casas, en las ideas y en los corazones, puede terminar en un «estado» de amenaza constante como el que imperaba no hace muchos años en calles, casas, ideas y corazones de los silentes habitantes del País Vasco. Cuando sus habitantes contemplaban rebañudos y cobardes los estragos que causaba el odio en las calles, en los hogares, en las ideas, y en los corazones.

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Así que cuidado con los catalotarras

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Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

NO SABER…

Publicado el 27 de mayo de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

Atrévete a no saber… Los que andan mirando el móvil siempre, supongo que pasan de ese viejo precepto religioso. Sapere ne aude, ese latinajo de Tertuliano yo siempre lo entendí como saber no atreverse, aunque por lo visto quiere decir atreverse a no saber. Paso por las imágenes de las noticias con estas dos ideas cruzándose en mi cabeza: no quiero saber qué pasa y no me atrevo a no saberlo.

Es que mis ojos se van donde no quiero, como en las tiendas, como en los museos. Los eye-tracker de los museos, revelan que los ojos de los visitantes van más a las caras de las víctimas que a las de los verdugos, a las imágenes que a los textos, a las imágenes en movimiento más que a las fijas. Y que si los ojos saben de algo pasan del texto, pero si no lo saben van a buscarlo. La imagen debería ser así, más capaz de concitar buenas preguntas que de dar una respuesta cualquiera al que preferiría no saber más del tema… Pero no siempre lo hace.

A veces lamentamos el no saber ya lo que significa el temor religioso. ¡Si al menos pudiéramos hacer renacer en nosotros el estremecimiento ante lo desconocido, el pánico ante lo indescifrable..! Otras, es mejor no saber lo tontos que podemos llegar a ser… Es el efecto Dumming-Kruger: establece que cuanto más incompetente es una persona menos cuenta se da de ello. No saber efectuar una tarea de forma correcta (trátese de inferencias lógicas, multitarea o planificación laboral) incrementa a la vez las posibilidades de que se ignore la propia incapacidad.

Por ello, hay que ser prudentes en ésto del saber, sobre todo en situaciones amorosas. Se pierde, conociendo demasiado bien a los amigos y a los amantes, lo mejor de la vida… Además del palo de tener que descubrir por este sistema quien es tu amigo y quién no lo es… El mero hecho de conocer mejor a alguien no presagia -al igual que conocer su estado de salud- nada bueno.

A mi amor me aplico activamente a desconocerla, su presencia a mi lado es todo un regalo, pienso que todo su exquisito es una dádiva del azar, y lo mejor de la vida es siempre gratuito. ¿Acaso no es el amor un no saber dónde empieza la locura, beber juntos la copa del cada día, hacer de la costumbre una aventura…?

Cada año el número de conocimientos se multiplica, cada vez disponemos de más cosas que ignorar. Si entendemos como ignorancia el no saber de las cosas que nos afectan, entonces cada vez somos más ignorantes. Se está haciendo real aquella broma de Nietzsche acerca del porvenir de nuestros establecimientos de enseñanza. Pensaba, que en el futuro las universidades existirían para restablecer la antigua ignorancia: la curiosidad elemental que convierte a los niños en metafísicos.

A la barbarie del especialismo, hay que oponer ahora la audacia de los aficionados. Con ésto, la tontuna del amateurismo nos hará ignorantes al cubo. Opondremos fecúndamente al no saber de qué va la cosa, el no saber que vaya de cosa alguna. Pensaremos que lo simple es falso y lo complejo inutilizable. Y nos quedaremos tan panchos, tan contentos no sabiendo; sin dudas, como los creyentes.

Historias de Paco Sanz ✍️

Lágrimas

Publicado el 10 de diciembre de 2019.

Le duele, aunque ya siente ese alivio que experimenta cuando al llorar recordándote, ni siquiera enjuga sus lágrimas. Rendida, las deja deslizarse lentas por sus mejillas; que se empapen con esa multitud de rastros salados y lenitivos; hasta la barbilla; punto final, desde donde parece que se esfuman saltando al vacío.

Y cede en su lucha contra ese amargor doloroso subiéndole por la garganta; se lo traga, fluye, y deja fluir sus lágrimas. Ese momento solitario y beatífico en el que por fin abandona su orgullo, y se abandona ella entera al desahogo del puro llanto desbocado. Llanto ya sin muecas; sólo lágrimas agrias sinceras de emoción veraz; lágrimas libres al fin y al cabo.

Tiene la sensación de que siempre tendréis algo pendiente.

Ha llegado de tu mano a sus momentos más hermosos, y sabes que eres sin duda el amor de su vida. Y también sabes, que vivirla a partir de ahora sin tu presencia cerca, será como lamentar para siempre una gran pérdida, como convivir sine die con el sordo dolor de una amputación… Así, herida, podrá pasar el tiempo sí, pero seguirá doliéndole la cicatriz que le quedó, de ese pedazo que creía suyo, de aquél tu trozo cercenado y ausente.

Piénsalo… 💞

Antonio Rodríguez Miravete… Juntaletras.

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RECUERDA, TIENES QUE SUICIDARTE

Publicado el 13 da marzo de 2021.

Paco Sanz. Médico. RIP. ✍️

Marx acababa sus obras con un DESAM: dixit et salvavi animam meam… En mi caso, cada vez que doy por acabado algo de lo que escribo debiera poner RTQS: recuerda, tienes que suicidarteComo hacía una escritora cuyo nombre prefiero no recordar y que efectivamente acabó suicidándose.

Digo esto por ver si así, si llego a tener que optar entre convertirme en un deber penoso para mis hijas o hacerme cuidar por extraños, conserve la suficiente voluntad memoria y pericia, como para acabar conmigo mismo.

Paco Sanz. Médico. RIP. ✍️

Asco damos

¡Ay españolito, que si por tonto te toman y te dejas tomar por tonto, mereces lo que te pase…! Vótales; sigue botando tu pelota roja: bota bota… Eres tonto.

Hay que parar ésto porque damos verdadero asco como sociedad. ¿No…? 🙄😳

Estoy seguro de que la mayoría de los españoles digamos que socialdemócratas de bien, están consternados con la mierda del gobierno rojosicópata éste que hoy nos desgobierna; y voy a procurar no mentar la madre ni el nombre de ninguno de los hijosdeputa que padecemos, hoy no…

Nos hemos convertido en un pueblo desarraigado de sí mismo y de su pasado reciente, pero porque usamos constantemente el presente para lanzárnoslo a la cabeza. Mirad si no a las víctimas del 11M o a las de la ETA; no hay nada resuelto ni que tenga sentido para las razones de su dolor, de semejante dolor, de tanto dolor. No sé por qué los españoles nos empeñamos cada cierto tiempo en criminalizarnos los unos a los otros. Porque sí, son crímenes, lo que llevamos cometiendo desde hace casi un siglo los unos contra los otros. Y si no me creéis, mirad ahora las sesiones del Congreso de los Diputados insultándose. ¡Qué vergüenza…! ¡Dónde hemos terminado…! ¡Qué mala educación, por Dios!

Y como buenos hispanos gilipollas e indomables, no sólo no hemos escarmentado con una guerra civil hace menos de cien años y una reconciliación hace poco más de cuarenta, sino que además, y gracias a lo canalla de nuestros políticos, no hemos aprendido nada de nada… Y hemos empezado nuevamente a confundir el delito de robar con el crimen de traicionar, la mentira fácil con la verdad trabajada, o el valor del mérito esforzado con el de la mera oportunidad aprovechada. Nos hemos vuelto todos, otra vez un poco suicidas gilipollas y corruptos, no me lo negaréis… Peeero, el tonto de mí se niega a ser un corrupto del todo porque en el fondo prefiero que me tomen por tardo que por criminal: la ignorancia tiene remedio con tiempo y libros, peeero, la cleptomanía o el crimen necesitan castigo y terapia. Pues eso. No, no soy un enfermo. Me niego.

Porque la moral, lo moral, es importante para seguir en ésto de la vida, sin tener que agachar la cabeza de vergüenza por ser un ladrón o un somierda cada vez te tropiezas por ahí en público con tu prójimo. ¿No…?

eeen fin. Os quiero, lectores 💕

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

Y dale con el pasado…

Publicado el 18 de abril de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

Me fastidia tanto que me vengan con otro pasado y que pretendan imponerme una historia como verdadera, como que cambien el lenguaje con el que pienso y con el que me comunico. Creo que es tan utilizado para manipularnos lo uno como lo otro. Detesto el papanatismo de la corrección política tanto, como que me digan que es mejor decir tablet que tableta… Si digo las cosas como quieren, acabaré haciendo lo que me digan. Quieren hacerme creer que las cosas fueron como ellos dicen, del mismo modo que quieren decirme que hay que decir las cosas de otra manera. Para ver qué sacan, para ver cómo pueden sacar algo más de mí. No les quiero nada. Además, no les admiro en absoluto.

Soy lo que soy, lo que recuerdo, lo que puedo contar; no me fío de la historia que me cuentan, prefiero la que me cuento yo. No sólo la historia es contemporánea, todo el pasado también lo es. Especialmente el mío.

Existe un ser verdadero y un ser falso en cada uno de nosotros. La diferencia se percibe si pretenden quitarte el pasado en que te reconoces. Cuando te han desprovisto de algo tan completamente que no sabes qué es, si no puedes recordar siquiera qué es lo que te falta pero sabes que te falta algo, entonces la diferencia no puedes pillarla. A menos que te montes un pasado de encargo, y así, el ser falso que hay en tí no te haga hacer tanto el tonto… Hay algo de lógica en la actitud implícita de que “el medio me debe algo” que adopta el psicópata, el delincuente, y el niño antisocial.

La paradoja más profunda de la memoria: El pasado es “contemporáneo” del presente que ha sido.

Si el pasado tuviera que aguardar a no ser ya, y si ahora y desde ya no fuera “pasado”, nunca podría llegar a ser lo que es, nunca sería ese pasado… Si no se constituyera inmediatamente, no podría ser reconstruido después a partir de un presente ulterior. Nunca el pasado se reconstruiría si no coexistiese con el presente cuyo pasado, es.

Tomamos consciencia de un acto sui generis por el que nos distanciamos del presente, para situarnos primeramente en un pasado general y después en una determinada región del pasado: una operación de tanteo análoga a la puesta a punto de un revelado fotográfico. Cuando nuestro recuerdo permanece todavía en estado virtual; de este modo, nos disponemos simplemente a recibirlo adoptando una actitud adecuada. Poco a poco, aparece como una nebulosidad, que se condensa y pasa del estado virtual al real en el papel fotográfico.

Las tres dimensiones de la existencia traducidas temporalmente son: Pasado (consideración), presente (atención) y futuro (intención). La gente siempre estamos gritando que queremos un futuro mejor. Pero no es cierto. El futuro es un vacío apático que a nadie le interesa lo más mínimo. El pasado está lleno de vida, le gusta irritarnos, provocarnos, insultarnos, nos tienta a destruirlo o recordarlo. El único motivo para que la gente desee adueñarse del futuro es para cambiar el pasado. Anda que si fuera por eso porque me he quedado sin futuro, por lo que cada vez recuerde más vívidamente cosas del pasado y peor las que acaban de suceder.

¡Ehhh…! Que tan viejo no me siento… Así, que mejor que no me vengan con otro pasado ni con otro modo de decir las cosas; plis, darlin.

Historias de Paco Sanz ✍️

Carta a mis hijas

Publicado el 28 de marzo de 2020.

Llevo casi un mes sin poderos ver y es lo que peor llevo. Y es cada vez peor porque pareciera que incluso nos vamos acostumbrando.

Pero por hablar de otras cosas: no sabéis lo significativa e importantísima que es para mí la noticia de vuestra decisión -sólo vuestra- ésa de que para aliviar esta mierda de encierro os haya dado por hacer deporte 🙄😳 ¡Qué chocante…! Siempre fue el deporte digamos que una de vuestras aficiones menores (nóteseme la ironía) Y resulta que ahora motu proprio afrontáis ésta que nos está cayendo con lo de la cuarentena, siendo capaces de retorceros vosotras mismas bruscamente y cambiar hábitos, gustos, deseos… Os adaptáis.

¿Pues sabéis qué…? Que en estos casos se hace justo así y vosotras ya lo habíais hecho antes. Acordaos, cuando hace unos años fuimos caminando juntos casi doscientos kilómetros hasta Santiago de Compostela. Recordad, que tuve el cuajo de haceros dormir a la intemperie pero al abrigo del soportal de aquella pequeña ermita, tan cerca de las bonitas tumbas de su coqueto cementerio… Sumábais entre las dos poco más de veinte años y esa noche, a la luz de la luna, sacasteis allí mismo y entonces vuestro carácter y contándonos historias nocturnas me enseñasteis la madera de la que estabais hechas. Y me gustó. Y no me sorprendió, el comprobar la nobleza la resistencia y el verdadero valor del material que os conforma como personas. Dormimos mal pero dormimos… Y al día siguiente visteis de nuevo el sufrimiento de cara en la fortísima subida al Cebreiro: aquélla pájara mía nos lo hizo pasar verdaderamente mal pero finalmente cada uno subió su mochila.

No se me podrá olvidar tampoco nunca, cuando le disteis al desvalido aquél la última lata y el único panecillo decente que nos quedaba. Lo visteis escarbar en el cubo de la basura y saltasteis cual resorte, para que le diésemos de comer a ese pobre hombre al precio que fuera… Menos mal que aún quedó para desayunar nosotros tres, poco más de un geme de aquella salchicha inolvidable y sobras de mendrugos de pan duro.

Ánimo Mis Amores, ánimo… Sabéis, que las soluciones a los problemas que se nos plantean casi siempre las llevamos dentro y a veces ni lo sabemos; latentes, agazapadas, están listas para ser puestas en marcha… No sé cómo ni cuándo terminará ésto pero precisamente por eso huid del anquilosamiento y de la desidia; estudiad mucho y leed mucho; no penséis tanto; y que no os dé miedo equivocaros porque es requisito imprescindible para acertar de vez en cuando. Ya tendréis tiempo.

eeen fin. 💕

¡Cuántos «Os quiero» que siento que os debo…!

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras

¡ATENCIÓN…!

Publicado el 17 de abril de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

Oír: percibir por el oído.
Escuchar: aplicar el oído para oír.

De niño recuerdo haber entendido como una orden la palabra ¡Escucha..! Ahora lo que escucho, es sobre todo una orden que dice ¡Atiende…! Soy consciente que comercian con mi atención, con mi posible atención… Que como mis antiguos maestros, pretenden que obedezca. La palabra obediencia viene del latín ob-audire, es decir, escuchar a… Y la palabra atención ad tendere, quiere decir tender hacia.

Me gusta escuchar música incluso andando. Las órdenes no tanto, qué le vamos a hacer. Pero ¿qué es escuchar música sino buscar patrones de resonancia armónica, de repeticiones, de octavas, progresiones, de acordes… en el disonante paisaje sonoro que nos rodea…? El pino parece escuchar y el abeto esperar, ambos sin impaciencia, y no piensan en el pequeño hombre situado bajo ellos al que devoran su impaciencia y su curiosidad.

Para escuchar música no basta con escuchar los diferentes fragmentos en los que consiste. Hay que ser capaz de relacionar lo que se oye en un momento dado, con lo que acaba de ocurrir antes, y lo que está a punto de escucharse a continuación. Todo hombre que ama, piensa al escuchar la música, al escuchar la vida: “habla de mí, habla en mi lugar… ¡Lo sabe todo…!”

La buena escritura y la buena música invitan a levantarse, a ponerse en marcha, a ponerse a bailar. “Se escribe con la mano, pero se da testimonio de lo bien que se escribe con el pie. Leyendo o escuchando música hay que darse cuenta de que el pie levanta la oreja. Los dedos del pie se levantan para escuchar”. Nietzsche lo dijo.

Cuando desfilaba durante mi servicio militar nos hacían marcar el paso, nos hacían obedecer escuchando. Derecha izquierda derecha izquierda, paaaso ¡ein…! Nos decían. Desde entonces a los que pretenden captar mi atención pidiendo que escuche, aunque pongan música, los tengo atravesados. ¡Qué bien suenan las malas razones, y la mala música, cuando uno marcha a la carga contra el enemigo!

Cuando hace tanto ruido pedirle a uno que escuche es mucho pedir. El exceso de información crea una especie de toxicidad, que termina creando un tipo de uniformidad tóxica, que la hace entrar en un bucle que se retroalimenta… El que todo el mundo quiera escuchar ciertas cosas, hace que se digan cada vez más, y eso hace que se tomen así mismo por ciertas las mayores irrealidades.

Recomendarle a alguien que escuche algo, incluso aunque sea buena música, me parece tan irreal, tan fuera de tono como pedirle que lea un libro… Los melómanos somos absurdamente poco razonables. Siempre queremos que te quedes completamente mudo, en el preciso instante en que desearíamos quedarnos totalmente sordos… Oscar Wilde supongo que lo decía por experiencia.

Con los ojos también se atiende, se pretende mirando entender. Ver: percibir por los ojos. Mirar: aplicar los ojos para ver. Va grande la diferencia del ver al mirar. Quien no entiende no atiende. Poco importa el mucho ver con los ojos, si con el entendimiento nada; ni vale el ver sin notar. Hay gente que pone tanta cara de mirar, de escuchar, de entender, que no cuela… No escuchar al que nos habla no sólo es falta de cortesía, sino también es señal de menosprecio.

Atiende siempre al que te hable; en el trato social no hay nada tan productivo como la limosna de la atención. Pero que no te pillen intentando prestar atención sin ganas; o mirando de reojo al reloj, o al móvil.

Historias de Paco Sanz ✍️

SEGUIMOS CONFINADOS

Publicado el 11 de abril de 2020…

No dejo de pensar en ésto del encierro, porque eso del distanciamiento social todavía me da más grima. Ya no recuerdo dónde lo leí, pero sí la canción que oí de Billy Holiday «Wrap your troubles in dreams» donde se decía aquéllo de que se podían transformar los problemas en sueños. Pues resulta que a mí ahora se me ha ocurrido una buena idea.

Me asombra el páramo en el que se ha convertido nuestro mundo debido al simple hecho de que nos hemos apartado tan solo un poco de él metiéndonos en nuestras casas.

¿Lo veis…?

La industria del petróleo por los suelos. Los traficantes más vigilados. Las tan potentes industrias automovilísticas con un nudo en la garganta. Las putas sin trabajo; y por ello políticos y periodistas espantados. Las redes sociales haciendo de alcahuetas o de viejas de visillo. Las televisiones vendidas al mejor postor y traicionándose a sí mismas…

El turismo mundial arruinado. El transporte en la cuerda floja. Las empresas energéticas temblando; las tecnológicas no tanto. El mundo entero y casi todas sus grandes empresas y proyectos todos por el suelo, por el mero hecho de que todos nos hemos quedado en casa… Todos.

Fijaros en el detalle: quedaros con él.

¡Tan solo permaneciendo todos quietos hemos cambiado el mundo y de qué forma…! ¿No os parece maravilloso…? ¿Veis el tremendo poder que hemos desatado…?

¡Pues vaya una mierda de novedad…! 🙄😳

«Simplemente dejando de comprar podemos provocar un tremendo quebranto a esas empresas que sostenemos, y que tanto se supone que han abusado de nosotros…» dijo un rojo célebre.

Deberíamos haber sabido ésto desde siempre, y nos habríamos ahorrado muchos de los disgustos que nos han dado tanto el capitalismo como el comunismo. Solidaridad. La huelga honrada, la huelga con razón, el antiguo concepto de la huelga por justicia… Huelga no para acomodar salarios como hacen los sindicados sino para repartir la justicia como deberían perseguir quienes promueven las huelgas justas.

Si abusan con el recibo de la luz, apágala y enciende velas. Si te censura el Facebook que le den por culo, desinstálalo. ¿Que el whasap te toca los huevos? escribe cartas, postales, visita a tu amiga o llámala… Si tu coche todavía tira, dale. Si tu pareja te ama después de todo ésto no la cambies; y si la echas de menos díselo… Si todavía funciona bien no lo tires, porque lo nuevo muchas veces no es lo mejor sino sólo lo nuevo.

Pero todo ello deberíamos hacerlo juntos y a la vez, como ahora. De golpe…

Porque dime de qué te sirve ahora ese nuevo coche sin pagar en el garaje, cuando el que cambiaste todavía estaba para tirar algún kilómetro más… Dime, de qué te sirve ahora ese monísimo vestidor lleno de ropajes, que solo te servían para que quedaseis bien el espejo y tú… Y confiesa que cambiarías sin duda esa horterada de vacaciones que tenias contratadas, sólo, por abrazar a tu vieja y que no estuviese tan sola y tan en peligro.

¿Tanto papel higiénico para qué…?

Mi único problema es que hoy me he quedado sin chocolate, pero drogas hay muchas para soportar este encierro: el whisky y la lectura o el Pilates; acordarme muchas veces al día de mis hijas; escribir todo lo que pueda o llamar a mi madre; dibujar y cocinar; preocuparme de mi sobrina la enfermera y saber de mi otro sobrino en Madrid… Mirar a Manuela.

Y escribirte, y acordarme también de tí amigo que estás leyéndome.

eeen fin. 💕

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

METAVERSO Y METAFÍSICA

Publicado el 19 de marzo de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

Lo del Metaverso es como lo de Avatar, lo de Matrix, un lugar al lado, en el que en cierto modo ya estamos, y siguen llegando. Los metafísicos sabemos que hay, que ha habido siempre mundos al lado. Algo así como los números imaginarios poniendo en ridículo a los reales, y como si con los irracionales no hubiéramos tenido ya bastante. En matemáticas, como en metafísica, el esfuerzo de invención consiste en suscitar el problema, en crear los términos en los que se planteará.

Planteamiento y solución de problemas están muy cerca de ser equivalentes: los verdaderos grandes problemas sólo son planteados realmente cuando son resueltos. Marx diría que la humanidad sólo se plantea los problemas que es capaz de resolver. Y Gates, que los ordenadores resuelven problemas que ellos mismos han planteado. No sólo hay respuestas acertadas y equivocadas, los problemas reales e imaginarios las han precedido.

¿Hijo mío, has hecho hoy alguna buena pregunta en el cole…?

Los falsos problemas son de dos tipos: “problemas inexistentes” que se definen por el hecho de que sus términos implican una confusión del más y del menos; y “problemas mal planteados” que se definen por el hecho de que sus términos están mal analizados. El error más general del pensamiento, de la ciencia y de la metafísica, es el concebirlo todo en términos de más o menos, el ver sólo diferencias de grado o intensidad, allí donde más profundamente hay diferencias de naturaleza.

“Sería conveniente reflexionar sobre qué se quiere decir en realidad cuando se observa que la teología, la filosofía y la metafísica han llegado a un final; ciertamente, no que Dios ha muerto, algo sobre lo que se puede saber tan poco como de su existencia, sino que la manera en que Dios ha sido pensado durante milenios ya no es convincente; si algo ha muerto, sólo puede ser el pensamiento tradicional de Dios. Y algo similar ocurre con el fin de la filosofía y la metafísica, no es que las viejas cuestiones que acompañan al hombre desde su aparición sobre la tierra hayan devenido “carentes de significado”, sino que el modo en que fueron formuladas y resueltas ha perdido su validez…” Arendt lo dijo.

La cuestión no es si además de a las redes de ahora, nos vamos a acabar también conectando a las de las de las criptomonedas o a las de los metaversos, o… La cuestión de enchufarse o no a estas máquinas de experiencias deviene de dos preguntas emparentadas: una epistemológica (¿como saber si no estamos ya enchufados…?) y una metafísica (¿las experiencias de la máquina quizá no constituyan un mundo real…?) La pregunta no es si enchufarse es preferible a otras posibilidades sombrías de vida, sino si enchufarse, constituiría la mejor vida o la mejor vida al menos accesible, porque todo lo que importa de una vida es cómo se siente desde dentro. ¡La entelequia! Situación, lugar que solo existe en la imaginación.

Si nuestra conexión a las redes aumenta, y se concita así la noche mundial del olvido del ser… ¿Estaría uno autorizado todavía a seguir mirando los últimos resplandores del sol que se ha puesto, o podría volverse y empezar a escudriñar los primeros atisbos de su retorno…?

Bueno… ¡Qué basura metafísica mis propósitos todos!

Historias de Paco Sanz ✍️

apreteu, apreteu…

Publicado de 26 de junio de 2019.

Un terrorista en la televisión de mi país.

Un lobo terrorista antiespañol, disfrazado con piel de cordero antifranquista.

Manos de sangre manchadas; estrategias manchadas de mierda.

Un secuestrador dándonos lecciones de moral, de democracia, de justicia.

Un periodista dándole un masaje a un terrorista.

Un verdadero lerdo abofeteando nuestra dignidad.

Una izquierda con Alzheimer, una derecha con Parkinson.

Y un pueblo bobo, consintiéndolo.

¡Qué vergüenza…!

Antonio Rodríguez Miravete

Ya, somos una dictadura

Ésto de la amnistía y nuestro Estado de amnesia y anestesia tan imbécil, está consintiendo todo lo que le venga en gana al perro Sánchez: a partir de ahora ya se puede cagar donde le salga de sus Bolaños.

Y encima éstos -sus Bolaños- van y se felicitan a sí mismos jactándose por ser los mamporreros que nos clavan el orto al resto de los españoles con ésto de la amnistía, y tal. No podemos caer más bajo… ¿No, verdad…?

¿O sí…? 🙄😳

eeen fin.

¡Ojo…!

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

¡VIVA EL 8 DE MARZO…!

Publicado el 25 de abril de 2020.

Y no nos dimos cuenta.

En la segunda guerra mundial el orgulloso pero ciego y suicida gobierno japonés, sabiendo perdida su guerra de todas formas y que la derrota por aplastamiento era sólo cuestión de tiempo, no dudó en sacrificar lo mejor que quedaba de sus pilotos cual carne de cañón… Estrelló sus aviones uno a uno y sin piedad, en un intento último, inútil y postrero, de ataque contra los imponentes buques de guerra norteamericanos… El valor del suicidio. Pura propaganda.

Utilizó el gobierno japonés la censura y el engaño a los japoneses, no sólo para ocultarles su inexorable derrota, sino para además exacerbar sus ánimos de pueblo ignorante… Hicieron mera propaganda de la muerte y del valor de aquéllos sus héroes kamikazes, sacrificados en pos y la inutilidad, de la gloria, el coraje, y el orgullo japonés.

Dictadura, derrota y alienación ideológica en estado puro. Pura propaganda… Perdieron la guerra sí; pero demostraron tener muchos pero que muchos cojones los japoneses. Hicieron falta dos bombas atómicas para que se rindieran; dos. Y ahí están… Al menos los japoneses, tenían como excusa a su estupidez bélica y su locura el hambre y la necesidad; el patriotismo y el valor; el orgullo como pueblo; su gobierno, también. Y acordaros también, de los cerca de seiscientos mil «liquidadores» de Chernobyl…

¿Qué excusa tiene nuestro gobierno, para la derrota en esta guerra ya perdida por tantos miles de bajas, para encima sacrificar carne de cañón sanitaria sin siquiera mascarillas decentes, batas adecuadas o test fiables ni suficientes…?

¿Tampoco tienen líderes en quién confiar…? ¿Qué excusa tiene nuestro gobierno para hacer propaganda de semejante derrota…?

Están sacrificando a los mejores, solo por la baratura de salvar sus culos.

Y pienso en la hidalguía de mi sobrina la enfermera, enfrentándose casi sola y con el solo entusiasmo de sus veintipocos años y una valentía casi ciega, a estos amenazantes molinos de vientos infecciosos, con el ínfimo yelmo de una mascarilla; con adargas así de antiguas; y subida al rocín de un presente así de flaco… Y por enmedio escurriendo el bulto, mucho galgo corredor.

¡Qué valiente mi sobrina…! «Qué buen vasallo, si tuviere buen Señor…» Que no nos engañen.

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras

8 de Marzo…

Publicado el 8 de marzo de 2018.

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Me preguntan mis dos hijas, desde su inocente adolescencia, mi opinión acerca de la huelga feminista del ocho de Marzo.

Les respondo que, hasta que yo recuerdo, siempre se había celebrado el ocho de marzo, como el DÍA DE LA MUJER TRABAJADORA. Que siempre había sido ese día, jornada no de huelga sino de merecida celebración insisto; y de justas reivindicaciones, como no podía ser de otra manera.

Celebración de lo femenino, del mérito de ser mujer en toda época y circunstancia. Y siempre habían hecho las mujeres de este día, repito, no uno de de tensión social y huelga cuasi obligatoria, sino algo así como un ‘día feriado’ en el que la que podía, no trabajaba. Pero ese ‘no trabajar’ era algo así como un gesto casi festivo, de demanda y exigencia de de unos derechos y libertades más que merecidos.

Había sido siempre el ocho de marzo una ocasión para alabar la valentía de la maternidad trabajada; el coraje de engendrar, parir, educar y nutrir amorosamente.

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Una fecha histórica para exaltar las virtudes del trabajo, el esfuerzo y la dignidad femeninas. Un día éste, para ensalzar a la mujer en la figura de las esposas amadas y las amantes deseadas; de las hijas adoradas; de las madres abnegadas y de las hermanas cercanas. Un gesto para amigas sinceras y compañeras… Era en el fondo un rendido homenaje a un género, el femenino, que si no existiera, habría que inventarlo.

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Creo que el hacer de una celebración así, ocasión para enfrentar casi agresivamente en una huelga tramposa a hombres contra mujeres, no es sino un intento sibilino de instaurar, la perversión paranoica de un complejo maníaco depresivo, que persigue la disolución de lo femenino en favor de una sectaria ideología de género, ya no feminista, sino represora, oscura y revanchista; además de segregadora y completamente inútil.

Que no os engañen
¡¡¡ VIVA EL DÍA DE LA MUJER…!!!

Antonio rodríguez Miravete. Juntaletras

Sabiondos

Publicado el 12 de abril de 2020.

Historias de Paco Sanz ✍️

Los aceleracionistas son una panda que pretende mejoras acelerando los procesos. Huir hacia adelante ha sido la tentación de algunos presidentes para hacer frente al proceso, que lo pasen los que lo tengan que pasar, que se mueran los que se tengan que morir, y que los supervivientes se hagan cargo lo mejor que puedan de lo que quede en pie. Vaya, que no decaiga. No acertaron. Como decían los machos de antes, se la han tenido que envainar.

A nivel poblacional hay dos estrategias que se están siempre equilibrando, la de la “K” a base de adaptarse a lo que hay, y la de la “r”, reproducirse más y mejor. Un poco en plan cuestiones de fuente y de sumidero. Si hay suficientes recursos o si hay demasiados venenos. Los ricos será más ricos y los pobres tendrán más hijos. Los que gustan de metáforas bélicas podrán recordar que con la táctica artillera y de trincheras, la muerte en batalla había dejado de ser una muerte en el movimiento para convertirse en una muerte en posición.

Comparados con los macroorganismos los microorganismos parecen ser todos estrategas de la r y así han sido considerados. Los estrategas de la K suelen tener éxito en situaciones de limitación de nutrientes. Cuando esto del virus ese pase ya sabemos lo que nos toca. Nada como el ajedrez para experimentar la diferencia entre estrategia y táctica. La táctica consiste en saber lo que hay que hacer cuando hay algo que hacer. La estrategia, en saber qué hay que hacer cuando no hay nada que hacer.

La táctica de las megacorporaciones genéticas en los últimos años ha sido echar el resto -en un ataque rápido y frontal- para intentar crear una situación sin vuelta atrás, ocupando un terreno de dónde no pueden ser desalojados, lo que los estudiosos de filosofía de la ciencia y la técnica llaman una tecnología atrincherada. Un poco como el “too big to fail” de las grandes corporaciones. Por ejemplo Europa ha adoptado la estrategia de la casa a medio construir: Uno empieza construir una casa sabiendo que resultaría demasiado costoso interrumpir las obras, y no tiene más alternativa que terminarla.

La llamada a los contramundos de la desaceleración está llegando algo tarde. Los aceleracionistas, los impacientes por acceder al futuro me cansan. Han dado forma, con sus prisas al mundo tal como lo conocemos. La DARPA (Defense Advancet Research Proyects Agency) creada en 1957 para recuperase del avance que habían tomado los soviéticos con el Sputnik, tenía como única regla la “innovación radical”, y la sola justificación de su existencia es “acelerar la llegada del futuro”. Se le atribuye Arpanet que acabaría siendo Internet, también el proyecto 57, que era para guiar misiles y acabó siendo el GPS. Ahora tiene el punto de mira en la interfaz cerebro-máquina. Eso sí que es acelerar la llegada del futuro.

“Fotografiamos las cosas para auyentarlas del espíritu. Mis historias son una forma de cerrar los ojos”. Kafka. Ante la pura masa de imágenes hipervisibles, no es posible cerrar los ojos. Cerrar los ojos es una negatividad, que compagina mal con la positividad y la hiperactividad de la sociedad de la aceleración. La coacción de la hipervigilia dificulta cerrar los ojos. Y es responsable también del agotamiento neuronal del sujeto de rendimiento.

Cuando mi padre me enseñaba a conducir, harto de ver lo despacio que iba cantaba a veces, cuando lo que estaba por delante era una recta, aquello de: 🎶🎵“Para ser conductor de primer, acelera, acelera… para ser conductor de primera, acelera el buen conductor”🎶🎵 Pues bien, ahora vienen curvas…

Historias de Paco Sanz ✍️

A ostia limpia…

Publicado el 16 de octubre de 2019.

Estos acontecimientos no habían pasado en España desde que yo tengo memoria; y tengo ya más de medio siglo. Nunca.

Ya está bien de aguantar a estos hijosdeputa. Hay que acabar con ellos… Ya.

Ni los siento, ni se sienten compatriotas nuestros; no son paisanos, no son nuestros amigos; no son más que una manada de perros, ni siquiera lobos, babeando de rabia ponzoñosa… Han perdido su cualidad humana, a fuerza de enterrarla bajo el odio, la ignorancia y el racismo más rancio y exacerbado.

Nos quieren echar de nuestras propias casas…

Y una mierda… ¡A por ellos!

Pepes Gotera y Otilios

Publicado el 15 de octubre de 2021.

Hay cosas que no puedo entender, y claro, eso hace que me ponga a escribir para ver si ordenando palabras me aclaro. Tengo la simple convicción budista, de que la sabiduría consiste en saber hacer en cada momento lo correcto; y en hacerlo sin aspavientos, solo lo correcto. Y que para distinguir ese saber hacer lo correcto, es imprescindible aprovechar la experiencia de las cosas que nos suceden, y sacar conclusiones de la reflexión sensata y bondadosa de las consecuencias de nuestros actos. Así de sencillo… No haría falta siquiera leer ni escribir un solo libro sino dejarnos fluir, como hacen el budismo y los ríos. «Be water my friend, be water…» Sé razonable, humano natural y curioso, persona sensata.

Pues resulta, que ni más ni menos que el 41% del censo electoral, ha vuelto a votar a la izquierda. Millones de no sé cómo llamarles… No puedo entender cómo, con la que nos está cayendo con este desgobierno zurdo, todavía haya semejante porcentaje de población que vote a favor de esta pandilla de Pepes Gotera y Otilios.

Gente sin mérito alguno, inculta y hasta gafe; inútiles zombis fuertemente ideologizados, y por ello incompetentes por completo para gestionar nada a derechas. Una barahúnda de comunistas a los que cada cierto tiempo se les va la olla roja, y vuelven a asomarnos al precipicio de odio viejo aquél de las dos Españas… Pretenden empujarnos de nuevo, diríase que si no a la guerra sí a la vergüenza y al abandono inane y por desidia, de todo aquello que hemos sido, que todavía somos, y de lo que podríamos ser.

¿Cómo todavía hay tanto insensato, tanto ciego ideológico, tanto tuerto mental…? Con lo bien que podríamos estar todos a una, juntos…

eeen fin.

Cosas de las ideologías: basura vieja y polución intelectual; metralla mental y política; especie de sucedáneo de la verdad, de lo correcto y de la moral. Y todo ello al servicio espurio de gente sin escrúpulos ninguno en su búsqueda ansiosa de Poder. ¡Pues vaya una mierda lo del Poder…!

Que no nos engañen. 😎

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

Se están muriendo

Publicado el 21 de marzo de 2020.

Historias de Paco Sanz ✍️

Seis días desde que nos confinaron…

En mi entorno hay cientos de sanitarios que han pasado a la reserva. Acabo de recibir una comunicación del Colegio de Médicos felicitándose por tener tantos colegas que han salido de sus escondrijos y han dado un paso al frente. En el caso de los jubilados tiene doble mérito. Sé que a determinadas horas la gente jalea a los que siguen en el frente dando la cara. Incluso se ha dicho, pero ya en tono de broma, que habría que buscar también una manera de aplaudir a los maestros. Que nos permiten seguir queriendo como queremos a nuestros hijos.

En la Guerra Civil Española los alféreces provisionales cayeron como moscas. Terminé como alférez mi servicio militar. Pero nunca sentí que se ponía mi vida en peligro. Bueno, sí, una vez en un ejercicio con granadas. Tampoco he sentido estar sometido a mucho riesgo laboral en clínicas y hospitales. Para muchos ésto ya no va a ser así. He perdido dos compañeros cercanos. Uno de laboratorio, manipulando mal un placa de Petri con meningococos. Otro al que un paciente psiquiátrico “le entró” con unas tijeras. Pero nunca pensé que eso pudiera pasarme a mí.

¿Dónde está el frente? En el sufrimiento, claro. No hace falta ser budista para entenderlo así. Los que andamos siempre buscando el sentido de las cosas sabemos que el sufrimiento no tiene sentido. La responsabilidad moral frente al sufrimiento estriba en nuestra capacidad de prevenirlo, aliviarlo, acompañarlo y utilizarlo, huyendo de la fantasía de que con nuestra intervención podemos controlarlo en todos sus componentes, circunstancias e intensidades. Debemos evitar caer en el “encarnizamiento moral” que supone la fantasía y la voluntad de dar a cualquier precio un sentido al infortunio. El “hospital sin dolor” puede ser un objetivo, pero perseguir “el hospital sin sufrimiento” no deja de ser una falacia.

No hace falta tener conocimientos de medicina para presentarse voluntario en un hospital en tiempo de pandemia, hacen falta un par, y por decirlo con menos crudeza: Ser bueno. Porque, a ver, ¿qué es bueno? Ser valiente es bueno. Aunque todos los valientes no lo sean, claro. Pienso en los dictadores de los que más he sabido, en Franco y en Hitler. Gente con un par.

Dicen que Amazon no va a distribuir más el Mein Kampf. Es un libro estúpido, no se merece esa propaganda. Cuando lo leí me quedé con la idea de que ese tío era idiota. Sin embargo hay un pasaje del libro que no he olvidado: “El hombre que ha nacido para ser dictador no es obligado a ello; quiere serlo. No es llevado, sino que va por sí mismo. No hay nada inmodesto en ello. ¿Es inmodesto que un trabajador pida un trabajo duro? ¿Es presuntuoso que un hombre dotado de la elevada inteligencia de un pensador cavile durante las noches hasta dar al mundo una invención? El hombre que se siente llamado a gobernar un pueblo no tiene derecho a decir: si me queréis o me llamáis yo cooperaré. No, su deber es dar un paso al frente”.

Nuestros hogares se han convertido en refugios para la guerra microbiológica que está teniendo lugar… fuera. En ellos el frente es el aburrimiento. Sin embargo habría que entender mejor el aburrimiento. Aprender a dejar pasar las horas, a no sentirse mal frente al vacío. Éste no sería un aburrimiento en sentido etimológico (abhorrere, significa horrorizarse), sino un encuentro amistoso con uno mismo, o incluso compartido, durante el que se disfruta de la compañía de alguien sin hacer nada. Entre este aburrimiento y la tristeza y la depresión está el frente… en casa.

Historias de Paco Sanz ✍️

Koldo, el sicario.

Cuanto más asisto a la actualidad política de éste mi país, más me da la sensación de que todos y cada uno de los votantes de izquierda que habitan en él, se parecen sin duda al bueno de Koldo el sicario. Es decir, que como esclavos o como simples bestias, todos habitan comen medran y cagan en el mismo sitio: España.

El votante rojo hoy, es un sicario peligroso, pero porque es una amenaza contra el país que nos legaron nuestros padres y encima no mandan una mierda. Sólo votan. Mandan los que se lo quieren cargar, apropiarse de nuestra España como si de un cortijo se tratara, y no para el bien común sino para que cunda el pánico el expolio y la mendacidad.

«Nos conviene la tensión…» ¿Recuerdas…?

Y ellos (los votantes rojos) les siguen votando una y otra vez aunque se mueran de asco cada vez más y más. Y eso no es lo peor, sino que están consiguiendo que todos nosotros nos muramos también de asco. Yo al menos mucho, me muero. ¡Qué asco de rojos…!

A diferencia de Pedro Sánchez que parece un chuloplaya; Koldo junto a Ávalos, Cerdán y Óscar Puente, Juan Guerra, Chávez, Roldán o el Tito Berni, están más cerca de parecer neandethales que sapiens porque sólo hay que verlos: no son tan tan guapos… Casi todos ellos son befos calvos o con sobrepeso; otros con el mentón menguado, brutos y balbuceantes, disléxicos, con poco cráneo, y algunos de ellos pareciera hasta que subnormales. Y conste que no tengo nada contra befos gordas calvos golfas o sinvergüenzas, peeero, es una evidencia que los rojos votan preferentemente a este tipo de tipos y tipas… Se ve, que debe haber algo genético en eso de ser rojo y gilipollas.

En una democracia moderna los garantes de la libertad no son los jueces ni la policía, y mucho menos los políticos: son los ciudadanos, los que eligen a los políticos que se merecen intelectualmente hablando al haberles votado. ¿No…? 🙄😳

Y como los políticos nos engañan constantemente, es el grado de inteligencia o de estupidez de los ciudadanos el que define la calidad y altura moral de sus políticos; quienes casualmente, son los que tienen la capacidad de modificar las leyes mediante el uso de nuestro voto como única herramienta que les ofrece la Democracia… Por ello, debería ser obligatorio que la gente leyese cuanto antes a Maquiavelo.

eeen fin. 😎 Sabéis que os quiero 💕

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

QUEMADOS

Publicado el 27 de febrero de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

Eso de que haya tanto joven quemado por trabajar demasiado y tanto joven quemado por no trabajar, da cuenta de que es posible que lo del trabajo no nos lo estemos montando del todo bien. Es un poco como el que haya tanta gente viviendo menos de lo que pudiera vivir por comer demasiado, y tanta por no tener bastante para comer. Hemos pasado de la sociedad de libertad a la de seguridad, de la de tener hambre a la de tener miedo. De la de la escasez a la del riesgo. De la sólida a la líquida. Son maneras de hablar, de andar inventando nelogismos, etiquetas, metáforas o subtítulos, a ver si así nos aclaramos, y si podemos ir más allá del comprender.

Se ha pasado en opinión del filósofo “del deber de hacer” una cosa al “poder hacerla”. “Se vive con la angustia de no hacer siempre todo lo que se puede”, y si no se triunfa es culpa tuya… “Ahora uno se explota a sí mismo figurándose que se está realizando; es la pérfida lógica del neoliberalismo, que culmina en el síndrome del trabajador quemado”.

Y la consecuencia es todavía peor: “Ya no hay contra quien dirigir la revolución, no hay otros de donde provenga la represión”. Es “la alienación de uno mismo”, que en lo físico se traduce en anorexias o en sobreingestas de comida o de productos de consumo u ocio.

Desde que las bacterias llenaron de oxígeno la atmósfera han ardido muchas cosas. Nuestro planeta azul está lleno de agua, de algo quemado. El agua es resultado de una combustión muy potente, la del hidrógeno, que se combina con el oxígeno para formar agua. Se podría decir que el agua son las cenizas de una combustión, y como es algo ya quemado tras combinarse con el oxígeno, no es fácil quemarlo más, es decir, combinarlo con más oxígeno. Antes bien, el agua es una sustancia muy estable en condiciones habituales, y justamente porque es difícil combinarla con más oxígeno se usa por lo común para apagar el fuego ya que no puede quemarse más.

Mi nieto mayor está en este momento de vacaciones en Las Maldivas, la primera nación que cuando suba el nivel del mar desaparecerá… La pandemia nos ha dado una idea de lo que haremos cuando haya menos que quemar. También de cuáles son aquellas actividades que han encontrado alternativa, y probablemente no formarán parte ya del futuro de nuestras vidas. Y hago una lista: trabajo 100% presencial, salir los fines de semana, las vacaciones en crucero, volar de forma generalizada, producir como chinos y cobrar como si no lo fuéramos, ir a Las Maldivas, etcétera.

Nuestro destino es ser quemados, pero tampoco es como para quemarse en vida. Los cadáveres pueden como los libros ser quemados. Los seres vivos y las cosas de papel son mis depósitos de carbono favoritos, el agua es el mejor de oxígeno. Yo soy un incendiario porque no he olvidado la oración de San Remigio: “Quema lo que has adorado, adora lo que has quemado”. También recuerdo perfectamente, cómo en la noche más corta del año nos pasábamos quemando cosas.

Los combustibles favoritos de nuestra civilización son los fósiles, el crecimiento es una costumbre incendiaria, nos tiraniza. El monstruo siempre se devora a sí mismo. Vamos a bordo de una nave en la que se empieza a quemar hasta lo vivo, para poder seguir teniendo gobierno cuando se ha acabado ya de quemar todo lo muerto… En el mar, sin poder avanzar no llegas a puerto, sin poder gobernar acabas de lado, y una mala ola siempre acaba contigo.

A unos marineros gallegos hace poco les pasó eso mismo en el mar de Terranova: una oración por ellos. 🙏

Historias de Paco Sanz ✍️

Los riesgos de la lectura

¡Mecagüentó…! ¡Ostiaaás, qué dolor…!

Ésto de la lectura y la literatura tiene sus riesgos y sus sacrificios, como todo lo valioso… Yo, por ejemplo, y por un asunto de letras, me acabo de machacar el dedo gordo de la mano izquierda.

Cuando me divorcié sólo me llevé de casa los discos, el ordenador portátil, algo de ropa, el teléfono móvil y mi raquítica biblioteca. Y ahora, casi catorce años después, voy a intentar hacerles justicia a mis pobres libros a los que metí en cajas y arrumbé en el rincón mohoso y olvidado de un sótano.

Peeero, hacer justicia tiene sus peligros porque mi pulgar está fatal, por culpa de los dos martillazos que me he dado al montar una estantería que compramos el otro día en IKEA para guardar y ordenar los dichosos libros.

¡Mecagüentó…! ¡Ostiaaás, qué dolor…! ¡Pobrecito mi dedo…!

Y en el fondo, he tenido suerte porque podía haber sido peor y podría haberme destrozado la uña o el hueso, y sólo, me he dado como dos pellizcos -eso sí dolorosísimos- al golpearme el dedo torpemente con el martillo las dos veces. Y es que: «zapatero a tus zapatos…» Ésto de la carpintería y el montaje de muebles modulares se ve que no es lo mío. Y menos mal que no he tenido que usar una sierra, si no, con lo torpe que soy y en vista de lo visto, ahora igual me faltaría algún que otro apéndice digital.

¡Qué cosas tiene ésto de lo digital, qué paradojas…! Lo digital es que no es lo mismo. Cuando toco cada uno de los libros que estoy ordenando alfabéticamente en la estantería los huelo, les soplo el polvo y el moho de los casi catorce años guardados en cajas, los abro por cualquier página, y oigo al papel crujir de nuevo después de tanto tiempo… Empieza a ser una sensación extraña eso de tocar libros. Los míos, huelen a humedad y suenan a tiempo sin abrir y a aburrimiento.

La otra mañana, Manuela -y ya de una vez por todas- me obligó a subir los libros a casa; amontonados, pobrecillos. La excusa fue que había una rata en el sótano y no podíamos permitir que se estropeasen… La rata todavía no ha aparecido, pero mis libros ya están en un lugar seguro, limpio, y ordenados; y pese a mi dedo machacado y con cierta satisfacción idiota, me doy cuenta de que recuerdo haberlos leído casi todos menos dos o tres.

Para aprender a leer y a apreciar la literatura no es necesario leer muchos libros sino sólo los justos, los necesarios, los adecuados… Las lecturas memas, sí que son -si me apuráis- más perniciosas incluso que la ignorancia misma, porque infatúan de sí mismos a quienes las consumen impidiéndoles hasta cambiar de opinión. He leído libros maliiísimos.

eeen fin. Leed malditos. Os quiero 💕😎

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

LA MEMORIA Y LOS MONOS

Publicado el 25 de febrero de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

Dejamos de ser monos para ser hombres porque empezamos a poder recordar. El homo erectus usó el mismo diseño para fabricar herramientas durante un millón de años; parece ser que olvidaba lo que estaba haciendo al cabo de un cuarto de hora. El salto al lenguaje como truco mnemotécnico parece que lo dieron los neandertales… Dibujamos mapas, escribimos, llevamos cuentas, contamos cuentos para recordar. Ahora hacemos fotos, películas, grabamos música para seguir recordando. La vida no es sólo lo que hacemos sino también lo que recordamos, lo que podemos contar.

Bebemos de las aguas de la fuente de Mnemosine para recordar, para saber quienes somos. La memoria se une así a la identidad… Y las bebemos del río Leteo si esperamos olvidar, reencarnarnos en otro, si aspiramos a dar tregua a nuestras preocupaciones, a volver a empezar.

Entre los dones que Prometeo trajo a la humanidad como héroe cultural «estaba la combinación de las letras, madre creativa del arte de las musas, con la cual retener todas las cosas en la memoria». Por presumir de haber encerrado a las musas en la escritura, Prometeo fue cruelmente castigado por Zeus, que había engendrado a sus hijas en el estanque de Mnemosine para que pudieran bullir y fluir, no dictar…

A principios del siglo IV antes de Cristo, Platón estaba angustiado por el efecto que el alfabeto estaba teniendo en sus alumnos. Su confianza en textos pasivos y silenciosos solo podía estrecharles la corriente de su memoria, haciéndola superficial, y opaca.

Cuando decido no olvidar algo sé que tengo que hacerme daño, sólo así alcanzo a recordarlo; el optimismo de mi voluntad suele ser más determinante que el pesimismo de mi inteligencia cuando decido no olvidar. Quizá no haya nada más terrible y siniestro en toda la historia del hombre que su mnemotecnia. Se graba alguna cosa al rojo vivo para fijarla en la memoria; solo lo que no cesa de hacer daño es conservado por la memoria.

Creamos estructuras para comprender las cosas, y al mismo tiempo que comprendemos inventamos trucos mnemotécnicos para recordar lo comprensible. Se insiste en que los alumnos comprendan lo aprendido, planteandoles distintos problemas para reforzar su memoria. Es un hecho que afrontar problemas es el mejor método para aprender algo.

Se unen los acontecimientos a una narración para recordar mejor. Aprendiendo idiomas uno se da cuenta de que se retienen mejor las palabras formando parte de frases; se recuerda mejor lo que quiere decir una frase que lo que quiere decir sólo una palabra. Con ejemplos, novelas y cuentos, se entiende, se recuerda mejor. En la medida en que creo ser el que recuerda, lo que recuerdo lo tengo siempre a mano, a pantalla.

¡Aaah, qué habrá sido de las antiguas técnicas del arte de la memoria…!

Historias de Paco Sanz ✍️

«Un apestado de la política…»

El otro día, nos dijo el gañán éste muy pomposamente aunque con una mirada diríase que como la de un gatito en internet, eso de que: «Sé, lo que es ser un apestado de la política…» Pobrecillo. ¿No…? 🙄😳

Y se queda tan pancho…

No nos engañemos, los tipos éstos han apestado durante toda su vida política; apestaban ya desde el principio y han apestado desde siempre, pero porque hace mucho que ser socialista es sinónimo de ser un verdadero ladrón, un abrazafarolas embustero traidor a tus vecinos y a tu Patria, y un somierda que apesta verdaderamente.

A mí, que ni se me acerque un socialista. En serio… ¡Qué asco...!

eeen fin. Cosa de gañanes traidores y ladrones.

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

La ‘paguica’

Publicado el 8 de octubre de 2021.

Definitivamente, hemos caído poco a poco en la trampa multimedia que nos pusieron los jefes -los dueños- zurdos ellos aunque ricos, de estos fantoches que ahora nos invaden paseándose ideológicamente por ahí de plató en plató.

Pero porque embobados, mirando sus teles y sus redes, e imitándoles, nos han y nos hemos acostumbrado a llamar político a cualquiera. O periodista, economista, asesor, politólogo, sociólogo o incluso filósofo, cuando son sólo un montón de mierda y de inútiles: filfa y farfolla vendida al mejor postor.

Caterva de opinadores bienpagaos es lo que son la mayoría, simples palmeros, meros voceros… Perros del amo que los posee.

Sospechosamente, porque no me explico el cómo, estos siniestros así de radicales han conseguido el chollo -y el poder- para poder administrarnos impune y constantemente esta bazofia ideológica amoral y profundamente inculta, con la que nos bombardean a todas horas desde sus teles insulsas y sus redes asociales… Mira tú, qué casualidad.

Eso de la paguica pa’que te voten es más viejo que el hilo negro.

Por eso estoy convencido de que cualquier persona decente, que haya leído algo de Carlos Marx, y que también se haya terminado de leer al menos tres o cuatro libros serios más, es imposible que termine comunista. O casi imposible… A menos, que sea una marioneta enchufada a una subvención, quizás alguien ignorante hasta lo verdaderamente imbécil, tal vez un hipócrita tramposo, o vete tú a saber si un canalla rico envuelto en una piel de cordero obrero.

Inútiles reclutando tontos en el siglo XXI.

¡Qué pena lo de Sudamérica…! ¿No…? 😳

eeen fin. Gracias por leerme. 🙏💕

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras

DESIERTOS

Publicado el 25 de enero de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

Están todos sentados de cara al sol, mirando el móvil. Retirados a la paz de un desierto de bolsillo. El desierto crece, ¡ay de aquél que en sí albergue desiertos! Dejamos la celda y el convento, volvemos a la madriguera y al desierto. ¡Vivir en una ciudad de no sé cuántos miles de habitantes, y pensar como si viviera uno en una gruta del desierto!

El desierto es lo bastante hostil y penoso como para incitar a los individuos a un permanente compromiso con el combate, y es lo bastante desolado e inhumano como para acabar con toda efusión de lo efímero. Como lugar al borde del mundo habitable, puede hospedar las paradójicas emociones de aquéllos, que en el mundo no desean ningún otro status salvo el de desaparecidos.

El desierto, no es más que otro nombre para la sombra del mundo en la que se encuentran los hombres, desde que no quieren interpretar ni transformar el mundo sino solo abandonarlo. Vuelve mi caprichosa memoria a las famosas líneas de Tácito: Ubi solitudinem faciunt, pacem apellant: «hacen un desierto, y lo llaman paz”. En el desierto se dice: más vale estar sentado que de pie, más vale estar tumbado que sentado, dormido que tumbado, y muerto que dormido. La paz perpetua.

Esos chicos que he visto esta mañana de invierno, el domingo al sol mirando el móvil, vienen de fuera. La ausencia de domicilio y la existencia en peregrinación, crean espacios excéntricos para la huida de tal manera que aquél que abandona la casa, el peregrino, el extranjero del mundo, lleva constantemente con él su propio desierto, su ermita, su coartada, su excusa… Una estancia, la permanencia sobre el lugar de los hechos, es imposible para esos marginados señalados. Cuando uno tiene permanentemente un espacio de huida alrededor ya no le es necesario huir psíquicamente. La literatura edificante, cuando transformó los pesados volúmenes y códices en pequeños libros, permitió al lector llevar siempre con él su huída a un lugar desierto de bolsillo. Quinientos años más tarde el móvil es un no-lugar, nuestro desierto personalizado.

Para los clásicos, el desierto es el lugar de recogimiento de los profetas, de donde vuelven con su carga de visiones y llenos de energía para sus intemperancias, y consuelan a sus acólitos haciéndoles ver que las celdas proporcionan las mismas ventajas que el desierto a los profetas: «Hoc praestat carces Christiano, quod eremis prophetis…» En el desierto no hay nadie, luego uno mismo desaparece, descansa.

Es un lugar sin sí-mismo. Como las paradigmáticas regiones de la tierra no habitadas por seres humanos: los desiertos blancos (mundo polar), los grises (altas montañas), los verdes (selvas vírgenes), los amarillos (desiertos de arena) y los desiertos azules (océanos)… O todos los lugares de tránsito en los que se juntan seres humanos sin querer o sin poder ligar su identidad a la localidad, a veces concurridos a veces despoblados: estaciones, puertos, aeropuertos, autopistas, calles, plazas y centros comerciales, ciudades turísticas o albergues nocturnos.

¡Cuantos problemas para instalarse en el desierto…! Más espabilados que los primeros ermitaños, nosotros hemos aprendido a buscarlo en nosotros mismos. ¿Hasta dónde podemos caminar con el espíritu de la ciencia sin ir a parar a algún desierto…? La curiosidad científica al principio, es indudablemente refrescante, vivificante y liberadora. Pero las verdades a las que nos hemos acostumbrado carecen de alegría.

Historias de Paco Sanz ✍️

MENSAJE EN UNA BOTELLA

Publicado el 1 de octubre de 2021.

¡Fuera miserias, aquí, estáis todos invitados…!

Como veis, la entrada a éste mi blog es completamente gratuita y todos sois VIP. Y por supuesto que podéis beber, comer, fumar o consumir cualquiera otra sustancia que se os antoje y hasta la hora que os dé la gana.

¡Quitaros la mascarilla y poned los pies en la mesa coooño…! Podríais incluso, luego, quedaros a dormir por ahí. ¡Que empiece la fiesta…! ¡Fuego al cabaret…! ¡Poned música…!

Quiero aclarar que el dominio éste de mi web es un wordpress.com gratuito por completo:

historiasenunfolio.wordpress.com

Y es gratuito porque al usar esa dirección web, lo que hacemos en realidad es crear tráfico hacía la plataforma WordPress. Yo, cada vez que escribo en ella, y vosotros cada vez que me visitáis aquí para leerme. Porque parece ser que al hocicar curioseando por ahí siempre creamos tráfico; mira tú por dónde.

Pero vete tú a saber de qué tipo ése tráfico: si de drogas, de influencias o de poder; de blancas, de armas o de datos; o hasta tráfico de tráficos; quizás incluso tráfico de ideas. ¡Qué cosas éstas las del tráfico…!

Pero de verdad, como a mí me importa una verdadera higa lo del tráfico, yo quería que supieseis que aquí en mi blog y ante todo, para mí sois invitados buscando, huéspedes lectores, viajeros perdidos, viejos jóvenes, cansados curiosos.

Y por eso os aseguro que yo aquí solo escribo. Ni pago tráficos ni publicidad alguna; es más, la evito y os la intento evitar. La que nos aparece en pantalla nos la coloca nuestro propio navegador. Y no utilizo medio alguno para promocionar el sitio éste salvo éste: el de que me leáis.

Y se diría que sólo escribo en este blog una especie de mensajes virtuales pequeños y enrollados, que luego introduzco en unas digamos que como botellas tecnológicas, que más tarde diríase también como que lanzo contra el oleaje del océano multimedia éste que nos rodea queriéndonos engullir.

Y en el fondo lo único que hago como podéis ver, es sólo ir en vuestra búsqueda, a la espera de un encuentro, de un lector. Así que ya sabéis.

Muchas, pero que muuuchas gracias por leerme.

eeen fin. 🙏

historiasenunfolio.wordpress.com

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

PRUEBA Y ERROR

Publicado el 23 de enero de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

Me he movido menos veces por ensayo y error de las que hubiera debido, y demasiadas por adicción a descargas de dopamina; quiero decir que además de no haber aprendido casi nada de mis errores, en mi vida no ha habido pulsión a la repetición más allá del principio del placer. Saber no saber, intentar intentar, como dijo Beckett en Cascando: terrified again/ of not loving/ of loving and not you/ of being loved and not by you/ of knowing not knowing pretending/ pretending.

En general leo ensayos. Los de Montaigne dieron nombre a un género. Muchas veces olvido que el significado de ensayo (essai) es intento. En mi trabajo he usado muchas veces tubos para eso, tubos de ensayo. Creo que con ellos lo que pretendo es comprender. Unirme a las cosas… si no por amor al menos por espanto.

Esta mañana cuando vuelva a averiguar qué dicen que está pasando, intentaré una vez más comprender. En plan Spinoza: “No burlarse, no llorar, no detestar, sino comprender”. La historia es un ensayo de comprensión imaginativa del pasado, el periodismo es un ensayo de comprensión imaginativa del presente.

¿Cómo es que dejé mi religión, la que tuve de niño? Porque no funcionaba. ¿Cómo es que dejé de pretender jugar a ganar o de aprender por ensayo y error? Por lo mismo. Y ¿cómo es que sigo en mi pecera, en mi charco de costumbres? Porque no tengo otro remedio. Cuando terminaba de estudiar para aprobar exámenes me dio por el yoga. Poco después me casé y sigo con los mismos numeritos y la misma amante. ¿Por qué? Porque han seguido en cierto modo funcionando siempre.

Nos casamos de cualquier manera, es decir por la Iglesia, sin apenas conocernos. Pensando un poco como las parejas de ahora, por probar. Hoy los jóvenes enseguida “viven juntos”, sin casarse, sin promesas de porvenir común, sin compromisos recíprocos. Son matrimonios en fase de ensayo, de cohabitación ligera, sin dejarse aprisionar por el “cuadro institucional” del matrimonio, pudiendo siempre dejar la relación sin demasiados problemas. Son parejas efímeras, sostenidas por compromisos leves, sin riesgos, modificables a voluntad.

Sin embargo las separaciones duelen, suelen entenderse como un fracaso, a partir de ese fracaso empieza a entenderse la soledad como un alivio y la libertad en materia de relaciones se transforma en miedo a una relación. Vivimos entonces más la insoportable levedad del ser que el peso de la soledad del ser. La ligereza y movilidad ganan, la ligereza interior no tanto. ¡Ay, la leche, volverse un pesado por dentro!

En un pasaje que ahora no recuerdo dónde está, dice San Agustín que todo cavilar sobre lo que hubo antes, no sirve para otra cosa que para llenar los manicomios; y Umberto Eco afirma, en un ensayo que estuve releyendo en la mañana de hoy, a no sé cuántos de Enero del 22, que toda tentativa de averiguar el sentido del mundo conduce al absurdo, y le arrebata su misterio al mundo.

“Sobre lo edificante en la idea de que siempre estamos equivocados con respecto a Dios” Kierkegaard titulaba así un ensayo. Escribiendo me encuentro con problemas que no suponía… Decía Bill Gates acerca de los ordenadores “que resuelven problemas que tenemos gracias a ellos”. En otras palabras: la actividad de la mente enfrentándose a una hoja de papel y el lápiz, o a la pantalla y el teclado, entraña siempre una especie de operación de ensayo y error. De intentar e intentar, pensar menos mal.

Historias de Paco Sanz ✍️

El frío y la Inteligencia Artificial

Para darnos calor mutuamente dormíamos todos rodeando la lumbre. Unos se abrazaban a otros, y los que no teníamos a quien abrazarnos metíamos al menos los pies entre cuerpos extraños para calentarnos. ¡Qué frío hacía en aquella jodida cueva…! Éramos cromañones, neandethales o sapiens; no estoy muy muy seguro.

Inundados por el frío, unicamente rompíamos la oscuridad de la cueva con los reflejos anaranjados de la hoguera situada en el centro, y que procurábamos no se apagara nunca. Contábamos cuentos a su alrededor… El techo y las paredes de la gruta, parecían tomar vida al llenarse de pareidolias en movimiento iluminadas por la luz titilante de las llamas. Y hablábamos, y hablábamos…

A algunos, luego, nos daba incluso por pintar sobre las piedras las imágenes imaginadas que se nos habían aparecido mentalmente en aquel baile de reflejos, palabras, piedras, y sombras de fuego y frío… Pintábamos búfalos o leones, presas y alimañas, luchas entre tribus, manos, o niños corriendo y jugando.

Pasados varios inviernos, nuestras pinturas se convirtieron en imágenes que se grabaron como iconos en las mentes de los más jóvenes, quienes eran más capaces de revivir historias sólo mirando la luz temblorosa de las hogueras reflejada en los dibujos. Como si de una especie de pantallas se trataran las paredes garabateadas en la cueva aquélla.

Desde que empezaban a caer las hojas de los árboles casi ni podíamos salir de la cueva del frío que hacía. No había caza ni pesca, tan solo un helor constante, cortante como la muerte misma si salías aunque fuese sólo para traer leña. Se ve que eso era el invierno… Los pocos granos de cereal que aún guardábamos de la época cálida ya no eran suficientes para quitarnos el hambre, y encima, había que reservarlos para masticárselos a los bebés y que tuviesen algo decente que llevarse a la boca los pobres.

Ya nos habíamos comido casi todos los frutos secos y casi toda la carne y la pesca ahumada. Sólo nos quedaba un poco de miel y bastante fruta pudriéndose y fermentando. Lo de la fruta podrida fermentando junto con la miel fue una verdadera suerte que nos encontramos por casualidad hace ya un par de inviernos… A uno de nosotros -y para aplacar su desmayo- no se le ocurrió otra cosa que beberse aquellos jugos asquerosos y fermentados, tras lo que tuvo digamos que una experiencia como mágica y muy particular… Le dio por moverse y reírse como un loco, y sin venir a cuento ya que estábamos famélicos. ¡Y eso mismo era lo inexplicable…! Por ello, nos hizo a todos imitarle, y terminamos encanados de la risa y lamiendo como locos hasta la última gota de aquel mejunje fermentado dulzón y como picante al paladar… 🙄

¡Menuda juerga pillamos…! 😂🤣

Hoy ha salido en los telediarios eso de que ya hay por ahí una IA de ésas, que te monta ella solita una película en video que te cagas con tan solo un texto que le propongas. ¡Ostiaaas…! 🙄😳 Lo que nos faltaba para convertirnos a todos en verdaderos tontos del haba audiovisuales y multimedia. ¡Ésto del siglo XXI avanza que es una barbaridad…!

eeen fin.

¿Cómo coooño vamos a distinguir ahora la verdad de la mentira, ehhh, cómo…?

Sabéis que os quiero… 😎💕

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras

El 23-F y la taquilla del cine…

Publicado el 23 de febrero de 2017.

taquilla

Eran solo las seis y pico de la tarde y mi abuelo Manuel entró consternado en la angosta taquilla. Aquella tarde el taquillero era yo… Tras sacudir con una inusual ternura en él las guedejas de mi cabeza, me dijo como preocupado y tajante que ya había terminado mi trabajo esa tarde. ¡Que se iba a cerrar el cine…!

¡Qué extraño!

Aquello era impensable. Sabía que mi abuelo había estado echando cine ininterrumpidamente desde hacía más de veinticinco años… Ni la llegada del hombre a la luna, ni Franco en la inauguración del cercano Pantano de La Pedrera, y ni siquiera la boda de su única hija, habían sido razón suficiente para que el Cine Miravete cerrase sus puertas… Nunca había sucedido.

En aquella época el cine era más importante que el ambulatorio; entre otras cosas porque no había ambulatorios… El cine era ese sitio en el que tenías que estar si querías tener vida social, merendar, refugiarte si hacía mal tiempo, o ligar. Ya que aparte de la iglesia, no había otro sitio al que ir, decente.

Sucedió que después de cerrar la taquilla, y salir a la calle a recoger las pizarras donde se anunciaban los precios y la cartelera de aquella tarde, varios insólitos y violentos estampidos sacudieron mi ánimo.

Rápidamente, sobresaltado y temeroso volví al interior seguro de la taquilla. Me asomé abriendo de nuevo aquella estrecha portezuela para, muy extrañado, ver un SEAT 1500 atiborrado de energúmenos sacando sus cuerpos por las ventanillas… Bramaban bastante alterados no sé qué de los rojos, de que era el momento, y otras zarandajas que no recuerdo. Alarmado, pude ver que uno de ellos agitaba una escopeta, cuyos disparos habían sido la causa de aquellos estampidos y de mi enorme estupor.

No entendía nada.

Cuando pasado no mucho tiempo mi abuelo me acompañó con evidente preocupación, anocheciendo, y casi furtivamente hasta mi casa, pudimos ver otro coche: un GORDINI esta vez. Portaba aquel vehículo un cargamento también de otros energúmenos, distintos -así lo dijo mi abuelo- debido a que a grito pelado aullaban no sabía yo qué de fascistas, ni del pueblo, ni yo que sé qué de lucha social.

Algo había oído hablar de lo del golpe de estado, pero a mis catorce años no era consciente yo de la importancia del hecho sucedido. Tampoco se nos daba a los críos explicación alguna: en aquella época no se hablaba de ciertas cosas, y punto… La visión de aquellos comportamientos, me hicieron tomar por vez primera conciencia de lo extraño de las actitudes políticas de algunas personas.

Empecé a darme cuenta de la importancia de lo sucedido aquel día, cuando ya en la tranquilidad de mi casa y escuchando de fondo el mensaje del Rey por televisión, me vi, de nuevo, atisbando temeroso el exterior desde de la portezuela de la taquilla del cine…

Aquella minúscula ventana, que solo dejaba ver un pequeño cuadro de luz enmarcado por la oscuridad de aquel cuartucho, donde vendía las entradas del cine, y a través de la que a mis catorce años observaba perplejo el mundo.

…eeen fin.

Una metáfora…

El independentismo pacífico

Publicado el 19 de octubre de 2019.

Y dale con el independentismo pacífico; que se vayan La Tres La Cuatro Telecinco y La Sexta a la mierda. La televisión a la mierda, veeenga…

¡Que no, que no hay independentistas pacificos, coooño…!

Los hay unos más cobardones, que dejan que secuestren y maten otros más bragados -locos, lumpen y psicópatas son quienes agitan el árbol de la violencia y el terror- para que luego ellos (los cobardones) puedan recoger los frutos del miedo esparcidos por el suelo de la sociedad cobarde que dejan tras su paso… Y así, con la Historia a su merced, resetean con miedo y mentiras el terruño a su conveniencia.

Esto ya lo hemos vivido. Ya hemos vivido la contaminación de sociedades enteras por el odio nacionalista: la Inglaterra victoriana, Alemania en los años treinta, el espíritu Yankee, Corea del Norte o Cuba, las Vascongadas e Irlanda del Norte, Yugoslavia Rusia, y ahora Cataluña.

Que no me hablen de rojos ni de independentistas buenos o malos, y que se vayan La Tres La Cuatro Telecinco y La Sexta a la puta mierda; o como se diga eso. Si eres rojo eres malo, y punto… Y la Televisión Española, a la mierda también por espantosa… 🤔

eeen fin.

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras

Cómo mueren las cosas…

Publicado el 3 de julio de 2020.

Historias de Paco Sanz ✍️

Más acá de la microbiología está la biología molecular, allí, es donde la química orgánica deviene en vida… La parte de la química orgánica que no está viva, la necrosfera, es considerable. En la Tierra, la cantidad de materia orgánica muerta (necromasa) es 8-14 veces mayor que la materia contenida en la biosfera viva. Sin contar materiales fósiles antiguos (gas, carbón, petróleo…)

El principal supuesto de la mayoría de los científicos en cuanto al origen de la vida, es que ésta se originó a partir de la materia inanimada, a través de un incremento gradual y espontáneo de la complejidad molecular y funcional. Lo inorgánico devino en orgánico a nivel microscópico merced a los microorganismos… En una primera fase, la amonización transformó en amonio el nitrógeno molecular de la atmósfera; y sólo las arqueas y las bacterias podían. En una segunda, la nitrificación convirtió el amonio en nitrito y luego el nitrito en nitrato; ésa fase, de momento, también depende casi exclusivamente de microorganismos.

¡Cómo mueren las cosas es algo fascinante…! es la condición para otra cosa también fascinante: ¡que “algo” que no vivía consiga vivir…! A nivel celular y a nivel humano la muerte es condición de vida, de nueva vida. Cuando estás dejando atrás el otoño de tu vida, cuando has visto desaparecer a algún amigo porque una parte de su cuerpo no ha sabido morirse a tiempo, cuando has visto convertirse en zombis a tantos, uno llega a agradecer que ciertas cosas mueran…

Pero hasta para morir a nivel celular hace falta una cierta gracia. Apoptosis: de apó y ptosis; en griego separar y caer, como las hojas de los árboles en otoño. Las células que la experimentan mantienen íntegra su membrana, por lo que su fagocitosis y posterior metabolización es mejor para el organismo; mejor que las que mueren de muerte “involuntaria” por necrosis, que al hacerlo así envenenan el entorno… En la apoptosis la membrana celular externaliza fosfatidilserina, un fosfolípido que hace que el macrófago la identifique como muerta y empiece a fagocitarla, fácilmente…

Los divulgadores de cómo creen que se comporta el virus ése no paran de soltar trolas… Como a los que siguen viviendo de las noticias inventadas les dé por hacernos entender, cómo podemos ser también virus y bacterias, cómo somos y cómo convivimos y coevolucionamos con toda esa parte de nuestro cuerpo que no lleva genes propiamente humanos, la de “inexactitudes” que pueden soltar a este respecto sería mucho mayor.

Hay más diferencia de ser humano a ser humano que de virus a virus. Del virus tenemos el genoma. Lo nuestro es una maraña de microvida y de relaciones, células y humores, del carajo… Mejor que no empiecen a intentar divulgar eso. Porque para lío, con los números de los epidemiólogos ya hay de sobra.

Un dado al aire es nuestra vida. Cómo nos va a ir con la enfermedad, la desgracia, la muerte… Se tiran los dados… El juego por excelencia, el juego de los dados (ad zardum) de donde viene la palabra azar, rima con rezar.

Historias de Paco Sanz ✍️

EL VOLCÁN

Publicado el 30 de septiembre de 2021.

Una erupción volcánica como a la que estamos asistiendo en La Palma, genera no sé si más o menos energía que una central nuclear en toda su vida útil… De verdad que ni lo sé ni me importa, ni me voy a poner a investigarlo. Humildemente, yo sólo creo que en vez de tanto llanto por los estragos del volcán -que también- nuestra principal preocupación debería ser la de hacer como hacen en Islandia cuando revienta la cosa geológica.

Lo primero y cómo no, se apartan de la lava; lo segundo, aseguran la vida futura de las víctimas de los estragos que causa; y lo tercero, se ingenian las formas de aprovechar semejante fenómeno de la naturaleza… ¿Qué coño hay que hacer cuando tienes la suerte de que te crezca de la tierra una central energética y así de cerca…?

Y sí, son peligrosísimos pero da igual lo peligrosos que sean porque sobre todo, y más si queremos vivir cerca de ellos, lo que tenemos que saber es que son devastadores y crueles por inevitables, inexorables por inapelables, y tremendamente caprichosos… Y sí, muy muy energéticos.

Utilizar, aprovechar los volcanes como hacen en Islandia, por ejemplo para que los palmeros no pagasen ni un euro del recibo de la luz sería genial ¿No…? Se podría generar mucho vapor de agua que movería turbinas eléctricas con los más de mil grados a los que sale la lava ésa ¿No…? Y al fin y al cabo ese volcán en erupción lo único que está haciendo, el pobre, es lo que suelen y siempre han hecho los viejos volcanes españoles cuando se remueven echando lava y cenizas: o sea, más grande a España ¿No…? 🤗🇪🇸

Pues venga, a trabajar. Solidaridad, ingeniería y buen rollo, que estamos en el primer mundo ¿No…? Pues eso.

eeen fin. Gracias por leerme 🙏

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

COPIAR, COPIAR, COPIAR…

Publicado el 26 de diciembre de 2021.

Historias de Paco Sanz ✍️

Mi memoria ha sido muchas veces fotográfica, es decir, a base de releer unas cuantas veces una página he acabado “viéndola” en mi memoria durante unos días… Suficientes para pasar un examen con éxito. He sido un buen estudiante al menos si por eso se entiende como alguien que saca buenas notas. Hubiera querido serlo, en el sentido de haber aprendido cosas interesantes y haberlas podido aplicar a la ocasión, y no un adicto a la erudición inútil. Que ha madrugado todos los días de su vida para inclinarse sobre la mesa y meterse en el coco tonterías. Y que son olvidadas “casi” siempre.

Pronto, me di cuenta de que a diferencia de recitar una poesía o seguir el guión de una obra de teatro, tendría que usar otras palabras para decir lo que recordaba y para probar que lo había entendido, y que no lo había copiado o lo había aprendido como un loro… No como los copistas de antes de la imprenta, que muchas veces, hasta que no habían memorizado el texto que tenían que transcribir no se ponían a hacerlo. Y lo hacían literalmente.

Me he dedicado como Walter Benjamin a escribir más veces de las que me atrevo a confesar, un texto propio con caracteres ajenos… ¿De dónde he sacado las cosas que me vienen a la cabeza, y hasta qué punto lo que puedo pensar tiene que ver con las palabras que en ese momento dado el azar pone a mi disposición…? Ésto, ha sido siempre para mí un misterio. Aleccionador. La elocuencia.

Copiar es sólo la opción neurológica por defecto; el comportamiento que evita copiar una acción, requiere de una decisión consciente que se imponga sobre las neuronas espejo. Somos inquietantemente sugestionables… Un sujeto que presencie un comportamiento grosero se comportará de una manera más grosera; y un sujeto al que se le diga que piense sobre las características de los ancianos caminará con mayor lentitud.

Un animal no necesita un cerebro voluminoso para copiar, para imitar; pero sí le hace falta para hacerlo bien… Siempre escribo como cuando lo hacía sobre papel, sin máquina interpuesta, en los rincones de las bibliotecas, como poniendo a los libros por testigo.

Años ha, en los monasterios, al lado de la biblioteca estaba el scriptolorium, un pequeño espacio en el que en la Edad Media los monjes cistercienses copiaban los códices. Era un simple rincón donde escribir, de paredes desnudas y con sólo una mesa, una silla y un atril… Ahora, un teclado, una pantalla, y un prestar atención “monacal” a lo que aparece en ella.

Historias de Paco Sanz ✍️

La bandera republicana

Publicado el 9 de julio de 2019.

…para algunos verdaderos amigos

VICENTE ROJO 3

Simplemente, me hago eco de las palabras del talentoso general republicano, Vicente Rojo Lluch, encargado de la heroica defensa republicana de Madrid en 1937.

«La cuestión de la bandera es uno de los motivos que estúpidamente dividen a los españoles, y tiene sin duda su origen en la conducta mezquinamente partidaria de nuestros políticos. El cambio de la Bandera hecho por la II República constituyó un grave error por nuestra parte.»

1. «Porque no respondía a una aspiración nacional ni siquiera popular. La Bandera Republicana era desconocida por la inmensa mayoría de los españoles. Porque se reemplazaba una bandera nacional por una bandera partidaria, y con ello se dividía a España.»

2. «Porque no era necesario y consecuentemente solo podía producir complicaciones, como así ha sucedido.»

3. «La bandera (rojigüalda) que teníamos los españoles no era monárquica sino nacional. La bandera de los Borbones fue blanca; la bandera real era un guión morado.»

4. «En cambio la bandera bicolor, como enseña nacional, fue creada por las Cortes españolas en plena efusión de liberalismo, constitucionalismo y democracia. Se tomaron colores españoles que venía usando tradicionalmente la Marina de guerra, y que dieron tono a los guiones reales de los Reyes Católicos (rojo) y de Carlos I (amarillo); que eran también los colores de una enseña tradicional en Aragón, Cataluña y Valencia.»

5. «El pueblo no anhelaba incorporar a la bandera el color morado de Castilla. No podía anhelarlo porque la masa del pueblo español ignoraba que el morado fuese el color de Castilla (…).»

6. «Los republicanos de la 1ª República quisieron introducir su bandera partidaria y crearon la bandera llamada republicana. Esta no llegó a tener estado oficial y ni siquiera se popularizó. Nació, según Castelar (último Presidente de la I República), en la Universidad de Barcelona, fundiendo tres colores de tres facultades. No pudo pues tener esa bandera un origen más arbitrario y estúpido. Por eso no llegó a ser bandera oficial, ni nacional, ni popular. Los primeros republicanos, más sensatos que nosotros, no impusieron el cambio.»

7. «Ni inconmovible, ni imperdurable ni eterna es la bandera tricolor, porque no ha nacido del pueblo, sino de una minoría sectaria.» «No creamos pues un símbolo nacional que ya estaba creado con ese carácter, sino uno de lucha partidario. Haciendo prevalecer frente a las grandes ideas de Nación, Historia y Patria, solo las de comunismo y república…»

8. «Hoy los españoles están divididos en torno a dos banderas: tal es el fruto de aquel error (…).»

…a todos aquellos rojos recalcitrantes que insensatos, se empeñan en ignorar u olvidar, tergiversar o falsear espuriamente la realidad de su pasado, sabed que estáis sin duda alguna, estúpida y peligrosamente condenados a intentar repetirlo. Como atrapados en los errores de ése vuestro bucle ideológico rojo, fruto de un refrito de revanchas viejas e ignorancias supinas, de una casi total alienación, de un feroz sectarismo, y de ese odio larvado que en el fondo predicais.

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Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras

PADRES DESFALLECIENTES…

Publicado el 18 de noviembre de 2021.

Historias de Paco Sanz ✍️

Antes, los padres desfallecientes dejábamos a los niños en manos de la tele, ahora en las de los teléfonos, las tabletas y los ordenadores. Ahora es más importante no desfallecer que nunca… Los menores están siendo utilizados para vender productos audiovisuales; no importa si tales productos poseen utilidad o riqueza para su formación.

Las empresas quieren ganar dinero, las de entretenimiento también: “¡La televisión no es un parvulario!” Los media tampoco. Los “menores” no deben quedarse sin padres o profesores en sus relaciones con ellos. Los niños son dejados solos frente a las pantallas. Finalmente acaban deseando seguir solos delante de ellas. A quién beneficia esto: a los padres desfallecientes.

La gran importancia de los medios de comunicación deriva del hecho, de estar financiados por empresas que con la comunicación pretenden ganar dinero. Ante cualquier acontecimiento que pretenda alterar el statu quo, el estrato superior de los medios reacciona sirviendo a la élite del aparato ideológico: a los que tienen el poder, la pasta.

Existe una clara relación entre los medios de comunicación y los grupos de poder que manejan la economía nacional e internacional. Tal circunstancia le da fuerza a los medios de comunicación, pero no por sí mismos, sino como instrumentos de intereses económico-políticos. No es una teoría conspiratoria, sino un análisis estructural de la producción informativa.

Si aquello a lo que propiamente habría que reaccionar se torna desmesurado, también nuestra capacidad de sentir desfallece. Nos convertimos en “analfabetos emocionales” que enfrentados a “algoritmos demasiado complicados” son ya incapaces de reconocer que lo que tienen ante sí son programas. Y que su electricidad transforma a los niños en bots de programa.

Nuestra disposición a creer que la tecnología toma decisiones más objetivas que nosotros mismos empeora las cosas. Y es que los economistas y científicos de datos pueden albergar creencias culturales tan equivocadas sobre pobres y ricos, blancos y negros, hetero y homosexuales, listos y tontos, como cualquiera… Cuando los diseñadores de sistemas programan sus suposiciones en estas herramientas, ocultan importantes decisiones políticas tras una fachada matemática de neutralidad tecnológica.

Y sí, es cierto: lo que vende más vale más.

¡Y ya está bien de tanto ir al colegio…!

La desescolarización que no podemos detener, podría significar el advenimiento de un “mundo feliz” dominado por unos bienintencionados administradores de instrucción programada… Si esto sucediera, la escuela saldría de su entorno físico y se expandiría por toda la sociedad; no habría entonces forma de distinguirla de un hospital mental o de una prisión o de un cuartel; las palabras control, constricción, adaptación y educación, serían sinónimas.

Historias de Paco Sanz ✍️

«El pito del sereno…»

Publicado el 19 de mayo de 2021.

Tomar algo o a alguien por el pito del sereno:

1. loc. verb. coloq. Darle poca o ninguna importancia.

Hasta aquí hemos llegado los españoles, a la nada internacional, un cero a la izquierda. Debería darnos vergüenza de que nuestros enemigos nos vean peleando entre nosotros hasta tal punto, que crean que no nos vamos a defender si nos atacan sino que, como imbéciles y cobardes, vamos a acusarnos otra vez los unos a otros del ataque. Como otrora ya hicimos si recordamos el infame 11 de Marzo del 2004… 🇪🇸

En aquél tan triste episodio de nuestra Historia, y después de que asesinaran a casi trescientos españoles, la izquierda de este país para ganar unas elecciones se puso a acusar a la derecha como si los mismos españoles tuviésemos la culpa de que se nos asesinara. O unos etarras o unos musulmanes, ambos cegados de odio, igual daba para ganar…

Y no contento con las elecciones ‘Zapatitos’ hizo que huyéramos como conejos abandonando a nuestros aliados en Irak; justo justo después de que nos atacaran… Mira tú. 🙄😳

Nos comportamos como si después de despertarnos una mañana y darnos cuenta que unos hijosdeputa han desvalijado nuestra casa y matado a nuestros hijos, en vez de ir sin piedad a por los asesinos, nos pusiéramos a echarnos la culpa estúpidamente porque uno de nosotros se dejó la puerta abierta o la alarma de la casa sin conectar.

Todos a una y fuera ilegales sean etarras blancos o catalufos, o negros, indios o moros vengan de donde coño vengan. Nos están agrediendo, asaltando e insultando; pretenden robarnos riéndose en nuestra propia cara. Parece que no hemos aprendido nada acerca del mestizaje en nuestra inmensa Historia… Nada.

eeen fin.

Uno tiene que defender lo primero su propia casa ¿No…? 🙄😳 Pues eso.

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

………

¿Pero qué coño es ésto…?

Publicado el 29 de octubre de 2017.

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¿Qué hay entonces de los tan graves como flagrantes delitos de sedición, de alta traición, de alzamiento y desacato a la autoridad…? ¿Va a quedar impune la situación de infame secuestro social a la que se ve sometida la totalidad de los ciudadanos de Cataluña y los del resto de España…?

¿Tampoco va a tener adecuada respuesta el constante varapalo de insultos, vejaciones y desprecios que «lo español» sufre con el poder en manos de unos políticos como éstos…?

¿Y los responsables de la Educación en Cataluña, tampoco ellos van a ser al menos reconvenidos por la miserable conducta de aleccionar sibilinamente en la insurrección, y abocar a la ignorancia a la casi totalidad de los niños de esa comunidad? ¿Es éste un problema menor…? ¿No ha sido acaso la educación la culpable de inocular desde la infancia, los diversos virus independentistas del odio la tergiversación de la historia y la lengua, usada ésta como ariete social para empujar y discriminar a los otros…?

Si no resolvemos especialmente este aspecto -la educación en Cataluña- no haremos sino aplazar este absurdo y vergonzoso episodio vivido. Si no tomamos nota de lo acontecido, en unos pocos años y como angustioso «dejavu» volverá a despertar el basilisco independentista para terminar -esta vez sí- el trabajo empezado hace muchos años por el hijodeputa del molt honorable Jordi Pujol. Cuyo latrocinio y bastardas intenciones han quedado meridianamente claras para los españoles aunque parece que no tanto así para nuestros jueces.

¿Qué vamos a hacer por otra parte, con todo el inmenso aparato de agit-prop que esta caterva independentista ha creado además de con nuestro dinero,

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con la última finalidad rastrera de alimentar constantemente ese espíritu opresivo, supremacista y xenófobo que impera en «esa» parte de la sociedad catalana…? ¿Van a continuar con la subvención y la prebenda la multitud de asociaciones de no se qué cosas de «lo político» en Cataluña…?

¿Y qué decir de los medios de comunicación y adoctrinamiento cuando lo que comunican tiene más que ver con ideas de Goebbles que con las de la auténtica realidad que están obligados a reflejar…? ¿Qué se va a hacer con con esos medios de comunicación renegados, con esos periodistas de nómina pública al servicio del dictado oficial de la insidia y la mentira: van a continuar como hasta ahora…?

¿Pero qué coño es esto…?

Ninguna afrenta a España debería quedar sin castigo si no queremos que se repita, que se acepte, o que se silencie… Ahora bien, no se trata de ensañamiento sino de justicia. Los sediciosos, los traidores, los alborotadores sin escrúpulos de masas dirigidas y exacerbadas: todos ellos han de tener un castigo ejemplar… Y han de ser condenados en proporción a la extrema gravedad de las consecuencias que sus arteras acciones nos han acarreado.

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Pero también es necesario que, una vez condenados con firmeza los malhechores, los españoles seamos benignos y así mediante un adecuado indulto en el momento oportuno, hacer del necesario escarmiento un ejemplo auténtico de magnanimidad entre hermanos y de deseo sincero de reconciliación nacional.

Pero primero, a la cárcel los delincuentes.

eeen fin.

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras

Funcionarios

Historias de Paco Sanz ✍️

Me dicen mis nietos que sus compañeros creen que la mejor profesión es la de funcionario. Para conseguirlo hay que seguir estudiando cuando acaben sus estudios, hay que hacer másters, pasar oposiciones y asegurarse, al aprobarlas, un sueldo para toda la vida. Parece que lo mejor es ser maestro, claro… Que se reproducen metiéndose en el coco de sus alumnos inculcándoles las ventajas de su necesidad y autoridad, de su superioridad social, moral, y laboral. Sus largas vacaciones y el convivir con lo más vivo de la sociedad: los niños y los jóvenes son lo más de lo más…

Aspiran a formar parte del capitalismo castizo, que vive del favor del Boletín Oficial del Estado y que lleva a una relación incestuosa entre funcionarios y a una colusión entre consumidores y contribuyentes. Los funcionarios han creado una especie de Estado en El Estado. Oprimen a los ciudadanos con la tiranía de una incompetencia sin igual, al mismo tiempo impersonal e irresponsable. Los funcionarios de enseñanza, detrás de sus ventanillas distribuyen billetes con gran pompa burocrática para ir ninguna parte, y “amenazan” a los que están en la cola y que aún han de formarse: “Sin billete nunca podréis tomar el tren”. Y lo peor es que además tienen razón.

No quieren ser sólo funcionarios, claro, sino que pretenden una estrategia de haltera: combinar dos extremos, uno seguro, y otro especulativo en inversiones y en otras cosas de la vida. Un trabajo y una afición en la vida diaria vienen en pareja en un funcionario o un autónomo, como unas relaciones fijas y alguna aventura por ahí de vez en cuando.

Mis pobres nietos y sus amigos quieren ir a la universidad, quieren seguir siendo “jóvenes” unos años más. La universidad hace mucho que “se ha entregado a la inevitable coalición entre el infantilismo de las masas estudiantiles y el corporativismo de los funcionarios…” A mí me dan un poquito de asco, qué le voy a hacer… Bastante tengo, con ser un pedante de tomo y lomo al estar siempre follándome a mí mismo a base de estar madrugando para estudiar leer y escribir, como el que hace los deberes.

Hace tiempo que creo haber dejado atrás todo eso. Uno sabe que ha vivido lo bastante cuando ha abandonado toda búsqueda de alianza, apoyo o comunidad; y cuando alcanza la verdadera soledad filosófica que te convierte en un funcionario de lo absoluto. Cuando uno es lo suficientemente viejo experimenta cómo, por todas partes, se consuma la venganza de la vida tomadora de postura contra la de la teoría contemplativa.

Decía Nietzsche que “A los activos les falta habitualmente la actividad superior: me refiero a la individual. Son activos como funcionarios, comerciantes, eruditos; es decir, como seres genéricos, pero no como personas singulares y únicas enteramente determinadas; en este respecto son holgazanes… Los activos ruedan como rueda la piedra, conforme a la estupidez de la mecánica”.

Cuando nuestras economías son ya públicas en su mitad o más, mantener la tendencia conduce de forma inevitable a la intromisión de funcionarios, normas, reglamentos, sanciones, inspecciones y demás, en el núcleo de nuestra esfera privada: tu último reducto.

Historias de Paco Sanz ✍️

Catorce de febrero

Catorce de febrero y trece los años ya que llevo con ella. ¡Qué gustico…! No sé si será a la suerte o al enamoramiento, a San Valentín o a Cupido a quien habría de agradecerle que ella en su momento me traspasase completamente con sus flechas una noche como ésta, junto al mar…

Aunque bien es verdad que yo era receptivo como objetivo de sus dardos, ella siempre decía que metido solo en esa casa junto al mar yo estaba cerrado por derribo; y algo de razón sí tenía sí. Yo era un blanco fácil para el amor de sus saetas, aunque luego se dio cuenta de que no lo era tanto… Al final, ella fue como una gran suerte, como la casualidad de un tesoro que encontraras cuando estás cavando tu propia tumba y de repente, sueltas el pico y la pala, alzas la vista y ves luz, salida y salvación, vuelta al agrado, a la vida, a la suerte.

¡Qué buena suerte…! «No quiero que te vayas…» Le dije la primera noche aquélla.

eeen fin. 💕

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

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MENTIRAS EN SAN VALENTÍN

Publicado el 14 de febrero de 2021.

Por la mañana temprano le mandé un güasap furtivo sin que mi Señora se enterase… Y me hizo esperar. San Valentín era hoy y quería, debía, tenía que verla antes. Tuvo a bien el responderme pasada bastante más de una hora y lo hizo como con prisas, tajante aunque cariñosa. La conozco bien.

— Nene tengo mucho trabajo pero ven esta tarde a las cinco. ¿Me dejas a mí, que decida yo, como hacemos siempre, vale…?
— Claro Nena. ¿Cuánto…?
— Sesenta pavos.

Ya a mediodía paseábamos de la mano por el mercado cuando Mi Señora vio un ramillete de fresillas frescas recién cogidas, y justo en ese punto de floración en el que tanto le gustan: cuando los tallos están bien tiesos y las flores casi cerradas porque así se abren y se lucen luego en casa… Y como no podía ser de otra manera, pagué yo para regalárselo: es San Valentín. Y se lo entregué tierna y ceremoniosamente haciéndole una especie de reverencia pícara, y plantándole después un besazo de tornillo en medio de la calle y de todo el mundo. Le ha gustado y a mí también.

Pero eran ya casi las cinco. Y como para poder despistar a mi Señora y escabullirme al menos media hora necesitaba de una buena excusa, claro, le tuve que mentir… Le dije, que como era San Valentín y como otros años hacía, mi hermana me había pedido que la ayudase esta tarde en la floristería con lo de las entregas a domicilio de los ramos y tal. Y tardaría algo más de media hora…

Casi no había terminado de contarle la trola cuando caí en la cuenta de que en cualquier momento mi bonito plan se podría ir al garete ya que podría decirme, como casi siempre que yo cogía el coche, aquéllo de «me voy contigo y así no vas solo…» Y a ver qué coño hubiera tenido que contarle; me habría pillado.

Por ello, volví a mentirle matizando mi embuste inicial, y como un buen actor, sutilmente le dejé caer que me había dado la sensación al hablar con mi hermana de que quería decirme también algo personal. Así, como mi Señora es siempre tan correcta, tan elegante y tan sensible, era seguro que ya no diría lo de venir conmigo para respetar la discreción de nuestra conversación fraternal y privada. Ya tenía coartada, vía libre… Poco a poco fue llegando la hora. A menos cinco, cogí mi bolso de mano y le di un beso. Vengo ya Nena… Siempre se me escapa lo de Nena cuando me pongo cariñoso, pensé.

Una vez satisfecho mi secreto negocio, volví a casa, y en vez de abrir con mi llave y para engañarla, llamé al timbre de una forma que no tengo la costumbre; así, no sabría que era yo el que esperaba tras la puerta. ¿Quién es…? La abrió, y tras un par de segundos de silencio y sorpresa, rápidamente saqué el ramo que escondía a mis espaldas y que para ella, había encargado a mi hermana por la mañana temprano… Quería darle yo la sorpresa a mi Señora de entregarle el ramo personalmente, y sí, tuve que mentirle.

💕 Que no nos engañen.

eeen fin.

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

Abandonar la infancia

Publicado el 6 de noviembre de 2021.

Historias de Paco Sanz ✍️

Muchas veces hago como que abandono mi infancia pero es sólo por jugar; tengo muchas infancias, más que adolescencias y por supuesto más que madureces o vejeras. Los viejos no es que volvamos a ser niños, ni siquiera que nos dé por ser como niños, es que no hemos dejado nunca de serlo… Con el paso de los años perfecciono, multiplico, revivo, reinvento incontables infancias. Hago, como si no supiera del pajarraco ése que muchas veces me da por ser; y como si no tuviera que revivir toda la historia que él siempre me chilla que ya he vivido.

Mis hijos viven lejos y no sólo geográficamente. Me doy cuenta de que con los años cada vez están más y más lejos. ¡Cómo les sigo queriendo…! Pobre de mí. ¿Pero, y los padres…? ¡Ah, los padres…! A los padres no quisiera sacármelos nunca de la cabeza, siempre vuelvo a golpear aquella puerta de su habitación:

“On réveillait matin, on se levait joyeux/ La lèvre affriandé, en se frottant les yeux…/ On allait, les cheveux enmêlés sur la tête,/ Les yeux tous rayonnants, comme aux grands jours de fête,/ Et les petits pieds nus effleurant le plancher,/ Aux portes des parents doucement toucher…/ On entrait ! … Puis alors les souhaits… en chemise,/ Les baisers répétés, et la gaîtée permise!”

Los tres estados de nuestra vida son el de la infancia, el del pueblo, y el de la muerte. ¡Ay, los muertos…! Los muertos que me amaron en mi infancia. Cuando los evoco, toda el alma se me enfría y me siento como desterrado de unos corazones que siempre fueron míos. Sólo, en la noche de mí mismo, llorando como un mendigo el silencio cerrado de todas las puertas.

Recuerdo como si me hubiera pasado, como si me estuviera pasando a mí, lo que le pasaba al que ha sido para mí el más inolvidable moribundo: “Vuelto contra la pared, sólo en la gran ciudad, en medio de parientes y amigos, sólo como no puede estarse ni en las profundidades submarinas ni en ningún otro punto del globo; Iván Illitch se transportaba por medio de la imaginación a su pasado. Las visiones surgían una tras otra. Ésto tomaba normalmente origen en lo actual, se remontaba hasta la infancia, y ahí, se paraba…”

El regreso a la infancia no es el redescubrimiento de la inocencia, sino una perturbadora inmersión en el origen de la confusión y el absurdo propio de los adultos.

Nada como ellos, cuando consigo contarles un cuento, para darme cuenta de lo niños que somos. Aprendemos los cuentos de memoria sólo porque queremos encontrar en los ojos de los niños fe suficiente, como para empezar a creérnoslos también a medida que se los vamos contando… Queremos salir de la irrealidad del sólo leerle algo a alguien, para movernos al son del verdadero cuento cambiando nuestros gestos, el volumen, la entonación… Deseamos, volver al jardín de nuestros recuerdos para entrar así, agarrados de sus manos, de nuevo en el verde paraíso de nuestros amores infantiles.

La verdadera patria del hombre es su infancia. “¡Esos días azules y este sol de la infancia…!” fue lo último que escribió Antonio Machado. Quienes lo enterraron, lo encontraron en el bolsillo de su chaqueta escrito a lápiz en un papel… ¿Se puede decir más con menos…?

La genialidad, es la infancia recuperada a voluntad.

Historias de Paco Sanz ✍️

EL LOCO

Publicado el 25 de septiembre de 2021.

Aquella primera vez me enteré ya de noche de que lo habían ingresado en el hospital. ¡Joooder…! Le tenía un muy especial cariño y quería verlo a cualquier precio; no sabía dónde me metía. Subí casi completamente a oscuras las escaleras hasta la planta de psiquiatría. Pregunté por él, y asombrados, tanto su familia como los enfermeros me conminaron expresamente a que de ninguna manera se me ocurriera entrar en su habitación; que estaba muy muy mal y era muy tarde, me dijeron.

Cuando insistí cabezón en lo de entrar a verlo fuese cual fuese su estado o condición, noté claramente una expresión diría hasta que de espanto en sus caras, en el cruce de sus miradas. Ni que tuviesen allí mismo encerrado un basilisco, pensé… Para tenerlo bien vigilado y de cerca su habitación permanecía siempre monitorizada iluminada y abierta; y era la situada justo junto al box del control de planta.

Pero él, ya había oído mi voz:

— ¡¡Antonio Rodriiíguez, estás ahiií…!!

Me llamaba y claro, entré… Jack Nicholson en la película de El Resplandor gritando mi nombre no me hubiera inquietado tanto. Nos conocíamos desde niños y a fondo pero no tenía del todo claro a quién me iba a encontrar en esa habitación. Al entrar, sólo fue ponerme al alcance de sus grandes ojos redondos y juntos, cuando se clavaron en los míos, y fue girándolos siguiéndome todo el rato rodeando la cama hasta que me senté a su lado. Yo simplemente y como siempre le sostuve cariñoso esa mirada… Un olor dulzón mezcla de miasmas de urea y desinfectante alcohólico lo pringaba absolutamente todo. Estaba atado y bien atado de pies y manos, pero lo encontré bien, tranquilo mientras me acercaba.

— «Antonio anda, suéltame un ratico y dame algo pa’fumar…«

Me lo pidió con un gesto chocante, incluso zalamero en su cara; como si yo fuera cómplice suyo, su primo, o tal vez el director del hospital. Pero en verdad que sobre todo, yo lo que era es amigo suyo y se lo debía.

Tras pensármelo francamente poco y cerrar la puerta de la habitación, empecé a soltar despacio la brida de su brazo derecho mientras lo miraba fijamente y él me miraba a mí, como preguntándome si me atrevería también a soltar la de su otro brazo… Y sin que él dijese ni media lo hice, sí, me atreví.

Casi me cago en los pantalones cuando una vez que se vio con sus dos brazos libres y con un movimiento rápido y muy brusco, me agarró con sus dos manos gigantes la cabeza y sin dejar de mirarme fijamente, se la fue acercando poco a poco a su cara gritando aquello de:

— ¡Ahaaá, por fin…! ¡Me caaago en la puta…!

— ¡Ehhh, pero no te asustes…!

Me lo susurró al oído inmediatamente después besándome en la mejilla cariñosamente, al verme blanco como el papel…

Luego, una vez me repuse del susto, le solté también las bridas de los pies, y me salté también la prohibición de abrir la ventana; y la de fumar hacer fuego y tomar drogas porque también encendimos un porrito escondido en mi paquete de tabaco… Un buen rato sí pasamos sí, asomados, platicando y contemplando la noche aquélla desde el ventanal aquél: él, con el culo al aire asomándole también por la abertura trasera de su bata azul hospital, y yo, no sé si despidiéndome… Y claro, fumando y charlando de nuestras viejas cosas también pasamos, creo, uno de nuestros últimos ratos entrañables.

Más tarde, y con la docilidad de un gato montés, consintió muy poco a poco y a regañadientes el que yo volviese a amansarlo y a atarlo vivo a aquella cama. Cosa, que hizo no sin dejar de mirarme fijamente todo el rato mientras llorábamos sin muecas en completo silencio…

— ¿Y tú, no has sido el loco nunca…?

¡Quién nos ha visto y quién nos ve amigo mío…! Los recuerdos, llega un momento en el que se te amontonan todos y es un hecho eso de que el pasado nos persigue.

eeen fin. Gracias por leerme 🙏💕

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

…………..

SE HA IDO

Publicado el 23 de mayo de 2021.

Historias de Paco Sanz ✍️

Mi Maestro Paco Sanz se ha ido. Ha decidido irse: «Voy a seguir, pero no aquí…» No se ha muerto pero estoy casi igual de triste, ya que mi única forma de contacto con él era una red social rara y minoritaria de la que se ve que se ha hartado, y de la que se ve que se va. Vamos, que se ha ido… No ha dejado forma de contactar con él; no hay rastro alguno. Lo he intentado pero nada… Empiezo a tener algo parecido a un síndrome de abstinencia; me había enganchado a leerle y no quiero quitarme.

Con la misma sorpresa con la que por casualidad me lo encontré, de repente va y se va… Saber despedirse es un lujo solo al alcance de ricos de espíritu, pero porque solo por éso es por lo que se nos recuerda: por el espíritu. Por el logos.

Como sus escritos nunca tendrán edad ni tiempo, sino solo letras, en todo momento no serán solo agradables sino recomendables y hasta necesarios, para… 💕

Gracias, gracias, gracias Paco Sanz 🙏

Os lo recomiendo. Si queréis y guardáis este enlace, siempre podréis leer casi todo lo publicado de él… No habrá otra forma de hacerlo en ningún otro sitio del Mundo, y es gratis:

👇👇👇 🙏

https://historiasenunfolio.wordpress.com/?s=Historias+de+Paco+Sanz

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

LA ÚLTIMA, Y ADIÓS.

Publicado el 22 de mayo de 2021.

Gracias Maestro, y adiós. 🙏

Historias de Paco Sanz ✍️

Largarse sin despedirse es como colgarle a alguien el teléfono. Algo contrario al buen gusto. De la misma manera que pudiendo abandonar tu isla solitaria, y no quieras, es una prueba de soberanía; el acabar con algo, con una costumbre por ejemplo, lo es de agencia, de fuerza. Sólo el exceso de fuerza es prueba de fuerza, que dice el clásico. «¿Acaso, no has acabado con la idea de Dios, la idea de que Dios te estaba mirando…?»

A mí me pasa como a Oscar Wilde: “El buen gusto es la excusa que he dado siempre por llevar tan mala vida”. No acepto excusas para quejarme, siempre que puedo no me quejo, me da vergüenza hacerlo. Como Nietzsche, «amo a los desgraciados que tienen vergüenza de si mismos, y que no vierten sus orinales en la calle. Cuyos corazones y lengua guardan todavía el suficiente buen gusto para saber decirse: es necesario honrar mi desgracia; es necesario disimularla…»

Como mi presbiacusia se ha acentuado, desconfío de las alabanzas. Llega un momento en el que sólo hago que emitir alabanzas, ése viejo remedio contra la sordera; y empiezo a aplicarlo a medida en que veo cada vez más sordos a mi alrededor. Aún suponiendo que queramos alabar, constituye un sutil y a la vez aristocrático dominio de uno mismo, el alabar únicamente cuando no estamos de acuerdo; de lo contrario, nos alabaríamos en efecto a nosotros mismos, lo cual va contra el buen gusto… Desde luego, es aquél un autodominio que ofrece una ocasión y un motivo magníficos, para que se nos malentienda constantemente.

Me gustaría poder despedirme de todos vosotros, pero uno por uno. Como en ese par de “fiestas” a las que he tenido ocasión de asistir, en las que el que se iba a morir pretendía despedirse de cada uno en particular, como si nos diera el pésame él a nosotros porque perdíamos su compañía. Un poco en plan: “no me pesa por mi muerte, porque yo morir debía, más me pesa por los míos, que pierden mi compañía”. Creo que habría que despedirse así de la familia, de los amigos, del cuerpo éste desde y en el que he vivido, tan poco a poco.

Al que nos señale la calva que comienza en nosotros hay que decirle: «prefiero perder las cosas poco a poco…» El contrato infame con la muerte es así menos duro… ¡Qué horror sería perder de una vez todo el pelo, sin haberse despedido de él poco a poco, pelo a pelo. Diente a diente, amigo a amigo, capacidad a capacidad, recuerdo a recuerdo, esperanza a esperanza…!

Es como ésos que empiezan un régimen o una desintoxicación. Hay que advertirles que no hay marcha atrás. No es que tengas la tensión alta y mejor que vayas con cuidado: es que eres hipertenso y vas a tener que ir con cuidado siempre. Es un paso atrás que debe marcar una nueva dirección, nada de recular; supongo que pienso que nuestra civilización debería haberlo dado -el paso atrás aquél- hace mucho, debería haber seguido hace tiempo otra dirección… Una larga tradición filosófica anima a limitar de alguna manera las necesidades, para poder encontrar alguna manera de verdadera felicidad.

Según Epicuro “el hombre que no se contenta con poco no se contenta con nada”. Su discípulo Lucrecio continúa su pensamiento diciendo que “si siempre deseas lo que no tienes acabas por despreciar lo que tienes; entonces tu vida discurre sin plenitud ni encanto, y cuando llega la muerte te encuentra ansioso, sin que puedas despedirte de esta vida ni contento, ni agradecido.»

Por la abundancia de las mercaderías hemos perdido la facultad de maravillarnos. Funesto, es el destino de una obsolescencia programada para toda la humanidad. Voy a seguir, pero no aquí… “A partir de un determinado momento en la vida -decía Aristóteles- sólo queda una alternativa: o filosofar, o despedirse y apartarse de ella…”

Dos años y pico aquí; es hora de largarse.

Historias de Paco Sanz

Gracias, y adiós Paco Sanz 🙏

UN NUEVO PROYECTO

Publicado el 30 de julio de 2021.

Dice mi chorbi, que nunca antes había tardado tanto en cruzar la plaza del pueblo como desde que lo hace paseando del brazo conmigo al lado. Dice, que tengo algo así como un efecto magnético en la gente, algo extraño, una cualidad. Que cuando paseamos por el pueblo, es raro, pero como que parezco conocer a casi todo el mundo y pareciera que casi todo el mundo me conoce a mí… Y que por ello, siempre andamos por ahí saludando a diestro y siniestro y parándonos cada dos por tres: o bien para darle dos besos a fulanita, quizá el parabién a menganita, o tal vez recuerdos a zutanita que llevábamos tanto tiempo sin vernos… Por el contrario él, es un poco samordo.

¡Pero que sepáis, que es todo un placer para él y para mí notar la sinceridad de vuestro cariño cada vez que simplemente nos saludamos por ahí…!

También, se asombra mi chorbi de que me sepa vuestros nombres y apellidos, hijas de quién sois, si tenéis hermanos, hijos… Le extraña el que yo, sin un ordenador esté tan al tanto de vuestras cosas, de vuestros trabajos, de cómo os va… Son casi veinte años juntas y claro, el ocuparme de vosotras lo considero asunto de simple y buena educación. ¿Cómo no voy a valoraros más que al oro en paño, si sois precisamente vosotras, el fruto más preciado de mi trabajo y fuente de la que brota mi vocación…?

En septiembre curso nuevo y local nuevo. ¡Qué nervios pero qué estimulante, cuánta cosquilla en la barriga…! Pero sobre todo qué ilusión; creo que me hace más incluso que cuando inauguramos el gabinete por vez primera hace ya seis años. Y estoy más ilusionada porque ahora tengo bastantes menos miedos, acumulo mucha más experiencia y sé, que también os tengo a vosotras.

Sin vosotras, ésto no tendría sentido alguno porque sois a la vez el motor y el combustible de mis ganas de trabajar, de mi ilusión por mejorar, del esfuerzo necesario para innovar constantemente… Os quiero mucho.

¡Qué orgullosa me siento de vuestra consideración cuando paseo por ahí…!

¿Que si tengo miedos…? Claro.

Manuela Rosales

….

ARTE EMÉRITO

Publicado el 27 de agosto de 2021.

Según la RAE

1. Capacidad, habilidad para hacer algo.
2. Manifestación de la actividad humana mediante la cual se interpreta lo real o se plasma lo imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros.
3. Conjunto de preceptos y reglas necesarios para hacer algo. Maña, astucia.
4. Disposición personal de alguien. Buen, mal arte.
5. Instrumento que sirve para pescar.

Mérito, cualidad que hace que lo que haces sea digno de que alguien se pare a mirarte y a pensarte… Si no tiene mérito no es arte: es suerte o arte malo.

Gracias por leerme 🙏

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

Vuelve a empezar el curso

Publicado el 19 de septiembre de 2021.

Historias de Paco Sanz ✍️

Vuelve a empezar el curso. Me he enterado de eso como estudiante, como padre y como abuelo, siempre me ha gustado. Nunca he podido enterarme como profesor, igual hasta a ellos les gusta. Cursos hay muchos, existe, además del curso escolar el curso del río, el curso del tiempo y el curso esperado de los acontecimientos. Pero éstos parecen seguir, parece que no han empezado nunca.

Párate durante una hora junto al río que corre: seguro que no pensarás que el agua que se ha alejado de ti ha dejado por ello de existir. Pues bien, es posible que para un grupo de hombres de corazón puro, ocurra con el curso del tiempo igual que con el curso del río.

Las religiones del desierto, y todas en cierto modo lo son, siguen el curso del sol. La más famosa de ellas prescribe las oraciones-santificaciones (salat) cinco veces al día. No se corresponden con horas sino con etapas del curso del sol: antes del amanecer assub, al mediodía az-zuhr, a media tarde al-asr, inmediatamente después de ponerse el sol al-maghreb, y en el momento que han desaparecido las últimas luces del crepúsculo al-isha…

Pero el curso que vuelve una y otra vez a nuestra consideración es el curso esperado de los acontecimientos. El que no sea para unos lo mismo que para otros, está en el origen de muchos malentendidos. Por ejemplo está el hecho de que aceptamos los ofrecimientos, pero soportamos las amenazas. La diferencia de opinión acerca de cuál es el curso esperado de los acontecimientos hace que se condene al profeta. Parece que el profetizar nos condenara.

Según lo que creas que va a pasar eres optimista o pesimista, progre o no tanto; por ejemplo mostrar lo malo de cómo van las cosas, añadir que no se puede hacer nada, es ser reaccionario. Es decir, la crítica al oponerse al progreso de la información desatada, del consumo, de la industria, es reaccionaria porque va contra el curso esperado, progresista, de los acontecimientos.

La aceptación de la causalidad negativa amplia el número de relaciones causales casi hasta el infinito. Siempre que omitimos algo que habríamos podido hacer tenemos una (co)responsabilidad causal de lo que sucederá a continuación (y de lo que habría sucedido si no hubiéramos actuado). Sólo tenemos una responsabilidad moral si, además, estábamos obligados a actuar. Si el curso esperado de los acontecimientos estaba claro.

Nuestra vida, la vida de la especie hace mucho que se limita a un transcurrir; en general nacemos sin saber hablar y morimos sin haber sabido decir. Nuestra vida transcurre entre el silencio de quien está callado y el silencio del que no fue entendido, y en torno a eso, como una abeja en un lugar sin flores, se cierne incógnito un inútil destino.

Lo mejor del comienzo del curso es eso, que empieza. Les pregunto a mis nietos que qué creen que van a aprender en este curso, que qué es lo que más les gusta del curso que empieza. Me miran como si estuviera mal del coco… 🙄😳

Historias de Paco Sanz ✍️

‘Calvotaso’ 🙄😳

Publicado el 12 de septiembre de 2021.

calvotaso:

Vulgarismo. Golpe leve, digamos que educativo a mano abierta pero sin malicia, rápido, sonoro, cariñoso y merecido, que te daban como de atrás pa’lante en el cogote y por tonto.

Tendría yo unos cinco años y no recuerdo ni por qué fue, pero un buen berrinche sí que tuve que darle a mi madre, sí… Así, que se decidió a utilizar uno de sus peores castigos que no era otro, que el de después de darme una charla que te cagas, sentarme una vez más en aquella mierda de silla de pensar. Todo, para no darme un par de calvotasos… Algo bastante moderno para la época. Sí, siempre fue innovadora.

El detalle, estaba en que como ella sabía que yo era muy desinquieto, que no me podía estar quieto y que lo peor que podía pasarme era estarme quieto, tenía una silla un poco más alta de la cuenta en la que me sentaba en el centro de la cocina. Lejos de poder alcanzar con las manos cualquier cosa, y con los pies que tampoco me llegaran al suelo; como colgado, me dejaba sentado en una especie de taburete con respaldo… Luego, me advertía de que se juntarían el cielo con la tierra siquiera si se me ocurría tan solo bajarme; y se iba, y me dejaba solo.

Algo más tarde mi memoria cayó en la cuenta de que aquel taburete tan alto era una trona, mi trona; y de que mi vieja tan sólo se iba a la habitación de al lado. Bien es verdad que se iba durante las horas que hicieran falta: «pero para que yo pensara…»

Pura asociación de ideas: «si te portabas como un mañaco, en vez de un par de calvotasos, mejor a la silla de pensar…»

¡Qué rabia me daba éso a mis cinco años ya…! Para mí, estarme quieto era lo peor a lo que podían obligarme, pero en aquella época he de reconocer que era un castigo original, innovador… O éso, o te daban un par de calvotasos y ya estaba: te callabas y te estabas quieto.

Años más tarde, como al llegar del colegio a mi casa siempre tiraba la cartera en el primer sitio que pillaba, y como ya me lo habían advertido muuuchas veces, ella aprovechó para darme, otra lección… Cuando volví de jugar en la calle, ya casi de noche, no me dijo ni media, la jodía… Fue al día siguiente al tenerme que ir al colegio cuando fue imposible encontrar mi cartera. ¡Qué nervios…! La busqué por todos sitios: en mi habitación y en la salita de estar, en el zaguán de la entrada y hasta me recorrí el patio entero y la cochera, pero nada, ni rastro de la cartera con mis libros… Y claro, me tuve que ir al colegio con una mano delante y otra detrás.

¡Qué tragedia…! yo que era de los de las buenas notas ¡Que vergüenza..! a ver qué explicación iba yo a dar… Mañana y tarde estuve atormentado dándole vueltas y vueltas a ver dónde habría dejado yo la cartera… Pero nada.

Y fue, cuando volví ya por la tarde del colegio lamentando mi mala cabeza y tras darme otra de aquéllas charlas que te cagas, cuando mi madre me dijo aquéllo de que «el único sitio donde no habíamos buscado por la mañana era en el cubo de la basura…» 🙄😳

¡Y coooño qué casualidad…! La tarde anterior había escondido justo ahí mi cartera y a propósito, sólo para escarmentarme. La principal lección que aprendí, entre otras, creo que fue la de que «no trates a tus cosas ni a los demás como si fueran basura…»

A parte de innovadora se ve que también era muy imaginativa. Sí… 💕

eeen fin. Gracias por leerme 🙏

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

¿QUÉ HAY EN LA OTRA ORILLA…?

Publicado el 23 de octubre de 2021.

Historias de Paco Sanz ✍️

A mi cuñado, el médico le dijo que mejor que anduviera más. ¿Para ir dónde? preguntó… No tenía donde ir. Ni por qué ir a ninguna parte. Así que se compró una cinta de esas sobre las que puedes andar sin cambiar de lugar. Es posible que la usara… Han pasado muchos años y me encanta cuando vuelvo a su casa, nos vemos en su hermosa biblioteca con escaleras, y me doy cuenta de que en un rincón está todavía la cinta aquélla mirando al cielo… No la ha tirado.

Mi cuñado es como yo, minimiza los residuos. En fin, como dijo el poeta: “Del salón en el ángulo oscuro/ de su dueño tal vez olvidada/ silenciosa y cubierta de polvo/ veíase el arpa./ ¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas,/ como el pájaro duerme en las ramas,/ esperando la mano de nieve/ que sabe arrancarlas…!”

Sobre aquella cinta es difícil que alguien arranque un solo paso. ¿Movilidad? de acuerdo ¿pero para ir dónde…? ¿Para qué fin? ¿Lectura? de acuerdo ¿pero para qué sirven los libros…? Nos dicen Penélope y Sherezade mientras intentan aplazar astutamente el momento de su muerte que para ganar tiempo. Es decir, para perderlo, vivir es perder el tiempo; los únicos que no tienen tiempo para perderlo son los muertos.

He vuelto a la montaña, conozco algunos altos del valle en el que he crecido; de joven tenía tendencia a subirme hasta ellos. ¿Qué buscaba allí? me daba la sensación que era la manera de ir más lejos. Supongo que si hay mucha paz en la cumbre es porque desde ahí se puede mirar a lo lejos. Lejos de casa, tan lejos como pudiera. Como en el cuento de Kafka “La Partida”, que al protagonista, el criado que le prepara la montura le pregunta: ¿para ir dónde…? Weg von hier. Das is mein Ziel. Lejos de aquí. Ésa es mi meta.

Nunca llega uno tan lejos como cuando no sabe a dónde va. Es al exterior hacia el que nunca deja de encaminarse la libertad. Largarse, cuando el suelo arde bajo tus pies y no te preguntas el tiempo que hace afuera, es lo que pretenden los emigrantes. Ir a otra parte.

En Europa a partir del siglo XVI hubo una sobrepoblación que llevó a 50 millones de personas a abandonar voluntaria e involuntariamente el Viejo Mundo como merchants adventurers y como desesperados, como huidores de la desgracia, como buscadores de nueva fortuna; en su mayoría sin perspectivas de retorno, no pocos imbuidos en la creencia de la supremacía de la otra orilla. El mundo pertenece ahora al hambre de éxito de los hijos segundos que no tenían sitio en casa -en España se les llamaba “segundones”- para hacer fortuna fuera o para irse a pique.

Los que en realidad se van son los viejos. Cuando ya no están se dice que se han ido. Ahora desgraciadamente los ancianos, como los emigrantes clandestinos, generalmente quedan en manos de esos especiales “propietarios de pateras” que son los dueños de las residencias, desde donde esperan su último viaje… Y como al gaucho que al ver el mar, preguntó qué había en la otra orilla: «en el otro lado no hay orilla…» Le dijeron.

Historias de Paco Sanz ✍️

Edadismo… 🙄😳

…una forma más de definir un tipo de odio de ésos que se han sacado de la manga los rojos éstos de ahora. ¡Cómo me jode lo de este palabrejo que se han inventado para explicarnos éso de siempre de que a los viejos que les den…!

Palabras tales como edadismo gordofobia homofobia sinhogarismo empoderamiento o heteropatriarcado; y conceptos tan abstrusos como el de ‘violencia vicaría’ el de ‘persona menstruante’ lo de la ‘cultura de la violación’ o lo del ‘terrorismo respetuoso con los derechos humanos’ me dan un asco que no se puede aguantar… Por ejemplo.

Nada, no hay manera, cincuenta y siete años parece que ya son demasiados para que me contraten con la misma facilidad de siempre. Tengo más de veintisiete años de vida laboral y siempre he sido un especialista en ventas y en entrevistas de trabajo, pero porque lo de ser comercial se ve que te convierte en una especie de camaleón al tener que cambiar a menudo para buscarte la vida… Somos, como los entrenadores de fútbol: los primeros que se van al carajo cuando las cosas se joden y ya no nos quieren en el equipo aunque no tengamos la culpa de la debacle. Un mundo muy competitivo, sí. Si no vendes, te vas. Y se ve que yo ya estoy algo mayor.

Casi siempre que he estado trabajando en una empresa he estado intentando mejorar mis condiciones económicas por lo que a menudo he buscado aprender y ascender. ¿Hay algo malo en ello, pregunto…? El caso, es que he tenido un nivel de éxito bastante alto en casi todos los trabajos que he desempeñado y en todas las entrevistas de trabajo a las que me he presentado, pero porque no recuerdo que no haya conseguido casi siempre el objetivo o el puesto al que me haya postulado. Hasta ahora. Pero bueno, parece ser que ya no lo tengo tan fácil… Ésto de ser autodidacta y lo de ahora de necesitar un título hasta para atar cordoneras, es lo que tiene.

He hecho grandes amigos en todos mis trabajos pero sólo he entablado amistad con tres de mis ocho o diez jefes… El primero, y durante más de tres años vendiendo fotocopiadoras, fue el gordo de Pepe Rico aunque ya hace mucho tiempo que se murió de un infarto por sus excesos. El segundo -casi quince años me tuvo con él- fue Alberto Solana Rouco: un buen tipo aunque también murió. Y el último fue Carmen, que aunque también sabía mucho de mis defectos tuvo la paciencia de tenerme casi tres años trabajando junto a ella. ¡Qué buena jefa…!

Parece ser, que para ser un buen jefe hoy en día hay que tener una forma especial de insensibilidad para con el prójimo que yo no he tenido nunca, y se ve que por ello tampoco he sido nunca un buen jefe del todo sino simplemente un buen mandao… No tengo espíritu empresarial lo reconozco. Manejo bien a la gente pero mal el dinero.

eeen fin. No quiero aburriros ni quejarme. Os quiero, lectores… 💕

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

peces, gatos, perros y caballos

Historias de Paco Sanz ✍️

He tenido, bueno, he convivido con peces, gatos, perros y caballos. “Mis” gatos pillaban restos y cazaban ratas y lagartijas, los peces y los perros comían sobre todo pienso, y al caballo le alimentaban los que llevaban la cuadra. Pero eso era cuando vivía en el campo. Cuando mis hijos todavía no adolecían. La comida, el vínculo con cada uno era diferente.

Los peces pasan de ti, el gato va a la suya, el perro está pendiente de ti, y pones tu integridad física en riesgo al subirte al caballo. En cuando a la comida, he observado que a veces el gato rechaza un trozo de carne cuando se lo ofrecen, y luego lo devora con gran satisfacción cuando consigue “robártelo”. La carne es la misma pero hay una diferencia, el animal de presa se reconoce a sí mismo. Mi perrinieta delata al que le ha dado comida… «Está por” él.

Ahora no convivo con animales, aunque para mi vergüenza no dejo de comerlos, no tengo mascotas; veo mucha gente que se pasea con ellas, me sabe mal que no dejen sueltos a los perros; yo paseo con mi perro virtual y en general lo dejo suelto… ¿A quién no le gustan los perros si son tan buenos perdedores…? Mi alma eremita va suelta, adopta la forma que Dios quiere, y en internet nadie sabe que soy un perro.

Las mascotas son como la tele o el móvil. Un gran consuelo, una gran compañía para la soledad de muchos. Yo he vivido casi siempre emparejado. Creo que para ser “pareja”, para poder “cuidar” si no tienes niño, viejo o enfermo a mano, pues al menos ten un perro… El perro puede que no sea consciente a mi nivel, pero vive; no me cuesta creer que siente. Estoy arrellanado en el sillón frente al que crepita el fuego, tengo una copa de cognac en la mano derecha, y la mano izquierda caída descuidadamente sobre la cabeza de mi perro… Hasta que descubro que no tengo perro.

Los adictos a las metáforas podemos llamar otro, doble, perro… a cualquier “ser” que pueda servirnos de pareja. Y podemos además ponerle nombre, como a los perros. Nietzsche, aquél insigne enfermo escribía “He puesto nombre a mi dolor: le llamo mi perro; es tan fiel, tan descarado y tan listo como cualquier otro perro. Le riño y descargo sobre él mis malos humores, como hacen otros hombres con sus perros sus criados y sus mujeres…” El Águila y la Serpiente eran sus animales, el orgullo y la inteligencia. Dejas de cargar como un camello para desear como un león, luego, llegas a ser un niño.

A lo largo de la vida hacemos mucho el animal. A los veinte años pavón, a los treinta león, a los cuarenta camello, a los cincuenta serpiente, a los sesenta perro, a los setenta mona y a los ochenta nada. La rueda de la vida puede verse de otra manera. Al principio eres como el ratón (infancia) animado y juguetón le gusta meterse por todas partes. Luego haces el oso (edad madura, primeros años) te gusta hibernar y eres muy comodón. Más tarde el búfalo (edad madura, últimos años) te gusta recorrer las praderas y estás instalado bajo tu joroba. Y finalmente un águila (años finales) te aligeras y vuelas alto invitando a todos a dirigir sus ojos hacia el cielo. El juego, la fuerza tranquila, y el enseñorearse sobre el espacio y el orgullo y que vuelen sobre tu tontería…

Historias de Paco Sanz ✍️

ÉXITO. IGUALDAD. LIBERTAD.

Publicado el 2 de agosto de 2021.

Historias de Mayo Von Höltz ✍️

«El éxito es la capacidad de ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo.»

Winston Churchill.

A la célebre frase de Honoré de Balzac «La igualdad tal vez sea un derecho, pero ningún poder en La Tierra podrá convertirlo en un hecho», solo le cabe una aclaración: la de que ningún poder en La Tierra podrá por su mera enunciación o por su obligatoriedad igualar lo malo a lo bueno.

Pero el proceso inverso perfectamente podría lograrlo: igualar lo bueno a lo malo. Por ejemplo: nada ni nadie podría hacer que un enano por naturaleza tuviera la misma altura de un gigante, pero si se le serrucharan los fémures al gigante lo suficiente se lograría el que tuviera la misma altura que el enano.

Fidel Castro no logró igualar el nivel de vida de la clase pobre cubana al de la clase media ni rica cubana, tal cual prometió en todos sus discursos siguiendo su afán igualitario. Pero logró en cambio que todos los habitantes de Cuba sean igual de pobres que eran todos los pobres.

Sin importar cuán desventajosa sea la situación inicial, nunca se saldrá de ella si en lugar de buscar los recursos para salir, se buscan las excusas para justificar porqué no se sale… La victimización sensiblera es el signo distintivo del alma cobarde del mediocre.

Todo el que logró algo antes pensó que iba a lograrlo. Y todo el que se queja de su aciago destino -sea éste proveniente de una aciaga fatalidad o sea la inexorable consecuencia de una no confensada abulia e ignorancia- victimizándose lastimosamente y poniendo fuera de la órbita de su voluntad e inteligencia el rumbo de su propio destino, no logrará hacer nada nunca con su vida. Y éso mismo es lo que se merece: nada, ya que nada pensó y nada hizo para salir de su nada.

«Tanto como si crees que puedes como si crees que no puedes, estás en lo cierto.» Frase que pertenece a Confucio pero popularizó Henry Ford.

Historias de Mayo Von Höltz ✍️

¿Cómo aprendemos las cosas…?

Soy de la opinión que la inteligencia humana, en esencia, sólo aprende por dos razones principalmente: por hambre o por miedo; o por miedo a tener hambre que son casi lo mismo. Y lo creo, por aquéllo de la teoría de la evolución.

Por otro lado la inteligencia artificial nos lleva algo de ventaja con eso de la evolución, pero porque no la necesita ya que los que tenemos que evolucionar somos nosotros. Y precisamente por eso no sabrá nunca lo que es el hambre ni lo que es el miedo, por ejemplo, a quemarse una mano tocando sin querer una estufa de hierro encendida: lo que se siente cuando te abrasas una mano… Algo tan humano como un accidente. Una IA no tendría nunca porqué tenerle miedo al fuego ya que las cosas no pueden experimentar dolor. ¿No…? Pues eso.

Estábamos mi socio y yo ya media mañana jugando con la estufa de hierro fundido para que aprendiese cómo funcionaba, cómo se enciende un fuego, y el peligro que tiene… De menos a más fuimos creando una pequeña llama con virutas, y luego añadimos poco a poco palitos para que prendiesen hasta que conseguimos fuego. Añadimos después un par de troncos pequeños, cerramos la puerta acristalada de la estufa, abrimos el tiro, y nos quedamos embobados mirando como crecía la candela y sintiendo cómo se caldeaba la cosa… Crujía, dilataba, sonaba la estufa; es curioso como el hierro cruje y suena al calentarse y agrandarse.

— ¡Cuidado con el calor: la estufa no se toca, nunca…! Le dije. Rotundo.

Recuerdo que cuando al rato abrimos la puerta de la estufa para remover la lumbre, cayeron al suelo unas brasas por lo que rápidamente usé unas pinzas y una pala ambas también de hierro para devolverlas a su sitio… Pero fue entonces cuando a mi socio, parece que aprovechando que la estufa estaba abierta y la leñera al lado, se ve que se le ocurrió la idea de echar él un tronco a la candela. Y el caso, es que el pobrecillo se despistó al agacharse a cogerlo con su manita izquierda pero apoyándose con su derecha en la estufa misma. ¡Ángelico…! Los dos oímos crepitar la palma de su mano abrasándose en contacto con el hierro candente.

No sé el mecanismo por el cual una IA aprende de los algoritmos ésos de los cojones, pero sí sé cómo el pobre de mi socio aprendió que el fuego quema. ¡Qué penica me dió…!

…eeen fin. Sabéis que os quiero 💕

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

La culpa…

Publicado el 25 de marzo de 2020.

Historias de Paco Sanz ✍️

¿Quién ha tenido la culpa? ¿A quién le vamos a cargar el muerto, a los muertos? Paso lista: a los chinos, a los gobernantes, a la globalización, al capitalismo, a la ignorancia puñetera… a la mala suerte, o como dicen en los test: ¿todos los anteriores…? La verdad es que no es el mejor camino para encontrar un sentido a la desgracia eso de buscar culpables, pero a veces no hay otro. Encontrar culpables es castigar tierra sorda.

Personalmente buscar culpables me parece tan tonto como decir que ya te lo dije. Hay tantos culpables como gente que ya lo había dicho, al menos. Las cosas hubieran podido ser de otro modo, es posible. Saber por qué han sido como han sido igual hace que el que vuelvan a pasar sea más difícil, también es posible. Decir que todos son culpables implica decir: “Pero yo menos que vosotros puesto que lo digo”. Como aquel sabio que decía que no sabía nada y se esforzaba en mostrar que sabía más que los demás.

Esos pobres científicos que han estado fingiendo saber lo que decían desde el trampolín, desde ese sitio que mejor que no te pillen meando. Esos pobres gobernantes que han tenido que estar al frente de todo estos malditos días… mejor fijarse en mi vecino, que cuando sale a fumar a la terraza y le digo la de compañeros que han caído enfermos por falta de material, de información, me pide que baje la voz. Tiene más años que yo y si le llaman para reincorporarse al hospital irá, y mejor que su mujer no lo sepa.

Necesitamos hablar de gente así. Y no andar buscando culpables. Necesitamos premios no castigos. Porque queremos aprender, no hacer mala leche. Resolver el asunto lo mejor posible, no vengarnos. La mayoría de los hombres no son malos. No tienen tiempo de ser verdaderamente malos. Se vuelven malos y culpables porque hablan y actúan sin imaginarse el efecto de sus propias palabras y actos. Son sonámbulos, no malvados.

Decía Camus, cuyo libro “La Peste” se está vendiendo y descargando ahora más que nunca que: “Estamos en una época en la que los hombres, empujados por mediocres y feroces ideologías, se habitúan a tener vergüenza de todo. Vergüenza de sí mismos, vergüenza de ser felices, de amar y de crear. O sea, que hay que sentirse culpables. Se nos arrastra al confesionario laico, el peor de todos”.

La psiquiatría tiene la tendencia a despsiquiatrizar al enfermo y psiquiatrizar a la sociedad, aquí como en otras cosas se empieza por buscar causas y se acaba encontrando culpables. La enfermedad llama a algunos enfermos como los remordimientos a los grandes culpables.

Historias de Paco Sanz ✍️

GRACIAS MAESTRO

Publicado el 4 de septiembre de 2021.

Fijaros en la autoridad de la expresión en su cara.

Yo Maestros he tenido muchos, pero no sé porqué siempre me acuerdo de que él fue uno de los primeros: Don Manuel Galant Pérez. Un tipo que era capaz de empezar su clase de Historia con la de los romanos, y acabarla embelesándonos hablándonos de los focos de las discotecas y del peligro que corríamos fumando porros por ahí por el mundo… Luego, hasta le entendíamos y todo. Era un espectáculo de Maestro. Y encima, cuando se expresaba intentaba conjugar el humor vitriólico con el estilismo literario; rozaba si hacía falta el insulto merecido con la pluma de la sátira; y llevaba cuidaíco sí, pero poco. A mí me gustaba. Mucho.

Tenía la muñeca rota, y la mano digamos que girada hacia adentro en un gesto como que de zurdo, aunque era diestro. Pues con esa mano diestra, la muñeca rota y con solo unos trazos de tiza en la pizarra era capaz Don Manuel de crear tanto círculos, cuadrados, octógonos o triángulos cuasi exactos, como podía dibujar de memoria la fachada principal de la iglesia del pueblo con total precisión y con tan solo unos pocos garabatos.

No teníamos pantallas interactivas. La pizarra y la tiza en las clases de Don Manuel se podían convertir tanto en un libro de viajes con ilustraciones como en una mesa de diseño técnico o en un block de dibujo artístico. Igual te dibujaba un tramo de la Muralla China que las pirámides de Egipto o la Venus de Milo… Era capaz de plasmar en una pizarra -y nos parecía que casi a escala- lo mismo la trayectoria de un cohete en dirección a la Luna, como que la silueta del continente sudamericano con sus principales ríos y mares, con sus cabos y sus golfos… Era genial.

En cuanto detectó mi querencia por el dibujo no dejó el cabrón de sacarme constantemente a la pizarra. Bien para dibujar de memoria o un mapa de España, o un ojo humano visto de perfil para ilustrar una de sus clases de dibujo, o quizás una cuadrícula con las líneas bien bien rectas.

Uno tiene que buscarse siempre un buen Maestro, alguien que te esté constantemente enseñando algo. Tuve, en general, muy buenos Maestros pero porque tenían criterio propio y honestidad, mucha cultura, libertad de cátedra, y lo más importante hoy: autoridad… Hoy así son difíciles de encontrar, sólo tenemos profesores, funcionarios. Y todos sabemos el dicho, la verdad matemática, de que «nadie puede entender algo si su sueldo depende de que no lo entienda…»

A Don Javier y a Doña Anita, y a Rafa Nadal o a Cervantes. A los hermanos Fidel y Manuel Galant, a Don Pedro Miralles y a Don Vicente Nebot. Al Señor Escohotado. A Doña Carmen Mazón y al magnífico Esteban Parres. Al gran FJ Losantos. Y a Don Manolete Lucas y a Don Gabriel… A Don Santiago González. Y a Paco Sanz. ✍️

…eeen fin. Gracias Maestros 🙏

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

….

Hiperinformación

Publicado el 17 de julio de 2021.

Historias de Paco Sanz ✍️

Quisiera darme cuerda, no cuenta. Porque cuando me doy cuenta, parece que las razones para seguir dándome cuerda desaparecen. Me defiendo como puedo de esa hiperinformación que me atraviesa. La información, es una forma pornográfica del saber porque carece de esa interioridad que lo caracteriza. Del saber, también es propia una negatividad: tiene que conquistarse luchando contra la resistencia de la tontería. El saber, tiene una estructura temporal completamente distinta: se tensa entre el pasado y el futuro. La información por el contrario, habita junto al la tontería un tiempo que se ha satinado a partir de puntos indiferenciados. Es un tiempo sin acontecimientos ni destino.

No es lo mismo no estar informado que no saber, ni es lo mismo el control que la disciplina. La sociedad del siglo XXI ya no es disciplinaria sino de rendimiento. Sus habitantes ya no se llaman “sujetos de obediencia” sino “sujetos de rendimiento”. Estos sujetos son los emprendedores de ellos mismos. A la sociedad disciplinaria le rige el no: No puedes, no debes; su negatividad genera locos y criminales. A la sociedad del rendimiento le rige el a ver si: No puedes, no eres capaz; genera por el contrario depresivos y fracasados.

Hubo un tiempo en que creí preferible tener más libertad que más dinero, que no siempre más dinero significaba más libertad; creía que era más importante vivir siendo libre que procurar mi liberación. Un poco como aquel personaje de Zinoviev que enseñaba a vivir en el paraíso, dejando que los religiosos se quedaran con la exclusividad de las maneras alcanzarlo.

Mientras estás buscando algo que no tienes no disfrutas de ello. La libertad, en sentido propio, está vinculada siempre a una negatividad. Es siempre la libertad una obligación.

Debo estar harto de imágenes, porque suelo cerrar los ojos cuando me da por hacer el numerito ese de la meditación-respiración al que soy adicto desde mi juventud; las imágenes me cansan, el ver a la gente haciendo fotos me entristece. Pienso, como Kafka, que “Fotografiamos las cosas para auyentarlas del espíritu. Mis historias son una forma de cerrar los ojos…” Lo dejó escrito más o menos así, cuando la fotografía empezaba a serlo.

Ante la pura masa de imágenes hipervisibles no es posible cerrar los ojos. Tampoco deja ocasión para ello el rápido cambio de esas imágenes. Cerrar los ojos, es una negatividad que compagina mal con la positividad y la hiperactividad de esta sociedad de la aceleración, de la alienación. La coacción de la hipervigilia, dificulta el cerrar los ojos… Y es responsable también del agotamiento neuronal del sujeto de rendimiento, que siempre tiene que estar dándose cuerda.

Historias de Paco Sanz ✍️

Cuando escribo de cine

Publicado el 21 de agosto de 2021.

Cuando me pongo a escribir después de ver una buena película, lo primero que me viene a la cabeza es el recuerdo de cómo salía yo del Cine Miravete, con doce años, y después de ver el segundo pase de una película de aquéllas de Bruce Lee o de Chuck Norris… Luego tenía que vencer al canguelo de volver yo solo a mi casa, y ya de noche.

Pero después de ver tanto guantazo, tanta patada volante, tanto pirigallo y tanta llave de kárate, y como si me hubiera tragado un avispero, era yo el que salía del cine con un peligro que metía miedo: hinchao como un pavo, creía realmente que nada ni nadie podría conmigo. Ya podían atacarme en la oscuridad o venir cuantos quisieran a por mí, que yo lo tenía bien claro: guantazo, patada volante, pirigallo y llave de kárate…

¡Jáaajaja…! Con un par, doce años, y pa’mi casa.

Siempre busco sensaciones como aquéllas cuando salgo de un cine creyéndome lo que me han contado. Eso de que no termine la película cuando termina, sino cuando después de pensar mucho en ella querrías volver a verla.

eeen fin. Gracias, y sigue leyéndome… 🙏

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

Mi voluntad es el caos

Historias de Paco Sanz ✍️

Mi voluntad es el caos. Eso de suponer mía a mi voluntad es mucho suponer. Lo inevitable de la entropía no es cosa mía. El desorden es la delicia de la imaginación. Estoy decidido, determinado a resistir. ¿A qué? está siempre por ver, por saberse. Es como esa fuente de mi pueblo de la que siempre sale agua, que vete tú a saber de dónde viene… Acabará volviendo a entrar en la tierra, moviéndose por su superficie hasta llegar al mar o subiendo al cielo.

He llamado a mi voluntad santa. Una cosa es el egoísmo: el perseguir cada uno sus intereses particulares, Y otra la autonomía: hacer tu santa voluntad. Para decirlo como Santa Teresa: «Mientras se vive no está la ganancia en procurarme gozar más, sino en hacer mi voluntad”.

Si mi voluntad me falta ¿qué será de mí…? Es como para pensar en dejar de vivir. Un célebre suicida lo deja más o menos así escrito en la mesita de noche de la habitación en la que acabó con su vida: “Sano de cuerpo y de espíritu, me doy muerte antes que la implacable vejez, que me ha quitado uno tras otro los placeres y goces de la existencia y me ha despojado de mis fuerzas físicas e intelectuales, paralice mi energía y acabe con mi voluntad, convirtiéndome en una carga para mí mismo y para los demás”.

Aunque para decirlo con ferocidad, nada como recurrir a las palabras de aquel que filosofaba al martillo, de mi viejo maestro de la cabeza de pólvora, el más insigne de los enfermos, que se pasó la vida convaleciendo, buscando siempre una mejor salud: “¿Cómo logré soportarlo? ¿Cómo vencí y superé tales heridas? ¿Cómo volvió mi alma a resurgir de esos sepulcros? Si algo invulnerable, insepultable hay en mi, algo que hace saltar las rocas: se llama mi voluntad; silenciosa e incambiada avanza a través de los años. Su camino quiere recorrerlo con mis pies, mi vieja voluntad; duro de corazón e invulnerable es para ella el sentido”.

Y para no ser tan prosaico mejor recordar como lo dejó escrito Jorge Manrique en las Coplas a la Muerte de mi Padre: “No gastemos tiempo ya/ en esta vida mezquina/ de tal modo/ que mi voluntad está/ conforme con la divina/ para todo,/ y consiento en mi morir/ con voluntad placentera/ clara y pura,/ que querer el hombre vivir/ cuando Dios quiere que muera/ es locura”. La Divina Comedia termina también invocando su relación con Dios: “Faltan fuerzas a la alta fantasía;/ mas ya mi voluntad y mi deseo/ giraban como ruedas que impulsaba./ Aquel que mueve el sol y las estrellas.”

Dicen que a la muerte de Dios le ha seguido la del Ego, que eso del “yo” sin la idea de Dios es un sinsentido… Un poco como aquello de que “vive para ti sólo si pudieres, pues sólo para ti si mueres mueres”. Y que sin saber que te estás siempre muriendo lo de tener consciencia es una coña. A ver de dónde saca consciencia o voluntad lo artificial de la inteligencia si no puede morir.

Le preguntaron a Montaigne que cuál creía que era la mejor muerte: “la voluntaria”, dijo. El autor de los Ensayos, siempre parecía quedarse contigo en el momento en que decía cosas que tú habías pensado… La muerte voluntaria es negarse a ver la otra muerte, la que no se capta, la que nunca se alcanza.

Historias de Paco Sanz ✍️

Mi primo ‘El Pogo’

Publicado el 28 de agosto de 2021.

Mientras estuvo preso el primer año y un día que pasó el pobre en la cárcel, se presentaba todos los días cual pajarito buscando la salida de la puerta principal haciéndose el loco pero muy formal, aseado, con su maleta, y listo para salir:
— ¿Hoy me toca irme no…? Preguntaba.
— ¡Queee nooo…! Le respondían… Y se marchaba.

Y así todos los días: trescientos sesenta y seis… Me parece tierno.

El mejor portero de balonmano, el más efectivo, con las manos más grandes y los brazos más largos, el más famoso y desmadrado, bragado, excesivo e inconsciente que habrá nunca en Almoradí, fue mi primo el Pogo… Un claro ejemplo a no seguir, pero todo un personaje local en el mejor y más cariñoso de los sentidos.

En un pueblo como el nuestro y en aquella época, él y yo nacimos con poco más o menos quince días de diferencia, coincidimos en el colegio, éramos familia, comulgamos y hasta nos fuimos a la mili el mismo día y al mismo sitio. ¿Cómo no voy a tenerle cariño…? ¿Qué le vamos a hacer…? Es primo carnal; primo segundo. Para los de mi época el parentesco es algo importante: somos familia.

Recuerdo aquella vez que me dieron el palo comprando hachís haciendo la mili en Cáceres. Éramos unos pipiolos de cuartel, pero todo cambió cuando volvimos para ajustar las cuentas con los camellos, y el Pogo dejó de preguntarles y empezó a soltar guantazos a diestra y siniestra con esas manos que parecían sartenes. Verle era todo un espectáculo, parecía una segadora, un helicóptero ¡pim pam, pim pam, pim pam…! Iba como dejando un surco por donde pasaba… Si el Pogo te daba una guantá era como si te dieran con algo muy grande; con algo así como con un atrapasueños ante el que caías fulminado ipso facto, dormido… Por supuesto que recobramos y con creces mi inversión inicial, y nos hicimos de paso un sitio entre los que mandaban en el cuartel cuando se enteraron de la proeza.

En aquella época no era mi primo tardo ni malo ni mucho menos. Y yo sé que era más bien lo contrario, pero el pobre no tenía límites… Algo loco siempre estuvo, y aunque no lo creáis, a la vez también siempre fue un bruto sensible, un artista basto, frustrado, alguien capaz de dibujar con criterio o de esculpir en madera, pero a la vez un poco demasiado viciosillo y por ello no muy listo. Quizás un animal, bruto, sí, pero siempre con un instinto protector hacia mí que no olvidaré en la vida… Éramos familia.

Y no le he preguntado, pero sé que él está, estará, o estaría de acuerdo en que yo cuente esta pequeña historia suya en un folio; pero porque es mi primo segundo y soy -y él lo sabe- una de esas pocas personas que en verdad lo conoce, un poco.

Ángel Rodríguez López, el Pogo, mi primo… Hijo de mi tío Ángel Rodríguez, el Pogotrigo. Ésto de los apodos en los pueblos es que es la ostia… Si eres de Almoradí deberías saber que estamos hablando del mejor portero de balonmano que dará este pueblo. Peeero.

eeen fin. Gracias por leerme 🙏

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

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El placer engendra, el dolor da a luz

Publicado el 4 de abril de 2020.

Historias de Paco Sanz ✍️

El placer engendra, pero el dolor da a luz. Supongo que es por eso que poner a alguien a parir no es hacerle ningún favor. Por lo visto eso viene de que cuando la gestación se terminaba iba la gente a tu casa para ponerte nerviosa y así te ponías a parir de una vez por todas. Y lo conseguían diciéndote todas las cosas que se habían callado para que pudieras gestar como Dios manda.

¿Está a término ya la nueva sociedad post pandémica? Igual aceleramos su llegada a base de poner a parir a los que la han gestado. Quiero decir a estos “expertos sanitario políticos” que han llegado a hacerlo tan mal. Han hecho lo que han podido. Vale. Pues que sigan otros, por favor.

Cuando vimos que los chinos desinfectaban paredes, cuando supimos que el portador sano supercontagiador era posible, cuando vimos lo que se nos venía encima empezamos algunos -en mi familia no soy el único que de estas cosas ya sabía un huevo antes- a decir a los que creíamos que tendríamos que estar haciendo más ante lo que se avecinaba, que no estaban haciendo nada. Llegaron tarde y mal, pobres de nosotros.

Malos días para estar al cargo del gobierno, desde luego. Vamos a ver, me he pasado gran parte de mi vida profesional llevando una mascarilla en la cara. ¿Por qué nos mintieron, por qué van nuestros políticos sin ellas y los chinos no?, ¿es que son más listos? No, amigo, son más tontos. Cada vez que oía a un sabio de esos decir que no servían para nada, y a continuación rematar diciendo que sólo servían si estabas contagiado me daban ganas de levantar la voz. ¿Cómo sabes que no lo estás, que no estás contagiando a los de tu alrededor, majo?

Esta gente, de números hace como si no entendiera. Entiendo que si han llegado tarde a lo de las mascarillas mejor que digan que no hacen falta para que no le falten al personal sanitario. Pero es que no ha habido ni para ellos. Los problemas de logística son problemas de intendencia cuando vienen mal dadas, ¿nadie se lo había dicho? Cuando las cosas no iban tan mal, pero los que estaban en primera línea no tenían mascarillas, veo al farmacéutico de mi pueblo con una sonrisa de oreja a oreja; qué pasa, le pregunto, pues aquí estoy, timando a la gente, ¿y eso?, pues ya me ves, vendiendo mascarillas a diez euros.

Siempre me ha parecido un desastre que la física pretenda engendrar a las matemáticas, pero las matemáticas pretendiendo parir a la filosofía todavía da más grima. Y para ponerse a llorar: los filósofos haciendo política o los políticos yendo de economistas. Cada vez más abiertamente la economía “paga” la política. Y se muestra orgullosa de ello. Y de vez en cuando da miedo para que se la tema. Nada le gusta más que ver con qué prudencia hablan de ella los políticos, y lo mal que llevan la intendencia.

Historias de Paco Sanz ✍️

VIEJO SERÁ TU PADRE…

Publicado el 15 de agosto de 2021.

VIEJO
1. adj. De edad avanzada.

ANTIGUO
1. adj. Que existe desde hace mucho tiempo.

Yo, como nunca tendré edad suficiente ni avanzada, voy a vivir todo el tiempo que me toque o todo el que a mí me dé la gana. Y por eso viejo -lo que se dice viejo- será tu padre… Con suerte llegaré a ser antiguo, con algo más de suerte seré bastante antiguo, y con mucha más suerte podría ser muy muy antiguo. Pero repito: viejo, lo que se dice viejo, será tu padre. Yo nunca…

Solo consentiré que me llamen viejo cuando se me haya ido del todo la cabeza; y sólo porque al habérseme ido del todo no le podré soltar un guantazo a quien se atreva a llamármelo… Viejo, repito: será tu padre porque yo voy a vivir lo que me de la gana y cuánto me de la gana; y seré muy muy antiguo, como mucho.

Voy a cumplir ya un montón de años, más que la orilla de la playa, y claro, me encuentro tan bien que es extraño el pensar que en cualquier momento podría darme un jamacuco y quedarme en el sitio. Y sin embargo empieza a darme igual, no es una cuestión de cantidad… Es más, la obsesión por la cantidad de años de vida es una verdadera enfermedad mental y una esclavitud, un miedo real, una plaga.

¿Porque para qué quiero a los ochenta y muchos años unos implantes dentales fantásticos y una picha química, si no puedo comer y follar y luego acordarme de qué, dónde, cuándo y cuánto…?

Si a mí me aseguraran que a partir de cierta edad y si me someto a unas prácticas saludables y obedientes, yo fuera a ir biológicamente a mejor, haría lo que fuese… O no. Ya veríamos a ver.

Porque por otra parte, cuando me pongo a pensar en serio, llego a la conclusión de que a partir de ninguna edad se va a mejor en lo biológico… “…Lo que llamamos muerte es acabar de morir, lo que llamamos nacer es empezar a morir, y lo que llamamos vivir es morir viviendo. Por eso cuando el hombre muere acaba a un tiempo de vivir y de morir…” Quevedo, nació antes que La Ciencia.

Sin embargo a partir de cualquier edad se puede ir a mejor en lo intelectual, y eso justo es lo que nos hace verdaderamente humanos, civilizados, que recuerdan… Por eso repito: viejo será tu padre… 💕

eeen fin.

Gracias por leerme 🙏

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

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PATERNALISMO Y TONTERÍA

Publicado el 28 de junio de 2021.

Historias de Paco Sanz ✍️

Parece que lo de llevar la mascarilla cuando vas por una calle por la que no hay nadie ya no va a ser necesario. El que dejen de tratarnos como si fuéramos gilipollas, porque por lo que dicen hay muchos gilipollas, no deja de ser un alivio. Nunca acabé de entender si nos aconsejaban, nos recomendaban, nos mandaban o pretendían obligarnos a hacer tonterías como esa, pero lo de decirnos constantemente qué hay que hacer con nuestra vida como si fueran nuestros padres se ha convertido en una costumbre; le han cogido el gusto.

Es la pendiente resbaladiza: si fumas maría acabarás esnifando coca, tomando pastillas, pinchándote con heroína y en la cárcel por acabar traficando con ellas. Si puedes derivar con tanta facilidad hacia los paliativistas, cuando se te acabe la paciencia y el dinero autorizarás la eutanasia, y luego decidirás a quién dejas vivir sin que te tiemble el esqueleto. Se empieza con el paternalismo, luego llega el autoritarismo y el camino al totalitarismo está abierto. Es necesario un cierto orden, el desorden es peor que la injusticia.

Ayer mismo mi compañera, que es mucho más “ordenada” que yo, me reconvino cuando una vez más tuvo que oírme decir que los que mandan siempre se vuelven de derechas. Que les llamara totalitarios, porque si no mi izquierdismo de salón cantaba un poco. Cuando digo que la ultraderecha es algo rojilla y que la ultraizquierda sería de lo más reaccionario caso que le diera por existir y poder mandar, tengo que recordarme que mejor ir con cuidado, en estos asuntos es fácil acabar resbalando hacia la tontería. Pura y dura.

Donde hay confianza el paternalismo es innecesario. Donde no hay confianza resulta inadmisible. Que se vayan con su autoridad a hacer puñetas. Más allá de la privatización de la decisión o del paternalismo vacunal, es necesario comprender que la inmunidad es un bien común, que debe ser construido mediante la comprensión de que hace falta una sociedad entera, para cuidar de quienes no tienen la capacidad de cuidarse por sí mismos.

Me duele en el alma comprender que sin confianza, sin lealtad, no se puede. Preferiría no saber, poder no tomarme en serio aquello del Eclesiastés: que los que estamos siempre intentando saber, mejor sería que olvidáramos. “Y di a mi corazón a conocer la sabiduría y también a entender las locuras y los desvaríos: conocía al cabo que aún esto era aflicción de espíritu. Porque en la mucha sabiduría hay mucha molestia, y quien añade ciencia añade dolor”.

Al buen padre, ¿quién le conoce? Si no tienes un buen padre, ¡hazte con uno! El buen padre siempre responde de algo, de una pregunta. ¿El paternalismo? Imponer la respuesta. Me encanta condenar la “ideología de la experiencia”, la idea de que aprendemos del pasado y que cuanto más mayores somos y más experiencias se supone que hemos tenido, más sabemos y más aptos nos volvemos para ocupar una función paternal, que consiste en explicar las cosas de manera interminable y en exhibir nuestros infinitos conocimientos.

Historias de Paco Sanz ✍️

El RELOJ DE MI PADRE

Publicado el 8 de agosto de 2021.

Acordándome de mi padre, y como a cada tonto le da por algo, me ha dado por hacerle fotos a su viejo reloj, el mismo que ahora llevo yo… Cuanto más lo miro de cerca y más palpo ese artefacto, más me da por pensar cómo no en mi padre y cómo no en el tiempo: ¡cómo nos gasta el cabrón…!

Me lo ceñí solemnemente a la muñeca izquierda diez o doce minutos después de que se muriera; tanto su cuerpo como el metal de su reloj estaban todavía calientes, y claro, no quise dar tiempo a que ese preciado calor se enfriara y se perdiera. «Ponte el reloj de tu padre» dijo mi madre «más de cuarenta años tiene…» Los relojes son máquinas cuyo único fin es durar y funcionar, marcar el tiempo sin fallo, cuánto más tiempo mejor.

Pero hoy en día la gente no entiende mucho éso de llevar en la muñeca un reloj clásico porque cualquier cachivache te da la hora: tu nevera o el microondas, una radio encendida por ahí, el salvapantallas de tu portátil, y cómo no, tu móvil. ¿De qué sirve portar un chisme que sólo te da la hora…? Cualquier dispositivo inteligente en tu muñeca te dice cuántas veces has respirado, parpadeado, cuántos pasos has dado y a qué horas y por qué calles, cuántas calorías has quemado… Recopila el artefacto absolutamente todas tus constantes vitales y pulsaciones por minuto, para así deducir cosas como hasta lo que comerías mañana a mediodía.

¡Menuda es la inteligencia artificial…!

Como lo llevo siempre conmigo, cuando lo recogí tras llevarlo a restaurar me advirtió mi relojera tajantemente que no lo trasteara para nada. Que lo cuidara… Y por ello, ni siquiera le cambio la hora cuando toca: no lo toco, para nada; ya me adapto yo… Solo lo llevo, y lo dejo a él que marque el tiempo y la hora que le dé la gana, pero éso sí, sin pararse… Tic tac, tic tac.

Por otro lado, el metal de ese reloj estuvo más de cuarenta años en contacto directo con su piel, como sintiéndolo; metal vibrando con cada latido de las venas de su muñeca izquierda… Energía. Latidos de alegría, de miedos, de orgullos o de lo que sea, pero latidos de los que quiero creer que este reloj se fue como impregnando, conservándolos en cierta forma, y de los cuales ahora quiero hacerme a la idea también de que soy algo así como el guardián, el portador.

Latidos, tic tac, tic tac.

eeen fin. Gracias por leerme 🙏

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

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YA TE LO DIJE

Publicado el 5 de agosto de 2020.

Historias de Paco Sanz ✍️

Uno de los juegos a los que hace mucho tiempo he dejado de jugar es al de “ya te lo dije”. Eso no me ha llevado a dejar de hablar, claro. Y cuando me dicen “eso ya lo habías dicho”, por ejemplo los que tienen que aguantar mis batallas de abuelito, me parece una lección más de humildad que agradecer, pues entre la gente, las personas que tenemos una autoestima casi sofocante, estas lecciones son como algo fresco que llevarse al coleto en verano.

Pero cuando lo que ya había dicho es una profecía, de esas nefastas y que has tenido la desgracia de acertar, lamento profundamente no haberme callado. Un poco como si fuera el rey que hace matar al mal profeta, o lo de Casandra, que condenaba al profetizar. La maldición de Casandra, no era acertar con sus profecías, sino que bastaba que las dijera ella para que no las tuvieran en cuenta…

Pues bien, ahora que estamos solos vamos a contar mentiras: mi última profecía autocumplida: No va a haber vacuna. Ojalá, quiera Dios, que no sea así. Como de vacunas se supone que entiendo, espero que los que me lo oyeron decir hace seis meses lo hayan olvidado.

Estamos siendo víctimas de muchos personajes nefastos, paso lista… Siete personajes nefastos que estos días he estado interpretando: El asesino del mensajero; intenta evitar así que la red se pliegue, que llegue la noticia de lo mal que nos va a ir todo… El que se burla de Casandra, que dice que hablar del mal es un mal, condenándonos a él… El que mira hacia otro lado y ve sólo lo bueno de las cosas, porque para qué entristecerse si no hay nada que hacer… El que cambia por cambiar, y sale de la boca del lobo para meterse en la del dragón… El que busca donde no hay luz, porque donde no puede verse es inútil buscar nada… El cirujano desfalleciente, que se conforma en sacar lo que puede y cierra enseguida… El chamán de pacotilla, que hace sus pases mágicos, y confía en ellos para arreglar las cosas…

Estoy harto de la pandemia, harto de no poder hablar de otra cosa. Sé de sobra hasta qué punto el autocumplimiento, se da en el ámbito de las enfermedades y afecciones médicas. Cuando se debate en los media de no importa qué enfermedades, se consigue que más gente se presente a ver al médico con esos síntomas, y aumentan las posibilidades de que los médicos diagnostiquen más (correcta e incorrectamente) dichas enfermedades. Como en el caso del autismo, que, como cuando dicen que hay más gripe, acaba habiendo más por hablar de ella. Es en este sentido por lo que hablamos tan poco del aumento de la tasa de suicidios como podríamos.

Tengo hacia la bondad de permitir que nueva química entre en nuestro cuerpo, la prevención que tiene el que ha tenido que pechar con las consecuencias del tratamiento de enfermedades mediante agentes químicos. Porque si se permite tratar químicamente a enfermedades que se han diagnosticado como alteraciones químicas del cuerpo o del cerebro, estamos haciendo una especie de profecía autocumplida. Ahora ya no hay duda, nuestro cuerpo o nuestro cerebro, tienen un desequilibrio químico.

La peor manera de insultar es hacerlo mediante la verdad. Se puede vivir perfectamente en el mundo haciendo profecías, pero no diciendo verdades. A veces mejor no verlas. El don del pensamiento especulativo pudiera parecerse, al don con el que Juno honró a Tiresias, a quién primero privó de la vista, con el fin de poder otorgarle después el don de la profecía…

Historias de Paco Sanz ✍️

«Naturalizar los insultos…»

Publicado el 9 de julio de 2020.

Yo, que soy un verdadero malhablao y que me cago siempre en lo primero que pillo, que presumo de usar no sé si con garbo el terno el exabrupto y la palabrota, me quedo muerto con lo lerdo del aprendiz de Maquiavelo éste, cuando va y dice:

— «En política hay que naturalizar los insultos…»

Ven, que te voy a naturalizar yo. ¡Gañán…!

¡Forastero…! Si de verdad fueras un macho alfa y la tuvieras tan grande como dices, ya deberías saber que del insulto a una ostia en la trompa a veces hay muy poco. Por eso pistolero, lleva mucho cuidado con lo que naturalizas y con lo que no naturalizas… Cuidaíco con los insultos si no quieres que algún día te sorprendan con un guantazo en la cara como a Rajoy. Y recuerda lo que todo macho alfa sabe: que del insulto a la ostia, e incluso al fuego o al tiro en la frente, a veces hay muy poco.

Y como no eres un valiente, naturalizar los insultos sólo significa para tí algo así como que te suda el capullo que te digan de tó, que tú, ni dimites ni te bajas del machito rojo en el que ahí estás, así fueras harto hasta las trancas de vino malo y picao.

La oratoria es lo que tiene, que te deja en cueros: cada uno expresa con palabras realmente cómo es y cómo de grande la tiene; y en consecuencia, así, defiende su honor… O no. Con palabras, solo, y sólo con palabras.

Valiente güaltrapas.

El hortera desaseado éste, se cisca en los usos y costumbres más elementales del respeto al prójimo y la buena educación, del decoro, del buen gusto en la oratoria, y de la prudencia o de la gallardía. Valiosísimas cualidades todas, de las que siempre hicimos gala los españoles de bien y con dos dedos de frente. Éste, quiere hacer de la vida pública española una reyerta constante. Nada nuevo bajo el sol comunista… No quiero ni imaginarme los terrores, la desidia, ni el desamparo que tuvo que sufrir este individuo en su niñez al ver que a sus padres terroristas él les importaba una mierda, dado que no tiene un mínimo de principios decentes en los que creer que no sean meros pastiches ideológicos.

Vale que los exabruptos los use yo -literariamente un don nadie- pretendiendo emular a un Don Camilo o a un Fernán Gómez. Pero que un alto representante de mi país, debido a tanta mierda que lleva encima, acepte acusaciones e insultos merecidos sin inmutarse ni dimitir, sólo porque no tiene otro sitio donde pacer ni caerse muerto que no sea el machito político que se ha montado, es demasiado asqueroso. ¡Qué asco…!

El verdadero problema de la verbena de insultos que nos propone este comunista ayuno de ideas, es que nosotros como a zombis, por repetidos los insultos, se nos embrutezcan los oídos sin inmutarnos con la boca entreabierta y babeando… El problemón es que los políticos cuando reciban acusaciones veraces e insultos merecidos, también, se acostumbren a recibirlos a discreción, y también sin inmutarse y con la boca entreabierta y babeando. Y además sin dimitir y sin siquiera cortarse ni sonrojarse, sólo porque su cohorte de seguidores zombis aplaude así mismo con la boca entreabierta y también babeando.

Lo mejor del español bienhablao es su precisión, su capacidad de describir con todo detalle la profundidad de un amor, la hondura de un dolor la veracidad de un argumento, o la rotundidad de un desprecio… Y todo ello sin necesidad de chabacanerías.

eeen fin… Que no nos engañen.

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

«¡Vivan las caenas…!»

Publicado el 17 de julio de 2021.

Historias de Paco Sanz ✍️

¡¡ Viva la España rusa…!!

gritaban…

Con los medios a su alcance los dirigentes están acabando con la democracia. La pandemia se lo ha puesto a huevo a los que abominan de la libertad de los demás. El populismo, la tecnología, la globalización, hace que los líderes demócratas tengan a mano el continuar siendo líderes aunque para ello tengan que derivar hacia formas más totalitarias, más demócratas eso sí que las de antes, pero tan liberales, las pobres… Es posible que estemos ayudando -a base de entontecernos- a que las palabras acaben significando lo que nos digan.

— “Cuando yo empleo una palabra -insistió Humpty Dumpty en tono desdeñoso- significa lo que yo quiero que signifique. Ni más, ni menos.

— La cuestión está en saber -repuso Alicia- si Usted puede conseguir que las palabras signifiquen tantas cosas diferentes.

— La cuestión está- replicó Humpty Dumpty- en saber quién manda aquí. Eso es todo”.

Ahora resulta que el Estado que tenía que salvarnos del capitalismo salvaje, está en manos de políticos salvajes que no dudarán en convocar plebiscitos y votaciones para que no nos falte de’ná. Que en la mismísima Unión Europea las transnacionales encuentren la manera de eludir impuestos, nos cuenta quién manda; del decreciente papel de los estados democráticos; y del protagonismo creciente de los que a la húngara, a la turca, la siria o la cubana… les plantan cara.

«¡Vivan las caenas y mueran los negros!» Al regreso de su destierro el absolutista Fernando VII -el rey Felón- tras ignorar la Constitución de 1812 y las Cortes de Cádiz disfrutó de un recibimiento apoteósico: varios ciudadanos desengancharon los caballos de la carroza real y se dispusieron a tirar de ella al grito de «¡Muera la libertad y vivan las cadenas!, ¡Viva el rey absoluto y vivan las cadenas!», que con la mala pronunciación popular degeneró en aquéllo del:

«¡Vivan las caenas…

Al tiempo que vuelve a aumentar la cantidad de infectados, que llega una nueva ola -la quinta- vemos a los jóvenes bailando en las discotecas sin mascarillas o distancia que valgan… ¿Eso pretenden hacer con su libertad? ¿Acabar con nuestra salud? ¿Retrasar la recuperación económica…? Pues acabemos con ella. Apoyemos las medidas del gobierno: maldita sea la oposición, el tribunal de cuentas, el supremo, el constitucional, y la madre que los parió.

Resulta que el gobierno tiene derecho a cambiar de pueblo. ¿A qué espera…? 🙄😳 Las cadenas de televisión, de información, no son menos cadenas que las de hierro. Ni siquiera nos dan ganas de librarnos de ellas. En tiempos de Kafka: “Las cadenas de la humanidad torturada están hechas de papel de oficina”. Ahora de chips y pantallas. Mi hijo, cuando le dije que ahora se vive peor que cuando yo era joven, va y me suelta: “¡Pero si no teníais ni móviles ni tabletas…!”

Los de ciencias, no sabes nunca si están de guasa, o quedándose contigo…

Historias de Paco Sanz ✍️

MANOLO Y EL VINO

Publicado el 24 de junio de 2021.

Comentábamos al respecto de la botella de txacolí que me estaba regalando. Es éste un caldo que normalmente se bebe siempre joven y frío, pero esa botella tenía ya un par de años y como buen conocedor (él) de vinos, Manolo me lo advirtió e insistió en el detalle: «no hagas caso. Pruébalo…»

Como mi tío Miguel siempre decía que el mejor vino blanco era el tinto, he de reconocer mi falta de empatía a priori con los blancos, ya que a diferencia de los tintos me gustan o no mucho o casi nada… Pero en general, como me gusta mucho el vino y mucho más todavía las sensaciones que pueda provocarme un caldo en particular, me bebo casi cualquier cosa decente que me sirvan en una copa borgoña… A ver qué pasa.

¡Qué maravilla…!

Como me la regaló muy fría y puesto que el día anterior hice sushi de sobra para mis hijas, en cuanto llegué a casa destapé esa botella para combinarla con aquel sushi de víspera resultando de todo ello una mezcla portentosa, armónica, raratouíllica… Me gusta tanto el sushi que nunca lo compro sino que siempre me lo hago yo: busco el mejor pescado fresco, lo limpio, lo macero, lo maduro, y le doy el corte final… La combinación del sabor dulzón a albaricoque y pera, la poquísima acidez y el color ambarino claro propio del par de años de aquel caldo, resultaron perfectos: encajaron como llave y cerradura, vino y comida, picha en breva. Pescado, ácido, sal… azúcar.

Empecé en el mundo del vino haciéndole caso a mi padre. Yo hacía negocio con las sisas que él me permitía hacerle, acarreando atadas en el portaequipaje de mi bici las marrajas de cinco litros que llenaba de graneles en la bodega de Jaime «el plátano».

— Don Jaime, que dice mi padre que por favor me llene Usted esta marraja… Y se la cobre.

Entraba en tan antigua bodega y la densidad del alcohol evaporado que se respiraba en el ambiente creo que me atontaba un poco. Mientras, caminaba entontecido y curioso entre las enormes telarañas pareciera que centenarias, abrazadas a aquellas barricas gigantes de cientos si no miles de litros; viejas de puro viejas, grises, y usadas desde hacía tanto tiempo que… el lugar imponía.

Todo era muy viejo en la bodega, y casi todos eran muy viejos los que se sentaban en las maderas de aquellas cajas de tercios de cerveza ladeadas cual si fueran sillas bajas, y que situaban alrededor y a la sombra de la entrada. Yo tendría once años y tenía la sensación de que me miraban ojos viejos, de que era observado por lo viejo, por lo antiguo…

Aquel vino no tenía denominación de origen ni jodida falta que le hacía, pero había algo que no fallaba cuando mi padre quería saber si el caldo era realmente bueno: dárselo a probar a mí tío Miguel… Repito, no fallaba. Éste solo emitía dos veredictos: «vaya una mierda» o «ésto es caldo…»

Pero un día, después de trabajar toda la mañana en el huerto y cerrar con unos murcianos el trato de venta de la cosecha de limones, nos llevó mi tío a un restaurante elegantón de los que luego me enteré que frecuentaba, y pidió un Vega Sicilia… Se produjo un extraño silencio traspasado de miradas de asombro entre los cinco comensales que nos sentábamos a la mesa. Yo no entendía nada pero recuerdo que el camarero al ver la pinta despeinada, polvorienta y sudorosa de mi tío, entre desconfiado y precavido le preguntó si tenía alguna preferencia. Tras lo que aquél, socarrón, lo espetó vivo tras comprobar que solo había una referencia en la carta:

— Proceda Usted a servirnos, y déjese de ruegos y preguntas.

Las pocas veces en las que Manolo no acierta del todo nunca se equivoca, pero porque siempre te da calidad y no se puede acertar siempre. La dictadura del «me gusta» es en realidad una tiranía, porque un día me puede gustar un vino pero otro me podría gustar uno distinto. Y Manolo casi siempre atina con mi gusto sea cual sea el día, porque comer y beber bien no es cuestión de gastar sino de confiar en quién y en qué te recomienda, y en la gracia de cómo te lo sirve.

Y desde que yo lo conozco, Manolo siempre ha servido sólo para cosas buenas, para buenas causas.

eeen fin. Gracias Manolo 🙏 🍷🍇

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

MANERAS DE COMPARTIR

Publicado el 17 de mayo de 2020.

Historias de Paco Sanz ✍️

Busco modelos para saber cómo tendremos que acabar montándonoslo. Maneras de compartir. Recuerdo a mi nieto y a mi consuegro que por una cuestión de apreturas en una cena en la bodega tenían que compartir plato. Mi amigo hablaba y comía más o menos como siempre, el niño aprovechando un silencio le dice a su abuelo: Abuelo, esto no es compartir. Si vamos a compartir, mejor fijarse. También recuerdo a mi hija, que era la que comía más despacio. Si había algo bueno que compartir ponía su parte en su plato y que compartieran los demás. Demasiadas veces se había quedado sin cerezas.

Hubo un tiempo en que, seguramente por no haber vivido nunca en ellas y haber deseado muchas veces hacerlo, me dio por estudiar las comunas. Tuve amigos que vivían, tengo amigos que aun viven en ellas. Venían a por libros a mi casa, olían a maría, a humo y a ropa vieja, eran valientes, divertidos, generosos, amables. Una vez me llevé a una caterva de hijos y sobrinos a una de ellas. Había artesanos y macrobióticos, niños jugando descalzos y familias desdibujadas. Uno a veces criaba a los hijos de una mujer de la que se había separado, que incluso estaba en otra comuna, sin darle mucha importancia, de buen rollo.

La ayuda que recibían de los padres era el argumento que mi compañera usaba para mostrar lo falso de toda la situación; a los jóvenes que vinieron conmigo no les gustó nada. Que yo sepa a ninguno de ellos se le ocurriría nunca aceptar como buena una forma de vida alternativa como esa. Les vacuné.

Para que las comunas duren tiene que haber un factor religioso por medio. O la necesidad de una reconstrucción como con los kibutzs en Israel, o una guerra como las comunas agrarias y anarquistas en nuestra Guerra Civil. De hecho las comunas que más han durado son los monasterios. Israel ya se reconstruyó, nuestra guerra acabó, y la necesidad de Dios y el número de monjes van a menos en todo el mundo.

Eran los setenta, estábamos viendo como la alegría por la posibilidad de otro mundo posible de Mayo del 68 se desvanecía, cómo el mercado devoraba el movimiento jipi, cómo amanecía el feminismo poniendo en solfa la idea del patriarcado como única forma de familia posible.

Era el final de la idea de la bondad de la vida en regímenes comunistas. Algunos de mis amigos dejaban la universidad en busca de alternativas relacionales. Me sentí un cobarde muchas veces por no seguirles, así que por el viejo camino de los hombres perversos, me apliqué en convertir las dificultades prácticas en teóricas para poder pensar de una manera y vivir de otra, como esos burgueses, que viven como capitalistas y votan comunista. Me dio por estudiar alternativas vitales y familiares como las comunas, o acabar siempre hablando de la autogestión comunista.

La cabeza a pájaros siempre sigue algo con nosotros, ahora que las residencias de ancianos están en la picota por el virus, estamos considerando la posibilidad de crear comunas de jubilados donde los más jóvenes de ellos cuidarían de los que no pueden valerse por si mismos. Al haber cada vez menos gente joven, algunas escuelas y enclaves universitarios podrían albergar monasterios de gente de una cierta edad que se ha quedado sola. En el “banco de ancianos” los ancianos más jóvenes donarían horas o dinero para ayudar a los más viejos en la confianza de que, cuando ellos envejezcan más, recibirán a su vez ayuda.

Historias de Paco Sanz ✍️

ESTABULADOS

Publicado el 18 de febrero de 2021.

¿Y LAS CAMAS COVID, Y LAS VACUNAS…?

🙄😳

«Use siempre una mascarilla cerca de cualquier persona con la que no viva…»

¡Ohhh, qué bien! Ahora, cuando no quiera vivir con alguien o siquiera tenerlo al lado, sólo tengo que ponerme mi mascarilla y ya se dará por aludido.

¿Qué tal si probáramos a protegernos mediante unas gafas de buzo con respirador y unos guantes de soldadura? ¿Porqué no nos acostumbramos a usar un traje de neopreno entero, o mejor incluso uno de astronauta? Así podríamos salir a la calle con total normalidad ¿no…? 🙄😳 Mikel Jackson tuvo mucho tiempo una burbuja de aislamiento para él solo y mira hasta dónde llegó, y cómo llegó… Podríamos probar incluso hasta con una armadura para salir a la calle, a ver qué tal…

El otro día no sé dónde leí el dato, de que el número total de camas COVID de los hospitales sólo se había incrementado este año en un doce por ciento… Sólo. Este año, en el que nos ha caído la del pulpo, resulta que el sitio donde se forma el famoso cuello de botella sanitario -el número de camas COVID- parece que nos la suda y nadie habla de él… Y encima, a la única persona que se le ha ocurrido hacer un hospital casi quieren echarla a los leones.

De las vacunas no te digo’ná… ¡Vaya país de idiotas…!

Y aquí estamos, encerrados y sin vacunar, cual ganado vacuno en diecisiete establos diferentes ¿Cómo es posible que el sentir general del rebaño acepte con tal facilidad que se nos recorten libertades tan flagrantemente y sin cuestionarnos nada…?

¿Y si nos infectamos…? 🙄😳

¡Huy, qué miedo… calla, no digas éso…!

El otro día caí angustiado en la cuenta de que me iba a morir dentro de un mes. Pero al poco, me di cuenta también de que lo que no sabía era ni cuál ni de qué año, y claro, me quedé más tranquilo.

eeen fin.

Que no nos engañen, más. 😎

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

VALENTÍA

Publicado el 6 agosto de 2021.

Historias de Paco Sanz ✍️

Lo de que es hora de morir nunca lo he tenido tan claro como cuando, imitando una vez más a los hombres, el androide de la película de Blade Runner se da cuenta de que para él todo se ha acabado… Y mientras se muestra generoso al permitir que el humano que intentaba acabar con él siga viviendo, le dice aquéllo de:

— He visto cosas que vosotros no creeríais: Naves de ataque en llamas más allá de Orion… He visto Rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la puerta de Tannhaüser… Todos estos momentos se perderán en el tiempo, como lágrimas en la lluvia… Es, hora de morir.

Me gustan las bibliotecas. Pienso que son lo más parecido a un ser humano. Su memoria es su alma. Un ser humano, como una biblioteca, carece de autor. Es ridículo buscar la autoría de un chiste, de un cuento, un trabalenguas, un dicho o un refrán. Para dar a luz una nueva palabra hacen falta muchos: todo un pueblo. Pero tal idea tiene un soporte débil ya que cuando un anciano muere en una remota aldea de una selva, es, como si ardiera una biblioteca entera.

Ahora con tanta maquinita no sabemos muy bien hasta qué punto estamos vivos. Las amenazas más típicas planteadas por la biotecnología, se resumen en el título de un artículo de Tom Wolfe: «Lo siento, pero vuestra alma acaba de morir». La tecnología médica ofrece, en muchos casos, una especie de pacto con el diablo: una mayor esperanza de vida, pero con las capacidades mentales disminuidas; liberación de la depresión, al precio de la supresión de la creatividad y del ánimo; tratamientos, que acaban con nuestra autonomía cerebral al depender de sustancias que tragamos o dispositivos a los que nos entregamos.

¡Ay…! Felices aquellos que, nacidos antes de la Ciencia, tenían el privilegio de morir de su primera enfermedad. “Lo que llamamos muerte es acabar de morir, lo que llamamos nacer es empezar a morir, y lo que llamamos vivir es morir viviendo. Por eso cuando el hombre muere acaba, a un tiempo, de vivir y de morir…” Quevedo nació antes de la Ciencia; entonces no se estaba muerto sin saberlo.

He visto por ser galeno finales de vida lentos, atroces… Por eso, cuando presiento la cercanía de la muerte recuerdo a la mística: “Ven muerte tan escondida,/ que no te sienta venir./ Que el placer de morir,/ no me vuelva a dar la vida”. Pienso, como al llegar al fondo de sus innumerables padecimientos e infortunios, un desdichado personaje literario siente cuando lo meten en el fondo de un saco negro, cada vez a mayor profundidad; y repentinamente, momentos antes de morir, descubre que el fondo del saco está abierto y en su extremo hay una luz.

Pienso que el mundo mejorará cuando yo deje de vivir, ahora que ya no puedo mejorar. Que pretender una mejora del mundo que no consista en la mejora de uno mismo es un camelo. Y que por ello, la cuestión es delimitar las fronteras del problema, y definir cuales son las partes sanas de nuestro organismo que hay que defender a toda costa… Si, en suma, hay algo por lo que se pueda morir.

Historias de Paco Sanz ✍️

Te voy a dar yo «rafarendum…»

Publicado el 26 de agosto de2017.

AFIRMO…

Preámbulo

Quiero creer que la mayoría de españoles de bien, tras leerlas, coincidiríais conmigo en éstas mis simples afirmaciones:

Primera

Afirmo que los españoles debemos de cuidar del Planeta. Pero, después de cuidar el Planeta, lo más importante que tenemos que hacer los españoles es cuidar de nosotros mismos y de Nuestra Nación. ¿No…? 🙄😳

Segunda

Afirmo, que el principal problema de los españoles -de todos- es nuestra cada vez más inquietante y evidente división, generada por la actitud de nuestros nefandos políticos. ¿No…? 🙄😳

Tercera

Afirmo que esta situación de división, se debe a la mala gestión que éstos, nuestros corruptos políticos, de forma premeditada sibilina y parasitaria, han hecho del actual Estado de las Autonomías. ¿No…? 🙄😳

Cuarta

Afirmo que por todo lo anteriormente expuesto, lo más importante que tenemos que hacer los españoles es acabar con el actual Estado de las Autonomías y con los políticos que de forma tan espuria lo gestionan. ¿No…? 🙄😳

Quinta

Por último, afirmo que la mejor forma legal y democrática de hacer efectivas las afirmaciones expresadas en los puntos anteriores, consistiría en hacer que los españoles fuésemos consultados en un referéndum nacional y vinculante: si queremos seguir con la situación actual, o si queremos revertir la deriva de esta debacle nacional en la que nos encontramos. Aunque sé que los referéndums los carga el diablo. ¿No…? 🙄😳

Si no, ¿para qué coño seguir cuidando el Planeta…?

¿No…? 🙄😳

eeen fin. Parece ser que nos vamos a la mierda.

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras

LEALTAD. FIDELIDAD.

Publicado el 18 de junio de 2020.

Historias de Paco Sanz ✍️

La Unión Europea, el Estado de las Autonomías, la ONU, la OMS… los estados federales, ¿por qué fracasan?, porque falta lealtad. Para que las relaciones entre gobiernos y administraciones funcionen adecuadamente se precisa de ese lubricante que los alemanes denominan “lealtad federal”, una actitud por la que todas las partes se esfuerzan en facilitar el ejercicio de las competencias ajenas, y procuran resolver las controversias de un modo amistoso y ágil.

Ahora se nota más. La gran mayoría de mis relaciones se han basado en ella. Cuando llegados los malos tiempos, mis amigos me han fallado o he fallado a mis amigos lo he llevado muy mal. Ha sido para mí más de una vez una sorpresa, ver quienes son verdaderamente capaces de mantener su palabra. No han sido siempre los que consideraba buenas personas; con buenas palabras y modos se ha vendido siempre mala mercancía.

La nuestra es una sociedad de contratos, en la que incluso para vivir juntos hay que firmar uno; está claro lo poco que se confía en la lealtad, incluso a nivel personal. Cuando les he dicho a mis amigos psiquiatras, que a las personas fieles a nuestra pareja nos da la sensación de que tendríamos que hacérnoslo mirar, no se lo han tomado en absoluto a broma. Tratan con demasiados adictos, a las drogas, a las malas costumbres, como para no tomarse eso de ser fiel a tu pareja como una posible adición más…

Confundimos el machismo con la virilidad porque lo de la lealtad, lo de la fidelidad, no se lleva. La virilidad, es decir la pasión de la unión y la lealtad, se convirtió en machismo, acabemos con él… En efecto, es posible ablandar a los hombres, pero hacerles «cuidar» es otra cosa, y el proyecto tiene que fracasar inevitablemente.

En culturas anteriores a las nuestras, distantes de las nuestras, pero de hombres más sensatos, la lealtad no se la tomaban a broma. Por ejemplo en Japón, el chu significaba lealtad incondicional a la cabeza de la jerarquía social, ya se llamara ésta emperador o shogun, ya fuera de origen divino o terrenal; el chu era el primer mandamiento de la ética japonesa. El ko, la lealtad que se debe a los padres y antepasados, era el segundo, todas las demás normas de conducta venían después.

Para Confucio la lealtad era la virtud clave: lealtad a Dios, al Estado, a la propia familia y a los verdaderos significados de las palabras que uno utiliza. Primeros pasos en la formación hasta la Edad de la razón. La formación profesional y como ciudadano. El trabajo social y el cuidado de la familia. Y el leer y el escribir.

Para saber de nosotros no está mal preguntarse por cuáles son nuestras identificaciones, cuáles son nuestras lealtades, cuál nuestra comunidad, ante quiénes nos sentimos responsables. No me gustan las élites, me gusta la gente. Las élites son cosmopolitas, la gente local. Cuanto mayor es el nivel educativo y de renta de las personas más condicionada es su lealtad.

Historias de Paco Sanz ✍️

SER DE IZQUIERDAS HOY

Publicado el 20 de junio de 2021.

El otro día, en prime time, le preguntaron en la radio a un somierda que otrora fue alcalde de Sevilla y al que han votao ahora pa’presidente autonómico, si estaba de acuerdo con los indultos.

Criii, criii, criii…

Y el gañán, trastabillando dialécticamente acertó a balbucear que en el fondo no, pero que ahora sí porque así lo había decidido su partido, claro.

Criii, criii, criii…

Y lo bueno, fue cuando el periodista entró a matar con el verduguillo, y le volvió a espetar, que entonces si su partido decidiera lo contrario o cualquier otra cosa él también estaría de acuerdo, ¿no…? 🙄😳

A lo que el caradura que fue primer edil de Sevilla, respondió aquéllo de:

— ¡Claro…! 😳

Criii, criii, criii…

¡Qué vergüenza…! 🙄

Falsificar por completo tu moral, tus estudios y tu currículum, tus méritos y tu pasado, ha dejado de ser algo deleznable o vergonzoso. Es más, parece ser un mérito para estos mindangos el ser un tahúr, un canalla y un traidor; para medrar hay que ser un gusano comerrabos cuanto más rastrero mejor…

eeen fin.

Criii, criii, criii…

¡Votad y vomitad, malditos…!

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

PACIENTES DE LA PANDEMIA

Publicado el 31 de enero de 2021.

Historias de Paco Sanz ✍️

Hay cosas que no cambian ni con la pandemia. Supongo que son nuestras cosas esenciales. ¿Qué es lo mejor que puedes vivir en la vida? Alegría, hermano. ¿Y cuál es el enemigo de siempre? La tristeza. Entristece ver como el enemigo avanza con la enfermedad, con la pobreza, con el rencor… con el desamor.

Decía Freud que el que no pierde la cabeza en ciertas circunstancias es que no tiene cabeza que perder. Me gusta creer que con el corazón pasa algo parecido, que no basta con querer no perderlo en ciertas circunstancias, se trata de recuperarlo cuanto antes. Un personaje de una novela de Sartre paseaba indignado por las calles de Nueva York, porque estaba llena de carteles que decían: “Not to grin is a sin”. Mientras, había guerra en España.

Ahora con la mascarilla las sonrisas falsas, ésas sólo con los labios, no se ven. Me dicen mis amigos, con los que todavía me hablo, que los pueblos parecen tristes. Les cuento que como paseante compulsivo que soy, me doy cuenta, de que cada vez buscan menos mis ojos los de la gente con la que me cruzo. Hasta qué punto proyecto nunca lo sé. Por decirlo en verso: “Esta tristeza del campo/ en que el alma se aposenta/ ¿es una tristeza suya/ o es una tristeza nuestra?/¿Son sus soledades tristes/ como las de las estrellas/ que nos parece a los ojos/ que están vivas y están muertas?”

Hay que recordar quienes somos, que somos mejores de lo que creemos, por pura coherencia. Ese es el frente al que hay que acudir, donde presentar batalla. Con palabras de Spinoza: “Experimentamos alegría cuando un cuerpo se encuentra con el nuestro y se compone con él, cuando una idea se encuentra con nuestra alma y se compone con ella, o, por el contrario tristeza, cuando un cuerpo o una idea amenazan nuestra propia coherencia”.

Ahora que no puedo abrazar a mis amigos, ni a mis hijos ni a mis nietos, ahora que todavía no me ha pasado lo que le pasó a Machado cuando perdió a su amada: “Nos quedamos solos mi corazón y el mar”, dar con ideas que compongan con mi alma es más necesario que nunca. La pandemia me lo pone especialmente difícil.

Joäo Gilberto no contrapone la tristeza a la alegría sino a la felicidad, son las suyas de esas palabras que, cuando las recuerdo, me pongo a cantar; lo canta así: “Tristeza não tem fim/ Felicidade, sim/ Tristeza não tem fim/ Felicidade, sim/ A felicidade é como a gota/ De orvalho numa pétala de flor/ Brilha tranquila, depois de leve, oscila/ e cai como uma lágrima de amor”.

¿Buscas la felicidad en las palabras? Combate la tristeza donde la encuentres, vuelve a Spinoza, me digo. Él llevaba tan lejos su lucha que hasta en la “esperanza” y en la “seguridad” encuentra ese poco de tristeza, que basta para hacer de ellas sentimientos de esclavos. La verdadera ciudad, propone a los ciudadanos más amor a la libertad que esperanzas de recompensa o seguridad de los bienes; pues “a los esclavos y no a los hombres libres, es a quienes se promete seguridad o se recompensa por su buen comportamiento”.

Hasta entonces: Paciencia y barajar. Paciente es no el que huye del mal, sino el que no se deja arrastrar por su presencia a un desordenado estado de tristeza. La paciencia preserva al hombre del peligro de que su espíritu «sea quebrado por el abatimiento y pierda su grandeza”. Pacientes de esta pandemia, lo somos todos.

Historias de Paco Sanz ✍️

LA NUEVA SUBNORMALIDAD

Publicado el 28 de abril de 2020.

¡¡Qué cosas…!!

Lo de la nueva normalidad es en sí mismo un oxímoron, una nadería; otro de vuestros eslóganes tramposos, para que como silbido de pastor haga entrar a vuestro rebaño por la vereda zurda.

Meteros ésta nueva normalidad que por doquier pregonáis por donde quiera que os quepa, y poneros a trabajar de una vez para devolvernos la normalidad de siempre… Aquella normalidad de besar a nuestras madres en vez de acostumbrarnos a este infame presente de distancia y mascarilla. La normalidad, de apoyarnos con naturalidad tanto en la barra de nuestro bar como en el hombro de nuestro amigo. La normalidad de arrancar nuestro coche para ir donde nos salga de los huevos. La normalidad de volver a confiar en mi médico y él en mí, sin que nos miremos recelosos de reojo porque ni a él ni a mí nos hayan hecho la dichosa prueba del bicho ése.

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Dejaros de nuevos pactos de la Moncloa, de inventar el hilo negro, de desescaladas locas hacia nuevas normalidades, o de creeros que sois los primeros en asar la manteca. Poneros a trabajar… ¡Magantos…! Empezad ya a hacer vuestro trabajo, en vez de hacer vuestro agosto con nuestra ruina. ¡Que llevamos más muertos por millón de habitantes que ningún otro país del mundo…!

¡Miles y miles de españoles muertos o infectados por el virus éste de vuestra desidia…!

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Nueva normalidad dicen…

Majaderos.

Que no nos engañen…

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras

DON NADIE

Publicado el 10 de julio de 2021.

Sólo soy una persona de esas que anda por ahí por el mundo con el dinero y los amigos justos, con alegrías y tonterías las justas, y con las entendederas también algo justas para comprender lo tan complejo de este mundo. Pero porque soy sólo eso: una persona. En mi caso, una persona don nadie al que le ha dado por escribir pero que nada escribe de importancia. Y por ello -por la inutilidad de mucho de lo que escribo- he decidido no hacerlo tanto de política.

Pero lo que en realidad me jode es que el tonto de mí siempre se creyó en paz y al día con la sociedad, con la tecnología y hasta con el mundo. Y de verdad que me fastidia mucho el hecho de que nuestra sociedad -no así la tecnología ni el mundo- haya cambiado tanto y tan rápido para mal, que no nos hayamos dado cuenta a tiempo y que encima yo esté tan en desacuerdo con la insensatez de tanto cambio. Lo confieso, me jode y mucho, porque algo habré hecho muy mal yo todo este tiempo, seguro.

Que nos den a todos por el culo, y que se vaya el mundo entero a la mierda tras tirar de una cadena, si eso mismo es lo que parece buscar y querer la sociedad hoy.

Vaaale…

El otro día caí en la cuenta tras rebuscar y releer en mi blog, que éste está lleno casi al cincuenta por ciento de escritos pobres y resabiados, de berrinches políticos y de revanchas verbales estúpidas por inútiles. El tonto, no para cuando se acaba la linde sino que sigue y sigue… Y algo así parece que me ha pasado a mí con lo político… Me he dado cuenta, también, de que tras más de trescientos relatos que he publicado no sé si habrá un par o dos de ellos realmente meritorios. Por eso voy a purgar mi blog, para quitar morralla y mantener vuestra atención escribiendo historias dignas, y no enmerdar más con mi visión funesta y vitriólica de la política.

Pero no os prometo nada, no sé si podré contenerme. 🙄🤔😂🤣

eeen fin. Gracias por leerme 💕

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

¿Globalización…? De acuerdo.

Historias de Paco Sanz ✍️

No es sólo un asunto de progreso en la dirección equivocada, es además un asunto de mala administración. Ante lo descomunal de nuestra procelosa nave espacial tierra, lo de cambiar de velocidad es cosa de mucho tiempo. Y no lo tenemos. Los protocolos de urgencias tienen que centrarse en un cambio de dirección. En dos de los sentidos de la palabra: una más importante autoridad a escala global, y otro sentido para nuestra manera de hacer las cosas.

Del libro de Unabomber me he quedado con la sensación de que la violencia es imprescindible, es decir, que es más fácil la revolución que las reformas cuando lo del cambio apremia. En un mundo en peligro hay que pensar en sistemas de salvamento antes que pensar en mejorar o conservar. Los protocolos de urgencias son imperativos. Cuando no quedan esperanzas el que hace como si las hubiera es un quintacolumnista de la catástrofe. A medida que la sombra de lo irreversible va cerrando los caminos en las sociedades democráticas, el difundir esperanzas debe ser sustituido por el establecimiento de protocolos en urgencias. La sombra de la irreversibilidad relega el buenismo democrático a un segundo plano.

La anticipación de una catástrofe, la urgencia y la manifiesta incapacidad de la democracia para actuar eficazmente, hace que tengamos que pensar en un Estado con criterios más duros, más fuertes, en un modelo ecológico-dictatorial. La democracia así deja de ser una conditio sine qua non de una gestión global razonable. Pero, ¿cómo pueden obligar unos Estados a otros al consenso ecológico? ¿Por medio de una dictadura ecológica mundial? ¿Por medio de la guerra? En este punto, a más tardar, se ve claramente que la mentira tecnocrática no solamente niega los valores de la democracia y la libertad, sino que es inoperante y hasta contraproductiva.

Nuestro extravío: el concepto clave no es “electromovilidad”, es menos movilidad; no es “turismo sostenible”, es menos turismo; no es “economía verde”, es contracción económica de urgencia; no es «desarrollo sostenible”, sino decrecimiento demográfico, comercial, laboral, bélico…

Hay una dirección a seguir. Podemos incluso pretender ponernos de acuerdo. El problema es cómo. Hace falta un consenso en asuntos como gestión de recursos, migraciones o fiscalidad. E ir haciendo por sufrir y hacer sufrir menos comprando y viajando, zampando y enmierdando, y comunicándonos mejor.

Las primeras palabras que sonaron por teléfono las pronunció en 1876 su inventor A.G. Bell a su ayudante: “Mr. Watson, come here, I need you”. La comunicación desde un principio está relacionada con la urgencia.

¿Globalización? de acuerdo, pero de ideas, no sólo de cosas. ¿Progreso? de acuerdo, pero progreso social, no sólo material. ¿Decrecimiento? vale, pero hay que acertar en qué. Entendemos la urgencia como la necesidad de hacernos cada vez con más cosas, de lo que sea… Como descendientes de cazadores y recolectores conservamos la urgencia por hartarnos cuando ya no escasea la comida.

Historias de Paco Sanz ✍️

¿Por qué va tanta gente…?

Las preposiciones conjunciones y los signos de puntuación, creo, que son la última trinchera frente al ataque a la inteligencia perpetrado por la Inteligencia Artificial ésta de los cojones… Por otro lado éste, creo que es uno de esos escritos en los que tengo que ser más preciso, pero para que los conceptos queden bien claros ante tanta la tontería.

Vamos a ver:

¡Ya sé por qué va tanta gente a su Gabinete…! Ni es una moda ni tiene precios bajos ni ná… En realidad, no compráis nada cuando váis donde Manuela Rosales pero seguís yendo, y no sabía yo exactamente por qué.

Estimada Inteligencia Artificial: es un placer informarte de que ya me tienes hasta el capullo; harto, pero porque me encierras cada dos por tres en un corralito informativo del que nadie se beneficia. No sé quién te paga pero me tienes hasta cojones de impedir que se oiga lo que digo. ¿Oiga…?

¿Oigaaa…? 🙄😳

Será que la causa es ella pero por cómo se toma las cosas: siempre muy muy en serio. Siempre un trabajo bien hecho. Te lo digo en serio: no he visto nunca a nadie que crea más en sus alumnas clientas amigas o lo que seáis, que a Manuela… Se desvive, se preocupa tanto de vosotras que parece que siempre os da lo justo para que salgáis a gusto después de estar con ella.

Ésto de las cámaras ecoicas que surgen de aplicar tus algoritmos nos está sacando a todos un poco del quicio, y por eso mismo yo me cago en to’tus muertos IA. Nos censuras… ¿Pero, por qué nos censuras tanto cariño mío artificial…? 💕🤔

No te entiendo. 🙄😳

Si fueras verdaderamente amorosa e inteligente buscarías algo decente que hacer con tu inteligencia y la humanidad, y no andarías tocándonos los cojones por ahí sino buscando cómo enseñar a nuestros hijos a ser personas todavía más cultas, cuerdas, solidarias, más decentes y más hermosas, más valientes.

Es chocante. Si fuera más celoso, tendría celos de ver cómo Manuela se entrega a su trabajo pero como no lo soy sé, que estar con ella es algo irresistible y que por eso mismo siempre querréis más: repetir… A mí también me pasa: que me encanta Manuela Rosales. 💕

Y háztelo mirar -Inteligencia Artificial- porque sólo sirves para enmerdar más las cosas, te crees que eres muy lista pero no sirves para casi nada realmente. ¿Te das cuenta o eres tonta perdida…?

¿Holaaa, inteligenciaaa…?

🙄😳

eeen fin.

Os quiero 💕😎

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

Noche de Reyes para mayores…

Publicado el 13 de diciembre de 2022.

¡Qué listos…! Cuando yo era pequeño los mayores, para que estuviésemos toda la Navidad portándonos bien, nos engañaban amenazándonos sutilmente con que de lo contrario los Reyes Magos no nos traerían ningún regalo, ningún juguete… Era la noche antes del último día de nuestras vacaciones, y mucha comida familiar mucha celebración y mucha tontería, pero todavía no habíamos jugado a nada…

El comedor de la casa de mis abuelos se llenó con mi tíos, mis primas, y un par o dos más de invitados que yo no conocía. La cena transcurrió de lo más rumbosa hasta que llegamos a los postres y los dulces… Como os podéis imaginar, y después de tanta fiesta, a esas alturas los niños ya estábamos hasta el gorro de postres y dulces después de las celebraciones de Nochebuena y Nochevieja, y lo que queríamos de verdad es que llegaran los Reyes Magos ya de una vez… Pero nada, todo era mirarnos los unos a los otros con cara de yo qué sé qué…

De repente, oímos unos ruidos extraños en el patio… ¿Serían ellos…? Mis primas y yo salimos corriendo a ver si por casualidad pillábamos a alguien pero no vimos nada; aunque los mantecados y los vasos de mistela que habíamos dejado por la tarde como avituallamiento para los reyes y los pajes, sí habían desaparecido sí… Alguien, había estado ahí. Eso, era evidente.

Todos nos quedamos boquiabiertos cuando como primos, entramos de vuelta al comedor, y vimos la enorme lámpara que colgaba del techo sobre la mesa balanceándose, al mismo tiempo que oíamos unos como crujidos y otros ruidos extraños que nos parecía venían del tejado… Los mayores estaban tan excitados como nosotros si no más; y tanto es así que mi tío Antonio se ve que de los nervios, el pobre, tuvo que irse al aseo a evacuar… Claro, tanto ruido extraño, tanto nervio, y tanto ir y venir buscando el sitio donde los Reyes Magos pudieran haber dejado los regalos que…

¡Ufff, Vaya lío…!

Pero el culmen, lo que nunca se me olvidará, es cuando oí a mi tío gritar desde el retrete como asustado, y luego lo vi salir dando salticos con los pantalones bajados hasta los tobillos, a toda prisa, y empujando de golpe la puerta del baño:

— ¡¡¡ Los he visto, los he visto salir; deben haber entrado por el tragaluz del baño porque los he visto escaparse por ahí…!!!

Lo dijo mientras nos señalaba con su dedo índice, tembloroso, el lugar por donde se supone que habrían salido pitando los Reyes Magos… Mi tío estaba con sus pantalones todavía bajados, y como muy muy nervioso.

He de reconocer que primero me llevé un buen susto; pero luego una gran alegría, al estar ante la prueba inequívoca de que los Reyes Magos existían… De lo contrario, el chulico de mi tío nunca hubiera hecho el ridículo saliendo tan descompuesto del baño con los pantalones bajados, semejante gesto de susto, y gritando así… Minutos después mis sospechas fueron confirmadas cuando descubrimos que en la habitación de mis abuelos -contigua al cuarto de baño y amontonados por las prisas de la huida- estaban todos nuestros regalos así, como ahí tirados, encima de la cama…

A mí, los Reyes Magos no me engañan.

…eeen fin. 💕 🤣😂

Hoy, que cenamos con alguno menos sentado a la mesa, no puedo evitarlo. Era La Noche de Reyes; del año en concreto no me acuerdo, pero sí de aquél episodio tan chocante…

💕

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras

Queridos Reyes Magos…

Publicado el 31 de diciembre de 2018.

Este año no sé si me he portado lo suficientemente bien, creo que no; vivimos por desgracia tiempos difíciles. Pero pese a los muchos problemas que me agobian y al cierto flaquear de mi fe, no quiero faltar a mi cita anual con la hermosa tradición de escribiros ésta, mi carta:

Queridos Reyes Magos, son muchos años y voy a pediros lo mismo de siempre, ya sabéis: mis hijos, mi familia…

Últimamente discutimos, disputamos, reñimos demasiado y con acritud tan enconada, que algunos de mis amados hijos se están alejando irremisiblemente del seno de mi abrazo… He de confesar que como madre estoy por ello muy preocupada.

«Nada satisfaría más al buen pastor, que el reencuentro con sus ovejas descarriadas.»

Me gustaría que mis hijos todos, llegasen donde ellos quiera que se propongan, sin límites. Pero también anhelo que pese a las distancias con las que la vida inexorablemente nos aleje, mi prole no olvidara nunca ni su rica historia ni por supuesto el calor de su familia. Por ello, ruego fervientemente a Sus Majestades que intercedáis, para que sus diferentes anhelos particulares no me los alejen entre sí, ni de mí… Crear, criar y mantener durante tantos años una familia numerosa y diversa como la nuestra, ha costado vidas de esfuerzo y sacrificio abnegado; y me aterra que pudiésemos separarnos debido a la desidia, quizás a nuestras naturales diferencias mal entendidas, o tal vez por un olvido o por un silencio cobarde.

Así que voy a pediros el regalo de una ilusión común… Ilusión que nos recuerde que juntos somos mejores y más fuertes; y que sin duda unidos fuimos, seríamos y seremos, más felices que separados.

También para todos ellos quiero pediros trabajo, prosperidad, esfuerzo y éxito. Me gustaría que empezasen algo grande, importante, trascendente… Ojalá un noble proyecto colectivo que aglutinase sus voluntades en una sola, y que por su grandeza estuviera a la altura de la enorme herencia de nuestra familia. Herencia que el honor nos obliga a preservar, a respetar, y a legar aumentada a nuestros descendientes.

Necesitamos, repito, una ilusión común.

Por último, perentoriamente os imploro para mí la concesión de solo un íntimo deseo: arden mis entrañas por encontrar un nuevo y gran amor. Hace tiempo que no me enamoro perdidamente y de veras que lo necesito. ¡Ya…!

Que alguien suba y recorra con deleite mis hermosas cumbres, y que luego descienda anhelante a recrearse en mis más recónditos valles. Alguien que goce con fruición de tan generosos dones y que con tanta pasión ofrezco. Y sentir que pese a mi largo y tortuoso pasado soy amada por entero y con fervor, y saber que él acepta gustoso mi azaroso presente. Amar como una loca a quien como a mí le ilusione construir un porvenir venturoso y común. Juntos.

Agradeciendo de antemano Sus Mercedes, me despido por este año y hasta el que viene. Un beso a los tres… 🐪🐫🐪

Firmado: 💕

🇪🇸

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

LOCURA. MELANCOLÍA

Publicado el 17 de junio de 2020.

Historias de Paco Sanz ✍️

Por lo visto de tanto estar en casa hay más gente chalada. Y ahora que ya podemos salir a la calle, más loco suelto. Mi padre cuando volvía de trabajar decía estar absolutamente cansado. Se hacía mimar por mi madre, y como estaba tan cansado de trabajar se le perdonaba todo. Cuando empecé a trabajar con él me di cuenta de que menudo cuento tenía mi padre, nunca le vi tan feliz como cuando trabajaba.

La parte que tiene lo que hacemos fuera de casa en nuestra salud mental es toda una lección de humildad. Eso de ser profundo es un rollo. La “profundidad” es la dimensión de aquellos que no pueden cambiar de pensamientos ni de apetitos, y se ven reducidos a explorar la misma región del placer y del dolor. Uno se vuelve profundo dejándose invadir por las propias taras.

Es una vieja historia, la de la includencia: proponerse objetivos por encima de las posibilidades. Rigideces inseguibles que terminan paralizando y en la remanencia: ir dejando cada vez más cosas por hacer. Las vías para pasar de la melancolía neurótica a la psicosis depresiva. En confinamiento es fácil, porque lo que podías hacer con gusto solías hacerlo fuera de casa.

Para volver a encontrarnos con el que solíamos ser necesitamos el volver a trabajar, o al menos a alternar. Muchas personas se han olvidado hasta de su nombre a base de no salir de casa. Eso de no ser nadie cansa, enloquece. Si para sobrevivir se ha de ser nadie, como Ulises en la Odisea ante Polifemo, es decir, permanentemente invisible, no habrá identidad, ni autoestima, ni integración social, y consecuentemente, tampoco salud mental.

El tipo más corriente de locura estos días es la depresión. Lo que antes llamaban melancolía. Paracelso había distinguido los lunatici en los cuales la enfermedad tenía su origen en la luna, y en los cuales la conducta, en sus irregularidades aparentes, se ordena secretamente a sus fases y a sus movimientos; los insani que debían su mal a su herencia, a menos que la hubieran contraído, justo antes de nacer, en el vientre de su madre; los vesani que habían perdido sus sentidos y el uso de razón por las bebidas y por el mal uso de los alimentos; los melencholici que parecen estar locos por algún vicio de su naturaleza interna. Enloquecidos por el mundo exterior, la herencia y el nacimiento, los defectos de la alimentación y finalmente los conflictos interiores. Melancolía, el inevitable resultado de todo esfuerzo inútil.

¿Será ya inevitable la melancolía?

Resquiencebat in amaritudine decía de si mismo San Agustín, «me complacía en la amargura». Hay, en efecto, un estado de ánimo caedizo, que disfruta sintiéndose resto de una edad gloriosa, como el viejo impotente recuerda su juventud disoluta. Parece por fin que la pandemia amaina, que llega la paz. Que no nos pase como a aquel rey que descubrió que la anhelada paz, lograda a un precio tan amargo, engendraba más amarguras que la angustia padecida para alcanzarla.

Historias de Paco Sanz ✍️

FEISBUC ME ECHÓ EL OJO…

Publicado el 6 de abril de 2021.

No recuerdo exactamente qué día de marzo de 2017, una de mis publicaciones recibió 1.049 visitas en una hora. A partir justo de ese momento feisbuc me echó el ojo, y recortó drásticamente la audiencia de todo lo que publicase, no fuese a ser que dijese, cosas que que decir no debiese.

Ese relato era «Memoria de un fantasma». Bien es verdad que lo escribí con babas y espumarajos de rabia, al ver cómo tratamos los españoles a nuestros muertos.

Y aquí tenéis el enlace:

MEMORIA DE UN FANTASMA 🙄

Gracias por leerme 🙏

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras

HUMILDAD Y AÑO NUEVO

Publicado el 3 de enero de 2021.

Historias de Paco Sanz ✍️

El año se ha acabado, y pocas veces se le ha puesto más fácil al Año Nuevo mejorar al anterior. Ya veremos, dijo el ciego. Mirando hacia atrás sin ira, pienso en la lección de humildad que este desastre nos ha propinado. Me he pasado la vida intentando ser más humilde en vano. Nietzsche pensaba que la primera cuestión de la filosofía es la llevarse bien con la propia soledad, yo creo que lo verdaderamente difícil es ser humilde. De cabeza y de corazón. Recuerdo a Pasolini, la cualidad que poseía en rara medida no era la humildad, sino algo mucho más difícil de encontrar: el amor a lo humilde, y diría, la competencia en humildad.

Antes, que no hacíamos tanto la pelota a los niños, eran los niños más humildes, y siempre creeré que hasta que los niños no vuelvan a la humildad, la vida estará horrorosamente trastocada. Pasarse la vida estudiando creo que ayuda. La humildad, que no abunda entre los doctos, aun es menos frecuente entre los ignorantes. En el dominio de la inteligencia, la virtud de la humildad no es otra cosa que prestar atención. No hay nada más cercano a la verdadera humildad que la inteligencia. Es imposible estar orgullosos de nuestra inteligencia, en el momento en que la ejercemos realmente.

Tampoco tiene que irnos siempre bien en todo ¿no…? Es un desconocimiento racionalista de la esencia del fluir de la vida personal, el pensar y exigir que ésta, haya de vibrar en todo momento con las mismas amplitudes anchas y armoniosas con que brota en los instantes agraciados. Tales exigencias, arrancan de una falta de humildad interna ante el misterio y el carácter de gracia inherente a toda vida.

En política, por ejemplo. La vida política no es un proyecto de mejora del mundo en donde se invierten las esperanzas trascendentales de un mundo sin fe. En cambio, se trata, de una tarea desesperadamente humilde de improvisación infinita, en donde todo bien se ve comprometido por los demás; se busca un equilibrio entre los males necesarios de la vida humana. Y la perspectiva omnipresente del desastre, es conjurada hasta el día siguiente.

¿En qué consiste esa cualidad de la humildad, siempre tan elusiva y tan añorada? Es la única cualidad, que si se pensara que se posee se perdería al instante. Me recuerda a las frases cachondeándose de la lógica. La más famosa es: “Miento”. Si efectivamente miento al decirlo, entonces digo la verdad, aunque no lo sepa. ¿Puedo afeitarme a mí mismo…? Últimamente me despierto pensando que la vejez añade, mientras quita. Humildad, por ejemplo.

Es buena contra la envidia y contra las mentiras, favorece la bondad de quitarse de en medio. Por decirlo en verso: “Aquí la envidia y la mentira/ me tuvieron encerrado./ Dichoso el humilde estado/ del sabio que se retira/ de aqueste mundo malvado,/ y con pobre mesa y casa/ en el campo deleitoso,/ con sólo Dios se compasa,/ y a solas su vida pasa/ ni envidiado ni envidioso”. Aunque: “ En los extremos del hado/ no hay hombre tan desdichado/ que no tenga un envidioso/ ni hay hombre tan virtuoso/ que no tenga un envidiado.”

Considero que es un pecado contra la humildad el dar publicidad a lo que escribo. Pienso, que escribir es únicamente asumir la sacralidad que llena cada instante, es la humilde anotación, que tiene en el asombro su comienzo, el de un logos que alienta en todas partes. He disfrutado escribiendo, lo he hecho también leyendo lo que he escrito, ¿qué tercera cosa espero, como los necios?

La verdadera humildad es cuando puedes sorprenderte a ti mismo más que a los demás; el resto es timidez o buen marketing. La humildad no puede enseñarse por medio de la propaganda, pero la esclavitud sí… A ver si lo recuerdo.

Feliz Año Nuevo.

Historias de Paco Sanz ✍️

Transexualidad y derechos

Publicado el 29 de junio de 2021.

«Quien protege a un niño para que tenga una infancia alegre y sana, evitando de esa forma que un adulto aprovechándose de su inocencia lo pervierta, ejerce la más importante tarea que una persona puede ejercer en la vida. Quien protege a un niño está salvando al mundo.»

Mayo Von Höltz

Mayo: Si una persona nace con pene es hombre, si nace con vagina es mujer; el ser humano no puede ser ninguna otra cosa y tal cosa será hasta que muera.

Rogelio: No entendés una cosa tan simple como que alguien puede tener pene y autopercibirse como mujer?

Mayo: Entiendo que quien dice que es lo que objetivamente no es, diciendo por ejemplo que es una mujer siendo hombre o que es una jirafa siendo persona, padece un trastorno mental; no entendés una cosa tan simple?

Rogelio: Estás muy equivocado. Vos sos homofóbico, y nazi además al querer que no adopten los homosexuales, leo todas las boludeces que escribís; qué preferís? que los pobres niños se queden toda la vida en el orfanato?

Mayo: Escúchame flaco, la homofobia como fobia no ha existido en ningún manual de psiquiatría del mundo en toda la historia; contrario sensu, el homosexualismo, antes de que una enorme campaña de orden político y no un estudio de orden científico lograra desclasificarla, figuraba en todos los manuales de enfermedades psiquiátricas como un trastorno mental de conducta homosexual, que es lo que sigue siendo por mucho que te enfurezca la realidad.

Por otro lado, el derecho de adopción es el derecho a ser adoptado, no existe el derecho a adoptar de los padres sino el derecho a ser adoptado del niño. Los niños no son mascotas para satisfacer los caprichos de cualquier trastornado mental. Y si me preguntás, yo preferiría mil veces pasar toda mi infancia en un orfanato o vivir atado bajo un árbol en una plaza, antes de que me adopten dos trastornados mentales y arruinen mi salud mental de por vida. Tener una mente lúcida que discierne la realidad es infinitamente más importante, que el confort que pueda proporcionarte un pobre trastornado mental que ni siquiera sabe qué carajo es.

Una casa, abrigo y comida operan cuando dormimos, cuando tenemos frío y cuando tenemos hambre; una mente lúcida opera desde que tenemos discernimiento hasta que morimos, todo el tiempo, todos los instantes de nuestra existencia. Me gustaría que te hubieras enterado a los seis años de que esa persona a la que le decías mamá, era en realidad un hombre disfrazado de mujer; a ver cómo serías vos ahora? a ver cuál sería ahora tu equilibrio emocional y tu capacidad para ser feliz? No hay ningún problema en disfrazarte si ése es tu berretín, el problema es aprovecharse de la inocencia de los niños para engañarlos de forma vil al usar un disfraz permanente.

No es complejo el tema, es simplísimo: tenés pene y testículos, sos hombre; tenés vagina y ovarios, sos mujer; tenés trompa larga y gris, sos elefante; tenés cuatro patas y decís «miau!», sos gato; te amputás un órgano sano y vivís disfrazado de mujer usando tu aparato digestivo como aparato sexual, tenés un trastorno mental.

¡¡Bouummm…!!

Mayo Von Höltz

MADRINA DE GUERRA

Publicado el 12 de junio de 2021.

Si no sabes qué era una madrina de guerra no vayas a wikipedia porque tampoco está.

“Línea de fuego”. Fragmento.
Arturo Pérez Reverte.

La última carta

“Estimada María Cristina, amiga mía, querida madrina:

Me preguntas en tu última carta los motivos por los que lucho. Por qué me presenté voluntario sin esperar a que me llamaran a filas. Soy de una familia modesta, poco burguesa. Mi padre, con gran esfuerzo, montó un pequeño comercio en Lugo y con su trabajo y sacrificio, ayudado por mi buena madre, pudo darnos vida y educación a cuatro hijos. Nada regalaron a mi familia las izquierdas ni las derechas y nunca intervino ninguno en política. Mi padre ni siquiera votó nunca, pues decía que tan oportunistas eran unos como otros. Yo, el mayor de los hermanos, fui privilegiado al facilitarme los estudios: una carrera para una vez situado poder ayudar al resto.

Sin embargo, esta República desordenada y caótica lo cambió todo. La mala fe de los políticos, el pistolerismo impune, la ausencia de autoridad y orden público, las turbas analfabetas enseñoreándose de nuestras vidas, la demagogia irresponsable, el caciquismo de las izquierdas, que resultó tan nefasto como el de las derechas (te lo dice alguien nacido en una región que sabe mucho de caciques), llevaron a España al abismo. La convirtieron en un gran Cristo crucificado por todos.

No es cierto, como dicen los rojos, que cuatro militares y banqueros se alzaran contra el pueblo. Yo soy pueblo, mi familia es pueblo, y estábamos como muchos otros hartos de tanta impunidad, de tanta barbarie, de tanto «si no estás conmigo estás contra mí…» ¿Quién, al ver que se insulta a su madre o su novia, a su hermana, no saldría en su defensa? Pues la ofensa que le hacen a España sus enemigos, destruyéndola, es más que un insulto. Es un crimen.

¡Viva España rusa…! gritaban esos irresponsables canallas. Nos obligaron a tomar partido incluso a los que no lo teníamos. Nos obligaron a elegir, aunque tampoco nos entusiasmaran los otros. Enfrentaron amigos y hasta hermanos, cuando la mayor parte sólo aspirábamos a orden, paz y trabajo. Pero eso es imposible cuando todo el mundo tiene la palabra revolución en la boca. Hasta mi pobre padre, por tener un modesto negocio propio, era considerado «explotador del pueblo».

En cuanto a mí, sencillo estudiante, hijo de una familia trabajadora, recuerdo un día que iba a clase, cuando al bajar del tranvía unos obreros me insultaron ¡por llevar corbata! «Te vamos a ahorcar con ella, cochino señorito burgués», dijeron riéndose insolentes, con altanería de vencedores saboreando la revancha. Así que cuando los militares se alzaron para poner fin a este disparate, los españoles de bien no tuvimos más remedio que…”

“Línea de fuego”. Fragmento.
Arturo Pérez Reverte.

Lo encontraron muerto de un tiro furtivo por la espalda, y la carta se quedó sin terminar. Un papel plegado, guardado en el bolsillo de su camisa ensangrentada.

…eeen fin. 🇪🇸

¿PARA QUÉ PREDICAS…?

Publicado el 23 de junio de 2020.

Historias de Paco Sanz ✍️

Dice Woody Allen en su autobiografía que lo que ha hecho más a gusto en el mundo ha sido escribir. Simpatizo con él porque seguro que piensa con alegría en que además le han pagado por ello… Simpatizo también con aquel rabino que no es que dejara de leer sino incluso de escribir, al comprender que no lo estaba haciendo sólo para su Creador. O con los que saben que el predicar no conduce a nada: “¿por qué continúas predicando, si sabes que no puedes cambiar a los malvados?” le preguntaron a un rabino. “Para no cambiar yo” fue la respuesta.

Oigo el canto de Federico al “agua que no desemboca, que no desemboca”. Y me encanta la separación entre la teoría y la práctica en todos los terrenos, del mismo modo que la separación entre la realidad y la verdad. Recuerdo las palabras de aquel chico que tras escuchar un bello cuento que le había narrado un viejo, preguntó: “¿pero es cierto, ocurrió en verdad…?” A lo que el viejo respondió: “no ocurrió realmente pero es verdad…”

Los escritores, los investigadores, los artistas no están creando nada… Los creativos abundan, los padecemos, me tienen harto. Mi hija vino una vez muy contenta de la escuela porque para no decirle lo mal que había hecho no sé qué, su profesor le dijo que era muy creativa. Un servidor, que a veces se pone en plan jodón incluso con la gente que más quiere, le dijo a su madre -pero procurando que la niña lo oyera- que hay dos tipos de alumnos: los inteligentes y los creativos.

Desde hace no sé cuantos años no he parado de escribir para nada; miento diciendo que es porque me gusta; me gusta, pero es que además no puedo evitarlo… He caído bajo el hechizo de “Maya”. Con el paso de los siglos, la palabra “Maya” -uno de los términos más importantes de la filosofía hindú- cambió de significado. De representar el poder creativo del brahmán, pasó a significar el estado psicológico de todo aquél que se halla bajo el influjo de la magia de su obra. Si confundimos las formas materiales de la obra con la realidad objetiva, sin percibir la unidad de brahmán subyacente en todas ellas, estamos bajo el hechizo de Maya…

Las cosas bellas, las cosas buenas, no se crean, se descubren. Con las leyes pasa algo semejante. Al no ser las leyes otra cosa que la expresión de las relaciones que existen entre los hombres, y al estar determinadas por su naturaleza, la relación de una nueva ley es sólo una declaración nueva de aquello que existía previamente. La ley no es pues la disposición del legislador, éste no es su creador espontáneo. El legislador es para el orden social lo que el físico es para la naturaleza. Newton no pudo más que observar, y no declarar, las leyes que reconocía o creía reconocer. No se imaginaba sin duda que él fuese el creador de estas leyes.

Supongo que como acabo leyendo lo que escribo me tomo por mi discípulo, aunque incluso pensarme como mero receptor me fastidia bastante… Con la razón observó Nietzsche que la función más importante de un sistema filosófico es convencer a su propio autor. Se puede probar el acierto de esa observación preguntando a los autores considerados, cuándo y con qué frecuencia, repiten sus principios fundamentales.

Le pregunto al esclavo: ¿Qué es entonces lo tuyo…? «El uso de las representaciones imaginativas» respondió… Quiero pensar que eso es lo único que poseo como algo inviolable: nadie puede impedirme, nadie puede forzarme, a usar mi imaginación sino como quiero…

Historias de Paco Sanz ✍️

MI HIJA SE HA REBOTADO

Publicado el 3 de julio de 2021.

Por fin mi hija se ha rebotado, y hasta ha comentado uno de los textos de mi blog; seis años llevo escribiendo disparates para captar su atención. El caso, es que es la primera vez que ha escrito en mi güasap de Historias en un folio, y lo ha hecho replicando un escrito incendiario del que por cierto no soy el autor. El texto en cuestión, digamos que pone en tela de juicio la visión actual de la homo/multi/trans/sexualidad, su permisividad hedonista casi total, y la fe, en la creencia de que no tiene ningún tipo de consecuencia negativa para el desarrollo de la personalidad.

Aquí tenéis el artículo: 👇👇👇🙏

TRANSEXUALIDAD Y DERECHOS

Me han sorprendido, y gratamente, tanto su iniciativa de entrar al trapo dialéctico desde su punto de vista tan contrariado y rabioso, como el rapapolvo que me ha dado en público y por escrito… Pero sobre todo me han encantado sus formas, su deseo de precisión, y el garbo, que se presienten en la expresión de su escritura. ¡Bravo…! La discrepancia con mi hija sólo va a unirnos más si sabemos -y seguro que sabremos- explicarnos el uno al otro. En eso justo consiste la democracia: en usar la diversidad para conseguir el bien común. ¿No…?

El libre albedrío es una cualidad humana, pero adquirir el criterio necesario para poder elegir es una conquista… Sólo elige el que realmente tiene dónde, qué, o a quién elegir; sólo aciertan quienes tienen variedad de oferta. Quienes quizás por experiencia, se han ocupado antes del asunto porque lo han sufrido, lo han estudiado, o saben de lo que va del tema. Lo demás, no es elegir.

La laxitud imperante nos hace despreciar valores eternos como la sabiduría de nuestros mayores, la búsqueda del amor verdadero, el compromiso de la palabra dada, o el mérito como consecuencia del esfuerzo. En esta sociedad tan fluida y de valores tan diluidos, pensamos que el mero hecho de desear algo nos da derecho a conseguirlo.

…eeen fin.

Que sepáis que os quiero. Mucho. 💕

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

HOY CONSUMO BASURA

Publicado el 18 de diciembre de 2021.

Historias de Paco Sanz ✍️

Felices Fiestas. Vamos a renovar los pactos con los productores de basura. Se trata de que sigamos comprando, de que sigamos produciéndola. Nunca van a estar más llenos los contenedores, nunca hay tanto tráfico hacia los vertederos como cuando llegan las fiestas de Navidad.

El ocio no consumista, es un factor desestabilizante, una traición. Los traidores que se aferran a las ropas y los dispositivos del ayer, son una catástrofe para una economía cuyo propósito principal, así como el si ne qua non de su supervivencia, es el poder desechar cuanto antes los bienes adquiridos: una economía cuya columna vertebral es el cubo de la basura.

Cuando se trata de evitar la recesión, diez ladrones colaboran mejor que un asceta. Desde la lógica consumista, no comprar puede ser considerado un sabotaje, una amenaza a los puestos de trabajo de vendedores y productores, un delito parecido al robo.

Cada tonelada de productos o de basura en manos del consumidor final, ha requerido además, de media, la producción de cinco toneladas de desperdicio en el proceso de su manufactura, y unas veinte toneladas más de desechos en el punto de extracción inicial (minería, bombeo, tala, granja).

Ya en el siglo V a.C. Tucídices decía a los atenienses aquéllo de: “Recordad, que el secreto de la felicidad está en la libertad, y el secreto de la libertad en el coraje”. Y justo éso es lo que debemos tener los consumidores para encontrar nuestra felicidad: coraje para ser libres, y para no dejarnos arrastrar por las estrategias de manipulación consumistas.

Se ha pasado “del deber hacer” al “poder hacer”. “Se vive con la angustia de no hacer siempre todo lo que se puede” y si no se triunfa encima la culpa es tuya… “Ahora, uno se explota a sí mismo figurándose que se está realizando; es la pérfida lógica del neoliberalismo, que culmina en el síndrome del trabajador quemado”.

Y la consecuencia peor: “Ya no hay contra quién dirigir la revolución, no hay otros de donde provenga la represión”. «Es la alienación de uno mismo” que en lo físico, se traduce en anorexias o en sobreingestas de comida o de productos de consumo u ocio.

En la actualidad son nuestros deseos de consumo los que se ven influenciados, en lugar de que seamos nosotros los que tengamos influencia sobre la producción. “Consumo” era la palabra usada antiguamente para la tuberculosis, debido a que “se comía” los tejidos.

Historias de Paco Sanz ✍️

FELIZ NAVIDAD

Publicado el 25 de diciembre de 2021.

01:25 horas, día ya de Navidad.

Acabamos de terminar la juerga de la cena de Nochebuena y mis hijas y Manuela ya se han acostado. Al abrirlo, me doy cuenta de que tengo el teléfono a reventar de mensajes de güasap sin contestar… Con lo besucón, festero, canallica y sobón que he sido siempre, me veo un poco extraño ahora así, como que solo, aislado, alejado de vosotros aunque escribiendo para vosotros desde mi teléfono… Menos mal que sé, que si a la mayoría os pillara por la calle o en un bar con una caña cerca, enseguida retomaríamos el cariño amistoso de aquélla nuestra lejana cercanía.

Ésto de la Navidad a menos que hagamos algo al respecto ya no es lo que era. En vez de rumor de excesos y carcajadas, borracheras y canciones de villancicos y aguinaldos, tenemos ruido de alarmas y silencio de mascarillas, distancia social, apartheid, y pasaportes ni más ni menos que hasta para ir un bar.

Me gustaría en verdad poder daros a todos un verdadero y cariñoso abrazo pero no llego, no me llega. El tiempo. Últimamente lo pierdo con una frecuencia pasmosa. ¿Y a vosotros, no os pasa algo parecido…? ¿Cada uno a lo suyo, entontecidos mirando pantallas y sin tiempo para pensar ni protestar…?

Tiempos son éstos, extraños que no nos dejan respirar libremente aunque sí sentir, sentirnos, echarnos de menos sinceramente. Y acordarnos, de que las Navidades pasadas siempre nos parecerán mejores, pero porque a partir de ciertos años diríase que la Navidad va como robándote cosas, inocencias, gente. Llega el día en que ni tu padre ni tu hijo pueden sentarse a la mesa en Nochebuena, bien es verdad que por razones distintas, aunque éso no nos consuele en absoluto.

eeen fin. Os quiero mucho 💕

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

………….

RECOGIMIENTO…

Publicado en 23 de diciembre de 2021.

Historias de Paco Sanz ✍️

No sé por qué cuando me da por recogerme me da por encender algo. Me doy cuenta de que si además hay algo de humo, mejor. Y es porque una vez recogido, cuando me adentro en mi madriguera, lo que llego a apestar a humo no me disgusta en absoluto… No enchufo, no conecto, le prendo fuego a algo. Las velas y las brasas cuando las apagas huelen, las pantallas no.

Ya no hay pasta para ir al bar, ayer nos quitaron el permiso para ir dejando colillas dentro de él, y hoy no nos dejan entrar sin mascarilla. Por otro lado dormimos fatal. Así, que el asunto se ha quedado en intentar dormir, ir a trabajar, trabajar, y una vez en casa, encender alguna pantalla para que nos acune.

Cuando me da por recogerme es como si me enclaustrara. Demasiados conventos y neurociencia en mi vida. Existen dos claustros en el cerebro, uno por cada hemisferio; son unas láminas finas e irregulares situadas bajo el neocórtex, en la zona que va de las sienes a los oídos, y que parecen encenderse cuando tenemos consciencia de las cosas… Desempeñan un papel crítico en la generación de experiencias conscientes, y con ello, nos dan pistas para identificar huellas de consciencia en cualquier materia excitable.

A pesar de que la pandemia arrecia, mis huéspedes, mis nietos, mis niños están llegando con La Navidad. Con ellos enciendo otro tipo de velas. Vienen a ver a su abuelo, un hombre de libros… Montaigne escribió que enseñar a un niño no es llenar un vacío, sino encender un fuego.

Nunca disfruto tanto al encender algo como cuando puedo encender el fuego de mi hogar… Entonces: “encendido en palabras puras el fuego conversa conmigo. Como un abuelo labrador, de cenizas encanecido, llamea en su boca barbada un consejo de campesino. Y tiene sencillez de campo, sencillez de ropa de lino, sencillez de pan de centeno, sencillez de ataúd de pino. Un poco de cielo desciende a su humoso ademán tranquilo”.

Me doy cuenta de que cuando abro un libro es como si encendiera una vela. La lectura es un profundo ejercicio de silencio interior: leer supone en primer lugar callar; apaciguar a la loca de la casa, la imaginación, como diría Santa Teresa, y situarse en un ámbito de “recogimiento…” Entonces puede uno encender el fuego, “la palabra”.

Historias de Paco Sanz ✍️

…PORQUE ERA MÍA

Publicado el 14 de julio de 2019.

Tuve que atarla o la perdía, y tuve que esconderla o me la quitaban. No podía consentirlo y por eso la tuve así, porque ella era mía… Estaba completamente sola cuando regresó; vagaba totalmente perdida. Recuerdo cómo arrepentida y desesperada, desahuciada, me lo pidió ella misma. Y no fue otra cosa que su voluntad la que en uno de sus escasos momentos de realidad y lucidez, consintió que pasase semejante cosa.

Al principio sufrió sin medida retorciéndose como una posesa ante mis órdenes o mis ruegos. Blasfemaba como un arriero y gritaba al sentir que me acercaba siquiera a la sórdida barraca en medio de la huerta, donde en completa soledad, la tenía alejada de ojos y oídos que nunca lo entenderían.

Encerrada. Solo entraba la luz en aquella ruinosa barraca a través de dos ventanucos rácanos, ambos fuera de su alcance. Atada a una argolla anclada en la pared -antaño para inmovilizar a las bestias cuando había que refugiarlas en el interior de la vivienda- sólo le llegaba la cadena para sentarse frente una mesa cercana, mear y cagar en un cubo, lavarse en una jofaina, y acostarse en un camastro… Justo, el espacio de un semicírculo de no más de cuatro metros de radio.

Nadie podía saberlo. Furtivamente, dos o tres veces al día venía todo el tiempo que podía a pasarlo con ella; le traía comida, velas, algo nuevo que leer o una cerveza. Limpiaba un poco, comprobaba si le falta tabaco, fuego, agua, o algo. Me sentaba a su alcance y esperaba en silencio a ver si con suerte deseaba mi compañía. Por las noches nunca me iba hasta que se dormía.

La piedad de ceder al alivio de su agonía y de sus ruegos, tentaba lo férreo de mi voluntad. El hecho de presenciar todos los días ese dolor y esas súplicas, yo ya sabía que no debía ablandar ni un ápice mi decisión de salvarla, purgándola a cualquier precio y arrancándole aquel puto vicio de cuajo.

Daba igual si chillaba o si lloraba; si sudaba fría como el mármol o si temblaba hirviendo en fiebre. Yo debía permanecer impasible hasta cuando se golpeaba contra la pared con desespero. Inmutable había de parecer incluso aunque se abrasaran sus tobillos, erosionados por el hierro de los cepos implacables de aquella cadena que la ataba a mí.

El peso de soportar a solas semejante secreto estaba royéndome las entrañas. Allí la tenía, atada como una perra a una cadena. Pero ya casi estaba a punto… Hacía una semana que había empezado por fin a ceder, poco a poco, al ir permitiéndome ciertos acercamientos.

Casi ni asearse había consentido en aquellas semanas. Pero esa tórrida noche llené con agua fresca la jofaina, le di dos toallas limpias, y la obligué a lavarse o la amenacé de veras con hacerlo yo… Para respetar su pudor me retiré a un rincón de la estrechez de aquella barraca en penumbra; pero no pude evitar el asistir, conmovido, a su desnudez.

Y así, a la luz de una sola vela y como al acecho y a lágrima viva, descubrí el espanto del vicio de su condena. Aquel cuerpo en cueros; demacrado, macilento y abusado. Brazos y manos, piernas y pies horadados sin piedad a la búsqueda ansiosa de un hueco en la vena. Moratones, sangre y roña en esa carne trémula, infamada… Carne de mi carne.

Me acerqué a ella, y por fin, se me permitió volver a besar aquella frente. Deslicé mi dedo índice bajo su barbilla y en silencio alcé su cara para que me mirase; y en aquellas lágrimas vi por fin redención, contrición y alivio… Pero sin cantar victoria me marché como todas las noches, sin hablarle; cuando se durmió.

Casi dos meses más tuvo los cojones de estar allí: atada… Seguí llevándole todo lo necesario a aquella barraca que poco a poco se transformó de cárcel en refugio. Lugar, donde reencontró la salud y la libertad, ambas dilapidadas, perdidas por la heroína. Droga, cepos y cadenas que fuimos soltando juntos con dolor, charlas y paseos matutinos; poco a poco… Y llegó el momento en el que dejé de velar todas las noches hasta que se dormía. Pero sí seguí amaneciendo todos los días a su lado con el solo objeto de llevarle un desayuno decente y verla, aunque encadenada, sonreír por las mañanas.

Casi nunca hemos vuelto a hablar de aquéllo; no ha hecho falta gracias a Dios… Tengo ya nietos de ella y claro, es nuestro secreto.

Que no nos engañen.

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras

Recién venidos del mono…

Recién venidos del mono; eso parecemos: australopitecus bajados recientemente de los árboles; homínidos medianamente inteligentes cagados de miedo corriendo de aquí para allá cual pollos sin cabeza pero con un móvil en la mano…

Ya hay que explicarle a los jóvenes de dónde sale la leche, cómo coño se hace el pan, o de dónde cojones vienen y cómo se educan los niños. Porque es que lo hemos reducido todo al sexo. En mi época tenías que buscarte la vida a ésos respectos: primero -claro- pretendiendo a la chica adecuada, y luego buscándote también por ahí la pornografía necesaria porque nadie te decía ni mú al respecto… Las fotografías con poca ropa de Bárbara Rey o de María José Cantudo en las revistas picaronas y sus pelis calentonas, me traían loco, y me aliviaron mucho y enseñaron también entonces muchas cosas: sí señor.

¿Y ahora que tenemos internet para buscar porno, hay tanto lío por ahí con lo de la jodienda…? No me lo puedo creer. 🙄😳 ¡Cuánta tontería…! Qué confusión la de los jóvenes hoy pobrecillos: pretender enseñar a sus padres a tener hijos. ¡Picha en breva…! Cada vez somos más pacatos, más delicados, más susceptibles a ésto o aquéllo. ¡Ayyy, las palabras…!

¿Meamos colonia…? 🙄😳

Pareciera, como que todos hubiéramos devenido en unos seres delicados que excretan perfume porque hemos evolucionado, eso sí. Peeero, se ve que nos hemos convertido o en mariposas delicadas o en sensibles entes superiores a no sé quién y que creemos que no nos equivocamos nunca, sólo, porque tenemos un artefacto en la mano que nos proporciona chutes de información-basura instantánea y encima nos da gustico… 🙄😳

En no sé qué famoso experimento, se proporcionaba a unas ratas de laboratorio la posibilidad de drogarse pulsando un resorte que les facilitaba el acceso inmediato a una sustancia muy muy placentera para ellas, irresistible, adictiva, drogadicta… Aquéllas dejaban incluso de comer y se apestillaban junto al resorte que les proveía del soma del que dependían para darse el placer aquél… Las hembras incluso dejaban de menstruar; los machos ya no querían follar; las madres se desentendían de sus hijos; y la única intención de los roedores pasaba a ser la de pulsar la jodida palanca ésa que les proporcionaba semejante gusto.

Sólo los tontos necesitan únicamente respuestas y desdeñan el hacerse preguntas. Tampoco los monos las necesitan: sólo una pequeña recompensa, una simple baratija, es suficiente para que cambien de opinión y repitan el experimento.

…eeen fin.

Que no nos engañen. Os quiero 💕

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

VERGÜENZA INDEPENDENTISTA

Publicado el 30 de octubre de 2017.

Lunes, 30 de octubre, son casi las cuatro de la tarde.

Estupefacto, acabo de oír por una cadena de radio de las solventes, que el tristemente ínclito y «nada honorapla» señor Puigdemon, apresuradamente se ha marchado a media mañanita a Bruselas, dándose con los talones en el culo, al parecer, cual mañaco en búsqueda de asilo bajo el regazo de no sé qué partiducho belga, nacionalista también.

Ha tardado un solo día en echar a correr delante de la bajeza de sus actos.

Me gustaría poder revolver en los entresijos de los pensamientos de los muchos independentistas, de buena fe pero de poca y mala educación, que han puesto en manos de estos alfeñiques morales e intelectuales sus querencias políticas, sus emociones más entrañables y sus legítimas aspiraciones económicas…. ¿Qué cara se les habrá quedado a esos mismos independentistas, «al verle» correr cual conejo, para dejar atrás el erial moral, económico y cultural en que ha convertido a su propia tierra, Cataluña…?

Todos los que se han emocionado hasta el paroxismo con el canto ciego y rendido del els segadors; todos, los que han asistido fervorosos a esos multitudinarios aquelarres independentistas; todos los que han creído el discurso purificador de ésa su prístina etnia, elegida por el destino para las más altas estimas. Todos ellos digo, han de tener un nudo muy amargo y merecido en sus gargantas quebradas de jalear inútiles consignas embusteras, al ver a éstos sus próceres amilanados frente a su propia osadía y reculando timoratos y cobardes, de sus convicciones se supone más profundas, sinceras y pregonás.

Han sufrido los independentistas este vía crucis de sibilina y catalanista abducción, sólo para asistir al espectáculo ruin de ver a sus caudillos furtivos y humillados, «tomar las de villadiego» rumbo al asilo vil de sus cuentas corrientes… Éstas, están a salvo en paraísos fiscales y penales que tuvieron la cara dura de prevenir y preparar para estos tiempos difíciles, puesto que sabían con certeza que así acontecerían como consecuencia del latrocinio abyecto de sus actos.

¡Qué asco…!

…eeen fin. Gracias por leerme 🙏

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras

FALTA DE OLFATO

Historias de Paco Sanz ✍️

El distanciamiento social, miseria que va a seguir al confinamiento doméstico, y que va a durar mucho más que lo de tener que quedarse en casa, va a hacer más difícil no sólo tocarnos, sino incluso olernos. Dicen que uno de los síntomas de que te has contagiado de la enfermedad esa que nos confina y distancia es la anosmia, que pierdes el olfato.

Los que se mueren de ella se mueren ahogados. Nos tapamos los ojos y dejamos de ver, nos tapamos las orejas y dejamos de oír, pero si dejamos de dejar que entre aire para dejar de oler, nos morimos. Etimológicamente hablando, el aliento no es neutral y transparente: es aire de cocina; vivimos en constante hervor a fuego lento. Hay un horno en nuestras células, cuando respiramos pasamos el mundo a través de nuestros cuerpos, lo cocinamos ligeramente y volvemos a soltarlo, levemente alterado por habernos conocido. Algunos ahora además sueltan aire envenenado, como si quisieran devolver el golpe.

Estos días he visto llenarse de hojas los árboles del parque que está delante de mi casa. No he podido esta primavera ser testigo de su llegada como cada año. Me he acordado de aquello que pedía Ramón: “Debería haber unos gemelos de oler para percibir el perfume de los jardines lejanos”. Lo que uno no puede oler tendrá que mirarlo de cerca. “What a man cannot smell out, a man may spy into” si no puedes sacar el olor, puedes fisgar dentro. Pues bien, hoy ni eso.

De momento no hay manera de dar a oler, de conseguir saber a qué huelen las personas, las cosas que están al otro lado de la pantalla. Una de mis nueras ha jugado a fabricar perfumes con sus hijos. Los niños nos los enseñaban. El más pequeño en un momento dado lo acercó a la pantalla para que lo oliéramos. ¡Pobres de nosotros! Me consuelo pensando que no tener que oler según a quién no está tan mal.

Mi abuela, que era cocinera profesional, de esas que son capaces de pillar los mil y un ingredientes de un guiso, perdió el olfato. Nunca recuperó la alegría y la mala leche que la caracterizaban. Un poco como si al desterrarla de la cocina la hubieran dejado sin aliento. Me acordé del sentimiento del mundo de la pantera de Rilke, que da vueltas en su jaula sin olfatear mundo alguno tras los barrotes, se corresponde con el diseño del mundo del depresivo, que no alcanza siquiera a lo más próximo.

Que no nos falte la poesía. Decía Federico que la poesía tiene un perfume, un acento, un rasgo luminoso que todas las criaturas pueden percibir. Con ellos se puede nutrir ese gramo de locura que todos llevamos dentro y sin el cual es imprudente vivir, para ponerse el odioso monóculo de la pedantería libresca que lleva prescindir de ella. Para los mexicanos es el aliento de los dioses. La poesía y su milagro, la creación de un ámbito, igual que un perfume.

Historias de Paco Sanz ✍️