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España. La primera globalización…

Publicado el 20 de mayo de 2022.

Acabo de terminar de ver un documental de Historia que debería ser obligatorio en los colegios de primaria para padres, interesados en dejar algo de valor y que merezca la pena enseñar a sus hijos que no sean los cachivaches éstos viejos de la lucha de clases entre comunismo y capitalismo… Creo, que ha llegado el momento de que los españoles empecemos a enseñar al Mundo los muchos y grandes momentos que tuvimos, puesto que a lo largo de la Historia hemos aireado bastante ya nuestras miserias… Durante trescientos años, antes de la Revolución Industrial, hubo otra forma de entender el mundo y gobernarlo: la nuestra, la hispana. Pero perdimos… Se ve que no supimos hacer buenos negocios; a nuestros mandamases no les sentó bien la modernidad.

No sé por qué nos empeñamos en negar la virtud y la legitimidad de lo que hicimos al descubrir, ponerle nombre, ley, y límites al Mundo… Más importante aún, le dimos también un orden moral, cristiano -católico era el que teníamos- creando una diría hermosa forma de convivencia que estuvo floreciendo durante tres siglos sin problemas, hasta que la avaricia del mundo protestante no paró hasta que nos la arrebató; secándose desde entonces aquella flor de nuestra convivencia y parece ser que sin remisión… Cosas de los venenos de las Leyendas Negras, de la envidia; o de la soberbia, mi favorita…

También se ve que según los protestantes éramos un poco más pacatos y beatos de lo normal en los siglos XVI, XVII y XVIII; aunque por otro lado, es evidente que se nos ponía mucho más dura que a ellos porque mira cómo de hispanos están de llenas las tierras en América… Eran nuestras tierras creíamos que por Ley, y claro, aquéllo había que gobernarlo y defenderlo de alguna forma, por lo que no se nos ocurrió otra que seguir utilizando lo del mestizaje. Ni más ni menos que como habíamos hecho desde siempre: nada de colonias… No íbamos allí a conquistar sin más como bárbaros cualesquiera -aunque qué verbo tan bonito el de conquistar- íbamos allí a hacer otros españoles para fundar nuevas ciudades provincias y universidades, como aquí en España, pero allí; en aquéllas tierras que creíamos como nuestras por Derecho.

El mestizaje es la expresión de que ya bien sea por amor, cópula, o por un pacto amigable, una diferencia entre nosotros se extingue convirtiéndose en una hermosa igualdad nueva, que crece y se manifiesta públicamente. Y lo hicimos ley hace quinientos años, con dos cojones…

Ahí queda eso. ¡Qué gran idea…! Otorgar el derecho a cualquier mujer del mundo a parir un español donde quiera que fuese… Algo apenas nunca visto, casi inaudito, salvo en Roma y poco más.

eeen fin.

No dejéis de ver las casi dos horas de este enorme documental:

ESPAÑA, LA PRIMERA GLOBALIZACIÓN – trailer

Gracias por leerme. Muchas. 🙏

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

Autoayuda…

Publicado el 18 de abril de 2021.

Historias de Paco Sanz ✍️

Los libros de autoayuda apestan a moral de pedo y a paja. Stercus cuique bene olet: a cada uno le huele bien su propia mierda. Es como la filosofía cuando se resiste a devenir en política: resulta que lo mal que te va no es por lo enferma que está la sociedad sino por lo enfermo que estás tú. Que si tuvieras una mejor actitud en la vida te iría mejor, y que no es que haya demasiado hijo de puta medrando por tu incapacidad de ocuparte de tí y de los demás… Que a ver si eres un poco más proactivo, o al menos un poco más como ellos, majo.

Me doy cuenta de que la manía que le tengo a los libros de autoayuda, es, porque han devorado en las librerías el espacio que antes ocupaban los de filosofía e incluso han empezado a copar el de los de psicología, o porque soy un autodidacta compulsivo y no quiero aceptarlo, quién sabe… Me recuerdan a aquel campesino al que predicaban otra religión: “¡si no creo en la mía, que es la verdadera…!”

Ahora estamos siendo testigos de la aparición de “religiones a la carta”, en las que cada uno moldea a Dios a su gusto con el objetivo de “sentirse bien” y como un medio terapéutico de “autoayuda”. Se trata de un proceso de psicologización de la fe y de las relaciones sociales, de individualismo, de un Dios sin comunidad y una religión sin ética colectiva. El viejo propósito de “cambiar el mundo” se transforma en el de “encontrarme bien”. En buscar, la satisfacción emocional de los “sentimientos” en lugar de adaptar mi conducta a la norma, que viene de la religión del bien y la riqueza común.

Los posmodernos (o trasmodernos, o póstumos, o lo que diantre seamos) hemos extraviado las ilusiones de los antepasados, pero no así el catálogo de miedos que les atenazaron, listado al que hemos agregado infinidad de horrores adicionales. Con miras a atajarlos contamos con medios de última generación, brindados por legiones de coaches, psicólogos positivos, manuales de autoayuda y profesores de mindfulness… Todos ellos a una sostienen, que existe una ciencia de la felicidad que acredita que por muy amargas que sean las circunstancias de desempleo, enfermedad, pobreza, luto, fracasos, etc, resulta absolutamente viable ser felices. ¿Que qué hay que hacer…? Practicar la autodeterminación, la flexibilidad y la resiliencia, más la habilidad de fijar la atención en el presente y coartar los pensamientos pesimistas. Ahí lo tienes…

Mi Santa y un servidor tenemos antepasados de las tierras altas de Soria, una de las regiones más despobladas del mundo. Hace muchos años mi hijo me dijo que un pueblo sin bar no es un pueblo. Hoy leo en la prensa que cuando cierra el último bar del pueblo, el pueblo como tal desaparece. Recuerdo a uno de mis cuñados cuando le pregunté qué pensaba de no sé qué: “¡Ay!” me dijo, “no lo tengo hablado con nadie…”

A veces pregunto: ¿en qué estás pensando si no puedes verbalizarlo, hablarlo con alguien? en nada, supongo. ¿De qué hay que hablar…? De la alegría, de la buena voluntad, del cuidado, sin duda. De cómo evitar el sufrimiento de quienes no tienen la capacidad de “autoayudarse”.

Historias de Paco Sanz ✍️

SÁNCHEZ…

Publicado el 12 de mayo de 2022.

¿O más malo que tonto…?

Creo que desde que el Homo es Sapiens, moralmente, hemos reflexionado siempre acerca de las consecuencias que provocan nuestros actos en la vida de los otros. Prueba de ello es que desde entonces, empezamos a plantearmos conceptos abstractos tan valiosos como por ejemplo el del amor; idea, gracias a la cual nos iniciamos en entender la diferencia moral entre el bien y el mal. Y como ejemplo de lo que digo, algo me dice, que también sería simplemente por amor por lo que comenzamos a enterrar con cuidado a nuestros muertos, lamentando su pérdida con lágrimas y recordándoles con rituales.

Y por detalles así, también me atrevo a afirmar que la mayoría de humanos coincidiríamos en aceptar algunos conceptos, simples pero tan evidentes, como que los crímenes de asesinato, traición pública o genocidio, nunca han estado no lo están ahora y espero que no lo estén nunca, al mismo nivel de gravedad moral que los muy comunes delitos de violencia, robo, o estafa… Así, convendréis conmigo en que hay una gran diferencia entre perpetrar un crimen o cometer un delito. La infamia de la tragedia y el grado e intensidad de dolor y pérdida que provocan, y la carga de culpa y gravedad del escarmiento moral que merece un acto sea un crimen o un delito, nunca pueden ser comparables; nunca lo fueron; no sería justo. ¿No…?

Comprendo, que en el afán de afirmar la razón de nuestras ideas con palabras, y más si lo hacemos con ilusión y de forma ardorosa o con cierta vehemencia, siempre podemos perder algo de enfoque o de perspectiva al respecto de aquéllas: las ideas que tenemos, las palabras que usamos… Así, los excesos de ilusión, de vehemencia o de ardor desbocados aunque sólo sea un poco, provocan siempre en nuestros argumentos cierta pérdida de razón, ya que bajo sus efectos, tendemos a equivocar conceptos palabras e ideas con bastante más frecuencia de la necesaria: vamos, que hacemos el tonto más de la cuenta.

Pero lo que no comprenderé nunca es que, por defender una mera ideología, se puedan perder la vergüenza, los principios morales, o la dignidad personal.

Así, que me llevan los demonios cuando compruebo lo peligroso de tu indecencia psicópata ya que, desde nuestra infausta guerra civil, has sido el primer hijodeputa que para ser presidente de España a cualquier precio, se ha atrevido a poner a la escoria proetarra e independentista -que nos asesinó en su día y todavía hoy nos odia- en el mismo plano político y al mismo nivel moral, equiparándola en dignidad a la del resto de políticos decentes, que haberlos haylos todavía.

Con la excusa política de la corrupción y el latrocinio perpetrado por el partido que estaba en el gobierno, pero con el apoyo de etarras asesinos e independentistas traidores y prometiendo elecciones generales inmediatamente tras tu moción de censura, llegaste al poder… Luego, al verte al mando del juguete dijiste eso de «donde dije digo dice diego» y para quedarte sentado en Moncloa, no tuviste empacho alguno en colocar a los enemigos declarados de España en el Gobierno mismo.

Es que se me revuelven las tripas y vomito; pero no por tí, porque al fin y al cabo en el fondo tú eres más tonto que malo por muy presidente que seas, sino porque cuando ejerces como tal tus actos me certifican la ceguera cultural y la podredumbre moral tan abyectas, a las que son capaces de llevar las ideologías de izquierda mezcladas con la estupidez y unas ansias locas de Poder.

Sólo te queda convertirte en un Nicolás Maduro más… El resto, es Historia.

eeen fin.

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

Me distraigo…

Publicado el 29 abril de 2021.

Historias de Paco Sanz ✍️

Quería vivir, pero me distraje. Atender, pero desenfocaba. Fragmentado en mi soledumbre. Lo que caracteriza a las patrañas no es tanto su ostentosa falsedad como lo fácil que les resulta distraerme, ¡ay!, la fuerza con la que se imponen, la rotundidad con la que consiguen hacerse con mi atención.

La Red es por diseño un sistema de interrupción, una máquina concebida para fragmentar mi atención. Hay fantasmas dispuestos a comerciar con ella. Las interrupciones frecuentes dispersan nuestros pensamientos, debilitan la memoria y nos ponen tensos y ansiosos. Cuanto más compleja es la sucesión de pensamientos, mayor es el deterioro causado por las distracciones.

Si la democracia servía para ocultar a quién manda, la infocracia todavía lo hace mejor. ¿Cómo lo consigue? Entreteniéndonos, manteniéndonos distraídos. Bien vivió quien bien se ocultó, decían antes los filósofos. Bien manda ahora, y siempre, el que consigue hacerlo sin que se note, sin que se sepa. La mejor treta del diablo, hacer como si no existiera. Todo el mundo dice que no nos mandan cuando nos enredan, o al menos que no mucho. Pero eso no es cierto. Nos mandan mediante el exceso de contenido banal que distrae a la gente de cuestiones colectivas serias.

Al tratar de establecer un sistema de racionalidad que, aparentemente, está por encima del hombre, se distrae la atención, de la forma en que dicha racionalidad puede utilizarse para oscurecer la naturaleza de la relación entre los hombres.

Yo también me quiero distraer de tanta herida. Me da cada mañana, con decisión cada vez más firme, la desolada gana de cantar, de llorar, y de morirme. Al final del camino me dirán: “¿Has vivido, has amado”? Y yo sin decir nada, abriré un corazón lleno de nombres.

Soy un escéptico de tomo y lomo. Es decir, alzo la ceja de la duda incluso ante la posible realidad de mi escepticismo. Cada mañana me repito: No te dejes distraer por lo que crees saber. ¿Cuantas veces vas a olvidar que te dijiste: ‘creía que sabía’…? Y al final del día me doy cuenta de la bondad de mi olvido. Pero vuelvo a empezar, ¿porque para qué, si no, Dios me ha dado el orgullo de las mañanas y la resignación de las tardes?

«Esto hiciste» dice mi memoria. “No puede ser” dice mi orgullo inexorable. Finalmente la memoria cede. Lo contrario de la memoria no es el olvido sino la verdad. Es la memoria un instrumento maravilloso pero falaz. Es caprichosa, inconstante y voluble. Entre sus imperfecciones destacan la transitoriedad, distracción, bloqueo, atribución errónea, sugestibilidad, sesgo y persistencia… Así, a bote pronto.

Escribo, hablo; tanto el escribir como el hablar distraen, pero el callar y el obrar recogen y dan fuerza al espíritu. Nunca escribo mejor que cuando leo, y nunca hablo mejor que cuando callo. Nunca estoy menos solo, que cuando no hay gente a mi lado ni móvil que me distraiga. Entonces, con las inquietudes corporales, las distracciones mentales y las heridas del alma, tengo bastante.

Historias de Paco Sanz ✍️

Trompetas de la muerte

A Don Luis Sedano Navarro 💕

‘El Malaguita’ era un tipo especial, muy listo, y en realidad no le gustaba nada lo de la educación física ni el rollo éste de la guerra, y menos aún eso de los barrigazos cuerpo a tierra en maniobras militares por ahí por el campo… Por eso, cuando estando en la mili pidieron voluntarios para los oficios, fue tan ratón, como para sin tener ni puta idea de cocina dar un paso al frente y montarse la película de que, como había trabajado un par de meses de camarero, podía hacerse cargo de las cocinas de La Compañía: éramos más de noventa tíos. 🙄😳 ¡Qué grande…!

Pero creo que en el fondo sí le gustaba algo lo de la cocina, sí, porque un día, al principio, estábamos corriendo los ocho o diez kilómetros diarios a los que estábamos obligados como soldados de Operaciones Especiales, cuando al punto de ahogarse sin resuello va y me dice: —¡Coño Miravete, mira ahí, setas; eso son trompetas de la muerte…! ¡Qué buenas…!

Y seguimos corriendo… Y fue ya por la tarde cuando nos dieron la suelta, cuando me dijo lo de volver al campo y recoger aquellas trompetas de los cojones para merendar.

—¡Joooder Luis. Qué cansino…!

Pero tanto se empeñó, que cogimos un buen puñado de setas que soltaban una especie de caldo negro cuando se puso a cocinarlas en una sartén enorme que había en una de aquellas cocinas militares. Y él, ensimismado, que si ajos picados y que si romero y tomillo por aquí, y que si aceite de oliva algo de panceta y vino blanco por allá… Pero aquella sartén tenía una pinta horrible, negra como una sepia en su tinta; negra, y como con cosas pareciera que quemadas o venenosas, y que encima se llamaban ‘trompetas de la muerte…’

eeen fin. 🙄😳

Recuerdo cuando babeando terminó de cocinarlas, y se giró con la sartén en la mano dirigiéndose a la mesa donde aguardábamos ocho o diez de nosotros, hambrientos también… Todos nos quedamos mirando porque aquéllo tenía una pinta de mierda, aunque extrañamente olía estupendamente.

Él, algo confuso por nuestra reacción inicial también se nos quedó mirando, pero en seguida entendió, que no queríamos morir todos intoxicados por unas setas que vete tú a saber si eran comestibles o no… Por lo que, sonriéndonos, puso la sartén en medio de la mesa y cogió un pedazo de pan que sopó en aquel caldo tan negro; luego tomó un tenedor y se echó en el coleto un buen puñado de aquellas setas que olían tan bien; y finalmente, terminó la faena eructando fuertemente tras darle un buen trago a la litrona que teníamos por ahí rodando.

Pasaron unos segundos, tensos, y el caso, es que ‘El Malaguita’ ni se puso azul ni cayó fulminado al suelo retorciéndose de dolor por el veneno de las jodidas setas aquéllas… Así que recuerdo, que al final, todos terminamos merendando como señores gracias a que en el fondo sí era un cocinero, sí.

Sabéis que os quiero, y mucho 💕

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras

¿Masturbación…? 🙄😳

Publicado el 24 de abril de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

Siempre he sido un retrasado en eso de darse uno gusto. Seguramente fui el último de la clase en enterarme de por qué los maristas no nos dejaban andar con las manos en los bolsillos. Así, que me ponga a escribir acerca de la bondad de la autosatisfacción de lo erótico es como para hacérmelo mirar. Aunque a las nenas éstas, ministras, que están insistiendo en que no es necesaria la penetración para la satisfacción, no puedo por menos que darles la razón. Puede que sea porque a mí lo de ser penetrado no me ha sucedido más que metafóricamente, y tampoco es que me haya dado mucho gusto.

Bueno, ahora que pienso, me han hecho dos colonoscopias, me han sedado las dos veces, supongo que habrá sido para que no le encuentre el gusto a la cosa. Recuerdo las palabras de mi padre cuando tuvo que padecer la primera. Me dijo que después de ella ya no podía considerarse “un hombre del todo”. La cuestión ahora y antes es que no te hagan daño al penetrarte, si además te gusta, mejor que mejor, claro. Hace poco tuve que explicarles a gente de la edad de mis hijos que se decía de álguien que perdía aceite, porque lo había necesitado para eso y le habían puesto demasiado.

Los homosexuales masculinos, no tenían muy buena prensa, tampoco la masturbación, claro. El Día del Orgullo Pajillero no ha llegado pero todo se andará, claro. Las ministras esas que acusan a las que les gustan los penes de favorecedoras del machismo, realmente lo están propiciando.

Como uno es muy leído no puede por menos de recordar que el onanismo no era en un principio montárselo solo, sino hacer por no tener hijos. El crimen de Onán el que fue hijo de Judá, era el coitus intrruptus que en el momento de la verdad derramaba fuera, no la masturbación. Dios acabó con él, porque no quería hacerle hijos a su cuñada viuda con la que se tuvo que casar.

El onanismo pasó a significar otra cosa y verse como algo malo ya avanzada la Edad Media. Pero Arnau de Vilanova, dijo: semen retentum venenum est. Para los médicos del siglo XIII hacer salir a la semilla largo tiempo retenida, conseguía que no se estropeara dentro emponzoñando al que no conseguía hacerlo y haciéndolo menos capaz de generar. ¿Anda que si el declive de la espermatogonía masculina y el que las mujeres no encuentren nunca el momento de tener hijos, se debiera al hecho de que hemos estado haciéndonos demasiadas pajas…? No dejaría de ser, una vez más irónica, la manera que tiene GAIA de hacernos saber que eso de creced y multiplicaos es una chorrada.

Como de moralizar tirando de religiones de libro estoy más que harto, lo haré, citando unos consejos del Manual de Civismo para Jovencitas: “Si te estás masturbando en el momento que tu padre entra en tu habitación; para, es mejor”. “No se te ocurra contarle a nadie que tu hermana se pone la almohada entre las piernas, se frota con ella, y la llama Pepito”. “Bendice a Dios por haberte infundido el deseo de correrte y por haber creado mil medios para que lo consigas». «Si deseas un amante pídeselo, te lo dará; si lo que quieres es una amante, pídesela sin avergonzarte. Dios lee en tu corazón. Es imposible engañarle”.

Historias de Paco Sanz ✍️

curas, raros, y maricones

Publicado el 21 de Mayo de 2020.

Es muy difícil y sé que sin cobrar, no hago del todo bien escribiendo en bruto sobre temas tan escabrosos, políticamente no ya incorrectos sino cuasi prohibidos, y que entran en conflicto incluso con algunas de mis propias convicciones. Espero que curas, maricones, raros y otros, tengan el cuajo necesario para terminar de leerme sin juzgarme ya que yo sí intento tenerlo en la precisión y en el cuidado al escribir. Tanto es el cuidado, que cuando leáis cura, y para respetar este lenguaje inclusivo de mierda, digáis: y monja…

El Dios, que mis padres con bondadoso ahínco pero con poco éxito pretendieron inculcarme, fue el cristiano; y éste amaba a todos sus hijos por igual y sin hacer distinción alguna. Ninguna.

Y recuerdo que por pura bondad, fue la beatífica fe de mi madre la que probó durante algún tiempo a ver si yo me animaba, llevándome tooodos los domingos de visita a ver a mi primo al seminario de Orihuela.

De nada sirvieron aquellas cándidas jornadas catecumenales o los fervorosos ejercicios espirituales en el colegio Estella Maris; tampoco los obligatorios y cansinos rosarios de los miércoles; ni su tierna insistencia materna. Su gozo en un pozo. Y es que yo ni era ferviente ni maricón; era raro eso sí. Y sensible e introvertido, cabezón, y confieso que algo viciosillo. Ya entonces había empezado a fumar y a otras cosas.

Desde siempre casi todos aquéllos de familias pudientes, y otros muchos de familias solo acomodadas, terminaban consintiendo el ser curas; y si eran muy pobres monjes. Así, tomar los hábitos era una forma digamos que de búsqueda de escondite o de amparo, o de simple futuro. En aquellas sociedades pacatas, puritanas y atrasadas, muchos maricones que podían se refugiaban bajo la sotana y el presunto celibato, pero para que no los clavaran, pobrecillos, por el culo en una estaca por sodomitas. Es duro pero era prácticamente así. Y eran la sotana y los cachivaches eclesiásticos símbolos escondites, tras los que sin duda a veces se camuflaban ciertas inclinaciones.

Para ser maricón al igual que para ser cura, necesariamente tienes que poseer algo raro y especial, y tienes que esconder cosas… Eso de los curas de consagrarse a Dios y renunciar a los placeres del mundo, o a todo lo contrario en el caso de los maricones, debe de ser duro, muy duro… Sólo se concebía el cura, bien para consagrarse al amor de una verdadera vocación y a una fe, bien para disimular unos malditos instintos bujarrones, o para enclaustrar otras enfermizas rarezas también instintivas. Siempre había sido lo normal y la usanza. Era un hecho incontrovertible: curas, raros, y maricones.

Hace años no había muchas veces nadie mejor que un cura para escucharte, acogerte, y entender tus rarezas… Deseos, piedad, compasión y onanismo; vicios veniales y secretos íntimos; pero seguro, también que mucho y verdadero amor. El cura, al igual que el maricón, siempre se ha hecho muchas pajas; pero no tiene porque haber nada malo en un sexo cohibido, íntimo, ocultado. Amor, simplemente amor, tanto en el cura como en el maricón.

A mí he de confesar que en el fondo, ambas me parecen tiernas rarezas muy similares: unos dicen enamorarse de sus semejantes, y los otros dicen enamorarse de Dios. ¿Hay alguna diferencia…? ¿Dónde meten la polla, dónde ponen su empeño…? Ser maricón te convertía antes y ser cura te convierte ahora, en víctima por un amor secreto, denostado, incomprendido.

Por ello, no acierto a entender el porqué se llevan hoy tan mal los maricones y los curas si siempre han ido de la mano y dormido juntos. Y tampoco entiendo el porqué la sociedad hoy es tan indulgente con los maricones, y sin embargo, le tiene tanta tirria revanchista a los curas candorosos. Los vicios y virtudes de ambos colectivos siempre han sido muy parecidos: amores ocultos y secretos de confesión; mucha paja y sensibilidad especial ante la belleza y la bondad; y una enorme capacidad para entregar amor.

Deberían ser los maricones ahora que no son perseguidos, quienes se apiadaran compasivos de la gente a la que se persigue por una fe justa, sea cual sea el tipo amor que la inspire. A lo mejor los maricones siempre han estado más cerca de Dios. Y si los maricas actuales escarbaran en el clero -que no en la Iglesia- encontrarían seguro hermosísimas historias teresianas de amor maricón, con las que ilustrar su dignidad y su lucha a lo largo de la Historia.

Siempre ha habido curas, maricones, y raros, y ninguna de las tres condiciones tienen porqué ser malas per se. Sólo son meras formas de amor. Pero hoy en día, parece ser que la fe el culo y el cerebro, no se llevan bien.

…eeen fin. Gracias por leerme 🙏

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

Aborto y Eutanasia

Publicado el 19 de marzo de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

De joven me pretendí objetor de conciencia y objeté a la mili. No me sirvió de mucho, por comodidad, por cobardía, la hice. Cuando me dijeron que ya era médico objeté la eutanasia y el aborto, nunca he tenido la ocasión que ver qué haría llegado el caso. Supongo que volvería a hacer lo más fácil, hacer lo que se espera de mí: “a los amigos el culo, a los enemigos por el culo, a los indiferentes, la legislación vigente”.

A los que objetamos la guerra, la eutanasia o el aborto, ahora se nos pone a parir. Yo además objeto a las ministras unidas y airadas, a la OTAN y a la Desunión Europea. Objetar sirve para poco. La valiente movida de los objetores insumisos es ciertamente pequeña frente a lo que tienen delante. Pero no es pequeña frente a otras cosas: por ejemplo, frente a la nada absoluta.

Lytton Strachey, un homosexual extravagante amigo de Virginia Woolf que tenía el don particular de encontrar la frase adecuada en el momento adecuado, en 1914 se hizo objetor de conciencia. El patriotismo era entonces una cosa más seria que ahora, y los machotes mucho más machotes que los de ahora. Fue llamado a declarar ante un Tribunal Militar. Los oficiales británicos le preguntaron qué haría en caso de que un soldado alemán pretendiera violar a su hermana. Su respuesta fue: “Intentaría por todos los medios, ponerme entre ellos”.

Tal como nos están presentando lo malos que son los rusos, objetar a la guerra se pone difícil. Con el poder que ha adquirido la izquierda cualquiera se atreve a objetar el aborto o la eutanasia. La izquierda es primordialmente abortista, y partidaria de mover la línea roja de la eutanasia cada vez más contra el enfermo. En éstos, como en otros casos los de izquierdas no están del lado del más débil.

Porque en el caso del aborto el asunto es sólo entre la madre y el neonato, y no necesariamente entre la madre y el posible violador. Tratar a los hombres como violadores en potencia: a ésto hemos llegado. Pobres mujeres. En el caso del enfermo hay que huir del encarnizamiento terapéutico, cuando falta el dinero mejor llamar cuanto antes a los paliatistas… Pobres de nosotros.

La Iglesia de la Eutanasia, que forma parte de los movimientos de extinción voluntaria, tiene cuatro pilares: el suicidio, el aborto, el asesinato y la esterilidad. Hasta la llegada de los modernos fármacos a las mujeres les costaba mucho abortar. Los que abortaban eran los médicos. A menos que se entienda por abortar sufrir, no practicar, un aborto. A los enfermos se les llama con facilidad “terminales”, es un diagnóstico facilitador porque entonces no hay que dejarles morir, el médico puede matarlos. Piadosamente.

Mejor que en lo de resbalar de una cosa a la otra no exageremos. Aplico lo de la pendiente resbaladiza Slippery Slope: una vez reconocido el derecho al suicidio es imposible limitarlo de un modo aceptable; con mayor razón el de la eutanasia; del por qué no acabas de una vez al por qué no dejas de una vez de dar la lata, sólo hay una pequeña diferencia de matiz. Del deseo de una muerte digna al de una muerte a tiempo, otra. Como la que existe entre no considerarte digno de vivir, a que sean otros los que lo consideren por tí.

Historias de Paco Sanz ✍️

Morir bajo tu cielo.

Publicado el 14 de abril de 2018.

LOS ÚLTIMOS DE FILIPINAS

Si salías morías o matabas; igual que ahora que también estamos encerrados.

«Morir bajo tu cielo» creo humildemente que es una Obra Maestra. Pero sinceramente no sé si porque es una gran obra de la literatura -no tengo en absoluto criterio para si quiera opinar de algo así- o porque con su creo que genialidad, simplemente ha removido en mí unos sentimientos e ideas que no sé porqué me veo impelido a compartiros…. Hacía mucho tiempo que nada había logrado excitarme así el recuerdo, de que la hispanidad es más que solo España; de ahí Las Españas.

Es una novela que nos devuelve el heroísmo; el Quijote hispano; lo español… En una de las versiones más íntegras, más reflexivas y eruditas que yo recuerde de este pasaje, apasionante y por desgracia muy mal conocido de nuestra inmensa Historia.

«Morir bajo tu cielo» es la historia de una más de nuestras muchas gestas como pueblo; cándida en su relato pero de una profunda intensidad, compleja, sincera; arrebatadora en la vehemencia de su expresión léxica; poética incluso… Una obra redonda donde la investigación, la trama y los personales, pero sobre todo el lenguaje español, las palabras en español, constituyen un referente, una norma y un objetivo en el que fijar la atención.

Es una especie de piropo u homenaje a la compleja y amplísima historia de ésta nuestra lengua: El español. El verbo prístino y rebuscado que el autor utiliza es, en sí mismo, un viaje a la hondura de nuestro pasado y a la profundidad de ésta la historia a contar.

Como medio, genial para iniciar dicho viaje, el autor nos propone algo tan sencillo de usar como un diccionario. Porque sí, os lo advierto, éste es un libro que hay que leer necesariamente con un diccionario al lado tuyo.

Este autor, de verbo política y genialmente incorrecto disfruta, se regodea; nos grita a la cara y con razón cuán poco usamos y menos conocemos, la complejidad de las palabras y expresiones que un idioma tan hermoso y exacto como el nuestro, permite utilizar a la hora de definir con precisión nuestras emociones.

Sagaz, oportuna e inteligentemente el autor se ríe de nosotros, nos reta. Nos vacila mediante geniales fuegos artificiales lingüísticos que constantemente nos absortan, y nos obligan irremediablemente a buscar el sentido de ese rizo léxico; asombrándonos luego con su idoneidad y exactitud.

Es un juego de muchísimas páginas; un maravilloso y emocionante juego al que jugar éstos días.

Excelente novela histórica. Os la recomiendo encarecidamente.

¿O tenéis algo mejor que hacer…?

Buscad en YouTube la película; pero no la mierda que hicieron hace unos años. Buscad el clásico.

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

Los Domingos…

Publicado el 12 de marzo de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

Cada semana, cuando termina, me siento aliviado. Esto me pasa más, curiosamente, desde que ya no trabajo ni dentro ni fuera de casa. Hay algo en la tarde de los domingos que me resulta especialmente inquietante, como si tuviera que estar siempre viviendo un cuento de Lovecraft. Como si hubiera estado siempre destinado a pasar los lunes al sol, como los parados.

Interminable y sombría tarde de domingo que demora años enteros de vida; una tarde que se compone de años. Alternativamente desesperado por las calles y tranquilo ante las pantallas. Algunas veces estupefacción ante las nubes, ante las noticias que pasan incesantemente, sin color, sin sentido. ¡Te reservaban para un gran lunes! Vale. Pero el domingo no acaba nunca.

A los grandes perezosos, a los que de niños creímos en Dios, los domingos nos agobian. Se nos hacen interminables. Es por la acedia, ese asco originado por el desierto del corazón y la petrificación del mundo, no es el tedio religioso. No es un asco de Dios, sino un aburrimiento en Dios. Esa sorda tristeza que hace nacer, a la sombra de los monasterios, en el alma de los monjes, el tedio religioso de las interminables tardes de domingo en el claustro; es el pavoroso silencio de Dios.

Hegel había dicho que la especulación filosófica apuntaba a unir y reconciliar “los días laborables de la semana” y “el domingo de la vida”. En otras palabras: los aspectos profanos de la existencia (trabajo, vida familiar, fidelidad conyugal, seriedad profesional, caja de ahorros, etc) y sus aspectos sagrados (juegos, gastos sacrificiales, vértigos, estados de exaltación poética…)

Y Rousseau, que todos hemos soñado en esa beatitud, en esas tardes de domingo en las que sentimos el aguijón de la cura, sin saber, sin embargo, qué curar. No es que estemos tristes, es que más bien, no podemos dejar de compadecernos de nosotros mismos por nuestra falta de alegría… Nos vemos “llegando a las puertas de la vejez y muriendo sin haber vivido”.

Es el único día de la semana que tiene un santo, dos cosas me unen a Santo Domingo de Silos. Allí, en el monasterio que lleva su nombre conocí a la que sería mi amada, la que ha sido, la que sigue siendo después de muchos años, mi vida hecha otra persona. Y porque allí es donde dicen que empezó el latín a devenir español. La lengua que me hablaron mis padres, en la que pienso… Con la que Gonzalo de Berceo, a principios del siglo XIII, escribe la Vida de Santo Domingo de Silos:

“En el nombre del Padre, que hizo toda cosa,/ Et de don Ihesuchristo, fijo de la Gloriosa,/ Et del Spiritu Sancto, que equal dellos posa./ Quiero fer una prosa en roman paladino/ en el cual suele el pueblo fablar a su vecino/ ca non so tan letrado por fer otro latino/ bien valdrá, como creo, un bon vaso de vino”.

La semana se acabó, y con las palabras de un poeta contemporáneo: “Háblame de amor los domingos./ Olvídame los lunes y los martes./ Invítame los miércoles al cine./ No dejes de pensar en mí los jueves./ Los viernes quiéreme como una loca./ Y los sábados cásate conmigo”.

Historias de Paco Sanz ✍️

ESPAÑOLES IMBÉCILES

Publicado el 28 de octubre de 2020.

Que se dejan insultar…

Dale…👇👇👇

No dejéis de ver el vídeo entero por ahí en la red: es acojonante o acongojante, no sabría decir…🤔

Para una parte considerable de españoles imbéciles, parece que no hay ninguna diferencia entre el mecanismo mental que los impulsa a votar siempre a su partido político de toa la vida, y el que los impulsa a ser un forofo irredento de su equipo de fútbol manque pierda… Piensan con y como el culo. En vez de votar con la cabeza y el bolsillo votan con los cojones y el corazón; y claro, así nos va a todos.

¿Cómo es posible si no que tipejos siniestros y vacuos como Pedro Sánchez o Pablo Iglesias, hayan accedido ni más ni menos que al gobierno del Reino de España, cuando se ciscan en público y en privado tanto en la mismísima España -de la que han estado mamando- como en su Monarquía, en su Constitución, en su Himno, en su Bandera, en su Historia, en sus Muertos, en su Gente…?

Cuando mis hijas me preguntan qué coño pasa en nuestro país, que porqué nuestros políticos tienen la cara tan dura, me quedo sin palabras. Esta poca vergüenza no se la explica nadie, si no fuera porque pareciera que a aquellos españoles imbéciles se la suda todo.

Y no sé porqué tengo la sensación de tener, en la parte que me toque, alguna culpa de cómo está nuestro país por no haberlo hecho lo suficientemente bien; por no haber hecho lo bastante… A mi generación nos regalaron una recién estrenada y por ello defectuosa democracia, y en cierta forma, sabiéndolo, no la hemos perfeccionado corrigiendo sus fallas sino que las hemos utilizado pareciera que para hacernos trampas y quebrarnos al solitario. Y tanto hemos utilizado la Constitución y las leyes de forma torticera y prostituta, que hemos llegado a ver normal el que muchos se las salten a la torera y las quiebren, para salirse con la suya.

Y así, tenemos ahora amorrados al gobierno a una gentuza, que odia a los españoles hasta tal punto que en su día usaron el terrorismo sin piedad para conseguir sus fines y encima, lejos de renegar de aquella no tan lejana barbarie asesina, la exhiben en nuestra cara en el Congreso de los Diputados como si de un mérito democrático en nombre de Franco se tratara… Cuando lo que odiaban y mataban eran siempre, y simplemente, españoles.

— ¡Me cago en todos sus muertos…!

Otros, que no se cansan de traicionarnos saliendo cansinos cada dos por tres al balcón de la Generalidad a proclamar la republiqueta ésa, que no tienen los huevos ni el apoyo suficientes para ganar por la fuerza y con una revolución en las calles que es como se consiguen esas cosas: luchando con cojones, con sangre y víctimas en las calles… Como a ellos les gustaría.

Cobardes unos y otros; pero igual si no más cobardes nosotros que lo hemos consentido.

El caso, es que yo soy un español al que no le importa todo una mierda y no soy seguramente un tipo ejemplar, pero lo que nunca he sido ni por mi educación se me ocurriría ser nunca, es tan infame y tan ladrón, así de sinvergüenza y malnacido, como lo son porque así se comportan muchos de los que hemos permitido que accedan a puestos de relevancia política e institucional.

Y claro, ésto no lo entiende ni mis hijas ni nadie, ni Dios… A no ser que admitamos como algo normal que a millones de españoles imbéciles se la sude todo, caguen en el mismo sitio donde luego comen, confronten y enfrenten con ideología y vehemencia a sus vecinos, y odien su pasado hasta el punto de negar y tergiversar La Historia misma, para que ésta se adapte torticeramente a su ideología de mierda. ¡Qué asco…!

eeen fin. Comunismo.

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

…..

COSQUILLAS… 🤣😂 💕

Publicado el 27 de abril de 2022.

Cosquillas… Nada te gustaba más; pocas cosas creo que te gusten más. Caricias, pellizcos y sustos; risas, carcajadas irresistibles. Cosquillas de tranquilidad o cosquillas en las costillas, tú elegías… Te meabas de la risa.

Estar a tu lado siempre ha sido un deleite tal, como el de aspirar la nota dominante de un perfume maravilloso; aquélla, realza en su fondo el matiz del resto de los aromas que lo componen, y es justo la esencia que provoca más placer al aspirarlo. La tuya es intensa, nota dulce, amaderada, un fondo floral: un deleite como a miel de nardo, a rosas pasadas… Hueles, diríase que a tus abuelas y a sus madres; a algo familiar, maternal, como una especie de olor a regreso.

Un verdadero tesoro, una joya valiosísima; alguien para presumir… Eres preciosa, pero no tanto por lo indudable de tu precio o lo adorable de tu belleza, sino por el valor de para las muchas cosas que vales.

Tenemos tanto que contarnos que daría igual por donde empezásemos.

Éramos unos novatos. Tanto para mí, pero más para tu madre, eras nuestra primera hija y se ve que por eso no pude entrar en el paritorio para asistir a tu venida; la cosa parece que se nos complicó un poquito… Y menos mal que no me dejaron entrar porque como bien sabes, yo sólo hubiera servido para complicarlo todo más. Se ve que soy demasiado impresionable, un mierdaseca en los hospitales; me mareo con una facilidad pasmosa, y a menudo termino tirado por ahí en el suelo chorreando de sudor con la mirada perdida y blanco como el papel.

Pero como si para entregarme un regalo se tratara, me llamaron estando en la sala de espera, y llegaste a mi vida en forma de la aparición de un hermoso querubín… Nunca olvidaré el instante de acercarme y verte por vez primera. Poco a poco, te me apareciste Iluminada y caldeada, tan sólo por el arrebol del haz de luz de aquella bombilla roja colgada sobre tu cuna, situada en el recoveco de una sala en penumbra junto al paritorio. Recuerdo mi asombro al acercarme, despacito, como con mucho cuidado, y ver de repente lo precioso de una hembra tan tan pequeña… Era nuestra primera vez juntos. Mi primera vez. Acababas de llegar.

Y al verte así tan de cerca y por vez primera, mi vida entera no solo cambió sino que dio un vuelco… Diríase que en ese momento como que crecí de golpe, me agrandé; y que al mirarte con tanto detalle, por amor, transmuté, convirtiéndome de repente y para siempre en otra persona.

Tu padre.

No había vuelta atrás… En ese momento terminé de hacerme mayor, aunque sabes bien que nunca me ha entrado del todo el conocimiento.

eeen fin.

Sabes que te quiero mucho, muchísimo. 💕

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

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Buda…

Publicado el 30 de marzo de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

La infelicidad existe, algo la causa, la infelicidad puede no existir. Hay un camino para conseguirlo. Puede que sufra, sufro por algo; puedo no sufrir, a ver qué hago. Éstas son las cuatro “nobles verdades” del budismo… Las últimas palabras que dicen que dijo fueron:

«Perseverad, atentamente…»

Lo de no tomarse el nombre de Dios en vano era para los budistas el primer mandamiento. El budismo en sus orígenes no era una religión; se trataba de una meditación sobre la vida, y el establecimiento de una norma de la misma vida no sólo sin referencia alguna a Dios, sino además sin concesiones religiosas… La eliminación del nombre de Dios era para Buda el pensamiento religioso por excelencia. Como Einstein, que por no nombrar nunca a Dios se creía profundamente religioso… A más de un ateo nos pasa eso.

La ocasión, el lugar, la postura, la duración de los ejercicios espirituales. Cosa de monjes. El hacer las paces con uno mismo y luego empezar a apreciarse activamente. Ampliar el campo… Dejo entrar a los que quiero, luego a los que conozco, luego a los que no quiero nada, luego a los desconocidos… Me miro como miraba a mis hijos pequeños, me sostengo en mis manos; hago por sentir lo mismo por los demás.

Las tres fases de la oración… La primera es la atención focalizada, el momento presente permite una distancia clara sobre todo lo que te sigue pasando por la cabeza. Durante la segunda todo lo abarcas, lo llenas de mente, formas parte del todo con todo. En la tercera la benevolencia se dirige hacia todo, pues todo conduce de nuevo hacia ti. La separación sin rencor, budista… Los que de niños rezamos lo tenemos más fácil.

Busco el momento en el que entré en el convento, a partir del que me distancié de todos… Algo así como el personaje de La Caída de Camus, que buscaba el momento a partir del cual empezó a ser una mala persona. Cuando lo encuentra, se da cuenta de que nunca tuvo otra opción… Comparto con los monjes zen budistas, los sadu hindúes, los sufís islámicos, los hasidín judíos o los místicos cristianos, las técnicas de estar ahí, de prestar atención… De niño “ayudé en misa” y me estremecía cuando subía la hostia; me creía “en gracia de Dios”.

A mi hijo mayor cuando tenía cinco años, la maestra, al verle un día en el patio un poco apartado de todo le preguntó: «¿qué haces…?» «No me moleste señorita, ¿no ve que estoy pensando…?» Cuando ella me lo comentó le dije, que cuando uno está encantado es cuando menos necesidad tiene de que le interrumpan. Le hablé de la primera de las invasiones: el distraer a alguien que está ensimismado. Se había quedado encantado, quizás estaba en contacto con su ángel bueno… Meditando.

Cuando terminas con un pensamiento y antes de empezar el siguiente ¿no se produce una pequeña pausa…? Ésa, es la entrada a tu casa de eternidad… Alarga ese momento, agranda tu casa, sigue ahí. En un lugar así se está definitivamente bien. De repente parece que la felicidad sobre la tierra, la de ese tipo y en este cuerpo, están a mi alcance.

Historias de Paco Sanz ✍️

La Mierda…

Publicado el 14 de julio de 2021.

Historias de Paco Sanz ✍️

Me pregunto por qué he tardado tanto en cambiar el protector de pantalla del móvil. Por qué en general me resisto a tirar las cosas. Me parece una condena similar a la de Funes el memorioso, aquel personaje de Borges que no podía olvidar nada… Me adapto a las cosas estropeadas, estoy manteniendo, arreglando viejas cosas, viejas relaciones. Vuelvo, como en este momento, a oír una música que he oído ya muchas veces.

De la única cosa que me libro con mucho gusto es de la mierda. Me he pasado más de media vida -y soy muy mayor- ejerciendo la medicina… Lo del estreñimiento es la primera causa de consulta en geriatría. En Cataluña tenemos con la mierda una relación casi cariñosa. Un poco en plan: la merda de la muntanya no fa pudor.

Por aquí decimos que alguien ha trepitjat merda o que porta merda a l’espardenya cuando tiene mala suerte. Si algo tiene un color indefinido la comparación también va a parar allí mismo: color de merda d’oca. Cuando alguien se emborracha, decimos que porta una bona merda. Pero si alguien es un don nadie, también lo podemos calificar de mitja merda o de ser un merda seca. Si estamos destrozados por el cansancio o por algún contratiempo, quedamos fets una merda. A quién le gusta presumir, entonces fa el merda, y si corre mucho, va a tota merda. Cuando alguien hace un mal negocio, canvia pets per merda. Y si alguien es desarreglado, decimos que deixa la merda allà on caga. Para desear que le vaya bien en una representación a alguien le deseamos molta merda. Pero de todas las expresiones, la que me parece más entrañable es la que hace referencia a dos personas unidas por una gran amistad y complicidad: són cul i merda.

Nunca he tenido “servicio” y a ver si tengo suerte y me muero sin necesitarlo. Ayer limpié la casa. Me acuerdo de aquel tribuno que cuando vio a un esclavo abrochando los zapatos de un patricio rogó al cielo que llegara el tiempo en que tuvieran que masticarle la comida… No es sólo que sea un vago, que lo soy, sino que procuro hacer ciertas cosas tan rápido o tan poco como pueda.

Y es que o bien limpiar letrinas es una tarea jodida y cuanto menos tiempo se dedique a ella tanto mejor, o bien es un bautismo colectivo y todo ciudadano debe sentirse orgulloso de recibirlo en forma de eucaristía… Mientras el socialismo se identifique más con la segunda que con la primera de estas propuestas, el socialismo es una mierda. Estoy harto de luchar contra él.

Y es que «nadar contra corriente» es una buena receta pero mientras el agua está más o menos limpia. No sé quién decía aquello de «el que lucha con mierda, pierda o gane sale enmerdado”. O por decirlo de otra manera: ¿Me compensan los momentos de satisfacción que obtengo siendo Spiderman, de toda la mierda que tengo que tragar como Peter Parker…? Hay cuatro rutas para acabar tragándosela, es el grupo de las F: fluids, fields, flies, fingers and foods.

Ahora se hacen trasplantes de mierda, eso sí que es tomar por culo.

Historias de Paco Sanz ✍️

Plaga de ‘opinaores’

Publicado el 20 de abril de 2022.

El viernes día 3 de diciembre de 2021 Twitter bloqueó la cuenta oficial del periodista Alvise Pérez, por incumplir no sé qué reglas al haber publicado los rostros y nombres de los jefes de prensa -qué ironía- de los partidos políticos que firmaron el infame acuerdo para instar al Congreso de los Diputados, ni más ni menos que a «tomar medidas» contra determinados medios de comunicación y sus periodistas.

Jefecillos de prensa censurando La Prensa.

amplía la foto

«Bloqueado por daros sus identidades. Tienen miedo»

Alvise Pérez.

Vamos a ver… ¿Políticos que señalan y censuran a unos periodistas que consideran incómodos, pero esos mismos periodistas señalados y censurados no pueden denunciar la infamia que se comete contra ellos…? ¡Qué cosa la censura…! Se tiran los pájaros a las escopetas. ¡Qué asco…!

Pero fíjate tú, que al mismo tiempo, nos invade esta plaga de opinaores ígnaros y comemierdas de la foto. Piara de palmeros apesebrados, meretrices ideológicas; montón de marionetas mercenarias que con buen sueldo poca faena y todavía menos vergüenza, campan a sus anchas por púlpitos y platós rojos infectando la realidad diciendo y haciendo lo que les viene en gana.

Gentuza… Uno de ellos, dijo el otro día y sin rubor en uno de sus aquelarres públicos, que «ser fiel al comunismo nos asegura que siempre tendremos la razón…» ¡Joooder me dije, un intelectual…! ¿Qué te parece el razonamiento…? Filosofía pura.

¿No…? 🙄😳

Tal y como está de gañán y de moña el mundo, hay que tener en cuenta que ningún periodista o contador de historias que se precie, llegará nunca a nada, si viviendo este presente tan mañaco y cobardón no le censuran constantemente en las redes. Si no te censuran aunque escribas bien, malo: mal vas.

Dos, creo yo, son las principales obligaciones morales de todo periodista al ejercer: una es la de mantenerse siempre independiente y por ello crítico, rebelde y hasta beligerante si hiciese falta frente al poder establecido; y la otra, la de acumular prestigio personal a fuerza de usar siempre la palabra, la justicia, la verdad y la ley, como leitmotiv de los argumentos y la intención de sus noticias.

Hoy parece que vivimos aislados, dentro de una burbuja informativa y cada uno en la suya; como encerrados en cuevas; solitarios cual náufragos culturales varados en islas alejadas unas de otras… Lo único que podemos hacer intelectualmente y una vez que nos hayamos equivocado lo suficiente, es reconstruir nuestra cueva mental cambiando con paciencia los materiales de los que está hecha, modificando poco a poco nuestra atención sobre las cosas importantes.

Lo primero que has de hacer es desinstalar de tu móvil todas las aplicaciones de tus redes sociales. Sí, todas… ¡Veeenga, vaaale, déjate el güasap…! Pero sólo porque es la única aplicación con la que si de verdad quieres o necesitas algo de alguien, puedes dirigirte directamente a él sin demasiadas interferencias algorítmicas.

Lo segundo es elegir dos o tres buenos periódicos, alguna radio solvente, tres cuatro o cinco escritores y artistas que te gusten, y buscarlos en la web. Luego, fija sus enlaces en tu pantalla de inicio, y ya está…

Y lo tercero, es ser constante al leer y leer de todo para poder mirar a izquierda y derecha con verdadera curiosidad, y dejándote invadir de ideas ajenas siempre y cuando sean éstas bondadosas, admirables, sensatas, bellas… Dejarse, unirse, amarse.

eeen fin.

Que te censuren, aaanda y que les den.

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

Planes y Aventuras

Publicado el 5 de marzo de 2023.

Historias de Paco Sanz ✍️

Elaboramos recuerdos. Nuestra historia es contemporánea. Y en cuanto a nuestros propósitos, solemos confundirlos con nuestras esperanzas. Como historiadores, pretendemos conseguir que todo fue un ‘así lo quise…’ Se dijo de la vida que es lo que te pasa mientras haces planes; que Dios sonríe cuando nos ve haciendo planes. La historia no muestra la ineficacia de nuestras intenciones sino, con lo bien que los olvidamos, la vanidad de nuestros propósitos.

Hacer planes y concebir destinos se acompaña de sentimientos agradables, y quién durante toda su vida no fuera otra cosa que un buen hacedor de planes sería un hombre feliz; pero le será necesario de vez en cuando reposar de esta actividad intentando llevar alguno a término. ¿No….? Y eso suele desilusionar, o poner en peligro…

Amundsen decía:

“La aventura, es un fallo en mis planes”.

Tanto en la ciudad como en la vida el no ser excesivamente estricto en la aplicación de planes y controles consigue que los hombres tengamos mayor poder sobre nosotros mismos, y nos demos mejor cuenta de la presencia de los demás… Esa es la promesa y la justificación de dejar entrar al desorden, al azar en nuestra vida, al caos de nuestra voluntad.

Nuestros principios fijan aquéllo que nos vale la pena, nuestros propósitos crean la luz en la que nuestra vida se baña, y nuestra racionalidad -tanto la individual como la social- define y simboliza la distancia que hemos recorrido desde la mera animalidad… Por eso nuestras vidas llegan a significar bastante más de que lo que en realidad dan. Sólo los muy valientes o los muy tontos pueden vivir sin esperanzas.

A veces todos los planes de la existencia se invierten, todos los efectos del deseo metafísico son substituidos por efectos contrarios. La mentira es reemplazada por la verdad, la angustia por el recuerdo, la agitación por el reposo, el odio por el amor, la humillación por la humildad, el deseo según el otro por el deseo según uno mismo, y la trascendencia horizontal es desviada por la trascendencia vertical.

La elección a la que nos enfrentaremos en la siguiente generación no es entre el capitalismo y el comunismo, o el final de la historia o el retorno de la historia, sino entre la política de cohesión social basada en unos propósitos colectivos y la erosión de la sociedad mediante la política del miedo.

En ciencia, tenemos que ser especialmente cuidadosos con las preguntas del tipo ¿por qué? porque lo que por lo general nos interesa es el cómo… Para ser capaces de hacer predicciones con éxito, para hacer falsable, es decir teoría de la teoría, no necesitamos atribuir propósitos sino suponer, hasta qué punto el cómo han ido las cosas determina como pueden seguir ocurriendo…

Hago lo que puedo para pasar de de la melancolía neurótica a la psicosis depresiva. Me engolfo en la includencia: proponerme objetivos por encima de mis posibilidades que me terminan paralizando. Y por supuesto en la remanencia: el ir dejando cada vez más cosas por hacer…

En fin: ¡qué vida tan buena, qué amigos he tenido, qué vacías de todo las ciudades que tanto he recorrido, qué basura metafísica mis propósitos todos…!

Historias de Paco Sanz ✍️

Vergüenza de País

Soy una rara avis. Que conste que me gusta el fútbol, pero me dan completamente igual los equipos de fútbol porque no soy de ninguno. ¡Que gane el mejor….!

Verás como esta noche si gana el Madrid sale la gente a la calle a celebralo, como así debe ser… Pero para protestar por cuánto nos están robando LOS SOCIALISTAS verás como no sale nadie

Este país es así, vota tal como va al futbol: a favor de su equipo de toa’la vida. Así, sin pensar. Es decir, le importa una mierda lo mal o bien que juegue el partido su equipo al fútbol, o lo muy hijodeputa que sea el representante político de su partido: quiere ganar. Se ve, que somos del Madrid o del Barcelona al igual que podríamos ser Fascistas o Comunistas recalcitrantes. O sea, que nos da igual lo que nos pase porque lo importante es lo que pensemos.

¡Pues vaya estupidez, somos gilipollas…! O al menos lo son un buen montón de millones de españoles que de verdad que no sé cómo llamarlos; no sabría cómo calificarlos. Me quedo corto.

…eeen fin.

Entiendo, que si nuestro equipo de fútbol pierde le sigamos siendo fieles, pero no entiendo que lo sigamos siendo cuando son nuestros políticos quienes nos traicionan, roban, e insultan. No lo entiendo repito, a no ser que seamos tonticos, porque no es lo mismo el fútbol que la política, ¿verdad…? 🙄😳

Porque mira la mierda de presente que tenemos en España y aquí estamos los decentes, sin manifestarnos, metidos como conejos en nuestras madrigueras. Y no me quiero repetir con el argumento, pero es paradójico la que se monta cuando el Madrid o el Barcelona ganan la liga, y lo cobardes que somos cuando nos están robando La Democracia en nuestra propia cara y nos quedamos calladicos metidos en casa.

Y allá tú, leyéndome… 🙏

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

Cagados de miedo

Primero serían el hambre y el fuego, luego el lenguaje, más tarde el reloj, mucho después aparecería la escritura, y mucho más tarde lo hizo el telescopio… Luego también tardaron la imprenta, la máquina de vapor, el microscopio, la cámara fotográfica o la máquina de escribir. Y por último, inventamos el transistor y luego el microchip… Ahora son plaga los mandos a distancia, los cepillos de dientes inteligentes, los televisores que eligen ellos, los cortapelos de nariz y orejas, o las páginas web meteorológicas… 🙄😳

Los ordenadores nos lo han quitado todo, al facilitarlo todo tanto. Hasta el punto, que los fotógrafos han perdido su valor porque todos llevamos una cámara de alta definición en nuestro bolsillo. Los directores de cine, están temblando desde que hay inteligencias artificiales que hacen todo el trabajo sin rechistar. A los médicos, los hemos perdido detrás de aparatos tecnológicos pensados para ahorrarles el tiempo que deberían pasar con nosotros. Y también, hemos perdido la noción de la política y el contacto con los políticos, porque éstos se han convertido en meros eslóganes de Twitter, simples perfiles de Facebook e Instagram, o en torpes vídeos de veintisiete segundos para publicar sus tonterías en Ticktock o en WhatsApp en campaña electoral.

¿Y los escritores…? ¿No estamos cagados de miedo los escritores ante la IA…? Pues claro: si escribes sin alma ahora cualquiera te puede sustituir. Imagínate una máquina que aprende de lo que otros escriben mezclando cortando y pegando (copiando) más rápido de lo que tú eres capaz de crear… Aunque sí, es verdad que nunca será algo humano, una creación humana original; peeero, tendrá esas trampas y algoritmos tan cojonudos que consiguen siempre que consigas lo que tú quieres.

...eeen fin.

Mira tú qué listos los algoritmos, la Inteligencia Artificial, el posicionamiento en Google, la Agencia Tributaria, las ofertas de Amazon, y la puta madre que los parió a todos.

😎 Gracias por leerme… 🙏

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras

El fuego de Robinson…

Publicado el 25 de febrero de 2021.

Historias de Paco Sanz ✍️

Para volver a sentir que estoy en una casa no hay como llegar en invierno a ésa de la que falto desde hace meses, y esforzarme en impedir que se apague el fuego del hogar. Hay en el gusto de estar juntos junto al fuego algo que devuelve al hogar su sentido.

Por dejarme una vez más de prosas, recuerdo que en lo verdadero los poetas lo bordan: “Encendido en palabras puras/ el fuego conversa conmigo./ Como un abuelo labrador,/ de cenizas encanecido,/ llamea en su boca barbada/ un consejo de campesino./ Y tiene sencillez de campo,/ sencillez de ropa de lino,/ sencillez de pan de centeno,/ sencillez de ataúd de pino./ Un poco de cielo desciende/ al humoso ademán tranquilo”.

Cada uno entiende el hogar con las palabras, con los sentimientos que tiene a mano. El hogar puede entenderse como posada donde uno pasa unos días u horas antes de volver a ponerse en camino. O como penitenciaría donde se deja al cuerpo y se aplica a entenderlo como prisión del alma. O como manicomio desde donde se entrega a engendrar monstruos. Y finalmente, como cloaca donde hay que dejar toda la mierda de la que uno no ha podido deshacerse… El hogar es la cárcel de los niños y el hospicio de los viejos.

En la casa, en las costumbres, uno habita. A veces me doy cuenta de que no estoy habitándola, que ya no es “hogar” porque ha dejado de tener fuego; pero tampoco es “habitación” porque no tiene ni siquiera ”lugar”. No tiene centro habitado, como esa ciudad en la que uno no encuentra su barrio.

A veces uno lo busca (el hogar) en las “grandes superficies”. La llamada sociedad de consumo y acontecimiento se inventó en Centroeuropa al mismo tiempo que los invernaderos. En aquellos pasajes con techo de cristal de comienzos del siglo XIX, en los que en invierno, una primera generación de clientes privilegiados aprendió a respirar el aroma embriagador de un mundo cerrado y rodeado de mercancías.

Los hogares de muchas áreas urbanas del mundo tienen hoy como fin proteger a sus habitantes, no integrar a las personas dentro de sus comunidades. La reparación económica y el guardar las distancias se han convertido en las estrategias más comunes de la lucha urbana por la supervivencia… En fin “Méteme, Padre Eterno, en tu pecho,/ misterioso hogar,/ dormiré allí, pues vengo deshecho,/ del duro bregar”.

Cuando empecé a estudiar fuera escribía cartas a casa. En cierto modo siempre lo he hecho. Me marché de casa y constantemente tengo que escribir a los míos, que están lejos; al hogar de mi niñez, aunque hace tiempo que aquella idea de hogar se haya desvanecido de mí para siempre… Toda esta escritura no es más que la bandera de Robinsón, el fuego encendido en la cota más alta de la isla. Me levanto para avivarlo antes de que todos se despierten.

Historias de Paco Sanz ✍️

Huevos y Bombas

Publicado el 25 de marzo de 2022.

Operaciones Especiales íbamos a la vanguardia del convoy, y la misión de mi pelotón era la de avanzadilla para asegurar y despejar al precio que fuese nuestras vías de transporte. Teníamos licencia para matar, pero esa gélida mañana las órdenes desde logística eran de lo más mundanas aunque también tajantes: había que desecar lo antes posible y como fuera una pequeña charca que se interponía en nuestro camino. Tenía una forma más o menos circular, unos cuarenta metros de diámetro, no más de cuatro de profundidad, y constituía un verdadero impedimento para el avance de los blindados. Había que vaciarla, había que hacerlo ya, y los ingenieros decidieron usar explosivos dada la urgencia.

Todo un un reto porque no habíamos hecho algo así nunca, pero una vez bien analizados los detalles del problema, la solución explosiva para vaciar la charca no nos pareció un disparate sino todo lo contrario.

Era un día extrañamente oscuro, gris pero de un gris diría que marengo, sombrío; el aire era un puro helor también gris pero como más claro, y pareciera que nos envolvía un vaho espeso, neblinoso. Serían las ocho de la mañana y os podéis imaginar para un sureño como yo, en pleno enero y a la intemperie de una serranía muy muy al norte, cómo de fría estaría el agua aquélla… Escarcha pura. Conforme iba adentrándome y sumergiéndome en la charca recuerdo la sensación en mis huevos, los pobres, helándose y encogiéndose a medida que les llegaba el nivel del agua… Tiritando ya tenía el agua al cuello, y el plan, era sumergirme lo más en el centro posible y dejar en el fondo debidamente lastrados y orientados, cebados e impermeabilizados, los quince kilos de explosivo que llevaba en un petate; para finalmente, extender el cable detonador con cuidado fuera del agua hasta conectarlo al botón rojo.

Cuando completé el trabajo empapado y temblando aterido, di la señal levantando el puño derecho estirando el pulgar… Pulsar aquel botón rojo ya no era cosa mía sino del suboficial al mando. Éste, ordenó, situarnos rodeando la charca a no menos de cinco metros del borde y tirarnos al suelo bocabajo, protegiéndonos de la onda expansiva abriendo la boca y de los cascotes cubriéndonos con las manos cruzadas sobre nuestras cabezas sin casco… Una boina verde llevábamos.

¡¡Todos al suelo… A cubierto…!!

¡Booouuummm…!

Recuerdo levantar solo un poco la cabeza dos o tres segundos, y ver asombrado alzarse ante mí una gigantesca columna de agua de unos treinta metros de diámetro, elevándose al menos otros veinte de altura… La vi, levantarse imponente, espesa y amenazadora, hasta que terminó cayendo implacable golpeando nuestras cabezas en forma de una violenta avalancha torrencial caliente por la explosión, marrón de lodo, sucia de hierbajos y piedras, y llena bichos muertos. Su puta madre…

Terminé con la sensación de un apaleado dolorido de tanto pedrusco que nos cayó encima, y empapado como una sopa pringado con aquel barro caldoso caliente metido hasta en los huevos, mis pobres.

eeen fin. Cumplimos la orden.

Gracias, pero que muchas, por leerme…

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

FILIAS Y FOBIAS

Publicado el 18 de febrero de 2021.

Historias de Paco Sanz ✍️

El miedo al contacto tiene hasta nombre: hafefobia. Es tanto miedo a tocar como a ser tocado. Las fobias son la leche, son como la ansiedad, bicamerales las pobres. Pasa también con aporofobia, (del griego ἄπορος áporos ‘pobre’ y φόβος fóbos ‘miedo’ ) que es tanto el rechazo hacia la pobreza como hacia las personas pobres.

Recomendaba Talleyrand a los secretarios a los que daba clases, que desconfiaran de sus primeros movimientos porque eran generalmente generosos. Propios de un hombre primitivo. Era un tipo serio, según él: “Con las bayonetas se puede hacer de todo. Todo, menos una cosa: sentarse en ellas”.

Hoy, el antiguo proverbio sumerio que ha sido traducido como “Obra prontamente, haz feliz a tu Dios” tiene vigencia, sobre todo en el mercado. Pide que ignores al enemigo. Que no seas paranoico. Paranoia, viene de para y nous. Otra mente, describe tanto el estado alucinatorio de la esquizofrenia como el de la mística del hombre bicameral, que escucha voces, o se imagina enemigos.

Algunos pueblos de África Occidental cuentan que, antes de llegar al mundo, cada uno establecemos contacto con un doble celestial que prescribe qué haremos con nuestra vida: cuánto viviremos, con quién nos casaremos, cuántos hijos tendremos, etc. “Entonces, justo antes de que nazcas, te conducen al Árbol del Olvido, al que abrazas y a partir de ese momento pierdes todo recuerdo consciente de tu contrato”. Sin embargo, si no cumples todas tus obligaciones contractuales, “enfermarás y requerirás la ayuda de un adivino, que empleará toda su habilidad para contactar con tu doble celestial, y descubrir qué artículos de tu contrato estás incumpliendo”.

No está mal eso de creerse varios para enfrentarse a las fobias. La poesía también ayuda. “Me bañé, afeité, vestí; me miré en el espejo./ “Vamos”, le dije a mi agorafobia, y salimos/ juntos a dar un paseo por el parque”. El otro lado de las fobias son las filias. Los que disfrutamos de la comida y de la música lo sabemos. El conflicto entre la necesidad de resistirse y la necesidad de adaptarse, es un modelo que se repite a todas las escalas, desde la cocina, con la necesidad de conciliar la neofobia y la neofilia, hasta la música, con la de armonizar la repetición y la diferencia.

Sucede algo parecido con los viajes. Se puede viajar por filotopía, por amor a un lugar. Pero también por topofobia, es decir viajar contra un espacio, partir impelidos por la imperiosa necesidad de no estar en un lugar. Tanto fobias como filias tienen un efecto rebote que vendedores y políticos usan sin manías.

Por ejemplo, la invención de la Islamofobia ha sido ha sido hábil pues ha acabado convirtiendo al Islam en un objeto intocable bajo pena de racismo. Alimentados desde hace medio siglo en el respeto a la diferencia, se nos invita a no evaluar una religión extranjera con criterios occidentales. El relativismo cultural, nos manda ver lo que llamamos nuestros valores, como simples prejuicios, creencias de una tribu particular que se llama Occidente. Pasa también con la xenofobia. La xenofobia no es una actitud exclusiva de las culturas invasoras, se da también en las invadidas, en las culturas de los vencidos. La sensación de que los propios dioses han muerto conduce a veces a perseguir a los propios abuelos.

El Gran Inquisidor de la España cristiana del siglo XVI oculta sus orígenes judíos, y se vuelve con odio contra aquellos de los suyos que han conservado sus raíces. El que ha tenido que aprender catalán de mayor, es el que más insiste en que sólo se hable en catalán.

Historias de Paco Sanz ✍️

La zapatilla voladora 💕

Publicado el 13 de abril de 2022.

Ya te habíamos dicho varias veces que dejaras la nevera quieta, que en un momento sacaríamos los helados… Era uno de esos frigoríficos de dos puertas con el congelador abajo; la puerta inferior te llegaba más o menos a la altura de la cabeza, y no parabas de darle estirones con ahínco para abrirla y cogerte un cucurucho de chocolate. Tendrías cuatro años… Que si Paula déjalo ya, que si Paula para, que si Paula mira que me enfado.

— ¡Paula Coooño…!

Naaada, ni caso, tú a lo tuyo, por un oído te entraba y por el otro te salía. Hasta que claro, tanta fuerza e insistencia dieron su fruto, y te diste un buen portazo en los hocicos. Se abrió de golpe aquella puerta, y tan fuerte tiraste de ella como fuerte te golpeaste, ya que caíste sentada en el suelo algo aturdida pero eso sí, con el congelador abierto, claro.

Tuvimos que contener la risa al verte allí en el suelo mirándonos, pobrecilla, con los ojos como platos y un amago de pucheros asomando en tu rostro por el susto y por el golpe. Peeero… ¡Ahhh amiga…! Cuando viste que nos reíamos de tí, en sólo un instante y cual si una gata iracunda, el gesto en tu cara tornó del casi llanto a la rabia. Herida en tu amor propio te levantaste de un brinco, y con ese gesto erizado de gata rabiosa enseñando los colmillos, nos gritaste desafiante aquéllo de:

— ¿Y vosotros de qué os reís, coño…?

…Silencio. 🙄😳 Y diste un portazo cerrando la puerta del congelador, pero como con desdén, sin coger siquiera el helado; y echaste a andar dándonos la espalda como un torero tras un percance, con chulería.

Desde tu primer día conmigo he sentido siempre la suerte de saber que eres alguien muy especial: Mi Caramelo de Fresa. Ha sido siempre un lujo el sentir un cariño tan sincero como el tuyo, y que además, tiene en suerte el poseer ese atractivo tan irresistible que tienen los desafíos… Eres adorable aunque dura y directa; difícil pero cariñosa y generosa; detallista y lista, muy muy lista. Una verdadera joya de señorita más que bien amueblada, dotada de una energía y fuerza interiores tal cual si alojara bombas en sus adentros… El atractivo de la belleza sumado al atractivo del peligro, de la complejidad, del riesgo… ¡Qué peligro…!

Chocábamos con demasiada frecuencia porque aunque tenías solo ocho años, presentías la ruina de tu entorno familiar pero no lo comprendías. Y como soy tu padre recuerdo, y creo, que tu actitud rebelde e inquisidora se debería en gran medida a que no te explicabas, pobrecilla, el porqué queriéndonos tanto estuviésemos separados; ni entendías, el hecho de que hubiese sido yo el que se había tenido que ir de casa.

Volvíamos a casa de Manuela después de estar en la playa todo el día juntos, y de verdad, que no logro acordarme de cuál fue la espoleta que esa tarde hizo que explotásemos los dos… Fue un gesto aquél que no había tenido nunca con vosotras, y es curioso, porque aunque lo intento no logro recordar nunca, el motivo en concreto por el cuál enfadadísimo te lancé aquel alpargatazo tirando a dar…

Te rozó la nariz aunque apunté al cuerpo; y menos mal que no te di de lleno porque de veras que lo tiré con ganas… Te quedaste de piedra inmóvil mirándome ojiplática, y sorprendida, rabiosa y casi al punto del llanto, aún, me retaste:

— ¿Papaaá, me has tirado una zapatilla a la cara…? Lo dijiste con retintín, clavándome con la mirada.

— ¡De zapatilla nada niña…! ¡Lo que te he tirado es un alpargatazo y si te sigues portando así tengo otro preparado…! ¡Mira…! Dije descalzo, esgrimiendo tristemente el otro alpargate como mi última bala en la recámara.

Recuerdo que como lobas, se lanzaron sobre mí tu hermana y Manuela al oír nuestra trifulca en el salón:

— ¡Papá, no creo que tirarle una zapatilla sea la mejor manera…!

— ¡De zapatilla nada, un alpargatazo es lo que le’tirao...!

— ¡¡Antooonio, escucha a tus hiiijas…!! Terció Manuela.

eeen fin. 💕

Que te quiero mucho, muchísimo… 💕

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

Una pareja tomando café…💕

Publicado el 8 de febrero de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

Le dio ayer tomando café por hablarme de la cantidad de mujeres que no denuncian a su pareja cuando las maltratan; de que haya tantas mujeres que eligen a maltratadores como pareja, que olvidan el maltrato, que retiran la denuncia.

Le dije que una cosa es elegir una pareja para reproducirse, otra para que te infunda seguridad, y otra para que proporcione un buen medio ambiente para criar a tus hijos. Lo de follar y la felicidad ya es otro tema… Que las hembras de muchas especies monógamas son infieles, sobre todo coincidiendo con períodos en los que la probabilidad de procrear es mayor. Para los teóricos de la evolución, el que haya más de un 10% de las crías que no son de su pareja habitual, responde al hecho de que las hembras quieren a la vez estabilidad, seguridad, y buenos genes para sus hijos. Los mejores padres no son siempre los mejores progenitores. No siempre; no para todas.

Se ha comprobado que las conductas de riesgo de infidelidad en las hembras aumentan durante su periodo de ovulación: su estado anímico así como los sentidos auditivo visual y olfativo, mejoran; el apetito sexual aumenta y sienten atracción sobre todo, por machos que se diferencian genéticamente de ellas. Tras la ovulación vuelve a reducirse la libido, y al poco, prefieren de nuevo parejas cuyos genes se asemejan a los suyos.

Entre nosotros: lo del emparejamiento, ya no es lo que era… Las parejas tampoco. Lo del cortoplacismo las ha alcanzado. La norma ésta del “estar en pareja solo mientras se está bien” es un sinónimo de ruptura… Sé fiel a tu deseo, defiéndelo de lo no-auténtico, de las convenciones sociales. Así, condeno a mis prójimos a ser simples constructos de mis sentimientos: el otro se convierte en un fantasma, actualizado únicamente por mi amor proyectivo hacia él. El nosotros posmoderno, es sólo la suma de mis objetos de deseo: un mundo repleto de cosas que cancelo cuando les retiro mi afecto o mi atención.

Uno no se inicia con el compromiso o con el sexo, o con la intimidad; uno no accede a la madurez social o sexual; la virilidad o la femineidad lo preceden todo… Muchas parejas no son, en el fondo, sino la unión de dos niños que esperan obtener del compromiso un sentido del «sí-mismos…» Algo, mucho, más de lo que aquél puede ofrecer.

Los jóvenes enseguida “viven juntos” sin casarse, sin promesas de porvenir común, sin compromisos recíprocos. Son matrimonios en fase de ensayo, de cohabitación ligera, sin dejarse aprisionar por el “cuadro institucional del matrimonio» y pudiendo siempre dejar la relación sin demasiados problemas. Son parejas efímeras, sostenidas por compromisos leves, sin riesgos, y modificables a voluntad.

Sin embargo las separaciones todas duelen, suelen entenderse como un fracaso; a partir de ese fracaso empieza a entenderse la soledad como un alivio, y la libertad en materia de relaciones se transforma en miedo a una nueva relación que se acabará. Vivimos entonces mejor la insoportable levedad del ser, que el peso de la soledad del ser… La ligereza y movilidad ganan, la ligereza interior no tanto.

Historias de Paco Sanz ✍️

Cosas de mi padre

Sólo cuando me fui haciendo mayor empecé poco a poco a estar orgulloso de mi padre; de jovenzuelo he de confesar que me avergonzaba un poco de él. No era un tipo aguerrido, emprendedor o atrevido, sino todo lo contrario… Era un buenazo, que trabajó toda su vida para hacérnosla más fácil pero sin monerías:

— «El que la haga que la pague…» Decía.

Recuerdo aquella anécdota que me contaba de su servicio militar cuando le tocó ir al campo de tiro. No le gustaban para nada las armas y por ello decidió que dejaran de molestarle… El caso, es que cuando le dieron el fusil por vez primera y se colocó en el puesto de tiro, hizo como que se le encasquilló, y luego se giró ciento ochenta grados para preguntar qué hacer con esa cosa apuntado a todo quisque, incluido el sargento… Siempre se reía, el cabrón, recordando cómo se arrojaron cuerpo a tierra todos cagados de miedo al apuntarlos con un fusil de asalto armado con munición de guerra… ¡Jáaajaja, qué risa…! 😂🤣

Y oye, sí que estuvo tres días en el calabozo sí, pero no volvieron a molestarlo más llevándolo de nuevo al campo de tiro ni volvieron a ponerle nunca un fusil en sus manos… O sea, que se salió con la suya.

También le decían los militares eso de:

— «Antonio, tiene Usted los músculos atrofiados». Y él claro, con veinte años se reía…

Como tampoco le gustaba nada lo de la educación física, cuando tenía que hacer flexiones, desfilar, carrera continua o pista americana, siempre la cagaba, cambiaba el paso o quedaba como un patoso, pero para que no andaran jodiéndolo con lo del deporte. Siempre decía, que (desde los trece años) el trabajo como un mulo en la huerta lo había puesto físicamente como un toro y en forma suficiente, como para no necesitar jugar a nada, y menos ir por ahí haciendo mogigangas deportivas como un mariquita. 🙄😳

eeen fin. Eran las cosas que se pensaban en su época; la gente, no necesitaba hacer deporte.

Aunque uno de los recuerdos más hondos pero más borrosos (porque yo era muy pequeño) y más impactantes que tengo de él, fue aquella tarde de merienda con mis tíos y mis primos en Los Altos de Los Balcones, en Torrevieja… Aquéllo entonces era todo campo y pinadas naturales, no había ni un solo apartamento, y era sólo un paisaje virgen maravilloso y perdido desde el que se veía el mar… Todos habían bebido bastante más de la cuenta cuando a mí tío Jesús se le ocurrió lo de bailar: uno cogió la guitarra; otro dijo que había que desnudarse o al menos quedarse en calzoncillos; y otro dijo que ellas también, y que hicieramos todos un corro… 🤣😂

Sonaba la guitarra, y todavía tengo en mi memoria cuando llegó aquel Renault 4 y bajó de él una pareja de la Guardia Civil. Giré la cabeza, y veía muy contentos a mis padres y a mis tíos casi en cueros agarrados de la mano en un círculo risueño y danzante, despreocupados, borrachos, e ignorantes de aquella visita tan inoportuna.

— ¿Perooo, qué está pasando aquí…?

Como respuesta a esa pregunta de la Guardia civil tan imperativa, se produjo una parada brusca de la música, del corro, y un gran silencio de unos cinco o seis segundos… Y para mi sorpresa, fue mi padre sin camiseta y en calzoncillos quien se arrancó con dos cojones, y dio un paso al frente, haciendo frente a aquellos dos guardiaciviles asegurándoles «…que no pasaba nada, que éramos sólo una familia de juerga en medio de un bosque riendo bailando y merendando…» Tras, lo que se produjo otro silencio, y en este caso fue el guardiacivil quien dio un paso frente a la cara de mi padre, y mirándolo fijamente, le dijo aquéllo: «…Mire Usted, pónganse la ropa que hay niños delante, recojan sus cosas, y den gracias que no les denunciamos por escándalo público e invasión de zona forestal…»

Y se acabó la juerga aquella tarde. 🤣😂

Cosas de mi padre y sus amigos.

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

Olvido…

Publicado el 15 de mayo de 2021.

Historias de Paco Sanz ✍️

He visto ya esta película, pero cuando vuelvo a verla me doy cuenta de cómo ha operado en ella mi capacidad de olvidar. Antes de que recurra al mando a distancia y avance hasta las partes que creo que me gustaron, porque no las he olvidado, soy consciente de que algunas que no recuerdo haber visto me gustan, y que otras que creí que me iba a gustar volver a ver no me gustan en absoluto.

La cantidad de cosas que ha olvidado alguien que como yo ha estado siempre estudiando son enciclopédicas. Ayer me descubrí recordando perfectamente una sinfonía de Mahler mientras la escuchaba. No la había olvidado. En su día estudié alemán y ruso. Llegué a poder leer filosofía en alemán y a hablar algo de ruso con mis pacientes rusas. Hace mucho tiempo de eso. Ahora reconozco alguna palabra en ruso pero de lo de leer o entender lo que me dicen, nada.

A Borges le pasaba; con sus palabras: “Mis noches están llenas de Virgilio/ Haber sabido y haber olvidado el latín/ Es una posesión, porque el olvido/ Es una de las formas de la memoria, su vago sótano,/ La otra cara secreta de la memoria”.

Como esas palabras que a veces aparecen en lugar de la que buscas y te impiden encontrar la que querías; sin una buena capacidad de olvido no hay quién se sorprenda de nada. A veces es casi como si fuera necesario olvidarse del problema para poder resolverlo. Si un buen amante sabe sorprender siempre, es porque en el amor el olvido es algo activo. Los recuerdos habría que cultivarlos, pero el olvido, por fortuna, crece solo.

Me he tropezado con espanto con esta cita en el diario de una escritora que me ha gustado siempre: “No olvidar suicidarme”. Cosa que hizo. He conocido personas a las que el deterioro de su voluntad precedió al de su inteligencia, que olvidaron que habían pensado que a malas se darían muerte; que llegaron las malas y habían olvidado.

Gastamos una gran parte de nuestras energías en ocultarnos a nosotros mismos lo que sabemos. Una leyenda talmúdica expresa en forma poética este concepto de la represión de la verdad: cuando un niño nace, un ángel le toca la frente para que olvide el conocimiento de la verdad que tuvo en el momento de nacer. Si el niño no puede olvidar, su vida futura será insoportable.

Por el gusto de insistir en más de lo mismo, a ver si así no lo olvido, vuelvo a las palabras de Don Baltasar Gracián en su Arte de la Prudencia: “Saber olvidar más es dicha que arte. Las cosas que son más para olvidar son las más acordadas. No sólo es villana la memoria para faltar cuando más fue menester, necia en acudir cuando no convendría, en lo que ha de dar pena es prolija, y en lo que había de dar gusto es descuidada”.

Historias de Paco Sanz ✍️

LA MUERTE Y LA COMIDA

Publicado el 13 de marzo de 2022.

Recuerdo lo primero que maté.

«Nene ven y ayúdame. Dale tú el puñetazo al conejo que la mamá ya no puede…»

Íbamos a hacer arroz.

Estaba haciendo el Camino de Santiago por la Vía Primitiva. Lo empecé en Oviedo, y atravesaba hacia el oeste la Asturias profunda caminando por la comarca de Los Oscos. No había albergues por esa zona y me apañaba durmiendo en el primer lugar a cubierto que pillaba. Esa tarde llegué a un pequeño caserío en el que tuve la suerte que había una especie de antigua parada y fonda en la que además de darme de cenar como los ángeles, muy amablemente, también me dejaron ducharme en un cuarto de baño decente y dormir en un cobertizo; y todo ello sin cobrarme un duro.

El caso es que después de una reconfortante ducha y una suculenta cena, salí a dar un paseo… Iba por una preciosa senda verde flanqueada de helechos cuando llegué al costado de la valla del patio de una casa, y coincidí, con un anciano de ésos con pinta de postal bucólica que entraba con un inmenso buey a su espalda siguiéndole caminando manso y con parsimonia… Casi anochecía, pero me paré y quedé mirando tan bonita estampa.

El paisano, llevaba con calma al buey junto a un grueso poste de madera clavado en medio del patio. Poco a poco, fue como doblando lentamente el cuerpo del bóvido, pareciera que enrollándolo, inmovilizándolo y atándolo también poco a poco al poste. Yo no entendía nada… Finalmente, tiró suavemente de la cara del buey hacia la derecha con la cuerda que ataba la argolla de su nariz, inmovilizando su cabeza girándola y atándola también al poste… Y se ve, que como nos quedábamos sin luz encendió unos focos.

El anciano dio luego dos o tres pares de vueltas rodeando al animal, despacio, pensativo y observándolo con detalle; yo, estaba ya que me comía las uñas muy intrigado porque no tenía ni idea de lo que pretendía hacer con el buey así sujeto: a lo mejor curarle alguna herida, quizás vacunarlo, tal vez aserrarle los enormes cuernos, castrarlo, o vete tú a saber qué otra cosa… Entonces, en un instante brusco y con gesto adusto y como sin venir a cuento, el viejo se giró dirigiéndose a una mesa que había a su espalda y rápidamente agarró un cuchillo enorme y sin decir ni media, volvió sobre sus pasos y lo hundió con precisión en el lateral del pecho del animal que murió al instante y también sin decir ni mu… La res, se dejó caer falleciendo con una naturalidad lánguida e inmediata, limpia; tanto, que ni siquiera cayó al suelo porque estaba atada con tal pericia al poste, que así sujeta quedó lista para su izado, sangrado y posterior despiece; limpiamente, sin tocar siquiera la suciedad del suelo.

Había presenciado el suceso sempiterno de ver la muerte en manos de una persona que, sola, sábiamente, con gran respeto y como en un ritual trascendente, sacrificaba el fruto de su trabajo de muchos años para comer.

En ese momento, recordé alzar mi brazo izquierdo con aquel conejo agarrado por las patas traseras; su cuerpo arqueado por la tensión de la vida, la gravedad, y el miedo; bocabajo; sus orejas tiesas y empinadas; sus ojos nerviosos y negros, grandes y hondos pero inexpresivos… Acaricié lentamente y a contrapelo su cuerpo para calmarlo; luego, empujé despacio y suavemente sus orejas hacia abajo dejando su pescuezo lánguido expuesto y a la vista; y por último, levanté con precisión el canto de mi mano derecha unos tres o cuatro palmos y sacudí un golpe seco en aquella nuca… Lo había visto hacer docenas de veces y lo hice de forma limpia, limpísima, fulminante… A la primera.

Impresionado por la muerte, y con la imagen en mi mente del hilo de sangre que manaba por la herida en el pecho de aquel hermoso animal, me alejé algo atribulado rumbo al cobertizo de mis aposentos… Había cenado hacía un momento y allí mismo un filete de ternera alucinante, con patatas… fritas, las pobres.

eeen fin.

Gracias por leerme. 🙏

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

…..

Alma…

Publicado el 3 de febrero de 2021.

Historias de Paco Sanz ✍️

Alma, región luciente ¿quién te conoce? La palabra alma ha caído en desuso, suena a poesía, a viejo, a cerrado y sacristía. Incluso el espíritu ha perdido su aire de santidad. Decía Jung que la causa de muchas neurosis en la segunda mitad de la vida, pueden encontrarse en un debilitamiento de la naturaleza del alma como creadora de imágenes de contenido religioso. Ahora cunden mente, razón, consciencia, inteligencia… con palabras así creer en algo se ha vuelto casi una patología, son cosas de la cientifización del vocabulario.

Sin embargo, una vez más durante esta mañana de invierno, “bajo el sol viejo y ardiente. La luz ciega, muerde, aplana. El alma duerme… y consiente”. Y es que siento “Abajo el río, orla y música del paisaje/ para que el alma juegue, para que el alma viaje/ y sueñe tras los montes con las vegas y el mar”.

Marco Aurelio, el Emperador, decía que “se buscan retiros en el campo, en la costa y en el monte. Tú también sueles anhelar tales retiros… Pero todo ésto es de lo más vulgar, porque puedes en el momento que te apetezca retirarte en ti mismo. En ninguna parte se retira el hombre con mayor tranquilidad y con más calma que en su propia alma; sobre todo, aquél que posee en su interior bienes tales, que si se inclina hacia ellos de inmediato consigue una tranquilidad total…”

A veces para recordar que la tengo pienso en mi vida como un todo, busco su común denominador, me engolfo en él. Pienso, por ejemplo en los que ya no están conmigo, en los buenos ratos que compartí con ellos, en mi infancia. ¡Ah! ¡Los muertos! Los muertos que me amaron en mi infancia. Cuando los evoco, toda el alma se me enfría y me siento desterrado de unos corazones, solo en la noche de mí mismo, llorando como un mendigo el silencio cerrado de todas las puertas.

Una manera de volver a encontrarla es escuchando música, la música sabe elevar el alma por encima de sí misma, hace que se engrandezca ante su sujeto y crea una región donde, libre de toda ansiedad, puede refugiarse sin obstáculos en el puro sentimiento de sí misma. Otra manera de no cansarme de recordar que todavía la tengo -el alma- es ver cómo sigo queriendo a la gente que quiero. Decía Santa Teresa que el alma que anda en amor, ni cansa, ni se cansa.

Dicen que las noticias deprimen. Incluso hay psicólogos que recomiendan a los entristecidos que dejen de hacer por saber cómo va en realidad el mundo. También nosotros, los filósofos, tenemos ante todo necesidad de que se nos deje en paz con lo de «la actualidad…» Veneramos todo lo que es silencioso, frío, noble, todo lo que está pasado y lejano; en fin, todo lo que por su aspecto no obliga al alma a defenderse y a cerrarse, todo de lo que se puede hablar sin hablar fuerte.

Ahora disfrutamos de la tranquilidad mediante nuestras extensiones mecánicas, electrónicas. Horror que reconocemos en nuestras cosas, en nuestra bici, en nuestro coche, en nuestro equipo de cocina, en nuestro móvil, tras nuestras pantallas… ¡Ay!, pobre alma mía, ¿quién te conoce?

Historias de Paco Sanz ✍️

LA GUERRA

Publicado el 4 de marzo de 2022.

En vez de sólo el móvil en el bolsillo, va empezando a ser mejor llevar también una buena navaja albaceteña de tamaño suficiente; una faca de aquéllas de muelles, trapera y si es posible cachicuerna… Ciertas cosas parece que se ponen realmente feas, y si se desatara una guerra te ibas a quedar tarde o temprano sin cobertura o sin batería, sin resuello o sin palabras de indignación, o mudo de miedo. Pero sobre todo, lo que te ibas a quedar es desvalido cual cordero frente a lobos sin un arma.

El teléfono móvil puede ser un arma, sin duda alguna; pero salvo para tirárselo a la cabeza de alguien no te serviría para casi nada si las cosas se pusieran muy muy mal, todo se derrumbase a tu alrededor, y de verdad tuvieras que luchar por tu vida cuerpo a cuerpo… Podríamos decir que el móvil es un arma que no mata de inmediato, sino que lo hace con la lentitud propia de la dosis de un veneno: para ser efectivo necesita tiempo. También lo necesitan las mentiras, la cobardía de los insultos vertidos desde la distancia telefónica y el anonimato, o el miedo que provocan la ignorancia y las infamias de la propaganda ideológica, la no información, y la desinformación.

Nací en mil novecientos sesenta y seis y no había conocido guerra alguna en Europa salvo la de los Balcanes. Aquélla, fue una barbarie de guerra como lo son todas, pero nada parecido a lo que los rusos están perpetrando en la pobre Ucrania… La guerra de los Balcanes fue una pobre y triste guerra civil yugoslava, en una zona de Europa pequeña e históricamente muy propensa a ello por desgracia. Sin embargo ésto de los rusos destrozando Ucrania es una asquerosa infamia catastrófica, una barbarie moral propia de terroristas, una canallada. Un miserable atentado colectivo perpetrado por un bravucón contra todo un pueblo, a sabiendas que ese pobre pueblo no va a tener oportunidad alguna de defenderse.

Por lo poco que yo sé de historia, creo, que para el acendrado e intenso nacionalismo ruso, Ucrania es una tierra sentida siempre como propia y querida tal que a una hermana. Una tierra añorada, anhelada y ahora deseada hasta el punto de llegar por ella a una guerra… Una tierra, como Cataluña y el País Vasco lo podrían ser para los españoles, pero por motivos, afectos, historias y sentimientos distintos.

Y me explico…

El caso es que no sé porqué pero he encontrado una especie de retorcida coincidencia, de opuesta semejanza, entre esta infamia de guerra sangrienta que Rusia ha declarado contra Ucrania, y la infamia de guerra hoy incruenta, que Cataluña y el País Vasco declararon hace tiempo contra España y los españoles… Rusia es una nación muy muy grande, hostil y nacionalista, mientras Ucrania es la nación pequeña y democrática. Por otro lado, España es también una gran nación y democrática mientras Cataluña y el País Vasco son unas regiones pequeñas, nacionalistas y hostiles, ya que fueron ellas las que nos declararon la guerra hace ya tiempo.

Pero al contrario que los rusos y siendo España el pez grande, lejos de comernos al pequeño, somos nosotros los demócratas integradores mientras ellos son los nacionalistas que si pudieran, nos atacarían de nuevo con armas, por que de hecho llevan tiempo atacándonos constantemente sin ellas… Son nuestros hermanos, primos, amigos la mayoría y hasta socios, o al menos conocidos…

Seres humanos, vecinos españoles que hemos vivido unidos desde casi siempre, y encima, hace más de cuarenta años que lo hacemos en democracia… ¿Me pregunto qué harían esas regiones tan díscolas si España entera fuese insultada, ultrajada, o invadida por extranjeros queriendo entrar con tanques en Barcelona o tomar por la fuerza San Sebastián…?

¿Qué harían…?

eeen fin.

Duro con Pútin.

«La guerra es muy mala escuela…»

J.Drexler. Milonga del moro judío 🎶

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

……

Trabajando…

Publicado el 26 de enero de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

Los que trabajan se pasan trabajando. Keynes pensaba que cuando la industrialización se generalizara, con tres horas de trabajo al día bastaría para todo el mundo. Se equivocó, la vida y el trabajo se entremezclaron, y los hombres hicieron del trabajar como si eso fuera en realidad vivir.

Cuando la Inteligencia Artificial se haga cargo de la gestión del planeta, de sus finanzas, de sus recursos y de su gobernanza -que a eso llegaremos- espero que no les carguen a los hombres con lo del trabajar por trabajar, esa maldición a la que Dios nos condenó, y de la que tanto la industrialización como la informatización todavía no nos han librado; como si lo de Dios expulsándonos del paraíso aun siguiera operativo. De momento se hace cargo de eso el Estado, que en este aspecto sigue siendo su cómplice.

La fobia al Estado y el cambio de la idea de Estado: Primero el Estado-Iglesia, más tarde en los siglos XI y XII el Estado-Iglesia que separaba y jerarquizaba el poder espiritual del papa y el poder militar del emperador. Luego el Estado-Soberano, asociado a la Reforma Alemana y más tarde a las revoluciones inglesa y francesa. Y por último el Estado-Empresa, producto de las revoluciones industriales y gerenciales de los siglos XIX y XX. El Estado-Empresa es propio del siglo XXI, seguramente dejaremos su administración a automatismos, programas… máquinas.

En 1948, cuando acabábamos de dar a luz al transistor, un padre dominico escribía lo siguiente viéndolas llegar: “Podemos soñar con tiempos en los que una máquina de gobernar llegaría a sustituir la insuficiencia, hoy en día patente, de las mentes y los aparatos habituales de la política”.

En un cuento de ciencia ficción que no he olvidado, un día las máquinas lo fabrican todo solas, y es que lo hacen todo mejor. Pero los hombres sin poder trabajar se deprimen. Entonces las máquinas hacen que tengan que trabajar. Luego, reconvierten constantemente sus productos sin que ellos se den cuenta.

Da la sensación de que la humanidad emplea, sin confesárselo, a todos los individuos como combustible para calentar sus grandes máquinas; pero, ¿qué objeto tienen esas grandes máquinas si todos los individuos, (es decir, la humanidad) no son buenos para nada sino para mantenerlas funcionando? Máquinas que tienen su fin en ellas mismas, ¿es ésta la comedia humana?

Primero se aleja al trabajador de sus herramientas, después de sus productos, a continuación de su actividad productiva y finalmente de los demás trabajadores. O la alienación por el trabajo según Marx. Máquinas que no entendemos, producen cosas que no reconocemos como propias, llevando a cabo un trabajo que no sabemos a qué viene, y en compañía de unas personas con las que me parece que no tengo nada que ver… Pobre de mí.

Sudo, luego soy. Y si no puedo sudar porque estoy paralizado por las máquinas, hago deporte, incluso hay máquinas para eso. Si no encuentro sentido a mi trabajo busco un hobbie; si no me siento protagonista, una historia; si tengo miedo, un héroe; si no sé cómo vivir, un sabio; si no entiendo las cosas, un maestro; si no me quiero, un amante.

Historias de Paco Sanz ✍️

VARONÍA O MACHISMO

Publicado el 19 de enero de 2019.

Una delicia, lengua española aderezada con salsa americana…

Salvador Juan Vallone ©®

«VARONÍA O MACHISMO.
ANVERSO Y REVERSO DE LA MASCULINIDAD»
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El justificado desprestigio del machismo no cesa de crecer. Amerita sobradas razones para eso. Grupos de militantes promotoras de la igualdad de los sexos lo definen así: «Conjunto de actitudes y prácticas transmitidas generacionalmente y llevadas a cabo en pro del mantenimiento de órdenes sociales en que las mujeres son sometidas o «discriminadas». Otra pasada en limpio: «Conjunto de leyes, normas, actitudes y rasgos sociales y culturales del hombre, cuya finalidad, explícita y/o implícita, ha sido y es producir, mantener y perpetuar la opresión y sumisión de la mujer en todos los niveles: sexual, procreativo, laboral y afectivo».

Esas actitudes y prácticas son demasiado conocidas como para ventilarlas ahora. A todo esto, tantos cascotazos contra el machismo nos hacen perder de vista su contracara. Es que el sexo masculino (o ‘género’, según se prefiere ahora decir) no se agota en esa abominable actitud despectiva hacia el otro sexo (o género). Allá en un rinconcito, sin alardes ni vocinglerías, segura de sí, con sonrisa inalterable y gesto bonachón, ocupa su lugar la faceta límpida de la masculinidad.

Se trata de LA VARONÍA.

Cotejemos.

  • El machista, jaqueado por sus propias inseguridades, procura modelar a la mujer «a gusto y piacere»
  • El varonista se empeña en que la mujer sea, genuinamente, ella misma.
  • El machista anda siempre a la caza de eventuales errores que pueda cometer la mujer, para refregárselos por el rostro y hacer que se sienta inútil.
  • El varonista comienza por reconocer sus propios errores. Luego, si detecta alguno en la mujer, se lo hace notar amablemente, como si estuvieran aprendiendo juntos.

  • Al machista le conviene la mujer propensa a los estados depresivos y autodescalificadores. Eso lo salva de competir y de que salgan a la luz sus propias imperfecciones e insolvencias.
  • El varonista acompaña amorosamente esos estados, y trata de que ella vaya superándolos por sus propios medios, poniéndole en resalto cada uno de sus méritos y sus valores.
  • Al machista le temblequean las piernas y el bolamen cuando se cruza con una mujer inteligente, racional, analítica, gustosa de escarbar en cada tema hasta llegar a su origen. Es porque él está acostumbrado a reducir los asuntos de la vida a nociones cerradas y frasecitas hechas.
  • Para el varonista es un festival toparse con una mujer de tales características. Mantendrá con ella conversaciones mutuamente abastecedoras. Intercambiarán opiniones y conocimientos sin polemizar ni tratar en momento alguno de imponer sus respectivas opiniones.

  • Para el machista, su aporte a un logro de la mujer, con el exclusivo fin de que ella contraiga una deuda de gratitud, nunca dejará de ser echado en cara ni de ser propagado entre las relaciones.
  • El varonista irá acompañando prudentemente a la mujer, creando y recreando las condiciones para despejarle el camino de obstáculos, y que así ella pueda dedicarse por entero a ese objetivo. Y jamás se atribuirá méritos.

  • El machista detesta todo progreso e independencia de la mujer en el estudio, el trabajo, la economía o el ascenso en la escala social. Necesita que ella permanezca siempre en segundo plano, a la sombra de él.
  • El varonista hará todo lo que esté a su alcance para, si fuera necesario, aportar al éxito de ella. Y nunca dejará de alentarla ni de complacerse por cada logro.
  • El machista se muestra reacio a que la mujer cultive amistades o vínculos que él no pueda controlar. Su temor a perder en las comparaciones registra grado de enfermizo. No ahorra críticas ni observaciones insidiosas.
  • El varonista respeta y estimula la apertura de ella hacia gente variada que la enriquezca afectiva e intelectualmente.

  • Al machista le conviene la mujer indefensa, abandónica, sin recursos, para lucirse y para que ella deba besarle la mano con que él, desde lo alto, le arroja sus limosnas.
  • El varonista le tributará trato de reina. Y se manifestará agradecido por la oportunidad que ella le dio de ayudarla.

  • El machista encubre sus fragilidades y sus necesidades de figura materna bajo un empaque de forzada reciedumbre. Jamás recurrirá a la opinión de la mujer para tomar una decisión ni atenderá advertencia alguna que ella le exprese, aun considerándola sensata.
  • El varonista expone francamente su natural demanda de complemento femenino. No siente menoscabo en su hombría por el sano «destete irresuelto» que lo impulsa a buscar amparo en caso de precisarlo. Tampoco, por pedir opiniones y atender advertencias de la mujer.

  • En trance íntimo, el machista dará exclusiva prevalencia a su goce. En vez de autogestionarse a mano activa, se valdrá de la mano sustituta que localiza en el supremo atributo femenil.
  • El varonista se esmerará en explorar cada pliegue y repliegue corporal de su compañera. Una vez detectados los reflejos querendones, se aplicará a honrarlos minuciosamente. El deleite y la multiorgasmia de ella son compromisos de honor para un varonista cabal. Al cesar el «tsunami», arrullarla en sus brazos mientras la homenajeada va volviendo en sí constituye uno de los momentos sublimes de la varonía. En cuanto a su propio placer, el de él, puede esperar.

  • El machista, acorralado por su propia insignificancia, agobiado por su insoluble pequeñez y enceguecido por su miserable necesidad de tener, sorda y neciamente, unívoca razón, no vacila en cometer agresión física contra la mujer. «Ponerle la mano encima» representa un parche para su harapienta autoestima.
  • El varonista posa su mano en el cuerpo de la mujer para darle palmadas de apoyo, protección, camaradería o consuelo; para acariciarla, propocionarle masajes, masajitos y masajazos, encenderle a llama viva los puntos erógenos, recorrerla a pellizquitos, repulgarla a cosquillitas, despeinarla juguetonamente, tomarla tiernamente de la mano y besársela ceremoniosamente, subirla «a upa», llevarla «a caballito», trenzarse con ella en jocosas luchas, propinarle cariñosos culichirlitos, esmerarse en el enjabonado y el enjuague, esparcirle protector solar, llevarla del brazo, de la cintura, abrazarla, rodearle la cintura para bailar apretaditos. Y más.

  • El machista, carente de recursos seductores, instigado por un morboso afán posesivo, y desprovisto de valores humanos esenciales, fuerza sexualmente a la mujer como si se tratara de una pieza cárnica depredable.
  • El varonista «deja fluir» hasta que la mujer se muestre ciento por ciento dispuesta. Noventa y nueve le resulta todavía poco a un varonazo íntegro.

Si se trazara un gráfico con los puntos cardinales de la varonía, ellos serían: NOBLEZA, GRACIA, SENSIBILIDAD, ESTILO.

Póquer de ases.

Autor: Salvador Juan Vallone ©®

¡Qué buen vasallo…!

Publicado el 1 de diciembre de 2018.

Fui Yo, y no vosotros, el que derramó la sangre necesaria para borrar las taifas de nuestra piel de toro, aportando un torrente incesante de vidas durante ochocientos años; luchando por nuestras leyes, luchando por nuestros reyes… Con mi trabajo, mi servidumbre y mi férrea voluntad, fui Yo quien os unió y conquistó las tierras de América y del mundo, con la catarata del sacrificio constante de mis hijos.

¿Quién recorrió por primera vez este Orbe; quién lo poseyó por vez primera? ¿Quién fundó la primera nación moderna; reinventó la ciencia, la armada…? ¿Quién revolucionó el arte de la guerra con la infantería y los tercios, honrando y defendiendo vuestro pabellón por la tierra toda…? ¿Quién, por otro lado inventó también la novela moderna, transformando la filosofía y la gallardía a lomos de Rocinante…? ¿Y quién, durante un Siglo de Oro, hizo con su brillo reverberar la literatura hasta deslumbrar…?

Vosotros sólo heredasteis mi gloria, una gloria honrada, trabajada y pagada con el esfuerzo de mi sudor y mi grandeza… ¿Y cómo administrasteis esa gloria…?

La dilapidasteis durante siglos, sin preocuparos de Mí salvo para reclutar las levas y pagar las soldadas de vuestros ejércitos. Mientras, me descabalgabais de la grupa de un progreso y una supremacía que Yo inventé, y que Yo conquisté. Dejasteis que otras naciones medrasen, envidiosas, nutriéndose con mis despojos. Nunca me habéis defendido; ni contra la espada ni contra la rapiña ni contra esa leyenda negra y mendaz con la que los extranjeros, durante siglos, han pretendido castrar mi espíritu y robar mi herencia.

Fui Yo, quién se levantó a golpe de faca y redaños contra la invasión del gabacho; Yo, que con una nueva riada nacional de sangre y hombría, empujé implacablemente a nuestros enemigos en avalancha fuera de nuestras seculares fronteras. Vosotros corristeis infames, cual pollos sin cabeza, espantados por el estampido de los cañones, el golpe furioso de los cascos de los caballos en batalla, y el chocar metálico de los sables. Cobardes.

Me hicisteis luchar muchas más veces cual quijote contra gigantes, con las pocas armas de la honra y el coraje. Y vuestro poco tino, poca inteligencia y aptitud, unido a vuestra mezquindad, hizo que una vez más me viese vencido, y empecé de nuevo con derrota un siglo más.

No hace mucho, como colofón de vuestra ruindad, con engaños y felonía, me empujasteis sibilina y vilmente a una fatal lucha fratricida. La sangre hermana, degenera y se pudre cuando es derramada por una lucha entre hermanos.

Mis brazos, con un puñal en cada mano, dirigidos por vosotros se acuchillaron fanática, insensata y cruelmente el uno al otro. Mientras, vosotros, los unos huíais, y los otros ocupabais lo abandonado por los que abandonaban… Me quedó así una herida, cuya infección dejó en mi memoria racial una sima y quebró mi alma de tal forma, que es difícil saber cuando terminará de curarse con autèntico perdón.

Y ¿Qué conseguimos con ello? ¿Quién ganó la contienda…? Y la pregunta más importante: ¿Cuáles fueron las causas…? Ni hubo, ni las puede haber, causas que justifiquen un pecado común así… Es infame hurgar, para juzgar si mejores o peores, en las razones por las que un hermano asesina a su hermano.

Lo que sí hubo fue una dejadez cobarde e ignominiosa de vuestras funciones, me traicionasteis, todos; hubo una deserción moral, una huida hacia delante de los dos bandos en que quedé desgarrada. Guerra… Os reemplazasteis los otros por los unos; mientras, Yo me desangraba regando de nuevo ésta, mi tierra, de tristeza, de represión y una de oscuridad extraña en el espíritu y en la fe del porvenir.

Y la última de vuestras mentiras, en forma de una quimera usurera, es hacerme creer que el desmembramiento, dilatado y sibilino de mi cuerpo en nuevas taifas, me será en algo beneficioso.

Aceptáis cualquier miserable cosa por buena; cualquier moneda os vale, incluso la del odio. Todo, para que vuestro estipendio no peligre y vuestra impunidad no se menoscabe. Comerciáis con mi alma y mi cabeza, con mi corazón y con el resto de los pedazos en los que me habéis convertido, como si fueran valiosos los unos sin los otros.

Canallas… Manejando mis anhelos e ilusiones, cuarenta años lleváis jugando a la silla, dejando que se pudran esos mismos trozos en los que me habéis desmembrado, cual leproso sin cura. Pero, en éste un nuevo siglo, Yo, os aseguro que mi cura es posible ya que mi fortaleza es grande, mi historia rica y mi deseo honesto; y porque en el fondo, todos Vosotros conocéis el dicho:

“QUÉ BUEN VASALLO, SI TUVIERE BUEN SEÑOR…”

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

Desgracia y Estulticia

Publicado el 30 de marzo de 2021.

Historias de Paco Sanz ✍️

Ni la atharaxeia ni la apatheia eran en principio sinónimos de pasividad. Ni la ataraxia era falta de acción ni pereza la apatía. Ninguno de esos términos se refería directamente a la acción práctica, sino al conocimiento de los movimientos del ánimo del alma y a su dominio… La atharaxeia se entendía como falta de perturbación de ánimo, y la apatheia era la neutralidad, la ecuanimidad del ánimo. Con la primera te distanciabas de tu noble ira, y con la segunda te sacabas a ti mismo de en medio de la ecuación…

Me decía ayer mi nieto que como no podía hacer gran cosa por evitarlo: «Si las cosas iban a venir mal dadas era mejor no saberlas…» Es una especie de pasividad al cuadrado. Piensa, que la ignorancia de los males futuros es más útil que su conocimiento cuando lo que se puede hacer es tan poco, al menos en teoría.

Nunca he podido con eso…

Seguramente es que no soy del todo demócrata. Las mayorías no siempre me van. Se ve que a los no del todo demócratas la pasividad no nos va. La democracia -que como se sabe es un régimen social ficticio- posee su propia teoría equivocada y su propia práctica errónea; pero resulta imposible determinar tanto teórica como prácticamente qué es la teoría y qué la práctica, y dónde está el error.

Desgracia, es que la mayor prueba de una verdad sea el número de sus creyentes. Siendo así, en toda multitud los tontos sobrepasan en mucho a los sabios. Como si no hubiese cosa más vulgar que el no saber juzgar de nada; y por decirlo como San Agustín: Sanitaris patrocinium est, insanientium turba? ¿Daría testimonio de cordura una turba de insectos…?

En líneas generales, los prejuicios y el horror al error nos paralizan y aseguran nuestra perenne sumisión a las reglas establecidas. La pasividad, se instaura así debido a las pobres expectativas de acción política por parte de individuos, que son incapaces de actividad alguna ni en el plano social ni en el personal. Las sociedades humanas se hunden por el cataclismo, la decadencia, o la entropía. Es decir, porque sucede un desastre, porque cada vez se va a menos por hacer las cosas cada vez peor, o porque las cosas cada vez van a peor hagas lo que hagas.

En nuestros tiempos, el aumento de la independencia ha conducido a un aumento parejo de la pasividad. Asistimos a una extraña mezcla de resentimiento, pasividad de la imaginación, y andar a la defensiva.

A mi nieto le hacen falta enemigos, sin ellos nos entontecemos. Los amigos se dicen sinceros, los enemigos lo son. Los teóricos andamos siempre en guerra, en guerra contra la estulticia. Porque la estulticia hace soportable lo que es contrario a la dignidad humana, es decir, hace compatible la existencia pasiva, sumisa, cuando no alcahueta, de los hombres con la tiranía.

Historias de Paco Sanz ✍️

FILFA Y FARFOLLA

Publicado el 23 de febrero de 2022.

La otra noche, en vela, oía por la radio un documental -digamos que escuchaba un podcast en el móvil- en el que intentaban dejar claro que fueron los Neanderthales, los primeros hombres que dominaron el fuego hace de unos ciento cincuenta a doscientos mil años… También defendían la hipótesis de que al menos en Europa, aquellos Neanderthales se extinguieron pese a que se hartaban de marisco y pescaíto en las costas del sur de España, presionados y empujados por la irreversible hegemonía y mayor voracidad del Homo sapiens sapiens. A éste, se ve, que también le gustaba el pescaíto, peeero, le dio hace entre treinta y cincuenta mil años por adueñarse, pintar y decorar como propia, toda cueva con la que se tropezaba por ahí… Mira las de Altamira.

Sí que se cruzarían algo entre ellos sí; pero se ve que no se gustaron lo suficiente como para evitar que los se ve que feos neanderthales, encontraran su última morada en nuestra tierra apagándose genéticamente junto al mar Mediterráneo. Que para su desgracia constituyó una especie de última frontera, de barrera marina infranqueable, para aquellos legendarios hombres primitivos empujados hacia el sur.

Pues resulta que muchísimo antes de todo aquéllo, el Homo Antecessor hace ochocientos y pico mil años en la famosa Gran Dolina -la Sima de los Huesos de Atapuerca en Burgos- nos dejó también toda una panoplia de restos de herramientas líticas y huesos de canibalismos varios, para que supiésemos que una vez ellos también estuvieron ahí; aquí, justo en nuestra tierra. Pero eran otros tiempos.

Y mucho, pero que muchísimo más tarde, Egipto, los Persas o Grecia, Roma y luego el Islam, España, y recientemente Gran Bretaña, conformaron los imperios más poderosos de la Historia Occidental y del Mundo… Nadie se atrevería a negar intelectualmente por tanto la afirmación de que España es, sin duda alguna junto a Estados Unidos, Rusia o Francia, China, Alemania y Gran Bretaña, una de esas grandes naciones contemporáneas que han sido más determinantes influyentes y decisorias, en el devenir de los acontecimientos más importantes de la Historia y del decurso de nuestra Cultura. ¿No…?

El ejército de los EEUU, la primera vez que se enfrentó a una verdadera potencia extranjera fue a España. Éramos su referente de cómo tenía que comportarse un soldado. Así eran los valores del ejército español: como ahora lo son los del estadounidense pero hace siglo y medio… Ellos aprendieron de los últimos de Filipinas y de Cavite la heroicidad, la ferocidad y el honor del pelear con todo, todos, hasta el final, y sin ser unos villanos infames… Pero claro, ellos eran mucho más poderosos, fueron mucho más astutos, y encima manejaban la opinión del Mundo.

Mundo éste, que pese a nuestro derrotismo, no entendería su presente sin España, sin los hispanos, sin los valores universales del Quijote. La valentía sería un valor distinto sin las gestas ejemplares de aquél Don Alonso, loco perdido. O sin aquéllos Últimos de Filipinas. O sin Rafa Nadal y su manía de sacarse los calzones del culo en cada saque… No podríamos entender el arte contemporáneo sin Velázquez sin Picasso o sin Dalí. ¿Qué sería del Mundo si no hubiésemos inventado la guitarra como tal, o el jamón ibérico…?

Somos, o lo éramos hasta hace poco, la octava potencia económica mundial; y la nuestra es, o lo fuimos, una de las Naciones más influyentes en la opinión del Mundo. Mundo, en el que más de seiscientos millones de personas hablan nuestra lengua: la tercera más importante si no la segunda.

¿Cómo pretender hablar entonces ésa segunda lengua del Mundo con hondura sin emular la malicia o el detalle, el humor y la pericia de la gente que escribía como escribía Quevedo…? ¿Cómo alcanzar pureza de verbo y alma, sin descubrir el amor entre los textos trances y éxtasis de Teresa de Ávila…? ¿Y Ortega y Gasset, o Séneca…? ¿Qué sería del orbe sin Hernán Cortés, sin Cristóbal Colón o sin Juan Sebastián Elcano…? ¿Qué sería de la tragedia moderna sin García Lorca…?

El legado cultural español es un tesoro incalculable, que ya pertenece al Mundo entero pero es patrimonio sólo nuestro. Y pese a las infamias y envidias vertidas por nuestra Leyenda Negra, poseer tal herencia es sin duda alguna un inmenso honor. Un honor que pertenece, insisto, sólo a los hispanos; quienes al tener en suerte semejante propiedad tenemos así mismo el deber ineludible de ensalzarla, de fomentarla y de defenderla a ultranza… Sería el colmo del esperpento si lo mandásemos todo a la mierda. ¿No…?

¿Y ahora, qué hacemos en medio de tanta metralla mediática desinformadora y adictiva…? ¿En qué o en quién creemos…? ¿Qué es lo que sabemos realmente y qué lo que no…? Hasta los huevos me tiene el lío político éste en el que estamos. Ser o no ser: ésa es la cuestión. Ser o no ser, verdad.

Filfa: mentira, engaño, noticia falsa.
Farfolla: cosa de mucha apariencia y de poca entidad.

eeen fin. ¡Qué cosas…! 💕🇪🇸🤔

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

Fracasan, fracasan de nuevo…

Publicado el 12 de septiembre de 2020.

Historias de Paco Sanz ✍️

Adaptarse, hacerlo cuanto antes: a lo de no poder echar a estos tíos que lo están haciendo fatal. Fracasan, fracasan de nuevo, fracasan peor. Se explican, se explican de nuevo, se explican peor. Galbraith dijo una vez que debería haber, en todas las cuestiones económicas y políticas, una regla según la cual todo aquel que tenga que explicar su fracaso ha fracasado… Debemos ser amables con aquellos que hayan tenido una pobre actuación. Pero no debemos llevar nuestra benevolencia hasta el extremo de mantenerles en sus cargos.

Siempre he encontrado curiosas las críticas de la gente con mentalidad práctica, con respecto a las comunidades utópicas y los experimentos comunistas, basándose en que a menudo fracasan y desaparecen muy rápidamente. No estoy seguro de que lo peor que pueda decirse de una institución humana, sea que posee la flexibilidad orgánica que le permitirá descomponerse tras haber fracasado, dejando ahí terreno libre para un nuevo crecimiento.

Existe una posibilidad más funesta: puede negarse a morir cuando ha sobrevivido a su fase de inutilidad, puede seguir funcionando y realizando su tarea obsoleta, imponiéndose a la gente para la que ya carece de valor, agotando su lealtad y energía. Creo que ésta es la situación con que nos encontramos en las organizaciones demasiado desarrolladas de la sociedad industrial informacional. Ponen en peligro a la persona y al planeta, pero no por ello se extinguirán y dejarán el paso libre… No son biodegradables.

Son filósofos. Estamos por fin gobernados por filósofos como quería Platón. La filosofía es cosa de perdedores, ayuda a serlo. Tomarse las cosas con filosofía es adaptación pura y dura. Pépin distingue entre los fracasos que nos vuelven más combativos, los que nos hacen más sabios, y los que nos devuelven la disponibilidad para hacer otra cosa nueva. Nuestra clase política, combativa sí es.

He visto a demasiadas buenas personas, a gente especialmente brillante apartarse de la política, hasta yo me he apartado sin serlo. “Desde que tengo uso de razón asisto al indefectible fracaso de nuestros mejores hombres, rendidos por tener que emplear sus facultades arcangélicas contra boxeadores cotidianos”. Ortega lo dijo así. Otros lo sentimos así, pero lo decimos de cualquier manera.

Personalmente “en la guerra que sostengo, siendo mi ser contra mí, pues como yo mismo me combato, defiéndame Dios de mí…” Con otras palabras: en mi guerra contra el mundo defiendo al mundo. Los que estamos acostumbrados a carreras contra nosotros mismos estamos acostumbrados a fracasar.

Asistimos al fracaso del antigénico. La vía exitosa de defensa contra algún antígeno, nos lleva a pretender la misma para otro diferente, aunque los anticuerpos que se generan ya no sirvan contra el nuevo enemigo.

Es como ese viejo dicho militar de que los generales, especialmente los vencedores: «combaten como en la última guerra que libraron…» Parece como si el sistema inmunitario confiara más en reforzar las viejas defensas que en organizar otras nuevas, sobre todo si la antigua estrategia pareció funcionar razonablemente bien, con gran rapidez, y contra un enemigo tan parecido…

Historias de Paco Sanz ✍️

El Arte y la Basura

Publicado el 28 de febrero de 2018.

ADMIRAD LA «OBRA DE ARTE»

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Una ‘feria’ de arte en España, retira una serie de copias de retratos pixelados firmados por un ‘artista’ al que su arte empuja, parece ser que irremisiblemente, a tocar los huevos del resto de españoles que no piensan como él.

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La ‘obra de arte’ consistía en una serie de cuadros burdos, con las fotos de una caterva de delincuentes confesos -alguno de ellos fugados de la justicia española- clavados en una pared. Y cada uno de ellos con una leyenda al pie en la que se detallan las andanzas y los méritos, los mitos, leyendas e injusticias, perpetradas por o en contra de, los ínclitos retratados. Algunos -todos los conocemos- no han tardado en calificar este acto como falta de libertad de expresión…

Lo sucedido, simplemente, es que la nula calidad artística de la obra y el insulto flagrante a la realidad española, han provocado que la dirección de la ‘feria’ haya decidido retirar la obra tal y como semejante basura merecía… Por otro lado, al día siguiente de montar un revuelo así, la misma dirección de la ‘feria’ se retracta y permite que la ínclita obra se exponga de nuevo…

Este insólito hecho ha producido el consecuente revuelo mediático, que a su vez ha contribuido a que la obra se vendiese al poco de su retirada, por una suma de nada menos que ochenta mil euros. Ochenta mil pavos por un verdadero bodrio -artístico eso sí- que algún independentista no sé si muy avispado y al que parece que le sobra el dinero, ha aflojado por el polémico lote de basura expuesto en esa ínclita ‘feria’

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El problema está, en que llamamos arte a cualquier cosa que algún amanerado con algo de gracia nos presenta de forma golosa; siempre y cuando claro, pertenezca al exclusivo y endogámico lobby artístico.

Y me pregunto yo: ¿dónde está el arte?

Hay que aceptar la necesaria condición de que el arte tiene, y tendrá, un carácter provocativo, incomprendido, rompedor e impertinente para con la época en la que se ha manifestado. Es más, esta condición transgresora está en la esencia misma del acto artístico, de la creación artística.

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El artista así, en su búsqueda de nuevos caminos, de nuevas vías donde canalizar su arte, quiebra los convencionalismos establecidos para abrir nuevas rutas inéditas a la expresión. Pero dicho ésto, otra de las condiciones indispensables para calificar como arte una obra humana es, sin duda alguna, el mérito artístico.

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Entendido este mérito como el dominio de una técnica artística y de la calidad en su ejercicio; o de la habilidad de aportar una perspectiva original; o quizás, la cualidad de expresar de forma hermosa una sensibilidad, capaz de hacer temblar nuestra concepción del mundo.

El arte tiene que revolverte con un torbellino de ideas nuevas, sensaciones y experiencias ¿cómo no…? Pero también tiene que poseer un toque divino, genial, mágico, que despierte ‘eso’ que la materia expuesta por si misma, no puede hacer aflorar si no va acompañada de una sensibilidad especial que haga surgir un ‘enamoramiento’ por ‘esa obra’ de arte… Es por ello que las obras de arte no pueden ser falsas, no deben ser tramposas, tampoco expresiones de lerdas cuitas políticas; simplemente, por la razón de que dejarían de ser arte.

Es clave el hecho de que si nos dejamos idiotizar por amanerados miembros de lobbys guays, y tontamente aceptamos como arte cualquier tipo de expresión, ¿cómo no vamos a dar por buenas también otras expresiones ya sean insultantes, arbitrarias, injustas, indignas, o insoportables…? Si somos capaces de mentirnos con algo tan importante, trascendente y educativo como el arte, ¿cómo no vamos a dejar que nos hurten torticeramente otros temas más nimios…?

Por eso digo, que el problema está, en que LLAMAMOS ARTE A CUALQUIER COSA.

No os perdáis este vídeo en el que se desenmascara la gilipollez propia de estos ‘enteraos’ del arte, no dejéis de verlo.

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletrasbandera de españa.resized

Domésticos

Publicado el 16 de diciembre de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

Estábamos demasiado en casa, acostándonos temprano, pero desde lo de la pandemia, a base de tanto aislarse, nos hemos ido alejando mucho más unos de otros. Si con lo de la televisión permitimos que las imágenes se comieran a la realidad, con la telepresencia, con el teletrabajo, la domesticidad voluntaria e idílica se ha convertido en una nueva forma de servidumbre. De resignación.

“El hombre continuará existiendo, y lo que es más, seguirá mejorando, y probablemente se sienta más a gusto en un estado de domesticación bajo la protección benéfica de las máquinas, de lo que se siente en su actual estado salvaje”, escribía Butler en 1850… Ahora con lo de los dispositivos estamos más en casa, más domesticados, aunque estemos en la calle. Mirando el móvil.

La domesticación lleva a través de la evolución a animales más mansos, menos propensos a emigrar y vagar, adaptados a grupos y manadas mayores, con pelos más ralos, dientes más pequeños, astas más cortas, con más grasas, con cerebros más pequeños y con sentidos e instintos menos desarrollados. No sólo nos dejamos cobijar por nuestras lenguas sino que también nos dejamos domesticar por nuestras edificaciones. Con la domesticación del hombre por la casa, empieza el adiestramiento y la cría de animales domésticos.

Los tramperos con ayuda de sus artilugios enseñan que “hay que atraer al animal al aparato, bien aprovechando su curiosidad natural o bien mediante un cebo. Instan a averiguar con sumo cuidado los lugares en los que los animales se esconden durante el día, los refugios en los que pasan la noche, y los caminos que recorren habitualmente”. El Estado de la Información nos trata como a bestias salvajes, peor, nos está domesticando.

Se doma a un caballo para el camino. Se domestica a un rocín que hace girar una noria. Se doma a los miembros de las clases dominantes. Se domestica a los de las clases dominadas. Un colegio caro es una escuela de doma, para que hagan proyectos. Un colegio público lo es de domesticación, los transforma en objetos impotentes para hacer proyectos. El cerebro de los forrajeadores (cazadores-recolectores) era mayor que el nuestro, nuestros sentidos se encuentran menos desarrollados que los de nuestros parientes salvajes.

“Llamar a la domesticación del animal ‘mejoramiento’ suena a nuestros oídos casi como una broma. Cualquiera que sepa lo que sucede en una jaula de fieras dudará que, en ella, el animal ‘mejore’. Es debilitada, es hecha menos dañina; es convertida, mediante el efecto depresivo del miedo, mediante las heridas y mediante el hambre, en una bestia enfermiza”. Al menos según Nietzsche.

El éxito del proyecto de modernidad civilizatoria, estriba en su capacidad de apoyar sus fundamentos en valores que se suponen universales, vinculándolos después con visos de racionalidad científica, a evidencias empíricas que den puntual cuenta del progreso prometido, a la vez que soslayen las consecuencias regresivas, no deseadas, que los acompañan. Vamos a ir siendo cada vez más manejables, más inofensivos.

Historias de Paco Sanz ✍️

LOS MAYORES Y LOS BANCOS

Publicado el 18 de febrero de 2022.

De bancos solo hay dos clases: sitios que sirven para sentarse o asentar algo, y sitios donde hay mucho de algo. ¿No…? Hoy, ésto de la relación de los bancos y los mayores es que es la ostia; los han dejado de pie en la puta calle pulsando teclas en un cajero sin saber los pobres qué hacer. En mi época las personas mayores daban la seguridad jurídica, y no digamos nada de la económica o de la moral.

Recuerdo, cuando entrabas en las oficinas y salía a recibirte el director porque percibía negocio. Ahora los bancos principalmente perciben problemas. Y en connivencia con los políticos se han hecho tan tan grandes que claro, en verdad que se la sudamos literalmente… Y como además son dueños y señores del manejo de nuestras nóminas y dineros, se han convertido por ello, en una especie de Gran Hermano omnisciente que sólo sirve para recordarnos una y otra vez, que somos el mero número de una cuenta totalmente prescindible.

Supongo que muchos de vosotros conocéis ese dicho que dice, que un banco es el sitio ése, donde parece que te regalan un paraguas cuando hace sol y te lo niegan o incluso te quitan el tuyo cuando llueve.

Acababan de reformar las oficinas de la Caja de Ahorros y El Monte de Piedad de Monserrate-Orihuela; fijaros en qué nombre tan bonito; y hace de ésto no tantos años…

Aparte de con la novedad de la modernísima puerta de apertura automática, y también como gran innovación, en la oficina bancaria empezaron a embobar a los clientes entregándoles aquellas libretas de ahorros tan chulas, forradas de piel azul y con el anagrama del banco grabado en dorado a fuego. El señor cajero anotaba en ella con la solemnidad de su puño y letra cada asiento contable de la cuenta. Sencillo. ¿No…? Años más tarde empezaron con lo de las tarjetas de crédito, y ahora están con lo del rollo éste de internet. Nada nuevo bajo el sol.

Todavía entonces había gente que ni muerta ni viva dejaba su dinero por ahí, a no ser que fuera guardado bajo un colchón o escondido en cualquier otro sitio donde pudiera vigilarlo, y bien de cerca.

Y la anécdota, fue la del vecino aquél -ya muy mayor el pobre- que llegó, y se plantó en la caja con bastante más de un millón de pesetas en billetes, metidos de cualquier manera en una bolsa de tela azul y cerrada con un nudo. Una pequeña fortuna en aquella época… Y así, como desconfiado y mirando a diestra y siniestra hizo el ingreso pareciera que a hurtadillas. Alerta, e incluso diríase que a regañadientes, le entregó los billetes al cajero y se quedó mirando fijamente sus manos… Aquél, tras contar con parsimonia el parné, anotó el asiento de la cantidad en la cuenta con una caligrafía impecable, y le entregó algo ceremonioso la libreta con el saldo debidamente actualizado: el debe y el haber.

El anciano se iba alejando en dirección a la salida y leía la libreta con la humildad de sus pocas letras, cuando con un gesto alarmado paró en seco, y girándose, llamó al cajero a lo que éste salió y corrió a atenderle solícito:

— ¿Qué ocurre caballero…?

— Hazme el favor nene y mira a ver ésto, anda.

Y al entregarle la libreta se le notó algo contrariado, porque empezaban a hinchársele las venas del cuello, se ve que debido al berrinche que estaba empezando a tomar…

— Nene, ¿cómo puede ser posible, que hace un momentico te haya’dao los billetes en mano y en este papel diga ahora que debehaber algo…? ¿Cómo que debehaber ni que ostias…? Yo te’dao los billetes en mano y tién’questar… ¿Qué mierda es ésto de que debehaber ni que cojones…?

— ¡Tién’questar, mis billetes tién’questar…!

— ¡¡Llama al jefe…!!

😂🤣 ¡Qué cosas estás, las de las palabras y el dinero…! 🤔

eeen fin.

Gracias por leerme 🙏

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

Quemar, quemar, quemar…

Publicado el 27 de noviembre de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

Por fin ha vuelto el frío, por fin puedo volver a encender el fuego del hogar, estaba de encender velitas bastante harto. El fuego me fascina, el quedarme encantado delante de algo caliente, de algo que se está quemando, me tranquiliza extrañamente; igual es por el eco de los que me precedieron, ya que cuando llegaba la noche sólo tenían al fuego por compañía. Pasamos de la agricultura a la industria a base de quemar cosas, incluso ahora para movernos de aquí para allá quemamos petróleo.

Me gusta el fuego, la llama consiste en una claridad esplendente, un vigor ingénito y un ardor ígneo. Y me gusta el agua porque es el colmo de lo quemado. El agua es resultado de una combustión muy potente, la del hidrógeno, que se combina con el oxígeno para formar agua. Se podría decir que el agua son las cenizas de una combustión, y como es algo ya quemado (tras combinarse con el oxígeno) no es fácil quemarlo más, es decir, combinarlo con más oxígeno. Antes bien, el agua es una sustancia muy estable en condiciones habituales, y justamente porque es difícil combinarla con más oxígeno, se usa por lo común para apagar el fuego, porque ya no puede quemarse más.

Mejor quemar hidrógeno que quemar carbono, claro. Nos dicen que pronto podremos hacerlo para desplazarnos. Un átomo de oxígeno es 1,33 veces más pesado que uno de carbono. A través de la combustión cada átomo de carbono se combina con dos de oxígeno. La gasolina consta en casi un 90% de carbono. Al quemarse 0,9 Kg de carbono se combina con 2,4 de oxígeno, lo que da como resultado que por cada Kg de gasolina se introducen en la atmósfera 3,3 kg de CO2.

También se dice que además de para cargar el móvil podremos usar la electricidad para movernos. Ignoramos tontamente que un vatio eléctrico equivale a tres vatios térmicos. Es decir, hay que quemar tres vatios de lo que arda para producir uno de electricidad. De modo que usar la electricidad para obtener calor es un lujo, un mal negocio. No lo tenemos en cuenta al calentar la comida y a veces incluso las casas con electricidad.

Se nos habla de decrecimiento pero lo que deberíamos procurarnos es el “desdesarrollo”. El desarrollo produce siempre más desarrollo. El monstruo siempre se devora a sí mismo. En el barco en el que Phileas Fogg está llegando a Inglaterra después de dar la vuelta al mundo en ochenta días, se empieza a quemar la estructura de la nave para poder seguir avanzando, cuando el carbón ya se ha acabado… Novalis ya hablaba de “un molino que se muele a sí mismo”. Estamos preñados de un monstruo que se nos está comiendo a nosotros mismos con nuestra manera de vivir actual.

“Quema lo que has adorado, adora lo que has quemado”. Dicen que lo dijo San Remigio. En eso estamos. En quemar, incluso a los seres queridos. Ya no se les da tierra a los muertos. Se les quema. Pronto me quemarán, bueno, quemarán el cuerpo que estoy siendo. Dejaré de ser un sumidero de carbono. Me consuelo pensando que la cremación es mucho más eutrofizadora que un ataúd sellado. Si quemamos, si seguimos quemando, si nos quemamos, el planeta parece dispuesto a aguantar (de cualquier manera) a más humanos.

Historias de Paco Sanz ✍️

LOS COJONES, AMÉRICA, Y EL RENACIMIENTO

Publicado el 11 de febrero de 2022.

La primera globalización fue tal… Los españoles abrimos el melón del mundo descubriendo América en 1492, y con el Tratado de Tordesillas en 1494 y a la par que portugueses e italianos protagonizamos sin saberlo el Renacimiento. Los italianos al principio aportaron el arte, el dinero y la ciencia; pero lusitanos e hispanos pusimos los cojones y el poderío político, técnico y militar. Nadie salvo portugueses o españoles tenía huevos suficientes, para meterse en una cáscara de nuez y lanzarse al mar a explorar la verdad del mundo fuera del Mediterráneo… Nadie.

Lo hicimos nosotros solos, pero porque éramos pueblos acostumbrados al sacrificio y a la guerra durante los ochocientos años que duró nuestra Reconquista. Gente con fe, ruda y noble, con el valor la disciplina y el sentimiento de unión necesarios para conquistar cualquier empresa. Incluso, la de abandonar la seguridad de la navegación de cabotaje, y adentrarse en la inefable inmensidad de los océanos sin tierra a la vista, y con miedo en el barco y en el rumbo.

Era otro nivel…

El cerebro y la tesorería en principio estarían en Italia; pero la testosterona, la experiencia, los navíos, y el sacrificio de los hombres y mujeres necesarios para abrir el melón del mundo aquél, estaban aquí desde el principio.

En Portugal y en España.

Don Cristóbal Colón parece ser que fue un señor genovés con talento y una gran idea, pero Doña Isabel está bien claro que era una señora castellana con ideas propias y encima era La Reina. Y ésa, fue nuestra suerte. Aquella Señora en vez de explotar con barbarie los territorios Terra Incognita que sus súbditos iban descubriendo sin cesar por ahí por el mundo, lo que hizo en verdad, fue ampliar su reino y el de su Dios ahormando súbditos bajo el amparo de su corona, fuesen cuales fuesen sus razas, religiones o culturas. Y penando por ley su explotación, injuria, o esclavitud. Y creando ciudades y cultura, leyes e instituciones propias, que perdurasen en el tiempo y protegieran a aquéllos sus nuevos súbditos de ultramar… Nunca hubo colonias en el Imperio Español. Nunca.

Era en el fondo, o una beata utópica o una católica idealista ésta Isabel de Castilla… Y si no me creéis estudiad, y sabed, que en aquella época no había nada parecido a las Leyes de Indias, al otorgamiento del Derecho de Provincia a los territorios de ultramar, o al reconocimiento del mestizaje y del Derecho Criollo, en ninguna otra cultura occidental salvo en la de Roma. Nada, en ninguna.

Luego, casi dos siglos más tarde, vendrían los ingleses y sus colonias, quienes se especializaron refinando los muy rentables negocios de la esclavitud y la piratería, el del expolio, la usura, y el de la ciencia de las armas; y finalmente los de la revolución industrial, el negocio del capitalismo y hasta el del comunismo… Todo, como veis muy anglosajón.

Antes de la tontería ésta de la pandemia, venían a España más de ochenta millones de personas al año a visitarnos y sería por algo… El mundo entero, parece que quiere pisar en algún momento nuestra tierra, pero porque nadie ha tenido nunca más cojones que nosotros y justo a por eso vienen… A por cojones. A ver si se les contagiaran tanto nuestros redaños como nuestra bonhomía, a fuerza de tomar nuestro sol, pisar nuestro suelo, y comer y beber lo mismo que bebemos y comemos nosotros.

Qué ironía -y quién lo iba a decir de nuestros archienemigos- pero el caso es que cada vez vienen más ingleses, más belgas, holandeses y hasta franceses, noruegos, rusos e incluso finlandeses; más polacos, más rusos, más ucranianos… Gentes, seguro que muy buenas y laboriosas, frías y muy calculadoras, pero que parece que están hasta la polla de no notarse mucho los huevos. Y se ve que quizá por eso vienen a buscárselos aquí, a nuestra tierra. 🤣😂

eeen fin.

Algo mágico además de La Historia tiene que tener ésta Nuestra Tierra. ¿No…? 🙄😳

Sabéis que os quiero 💕🇪🇸

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

VESTIDOS

Publicado el 18 de noviembre de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

No le sienta bien al hombre entrado en años, seguir la moda ni en su forma de pensar ni en la de vestir. Me fastidia comprar ropa pero no quiero que se sepa. De entre todas las cosas del gastar la de hacerlo en ropa me parece la más tonta. Ella elige la ropa que quiere que yo lleve puesta, con la que le gusta que yo vaya… Un poco como Juan Ramón, que pidió a sus vecinos que le dijeran de qué color querían ver su casa antes de pintarla, ya que él desde dentro no la vería. Asisto al deterioro de mi ropa con espíritu deportivo; al de mi mente también. Los recuerdos y los cuerpos encogen como las camisetas; y en los percheros, solo se visten los fantasmas.

Viene a cuento el de aquella fonda, en la que todos decían lo que deseaban que les pasara… Después de que todos hubieran hablado aún quedaba el mendigo en su rincón oscuro; de mala gana y vacilando, habló también: “…Quisiera ser un rey poderoso y reinar en un vasto país, y hallarme una noche durmiendo en mi palacio y que desde la frontera irrumpiese el enemigo, y que antes del amanecer sus caballeros ya estuvieran frente a mi castillo; que no hubiera resistencia, y que yo, despertado por el terror y sin tiempo siquiera para vestirme, hubiese tenido que emprender la fuga en camisa; y que perseguido por montes y valles, por bosques y colinas, sin dormir ni descansar, hubiera llegado sano y salvo a este mismo rincón… Eso querría…” Los otros se miraron desconcertados. ¿Y tú, que hubieras ganado con ese deseo…? preguntó uno… Una camisa, fue la respuesta.

😂🤣

Una camisa puede ser muy importante. Cuando todavía había jornaleros, se decía que uno respetable se sonrojaría si tuviese que aparecer en público sin al menos una camisa de lino, cuya carencia se entendería como ése vergonzoso grado de pobreza en el que se supone que nadie podía caer, sino era a causa de una conducta disipada… Creo que, en realidad, las personas no asisten ellas mismas a las reuniones sociales sino que envían en su lugar a un muñeco vestido, al que luego decoran como quieren. Ella, hace conmigo cosas así.

«…A los caballeros andantes que pasan todas las calamidades, les reconforta la esperanza que tienen en los cuidados que las mujeres se tomarán por ellos a su regreso: las satisfacciones, las alegrías y los placeres que ellas les darán o harán que les den en su presencia. Descalzarse ante un buen fuego, lavarse los pies, ponerse luego calzado fresco. Bien comidos, bien bebidos, bien servidos, bien respetados, bien arrebujados en blancas sábanas y con gorros de dormir, bien cubiertos de pieles y rodeados de solicitudes y privanzas, amores y secretos que me callo… Y a la mañana siguiente, ropa interior, y vestidos nuevos…»

En fin. ✍️

«Decidme: la hermosura
la gentil frescura y tez
de la cara,
la color y la blancura
cuando viene la vejez
¿cuál se para?

Las mañas y ligereza
y la fuerza corporal
de juventud,
todo se torna gravedad
cuando viene el arrabal
de senectud…»

💕 ❤️

Historias de Paco Sanz ✍️

..

CINE, TRAUMAS, Y VAMPIRAS…

Publicado el 4 de febrero de 2022.

Me diréis que fui o bien un privilegiado o un bicho raro, porque recuerdo cómo de sigiloso me colaba con facilidad en la sala del cine de mi abuelo Miravete, para ver furtivamente y desde el gallinero aquella película para mayores cuasi prohibida, y encima, clasificada «S».

LAS VAMPIRAS

Tenía que aprovechar el descuido de los acomodadores para escabullirme y colarme, entre las pesadas cortinas de terciopelo granate que cerraban por completo e insonorizaban la sala. Pese a la casi completa oscuridad y una vez dentro, sabía perfectamente que a mi derecha quedaban las escaleras que conducían al gallinero; y que si seguías subiendo por ellas se estrechaban hasta llegar a una angosta escalera de caracol que llevaba directamente a la cabina de proyección… Como en Cinema Paradiso, casi igual.

Bajar yo sólo a las calderas sí me daba un poco de miedo pero por aquello de las ratas; subir a la cabina no. Al contrario.

¡Madre mía…! El hecho de estar allí arriba en el gallinero, yo solo y a oscuras, unas veces excitado otras aterrorizado por aquellas señoritas vampiras tan estupendas, era toda una experiencia de lo más vibrante y calentona… Se me enhestaban hasta los vellos con tanta carne y tanto susto.

Me conocía casi todos los recovecos del cine. Era una sala enorme, ya entonces muy anticuada, pero con un fantástico suelo curvado de madera y unas paredes forradas también de madera, que le proporcionaban una visibilidad y una acústica casi perfectas. Un gran espacio oscuro, en el que se podía oír hasta el batir del volar de una moscarda…

Uno de los recuerdos más vívidos que tengo de la sala de cine, era por las mañanas, cuando completamente a solas y envuelto en aquella penumbra de olor a tabaco y a sitio vacío y cerrado, me subía al escenario y me situaba justo en medio del mismo pero de espaldas a la sala… Luego, me giraba lentamente y me enfrentaba poco a poco al imponente patio de butacas vacías, estirando los brazos, saludando haciendo reverencias y mogigangas, e imaginándome vete tú a saber qué clase de tonterías… Impresionaba.

Sería el año setenta y siete, y era una de aquellas películas típicas de la época del destape, y como que de miedo, pero de un miedo picantón muy manido y algo inocente. Pero sí, es un hecho que para mis once años era una película de verdadero miedo…

Peeero, no paraban de salir desnudas aquellas vampiresas estupendísimas, que se ve, que estaban las pobres atrapadas en una isla tropical en medio del océano y sin mucho que hacer… Y el caso, es que así como por casualidad, arribó a la isla un barco con unos marineros totalmente perdidos en busca de alivio. Y claro, como las señoritas vampiresas repito que estaban tan estupendas y se ve que todo el mundo tenía tanta hambre, aquéllo se convirtió en una vorágine de comilonas y mordiscos picarones, colmillos y tetas, miedo barato y refociles, que he de reconocer que es posible que me dejaran marcado y traumatizado para siempre… ¿El cine no es una fábrica de sueños…? Pues eso.

eeen fin.

Desde aquel momento «me gustan las mujeres me gusta el vino, y si tengo que olvidarlas me voy, y olvido…»

Gracias por leerme… 💕 😂🤣

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

ADICCIONES…

Publicado el 13 de noviembre de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

Soy adicto a mis costumbres, estoy sometido a su tiranía. Son prueba de cómo entiendo lo de vivir bien la vida: relajada y miserablemente. Se es un sumiso a las costumbres cuando uno no tiene interés en cambiarlas; cuando la persona no tiene “más remedio” que continuar con su patrón de costumbres, el que sea… El aspecto sorprendente de la adicción es que a veces termina.

Hemos multiplicado el uso de los opioides porque cada vez estamos menos dispuestos a aguantar el dolor que sentimos, o porque somos unos adictos del demonio, o por las dos cosas. ¿Quién sabe…? Cuando los adictos -a lo que sea- van a la consulta porque ellos quieren, tienen de un 20 a un 30% de posibilidades de librarse de su adicción. Si van por resoluciones policiales o judiciales, un 8%. Pero si van conducidos por su familia apenas tienen un 1% de posibilidades de lograrlo… También pudiera ser que se tratara de que no aguantamos a nuestra familia.

¿Hará la humanidad caso de algo que implique limitar su adicción a la comodidad inducida, farmacológica y tecnológicamente entendidas…? Tal vez el destino del hombre sea vivir una existencia corta pero apasionante, excitante y derrochadora, más que una vida prolongada, tranquila y vegetativa.

Pero es que la bondad es también una cuestión de huevos, de ovarios: ser valiente es ser bueno.

Hoy la mayoría de las necesidades son de carácter social y psicológico, pero con excesiva frecuencia se busca satisfacerlas por medios materiales. O químicos. El resultado, es que la satisfacción proviene más de la adquisición de los bienes que de la posesión de los mismos, convirtiéndonos en adictos al flujo de drogas o de bienes; situación que al mismo tiempo se halla en la raíz de los problemas mentales y ecológicos. Las empresas que estimulan esta actitud gozan del apoyo incondicional, la gratitud, e incluso las subvenciones de los gobiernos orientados hacia la cura: el crecimiento…

Supongo que es por lo adicto que soy (vivo en la ciudad que nací, el trabajo que aprendí con mi padre es el que he hecho durante cuarenta años, hace más de cincuenta que vivo con la misma persona, en la misma casa, etc) por lo que no he podido olvidar aquéllo que dijo Lincoln acerca de la sucia adicción al sexo: “A mi juicio, quienes nunca caímos víctimas de esa adicción, fuimos protegidos más por la ausencia de apetitos, que por cualquier superioridad física, mental o moral sobre los que sí…»

Sin embargo, a mi presencia en los lugares comunes muy adicto no soy, los lugares comunes presentistas me son mortalmente tediosos. Y es que esta adicción presentista sólo induce en mi caso sopor intelectual, afán repetitivo, y disciplina lanar.

Entre los hombres de mi familia lo de salir de casa a darnos una vuelta, un buen paseo antes de que nos manden a paseo, es una costumbre inveterada, antigua y arraigada… Somos adictos a ella.

Historias de Paco Sanz ✍️

Almoradí, el 66, y el babyboom

Publicado el 1 de febrero de 2022.

Nosotros, los frutos del babyboom de Almoradí nacidos en agosto del sesenta y seis, deberíamos darnos prisa en preguntarles a nuestros padres con picardía, con mucho cariño y por simple curiosidad, qué coño fue aquéllo tan extraño que seguro tuvo que pasar en el pueblo a finales de noviembre o principios de diciembre de mil novecientos sesenta y cinco…

Porque es un hecho que nueve meses después y en sólo unos veinte días, en agosto del año siguiente nacimos del tirón por lo menos veinte o treinta criaturas. Lo cual, en un pueblo entonces tan pequeño como el nuestro no era moco de pavo. Algo raro pasó seguro, porque no era normal aquéllo de tantos nacimientos en tan poco tiempo… Tuvo que ser algo inusual, un no sé qué; ni sabría cómo llamarlo.

Quizá fue una verbena pasada de rosca, o vete tú a saber si hubo un concierto de Raphael que se fue de madre; tal vez un derroche alcohólico y festero que tornó en un éxtasis amoroso y colectivo, o a lo mejor un frenesí zalamero e inexplicable que devino en una extraña catarsis carnal… No lo sé, pero pareciera, que todas las parejas receptivas del pueblo se pusieron de acuerdo esos días para sincronizarse acoplando sus cópulas. Porque es un hecho, repito, que nueve meses después y en aquellos veintitantos días de agosto nacimos un porrón de gente… Algo pasó, seguro.

El padre de un gran amigo nuestro, en una comida y con una copa de vino en la mano y varias en el coleto, me confesó el cabrón socarrón que de tanto buscar la chiguita él y su mujer -y como no había tanta televisión tanta pantalla ni tanta tontería- al final, terminaron teniendo un equipo de balonmano masculino. 😂🤣

No querías caldo toma, seis tazas. ¡Sí señor…! ¡Eso era natalidad…!

Tengo la teoría de que nuestros padres en aquellos días de finales del sesenta y cinco, se corrieron una juerga muy muy gorda… En serio.

eeen fin. Pillines… 😂🤣 💕

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

……

Adictos al crecimiento

Publicado el 5 de noviembre de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

Los de izquierdas son tan malos como los de derechas en la medida en que ambos son extractivistas, adictos al crecimiento. A ver, si nuestro gusto por la igualdad y por la libertad se ponen de acuerdo de una vez, en que no podemos seguir creciendo ni en nombre de los de un lado ni en los del otro.

A los que creemos que la filosofía es más saber amar que amar el saber, las personas que no tienen control sobre sí mismas -que no aprecian esa libertad- y las que necesitan tanto para vivir -las que pasan de la igualdad- nos parecen igualmente despreciables. Mejor no odiar, si puedes; pero de lo de despreciar no hay que olvidarse… Marx lo dijo.

La teoría de las élites extractivas predice que el interés particular tenderá a prevalecer sobre el interés general. La confusión inducida entre recortes y reformas, tiene la consecuencia perversa de que la población no percibe las ventajas a largo plazo de las reformas, y sí experimenta el dolor a corto plazo de los recortes, que, invariablemente, se presentan como una imposición extranjera.

Me gustaría bajar la basura una vez a la semana, pero por mi manera de vivir acabo bajándola un día sí y otro no. Malditos sean los envases. Maldito sea el peso de la bolsa de basura. Mientras bajo en el ascensor sosteniendo el peso de la bolsa la repaso, pues cada tonelada de basura ha requerido además la producción de cinco toneladas de desperdicio en el proceso de su manufactura, y veinte toneladas de desechos en el punto de extracción inicial (minería, bombeo, tala, granja).

Escucho la voz de GAIA, de la Madre Tierra, de la Pachamama, en las dificultades de mis hijos para reproducirse, en el aumento de la tasa de retorno en las actividades extractivistas. Nos recuerda la maldad del crecimiento. Ni el verde es bueno. Renovables, las sostenibles… ya será menos.

El despliegue de las renovables eléctricas, requeriría una cantidad tan grande de minerales en relación con los niveles actuales estimados de reservas y recursos, que impulsaría de hecho una re-materialización sustancial de la economía, que exacerbaría la eventual disponibilidad mineral en el futuro… En particular, la demanda de extracción de minas acumulada estimada, requeriría un alto porcentaje del nivel actual de reservas para minerales como el telurio, el iridio, el estaño, la plata, el galio o el litio, que son elementos fundamentales de tecnologías como las placas fotovoltaicas o las baterías eléctricas. Así, estos resultados ponen en tela de juicio la consistencia y viabilidad de la narrativa del Crecimiento Verde, como solución a nuestros problemas de sostenibilidad.

Hay dos tipos de poder: el de realizar las capacidades propias y el de utilizar y sacar provecho de las capacidades de los demás. Al primero le llamamos “poder de desarrollo” y al segundo “poder de extracción”. La inmensa mayoría de nosotros carece del segundo y sólo cuenta con una cantidad “insignificante” del primero. Y así, no vamos bien. Lo sabemos de sobra.

Historias de Paco Sanz ✍️

DÍA DE LA MADRE

Publicado el 2 de mayo de 2021.

De ocho meses estaba mi madre de mí. Éramos pobres y viajábamos –bueno, viajaba ella conmigo dentro– subidas junto a los enseres en la caja de aquél camión viejo, y entre los vaivenes interminables y el viento de la carretera. Emigrando, de lo extremo y duro del Badajoz de Calzadilla de los Barros, a la incertidumbre de lo alicantino de Bañeres de Mariola. Comenzaban los años sesenta del siglo pasado.

Pero claro, de todo aquello yo no me puedo acordar… Como lo de que me calentaban recién nacida en una cesta de mimbre junto a la hoguera de aquella primera casa, digamos que nuestra, pero de la que no tengo memoria alguna.

De la casa de la que sí me acuerdo, recuerdo, el subir por una calle… Tenía una humilde fachada blanca y pequeña, en la cuesta de La Magdalena, la número 29. Era un lujo mi casa.

Entrabas a aquél recibidor con suelo de baldosas de ajedrez donde se dejaban los abrigos, los paraguas y las botas llenas de barro de polvo o de nieve; y donde mi padre resguardaba siempre también su motocicleta por las noches… Girabas a la izquierda, y los dormitorios eran contiguos: mis padres dormían justo al lado de nosotras cuatro, separados solo por un medio tabique sin puerta. Recuerdo con deleite aquel olor a dormitorio limpio de seis personas y aquel calor de estar juntos. Precisamente, ese calor de los seis, juntos, calentaba aquellas mañanas tan tan frías.

Y aún me acuerdo de aquella mañana, yo en medio del recibidor justo antes de salir pitando al colegio. «¡Nena ven, mira que abrigo tan bonico…!» Y claro, me lo encasquetó. Se lo habría regalado seguramente alguna vecina solidaria, y tres como yo de grandes sí que cabrían en aquella prenda sí… No era un abrigo, era, una especie de pelliza de aquellas de piel vuelta y borreguillo en el cuello, que pesaba un quintal y que de tan grande me rozaba las espinillas cuando la llevaba puesta, y andaba.

Y lo peor es que mi madre, para que al menos me asomaran las manos por las mangas, claro, me las arremangó, por lo que parecía que iba vestida con un sayón… Era enorme, terrible, horrible. ¡Qué iba a pensar la gente…! Parecía una mesa de camilla con dos patitas caminando calle abajo.

Toda la mañana pasé con aquello puesto; hacía mucho frío y yo era una niña obediente. Pero todo fue volver a mi casa y decidí que valía más «muerta que sensilla…» Y que había ciertas cosas que nunca más haría, si esas cosas me hacían pasar por encima de mí misma.

Te quiero muchísimo mamá. 💕

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

El día de la Madre 💕

Publicado el 30 de abril de 2019.

— Mamá, tápate los ojos…

A sus ocho años se había gastado la mañaca prácticamente todos sus ahorros comprándome aquella preciosa redoma de perfume. Sé, que se quedó prendada más del brillo y las formas sinuosas de la botellita de cristal tallado que de su contenido oloroso… Fueron los destellos esmerilados del envase lo que la hipnotizaron, lo que la hizo escoger ese regalo y no otro.

Hace ya muchos años de aquéllo, y mi hija no recuerda olor ni nombre de perfume alguno, ni de cómo era la caja o el envoltorio. Pero de lo que sí se acuerda es de las formas sugerentes de aquella filigrana de cristal rosado que, como si un caleidoscopio brillaba al girarlo teniéndolo en sus manos.

— Tápate los ojos mamá.

Estaba frente a mí, y lo llevaba preparando desde hacía mucho. Nerviosa perdida por la emoción de hacerme su regalo el día de la Madre, giró sobre sí misma, abrió la caja, y sacó el perfume de espaldas como a hurtadillas, como con suspense: quería entregármelo ella en persona y con sorpresa.

Un poco ceremoniosa se dió la vuelta con la botellita en la mano, y mirándome embelesada y sonriente comenzó a caminar acercándoseme, cuando de repente, aquel traspiés… Y la botellita volando por los aires recién sacada de su caja.

…eeen fin.

Mi mejor regalo. 💕❤️💕

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

¡Nooo me toques…!

Publicado el 13 de marzo de 2020.

El jodido coronavirus…

Los rebaños sólo se mueven por miedo o por hambre.

El instinto rebañudo que todos tenemos, me empuja a quedarme en casa pero no por el miedo mío, sino por respeto al miedo de los demás. Como creo que debe de ser si somos solidarios. Pero por otro lado mi instinto de rebeldía, me dice que el actual estado de las cosas es para mandarnos a todos la mierda por histéricas. Porque lo de las carreras en los supermercados a la búsqueda histérica de papel higiénico, convendréis todos conmigo, en que es muy muy significativo. Seguro que en unos cuantos meses no podríamos los españoles limpiarnos el culo lo suficiente, como para acabar con las reservas nacionales de semejante producto se ve que de primera necesidad. Me voy a quedar en mi casa sí, pero rabiando.

Ni tocarnos podemos ya… Este mundo moña y cobardón que nos hemos creado, chilla y echa a correr a las primeras de cambio tal como una espantada de pavos azuzados. Toda nuestra historia como especie matándonos hasta por millones en guerras y hambrunas, y resulta que ahora, hoy, en el siglo XXI y como pollos sin cabeza, nos cagamos de miedo porque nos entra la tos y se mueren cuatro gatos.

Yo voy a seguir ofreciendo mi mano deseando que la paz sea contigo; y lo haré hasta con un beso como así siempre lo hacía mi padre. Y seguiré tocando siempre a mi prójimo si él se deja, claro. Y jamás, jamás, haré acopio nunca de papel del culo.

Y sí… ya sé que soy un poco bruto, pero que no nos engañen.

eeen fin

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras

El 2 de Mayo

Ésto de andar por ahí todo el día dándole al dedito índice y a la pantalla es cuanto menos chocante, y parece ser que todo el mundo anda enviscado en sí mismo mirando la suya.

«…Todo colapsó, y no había forma de conexión…» ¡Qué pánico el de la desconexión…! Yo nací colapsado y desconectado y no pasaba nada; el mundo giraba igual y la tontería y el miedo convivían pacíficamente sin tanto miedoso y sin tanto tonto como hay hoy… Pero claro, la gente trabajaba más y tenía más estudios; no como ahora. Y siempre siempre, ha habido gente a la que le gustaba hocicar por ahí para ver si nos vendía algo.

Por eso, el problema de nuestra seguridad en la web (el de la supuesta inviolabilidad de nuestros datos) no es otro que el de la conciencia y el de la decencia. Parece ser que ahora todos somos una especie de monstruos que escondemos cosas inconfesables: trampas, que hemos ido haciendo por ahí… Pareciera que todos ocultásemos cadáveres en las cunetas de los caminos por donde hubiésemos ido pasando. Como si fuésemos sospechosos de algo y dignos de ser vigilados, porque todos somos potencialmente culpables de un montón de faltas o de delitos que podríamos cometer o haber cometido, por ahí…

Por contra, si todos fuésemos personas de bien y como tales nos comportásemos, no tendríamos tantas cosas que esconder y nuestros actos cotidianos nos darían igual que se supiesen por ahí, porque seríamos personas decentes honorables y sin tacha ni nada nefasto de lo que avergonzarnos. ¿No…? Pues eso.

Señores decentes…

Yo no sé a qué están esperando los políticos no-zombies que aún queden en nuestra España, para movilizar de una vez a todos los españoles de bien o al menos a los que queramos seguir juntos… Digo. Y digo a todos a la vez.

No sé a qué están esperando -repito- esos políticos no-zombies para ejercer el poder autonómico y municipal de sus partidos y convocar manifestaciones, pero de todos los españoles a la vez. ¡Ojo… no sólo en Madrid o en Barcelona! ¿Cómo…? Fijando, al igual que para un plebiscito, una fecha, pero para que todos podamos en todas las plazas de nuestros pueblos y todos a la misma hora, manifestarnos en masa y al unísono, todos, juntos… Cada español en su plaza -la de su pueblo- y expresándose pacíficamente con el fin de liberarnos del cáncer social rojo éste de mierda que nos está matando por metástasis.

Por ejemplo: manifestarnos todos los domingos de diez a doce de la mañana en la plaza principal de nuestro pueblo. Todos los domingos y todos unidos hasta que la cosa o se solucione, o reviente…

¡¡VIVA ESPAÑA…!! 💕🇪🇸

El señor éste que nos desgobierna, nos está empujando directamente a una especie de acantilado sudamericano y comunistoide, desde el que se ve, que tendremos que saltar todos los que no estemos de acuerdo con los rojos éstos que nos están empujando al borde del precipicio… Parece ser que lo que quieren para nosotros es eso que se llamaba una guerra civil, y si no me creéis, preguntad a los sudamericanos que han venido huyendo de la quema, de sus países al nuestro… La izquierda es una artista en ésto del agitprop, y la derecha es una verdadera mierda en la materia.

eeen fin.

Sabéis que os quiero. 💕🇪🇸

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

SENTIR PENSANDO

Publicado el 5 de noviembre de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

Lo que en mí siente está siempre pensando. En cierto modo al dejar de sentir desaparezco… Será que pienso que mi esencia consiste tan sólo en que soy una cosa que siente. Y será por eso que pienso, que lo que yo más siento no es sentir que la vida no me dure sino que no me dure el sentimiento.

Historias de Paco Sanz ✍️

DERECHOS. INFANCIAS. LIBERTADES.

Publicado el 29 de enero de 2022.

Tenemos un montón de derechos y libertades teóricas, pero estamos tan constreñidos por una maraña tal de normas estúpidas y leyes inútiles, que en realidad disfrutamos de muchas menos de las que nos creemos. Presumimos de libertades de todo tipo, y como por arte de birlibirloque damos por hecho que tenemos también un montón de derechos gratis: a la vida, a la privacidad, a la sanidad, a viajar… Sin embargo, hace poco que asustaron al planeta entero, y sin rechistar, todos consentimos que se nos encarcelara por decreto y durante meses en un arresto domiciliario brutal, radical, fuertemente vigilado, y penado hasta con detención y multa.

Fijaros en que, pese a que con esfuerzo y trabajo cada uno ganamos nuestro parné, no podemos de ninguna manera disponer de él si primero no lo depositamos o nos lo depositan en un banco… Mientras, nos están quitando también hasta el derecho a llevar dinero físico, acostumbrándonos a que empiece a parecer algo inusual, anticuado y hasta sospechoso el mero hecho de andar por ahí con billetes en el bolsillo… ¡Faltaría más…! ¡Que escándalo eso del dinero…!

«No poseerás nada, pero serás feliz…»

Pese a que conducimos unos coches cojonudos, la mayoría de los mortales no podemos circular a más de ciento veinte kilómetros por hora en unas autopistas, por las que se podría ir con seguridad y sin problemas a casi doscientos con esos mismos coches tan chulos. ¿Entonces, para qué cojones queremos coches tan cojonudos…? Piensa, en que cada año pagas más caro el seguro, el taller, la ITV, el sello del ayuntamiento, y no te digo nada de la gasolina. Y si te fijas, cada vez hay más guardias de tráfico agazapados en las rotondas listos para crujirte vivo en cuanto te descuides un poco.

Toda una metáfora…

Tenemos también ahora una libertad sexual desbocada, alocada, absoluta, total… Hemos puesto la sexualidad en el altar del amor. En mi época era al contrario: primero te enamorabas, luego hacíamos algo de tiempo para conocernos un poco, y finalmente, te lo tenías que currar mucho y de lo lindo hasta que ella consentía… Sin embargo en estos tiempos las consultas de psicólogos y psiquiatras, los talleres de tatuaje y los quirófanos, están llenos de seres con disforia de sí mismos que para que los quieran un poco, están deseando como locos, o bien rotularse y pintarse un poco, operarse las tetas, cambiarse la nariz, estirarse no sé qué arrugas, o amputarse de alguna forma los genitales creyendo así transformarse en otra persona, aún a sabiendas que también será alguien enfermizo.

Si se supone que como demócratas en democracia gozamos de casi total libertad de opinión, expresión o manifestación… ¿Porqué tenemos entonces que modular la expresión de nuestro lenguaje para adaptarlo a esta jerigonza moña, políticamente correcta, inclusiva, feminista y hortera, y que pareciera que nos la hemos impuesto nosotros solos y tan estúpidamente…?

No podemos usar palabras tan simples y prístinas como maricón, descapullar, tortillera, enano, zorra o subnormal, ya que corremos el peligro de terminar en un juzgado acusados de machistas, de fascistas, de heteropatriarcales homófobos no inclusivos y del todo insensibles, o de vete tú a saber qué otra barbaridad… Por otro lado, y por el mismo motivo, tenemos también que llevar mucho cuidado al manifestarnos díscolos frente a tanta tontería, no vaya a ser que los tontos se den por aludidos y se ofendan.

¡Es el colmo, el colmo…!

Yo sí puedo afirmar que viví mejor infancia que la de mis padres, pero por el simple hecho de que no pasé penuria alguna ni sufrí el trauma de tener que superar una guerra civil. Hoy, mis hijas, además de tener bastantes más dificultades y menos libertades efectivas que tuve yo, han de presenciar el triste y vergonzoso espectáculo cuasi de guerra civil constante, que por pura ambición están dando esta caterva de políticos que padecemos… Recuerdo, que tanto en mi infancia como en mi juventud y hasta hace poco, guerras y delitos eran cosa de criminales y delincuentes; hoy ambas cosas son se ve que asunto de políticos. Y ahora, y con ésto de las redes y las pantallas, hasta la opinión quieren controlarnos. Todo se andará… Y la gente votando siempre a los mismos.

eeen fin.

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

DECADENCIA

Publicado el 28 de octubre de 2022.
Historias de Paco Sanz ✍️

Entramos en recesión, la decadencia de nuestro sistema se pone de manifiesto en que no podemos parar la desigualdad. La derecha ha insistido en la bondad de la igualdad de oportunidades, la izquierda en la de los resultados. Para los del centro, la de no incordiar, salir de en medio y volver a las colas.

Todos los discursos obedecen a la necesidad de aceptar por un lado el lujo que ha llegado al poder, y por otro la jerarquía de la miseria. Cuando ésta abunda, la clase media empieza a ser un lujo. Cuando la clase media rehusa la caridad a nivel personal, y nos recuerda que es el Estado quién tiene que ocuparse de los miserables, entonces está pensando solo en ella misma. La clase media occidental se desmoraliza, se pauperiza y se vuelve pesimista.

El optimista dice que vivimos en el mejor de los mundos posibles, y el pesimista le da la razón. Y es que en los pesimismos y en las igualdades hay que precisar… El pesimismo, como fuerza, tiende a desarticular, a deshacer fibra a fibra, a descomponer lo que “es” y a enseñar las cosas como son, con la intención de mostrar las razones por las cuales lo que es, es como es… El pesimismo, como debilidad y decadencia, no ve a su alrededor más que lo siniestro, el pesimismo de la debilidad quiere “comprenderlo” todo, “explicarlo” todo.

La decadencia misma no es cosa que se tenga que combatir; es absolutamente necesaria y propia de toda época, de todo pueblo. Lo que hay que combatir con todas nuestras fuerzas es la importancia de evitar el contagio a las partes sanas del organismo. No sabemos entender el lujo de la decadencia como el principio y la salud de todas las cosas. En relación al hombre, nada tiene más éxito que la decadencia. El haber podido alcanzarla por su bien, y por el bien de la especie.

¿Signos de vida? la crueldad, el fanatismo, la intolerancia… ¿Signos de decadencia? la variedad, la comprensión, la indulgencia… La decadencia, sucedáneo lúcido del progreso, permite mitigar nuestra inhumanidad, y contradecir, a favor de los individuos, alguno de los más crueles supuestos de nuestra sociedad animal.

¿Cómo saber cuándo se instala la Decadencia? cuando la gente aceptamos la futilidad y lo absurdo como algo normal. La Decadencia acelera, hay que escribirla con mayúsculas. El término decadencia no es una calumnia, es una etiqueta técnica… Después de todo, como se sostenía durante la Revolución Francesa «para encadenar a los pueblos hay que empezar por adormecerlos». ¿Y qué mejor somnífero que esta orgía de pantallas lúdicas que va corroyendo poco a poco el desarrollo más íntimo del lenguaje y del pensamiento…?

¿Cómo saber cuándo se instala la Decadencia? por las confesiones abiertas de malestar. Porque dormimos fatal. Porque aceptamos la futilidad y lo absurdo como algo normal. El término no es una calumnia, repito, es una etiqueta técnica:

Decadencia.

Historias de Paco Sanz ✍️

El perro y la vereda…

Publicado el 22 de enero de 2022.

Me acuerdo cuando me dio por hacer deporte, y salía a correr al menos un día de cada cuatro. Lo hacía por las sendas fantásticas que recorren la huerta que rodea mi pueblo, y esa tarde iba yo por la muy famosa Vereda de Los Mazones. Todo el mundo debería saber que ese camino es famoso entre otras cosas, porque tiene un hermosísimo y verdadero monumento natural en forma de ficus macrophylla gigantesco y antiquísimo, que pareciera que desde siempre lo adorna: lo engalana. Una preciosa vía verde que une Almoradí con su pedanía de Las Heredades, cruzando el corazón de la huerta por un recorrido maravilloso rodeado de huertos de naranjos y limoneros, de bancales de alcachofas y de habas, de brócoli o alfalfa.

Peeero, cada vez que pasaba yo corriendo frente a una nave industrial que dejaba a mi derecha, una verdadera bestia, comenzaba a perseguirme ladrándome todo el trayecto que le permitía el límite de la valla que perimetraba la finca y bordeaba el camino. Aquel enorme boxer atigrado no sé porqué me odiaba tanto… Todos los días me ladraba el cabrón con una ira, con una inquina y una fiereza tales, que de verdad que me daba miedo el solo pasar a menos de un par de metros de la valla, no fuese a ser que un día encontrase un agujero, y…

Debido a la costumbre de pasar por ahí día tras día dejé de hacerle caso al perro y seguía corriendo así, sin más. Hasta la vez aquélla, claro.

Ya había rebasado la finca de la nave industrial y corría dejando atrás el límite de la valla metálica, cuando me percaté de que seguía oyendo aquellos ladridos con una extraña cercanía. Sin parar de correr miré atrás, y aterrado, vi que el enorme perro atigrado galopaba por enmedio de la vereda persiguiéndome iracundo, y ganándome terreno con muchísima rapidez.

Sabía que no tenía ninguna oportunidad si seguía corriendo: tarde o temprano aquella fiera me alcanzaría, me zancadillearía mordiéndome los tobillos hasta hacerme caer, y una vez en el suelo me devoraría vivo… Tampoco me daba tiempo a llegar y salvarme encaramándome al enorme ficus que había por allí cerca.

Todo ocurrió en un momento, cuestión de dos tres segundos, y la decisión que tomé no sé si fue una locura… El caso, es que rápidamente paré en seco, me giré mirando al perro fijamente, y gritando, blasfemando y gesticulando como un loco, arranqué a correr hacia él vociferando amenazante como si un alma que llevara el diablo… Es curioso que ese breve instante de tiempo, me diese para pensar en cosas, como hasta que tendría que sacrificar mi brazo izquierdo ofreciéndoselo y que mordiese primero el perro, para luego yo, poder inmovilizarlo y estrangularlo con mi mano derecha clavándole los dedos en el cuello y rompiéndole la tráquea.

Y parece ser que la cosa funcionó, porque cuando el perro me vio yendo a por él gritando como un poseso envuelto en llamas, se ve que se lo pensó mejor, y como en los dibujos animados de Scooby Doo frenó en seco, y tardó una fracción de segundo en darse la vuelta y salir corriendo cobardón, hacia el mismo agujero de la valla por el que se había escapado persiguiéndome, bravucón.

Seguí gritándole y persiguiéndolo yo a él hasta que se refugió de una puta vez tras la valla. El caaabrón… Puto perro.

eeen fin. Gracias por leerme. 🙏

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

Prozac y similares…

Publicado el 21 de octubre de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

La medicina ha multiplicado el número de enfermos mentales. La medicina ha sustituido a la religión, donde antes abundaban pecadores hoy hay locos. Se trataba de que aceptaran al que manda, de que mantuvieran el orden por aquéllo de la salvación. Y hoy, se trata a los que les falta salud, a los que se les va la olla.

El querer ser libre del explotador dejó de ser un pecado para ser una enfermedad mental. En 1851 el médico Samuel Cartwright planteó la existencia de la Drapetomanía. El nombre provenía del griego “drapetes” (esclavo, fugitivo) y “manía” (locura, enfermedad). Se la definía como el “ansia de la libertad” o expresión del síndrome del esclavo negro por escapar de su amo blanco.

Si dices que todo va mal eres una persona normal, avispada incluso si afirmas que unas cosas van peor que otras. Si haces algo por remediar casos concretos eres una buena persona; si haces mucho, eres incluso un santo. Si dices que las cosas van mal por culpa de unos u otros eres un resentido, puede que incluso un fascista o un comunista. Si te da por hacer algo por remediar las cosas ésas que van tan mal, se te confirma que el manicomio en el que crees vivir es real… Se pasa a pensar que quizás sería bueno algo de terapia a tu respecto, y se te recomienda la visita al médico mientras de momento, y por tu bien, se restringe tu capacidad de movimientos.

Los perdedores, lenta pero inexorablemente están empezando a ser tratados como enfermos… Si intenta rebelarse le administrará un sedante. Y se convertirá en objeto de gran interés y de una gran inversión, por su bien, para que se cure. Y así, la farmacracia podrá seguir potenciando el uso desinformado de drogas legales, y promover impunemente la conformidad sobre las ilegales.

Lo que impide la riqueza, en su modalidad capitalista, son los vínculos. Es el menor o mayor dominio de los vínculos colectivos y no la mayor o menor riqueza, lo que explica la menor o mayor difusión de la depresión y la enfermedad mental en nuestras sociedades. La causa de la “epidemia” depresiva en las ciudades occidentales tiene mucho que ver con la despolitización, o, si se quiere, la personalización o privatización del conflicto social (paralela a la privatización de la sanidad, la educación o los recursos energéticos). La solución a esta epidemia, por tanto, no es el voto de pobreza sino la repolitización o recolectivización o “nacionalización” de la felicidad.

Hasta hace poco las concentraciones bajas de serotonina no señalaban una condición patológica clara. Ahora, la existencia del Prozac y similares abre las puertas a la «farmacología cosmética» o sea: la ingestión de un fármaco no por su valor terapéutico, sino porque consigue que uno se sienta «mejor que bien». Si el sentimiento de autoestima es tan crucial para la felicidad humana, ¿quién no querría tener más y más…?

Los psicofármacos permiten a la gente llevar adelante actividades ordinarias, mientras nuestra vida transcurre en medio de una rugiente desesperación, sumidos en el abismo de nuestra propia insignificancia.

Historias de Paco Sanz ✍️

SUBNORMALIDAD

Publicado el 15 de enero de 2022.

Normalidad, era percibir el verdadero cariño y la naturalidad con que mi madre, me llevaba a casa de mis abuelos para ayudarle a limpiar el culo y darle de comer a la suya con alzheimer… Estuvo haciéndolo durante dieciséis años, hasta que mi abuela se nos apagó muriendo como durmiendo cual si una niña grande acurrucada en su cama. Recuerdo su viejo cuerpecito aovillado sobre sí mismo y en posición fetal… Pesaría veintipico kilos y lo recuerdo bien porque recién muerta, mi madre me pidió con total normalidad que la tomara en brazos, y que con cuidado la acostara en la otra cama limpia que había en aquella habitación tan vetusta de mis abuelos.

Me crié y fui educado con entera normalidad siguiendo casi a rajatabla unos principios hoy tan raros, como el de que si no estudias no apruebas; el de que los castigos no se levantan porque el que la hace la paga; ése de que quien no llora no mama; el de que quien bien te quiere te hará llorar; o el clásico aquél de que la letra con sangre entra… Creo, que también tenía entonces bastante claras las principales diferencias entre el bien y el mal, y sabía de los enormes beneficios de tratar a los demás como me gustaría que me trataran a mí… Hoy lo llamaríamos empatía, religión, disciplina o no sé cómo. Pero entonces era lo normal.

La normalidad era que la puerta de mi casa estuviera siempre abierta… Las de los vecinos también lo estaban, y sólo había que apartar un poco las persianas para colarse en cualquiera de ellas.

Con toda normalidad y sólo ocho años, ya me mandaban solo a la tienda de Manolo, bien a por una botella de lejía, una bacalá seca, tal vez media docena de huevos, o cuarto y mitad de jamón serrano en lonchas… ¡Y oye, que no me engañaran con las vueltas…! ¡Y cuidado con los huevos no tengas un percance…! ¡Y sobre todo, cuidado con los coches y con las calles: primero mirar y después cruzar…!

También era lo normal a esa edad después del colegio y por las tardes, el que saliéramos corriendo a perdernos en bicicleta por las veredas de la huerta kilómetros y kilómetros… Y por ello, lo normal, era que casi siempre alguno de nosotros volviese lisiado y con algún raspón en las rodillas o en los codos: o bien por un batacazo en la bici, o tal vez por la caída desde lo alto de un árbol debido a las prisas de estar robando fruta para merendar y que te pillara el dueño.

Desde siempre, cuando estabas en la huerta ya fuese jugando o trabajando y si te estabas cagando, lo normal era que te apañaras limpiándote el culo con lo primero que pillaras ya fuesen hojas o piedras, un trozo de cartón viejo, o cualquiera otra cosa que pudiera serte útil para semejante fin… Y normal, también eran cosas como mezclar tierra y orines si te picaba una avispa y restregarte luego con el mejunje para aliviarte.

Insisto, eran cosas normales pero oye: funcionaban.

O nos revelamos, y cuanto antes, frente a tanta tontuna y tanto miedo que pareciera que nos han inyectado contra los virus, el clima, el prójimo o el futuro, o vamos a asistir a la regresión como especie más importante de la Historia de la evolución del Hombre.

Vamos pa’trás.

Y si os fijáis, la cosa se acelera porque hace sólo unos años éramos diríase que normales, y ahora y más con ésto de la pandemia parecemos casi por completo todos unos subnormales… Y por favor, entendamos el adjetivo subnormal simplemente, como todo aquéllo o todo aquél que se encuentra por debajo del umbral de normalidad respecto de una realidad determinada… No vaya a ser, que debido a la corrección del lenguaje éste de mierda y tan moña que padecemos ahora, alguien se la coja con papel de fumar, se dé por aludido, y se me ofenda.

eeen fin.

Sabéis que os quiero. 💕

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

CIRCULAR

Publicado el 5 de octubre de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

No tenéis que desear quedaros mucho tiempo como estáis, recomendaba un clásico, sino que tenéis que circular, que cambiar, que volver, como lo hacen las estaciones y ser como ellas. Insertarse en el tiempo, distinguir en qué tiempo lo haces, y hacerlo a tiempo.

Los grandes pensadores griegos, además de inventar la democracia y la filosofía, introdujeron tres palabras diferentes para referirse al tiempo: kronos, aión y kairós. Kronos era el tiempo del cosmos, el de la duración, el de la sucesión, el del antes y el después. Aión correspondía al tiempo circular, el de lo que termina y vuelve a empezar, el tiempo repetitivo de la naturaleza, el del paso cíclico de sus estaciones, el del aliento vital. Por último, kairós definía el tiempo de la oportunidad y de la inspiración, el del momento adecuado, el del acontecimiento especial, el que aparece sin avisar y al instante se desvanece.

La vida es ondulante, hay cosas que fluyen y cosas que circulan en ella practicando un todavía no a la entropía, a la muerte. La energía fluye a través de los ecosistemas, mientras que los elementos pueden circular (ciclar) en el interior del sistema. En nuestra sociedad, ésto es tan acusado que se dice de ella que es líquida. Que se adapta al recipiente que la contiene.

Antes los guardias cuando parabas el coche donde no debías te espetaban: ¡Circule…! Ahora es la inteligencia artificial la que nos insta a circular. La pertenencia a una comunidad virtual es epifánica, en el sentido de que genera la ilusión de trascender los límites físicos de una realidad social concreta, y de que proporciona una variedad de recompensas emocionales a los usuarios cuando se encuentran e intercambian contenidos. Pero es también entrópica, porque les sumerge es el espacio vacío del hiperconsumo agitado por una incesante circulación de sonidos, textos, imágenes, comentarios, que reclaman ser modificados, reenviados y revinculados.

El bienestar del estado de bienestar tropieza no con la inteligencia sino con la vejez artificial. La prolongación ortopédica de la duración de la vida es un triunfo humillante de la medicina. En la mayor parte de los casos esas enormes cantidades de vejez que vemos carecen de viejos, de auténticos viejos, de viejos que no sean productos del artificio. Y una característica de la vejez artificial es la privación de la sabiduría: no hay mas que un mayor número de dementes en circulación, normalmente inofensivos.

Los números se han puesto a circular como locos, mucho más deprisa que el dinero, y el dinero mucho más deprisa que las mercancías. La mayor parte de compras de títulos, se hacen a base de una creación monetaria puramente electrónica por parte de los bancos centrales, sin fabricación ni circulación de billete alguno. Es mejor situarse de entrada en un cuadro de economía monetaria enteramente digitalizada, si se quiere entender algo. La moneda existe únicamente de un modo virtual en la memoria de los ordenadores de los bancos, y todas las operaciones están reguladas electrónicamente y por tarjetas de crédito.

Cuanto más deprisa circula todo, más ricos nos sentimos.

Historias de Paco Sanz ✍️

…de aquellos rojos estos rojos.

Artículo publicado por Jesús Laínz. Libertad Digital. 2022-01-02

Wenceslao Fernández Flórez escribe en julio de 1936:

«…Cuando se anunció oficialmente que se daría armas al pueblo comprendimos que ningún poder sería capaz de contener la catástrofe.»

Wenceslao Fernández Flórez (1885-1964)

«…la descripción más cruda del terror rojo.»

El coruñés Wenceslao Fernández Flórez, el más insigne representante del periodismo literario español del siglo XX junto a su paisano Julio Camba, sustituyó su inicial vocación médica por el periodismo cuando empezó a colaborar con varios periódicos gallegos antes de haber cumplido los veinte años. De allí saltó al ABC, para el que publicaría desde 1914 hasta 1936 una larga serie de crónicas parlamentarias por las que consiguió renombre en toda España.

Apasionado de su tierra natal, consiguió que la Real Academia reconociera la categoría de lengua para el gallego, hasta entonces tenido por dialecto, y defendió infructuosamente que Emilia Pardo Bazán fuera la primera mujer académica. Sus primeros relatos fueron ilustrados por Castelao, patriarca del nacionalismo gallego, con quien le unió una buena amistad a pesar de sus diferencias ideológicas. En 1926 fue galardonado con el Premio Nacional de Literatura por su novela Las siete columnas.

Como plasmaría por escrito, «recibí en mi instrucción y mis ideas el influjo liberal en el que fuimos educados todos los hombres de mi tiempo». Viajó a menudo por Europa y se declaró admirador de los gobiernos progresistas de los países escandinavos y Holanda. Las elogiosas páginas que dedicó a ésta, a la que consideró una «nación ejemplar», le merecieron la concesión de la orden de Orange-Nassau. Aunque partidario de Antonio Maura y defensor de la Monarquía, cuando arreciaron los ataques contra ella aprovechando los destronamientos de 1918, no ahorró críticas a un régimen podrido por el caciquismo, los enchufes, las desigualdades sociales, la mediocridad de los políticos y la ineficacia del Parlamento.

Si bien recibió en 1935 la Medalla de Oro de Madrid y la Banda de la República, en sus crónicas parlamentarias reflejó su creciente rechazo al nuevo régimen. El 2 de abril de 1936, un mes después de la victoria electoral fraudulenta del Frente Popular, señaló con desesperanza que, debido a la conjunción de la censura de prensa y el creciente caos, el tiempo de la reflexión política había dejado paso al de la crónica de sucesos:

La literatura política está desbordada. No tiene sabor, ni color, ni olor, al lado de la fuerte rudeza de los acontecimientos. La censura hace imposible dar a los artículos el tono que necesitarían los momentos que vivimos (…) Estamos más allá de toda teoría; estamos en plena acción (…) Los ingenieros son incapaces de construir diques en el instante en que sobreviene una riada. Los hacen antes o después del aluvión, pero si se dedicasen a poner piedrecitas y argamasa entre los irritados remolinos, perderían el material y el tiempo.

En las páginas que dedicaría a recordar aquellos meses previos a la guerra, describió la violencia en las calles, las denuncias falsas, las detenciones de coches a punta de pistola para que sus ocupantes pagasen tributo al Socorro Rojo, como sufrió personalmente el presidente Alcalá-Zamora, los asaltos a comercios, el saqueo de viviendas, la ocupación de fincas, el arbitrario envío a prisión de personas de bien «mientras que sus huéspedes habituales ocupaban los cargos públicos».

Pero lo más grave era que no se trataba de desmanes perseguidos por los agentes de la ley, sino que éstos amparaban los crímenes y la voz cantante de la revolución la llevaban los políticos del Frente Popular:

Una mayoría parlamentaria en la que había hombres procesados por robo, histéricos, analfabetos, energúmenos, estorbaba cualquier discusión con el rápido gesto de sacar la pistola del bolsillo (…) Y la sangre corre bajo la complacida mirada de los ministros, de la Policía, de los periódicos que trafican con las ideas, de una muchedumbre inmensa de hombres envenenados de rencor.

El infierno se desató cuando el 13 de julio agentes de Prieto asesinaron a Calvo Sotelo y el 18 se rebeló el ejército.

Fernández Flórez, perseguido por los frentepopulistas, tuvo que esconderse durante un año. Sus peripecias quedaron reflejadas en varios artículos publicados en el lisboeta Diário de Notícias en los meses siguientes a su huida, artículos que fueron recopilados en el libro O terror vermelho, publicado en 1938 en portugués y nunca traducido al español. Pero sirvió de base para la novela Una isla en el mar rojo, cuyos personajes ficticios recrearon sus propias andanzas y para la que empleó numerosos párrafos textuales de sus artículos portugueses.

En ellos había explicado que lo suyo no tuvo nada de especial puesto que desgracias parecidas les sucedieron a muchos otros miles que se vieron perseguidos por los motivos más insospechados, ya que «cuando se anunció oficialmente que se daría armas al pueblo comprendimos que ningún poder sería capaz de contener la catástrofe».

De repente, el populacho típico de todas las revoluciones se extendió por Madrid: infrahombres sucios de ceño asesino; mujeres hienas, vociferadoras y desgreñadas, que llevaban en los ojos la alegría de poder matar; chicuelos alborotadores, orgullosos del revólver que habían conseguido pero cuyo mayor placer eran las llamas de los incendios; toda la gentuza que sufre de fealdad física o espiritual; la que lleva las serpientes de la envidia en el caduceo de su impotencia; la que representa un salto atrás, el salto del aborigen bestial que da proporcionalmente cada generación (…) Las terribles furias de la Revolución Francesa fueron superadas por estos monstruos. Tantos horrores me hicieron comprender perfectamente que las personas que viven en un medio normal en el extranjero supondrán que son invenciones y que, cuando hayamos desaparecido los que vivimos esta verdad tremenda, las generaciones que lleguen después considerarán estos hechos, lamentablemente exactísimos, como exageraciones de un partidismo inflamado.

Y comenzó la purga de periodistas de diarios derechistas como ABC, El Universo, El Debate y El Siglo Futuro, sacados de sus casas y asesinados, algunos previa tortura, como sus compañeros del ABC Víctor Pradera, Honorio Maura, Álvaro Alcalá Galiano, Federico Santander, Manuel Bueno y el subdirector Alfonso Rodríguez Santamaría. Así describió Fernández Flórez al personal que llenó el vacío:

Desde el primer momento se apoderó de los periódicos una gente audaz, impaciente y cruel que surgió entre los propios empleados y del enorme depósito de fracasados que siempre ha habido en cualquier profesión (…) Periodistas de medio pelo y juntaletras que, o por su indigencia mental o por su moralidad desacreditada, siempre habían encontrado desdeñosas e inaccesibles las columnas de los grandes diarios se apresuraron a tomarlas al asalto en aquella orgía de incautaciones que decretaba cualquiera: una asociación, un grupo, un hombre, el Gobierno… el que primero llegase con la pistola en la mano o la escopeta en bandolera.

Estos nuevos amos de la prensa y la radio, tanto desde los periódicos incautados como desde los órganos tradicionales de la izquierda, dirigidos por Araquistáin, Prieto, Álvarez del Vayo o Largo Cabllero, se dedicaron a agitar el odio y a señalar las personas que debían ser eliminadas. Como también experimentaron personalmente Ortega y Marañón, «ser citado en esos periódicos equivalía a una sentencia de muerte. ¿Vive aún Fulano? –preguntaban. –Y el cuerpo exánime de Fulano aparecía al día siguiente en cualquier lugar de las afueras»:

En sus almas había un odio profundo, amargo, doloroso, nacido del recuerdo de sus continuos fracasos. Y expresaban ese odio con una atención inicua sobre los que, iluminados por el claro sol de la celebridad o por el más pálido rayo de la popularidad, los tenían ocultos bajo su sombra (…) Sus discursos eran incitaciones iracundas, insultos contra todos y contra todo (…) Ninguno de ellos conseguía decir algo interesante, pero bajo el fervor de su odio se les notaba un orgullo infantil por hablar al público a través de aquel medio prestigioso y científico de la radio. La novedad de esta oratoria consistía en la inclusión de palabras soeces pronunciadas sin embarazo y con ostentación (…) La máxima crueldad en los discursos radiofónicos y los artículos de prensa, las más feroces incitaciones al crimen, pertenecieron a una mujer: la judía alemana Margarita Nelken.

A los dirigentes izquierdistas les culpó del horror provocado por el veneno de sus palabras, inspiradas en el bolchevismo ruso:

Las ideas eran rusas, los procesos eran rusos; rusos eran los hombres llegados para dirigir las matanzas; rusas las armas, rusos los nombres que se invocaban, las denominaciones de las brigadas, los originales de los grandes retratos que presidían sus reuniones (…) Aquellas multitudes entonaban La Internacional y un himno que decía Somos los hijos de Lenin. Y su ¡No pasarán! era francés. Yo vi por las calles de Madrid, en pleno verano, milicianos orgullosos de ostentar gorros rusos de piel y blusas de mujik. Decir ¡Viva España! era un grito subversivo. Todo era Rusia. No había nada más que Rusia.

De aquel «envenenamiento de las ideas» surgió el 19 de julio la «fauna de la revolución»:

Larvas de hombres, de mujeres, de niños, cubrieron Madrid en aquel día sin olvido. Greñas, muecas, garras, mugre, rugidos, ojos de fuego, rostros asimétricos, cuerpos tarados… Hervían. Salían de todas las esquinas, de todos los sumideros; eran los gusanos de una súbita putrefacción de Madrid. ¿Habían estado siempre allí sin que los viésemos o surgían de cada palabra malvada que hacían caer sobre Madrid por el surtidor de la radio los canallas de aquel oprobioso gobierno? Legiones satánicas, amasadas con odio, con pus, con la animalidad más baja; semblantes de capricho goyesco probaban que entre la bestia y el hombre hay un eslabón que aún no se ha perdido.

Consciente de que «mis comentarios a las sesiones parlamentarias habían herido muchas vanidades fustigando aquel rebaño de abogaduchos y de advenedizos engreídos», salió de su domicilio a tiempo para no ser detenido por los milicianos. Así comenzaría una larga escapada de escondite en escondite, acogido por amigos cuyas vidas ponía en peligro y finalmente refugiado en las embajadas argentina y holandesa.

Las legaciones extranjeras en Madrid llegaron a acoger once mil refugiados, incomunicados y sin poder poner un pie fuera de sus puertas, algunos de los cuales sólo pudieron empezar a ser evacuados ya avanzado 1937; otros muchos tuvieron que esperar a la entrada del ejército de Franco. Más suerte tuvieron los catalanes, que en cantidad cercana a los cincuenta mil consiguieron embarcar hacia Francia e Italia.

Tras mil peripecias, narradas como crónica en O terror vermelho y como novela en Una isla en el mar rojo, en julio de 1937 consiguió llegar a Francia en un coche del consulado holandés. Tras dejar atrás doce largos meses de angustia, puso su pluma al servicio de la causa rebelde tanto en las páginas de sus libros como en las del ABC de Sevilla. Allí publicó numerosos artículos dedicados a homenajear a figuras como Sanjurjo y José Antonio, al que consideró un mártir de la patria adelantado a un tiempo que no le comprendió; a agradecer a los países extranjeros, especialmente los hispanoamericanos, el refugio dado a tantos miles; a vituperar al gobierno francés por su apoyo militar y diplomático al bando republicano; a burlarse de «los burgueses simpatizantes de la República que echaron a correr y todavía siguen murmurando ¡No era esto… no era esto!; a acusar a los dirigentes republicanos de enriquecerse con el producto de sus rapiñas mientras sus seguidores daban su vida en defensa de una República abandonada; y a rechazar los intentos de mediación internacional para alcanzar una paz negociada:

En España están en lucha dos principios antitéticos e inconciliables en toda su eternidad, que no pueden ni combinarse ni disolverse el uno en el otro. Es el bien y el mal, el odio y el amor, el ser y el no ser de España. No podemos decir: bueno, pues vamos a ser un poco de bandidos. Ni tampoco: nos resignaremos a estar un poco muertos (…) España no se podrá rehacer sin el triunfo.

Pero la alegría del triunfo no aplacó su dolor, como reflejó en la frase de Léon Bloy con la que encabezó Una isla en el mar rojo: «El sufrir pasa; el haber sufrido no pasa jamás». Ni sus opiniones políticas ni su consideración del ser humano volverían a ser las mismas. Del marxismo, con el que nunca simpatizó, poco más pudo decir:

El marxismo es la religión de los envidiosos, de los fracasados, de los inferiores, y como no pueden ascender hasta lo bueno, buscan la igualdad rebajándolo hasta su propio nivel. Son los gusanos burlándose de las aves y decretando que nada hay de mejor gusto que arrastrar el vientre sobre la tierra.

Pero su crítica no se limitó al marxismo:

Hay algo en lo que no puede creer ya nunca un hombre que haya vivido en cualquier sitio de la España roja: la posibilidad de una democracia. Hay algo de lo que no volverá a oír hablar sin escepticismo: las innatas virtudes del pueblo (…) Porque la masa es imbécil. Y como la masa es imbécil, la democracia es imposible (…) Pasarán muchos años y acaso los hombres vuelvan a hablar en serio de esas mentiras: pero nosotros, los que hemos visto, sabemos durante todo el para siempre de nuestras vidas lo que es un pueblo entregado a sí mismo.

Al terminar la guerra volvió a Madrid, pero no halló alegría en ello porque «aquel sufrimiento fue tan grande, que hasta su sombra es un intolerable sufrimiento. Yo he buscado en Madrid mi sonrisa, y no la encontré». Y en varias de sus obras posteriores, tanto librescas como periodísticas, reiteró que los meses pasados bajo el terror rojo le habían cambiado para siempre:

Esa innumerable legión de fantasmas con los ojos arrancados, con las lenguas cortadas, con los pies y las manos atravesados por los clavos de la crucifixión, con los sudarios de las llamas que los quemaron, con el gesto enloquecido de los enterrados vivos, con los cráneos, los pechos, los vientres acribillados por las balas de las fieras asesinas, tiene ya su parcela en el campo de los horrores de la Historia humana (…) En realidad, yo he sido muerto violentamente. Muchas creencias que anidaban en mi espíritu no existen ya; mis ideas acerca de los hombres y de los pueblos se han modificado en sus raíces; las concepciones de antes, fruto de lecturas y experiencias, fueron desarraigadas y sustituidas por estotra experiencia más brutal, más profunda, más amplia, más aleccionadora (…) Mucho murió y mucho nació en mí. Nada hay que enseñe y fecundice tanto como el dolor (…) Cuando revivo, como ahora, lúcidamente todos aquellos horrores, me pregunto a mí mismo si de verdad podré volver a encontrar alguna vez en mi corazón fe suficiente para estimar de nuevo a los hombres. Y me temo que, por muy larga que sea mi vida, ya no podrá ser, nunca más, nunca más…

… eeen fin.

…..

Artículo publicado por Jesús Laínz. Libertad Digital. 2022-01-02

https://www.libertaddigital.com/cultura/historia/2022-01-02/jesus-lainz-wenceslao-fernandez-florez-la-descripcion-mas-cruda-del-terror-rojo-6851480/

Diógenes. El síndrome.

Publicado el 30 de septiembre de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

Se ha levantado un gran viento, he oído un ruido extraño cerca de mí, era una papelera que gualdrapeaba. Gualdrapazo es el sonido del golpe que dan las velas de un buque contra las jarcias. El plástico negro inflado hacía el mismo ruido que una vela no calzada. Parece que estuviera diciendo adiós a una época. Nadie había tirado nada en la papelera desde hacía días, bienvenidos al deconsumismo.

Se habla mucho del decrecimiento pero eso empieza por el deconsumo, y conduce al final de nuestro sistema de vida. Cómo se hubiera reído Diógenes si hubiera sabido que el síndrome que lleva su nombre, intenta definir la tendencia de ciertos enfermos a no tirar las cosas. Si las tiramos en vez de mantenerlas, defenderlas, arreglarlas… se podrán comprar otras, y no peligrarán nuestros puestos de trabajo ni el producto nacional, así, a lo bruto.

La ideología del usar y tirar se insinúa en todas partes como un veneno. Todo puede volverse desechable, incluso el funcionamiento de la sociedad y las instituciones. La extensión ilimitada del usar y tirar puede llevarnos pronto a pensar que los matrimonios, la ciudadanía, y las demás relaciones personales y sociales son artículos desechables, como los kleenex. El último estadío no es otro que la obsolescencia del hombre mismo.

Hace treinta y pocos años, cuando era más tonto que nunca, me compré un cámper; entonces era hippi, claro. Mis hijos estaban totalmente en contra. Lo tengo aún, lo defiendo, y se lo dejo al primero que me lo pide. Ha hecho más de medio millón de kilómetros. Mañana mi Santa y yo volvemos a la montaña con él. Lo usaremos como comedor y sala de estar durante unos días, porque ya estamos un poco mayores para dormir en él.

Mis hijos, además de no fiarse de mí como conductor, creen que el coche está para el arrastre; que así se decía de los toros que hay que retirar de la plaza. Ahora que nos hemos quedado de nuevo en pareja, el cámper solo alcanza a cobijarnos mientras llega la noche en los bosques de alta montaña. Pero ¿llevarlo al desguace? ni de coña.

Es como el tonel del viejo griego.

A Diógenes se le atribuyen muchas cosas; bueno ¿y qué? también al Cid y a Jesucristo. Pero las del cínico siempre me han gustado; el que ahora se use su nombre para plantarle cara al poder me encanta. Las pautas del diálogo cínico representan, a diferencia del socrático, una forma más atrevida de libertad de expresión. La parresia, por la que el ciudadano se dirige al poder sin sumisión, con la admirable impertinencia con la que Diógenes le dijo a Alejandro aquéllo de que se apartara para no taparle el sol… La paradójica unión del cinismo con la solidaridad es una de las claves de la vida vivida como arte. Hoy, debería ser el negarse a salir de compras.

En cuanto a lo de quedarme en casa y dejarme a mis años de emboscaduras, recuerdo a los que aconsejaban a Diógenes: “eres ya viejo: de ahora en adelante, descansa.” A lo que él les contestó: “¿si participara en una larga carrera, al aproximarme a la meta debería por ventura aflojar el paso? ¿No es entonces, más bien, momento de forzar la marcha…?”

Historias de Paco Sanz ✍️

¡Si me queréis, no irse…!

Publicado el 9 de enero de 2022.

A los del grupo éste.

Es mucho, el tiempo que llevo dando follón por ahí por el mundo y metiendo la pata por aquí y por allá. Y no te digo nada de las veces que me equivoco desbarrando en público desde que empezó ésto de la red, de las redes.

Por todo ello he más que de agradeceros, el hecho de que me hayáis permitido el atrevimiento de juntaros aquí, sólo para daros por saco una y otra vez con cosas mías, durante tanto tiempo ya, y encima sin poderos invitar físicamente ni a una triste caña… Cara dura la mía. Pero convendréis conmigo en que este medio tampoco es que propicie ciertas cercanías, aunque otras ya vemos que sí, porque aquí estamos sentados, charlando… ¿No…?

Ya os veré en un bar.

Es chocante.

Si os fijáis y dado cómo de raro está el mundo, el hecho de que no me hayáis mandado a paseo al molestaros constantemente con ésto de mis historias en un folio, es también algo significativo, enriquecedor, valioso… No sé para vosotros pero sí para mí. Y todo un detalle por vuestra parte. Soy tan follonero, y es tan fácil mandarme a la mierda y bloquearme por aquí por las redes, que me gustaría daros a todos un abrazo no virtual por el simple hecho de que hasta hoy, no lo hayáis hecho.

eeen fin.

Tenedme paciencia. También se la pedí a ella en una de nuestras primeras citas cuando tras besarla le supliqué aquéllo de «…No quiero que te vayas. Tenme paciencia…»

No sé si me queréis a lo Lola Flores, pero vosotros, no irse.

😂🤣 Os quiero 💕

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

IDIOMAS. TRADUCTORES.

Publicado el 19 de septiembre de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

La lengua materna de mi madre y la de mi padre no coincidían. Más tarde estudié fuera de mi país, y tuve que aprender dos más. Habida cuenta que tenía una cierta facilidad me dió por estudiar otras dos de las que nunca supe gran cosa. Siempre me ha parecido que mejor una y bien que tantas a medias. Lo de ser políglota no es algo de lo que estar orgulloso. Uno se aficiona al pensamiento débil, a los mensajes aproximados, a no profundizar, a ignorar los detalles, los matices de los sinónimos.

Ya me hubiera gustado más que mi segunda lengua hubiera sido la música y la tercera las matemáticas, que poder decir siempre las mismas tonterías solo que en otro idioma… La razón de que los niños aprendan un idioma en un año o dos es sencillamente porque se sumergen en un medio ambiente. Educacionalmente no hay motivo para que a la música y a las matemáticas, no pueda dárseles la misma codificación medioambiental y aprenderse con la misma rapidez y facilidad.

Lo bueno de saber idiomas a medias es que todo lo encuentro mucho más poético. ¿Hay por ventura algún placer estético más elevado que leer poesías en una lengua que no se domina por completo…? El pensamiento aparece envuelto en una especie de ligera gasa que se adapta admirablemente a la poesía; las palabras, cuyo trivial significado, cuando uno conoce el idioma a fondo afectan algunas veces a las imágenes reales que tratan de representar, conservan su sentido puro y elevado haciendo que la armonía de la composición quede así más fuertemente impresa en el oído.

Otra buena cosa, es que uno casi sin darse cuenta se convierte en traductor. Sin embargo hay expresiones intraducibles; me doy cuenta de ello porque cuando las suelto, las pienso siempre en el idioma en el que las aprendí. Como si hubiera un idioma común que incluyera palabras en muchos idiomas. La tarea del traductor consiste en encontrar en el idioma en que traduce, aquélla intención que despierte un eco del original. La traducción llama al original a aquellos lugares donde el eco en el idioma propio, pueda hacer resonar una obra escrita en un idioma extranjero. Pues su labor da cumplimiento al gran motivo de una integración de los muchos idiomas en uno solo, verdadero.

Para entender hay que traducir; en la guerra el primero que traduce lleva ventaja, y el que deja de traducir empieza a perderla. Comprender es traducir. Sin traductores todos seríamos como islas. He conocido escritores obtusos e incluso estúpidos; sin embargo todos los traductores sin excepción que he conocido eran inteligentes, y a menudo más inteligentes e interesantes que los autores a los que traducían. Hay más reflexión en la traducción que en la “creación”.

No sé lo que quiero decir hasta que me encuentro diciéndolo, como aquella niña que fue requerida a pensar lo que decía y contestó: ¡Hasta no oír lo que digo no sé lo que pienso! Y es que acerca de lo que estoy diciendo, acerca de lo que me encuentro escribiendo, traduciendo, tengo dudas de lo que pretendo decir… Somos todos más poetas de lo que pensamos.

Historias de Paco Sanz ✍️

¡Qué contento estoy…!

«Al trabajo, no te lleves ni el corazón ni los cojones; llévate sólo el cerebro y el bolsillo. Sé lista…» Los amigos surgen solos.

Mi hija pequeña ha conseguido su primer trabajo alimenticio y resulta que parece ser que le va como anillo al dedo. Desde bien pequeña, una de las cosas que siempre decía que le gustaría ser de mayor es maquilladora; y va, y encuentra su primer trabajo en una de las mejores empresas del sector. Ella está contenta y yo también… Lo importante, es que no deje sus estudios y que siempre siga teniendo ambición -positiva eso sí- pero para ir superándose a sí misma. Porque muchas veces nuestro principal enemigo somos nosotros mismos, nuestra forma de vernos, nuestro propio ego.

Confío en ella, y sé que, como de momento no tiene que pagar hipotecas ni otras mierdas, será lo suficientemente lista como para ahorrar como mínimo la mitad de lo que gane si no quiere quedarse sin un céntimo.

Cada vez que me quedo mirándola las pocas veces que puedo disfrutarla conmigo, veo una chica maravillosa con unas posibilidades infinitas. Veo, una niña evolucionada, transformada, metamorfizada en una bella mariposa que vuela y vuela por ahí…

eeen fin. Que la quiero mucho 💞

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

ALICANTINO, BORRACHO Y FINO

Publicado el 6 de enero de 2022.

Ahora, parece ser que el bicho raro soy yo.

Si la próxima batalla parece ser que será la del lenguaje, el español ya la tiene ganada de antemano porque se puede hablar mucho, muy claro, y con mucho tino en ésta nuestra lengua… Te puedes hasta cagar en la puta madre que parió a algunos políticos con una facilidad pasmosa, y a la vez, puedes explicar tus porqués con una precisión lingüística que ya querrían para sí casi todas las otras lenguas principales del mundo.

Tan solo soy un alicantino ubicado tan al sur de la provincia que le pilla más cerca la ciudad de Murcia que la de Alicante, pero que ama su tierra natal porque tiene el privilegio de haber nacido y de vivir todavía, en Almoradí: pueblo principal y corazón de la hermosísima Comarca de la Vega Baja del Segura, sita al sur de la provincia… Por todo ello, convendréis conmigo en que soy tan alicantino como lo puedan ser el Castillo de Santa Bárbara, el Peñón de Ifach o la isla de Tabarca. Que tan alicantino soy yo como lo son las calas de Jávea, los rascacielos de Benidorm, las cuevas de Canalobre o las playas de Torrevieja… ¿No…?

Alicantino, borracho y fino.

Al menos yo, desde siempre he entendido muy bien el valenciano aunque nunca lo he hablado. Es éste un idioma simpático, gracioso y muy amable al oído porque si bien es verdad que se come muchas de nuestras terminaciones sonoras, tiene a la vez la virtud de ser entendible por cualquier hablante latino con sólo que se le ponga un poco de cariño y algo de oído… Algo así también le pasa al italiano o al gallego, o al portugués: son idiomas amigables, amables y cercanos, reconocibles y que se hacen entendibles, comprensibles… No así el francés, ahora tampoco el catalán, y no digamos nada de la barbarie léxica del alemán o del euskera.

Los giros y vericuetos expresivos que nuestro lenguaje proporciona imagínatelos en euskera… ¡Jáaajaja…! Serían imposibles. Fíjate en cómo hablan de mal ahora los vascos cuando otrora fueron cumbre manejando el español: se han convertido en bárbaros lingüísticos empecinados en hablar como trogloditas serbios… Como también han hecho los catalanes, se han empeñado tanto en diferenciar sus fonemas para que no suenen a nada español, que para cerrar sus acentos y así parecer como extranjeros cuando hablan, lo que parecen ser son gilipollas hablando… Hablan en realidad, para que no les entendamos. Y sí, ya sé que gilipollas podemos parecer todos en un momento dado, pero no me negareis que ellos lo parecen muy especialmente y con demasiada frecuencia. ¿No…?

Recuerdo cuando trabajaba al norte de Castellón y me tenía que hacer entender sí o sí, charlando con cualquiera en valenciano en español o en catalán, y lo hacía con total normalidad, cordialidad y amabilidad. No como ahora. Luego, empecé con lo del inglés…

Por eso, siendo como soy tan del sur de Alicante, no entiendo ésto de que ahora deba yo de hablar un idioma distinto al que se habla en Murcia, y que encima tenga que hacerlo sólo porque me lo impongan desde Valencia.

— ¡Manda huevos…!

eeen fin.

No sé si se me entiende… 🤔

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

….

Ni sonrisas, ni caras…

Publicado el 8 de agosto de 2020.

Historias de Paco Sanz ✍️

Eso de no poder ver la boca de la gente… iba a decir que jode un huevo, pero voy a dejarlo en que es una putada. Parece que estemos rodando una película de extraterrestres; cuando alguien se ríe parece que lo haga con sordina, y la verdad, necesito ver cómo la gente se ríe, incluso la gente con la que me cruzo por la calle, porque “Tu risa me hace libre,/ me pone alas/ soledades me quita,/ cárcel me arranca. / Boca que vuela,/ corazón que en tus labios/ relampaguea”. Hay en la cara algo luminoso que no se encuentra en otras partes del cuerpo.

En cuanto a lo de no ver poder ver sonrisas o caras enteras voy a dejarme de calificativos. Hoy una persona que hace más de veinte años que no veía me ha reconocido. “Pero si iba con mascarilla y sombrero”, le he dicho. “Ha sido por los ojos”, ha contestado. Pues menos mal que no llevaba gafas de sol, he pensado, si encima llevo gafas de sol no me reconozco ni yo. Tengo que empezar a sonreír más sinceramente, quiero decir con los ojos, con el orbicular de los ojos, para dejar ver al otro que estoy sonriendo. Se nos van a acabar poniendo ojos de bocazas.

Me ha dicho mi prima, que está pasando unos días en una playa de cuyo nombre mejor no acordarse, que los vigilantes de la playa usan drones para ver quién no lleva mascarilla, aunque esté a cincuenta metros de cualquier otra persona. Para poder reconocernos es posible que tengamos que incorporar a nuestra mascarilla una matrícula. Que con saber de nuestro móvil igual los algoritmos que nos tutelan no tengan bastante.

Lo que cuesta es llevar la boca cerrada dentro, cuando podamos volver a ir sin mascarilla a alguno se le habrá quedado cara de tonto, de tanto ir por la vida con la boca abierta para poder respirar. De momento cuando voy por la calle parece que volviera a tener que trabajar, gran parte de mi vida ha sido entre enmascarados. La gente a la que no puedo ver la cara me parece más amenazante, menos amable.

Tendremos que volver a apreciar la sonrisa arcaica, esa expresión profunda de amabilidad, que despierta allí donde la cara rompe su rigidez, se hace “carente de límites”, se transforma en una especie de “cara de nadie”. La amabilidad arcaica está despojada de toda interioridad, no conoce ningún tú enfático. Nos hemos vuelto todos malcarados de repente.

Algunos investigadores han informado de que una cara enojada “sobresale” entre una multitud de caras de felicidad, mientras que una sola cara de felicidad no sobresale entre una multitud de caras enojadas. En el cerebro de los humanos y de otros animales hay un mecanismo diseñado para dar prioridad a los eventos malos. Reduciendo en unas pocas milésimas de segundo el tiempo necesario para detectar la presencia de un predador, este circuito mejora las probabilidades de que el animal viva el tiempo necesario para reproducirse.

Historias de Paco Sanz ✍️

Sinsonte y Pelafustán

Publicado el 17 de septiembre de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

Hay cada vez más autores de artículos y menos lectores. El saber se fragmenta y esterotipa: para triunfar como investigador lo mejor es saber no mucho sobre casi nada y no salirse de los cauces metodológicos establecidos. El impulso renovador que resulta del mestizaje entre disciplinas sólo se produce muy raramente. Un investigador de prestigio, puede ser un personaje profundamente inculto que ni siquiera haya reflexionado sobre las conexiones entre la parcela que cultiva y el conjunto de su área, y no digamos entre ésta y las demás, ni en la relación de lo que hace con las necesidades de la sociedad… Estos peligros no son sólo de ahora ni de aquí; ya advertía Ortega, y eran muy otros los tiempos, sobre el riesgo de que cualquier sinsonte e incluso cualquier pelafustán pudiera alcanzar fácilmente posiciones de influencia en la universidad.

Se publican tantos artículos científicos que necesitamos algoritmos artificiales para saber de algo que te interesa, que es original y que ha pasado la revisión de los pares (peer review). Y cuando hay tanto publicado sobre un tema, es como cuando le preguntas algo a un filósofo: enseguida te olvidas de qué has preguntado.

En la historia de los descubrimientos, lo primero que se averigua no parece que vaya a servir para nada. Como cuando Volta le presentó la primera pila a Napoleón. El emperador preguntó: “¿para qué sirve…?” Para nada, claro. Luego, alguien encuentra en aquél primer descubrimiento algo que enlaza con otros parecidos o responde a otras preguntas que se pueden aplicar a algo. Luego llegan los ingenieros, los artesanos, los inversores, los vendedores… Y es posible que eso lleve a nuevas maneras de considerar la realidad, porque sin el microscopio o el telescopio la cosa sería una muy otra. El trabajo de los científicos ahora, es cada vez más, acompañar y explicar los hallazgos empíricos de quienes juguetean con la tecnología y terminan por descubrir algo.

Suelo encender una vela para que me haga compañía, y para dar a mi presencia en el estudio y ante las pantallas un aire real. Y me acuerdo de Edison, el inventor, que cuando por fin encontró la manera de conseguir que la electricidad fuera de de un lado a otro con pocas pérdidas y pudiera encender bombillas a mucha distancia, dijo: “pronto, en las casas, sólo encenderán velas los ricos…” Me siento rico cuando pienso en ello.

Las mejores fantasías e historias sobre la humanidad no han sido cantadas por los bardos ni escritas por novelistas o guionistas, sino contadas por los científicos. Me siento como Proust agradeciéndoselo, porque con sus descubrimientos han contribuido “a levantar parcialmente en nuestro honor el velo de miseria e insignificancia que nos deja indiferentes ante el universo…”

«The stories of science are far more magnificent, grand, involved, profound, thrilling, strange, terrifying, mysterious, and even emotional, compared to the stories told by literature…» Las mejores metáforas, no son cosa de poetas sino de científicos. Poéticamente habitan el mundo. Son especialistas en ideas de las que Pauli hubiera dicho eso de:

“Ni siquiera son falsas”.

Historias de Paco Sanz ✍️

Ésto de los test…

Publicado el 1 de enero de 2022.

Se tiran los pájaros a las escopetas.

Ésto de los test, es que es la ostia, cuantos más haces más positivos salen. Cuanta más gente va a la playa más gente se baña. ¡Qué cosas…! Los de los test tienen que estar frotándose las manos al ver que les están haciendo el trabajo; ya hay incluso escasez de ellos. ¿Avalancha de contagios…? Claaaro.

Si estoy vacunado tres veces, no tengo síntomas de nada, pero corro como una loca a una farmacia a comprarme un test porque me quiero ir de fiesta, debido a que me han dicho que una amiga ha dado positivo y resulta que estuve de fiesta con ella hace un par de días, lo que soy es imbécil… Un poco sí, no me lo negaréis. Y así sucesivamente. ¡A hacernos tests todos como locos…! ¡Y vennnga positivos…! Claro.

No sé si ponerme una mascarilla o una EPI completa, tal vez un traje de buzo o una escafandra e incluso un traje de astronauta, todo con tal de no contagiarme de tanto tonto… Con lo que a mí me ha gustado siempre contagiarme de todo, comer, beber y chuparlo todo, fumar y probarlo todo.

eeen fin. ¡Quién me ha visto y quién me ve…!

Sabéis que os quiero 💕

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

COLECTIVIDAD Vs LIBERTAD

Publicado el 30 de agosto de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

Los adictos a la libertad somos individualistas. Por eso el fascismo y el comunismo nos hacen alzar la ceja. Son colectivizadores de pobres, dan miedo, se fundan en él, y venden seguridad: de que no nos va a faltar de nada desde la izquierda, y desde la derecha de que se van a mantener nuestros privilegios. El colectivismo, que ha intentado siempre entrar por los extremos, ha terminado haciéndolo por el centro… Asistimos pasivamente al espectáculo del crecimiento del Estado, a la sombra de nuestra adicción a los dispositivos.

La medicina y la ciencia han ocupado el lugar de la religión y la política, que han acabado siendo sustituidas por su mero espectáculo. Los creadores de series, de redes, manejan las mitolgías como religiosos, alimentan a sus adictos con gratificaciones infamantes, y la tecnocracia por la que llegan sus mensajes se nos ha colado, mente y cuerpo, adentro. Cuando entro en el agua del mar, siempre pienso si siguen en el bolsillo de mi bañador el móvil, la llave del coche o la del parking, o si mi reloj es verdaderamente sumergible…

La burocracia es como el desierto, crece. Maldito sea el que lo facilite. Cada día lo común va siendo devorado por lo público y lo público por lo colectivo. Y cada vez hay más gente trabajando en prisiones estatales, políticas, farmacológicas, o viviendo dentro de ellas. El ‘progreso’ consiste en no detener el crecimiento de la burocracia.

No sólo cada vez hay más gente con contratos temporales trabajando para la Administración, sino que cada vez se inventan más tareas para los funcionarios subordinados y además, los gobiernos crean nuevas áreas de actuación, de modo que el Estado interviene en más y más ámbitos. Cuando nuestras economías están ya colectivizadas en su mitad o más, mantener la tendencia, conduce de forma inevitable a la intromisión de funcionarios, normas, reglamentos, sanciones, inspecciones y demás, en el núcleo de nuestra propia esfera privada. Último reducto desde el que podemos seguir creyendo en nuestra agencia… en nuestra Libertad.

Fragmento de cerámica griega enegrecida y grabada con el nombre de un tirano, utilizada para una votación. Siglo VI aC

Vivo en el campo, aquí la intromisión del Estado no se llama colectivización, ni burocracia, se llama ecologismo. Además, he vivido de la medicina toda mi vida, así que he sido testigo del paso del Estado Policial de los colectivismos, al Estado Clínico éste de las democracias que no impone la ideología sino la curación. Que es peor… Si eres malo vas a la cárcel, peeero, si eres un enfermo mental no tienes culpa, se te ‘cura…’

No me gusta la democracia por lo colectivista que es. Igualar por lo bajo nos lleva a formar parte de una especie de enjambre de abejas; que es algo así como el colmo de la monarquía… La acción de colectivizar implica empequeñecer; una especie de declaración que la buena vida se acaba y empieza la supervivencia; algo inherente al espíritu de la colmena, al de la democracia realmente existente.

Historias de Paco Sanz ✍️

EL NOMBRE DE UNO

Publicado el 12 de diciembre de 2021.

Mis tías paternas se llamaban una Tránsito y las otras Genoveva, Feliciana, Vitoriana y Nicasia. Nicasio también se llamaba mi único tío, y Damián, mi padre… Unos nombres no me negaréis hoy en día que originales, sonoros y feos como ellos solos, pero que al menos y si os fijáis siempre tenían un porqué… El nombre conservaba la estirpe y se te ponía por algo importante; daba continuidad a la familia y lo familiar; recordaba el pasado. Las modas cambian.

Cuando veo que algunos padres les ponen a sus hijos nombres como Elvis o Yaris, Jon, Winston o Yénifer, Míchel, Sindy, Wilson, Barby o Yelena, se me cae el alma al suelo. ¿A santo de qué le hace éso un padre a su hija…? ¿Por cómo le suena de bien el nombre, por cuánto sale por la tele, o porque es un pocooo…?

eeen fin.

En cuanto supimos que iba a ser una niña ya sabíamos del rosa de su nombre, aunque ni lo habíamos hablado siquiera. Nuestra primera hija… Si hubiese sido un niño se habría llamado como su padre, a no ser que mi nombre hubiese sido Romualdo Eustaquio Baltasar Segismundo, o algo así.

Pero bueno, ésto del nombre tampoco era tan importante hasta cuando nació mi segunda hija, entonces sí hubo polémica con la elección del mismo. Y tras descartar muchos, finalmente yo me decidí por el de Lorenza y su madre por el de Paula. Y claro, después de valorar infinitas opciones a favor y en contra su madre y yo acordamos entre risas y por fin, echar una moneda al aire y así decidirlo. La elección del nombre de una hija es algo siempre muy importante y serio. ¿No…? Pues eso.

Ignacio, Isabel o Alberto, Amelia, Fernando, Carlos, Raúl o Rosa, o Luis, o Carmen… ¡Anda que no será por que no hay por ahí nombres bonitos y en español…!

Gracias por leerme 🙏

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

Vergüenza…

Con la que nos está cayendo pocas imágenes valen más que mil palabras, pero ésta, es una…

Y ésta, es otra…

España 1975

¿No nos da vergüenza…? ¿Estamos enfermos…?

España 2024

Dicen buscar la paz en Ucrania o en Gaza y provocan una guerra en España. ¡Hijosdeputa…!

eeen fin. ¡Qué asco de rojos…! 🇪🇸

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

EL CEREBRO

Publicado el 14 de agosto de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

A veces ciertas frases, ciertas melodías, ciertos recuerdos afloran. De alguna manera mis neuronas guardaban registro de ellas. Por alguna rara asociación, por algún capricho de la bioelectroquímica de mi cerebro, las recuerdo, se presentan en el plano consciente. El que pudiera haber un correlato material de las cosas espirituales, acojona… Cómo se ‘enciende’ una determinada zona de mi cerebro cuando estoy consciente, y que si no lo estoy está apagada, tendré que creérmelo… Como en Dios.

Existen dos claustros en el cerebro, uno por cada hemisferio; son unas láminas finas e irregulares situadas bajo el neocórtex en la zona que va de las sienes a los oídos, que parecen ‘encenderse’ cuando tenemos consciencia de las cosas. Los bucles tálamo-corticales se activan durante la consciencia. Cuando se activan en los pocos animales que los tienen ¿son conscientes…? La consciencia es la capacidad de distanciarse de las cosas para hacerlas presentes.

El cerebro no es un mecanismo instructivo sino un mecanismo selectivo; es decir, el cerebro no se desarrolla por alteraciones de un conjunto fijo de neuronas, sino por procesos selectivos que ‘eligen’ desactivar algunos grupos neuronales y robustecer otros. La coalición neuronal ganadora corresponde al estado consciente, pero las coaliciones perdedoras no desaparecen después de las elecciones, sino que siguen, permanecen activas e influyen en la situación política. Pudieran ganar las próximas…

No tenemos ni idea de lo que sucede neurona adentro. Si son los microtúbulos de las neuronas la frontera última que podemos concebir, el más allá de la computación, entonces podemos suponer que hay un más allá de la computación, un estado de coherencia cuántica en un nivel tal, que haga surgir consciencia. Este argumento se puede reducir a ésto: puesto que la conciencia es un misterio y la gravedad cuántica otro, debe haber una relación entre ambos… Aunque sigamos sin saber cuál es.

Neuronas que se disparan unidas. O cómo el pensamiento metafórico ‘deviene’ físico: ciertos circuitos ‘felizmente’ activados ‘reverberan’ y queda el camino grabado en una red neuronal precisa, que tiene sustrato físico… Las metáforas simples salen de sus conexiones, integran otras redes neuronales, y ‘devienen’ metáforas complejas.

El universo es consciente de sí mismo merced a nuestro cerebro. Nuestra galaxia tiene tantas estrellas como nuestro cerebro neuronas. Y la pregunta última sigue sin respuesta: ¿cómo logra el cerebro, la pieza de materia activa más compleja del universo conocido, transformar la actividad de todos esos millones de neuronas en consciencia? ¿Consciente de qué..? ¿Consciente de estar vivo…?

Nuestro cerebro hace posible saber del Universo y del cerebro mismo. En lugar de disminuir la sensación de maravilla por estar vivos y conscientes, saber del cerebro la aumenta. Saber lo que ignoramos también.

Historias de Paco Sanz ✍️

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No había a su pie risco vedado…

Publicado el 29 de junio de 2021.

Hoy muchos de nosotros no volveríamos a ser lo que fuimos: no volveríamos a ser boinas verdes del ejército español; reconocedlo… Y no lo seríamos porque lo que hicimos sólo se hace por cojones, por inconsciencia o por patriotismo. Y parece que ya no veo mucho inconsciente ni mucho patriota por aquí. Cojones sí veo, pero nos hemos hecho algo viejos vagos y ramplones. Pero el caso, es que yo sabiendo lo que sé sí me iría de nuevo a la mili con vosotros. Sí.

Cabrones 💕

Por eso estoy calladico en el grupo últimamente, porque nuestro grupo de güasap es un reflejo de nuestra decadencia, y prefiero refugiarme en el recuerdo de aquellos sentimientos que nos tuvimos y no intoxicarme ahora con nuestras jodiendas políticas. Estoy cansando de asistir al espectáculo de bromas tontas acerca de lo mal que le va a nuestro país, de los pequeños puntapiés ideológicos que nos damos, y del intercambio de memes hijosdeputa para tocarnos los huevos ideológicos unos a otros… Porque no sé a santo de qué vienen.

A mí me duele lo que nos está pasando -como Nación- y prefiero quedarme con mi recuerdo vuestro, solidario y español, en vez de darme cuenta de cómo y de cuánto hemos cambiado, algunos… Pero que sepáis que os quiero mucho a todos, e iré a vuestro entierro mientras me sea posible y vuestros hijos me avisen con suficiente antelación.

Os lo prometo.

Cabrones 💕

«No hay a su pie risco vedado,
sueño no ha de menester,
quejas no quiere.
Donde le llevan va jamás cansado:

Sumido, valeroso, resignado.

Obedece, pelea, triunfa,
y si es preciso muere…»

…eeen fin.
Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

VACACIONES

Publicado el 2 de agosto de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

De la vacación de los grandes valores, nace el valor de las actuales vacaciones. No me han gustado nunca las vacaciones, ni siquiera cuando trabajaba; ahora menos. Y no sólo porque a todo el mundo nos da por ir de un lado a otro, sino porque perdemos de vista las relaciones enriquecedoras y nos dedicamos a estar lejos de casa por ver cosas nuevas, para ver si así, seguir siendo los de siempre nos duele menos. El turista quiere olvidarse temporalmente de su identidad, quiere descansar de ella. Por eso le resulta excitante en grado sumo tener aventuras en un país en el que no le conoce nadie.

“Las vacaciones son un conjunto de ocupaciones a las que puede entregarse un individuo para descansar, divertirse o desarrollar su personalidad, después de haberse librado de sus obligaciones profesionales, familiares o sociales”. Al menos según la Unesco en 1957. A mí lo que me gusta no es ir de vacaciones, sino veranear. El veraneo es otra cosa. Es cosa de viajeros, no de turistas. ¿Cuánto de lo que hacemos lo hacemos por hacerlo y cuánto para contarlo? ¿Cuánto de auténtico viaje hay en nuestra vida y cuánto de turismo?

Cuando los viajes empezaban a parecer curas y los viajeros peregrinos, los hospitales y los monasterios se separaron de los hostales. Más tarde aparecerían los hospicios, que acogerían a los peregrinos del último viaje. Ahora los turistas ocupan el lugar de los monjes en los centros de vacaciones, en los que los entretenedores, ejercen de maestros espirituales. Se degrada el uso de las cosas convirtiendo los santuarios en museos, los museos en tiendas, y las tiendas en grandes superficies comerciales. La peregrinación en viaje turístico. Cuando uno deja por fin su trabajo para ir no sé dónde, se da cuenta de cuánto tenía de terapia.

En pos de la auto-realización, los seres humanos hacemos turismo por todos lo rincones de la tierra, rompemos los mejores matrimonios, y entramos rápidamente en nuevas relaciones. Nos arrancamos a nosotros mismos de la tierra para averiguar si nuestras raíces está sanas.

Ahora nos vienen con coches eléctricos: el concepto clave no es “electromovilidad”, es menos movilidad. Con “turismo responsable”, pues no, menos turismo. Con “economía verde”, tampoco, se trata de contracción económica de urgencia. No es “desarrollo sostenible”, es decrecimiento.

Vamos de vacaciones, viajamos para ver cosas. Un optimista diría que abra los ojos y que vea lo muy bello que es el mundo en sus montes, plantas, animales, etc… Ciertamente esas cosas son bellas de ver; pero otra cosa completamente distinta es serlas. ¿Es que acaso es el mundo un caleidoscopio? Para los turistas haciéndose fotos, haciendo fotos de todo, se diría que sí. Es un poco como los padres fotografiadores:

–¡Uy, qué niño tan mono!

–¡Pues si lo viera usted en foto!

Historias de Paco Sanz ✍️

¡Desinfectad malditos, desinfectad…!

Publicado el 10 de diciembre de 2021.

Acabo de ver por televisión que hay un aparato doméstico ni más ni menos que para desinfectar el móvil, las gafas o el reloj, o unos pendientes si llevas; también los auriculares, unas llaves o tu bolígrafo. Y no sé si también desinfectaría cepillos de dientes, un peine, un cortaúñas, o quizás dentaduras postizas u ojos de cristal… Ufff. ¡Pero qué asco qué grima y qué tiricia de artefacto…! Pero tal y como está de tonto el mundo, vete tú a saber…

El caso, es que me acabo de acordar de cuando obrábamos en el huerto y para limpiarnos, escogíamos una piedra lo más lisa posible si no habían hojas tiernas a mano. Y siempre, siempre, terminábamos nuestra faena de forma digna con el ojal y el resto del culo lo suficientemente limpios… Y luego, cuando llegábamos a casa, la ducha diaria y el jabón terminaban de hacer el resto.

También, me acuerdo cuando jugábamos atrapando avispas en bolsas de plástico transparentes, medio llenas de agua; y para evitar el dolor de los picotazos que a veces nos daban mezclábamos tierra y orines. Y a modo de cataplasma, nos embadurnábamos las zonas afectadas una y otra vez con aquel mejunje. Y oye, mano de santo: funcionaba. Cosas del amoníaco.

Y no te digo ná cuando para quitarnos el dolor de muelas empapábamos en Brandy aquellos trozos de algodón en rama, que metidos luego en la boca, apretábamos con la muela dolorida durante largo tiempo y muchas veces… Os aseguro que al rato, y en verdad que se te quitaba el dolor de muelas aquél. Cosas del alcohol.

Aquellas prácticas no nos parecían entonces disparates, pero ahora sí parecería que estamos todos en verdad infectados de algo: cada uno de lo suyo claro…

¡Qué disparate…!

¡Qué manía ésta la de desinfectar…!

La única forma de inmunidad es la capacidad de exposición al virus; la única forma de combatir una reacción alérgica es la de acostumbrar el cuerpo al alérgeno; y la única forma de superar el miedo es enfrentarse a él… Y nosotros, que si desinfecta por aquí y que si desinfecta por allá.

Seguro que yo, con la de gérmenes virus bacterias y otras pestes amén de tanto alcohol y tanta droga, tanto agente químico y tanta radiación solar iónica o electromagnética a las que se ve que mis muchos años me han expuesto, debo por todo ello de estar muy muy mal… O no, como decía el gallego.

eeen fin.

¡Desinfectad malditos, desinfectad…!

Gracias por leerme 🙏

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

MEMORIA HISTORIA

Publicado el 5 de agosto de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

La Historia siempre es contemporánea. Es un mal asunto recordar con ella, para recordar tenemos la memoria; es más humilde, es mejor… Pero ahora la memoria ha perdido esa virtud, y ya no quiere recordar. Es el efecto Google: sabiendo dónde lo puedes encontrar no haces nada por recordarlo. Sabiendo que tienes la información a tu alcance limitas el esfuerzo por incorporarla a tus recuerdos. No vas a poder usarla luego para pensar, o decidir, nada.

El fin último de nuestra memoria no es recordar el pasado, sino usar los recuerdos para mejorar el presente y el futuro. De modo que no pretendamos su fidelidad; no la antepongamos a su utilidad. Nos estamos quedando sin futuro por dejar de modificar el pasado, y para modificarlo, debe formar parte de nuestros recuerdos. ¿Que cómo se pierde el pasado…? mediante la disociación: una especie de división horizontal de la vida mental; sabes que pasó una cosa pero prefieres creer que pasó otra. Luego la represión y la inhibición. La potenciación de un olvido activo, de una desconexión que se contagia a redes neuronales cada vez más amplias, y que están más o menos relacionadas con lo que uno no se complace en recordar.

La gente estamos siempre gritando que deseamos un futuro mejor. No es cierto. El futuro, es un vacío apático que a nadie le interesa lo más mínimo. El pasado está lleno de vida, le gusta irritarnos, provocarnos, insultarnos, nos tienta a destruirlo o recordarlo. El único motivo para que la gente desee adueñarse del futuro es para cambiar el pasado. La pericia requerida en el futuro no consistirá en recordar hechos, sino en evaluar de modo crítico una gran cantidad de datos, discernir la señal del ruido, sintetizar contextos, y emplear la síntesis para abordar problemas del mundo real… Los educadores deberían proponer a los cerebros adolescentes ese tipo de tareas, y entrenar su plasticidad para lo que va exigirles la era informática.

A mí no me gustan tanto los hechos como las palabras, no sé pensar sin ellas y a veces con sentir no basta, uno debe poder soñar. Y sólo hay sueño donde hay lenguaje para recordarlo… Hay un sueño para olvidar y otro para recordar. Con el sueño se suelen olvidar mejor las emociones que las informaciones. Excepto si las emociones son muy importantes. Porque el olvido ligado al sueño tiende a retener lo importante y a olvidar los detalles.

Estimulando transcranealmente las ondas lentas del sueño (0’75 Hz) el recuerdo de las palabras memorizadas antes de irse a dormir, mejora.

El azar y la inercia mueven el mundo, y particularmente al mundo vivo. Nos suponemos intención, porque ayuda a recordar y a hacer predicciones con la ficción de introducir sentido a lo vivo de nuestra vida.

Bebemos de las aguas de la fuente de Mnemosine para recordar, para saber quienes somos; la memoria se une así a la identidad… Y luego las bebemos del río Leteo si esperamos olvidar, reencarnarnos en otro; si aspiramos a dar tregua a nuestras preocupaciones, o si a volver a empezar…

Historias de Paco Sanz ✍️

Un suicidio espectacular

Acabo de ver en televisión que han hecho un programa sobre una eutanasia propiciada por la familia, o sea, sobre el suicidio asistido por los tuyos. Acerca de la muerte de un ser humano al fin y al cabo, pero en este caso en directo y viendo lo mal que lo pasó -pobrecilla- esa familia, cuando finiquitó al muerto y después a haber cobrado sólo unos miles de euros por la exclusiva del programa. Fue chocante, el ver a los miembros felicitándose todos en un bar porque uno de ellos se iba a ir al otro barrio. Y es inquietante, verlos ahora en televisión, compungidos, diciendo que hacen ésto porque no quieren que los demás suframos el calvario ése: el de que se tarde dos años o más en aprobar la muerte de alguien. O sea, que hay que acabar cuanto antes con todo aquél que decida -o decidamos- terminar con su vida; pero para que no suframos el resto de nosotros. ¡Qué cosas…! 🙄😳

Se van a hinchar las televisiones.

No voy a entrar en si la gente tiene derecho o no a suicidarse cuando le salga de sus reales, en si las familias tienen derecho a contarlo o no, o si las televisiones tienen o no derecho a hacer de semejante cosa contenido para sus programas. Allá ellos… Pero donde sí quiero llegar a parar es en la reflexión, de si tal cosa debería ser objeto o no de espectáculo de circo, de pan de mono… No dejo de pensarlo. En mi humilde opinión, en estos casos lo miserable prevalece siempre sobre lo honorable, porque nunca lo es hacer caja con la muerte de alguien. Y no lo es, ni por parte de la pobre familia, ni de los ricos productores de tan inefable programa digamos que periodístico…

Y como colofón a la entrevista el entrevistador preguntó al familiar, que a su entender «¿cuál, había sido el detonante para que finalmente pudiesen conseguir la tan deseada muerte asistida del finado…?» A lo que aquél, respondió sin dudar que «la publicidad en los medios de comunicación…»

Es, como quedarse embobado mirando el escaparate de una ortopedia: ¡qué bonicas las sillas de ruedas, qué chulas las piernas de plástico, los orinales y los bragueros, o qué interesantísimos los kit de eutanasia…! ¡Con la de cosas que pasan en el mundo que podrían ser noticia y sólo nos fijamos en la basura, en lo morboso, en la muerte…! Debe de ser que lo salvaje y lo más primitivo de la condición humana nos empujan a disfrutar con la visión de las tripas de los demás esparcidas por ahí…

Se van a hinchar las televisiones.

Y conste, que mi punto de vista a estos respectos es, que el día en que yo solo no pueda ponerme los calcetines o limpiarme el culo -ése mismo día- me lleven con los pies por delante… Pero otra cosa, es hacer de ello un espectáculo.

eeen fin.

Sabéis que os quiero. Y gracias por leerme… 🙏💕

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

DEBATE DE GRIEGOS

Publicado el 20 de julio de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

Antes el piropo era acoso. Ahora según como lo mires también. Las ganas, claro. Las masculinizadas pretenden emascular. La feminización del poder tiene esas cosas. De momento los hombres tienen cada vez menos posibilidad de reproducirse porque en su semen hay muchos menos espermatozoides. Así, que no se les vaya la fuerza ni por la boca ni por los ojos. Hay que economizar. Bueno, los pecados de los católicos también podían ser de pensamiento, palabra y obra. Lo de pecar mirando es cosa nueva.

Nietzsche pensaba que la Iglesia la había tomado con los hombres bravos, que pretendía hombres más mansos, más domesticados, más civilizados. No es que lo consiguiera ya que poco después llegó la Gran Guerra… Echando de menos la valentía, en el Anticristo sí que lo dejó escrito: «Si el islamismo desprecia al cristiano, tiene mil veces derecho a tal actitud; pues el islamismo se basa en hombres.» En cursiva lo de hombres.

Supongo que estaba pensando no en los machos sino en los hombres de acción. Después de todo los términos “judaísmo” y “cristianismo” provienen de un gentilicio, cosa que no ocurre con el término islam, que proviene de una acción. Etimológicamente “islam” viene de un verbo árabe cuyo significado literal es “ponerse a salvo, a resguardo”.

En nuestros días hay que hilar muy fino para separar la masculinidad de la virilidad, al hombre del macho. Parece que se es mejor persona si no se es tan hombre, en cursiva… También cuesta un huevo entender a las mujeres musulmanas. Que guarden su pelo solo para la intimidad, y que no vayan presumiendo por ahí… Para el Occidente liberal, el derecho a exhibirse provocativamente ante el deseo masculino, está legitimado por el derecho a disponer libremente del cuerpo como se quiera.

El velo femenino es el velo que oculta la Verdad Última, la mujer es una amenaza porque representa la “indecibilidad” de la verdad, una sucesión de velos bajo los cuales ni siquiera hay un núcleo último oculto. Al ponerle un velo, creamos la ilusión de que detrás del velo está la Verdad (la horrible verdad de presentar lo femenino como mentiras y engaños, por supuesto…)

La sensación de no querer oponerse a lo musulmán ha conducido a la invención de la Islamofobia. Algo muy hábil, pues ha acabado convirtiendo al Islam en un objeto intocable bajo pena de racismo. Alimentados desde hace medio siglo en el respeto a la diferencia, se nos invita a no evaluar una religión extranjera con criterios occidentales. El relativismo cultural, nos manda ver lo que llamamos nuestros valores como simples prejuicios; creencias, de una tribu particular que se llama Occidente.

Con el islam, y la sumisión del hombre a Dios y de la mujer al hombre, los malditos valores viriles vuelven a escena. Nietzsche había visto bien que, con su aspecto de vieja perra, cristianismo e islam en el fondo eran religiones también femeninas. Lutero consideró la expansión del Islam como un castigo por nuestros pecados. Algunos alemanes pensaron que la democracia era un castigo que les había caído encima por haber perdido la guerra.

Todo el debate del siglo pasado se podría resumir en una oposición entre comunismo, la variante hard del humanismo; y democracia, su variante soft. La oposición de su variante hard, de liturgia, catequesis, vida pública y activismo político; frente a la soft, laica, espiritual, de los que se mantienen aparte, de las que se quedan en casa.

Se volverá a abrir el debate, en el que los griegos se entretuvieron miles de años ha.

Historias de Paco Sanz ✍️

PERIODISMO DE PERISCOPIO

Publicado el 27 de noviembre de 2021.

Confiar en el periodismo de este país, equivale a algo así como aceptar, el ver la amplitud de la actualidad de este mundo desde la estrechez de un periscopio… Atrapados, estamos encerrados en una especie de cueva amenazados y a oscuras. Y sólo podemos adivinar lo que nos rodea mirando por unos agujeritos digamos que como para periscopios, que los mismos periodistas parece también como si hubieran hecho expresamente para que sólo por ahí nos asomemos… Y nunca mejor dicho lo de memos. So memos.

Pero porque la realidad del mundo está ahí afuera envolviéndonos y nosotros, pareciera que sólo la podemos ver a través del estrecho campo de visión que proporcionan esos agujeritos como que para periscopios, que aquéllos mismos periodistas dirigen y enfocan siempre a nuestros propios culos. ¡Qué casualidad…! Una y otra vez. ¡Y fíjate tú, por dónde…!

Españoles mirándose el culo… Un día fuimos dueños de medio mundo y hoy cual corderos, nos hemos encerrado nosotros solos en nuestra península alejados de aquél mismo medio mundo que un día gobernamos… Y como lerdos en Historia, lelos y atontados, estamos pendientes sólo de reconocer a los de nuestro rebaño a fuerza de tanto olernos el culo unos a otros… Que si vascos, que si catalanes. ¡Vaya lío…! ¡Y qué asco…!

Y venga catalán y venga vasco, y venga pasear a Franco… Y venga redes asociales, populismo y feminismo a ultranza; y venga tú mira qué pobres los emigrantes… Y venga con la matraca de la justicia social, la república y la lucha obrera… Y venga la guerra civil. ¡Qué mala fue…!

Una y otra vez: comunismo.

«…Una y otra ves lo desían los notisieros; y hasían no más que desirlo, repitiéndolo constantemente… Y justo lo que les desían que dijeran, dijeron…»

El cuarto poder; la democracia… Ya que nos estafan tanto los políticos necesitamos más que nunca periodistas e información de verdad. Y ahora, que tenemos tanto acceso a aquélla, repito: necesitamos más que nunca también acceso a la verdad. Nada de trincheras políticas. Necesitamos verdaderos periodistas, que en verdad respondan ante la veracidad o no de lo que publiquen.

Y aquéllo a lo que llamamos información multimedia que le den por el culo: hay demasiada.

Que si tuiter o que si feisbuc; que si sígueme por aquí o por allá; que si mira mi canal de yutube… O tú, que aquí estás leyendo mi blog.

eeen fin.

Gracias por leerme. 🙏

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

…………..

LO SENCILLO

Publicado el 16 de julio de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

Pretendo elogiar la sencillez porque a la sencillez vamos, me alegran el alma las cosas sencillas, como el hogar, como el fuego del hogar, allí: “Encendido en palabras puras/ el fuego conversa conmigo./ Como un abuelo labrador,/ de cenizas encanecido,/ llamea en su boca barbada/ un consejo de campesino./ Y tiene sencillez de campo,/ sencillez de ropa de lino,/ sencillez de pan de centeno,/ sencillez de ataúd de pino./ Un poco de cielo desciende/ al humoso ademán tranquilo”.

Vamos hacia una sencillez de vida, no del sentido de la vida. No me gusta la pobreza, y menos cuando empieza a parecerse a la miseria; cuando el hambre es de pan, no tiene maldita la gracia. Tenemos que aprender a vivir sencillamente para que los demás, sencillamente, puedan vivir. Mejor encontrar sentido a verlo así. La simple vida no debería preferirse a las razones para vivir, sencillamente porque nada garantiza que en la vida hallemos razones suficientes para exigir que dure.

Si desconfío de la bondad, de la ambición o la codicia, todavía desconfío más de los que vienen con milongas de que es mejor vivir más sencillamente. Los llamamientos a una «vida sencilla» realizados sin desafiar la producción y las relaciones sociales capitalistas, significan potencialmente salarios más bajos, consumir menos y una mayor explotación laboral, pudiendo acelerar de este modo tanto la acumulación capitalista como la degradación ecológica. La injusticia, a muchos niveles.

Soy un pensador, es decir, me dedico a tomar las cosas por más sencillas de lo que son. “Mis gustos son sencillísimos: siempre estoy satisfecho con lo mejor”. Sarcasm is the lowest form of wit, but the highest form of intelligence. Por cortesía hay que expresarse con claridad. La claridad es la cortesía del filósofo. Con el paso del tiempo uno aspira a lograr no la sencillez, que no es nada, sino una humilde y secreta complejidad.

Einstein matizaba diciendo que había que explicar las cosas tan sencillamente como se pudiera, pero no más. Einstein era partidario de un ideal de vida que él llamaba “el ideal de la pocilga”, de una existencia caracterizada por la sencillez, la modestia y la frugalidad; movida por el conocimiento de que nuestro hacer se apoya siempre en el trabajo de otros, respetuosa de las tradiciones y orientado hacia la belleza, es decir, hacia la bondad y la verdad.

“Toda situación difícil tiene una solución sencilla… y equivocada”. ¿Qué es un discurso cuyas características principales son la sencillez, la rapidez y la distracción-emoción? La respuesta aparece muy clara: un discurso infantilizante.

Renunciaremos a la tontería del lujo, la renuncia no quita, la renuncia da. Da la fuerza inagotable de lo sencillo. Su fórmula espacial es la profundidad de la distancia. Como San Francisco, que en la desnuda y despojada sencillez de su vida, no quiso desprenderse de su único jirón de lujo: las buenas maneras de su excelente educación.

Historias de Paco Sanz ✍️

Policías y Maestros

Publicado el 21 de noviembre de 2021.

Se ve, que defenderse golpeando con flotadores de piscina en vez de con porras, y armarse en vez de con pistolas con molinillos de viento, serán a partir de ahora los medios disuasorios principales de que dispondrán nuestras pobres Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para intimidar a delincuentes y asesinos, y mantenerlos así lejos y a raya del crimen y el delito.

¡Ay Señor…!

Y además, en el caso hipotético de que detuvieran a algún prenda, sólo podrán retenerlo durante dos horas sin identificarlo. Y si no lo consiguieren en tal plazo, tendrán entonces la imperiosa obligación de devolverlo con diligencia al mismo lugar donde el prenda fue detenido. Y no sé si también habrán de ducharlo, vestirlo, echarle colonia y peinarlo con primor, para por último llamar a su papá y que venga a recogerlo o en su defecto pedirle y pagarle un taxi a casa. No sé, todo se andará.

…y claro.

Jóvenes, que pasan de curso y hasta se titulan suspendiendo, maganteando su tiempo y malgastando su juventud creyéndose lo que no son debido a que todo les ha sido regalado. Así acaban convencidos, pobrecillos, de que el sólo hecho de desear algo mucho les da algún tipo de derecho a alcanzarlo. Pero porque nadie les ha explicado nunca que el disfrute de cualquier derecho es siempre un mérito, una conquista, consecuencia del trabajo y del esfuerzo de alguien… Que son frutos de la democracia.

eeen fin.

¿Hay algún Maestro por ahí…?

Gracias por leerme 🙏

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

Dios ha muerto. EL LOCO.

Publicado el 1 de noviembre de 2021.

Nietzsche, Friederich. La gaya ciencia (fragmento 125). 1882.

«¿No habéis oído hablar de ese loco que encendió un farol en pleno día y corrió al mercado gritando sin cesar: ¡Busco a Dios! ¡Busco a Dios!…? Como precisamente estaban allí reunidos muchos que no creían en Dios, sus gritos provocaron enormes risotadas. ¿Es que se te ha perdido? decía uno. ¿Se ha perdido como un niño pequeño? decía otro. ¿O se ha escondido? ¿Tiene miedo de nosotros? ¿Se habrá embarcado? ¿Habrá emigrado? – así gritaban y reían alborozadamente.

El loco saltó en medio de ellos y los traspasó con su mirada. ¿Qué a dónde se ha ido Dios? -exclamó- os lo voy a decir. Lo hemos matado: ¡vosotros y yo! Todos somos su asesino

Pero ¿cómo hemos podido hacerlo? ¿Cómo hemos podido bebernos el mar? ¿Quién nos prestó la esponja para borrar el horizonte? ¿Qué hicimos cuando desencadenamos la tierra de su sol? ¿Hacia dónde caminará ahora? ¿Hacia dónde iremos nosotros? ¿Lejos de todos los soles? ¿No nos caeremos continuamente? ¿Hacia delante, hacia atrás, hacia los lados, hacia todas partes? ¿Acaso hay todavía un arriba y un abajo? ¿No erramos como a través de una nada infinita? ¿No nos roza el soplo del espacio vacío? ¿No hace más frío? ¿No viene de continuo la noche y cada vez más noche? ¿No tenemos que encender faroles a mediodía? ¿No oímos todavía el ruido de los sepultureros que entierran a Dios? ¿No nos llega todavía ningún olor de la putrefacción divina? ¡También los dioses se pudren! ¡Dios ha muerto! ¡Y nosotros lo hemos matado!

¿Cómo podremos consolarnos, asesinos entre los asesinos? Lo más sagrado y poderoso que poseía hasta ahora el mundo se ha desangrado bajo nuestros cuchillos. ¿Quién nos lavará esa sangre? ¿Con qué agua podremos purificarnos? ¿Qué ritos expiatorios, qué juegos sagrados tendremos que inventar? ¿No es la grandeza de este acto demasiado grande para nosotros? ¿No tendremos que volvernos nosotros mismos dioses para parecer dignos de ella? Nunca hubo un acto tan grande y quien nazca después de nosotros formará parte, por mor de ese acto, de una historia más elevada que todas las historias que hubo nunca hasta ahora.

Aquí, el loco se calló y volvió a mirar a su auditorio: también ellos callaban y lo miraban perplejos. Finalmente, arrojó su farol al suelo, de tal modo que se rompió en pedazos y se apagó. Vengo demasiado pronto -dijo entonces- todavía no ha llegado mi tiempo. Este enorme suceso todavía está en camino y no ha llegado hasta los oídos de los hombres.

El rayo y el trueno necesitan tiempo, la luz de los astros necesita tiempo, los actos necesitan tiempo, incluso después de realizados, a fin de ser vistos y oídos. Este acto está todavía más lejos de ellos que las más lejanas estrellas y, sin embargo son ellos los que lo han cometido.

Todavía se cuenta que el loco entró aquel mismo día en varias iglesias y entonó en ellas su Requiem aeternan deo. Una vez conducido al exterior e interpelado contestó siempre esta única frase: ¿Pues, qué son ahora ya estas iglesias, mas que las tumbas y panteones de Dios?…»

Nietzsche, Friederich. La gaya ciencia (fragmento 125). 1882

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PSICOACTIVAS…

Publicado el 14 de julio de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

Las drogas son como las caricias, mejor con moderación. Proporcionan paz, energía, o viajes. Pero si te pasas crean dependencia, agotamiento, o delirio. Hay que ir con cuidado cuando se habla de ellas, sobre todo de las ilegales. El malestar y la pérdida de sangre fría intelectual, que provocan la simple mención de drogas ilegales entre los que no las usan, son todavía más inquietantes que los efectos que la misma droga causa sobre los que sí.

La manzana -el Fruto Prohibido- es el primer encuentro del hombre con una «droga ilegal”. El que persigue al drogadicto no solo haría de Dios sino que además expulsaría al hombre del paraíso. El médico-sacerdote y la salud-salvación: su divina misión. En Irlanda o Israel el problema de abuso de drogas es insignificante, mientras que en Suecia o Estados Unidos -y en otros muchos países en los que el consumo de drogas no se considera tentación sino impulso, o religión, en lugar de pecado- el problema es inmenso, ingobernable.

La medicalización es igualmente tranquilizadora para el entorno del toxicómano; así, se evita tener que admitir que el drogadicto ha elegido drogarse. Nosotros no queremos admitir que el hombre puede deliberadamente elegir el mal, dice Szasz: «Queremos que el hombre sea bueno…» Si se admite que el hombre malo, el que se droga, o es un enfermo o es un criminal, esto implica por contraste que el hombre «normal» es fundamentalmente bueno. ¡Aleluya!

Es precisamente, el que los adultos no reclamen su derecho a la automedicación y a conocer por vías sensatas todas las formas descubiertas de alterar su conciencia, lo que hace que la farmacracia pueda seguir potenciando el uso desinformado de drogas legales, y promover impunemente la conformidad sobre las ilegales. Ése es el negocio.

Dado que el consumo de drogas se considera una polución antihigiénica del templo corpóreo, y que viola cierto grado de castidad fisiológica al cual ha consagrado ostensiblemente su vida el noble atleta, permitir el uso de drogas potenciadoras del rendimiento equivaldría, a obligar inmoralmente a los castos de cuerpo a usar drogas para seguir siendo competitivos.

Los placeres farmacológicos están aquí para quedarse, y debemos aceptarlo para ser capaces de fundar las políticas en prevención y protección, y no sobre prevaricación y propaganda. Si las drogas con las que nos deleitamos causan perjuicios, suavicemos sus toxicidades, desactivemos el peligro de la adicción y el de la sobredosis. Si las personas quieren disfrutar de los euforizantes: ¡Que obtengan los placeres más puros, los éxtasis más exquisitos que la farmacología pueda proporcionar…! Sólo la farmacohedonología, puede llevarnos desde nuestra incompetencia actual, al paraíso psiconáutico.

Las sustancias psicoactivas se clasifican por el efecto que producen: exitancia, inebrantia, euphorica, hypnotica et phantastica. Anfetas, alcohol, heroína, barbitúricos, LSD. Las que proporcionan paz, son las más adictivas.

Historias de Paco Sanz ✍️

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La cita

Creo que la engañé, un poco.

Era casi la hora, y no sé por qué me dio por preocuparme de si la casa olería demasiado a lejía. Mi hermana, cuando se enteró de que me había separado y de que me había ido a vivir yo solo a nuestra casa en la playa ya me lo dijo:

— ¡Ay Nene, no te desidies…!

Y claro, había estado fregando la vajilla fermentada varios días en el fregadero, aireando y haciendo las tres camas que llevaba en danza cambiando las sábanas, restregando los suelos con ahínco y con lejía, y recogiendo basura y enredos esparcidos por doquier… También limpié a fondo los baños, e hice la colada, porque pensé que sábanas camisetas y calzoncillos colgados en una cuerda de secar la ropa hablarían bien de mí, y me harían parecer algo así como un tipo limpio y hacendoso.

Sólo tres meses, sabía yo, que era muy poco tiempo para una cita después de mi desastroso desastre; que todavía no estaba preparado; peeero, el destino había insistido y aunque asustado y cerrado por derribo, acepté el reto de su compañía esa noche catorce de febrero de dos mil once, día de San Valentín.

Nos conocíamos desde hacía muchos años, pero, cuando le vi en el umbral de la puerta estaba algo lejos de parecerse al recuerdo que tenía de él: estaba como más… no sé. Situada junto a la orilla del mar su casa era muy vieja, pero me tranquilizó al entrar el sutil olor a lejía, a limpio… Me hizo pasar por un corredor con estancias a ambos lados hasta un pequeño salón frente al mar. Hacía frío pero no allí. Los cristales cerrados de la ventana abierta nos mostraban de par en par una gran playa vacía, un cielo gris, viento, y el mar como que acercándose cada vez más con su oleaje. Era febrero.

Pero fue cuando me dijo que estaba preparando un revuelto de setas con chorizo cuando ya me relajé del todo, y me dispuse a disfrutar en verdad de la velada.

No sabía yo si acertaría con lo del revuelto de setas, pero, como sólo cocino cosas que me gustan pensé, que debía dejarme llevar por mi instinto culinario y ponerle en el plato algo sencillo aunque con un toque de chorizo picante. Luego, supe, que había acertado del todo con lo del picante.

Una vez que entró en casa la hice pasar hasta el fondo, y frente al mar, la senté ante una ventana y una pequeña mesa plegable con dos sencillos servicios listos para que nos pusiésemos a cenar. Había una selección de fotos y música reproduciéndose en el ordenador que tenía en el salón. No tenía televisión.

Cuando me senté frente a aquella mesita, me hizo gracia ver que en el salón en vez de televisión tenía un ordenador encendido. Y me gustó -y todavía me hizo más gracia- cuando me di cuenta que lo que me estaba enseñando eran fotos que él mismo había hecho y esa música tan rara que se ve que le gusta: jazz, me dijo.

¡Qué romántico…!

He de reconocer que con lo de las setas y el chorizo ya me dió enmedio enmedio, porque ambas cosas me gustan con locura y siempre me recuerdan a mi pueblo. Y no, no recuerdo cuál fue el segundo plato, aunque lo que sí recuerdo fue que al final de la velada me dijo aquéllo de:

— No, no quiero que te vayas.

Después de una noche de cena y charla tan memorables, no me puedo quitar de la cabeza el momento tan crucial de darle aquel primer beso furtivo, mirándola a los ojos, charlando sentados muy muy juntos en el sofá, y sin estar del todo seguro de si no me devolvería una bofetada…

Pero no, no me la dio; y así hasta hoy.

eeen fin. 💕❤️

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

AMOR Y MÚSICA

Publicado el 13 de noviembre de 2021.

Friedrich Nietzsche. La gaya ciencia. Libro cuarto. Fragmento 334.

Adaptación.

APRENDER A AMAR

Observemos con detenimiento lo que sucede con la curiosa relación entre la música y el amor. Pero no tanto atendiendo al por qué nos enamora una canción -porque allá el gusto de cada cuál- sino al cómo se enamora uno de una melodía: en qué forma, en cómo funcionan los mecanismos del enamoramiento, en este caso musical.

Pues bien. Veamos.

Primero hay que aprender a oír una terna, una melodía; a saber distinguirla con el oído y a aislarla, y a delimitarla siguiendo su vida propia, su ritmo, su tempo… Luego se requiere hospitalidad, esfuerzo y buena voluntad para soportarla a pesar de que sea extraña; tener paciencia con su aspecto y con su forma de expresarse, además de ternura con lo que tenga de singular… Y por último, nos acostumbraremos tanto a ella que la esperaremos y hasta la extrañaríamos si nos faltara.

Y a partir de ese momento, no dejará esa melodía de ejercer la magia de su coacción y de su encanto, hasta convertirnos en amantes dóciles y rendidos que no conciben en ese instante musical nada más importante que ella; ni desean, otra cosa que no sea ella… La melodía, aquélla.

Pero ésto no ocurre sólo con la música.

Siempre, acabamos siendo recompensados por nuestra buena voluntad, paciencia, equidad, y ternura hacia lo extraño; cuando lo extraño se va quitando el velo poco a poco ante nosotros y acaba ofreciéndosenos como una belleza nueva e inefable… Y justo ésa, es la forma que tienen la vida el amor y la música de agradecernos y devolvernos el amor aquél, que al principio de nuestra relación entregamos envuelto en simple hospitalidad.

Quien alguna vez amó algo de verdad seguro que llegó por este mismo camino: el de la hospitalidad. No hay otro… El amor debe también aprenderse.

Friedrich Nietzsche. La gaya ciencia. Libro cuarto. Fragmento 334.

Adaptación.

rosa y espina

Publicado el 14 de noviembre de 2021.

Recuerdo aquella anécdota al poco de enamorarme de tu madre, cuando, para hacerme un poco el chulico y no perderla mucho de vista, me dio por pegarme el farol de ir a hacer pilates con ella día sí y día no.

…eeen fin. Cosas del amor.

Sonaba de fondo sugerente Lorena Mackinnet, sería mi segunda o tercera clase, y aquella noche hacía frío aunque yo sudaba como un panadero en agosto con la novedad aquella del pilates… Ahí estaba yo, tirado en el suelo con las piernas en lo alto, e intentando que no me entraran los tembleques de la muerte de tanto que me dolían no sé qué músculos que se ve que tengo en la barriga.

¡De repente, un apagón de luz nos pilló a todos a medio ejercicio…! Se produjo un silencio de extrañeza en completa oscuridad, que luego como que se fue acostumbrando a la penumbra, a la medialuz… Y fue en ese momento y con una voz como que de ángel, cuando una alumna no recuerdo cuál le dijo, le pidió, le rogó a tu madre aquéllo tan bonito y que me resultó tan atractivo de:

— No te preocupes por la música Manuela. Tú, sólo sigue hablándonos…

Estábamos a oscuras. La voz de tu madre es curativa.

A Billie Holiday le preguntaron una vez a traición porque estaba borracha como una cuba, que qué opinaba de ésas letras tan moñas de la mayoría de las canciones de su repertorio… Y tuvo la osadía de responder aquéllo de «fuck the song, I play…» de cantar nada, yo toco… Casi nadie la entendió.

He estado escuchándote a tí y a tu canción y solo de lo bello vive realmente el hombre… Cuando alguien canta algo así de bien como tú lo cantas o la Holiday lo tocaba, da igual lo que digas o lo que cuentes, lo que toques o lo que cantes: siempre será bello.

¡Felicidades por tu canción! Carla.

Pulsa el enlace para escuchar 👇👇👇

rosa y espina 🎶🎵🎶

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

Nietos y abuelos

Publicado el 4 de julio de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

Nos han dejado a los nietos… Les hemos desapuntado de una actividad de esas que se hacen en verano con otros niños por las mañanas. El argumento del portavoz ha sido determinante: «hemos venido para estar con los abuelos, no para que nos metáis en un cursillo.» Manda carajo. Así que a jugar a juegos de mesa, a volver a los caminos, a los cuentos que recorrimos con sus padres. A ver cuánto aguantamos antes de que les pongamos de nuevo ante las pantallas.

¡Ay! ¡Esos días azules y este sol de la infancia…! Si alguien es poesía son los niños y sólo poéticamente habita el hombre. Decía Baudelaire que “la genialidad es la infancia recuperada a voluntad”. Creo a veces, al considerar la diferencia hedionda que existe entre la inteligencia de los niños y la estupidez de los adultos, que tal vez somos acompañados durante la infancia por una especie de espíritu de la guarda que nos presta su inteligencia astral y que después, tal vez con pena pero debido a una alta ley, nos abandona; como las madres animales a sus crías crecidas: a la ceba, que es nuestro destino.

Recuerdo la advertencia de Kant: «Caballeros, me estoy haciendo viejo y empezando a caer en la infancia”. La madurez se renueva con la frescura de una infancia que no deje de crecer nunca en la medida en que uno se aleje de ella… ¡Qué vulnerables somos los niños!

Convertirse en una persona vulnerable no altera la profundidad de la mente, que sigue su propia trayectoria. Francisco de Asís nos pidió que “hiciéramos nuestras infancias” es decir, que nos mantuviéramos cerca de nuestros primeros años, que rompiéramos los límites del viejo yo sumergiéndolo constantemente en un baño lustral. Hay siempre un momento en la infancia en que se abre una puerta que deja entrar el futuro… La verdadera patria del hombre es su infancia.

Es curioso cómo estando con ellos me acuerdo de mis padres, porque paseaba hasta la plaza del pueblo con ellos como estoy haciendo ahora con mis nietos… ¡Ah, los muertos! Los muertos que me amaron en mi infancia. Cuando los evoco, toda el alma se me enfría y me siento desterrado de unos corazones que ya no están más que en mi memoria; sólo, en la noche de mi mismo, llorando como un mendigo el silencio cerrado de todas las puertas.

Sólo existe un fracaso: dejar de ser niños. Como los amantes, los niños tienen el presentimiento de los límites de la felicidad. Mis nietos son de ésos que llaman «tío» a todos los amigos de sus padres: son de esos niños que aún creen que todos los hombres son hermanos… El que me llamen por mi nombre y no “abuelo” no ha sido nada fácil. Seguramente, es que me he hecho con una de esas caras a la que no es fácil llamar de tú.

Me va a costar un Congo no ser permisivo con ellos, que es lo que me pide el cuerpo. Voy a tener que recordarme que la permisividad, es el principio consistente en tratar a los niños como si fueran adultos y la táctica para asegurarse de que nunca lleguen a esa etapa… Si bien se mirase al contrario, irónicamente, la permisividad aconsejaría tratar más bien a los adultos, como si fueran niños.

Historias de Paco Sanz ✍️

SE ME VA ‘LA PINZA’

Publicado el 16 de octubre de 2021.

No sé si son tonterías mías pero cuando escribo y me leo después, muchas veces como que me descubro riñéndole por escrito a alguien: pobrecillo… Diríase, que le doy a ese alguien una charla que te cagas para que aprenda o para que escarmiente, pero por algo que no viene mucho a cuento, que además no queda tampoco muy claro, y encima, lo hago creo que ensañándome un poco más de la cuenta… Pobrecillo, lo siento. De veras.

Manías mías.

Divago, elucubro, me enredo, y se me va la pinza intentando acercarme al máximo escribiendo de los detalles de las cosas, mientras me empujan al describirlas motivos digamos que justicieros. Como si escribir así a lo bruto sirviese de algo… ¿Vaya tontería no…? Éso de que escribir pudiera servir para algo.

…eeen fin. Gracias por leerme 🙏

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

…..

Un coñazo

Publicado el 9 de junio de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

Lo de rezar no me iba, lo de meditar no me va. Me he movido por ensayo y error hasta hartarme. Lo de no interiorizar a mis maestros, no darme lecciones, también me ha costado siempre un huevo. Me encanta prestar atención a algo, y cuando la presto, más que prestarla la doy encantado.

Ahora que alzo la ceja ante cualquier esperanza, lo de hacer propósitos me ayuda a descansar. ¡Mañana seré un buen chico…! ¡Que sensación de paz, de calma, qué alegría…! Me quedo dormido inmediatamente mientras todas las cosas que dije, o hice y no hubiera debido hacer, desaparecen como por ensalmo.

Supongo que he convertido el hacer propósitos, el hacer planes, en mi forma de meditación preferente, la que mejor consigue librarme de mí, y con la que mi cuerpo aliviado concita un sueño reparador inmediatamente. Cuando se usa la palabra meditación se entiende generalmente que hay un meditador meditando. La verdadera meditación es un proceso inconsciente no un proceso consciente, y cuando no está el Yo, hay belleza, silencio, espacio… La verdadera quietud es quedarse dormido.

Pasar del Yo… Porque la verdad: das Ich is unrettbare, el Yo es insalvable… El Yo que durante la vida individual varía muchas veces, y que incluso puede fallar del todo o en parte en el sueño, en el éxtasis, en la meditación o en los momentos más dichosos, es un cuento chino.

Les regalé a mis nietos un diario cuando llegaron a la edad de la razón; no creo que hayan escrito nada en ellos. A mí, me ha servido el hacerlo para perder de vista el desastre que soy. Al menos escribiendo… En el hecho de escribir un diario hay una feliz compensación de una doble nulidad. El que no hace nada con su vida escribe que no hace nada, y he aquí sin embargo, algo realizado. Y el que se deja apartar con la escritura de las futilidades del día, vuelve a esas mismas futilidades para contarlas, denunciarlas o complacerse en ellas, y he aquí un día completo. Esta es la meditación del cero sobre sí mismo.

A medida que me he ido haciendo mayor la tiranía del Yo que recuerda, es tal, que el Yo que experimenta, no tiene apenas voz ni voto de cara a la elección ni a la experimentación de nuevos episodios. La ilusión cognitiva puede llegar al extremo tal de que un solo detalle, arruine el recuerdo de la experiencia entera. Lo que aprendemos del pasado es a maximizar las cualidades de nuestros futuros recuerdos, no necesariamente de nuestras futuras experiencias.

Mis viejos recuerdos y mis viejos papeles me van dejando atrás. Parece que he estado siempre procurando no olvidar; como si esta mañana, una vez más, tuviera que presentarme a un examen… «¿No deberías dejar a un lado tu memoria y disfrutar del momento aunque sea poco memorable…?» Mis padres, al envejecer iban perdiendo el recuerdo de la historia de su vida, pero mientras estuvieron vivos seguían siendo todavía sensibles al bienestar de escuchar la lluvia desde el porche, del estar al sol un día de primavera, o de la belleza de una flor.

El Yo es una ilusión benigna del usuario. Ese Yo ilusorio, ese complejo que algunos han llamado yoplejo, ese poderoso Yo continuo, provisto de consciencia y libre albedrío, podría resultar no ser más que un coñazo.

Historias de Paco Sanz ✍️

SÍNCOPE Y DEJAVÚ

Publicado el 30 de octubre de 2021.

Quizá, si empezáramos a contar Nuestra Historia por el Poema del Mío Cid y con aquéllo del «qué buen vasallo si tuviere buen señor…» y la terminásemos con el dicho actual éste tan frecuente del «vaya una banda de sinvergüenzas éstos políticos de mierda…» tal vez, nos daríamos cuenta del dejavú y del síncope constante en el que se encuentra atrapada aquélla. La pobre de Nuestra Historia.

Es decir, veríamos Nuestra Historia, sí. Pero quiero centrar el énfasis de vuestra atención en que nos fijemos en la sucesión -histórica- de dirigentes de mierda que salvo muy honrosas excepciones siempre hemos tenido. Y viendo lo visto ahora, se ve, que aún seguiremos viéndolos, sufriéndolos, penándolos, teniéndolos…

Como desde siempre: «españoles penando una gran pena constante, purgando una especie de pecado colectivo…» Pero por que sí es una gran pena sí, ésta la de soportar una y otra vez el ser esquilmados por unos políticos canallas que merecemos, al no exigir nunca de ellos moral ni excelencia o siquiera eficacia alguna, sino tan sólo fidelidad ciega a nuestra cuerda, causa, tribu o partido. Y nunca mejor dicho lo de partido.

Y claro, a menos que hagamos algo, Nuestra Historia nos enseña que demasiadas veces nuestros políticos acaban convirtiéndonos en hordas de talibanes, agrupadas en bandos de abducidos culturales, que comportándose como piaras de lerdos ideológicos revolcándose en su propia mierda, acaban luchando entre ellos envueltos en la miseria de estar siempre atrapados y agachados, entre el fuego cruzado de tanta trinchera política.

¡Qué asco…!

Todo lo contrario, de la loable intención libertaria del primitivo concepto griego de la democracia: ciudadanos libres eligiendo a los mejores, conviviendo todos iguales por completo ante la ley, y siervos tan sólo de la palabra dada y de las consecuencias de nuestros actos.

¡Qué envidia de la buena…!

¡Y qué cosas tan malas -como pueblo- éstas las de no saber Historia…!

eeen fin. Gracias por leerme… 🙏💕

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

UNA CARTA

Publicado el 9 de octubre de 2021.

Historias de Christian Sanz ✍️

En el siglo XVIII una carta entre España e Inglaterra podría tardar varios meses en llegar, como casi un año tardaba una carta en el siglo XIX entre Estados Unidos y Europa, o entre la India y Europa. Recibirla implicaba un acceso callado pero eufórico de emoción, y al responderla uno se demoraba sabiendo que estaba ante un bien preciado, donde el peso de las palabras, los párrafos, la sintaxis en suma, donde su peso, decía, se calibraba y evaluaba casi casi como una obra de arte. Se medían efectos y se sopesaban intenciones, se ponderaba y se precisaban argumentos e ideas. Esas cartas eran un acto estético y cognitivo a la vez. Un sustituto cordial de la emoción estilizada. Un intercambio de razones y motivos que importaban. Esas cartas se escribían y reescribían con esmero, con pulcritud, con vigilante diligencia.

En el siglo XXI ocurre lo opuesto. Escribimos mails corporativos u oficinescos con premura y dejadez. Nuestros estándares de corrección y eficiencia se tasan muy por debajo que en épocas anteriores. La velocidad patológica del siglo provoca que se desatiendan como un objeto que requiere un proceso de elaboración lento. Su universalidad y accesibilidad, su facilidad e hipertrofia, les ha sustraído o quitado su aura de magia interpersonal. Redactamos los correos electrónicos como un simio ante un computador, sin alma ni gracia, sin fe ni designio.

Al brutalizar nuestras comunicaciones animalizamos nuestros corazones. Espero que ahora los enamorados escriban muchos borradores de cartas de amor. Y que no sea un bot.

Historias de Christian Sanz ✍️

ENFERMEDADES MENTALES

Publicado el 5 de junio de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

En los países ricos cada vez se curan mejor todas las enfermedades excepto las mentales. Además, han proliferado. Afectan a más gente y más pronto. Las hay incluso en las aulas infantiles. Lo de darles Ritalin a los que no atienden porque no pueden quedarse quietos es algo que sigue escandalizándonos a todos. Hay incluso medicamentos para las enfermedades mentales de los agonizantes. Cuesta no ser mal pensado a este respecto.

Uno de los libros más vendidos en EEUU era el de la DSM, el manual de diagnóstico y estadísticas de los desórdenes mentales. ¿Cómo es que se vende tanto este tocho de casi mil páginas? Una vez le pregunté a un entendido… «El quid de la cuestión es que el sector farmacéutico ha estado comprando el DSM en grandes cantidades, para distribuir luego gratuitamente los ejemplares entre los profesionales clínicos de todo el país—me dijo—. Por eso se han disparado las ventas». En su opinión, la motivación de la industria era evidente: «Dado que el DSM abarca casi cualquier tipo de sufrimiento, su difusión es un buen negocio: aumenta las tasas de diagnóstico, y con ellas, las recetas…»

Ahora que los locos están desapareciendo los enfermos mentales son multitud. Supongo que cada vez hay menos locos porque cada vez vivimos, nos sentimos, más solos. Porque a ver, ¿cómo sabe uno que está loco…? Eso nunca se sabe; depende de cuánta gente cree que lo estás. También pudiera ser que las enfermedades mentales ni fueran enfermedades ni fueran mentales, pero cualquiera lo dice en voz alta.

Decía Robert Musil hace mucho tiempo que «la diferencia entre una persona normal y una que está loca es que la normal tiene todas las enfermedades mentales, mientras que la loca tiene solo una». Ahora, ni los investigadores controlan lo que investigan, ni los ingenieros creen que se pueda aplicar al mercado lo que se acaba aplicando, ni los médicos son capaces de recetar con suficiente criterio… La manera más fácil de volvernos a todos locos es aumentar el diagnóstico de enfermedades mentales, y para conseguir que todos estemos enfermos, no hay nada como hacer que nos estemos haciendo constantemente revisiones y chequeos.

Si se permite tratar químicamente a enfermedades que se han diagnosticado como alteraciones químicas del cuerpo o del cerebro, estamos haciendo una especie de profecía autocumplida. Ahora ya no hay duda: nuestro cuerpo, nuestro cerebro, tienen un desequilibrio químico…

Desengancharse de las drogas o de los medicamentos precisa nuevos tratamientos, aparecen nuevas enfermedades, nuevos síndromes de abstinencia. Necesitaremos nuevos fármacos para curarlos. La promoción farmacéutica, los anuncios de medicamentos, son parte de las tendencias autodestructivas de la sociedad. La promoción comercial de coches, dispositivos, servicios… son también otras formas que tenemos de acabar de una vez con nosotros. Con todo lo que signifique nosotros.

Paranoicos con el fuego. Obsesivos con la tierra. Esquizofrénicos con el agua. Histéricos con el viento. Las enfermedades mentales derivan de que renunciamos a gran parte de nuestra seguridad, en beneficio de un reino de libertad sin protección; y no estamos acostumbrados.

Historias de Paco Sanz ✍️

NO SABER…

Publicado el 27 de mayo de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

Atrévete a no saber… Los que andan mirando el móvil siempre, supongo que pasan de ese viejo precepto religioso. Sapere ne aude, ese latinajo de Tertuliano yo siempre lo entendí como saber no atreverse, aunque por lo visto quiere decir atreverse a no saber. Paso por las imágenes de las noticias con estas dos ideas cruzándose en mi cabeza: no quiero saber qué pasa y no me atrevo a no saberlo.

Es que mis ojos se van donde no quiero, como en las tiendas, como en los museos. Los eye-tracker de los museos, revelan que los ojos de los visitantes van más a las caras de las víctimas que a las de los verdugos, a las imágenes que a los textos, a las imágenes en movimiento más que a las fijas. Y que si los ojos saben de algo pasan del texto, pero si no lo saben van a buscarlo. La imagen debería ser así, más capaz de concitar buenas preguntas que de dar una respuesta cualquiera al que preferiría no saber más del tema… Pero no siempre lo hace.

A veces lamentamos el no saber ya lo que significa el temor religioso. ¡Si al menos pudiéramos hacer renacer en nosotros el estremecimiento ante lo desconocido, el pánico ante lo indescifrable..! Otras, es mejor no saber lo tontos que podemos llegar a ser… Es el efecto Dumming-Kruger: establece que cuanto más incompetente es una persona menos cuenta se da de ello. No saber efectuar una tarea de forma correcta (trátese de inferencias lógicas, multitarea o planificación laboral) incrementa a la vez las posibilidades de que se ignore la propia incapacidad.

Por ello, hay que ser prudentes en ésto del saber, sobre todo en situaciones amorosas. Se pierde, conociendo demasiado bien a los amigos y a los amantes, lo mejor de la vida… Además del palo de tener que descubrir por este sistema quien es tu amigo y quién no lo es… El mero hecho de conocer mejor a alguien no presagia -al igual que conocer su estado de salud- nada bueno.

A mi amor me aplico activamente a desconocerla, su presencia a mi lado es todo un regalo, pienso que todo su exquisito es una dádiva del azar, y lo mejor de la vida es siempre gratuito. ¿Acaso no es el amor un no saber dónde empieza la locura, beber juntos la copa del cada día, hacer de la costumbre una aventura…?

Cada año el número de conocimientos se multiplica, cada vez disponemos de más cosas que ignorar. Si entendemos como ignorancia el no saber de las cosas que nos afectan, entonces cada vez somos más ignorantes. Se está haciendo real aquella broma de Nietzsche acerca del porvenir de nuestros establecimientos de enseñanza. Pensaba, que en el futuro las universidades existirían para restablecer la antigua ignorancia: la curiosidad elemental que convierte a los niños en metafísicos.

A la barbarie del especialismo, hay que oponer ahora la audacia de los aficionados. Con ésto, la tontuna del amateurismo nos hará ignorantes al cubo. Opondremos fecúndamente al no saber de qué va la cosa, el no saber que vaya de cosa alguna. Pensaremos que lo simple es falso y lo complejo inutilizable. Y nos quedaremos tan panchos, tan contentos no sabiendo; sin dudas, como los creyentes.

Historias de Paco Sanz ✍️

Lágrimas

Publicado el 10 de diciembre de 2019.

Le duele, aunque ya siente ese alivio que experimenta cuando al llorar recordándote, ni siquiera enjuga sus lágrimas. Rendida, las deja deslizarse lentas por sus mejillas; que se empapen con esa multitud de rastros salados y lenitivos; hasta la barbilla; punto final, desde donde parece que se esfuman saltando al vacío.

Y cede en su lucha contra ese amargor doloroso subiéndole por la garganta; se lo traga, fluye, y deja fluir sus lágrimas. Ese momento solitario y beatífico en el que por fin abandona su orgullo, y se abandona ella entera al desahogo del puro llanto desbocado. Llanto ya sin muecas; sólo lágrimas agrias sinceras de emoción veraz; lágrimas libres al fin y al cabo.

Tiene la sensación de que siempre tendréis algo pendiente.

Ha llegado de tu mano a sus momentos más hermosos, y sabes que eres sin duda el amor de su vida. Y también sabes, que vivirla a partir de ahora sin tu presencia cerca, será como lamentar para siempre una gran pérdida, como convivir sine die con el sordo dolor de una amputación… Así, herida, podrá pasar el tiempo sí, pero seguirá doliéndole la cicatriz que le quedó, de ese pedazo que creía suyo, de aquél tu trozo cercenado y ausente.

Piénsalo… 💞

Antonio Rodríguez Miravete… Juntaletras.

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RECUERDA, TIENES QUE SUICIDARTE

Publicado el 13 da marzo de 2021.

Paco Sanz. Médico. RIP. ✍️

Marx acababa sus obras con un DESAM: dixit et salvavi animam meam… En mi caso, cada vez que doy por acabado algo de lo que escribo debiera poner RTQS: recuerda, tienes que suicidarteComo hacía una escritora cuyo nombre prefiero no recordar y que efectivamente acabó suicidándose.

Digo esto por ver si así, si llego a tener que optar entre convertirme en un deber penoso para mis hijas o hacerme cuidar por extraños, conserve la suficiente voluntad memoria y pericia, como para acabar conmigo mismo.

Paco Sanz. Médico. RIP. ✍️

Asco damos

¡Ay españolito, que si por tonto te toman y te dejas tomar por tonto, mereces lo que te pase…! Vótales; sigue botando tu pelota roja: bota bota… Eres tonto.

Hay que parar ésto porque damos verdadero asco como sociedad. ¿No…? 🙄😳

Estoy seguro de que la mayoría de los españoles digamos que socialdemócratas de bien, están consternados con la mierda del gobierno rojosicópata éste que hoy nos desgobierna; y voy a procurar no mentar la madre ni el nombre de ninguno de los hijosdeputa que padecemos, hoy no…

Nos hemos convertido en un pueblo desarraigado de sí mismo y de su pasado reciente, pero porque usamos constantemente el presente para lanzárnoslo a la cabeza. Mirad si no a las víctimas del 11M o a las de la ETA; no hay nada resuelto ni que tenga sentido para las razones de su dolor, de semejante dolor, de tanto dolor. No sé por qué los españoles nos empeñamos cada cierto tiempo en criminalizarnos los unos a los otros. Porque sí, son crímenes, lo que llevamos cometiendo desde hace casi un siglo los unos contra los otros. Y si no me creéis, mirad ahora las sesiones del Congreso de los Diputados insultándose. ¡Qué vergüenza…! ¡Dónde hemos terminado…! ¡Qué mala educación, por Dios!

Y como buenos hispanos gilipollas e indomables, no sólo no hemos escarmentado con una guerra civil hace menos de cien años y una reconciliación hace poco más de cuarenta, sino que además, y gracias a lo canalla de nuestros políticos, no hemos aprendido nada de nada… Y hemos empezado nuevamente a confundir el delito de robar con el crimen de traicionar, la mentira fácil con la verdad trabajada, o el valor del mérito esforzado con el de la mera oportunidad aprovechada. Nos hemos vuelto todos, otra vez un poco suicidas gilipollas y corruptos, no me lo negaréis… Peeero, el tonto de mí se niega a ser un corrupto del todo porque en el fondo prefiero que me tomen por tardo que por criminal: la ignorancia tiene remedio con tiempo y libros, peeero, la cleptomanía o el crimen necesitan castigo y terapia. Pues eso. No, no soy un enfermo. Me niego.

Porque la moral, lo moral, es importante para seguir en ésto de la vida, sin tener que agachar la cabeza de vergüenza por ser un ladrón o un somierda cada vez te tropiezas por ahí en público con tu prójimo. ¿No…?

eeen fin. Os quiero, lectores 💕

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

Y dale con el pasado…

Publicado el 18 de abril de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

Me fastidia tanto que me vengan con otro pasado y que pretendan imponerme una historia como verdadera, como que cambien el lenguaje con el que pienso y con el que me comunico. Creo que es tan utilizado para manipularnos lo uno como lo otro. Detesto el papanatismo de la corrección política tanto, como que me digan que es mejor decir tablet que tableta… Si digo las cosas como quieren, acabaré haciendo lo que me digan. Quieren hacerme creer que las cosas fueron como ellos dicen, del mismo modo que quieren decirme que hay que decir las cosas de otra manera. Para ver qué sacan, para ver cómo pueden sacar algo más de mí. No les quiero nada. Además, no les admiro en absoluto.

Soy lo que soy, lo que recuerdo, lo que puedo contar; no me fío de la historia que me cuentan, prefiero la que me cuento yo. No sólo la historia es contemporánea, todo el pasado también lo es. Especialmente el mío.

Existe un ser verdadero y un ser falso en cada uno de nosotros. La diferencia se percibe si pretenden quitarte el pasado en que te reconoces. Cuando te han desprovisto de algo tan completamente que no sabes qué es, si no puedes recordar siquiera qué es lo que te falta pero sabes que te falta algo, entonces la diferencia no puedes pillarla. A menos que te montes un pasado de encargo, y así, el ser falso que hay en tí no te haga hacer tanto el tonto… Hay algo de lógica en la actitud implícita de que “el medio me debe algo” que adopta el psicópata, el delincuente, y el niño antisocial.

La paradoja más profunda de la memoria: El pasado es “contemporáneo” del presente que ha sido.

Si el pasado tuviera que aguardar a no ser ya, y si ahora y desde ya no fuera “pasado”, nunca podría llegar a ser lo que es, nunca sería ese pasado… Si no se constituyera inmediatamente, no podría ser reconstruido después a partir de un presente ulterior. Nunca el pasado se reconstruiría si no coexistiese con el presente cuyo pasado, es.

Tomamos consciencia de un acto sui generis por el que nos distanciamos del presente, para situarnos primeramente en un pasado general y después en una determinada región del pasado: una operación de tanteo análoga a la puesta a punto de un revelado fotográfico. Cuando nuestro recuerdo permanece todavía en estado virtual; de este modo, nos disponemos simplemente a recibirlo adoptando una actitud adecuada. Poco a poco, aparece como una nebulosidad, que se condensa y pasa del estado virtual al real en el papel fotográfico.

Las tres dimensiones de la existencia traducidas temporalmente son: Pasado (consideración), presente (atención) y futuro (intención). La gente siempre estamos gritando que queremos un futuro mejor. Pero no es cierto. El futuro es un vacío apático que a nadie le interesa lo más mínimo. El pasado está lleno de vida, le gusta irritarnos, provocarnos, insultarnos, nos tienta a destruirlo o recordarlo. El único motivo para que la gente desee adueñarse del futuro es para cambiar el pasado. Anda que si fuera por eso porque me he quedado sin futuro, por lo que cada vez recuerde más vívidamente cosas del pasado y peor las que acaban de suceder.

¡Ehhh…! Que tan viejo no me siento… Así, que mejor que no me vengan con otro pasado ni con otro modo de decir las cosas; plis, darlin.

Historias de Paco Sanz ✍️

¡ATENCIÓN…!

Publicado el 17 de abril de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

Oír: percibir por el oído.
Escuchar: aplicar el oído para oír.

De niño recuerdo haber entendido como una orden la palabra ¡Escucha..! Ahora lo que escucho, es sobre todo una orden que dice ¡Atiende…! Soy consciente que comercian con mi atención, con mi posible atención… Que como mis antiguos maestros, pretenden que obedezca. La palabra obediencia viene del latín ob-audire, es decir, escuchar a… Y la palabra atención ad tendere, quiere decir tender hacia.

Me gusta escuchar música incluso andando. Las órdenes no tanto, qué le vamos a hacer. Pero ¿qué es escuchar música sino buscar patrones de resonancia armónica, de repeticiones, de octavas, progresiones, de acordes… en el disonante paisaje sonoro que nos rodea…? El pino parece escuchar y el abeto esperar, ambos sin impaciencia, y no piensan en el pequeño hombre situado bajo ellos al que devoran su impaciencia y su curiosidad.

Para escuchar música no basta con escuchar los diferentes fragmentos en los que consiste. Hay que ser capaz de relacionar lo que se oye en un momento dado, con lo que acaba de ocurrir antes, y lo que está a punto de escucharse a continuación. Todo hombre que ama, piensa al escuchar la música, al escuchar la vida: “habla de mí, habla en mi lugar… ¡Lo sabe todo…!”

La buena escritura y la buena música invitan a levantarse, a ponerse en marcha, a ponerse a bailar. “Se escribe con la mano, pero se da testimonio de lo bien que se escribe con el pie. Leyendo o escuchando música hay que darse cuenta de que el pie levanta la oreja. Los dedos del pie se levantan para escuchar”. Nietzsche lo dijo.

Cuando desfilaba durante mi servicio militar nos hacían marcar el paso, nos hacían obedecer escuchando. Derecha izquierda derecha izquierda, paaaso ¡ein…! Nos decían. Desde entonces a los que pretenden captar mi atención pidiendo que escuche, aunque pongan música, los tengo atravesados. ¡Qué bien suenan las malas razones, y la mala música, cuando uno marcha a la carga contra el enemigo!

Cuando hace tanto ruido pedirle a uno que escuche es mucho pedir. El exceso de información crea una especie de toxicidad, que termina creando un tipo de uniformidad tóxica, que la hace entrar en un bucle que se retroalimenta… El que todo el mundo quiera escuchar ciertas cosas, hace que se digan cada vez más, y eso hace que se tomen así mismo por ciertas las mayores irrealidades.

Recomendarle a alguien que escuche algo, incluso aunque sea buena música, me parece tan irreal, tan fuera de tono como pedirle que lea un libro… Los melómanos somos absurdamente poco razonables. Siempre queremos que te quedes completamente mudo, en el preciso instante en que desearíamos quedarnos totalmente sordos… Oscar Wilde supongo que lo decía por experiencia.

Con los ojos también se atiende, se pretende mirando entender. Ver: percibir por los ojos. Mirar: aplicar los ojos para ver. Va grande la diferencia del ver al mirar. Quien no entiende no atiende. Poco importa el mucho ver con los ojos, si con el entendimiento nada; ni vale el ver sin notar. Hay gente que pone tanta cara de mirar, de escuchar, de entender, que no cuela… No escuchar al que nos habla no sólo es falta de cortesía, sino también es señal de menosprecio.

Atiende siempre al que te hable; en el trato social no hay nada tan productivo como la limosna de la atención. Pero que no te pillen intentando prestar atención sin ganas; o mirando de reojo al reloj, o al móvil.

Historias de Paco Sanz ✍️

SEGUIMOS CONFINADOS

Publicado el 11 de abril de 2020…

No dejo de pensar en ésto del encierro, porque eso del distanciamiento social todavía me da más grima. Ya no recuerdo dónde lo leí, pero sí la canción que oí de Billy Holiday «Wrap your troubles in dreams» donde se decía aquéllo de que se podían transformar los problemas en sueños. Pues resulta que a mí ahora se me ha ocurrido una buena idea.

Me asombra el páramo en el que se ha convertido nuestro mundo debido al simple hecho de que nos hemos apartado tan solo un poco de él metiéndonos en nuestras casas.

¿Lo veis…?

La industria del petróleo por los suelos. Los traficantes más vigilados. Las tan potentes industrias automovilísticas con un nudo en la garganta. Las putas sin trabajo; y por ello políticos y periodistas espantados. Las redes sociales haciendo de alcahuetas o de viejas de visillo. Las televisiones vendidas al mejor postor y traicionándose a sí mismas…

El turismo mundial arruinado. El transporte en la cuerda floja. Las empresas energéticas temblando; las tecnológicas no tanto. El mundo entero y casi todas sus grandes empresas y proyectos todos por el suelo, por el mero hecho de que todos nos hemos quedado en casa… Todos.

Fijaros en el detalle: quedaros con él.

¡Tan solo permaneciendo todos quietos hemos cambiado el mundo y de qué forma…! ¿No os parece maravilloso…? ¿Veis el tremendo poder que hemos desatado…?

¡Pues vaya una mierda de novedad…! 🙄😳

«Simplemente dejando de comprar podemos provocar un tremendo quebranto a esas empresas que sostenemos, y que tanto se supone que han abusado de nosotros…» dijo un rojo célebre.

Deberíamos haber sabido ésto desde siempre, y nos habríamos ahorrado muchos de los disgustos que nos han dado tanto el capitalismo como el comunismo. Solidaridad. La huelga honrada, la huelga con razón, el antiguo concepto de la huelga por justicia… Huelga no para acomodar salarios como hacen los sindicados sino para repartir la justicia como deberían perseguir quienes promueven las huelgas justas.

Si abusan con el recibo de la luz, apágala y enciende velas. Si te censura el Facebook que le den por culo, desinstálalo. ¿Que el whasap te toca los huevos? escribe cartas, postales, visita a tu amiga o llámala… Si tu coche todavía tira, dale. Si tu pareja te ama después de todo ésto no la cambies; y si la echas de menos díselo… Si todavía funciona bien no lo tires, porque lo nuevo muchas veces no es lo mejor sino sólo lo nuevo.

Pero todo ello deberíamos hacerlo juntos y a la vez, como ahora. De golpe…

Porque dime de qué te sirve ahora ese nuevo coche sin pagar en el garaje, cuando el que cambiaste todavía estaba para tirar algún kilómetro más… Dime, de qué te sirve ahora ese monísimo vestidor lleno de ropajes, que solo te servían para que quedaseis bien el espejo y tú… Y confiesa que cambiarías sin duda esa horterada de vacaciones que tenias contratadas, sólo, por abrazar a tu vieja y que no estuviese tan sola y tan en peligro.

¿Tanto papel higiénico para qué…?

Mi único problema es que hoy me he quedado sin chocolate, pero drogas hay muchas para soportar este encierro: el whisky y la lectura o el Pilates; acordarme muchas veces al día de mis hijas; escribir todo lo que pueda o llamar a mi madre; dibujar y cocinar; preocuparme de mi sobrina la enfermera y saber de mi otro sobrino en Madrid… Mirar a Manuela.

Y escribirte, y acordarme también de tí amigo que estás leyéndome.

eeen fin. 💕

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

METAVERSO Y METAFÍSICA

Publicado el 19 de marzo de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

Lo del Metaverso es como lo de Avatar, lo de Matrix, un lugar al lado, en el que en cierto modo ya estamos, y siguen llegando. Los metafísicos sabemos que hay, que ha habido siempre mundos al lado. Algo así como los números imaginarios poniendo en ridículo a los reales, y como si con los irracionales no hubiéramos tenido ya bastante. En matemáticas, como en metafísica, el esfuerzo de invención consiste en suscitar el problema, en crear los términos en los que se planteará.

Planteamiento y solución de problemas están muy cerca de ser equivalentes: los verdaderos grandes problemas sólo son planteados realmente cuando son resueltos. Marx diría que la humanidad sólo se plantea los problemas que es capaz de resolver. Y Gates, que los ordenadores resuelven problemas que ellos mismos han planteado. No sólo hay respuestas acertadas y equivocadas, los problemas reales e imaginarios las han precedido.

¿Hijo mío, has hecho hoy alguna buena pregunta en el cole…?

Los falsos problemas son de dos tipos: “problemas inexistentes” que se definen por el hecho de que sus términos implican una confusión del más y del menos; y “problemas mal planteados” que se definen por el hecho de que sus términos están mal analizados. El error más general del pensamiento, de la ciencia y de la metafísica, es el concebirlo todo en términos de más o menos, el ver sólo diferencias de grado o intensidad, allí donde más profundamente hay diferencias de naturaleza.

“Sería conveniente reflexionar sobre qué se quiere decir en realidad cuando se observa que la teología, la filosofía y la metafísica han llegado a un final; ciertamente, no que Dios ha muerto, algo sobre lo que se puede saber tan poco como de su existencia, sino que la manera en que Dios ha sido pensado durante milenios ya no es convincente; si algo ha muerto, sólo puede ser el pensamiento tradicional de Dios. Y algo similar ocurre con el fin de la filosofía y la metafísica, no es que las viejas cuestiones que acompañan al hombre desde su aparición sobre la tierra hayan devenido “carentes de significado”, sino que el modo en que fueron formuladas y resueltas ha perdido su validez…” Arendt lo dijo.

La cuestión no es si además de a las redes de ahora, nos vamos a acabar también conectando a las de las de las criptomonedas o a las de los metaversos, o… La cuestión de enchufarse o no a estas máquinas de experiencias deviene de dos preguntas emparentadas: una epistemológica (¿como saber si no estamos ya enchufados…?) y una metafísica (¿las experiencias de la máquina quizá no constituyan un mundo real…?) La pregunta no es si enchufarse es preferible a otras posibilidades sombrías de vida, sino si enchufarse, constituiría la mejor vida o la mejor vida al menos accesible, porque todo lo que importa de una vida es cómo se siente desde dentro. ¡La entelequia! Situación, lugar que solo existe en la imaginación.

Si nuestra conexión a las redes aumenta, y se concita así la noche mundial del olvido del ser… ¿Estaría uno autorizado todavía a seguir mirando los últimos resplandores del sol que se ha puesto, o podría volverse y empezar a escudriñar los primeros atisbos de su retorno…?

Bueno… ¡Qué basura metafísica mis propósitos todos!

Historias de Paco Sanz ✍️

Ya, somos una dictadura

Ésto de la amnistía y nuestro Estado de amnesia y anestesia tan imbécil, está consintiendo todo lo que le venga en gana al perro Sánchez: a partir de ahora ya se puede cagar donde le salga de sus Bolaños.

Y encima éstos -sus Bolaños- van y se felicitan a sí mismos jactándose por ser los mamporreros que nos clavan el orto al resto de los españoles con ésto de la amnistía, y tal. No podemos caer más bajo… ¿No, verdad…?

¿O sí…? 🙄😳

eeen fin.

¡Ojo…!

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

A ostia limpia…

Publicado el 16 de octubre de 2019.

Estos acontecimientos no habían pasado en España desde que yo tengo memoria; y tengo ya más de medio siglo. Nunca.

Ya está bien de aguantar a estos hijosdeputa. Hay que acabar con ellos… Ya.

Ni los siento, ni se sienten compatriotas nuestros; no son paisanos, no son nuestros amigos; no son más que una manada de perros, ni siquiera lobos, babeando de rabia ponzoñosa… Han perdido su cualidad humana, a fuerza de enterrarla bajo el odio, la ignorancia y el racismo más rancio y exacerbado.

Nos quieren echar de nuestras propias casas…

Y una mierda… ¡A por ellos!

Pepes Gotera y Otilios

Publicado el 15 de octubre de 2021.

Hay cosas que no puedo entender, y claro, eso hace que me ponga a escribir para ver si ordenando palabras me aclaro. Tengo la simple convicción budista, de que la sabiduría consiste en saber hacer en cada momento lo correcto; y en hacerlo sin aspavientos, solo lo correcto. Y que para distinguir ese saber hacer lo correcto, es imprescindible aprovechar la experiencia de las cosas que nos suceden, y sacar conclusiones de la reflexión sensata y bondadosa de las consecuencias de nuestros actos. Así de sencillo… No haría falta siquiera leer ni escribir un solo libro sino dejarnos fluir, como hacen el budismo y los ríos. «Be water my friend, be water…» Sé razonable, humano natural y curioso, persona sensata.

Pues resulta, que ni más ni menos que el 41% del censo electoral, ha vuelto a votar a la izquierda. Millones de no sé cómo llamarles… No puedo entender cómo, con la que nos está cayendo con este desgobierno zurdo, todavía haya semejante porcentaje de población que vote a favor de esta pandilla de Pepes Gotera y Otilios.

Gente sin mérito alguno, inculta y hasta gafe; inútiles zombis fuertemente ideologizados, y por ello incompetentes por completo para gestionar nada a derechas. Una barahúnda de comunistas a los que cada cierto tiempo se les va la olla roja, y vuelven a asomarnos al precipicio de odio viejo aquél de las dos Españas… Pretenden empujarnos de nuevo, diríase que si no a la guerra sí a la vergüenza y al abandono inane y por desidia, de todo aquello que hemos sido, que todavía somos, y de lo que podríamos ser.

¿Cómo todavía hay tanto insensato, tanto ciego ideológico, tanto tuerto mental…? Con lo bien que podríamos estar todos a una, juntos…

eeen fin.

Cosas de las ideologías: basura vieja y polución intelectual; metralla mental y política; especie de sucedáneo de la verdad, de lo correcto y de la moral. Y todo ello al servicio espurio de gente sin escrúpulos ninguno en su búsqueda ansiosa de Poder. ¡Pues vaya una mierda lo del Poder…!

Que no nos engañen. 😎

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

Koldo, el sicario.

Cuanto más asisto a la actualidad política de éste mi país, más me da la sensación de que todos y cada uno de los votantes de izquierda que habitan en él, se parecen sin duda al bueno de Koldo el sicario. Es decir, que como esclavos o como simples bestias, todos habitan comen medran y cagan en el mismo sitio: España.

El votante rojo hoy, es un sicario peligroso, pero porque es una amenaza contra el país que nos legaron nuestros padres y encima no mandan una mierda. Sólo votan. Mandan los que se lo quieren cargar, apropiarse de nuestra España como si de un cortijo se tratara, y no para el bien común sino para que cunda el pánico el expolio y la mendacidad.

«Nos conviene la tensión…» ¿Recuerdas…?

Y ellos (los votantes rojos) les siguen votando una y otra vez aunque se mueran de asco cada vez más y más. Y eso no es lo peor, sino que están consiguiendo que todos nosotros nos muramos también de asco. Yo al menos mucho, me muero. ¡Qué asco de rojos…!

A diferencia de Pedro Sánchez que parece un chuloplaya; Koldo junto a Ávalos, Cerdán y Óscar Puente, Juan Guerra, Chávez, Roldán o el Tito Berni, están más cerca de parecer neandethales que sapiens porque sólo hay que verlos: no son tan tan guapos… Casi todos ellos son befos calvos o con sobrepeso; otros con el mentón menguado, brutos y balbuceantes, disléxicos, con poco cráneo, y algunos de ellos pareciera hasta que subnormales. Y conste que no tengo nada contra befos gordas calvos golfas o sinvergüenzas, peeero, es una evidencia que los rojos votan preferentemente a este tipo de tipos y tipas… Se ve, que debe haber algo genético en eso de ser rojo y gilipollas.

En una democracia moderna los garantes de la libertad no son los jueces ni la policía, y mucho menos los políticos: son los ciudadanos, los que eligen a los políticos que se merecen intelectualmente hablando al haberles votado. ¿No…? 🙄😳

Y como los políticos nos engañan constantemente, es el grado de inteligencia o de estupidez de los ciudadanos el que define la calidad y altura moral de sus políticos; quienes casualmente, son los que tienen la capacidad de modificar las leyes mediante el uso de nuestro voto como única herramienta que les ofrece la Democracia… Por ello, debería ser obligatorio que la gente leyese cuanto antes a Maquiavelo.

eeen fin. 😎 Sabéis que os quiero 💕

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

QUEMADOS

Publicado el 27 de febrero de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

Eso de que haya tanto joven quemado por trabajar demasiado y tanto joven quemado por no trabajar, da cuenta de que es posible que lo del trabajo no nos lo estemos montando del todo bien. Es un poco como el que haya tanta gente viviendo menos de lo que pudiera vivir por comer demasiado, y tanta por no tener bastante para comer. Hemos pasado de la sociedad de libertad a la de seguridad, de la de tener hambre a la de tener miedo. De la de la escasez a la del riesgo. De la sólida a la líquida. Son maneras de hablar, de andar inventando nelogismos, etiquetas, metáforas o subtítulos, a ver si así nos aclaramos, y si podemos ir más allá del comprender.

Se ha pasado en opinión del filósofo “del deber de hacer” una cosa al “poder hacerla”. “Se vive con la angustia de no hacer siempre todo lo que se puede”, y si no se triunfa es culpa tuya… “Ahora uno se explota a sí mismo figurándose que se está realizando; es la pérfida lógica del neoliberalismo, que culmina en el síndrome del trabajador quemado”.

Y la consecuencia es todavía peor: “Ya no hay contra quien dirigir la revolución, no hay otros de donde provenga la represión”. Es “la alienación de uno mismo”, que en lo físico se traduce en anorexias o en sobreingestas de comida o de productos de consumo u ocio.

Desde que las bacterias llenaron de oxígeno la atmósfera han ardido muchas cosas. Nuestro planeta azul está lleno de agua, de algo quemado. El agua es resultado de una combustión muy potente, la del hidrógeno, que se combina con el oxígeno para formar agua. Se podría decir que el agua son las cenizas de una combustión, y como es algo ya quemado tras combinarse con el oxígeno, no es fácil quemarlo más, es decir, combinarlo con más oxígeno. Antes bien, el agua es una sustancia muy estable en condiciones habituales, y justamente porque es difícil combinarla con más oxígeno se usa por lo común para apagar el fuego ya que no puede quemarse más.

Mi nieto mayor está en este momento de vacaciones en Las Maldivas, la primera nación que cuando suba el nivel del mar desaparecerá… La pandemia nos ha dado una idea de lo que haremos cuando haya menos que quemar. También de cuáles son aquellas actividades que han encontrado alternativa, y probablemente no formarán parte ya del futuro de nuestras vidas. Y hago una lista: trabajo 100% presencial, salir los fines de semana, las vacaciones en crucero, volar de forma generalizada, producir como chinos y cobrar como si no lo fuéramos, ir a Las Maldivas, etcétera.

Nuestro destino es ser quemados, pero tampoco es como para quemarse en vida. Los cadáveres pueden como los libros ser quemados. Los seres vivos y las cosas de papel son mis depósitos de carbono favoritos, el agua es el mejor de oxígeno. Yo soy un incendiario porque no he olvidado la oración de San Remigio: “Quema lo que has adorado, adora lo que has quemado”. También recuerdo perfectamente, cómo en la noche más corta del año nos pasábamos quemando cosas.

Los combustibles favoritos de nuestra civilización son los fósiles, el crecimiento es una costumbre incendiaria, nos tiraniza. El monstruo siempre se devora a sí mismo. Vamos a bordo de una nave en la que se empieza a quemar hasta lo vivo, para poder seguir teniendo gobierno cuando se ha acabado ya de quemar todo lo muerto… En el mar, sin poder avanzar no llegas a puerto, sin poder gobernar acabas de lado, y una mala ola siempre acaba contigo.

A unos marineros gallegos hace poco les pasó eso mismo en el mar de Terranova: una oración por ellos. 🙏

Historias de Paco Sanz ✍️

Los riesgos de la lectura

¡Mecagüentó…! ¡Ostiaaás, qué dolor…!

Ésto de la lectura y la literatura tiene sus riesgos y sus sacrificios, como todo lo valioso… Yo, por ejemplo, y por un asunto de letras, me acabo de machacar el dedo gordo de la mano izquierda.

Cuando me divorcié sólo me llevé de casa los discos, el ordenador portátil, algo de ropa, el teléfono móvil y mi raquítica biblioteca. Y ahora, casi catorce años después, voy a intentar hacerles justicia a mis pobres libros a los que metí en cajas y arrumbé en el rincón mohoso y olvidado de un sótano.

Peeero, hacer justicia tiene sus peligros porque mi pulgar está fatal, por culpa de los dos martillazos que me he dado al montar una estantería que compramos el otro día en IKEA para guardar y ordenar los dichosos libros.

¡Mecagüentó…! ¡Ostiaaás, qué dolor…! ¡Pobrecito mi dedo…!

Y en el fondo, he tenido suerte porque podía haber sido peor y podría haberme destrozado la uña o el hueso, y sólo, me he dado como dos pellizcos -eso sí dolorosísimos- al golpearme el dedo torpemente con el martillo las dos veces. Y es que: «zapatero a tus zapatos…» Ésto de la carpintería y el montaje de muebles modulares se ve que no es lo mío. Y menos mal que no he tenido que usar una sierra, si no, con lo torpe que soy y en vista de lo visto, ahora igual me faltaría algún que otro apéndice digital.

¡Qué cosas tiene ésto de lo digital, qué paradojas…! Lo digital es que no es lo mismo. Cuando toco cada uno de los libros que estoy ordenando alfabéticamente en la estantería los huelo, les soplo el polvo y el moho de los casi catorce años guardados en cajas, los abro por cualquier página, y oigo al papel crujir de nuevo después de tanto tiempo… Empieza a ser una sensación extraña eso de tocar libros. Los míos, huelen a humedad y suenan a tiempo sin abrir y a aburrimiento.

La otra mañana, Manuela -y ya de una vez por todas- me obligó a subir los libros a casa; amontonados, pobrecillos. La excusa fue que había una rata en el sótano y no podíamos permitir que se estropeasen… La rata todavía no ha aparecido, pero mis libros ya están en un lugar seguro, limpio, y ordenados; y pese a mi dedo machacado y con cierta satisfacción idiota, me doy cuenta de que recuerdo haberlos leído casi todos menos dos o tres.

Para aprender a leer y a apreciar la literatura no es necesario leer muchos libros sino sólo los justos, los necesarios, los adecuados… Las lecturas memas, sí que son -si me apuráis- más perniciosas incluso que la ignorancia misma, porque infatúan de sí mismos a quienes las consumen impidiéndoles hasta cambiar de opinión. He leído libros maliiísimos.

eeen fin. Leed malditos. Os quiero 💕😎

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

LA MEMORIA Y LOS MONOS

Publicado el 25 de febrero de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

Dejamos de ser monos para ser hombres porque empezamos a poder recordar. El homo erectus usó el mismo diseño para fabricar herramientas durante un millón de años; parece ser que olvidaba lo que estaba haciendo al cabo de un cuarto de hora. El salto al lenguaje como truco mnemotécnico parece que lo dieron los neandertales… Dibujamos mapas, escribimos, llevamos cuentas, contamos cuentos para recordar. Ahora hacemos fotos, películas, grabamos música para seguir recordando. La vida no es sólo lo que hacemos sino también lo que recordamos, lo que podemos contar.

Bebemos de las aguas de la fuente de Mnemosine para recordar, para saber quienes somos. La memoria se une así a la identidad… Y las bebemos del río Leteo si esperamos olvidar, reencarnarnos en otro, si aspiramos a dar tregua a nuestras preocupaciones, a volver a empezar.

Entre los dones que Prometeo trajo a la humanidad como héroe cultural «estaba la combinación de las letras, madre creativa del arte de las musas, con la cual retener todas las cosas en la memoria». Por presumir de haber encerrado a las musas en la escritura, Prometeo fue cruelmente castigado por Zeus, que había engendrado a sus hijas en el estanque de Mnemosine para que pudieran bullir y fluir, no dictar…

A principios del siglo IV antes de Cristo, Platón estaba angustiado por el efecto que el alfabeto estaba teniendo en sus alumnos. Su confianza en textos pasivos y silenciosos solo podía estrecharles la corriente de su memoria, haciéndola superficial, y opaca.

Cuando decido no olvidar algo sé que tengo que hacerme daño, sólo así alcanzo a recordarlo; el optimismo de mi voluntad suele ser más determinante que el pesimismo de mi inteligencia cuando decido no olvidar. Quizá no haya nada más terrible y siniestro en toda la historia del hombre que su mnemotecnia. Se graba alguna cosa al rojo vivo para fijarla en la memoria; solo lo que no cesa de hacer daño es conservado por la memoria.

Creamos estructuras para comprender las cosas, y al mismo tiempo que comprendemos inventamos trucos mnemotécnicos para recordar lo comprensible. Se insiste en que los alumnos comprendan lo aprendido, planteandoles distintos problemas para reforzar su memoria. Es un hecho que afrontar problemas es el mejor método para aprender algo.

Se unen los acontecimientos a una narración para recordar mejor. Aprendiendo idiomas uno se da cuenta de que se retienen mejor las palabras formando parte de frases; se recuerda mejor lo que quiere decir una frase que lo que quiere decir sólo una palabra. Con ejemplos, novelas y cuentos, se entiende, se recuerda mejor. En la medida en que creo ser el que recuerda, lo que recuerdo lo tengo siempre a mano, a pantalla.

¡Aaah, qué habrá sido de las antiguas técnicas del arte de la memoria…!

Historias de Paco Sanz ✍️

«Un apestado de la política…»

El otro día, nos dijo el gañán éste muy pomposamente aunque con una mirada diríase que como la de un gatito en internet, eso de que: «Sé, lo que es ser un apestado de la política…» Pobrecillo. ¿No…? 🙄😳

Y se queda tan pancho…

No nos engañemos, los tipos éstos han apestado durante toda su vida política; apestaban ya desde el principio y han apestado desde siempre, pero porque hace mucho que ser socialista es sinónimo de ser un verdadero ladrón, un abrazafarolas embustero traidor a tus vecinos y a tu Patria, y un somierda que apesta verdaderamente.

A mí, que ni se me acerque un socialista. En serio… ¡Qué asco...!

eeen fin. Cosa de gañanes traidores y ladrones.

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

La ‘paguica’

Publicado el 8 de octubre de 2021.

Definitivamente, hemos caído poco a poco en la trampa multimedia que nos pusieron los jefes -los dueños- zurdos ellos aunque ricos, de estos fantoches que ahora nos invaden paseándose ideológicamente por ahí de plató en plató.

Pero porque embobados, mirando sus teles y sus redes, e imitándoles, nos han y nos hemos acostumbrado a llamar político a cualquiera. O periodista, economista, asesor, politólogo, sociólogo o incluso filósofo, cuando son sólo un montón de mierda y de inútiles: filfa y farfolla vendida al mejor postor.

Caterva de opinadores bienpagaos es lo que son la mayoría, simples palmeros, meros voceros… Perros del amo que los posee.

Sospechosamente, porque no me explico el cómo, estos siniestros así de radicales han conseguido el chollo -y el poder- para poder administrarnos impune y constantemente esta bazofia ideológica amoral y profundamente inculta, con la que nos bombardean a todas horas desde sus teles insulsas y sus redes asociales… Mira tú, qué casualidad.

Eso de la paguica pa’que te voten es más viejo que el hilo negro.

Por eso estoy convencido de que cualquier persona decente, que haya leído algo de Carlos Marx, y que también se haya terminado de leer al menos tres o cuatro libros serios más, es imposible que termine comunista. O casi imposible… A menos, que sea una marioneta enchufada a una subvención, quizás alguien ignorante hasta lo verdaderamente imbécil, tal vez un hipócrita tramposo, o vete tú a saber si un canalla rico envuelto en una piel de cordero obrero.

Inútiles reclutando tontos en el siglo XXI.

¡Qué pena lo de Sudamérica…! ¿No…? 😳

eeen fin. Gracias por leerme. 🙏💕

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras

DESIERTOS

Publicado el 25 de enero de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

Están todos sentados de cara al sol, mirando el móvil. Retirados a la paz de un desierto de bolsillo. El desierto crece, ¡ay de aquél que en sí albergue desiertos! Dejamos la celda y el convento, volvemos a la madriguera y al desierto. ¡Vivir en una ciudad de no sé cuántos miles de habitantes, y pensar como si viviera uno en una gruta del desierto!

El desierto es lo bastante hostil y penoso como para incitar a los individuos a un permanente compromiso con el combate, y es lo bastante desolado e inhumano como para acabar con toda efusión de lo efímero. Como lugar al borde del mundo habitable, puede hospedar las paradójicas emociones de aquéllos, que en el mundo no desean ningún otro status salvo el de desaparecidos.

El desierto, no es más que otro nombre para la sombra del mundo en la que se encuentran los hombres, desde que no quieren interpretar ni transformar el mundo sino solo abandonarlo. Vuelve mi caprichosa memoria a las famosas líneas de Tácito: Ubi solitudinem faciunt, pacem apellant: «hacen un desierto, y lo llaman paz”. En el desierto se dice: más vale estar sentado que de pie, más vale estar tumbado que sentado, dormido que tumbado, y muerto que dormido. La paz perpetua.

Esos chicos que he visto esta mañana de invierno, el domingo al sol mirando el móvil, vienen de fuera. La ausencia de domicilio y la existencia en peregrinación, crean espacios excéntricos para la huida de tal manera que aquél que abandona la casa, el peregrino, el extranjero del mundo, lleva constantemente con él su propio desierto, su ermita, su coartada, su excusa… Una estancia, la permanencia sobre el lugar de los hechos, es imposible para esos marginados señalados. Cuando uno tiene permanentemente un espacio de huida alrededor ya no le es necesario huir psíquicamente. La literatura edificante, cuando transformó los pesados volúmenes y códices en pequeños libros, permitió al lector llevar siempre con él su huída a un lugar desierto de bolsillo. Quinientos años más tarde el móvil es un no-lugar, nuestro desierto personalizado.

Para los clásicos, el desierto es el lugar de recogimiento de los profetas, de donde vuelven con su carga de visiones y llenos de energía para sus intemperancias, y consuelan a sus acólitos haciéndoles ver que las celdas proporcionan las mismas ventajas que el desierto a los profetas: «Hoc praestat carces Christiano, quod eremis prophetis…» En el desierto no hay nadie, luego uno mismo desaparece, descansa.

Es un lugar sin sí-mismo. Como las paradigmáticas regiones de la tierra no habitadas por seres humanos: los desiertos blancos (mundo polar), los grises (altas montañas), los verdes (selvas vírgenes), los amarillos (desiertos de arena) y los desiertos azules (océanos)… O todos los lugares de tránsito en los que se juntan seres humanos sin querer o sin poder ligar su identidad a la localidad, a veces concurridos a veces despoblados: estaciones, puertos, aeropuertos, autopistas, calles, plazas y centros comerciales, ciudades turísticas o albergues nocturnos.

¡Cuantos problemas para instalarse en el desierto…! Más espabilados que los primeros ermitaños, nosotros hemos aprendido a buscarlo en nosotros mismos. ¿Hasta dónde podemos caminar con el espíritu de la ciencia sin ir a parar a algún desierto…? La curiosidad científica al principio, es indudablemente refrescante, vivificante y liberadora. Pero las verdades a las que nos hemos acostumbrado carecen de alegría.

Historias de Paco Sanz ✍️

MENSAJE EN UNA BOTELLA

Publicado el 1 de octubre de 2021.

¡Fuera miserias, aquí, estáis todos invitados…!

Como veis, la entrada a éste mi blog es completamente gratuita y todos sois VIP. Y por supuesto que podéis beber, comer, fumar o consumir cualquiera otra sustancia que se os antoje y hasta la hora que os dé la gana.

¡Quitaros la mascarilla y poned los pies en la mesa coooño…! Podríais incluso, luego, quedaros a dormir por ahí. ¡Que empiece la fiesta…! ¡Fuego al cabaret…! ¡Poned música…!

Quiero aclarar que el dominio éste de mi web es un wordpress.com gratuito por completo:

historiasenunfolio.wordpress.com

Y es gratuito porque al usar esa dirección web, lo que hacemos en realidad es crear tráfico hacía la plataforma WordPress. Yo, cada vez que escribo en ella, y vosotros cada vez que me visitáis aquí para leerme. Porque parece ser que al hocicar curioseando por ahí siempre creamos tráfico; mira tú por dónde.

Pero vete tú a saber de qué tipo ése tráfico: si de drogas, de influencias o de poder; de blancas, de armas o de datos; o hasta tráfico de tráficos; quizás incluso tráfico de ideas. ¡Qué cosas éstas las del tráfico…!

Pero de verdad, como a mí me importa una verdadera higa lo del tráfico, yo quería que supieseis que aquí en mi blog y ante todo, para mí sois invitados buscando, huéspedes lectores, viajeros perdidos, viejos jóvenes, cansados curiosos.

Y por eso os aseguro que yo aquí solo escribo. Ni pago tráficos ni publicidad alguna; es más, la evito y os la intento evitar. La que nos aparece en pantalla nos la coloca nuestro propio navegador. Y no utilizo medio alguno para promocionar el sitio éste salvo éste: el de que me leáis.

Y se diría que sólo escribo en este blog una especie de mensajes virtuales pequeños y enrollados, que luego introduzco en unas digamos que como botellas tecnológicas, que más tarde diríase también como que lanzo contra el oleaje del océano multimedia éste que nos rodea queriéndonos engullir.

Y en el fondo lo único que hago como podéis ver, es sólo ir en vuestra búsqueda, a la espera de un encuentro, de un lector. Así que ya sabéis.

Muchas, pero que muuuchas gracias por leerme.

eeen fin. 🙏

historiasenunfolio.wordpress.com

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

PRUEBA Y ERROR

Publicado el 23 de enero de 2022.

Historias de Paco Sanz ✍️

Me he movido menos veces por ensayo y error de las que hubiera debido, y demasiadas por adicción a descargas de dopamina; quiero decir que además de no haber aprendido casi nada de mis errores, en mi vida no ha habido pulsión a la repetición más allá del principio del placer. Saber no saber, intentar intentar, como dijo Beckett en Cascando: terrified again/ of not loving/ of loving and not you/ of being loved and not by you/ of knowing not knowing pretending/ pretending.

En general leo ensayos. Los de Montaigne dieron nombre a un género. Muchas veces olvido que el significado de ensayo (essai) es intento. En mi trabajo he usado muchas veces tubos para eso, tubos de ensayo. Creo que con ellos lo que pretendo es comprender. Unirme a las cosas… si no por amor al menos por espanto.

Esta mañana cuando vuelva a averiguar qué dicen que está pasando, intentaré una vez más comprender. En plan Spinoza: “No burlarse, no llorar, no detestar, sino comprender”. La historia es un ensayo de comprensión imaginativa del pasado, el periodismo es un ensayo de comprensión imaginativa del presente.

¿Cómo es que dejé mi religión, la que tuve de niño? Porque no funcionaba. ¿Cómo es que dejé de pretender jugar a ganar o de aprender por ensayo y error? Por lo mismo. Y ¿cómo es que sigo en mi pecera, en mi charco de costumbres? Porque no tengo otro remedio. Cuando terminaba de estudiar para aprobar exámenes me dio por el yoga. Poco después me casé y sigo con los mismos numeritos y la misma amante. ¿Por qué? Porque han seguido en cierto modo funcionando siempre.

Nos casamos de cualquier manera, es decir por la Iglesia, sin apenas conocernos. Pensando un poco como las parejas de ahora, por probar. Hoy los jóvenes enseguida “viven juntos”, sin casarse, sin promesas de porvenir común, sin compromisos recíprocos. Son matrimonios en fase de ensayo, de cohabitación ligera, sin dejarse aprisionar por el “cuadro institucional” del matrimonio, pudiendo siempre dejar la relación sin demasiados problemas. Son parejas efímeras, sostenidas por compromisos leves, sin riesgos, modificables a voluntad.

Sin embargo las separaciones duelen, suelen entenderse como un fracaso, a partir de ese fracaso empieza a entenderse la soledad como un alivio y la libertad en materia de relaciones se transforma en miedo a una relación. Vivimos entonces más la insoportable levedad del ser que el peso de la soledad del ser. La ligereza y movilidad ganan, la ligereza interior no tanto. ¡Ay, la leche, volverse un pesado por dentro!

En un pasaje que ahora no recuerdo dónde está, dice San Agustín que todo cavilar sobre lo que hubo antes, no sirve para otra cosa que para llenar los manicomios; y Umberto Eco afirma, en un ensayo que estuve releyendo en la mañana de hoy, a no sé cuántos de Enero del 22, que toda tentativa de averiguar el sentido del mundo conduce al absurdo, y le arrebata su misterio al mundo.

“Sobre lo edificante en la idea de que siempre estamos equivocados con respecto a Dios” Kierkegaard titulaba así un ensayo. Escribiendo me encuentro con problemas que no suponía… Decía Bill Gates acerca de los ordenadores “que resuelven problemas que tenemos gracias a ellos”. En otras palabras: la actividad de la mente enfrentándose a una hoja de papel y el lápiz, o a la pantalla y el teclado, entraña siempre una especie de operación de ensayo y error. De intentar e intentar, pensar menos mal.

Historias de Paco Sanz ✍️

El frío y la Inteligencia Artificial

Para darnos calor mutuamente dormíamos todos rodeando la lumbre. Unos se abrazaban a otros, y los que no teníamos a quien abrazarnos metíamos al menos los pies entre cuerpos extraños para calentarnos. ¡Qué frío hacía en aquella jodida cueva…! Éramos cromañones, neandethales o sapiens; no estoy muy muy seguro.

Inundados por el frío, unicamente rompíamos la oscuridad de la cueva con los reflejos anaranjados de la hoguera situada en el centro, y que procurábamos no se apagara nunca. Contábamos cuentos a su alrededor… El techo y las paredes de la gruta, parecían tomar vida al llenarse de pareidolias en movimiento iluminadas por la luz titilante de las llamas. Y hablábamos, y hablábamos…

A algunos, luego, nos daba incluso por pintar sobre las piedras las imágenes imaginadas que se nos habían aparecido mentalmente en aquel baile de reflejos, palabras, piedras, y sombras de fuego y frío… Pintábamos búfalos o leones, presas y alimañas, luchas entre tribus, manos, o niños corriendo y jugando.

Pasados varios inviernos, nuestras pinturas se convirtieron en imágenes que se grabaron como iconos en las mentes de los más jóvenes, quienes eran más capaces de revivir historias sólo mirando la luz temblorosa de las hogueras reflejada en los dibujos. Como si de una especie de pantallas se trataran las paredes garabateadas en la cueva aquélla.

Desde que empezaban a caer las hojas de los árboles casi ni podíamos salir de la cueva del frío que hacía. No había caza ni pesca, tan solo un helor constante, cortante como la muerte misma si salías aunque fuese sólo para traer leña. Se ve que eso era el invierno… Los pocos granos de cereal que aún guardábamos de la época cálida ya no eran suficientes para quitarnos el hambre, y encima, había que reservarlos para masticárselos a los bebés y que tuviesen algo decente que llevarse a la boca los pobres.

Ya nos habíamos comido casi todos los frutos secos y casi toda la carne y la pesca ahumada. Sólo nos quedaba un poco de miel y bastante fruta pudriéndose y fermentando. Lo de la fruta podrida fermentando junto con la miel fue una verdadera suerte que nos encontramos por casualidad hace ya un par de inviernos… A uno de nosotros -y para aplacar su desmayo- no se le ocurrió otra cosa que beberse aquellos jugos asquerosos y fermentados, tras lo que tuvo digamos que una experiencia como mágica y muy particular… Le dio por moverse y reírse como un loco, y sin venir a cuento ya que estábamos famélicos. ¡Y eso mismo era lo inexplicable…! Por ello, nos hizo a todos imitarle, y terminamos encanados de la risa y lamiendo como locos hasta la última gota de aquel mejunje fermentado dulzón y como picante al paladar… 🙄

¡Menuda juerga pillamos…! 😂🤣

Hoy ha salido en los telediarios eso de que ya hay por ahí una IA de ésas, que te monta ella solita una película en video que te cagas con tan solo un texto que le propongas. ¡Ostiaaas…! 🙄😳 Lo que nos faltaba para convertirnos a todos en verdaderos tontos del haba audiovisuales y multimedia. ¡Ésto del siglo XXI avanza que es una barbaridad…!

eeen fin.

¿Cómo coooño vamos a distinguir ahora la verdad de la mentira, ehhh, cómo…?

Sabéis que os quiero… 😎💕

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras

El 23-F y la taquilla del cine…

Publicado el 23 de febrero de 2017.

taquilla

Eran solo las seis y pico de la tarde y mi abuelo Manuel entró consternado en la angosta taquilla. Aquella tarde el taquillero era yo… Tras sacudir con una inusual ternura en él las guedejas de mi cabeza, me dijo como preocupado y tajante que ya había terminado mi trabajo esa tarde. ¡Que se iba a cerrar el cine…!

¡Qué extraño!

Aquello era impensable. Sabía que mi abuelo había estado echando cine ininterrumpidamente desde hacía más de veinticinco años… Ni la llegada del hombre a la luna, ni Franco en la inauguración del cercano Pantano de La Pedrera, y ni siquiera la boda de su única hija, habían sido razón suficiente para que el Cine Miravete cerrase sus puertas… Nunca había sucedido.

En aquella época el cine era más importante que el ambulatorio; entre otras cosas porque no había ambulatorios… El cine era ese sitio en el que tenías que estar si querías tener vida social, merendar, refugiarte si hacía mal tiempo, o ligar. Ya que aparte de la iglesia, no había otro sitio al que ir, decente.

Sucedió que después de cerrar la taquilla, y salir a la calle a recoger las pizarras donde se anunciaban los precios y la cartelera de aquella tarde, varios insólitos y violentos estampidos sacudieron mi ánimo.

Rápidamente, sobresaltado y temeroso volví al interior seguro de la taquilla. Me asomé abriendo de nuevo aquella estrecha portezuela para, muy extrañado, ver un SEAT 1500 atiborrado de energúmenos sacando sus cuerpos por las ventanillas… Bramaban bastante alterados no sé qué de los rojos, de que era el momento, y otras zarandajas que no recuerdo. Alarmado, pude ver que uno de ellos agitaba una escopeta, cuyos disparos habían sido la causa de aquellos estampidos y de mi enorme estupor.

No entendía nada.

Cuando pasado no mucho tiempo mi abuelo me acompañó con evidente preocupación, anocheciendo, y casi furtivamente hasta mi casa, pudimos ver otro coche: un GORDINI esta vez. Portaba aquel vehículo un cargamento también de otros energúmenos, distintos -así lo dijo mi abuelo- debido a que a grito pelado aullaban no sabía yo qué de fascistas, ni del pueblo, ni yo que sé qué de lucha social.

Algo había oído hablar de lo del golpe de estado, pero a mis catorce años no era consciente yo de la importancia del hecho sucedido. Tampoco se nos daba a los críos explicación alguna: en aquella época no se hablaba de ciertas cosas, y punto… La visión de aquellos comportamientos, me hicieron tomar por vez primera conciencia de lo extraño de las actitudes políticas de algunas personas.

Empecé a darme cuenta de la importancia de lo sucedido aquel día, cuando ya en la tranquilidad de mi casa y escuchando de fondo el mensaje del Rey por televisión, me vi, de nuevo, atisbando temeroso el exterior desde de la portezuela de la taquilla del cine…

Aquella minúscula ventana, que solo dejaba ver un pequeño cuadro de luz enmarcado por la oscuridad de aquel cuartucho, donde vendía las entradas del cine, y a través de la que a mis catorce años observaba perplejo el mundo.

…eeen fin.

Una metáfora…

Cómo mueren las cosas…

Publicado el 3 de julio de 2020.

Historias de Paco Sanz ✍️

Más acá de la microbiología está la biología molecular, allí, es donde la química orgánica deviene en vida… La parte de la química orgánica que no está viva, la necrosfera, es considerable. En la Tierra, la cantidad de materia orgánica muerta (necromasa) es 8-14 veces mayor que la materia contenida en la biosfera viva. Sin contar materiales fósiles antiguos (gas, carbón, petróleo…)

El principal supuesto de la mayoría de los científicos en cuanto al origen de la vida, es que ésta se originó a partir de la materia inanimada, a través de un incremento gradual y espontáneo de la complejidad molecular y funcional. Lo inorgánico devino en orgánico a nivel microscópico merced a los microorganismos… En una primera fase, la amonización transformó en amonio el nitrógeno molecular de la atmósfera; y sólo las arqueas y las bacterias podían. En una segunda, la nitrificación convirtió el amonio en nitrito y luego el nitrito en nitrato; ésa fase, de momento, también depende casi exclusivamente de microorganismos.

¡Cómo mueren las cosas es algo fascinante…! es la condición para otra cosa también fascinante: ¡que “algo” que no vivía consiga vivir…! A nivel celular y a nivel humano la muerte es condición de vida, de nueva vida. Cuando estás dejando atrás el otoño de tu vida, cuando has visto desaparecer a algún amigo porque una parte de su cuerpo no ha sabido morirse a tiempo, cuando has visto convertirse en zombis a tantos, uno llega a agradecer que ciertas cosas mueran…

Pero hasta para morir a nivel celular hace falta una cierta gracia. Apoptosis: de apó y ptosis; en griego separar y caer, como las hojas de los árboles en otoño. Las células que la experimentan mantienen íntegra su membrana, por lo que su fagocitosis y posterior metabolización es mejor para el organismo; mejor que las que mueren de muerte “involuntaria” por necrosis, que al hacerlo así envenenan el entorno… En la apoptosis la membrana celular externaliza fosfatidilserina, un fosfolípido que hace que el macrófago la identifique como muerta y empiece a fagocitarla, fácilmente…

Los divulgadores de cómo creen que se comporta el virus ése no paran de soltar trolas… Como a los que siguen viviendo de las noticias inventadas les dé por hacernos entender, cómo podemos ser también virus y bacterias, cómo somos y cómo convivimos y coevolucionamos con toda esa parte de nuestro cuerpo que no lleva genes propiamente humanos, la de “inexactitudes” que pueden soltar a este respecto sería mucho mayor.

Hay más diferencia de ser humano a ser humano que de virus a virus. Del virus tenemos el genoma. Lo nuestro es una maraña de microvida y de relaciones, células y humores, del carajo… Mejor que no empiecen a intentar divulgar eso. Porque para lío, con los números de los epidemiólogos ya hay de sobra.

Un dado al aire es nuestra vida. Cómo nos va a ir con la enfermedad, la desgracia, la muerte… Se tiran los dados… El juego por excelencia, el juego de los dados (ad zardum) de donde viene la palabra azar, rima con rezar.

Historias de Paco Sanz ✍️

EL VOLCÁN

Publicado el 30 de septiembre de 2021.

Una erupción volcánica como a la que estamos asistiendo en La Palma, genera no sé si más o menos energía que una central nuclear en toda su vida útil… De verdad que ni lo sé ni me importa, ni me voy a poner a investigarlo. Humildemente, yo sólo creo que en vez de tanto llanto por los estragos del volcán -que también- nuestra principal preocupación debería ser la de hacer como hacen en Islandia cuando revienta la cosa geológica.

Lo primero y cómo no, se apartan de la lava; lo segundo, aseguran la vida futura de las víctimas de los estragos que causa; y lo tercero, se ingenian las formas de aprovechar semejante fenómeno de la naturaleza… ¿Qué coño hay que hacer cuando tienes la suerte de que te crezca de la tierra una central energética y así de cerca…?

Y sí, son peligrosísimos pero da igual lo peligrosos que sean porque sobre todo, y más si queremos vivir cerca de ellos, lo que tenemos que saber es que son devastadores y crueles por inevitables, inexorables por inapelables, y tremendamente caprichosos… Y sí, muy muy energéticos.

Utilizar, aprovechar los volcanes como hacen en Islandia, por ejemplo para que los palmeros no pagasen ni un euro del recibo de la luz sería genial ¿No…? Se podría generar mucho vapor de agua que movería turbinas eléctricas con los más de mil grados a los que sale la lava ésa ¿No…? Y al fin y al cabo ese volcán en erupción lo único que está haciendo, el pobre, es lo que suelen y siempre han hecho los viejos volcanes españoles cuando se remueven echando lava y cenizas: o sea, más grande a España ¿No…? 🤗🇪🇸

Pues venga, a trabajar. Solidaridad, ingeniería y buen rollo, que estamos en el primer mundo ¿No…? Pues eso.

eeen fin. Gracias por leerme 🙏

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

COPIAR, COPIAR, COPIAR…

Publicado el 26 de diciembre de 2021.

Historias de Paco Sanz ✍️

Mi memoria ha sido muchas veces fotográfica, es decir, a base de releer unas cuantas veces una página he acabado “viéndola” en mi memoria durante unos días… Suficientes para pasar un examen con éxito. He sido un buen estudiante al menos si por eso se entiende como alguien que saca buenas notas. Hubiera querido serlo, en el sentido de haber aprendido cosas interesantes y haberlas podido aplicar a la ocasión, y no un adicto a la erudición inútil. Que ha madrugado todos los días de su vida para inclinarse sobre la mesa y meterse en el coco tonterías. Y que son olvidadas “casi” siempre.

Pronto, me di cuenta de que a diferencia de recitar una poesía o seguir el guión de una obra de teatro, tendría que usar otras palabras para decir lo que recordaba y para probar que lo había entendido, y que no lo había copiado o lo había aprendido como un loro… No como los copistas de antes de la imprenta, que muchas veces, hasta que no habían memorizado el texto que tenían que transcribir no se ponían a hacerlo. Y lo hacían literalmente.

Me he dedicado como Walter Benjamin a escribir más veces de las que me atrevo a confesar, un texto propio con caracteres ajenos… ¿De dónde he sacado las cosas que me vienen a la cabeza, y hasta qué punto lo que puedo pensar tiene que ver con las palabras que en ese momento dado el azar pone a mi disposición…? Ésto, ha sido siempre para mí un misterio. Aleccionador. La elocuencia.

Copiar es sólo la opción neurológica por defecto; el comportamiento que evita copiar una acción, requiere de una decisión consciente que se imponga sobre las neuronas espejo. Somos inquietantemente sugestionables… Un sujeto que presencie un comportamiento grosero se comportará de una manera más grosera; y un sujeto al que se le diga que piense sobre las características de los ancianos caminará con mayor lentitud.

Un animal no necesita un cerebro voluminoso para copiar, para imitar; pero sí le hace falta para hacerlo bien… Siempre escribo como cuando lo hacía sobre papel, sin máquina interpuesta, en los rincones de las bibliotecas, como poniendo a los libros por testigo.

Años ha, en los monasterios, al lado de la biblioteca estaba el scriptolorium, un pequeño espacio en el que en la Edad Media los monjes cistercienses copiaban los códices. Era un simple rincón donde escribir, de paredes desnudas y con sólo una mesa, una silla y un atril… Ahora, un teclado, una pantalla, y un prestar atención “monacal” a lo que aparece en ella.

Historias de Paco Sanz ✍️

PADRES DESFALLECIENTES…

Publicado el 18 de noviembre de 2021.

Historias de Paco Sanz ✍️

Antes, los padres desfallecientes dejábamos a los niños en manos de la tele, ahora en las de los teléfonos, las tabletas y los ordenadores. Ahora es más importante no desfallecer que nunca… Los menores están siendo utilizados para vender productos audiovisuales; no importa si tales productos poseen utilidad o riqueza para su formación.

Las empresas quieren ganar dinero, las de entretenimiento también: “¡La televisión no es un parvulario!” Los media tampoco. Los “menores” no deben quedarse sin padres o profesores en sus relaciones con ellos. Los niños son dejados solos frente a las pantallas. Finalmente acaban deseando seguir solos delante de ellas. A quién beneficia esto: a los padres desfallecientes.

La gran importancia de los medios de comunicación deriva del hecho, de estar financiados por empresas que con la comunicación pretenden ganar dinero. Ante cualquier acontecimiento que pretenda alterar el statu quo, el estrato superior de los medios reacciona sirviendo a la élite del aparato ideológico: a los que tienen el poder, la pasta.

Existe una clara relación entre los medios de comunicación y los grupos de poder que manejan la economía nacional e internacional. Tal circunstancia le da fuerza a los medios de comunicación, pero no por sí mismos, sino como instrumentos de intereses económico-políticos. No es una teoría conspiratoria, sino un análisis estructural de la producción informativa.

Si aquello a lo que propiamente habría que reaccionar se torna desmesurado, también nuestra capacidad de sentir desfallece. Nos convertimos en “analfabetos emocionales” que enfrentados a “algoritmos demasiado complicados” son ya incapaces de reconocer que lo que tienen ante sí son programas. Y que su electricidad transforma a los niños en bots de programa.

Nuestra disposición a creer que la tecnología toma decisiones más objetivas que nosotros mismos empeora las cosas. Y es que los economistas y científicos de datos pueden albergar creencias culturales tan equivocadas sobre pobres y ricos, blancos y negros, hetero y homosexuales, listos y tontos, como cualquiera… Cuando los diseñadores de sistemas programan sus suposiciones en estas herramientas, ocultan importantes decisiones políticas tras una fachada matemática de neutralidad tecnológica.

Y sí, es cierto: lo que vende más vale más.

¡Y ya está bien de tanto ir al colegio…!

La desescolarización que no podemos detener, podría significar el advenimiento de un “mundo feliz” dominado por unos bienintencionados administradores de instrucción programada… Si esto sucediera, la escuela saldría de su entorno físico y se expandiría por toda la sociedad; no habría entonces forma de distinguirla de un hospital mental o de una prisión o de un cuartel; las palabras control, constricción, adaptación y educación, serían sinónimas.

Historias de Paco Sanz ✍️

«El pito del sereno…»

Publicado el 19 de mayo de 2021.

Tomar algo o a alguien por el pito del sereno:

1. loc. verb. coloq. Darle poca o ninguna importancia.

Hasta aquí hemos llegado los españoles, a la nada internacional, un cero a la izquierda. Debería darnos vergüenza de que nuestros enemigos nos vean peleando entre nosotros hasta tal punto, que crean que no nos vamos a defender si nos atacan sino que, como imbéciles y cobardes, vamos a acusarnos otra vez los unos a otros del ataque. Como otrora ya hicimos si recordamos el infame 11 de Marzo del 2004… 🇪🇸

En aquél tan triste episodio de nuestra Historia, y después de que asesinaran a casi trescientos españoles, la izquierda de este país para ganar unas elecciones se puso a acusar a la derecha como si los mismos españoles tuviésemos la culpa de que se nos asesinara. O unos etarras o unos musulmanes, ambos cegados de odio, igual daba para ganar…

Y no contento con las elecciones ‘Zapatitos’ hizo que huyéramos como conejos abandonando a nuestros aliados en Irak; justo justo después de que nos atacaran… Mira tú. 🙄😳

Nos comportamos como si después de despertarnos una mañana y darnos cuenta que unos hijosdeputa han desvalijado nuestra casa y matado a nuestros hijos, en vez de ir sin piedad a por los asesinos, nos pusiéramos a echarnos la culpa estúpidamente porque uno de nosotros se dejó la puerta abierta o la alarma de la casa sin conectar.

Todos a una y fuera ilegales sean etarras blancos o catalufos, o negros, indios o moros vengan de donde coño vengan. Nos están agrediendo, asaltando e insultando; pretenden robarnos riéndose en nuestra propia cara. Parece que no hemos aprendido nada acerca del mestizaje en nuestra inmensa Historia… Nada.

eeen fin.

Uno tiene que defender lo primero su propia casa ¿No…? 🙄😳 Pues eso.

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

………

Funcionarios

Historias de Paco Sanz ✍️

Me dicen mis nietos que sus compañeros creen que la mejor profesión es la de funcionario. Para conseguirlo hay que seguir estudiando cuando acaben sus estudios, hay que hacer másters, pasar oposiciones y asegurarse, al aprobarlas, un sueldo para toda la vida. Parece que lo mejor es ser maestro, claro… Que se reproducen metiéndose en el coco de sus alumnos inculcándoles las ventajas de su necesidad y autoridad, de su superioridad social, moral, y laboral. Sus largas vacaciones y el convivir con lo más vivo de la sociedad: los niños y los jóvenes son lo más de lo más…

Aspiran a formar parte del capitalismo castizo, que vive del favor del Boletín Oficial del Estado y que lleva a una relación incestuosa entre funcionarios y a una colusión entre consumidores y contribuyentes. Los funcionarios han creado una especie de Estado en El Estado. Oprimen a los ciudadanos con la tiranía de una incompetencia sin igual, al mismo tiempo impersonal e irresponsable. Los funcionarios de enseñanza, detrás de sus ventanillas distribuyen billetes con gran pompa burocrática para ir ninguna parte, y “amenazan” a los que están en la cola y que aún han de formarse: “Sin billete nunca podréis tomar el tren”. Y lo peor es que además tienen razón.

No quieren ser sólo funcionarios, claro, sino que pretenden una estrategia de haltera: combinar dos extremos, uno seguro, y otro especulativo en inversiones y en otras cosas de la vida. Un trabajo y una afición en la vida diaria vienen en pareja en un funcionario o un autónomo, como unas relaciones fijas y alguna aventura por ahí de vez en cuando.

Mis pobres nietos y sus amigos quieren ir a la universidad, quieren seguir siendo “jóvenes” unos años más. La universidad hace mucho que “se ha entregado a la inevitable coalición entre el infantilismo de las masas estudiantiles y el corporativismo de los funcionarios…” A mí me dan un poquito de asco, qué le voy a hacer… Bastante tengo, con ser un pedante de tomo y lomo al estar siempre follándome a mí mismo a base de estar madrugando para estudiar leer y escribir, como el que hace los deberes.

Hace tiempo que creo haber dejado atrás todo eso. Uno sabe que ha vivido lo bastante cuando ha abandonado toda búsqueda de alianza, apoyo o comunidad; y cuando alcanza la verdadera soledad filosófica que te convierte en un funcionario de lo absoluto. Cuando uno es lo suficientemente viejo experimenta cómo, por todas partes, se consuma la venganza de la vida tomadora de postura contra la de la teoría contemplativa.

Decía Nietzsche que “A los activos les falta habitualmente la actividad superior: me refiero a la individual. Son activos como funcionarios, comerciantes, eruditos; es decir, como seres genéricos, pero no como personas singulares y únicas enteramente determinadas; en este respecto son holgazanes… Los activos ruedan como rueda la piedra, conforme a la estupidez de la mecánica”.

Cuando nuestras economías son ya públicas en su mitad o más, mantener la tendencia conduce de forma inevitable a la intromisión de funcionarios, normas, reglamentos, sanciones, inspecciones y demás, en el núcleo de nuestra esfera privada: tu último reducto.

Historias de Paco Sanz ✍️

Catorce de febrero

Catorce de febrero y trece los años ya que llevo con ella. ¡Qué gustico…! No sé si será a la suerte o al enamoramiento, a San Valentín o a Cupido a quien habría de agradecerle que ella en su momento me traspasase completamente con sus flechas una noche como ésta, junto al mar…

Aunque bien es verdad que yo era receptivo como objetivo de sus dardos, ella siempre decía que metido solo en esa casa junto al mar yo estaba cerrado por derribo; y algo de razón sí tenía sí. Yo era un blanco fácil para el amor de sus saetas, aunque luego se dio cuenta de que no lo era tanto… Al final, ella fue como una gran suerte, como la casualidad de un tesoro que encontraras cuando estás cavando tu propia tumba y de repente, sueltas el pico y la pala, alzas la vista y ves luz, salida y salvación, vuelta al agrado, a la vida, a la suerte.

¡Qué buena suerte…! «No quiero que te vayas…» Le dije la primera noche aquélla.

eeen fin. 💕

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

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MENTIRAS EN SAN VALENTÍN

Publicado el 14 de febrero de 2021.

Por la mañana temprano le mandé un güasap furtivo sin que mi Señora se enterase… Y me hizo esperar. San Valentín era hoy y quería, debía, tenía que verla antes. Tuvo a bien el responderme pasada bastante más de una hora y lo hizo como con prisas, tajante aunque cariñosa. La conozco bien.

— Nene tengo mucho trabajo pero ven esta tarde a las cinco. ¿Me dejas a mí, que decida yo, como hacemos siempre, vale…?
— Claro Nena. ¿Cuánto…?
— Sesenta pavos.

Ya a mediodía paseábamos de la mano por el mercado cuando Mi Señora vio un ramillete de fresillas frescas recién cogidas, y justo en ese punto de floración en el que tanto le gustan: cuando los tallos están bien tiesos y las flores casi cerradas porque así se abren y se lucen luego en casa… Y como no podía ser de otra manera, pagué yo para regalárselo: es San Valentín. Y se lo entregué tierna y ceremoniosamente haciéndole una especie de reverencia pícara, y plantándole después un besazo de tornillo en medio de la calle y de todo el mundo. Le ha gustado y a mí también.

Pero eran ya casi las cinco. Y como para poder despistar a mi Señora y escabullirme al menos media hora necesitaba de una buena excusa, claro, le tuve que mentir… Le dije, que como era San Valentín y como otros años hacía, mi hermana me había pedido que la ayudase esta tarde en la floristería con lo de las entregas a domicilio de los ramos y tal. Y tardaría algo más de media hora…

Casi no había terminado de contarle la trola cuando caí en la cuenta de que en cualquier momento mi bonito plan se podría ir al garete ya que podría decirme, como casi siempre que yo cogía el coche, aquéllo de «me voy contigo y así no vas solo…» Y a ver qué coño hubiera tenido que contarle; me habría pillado.

Por ello, volví a mentirle matizando mi embuste inicial, y como un buen actor, sutilmente le dejé caer que me había dado la sensación al hablar con mi hermana de que quería decirme también algo personal. Así, como mi Señora es siempre tan correcta, tan elegante y tan sensible, era seguro que ya no diría lo de venir conmigo para respetar la discreción de nuestra conversación fraternal y privada. Ya tenía coartada, vía libre… Poco a poco fue llegando la hora. A menos cinco, cogí mi bolso de mano y le di un beso. Vengo ya Nena… Siempre se me escapa lo de Nena cuando me pongo cariñoso, pensé.

Una vez satisfecho mi secreto negocio, volví a casa, y en vez de abrir con mi llave y para engañarla, llamé al timbre de una forma que no tengo la costumbre; así, no sabría que era yo el que esperaba tras la puerta. ¿Quién es…? La abrió, y tras un par de segundos de silencio y sorpresa, rápidamente saqué el ramo que escondía a mis espaldas y que para ella, había encargado a mi hermana por la mañana temprano… Quería darle yo la sorpresa a mi Señora de entregarle el ramo personalmente, y sí, tuve que mentirle.

💕 Que no nos engañen.

eeen fin.

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

Abandonar la infancia

Publicado el 6 de noviembre de 2021.

Historias de Paco Sanz ✍️

Muchas veces hago como que abandono mi infancia pero es sólo por jugar; tengo muchas infancias, más que adolescencias y por supuesto más que madureces o vejeras. Los viejos no es que volvamos a ser niños, ni siquiera que nos dé por ser como niños, es que no hemos dejado nunca de serlo… Con el paso de los años perfecciono, multiplico, revivo, reinvento incontables infancias. Hago, como si no supiera del pajarraco ése que muchas veces me da por ser; y como si no tuviera que revivir toda la historia que él siempre me chilla que ya he vivido.

Mis hijos viven lejos y no sólo geográficamente. Me doy cuenta de que con los años cada vez están más y más lejos. ¡Cómo les sigo queriendo…! Pobre de mí. ¿Pero, y los padres…? ¡Ah, los padres…! A los padres no quisiera sacármelos nunca de la cabeza, siempre vuelvo a golpear aquella puerta de su habitación:

“On réveillait matin, on se levait joyeux/ La lèvre affriandé, en se frottant les yeux…/ On allait, les cheveux enmêlés sur la tête,/ Les yeux tous rayonnants, comme aux grands jours de fête,/ Et les petits pieds nus effleurant le plancher,/ Aux portes des parents doucement toucher…/ On entrait ! … Puis alors les souhaits… en chemise,/ Les baisers répétés, et la gaîtée permise!”

Los tres estados de nuestra vida son el de la infancia, el del pueblo, y el de la muerte. ¡Ay, los muertos…! Los muertos que me amaron en mi infancia. Cuando los evoco, toda el alma se me enfría y me siento como desterrado de unos corazones que siempre fueron míos. Sólo, en la noche de mí mismo, llorando como un mendigo el silencio cerrado de todas las puertas.

Recuerdo como si me hubiera pasado, como si me estuviera pasando a mí, lo que le pasaba al que ha sido para mí el más inolvidable moribundo: “Vuelto contra la pared, sólo en la gran ciudad, en medio de parientes y amigos, sólo como no puede estarse ni en las profundidades submarinas ni en ningún otro punto del globo; Iván Illitch se transportaba por medio de la imaginación a su pasado. Las visiones surgían una tras otra. Ésto tomaba normalmente origen en lo actual, se remontaba hasta la infancia, y ahí, se paraba…”

El regreso a la infancia no es el redescubrimiento de la inocencia, sino una perturbadora inmersión en el origen de la confusión y el absurdo propio de los adultos.

Nada como ellos, cuando consigo contarles un cuento, para darme cuenta de lo niños que somos. Aprendemos los cuentos de memoria sólo porque queremos encontrar en los ojos de los niños fe suficiente, como para empezar a creérnoslos también a medida que se los vamos contando… Queremos salir de la irrealidad del sólo leerle algo a alguien, para movernos al son del verdadero cuento cambiando nuestros gestos, el volumen, la entonación… Deseamos, volver al jardín de nuestros recuerdos para entrar así, agarrados de sus manos, de nuevo en el verde paraíso de nuestros amores infantiles.

La verdadera patria del hombre es su infancia. “¡Esos días azules y este sol de la infancia…!” fue lo último que escribió Antonio Machado. Quienes lo enterraron, lo encontraron en el bolsillo de su chaqueta escrito a lápiz en un papel… ¿Se puede decir más con menos…?

La genialidad, es la infancia recuperada a voluntad.

Historias de Paco Sanz ✍️

EL LOCO

Publicado el 25 de septiembre de 2021.

Aquella primera vez me enteré ya de noche de que lo habían ingresado en el hospital. ¡Joooder…! Le tenía un muy especial cariño y quería verlo a cualquier precio; no sabía dónde me metía. Subí casi completamente a oscuras las escaleras hasta la planta de psiquiatría. Pregunté por él, y asombrados, tanto su familia como los enfermeros me conminaron expresamente a que de ninguna manera se me ocurriera entrar en su habitación; que estaba muy muy mal y era muy tarde, me dijeron.

Cuando insistí cabezón en lo de entrar a verlo fuese cual fuese su estado o condición, noté claramente una expresión diría hasta que de espanto en sus caras, en el cruce de sus miradas. Ni que tuviesen allí mismo encerrado un basilisco, pensé… Para tenerlo bien vigilado y de cerca su habitación permanecía siempre monitorizada iluminada y abierta; y era la situada justo junto al box del control de planta.

Pero él, ya había oído mi voz:

— ¡¡Antonio Rodriiíguez, estás ahiií…!!

Me llamaba y claro, entré… Jack Nicholson en la película de El Resplandor gritando mi nombre no me hubiera inquietado tanto. Nos conocíamos desde niños y a fondo pero no tenía del todo claro a quién me iba a encontrar en esa habitación. Al entrar, sólo fue ponerme al alcance de sus grandes ojos redondos y juntos, cuando se clavaron en los míos, y fue girándolos siguiéndome todo el rato rodeando la cama hasta que me senté a su lado. Yo simplemente y como siempre le sostuve cariñoso esa mirada… Un olor dulzón mezcla de miasmas de urea y desinfectante alcohólico lo pringaba absolutamente todo. Estaba atado y bien atado de pies y manos, pero lo encontré bien, tranquilo mientras me acercaba.

— «Antonio anda, suéltame un ratico y dame algo pa’fumar…«

Me lo pidió con un gesto chocante, incluso zalamero en su cara; como si yo fuera cómplice suyo, su primo, o tal vez el director del hospital. Pero en verdad que sobre todo, yo lo que era es amigo suyo y se lo debía.

Tras pensármelo francamente poco y cerrar la puerta de la habitación, empecé a soltar despacio la brida de su brazo derecho mientras lo miraba fijamente y él me miraba a mí, como preguntándome si me atrevería también a soltar la de su otro brazo… Y sin que él dijese ni media lo hice, sí, me atreví.

Casi me cago en los pantalones cuando una vez que se vio con sus dos brazos libres y con un movimiento rápido y muy brusco, me agarró con sus dos manos gigantes la cabeza y sin dejar de mirarme fijamente, se la fue acercando poco a poco a su cara gritando aquello de:

— ¡Ahaaá, por fin…! ¡Me caaago en la puta…!

— ¡Ehhh, pero no te asustes…!

Me lo susurró al oído inmediatamente después besándome en la mejilla cariñosamente, al verme blanco como el papel…

Luego, una vez me repuse del susto, le solté también las bridas de los pies, y me salté también la prohibición de abrir la ventana; y la de fumar hacer fuego y tomar drogas porque también encendimos un porrito escondido en mi paquete de tabaco… Un buen rato sí pasamos sí, asomados, platicando y contemplando la noche aquélla desde el ventanal aquél: él, con el culo al aire asomándole también por la abertura trasera de su bata azul hospital, y yo, no sé si despidiéndome… Y claro, fumando y charlando de nuestras viejas cosas también pasamos, creo, uno de nuestros últimos ratos entrañables.

Más tarde, y con la docilidad de un gato montés, consintió muy poco a poco y a regañadientes el que yo volviese a amansarlo y a atarlo vivo a aquella cama. Cosa, que hizo no sin dejar de mirarme fijamente todo el rato mientras llorábamos sin muecas en completo silencio…

— ¿Y tú, no has sido el loco nunca…?

¡Quién nos ha visto y quién nos ve amigo mío…! Los recuerdos, llega un momento en el que se te amontonan todos y es un hecho eso de que «el pasado nos persigue…»

eeen fin. Gracias por leerme 🙏💕

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

…………..

SE HA IDO

Publicado el 23 de mayo de 2021.

Historias de Paco Sanz ✍️

Mi Maestro Paco Sanz se ha ido. Ha decidido irse: «Voy a seguir, pero no aquí…» No se ha muerto pero estoy casi igual de triste, ya que mi única forma de contacto con él era una red social rara y minoritaria de la que se ve que se ha hartado, y de la que se ve que se va. Vamos, que se ha ido… No ha dejado forma de contactar con él; no hay rastro alguno. Lo he intentado pero nada… Empiezo a tener algo parecido a un síndrome de abstinencia; me había enganchado a leerle y no quiero quitarme.

Con la misma sorpresa con la que por casualidad me lo encontré, de repente va y se va… Saber despedirse es un lujo solo al alcance de ricos de espíritu, pero porque solo por éso es por lo que se nos recuerda: por el espíritu. Por el logos.

Como sus escritos nunca tendrán edad ni tiempo, sino solo letras, en todo momento no serán solo agradables sino recomendables y hasta necesarios, para… 💕

Gracias, gracias, gracias Paco Sanz 🙏

Os lo recomiendo. Si queréis y guardáis este enlace, siempre podréis leer casi todo lo publicado de él… No habrá otra forma de hacerlo en ningún otro sitio del Mundo, y es gratis:

👇👇👇 🙏

https://historiasenunfolio.wordpress.com/?s=Historias+de+Paco+Sanz

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

LA ÚLTIMA, Y ADIÓS.

Publicado el 22 de mayo de 2021.

Gracias Maestro, y adiós. 🙏

Historias de Paco Sanz ✍️

Largarse sin despedirse es como colgarle a alguien el teléfono. Algo contrario al buen gusto. De la misma manera que pudiendo abandonar tu isla solitaria, y no quieras, es una prueba de soberanía; el acabar con algo, con una costumbre por ejemplo, lo es de agencia, de fuerza. Sólo el exceso de fuerza es prueba de fuerza, que dice el clásico. «¿Acaso, no has acabado con la idea de Dios, la idea de que Dios te estaba mirando…?»

A mí me pasa como a Oscar Wilde: “El buen gusto es la excusa que he dado siempre por llevar tan mala vida”. No acepto excusas para quejarme, siempre que puedo no me quejo, me da vergüenza hacerlo. Como Nietzsche, «amo a los desgraciados que tienen vergüenza de si mismos, y que no vierten sus orinales en la calle. Cuyos corazones y lengua guardan todavía el suficiente buen gusto para saber decirse: es necesario honrar mi desgracia; es necesario disimularla…»

Como mi presbiacusia se ha acentuado, desconfío de las alabanzas. Llega un momento en el que sólo hago que emitir alabanzas, ése viejo remedio contra la sordera; y empiezo a aplicarlo a medida en que veo cada vez más sordos a mi alrededor. Aún suponiendo que queramos alabar, constituye un sutil y a la vez aristocrático dominio de uno mismo, el alabar únicamente cuando no estamos de acuerdo; de lo contrario, nos alabaríamos en efecto a nosotros mismos, lo cual va contra el buen gusto… Desde luego, es aquél un autodominio que ofrece una ocasión y un motivo magníficos, para que se nos malentienda constantemente.

Me gustaría poder despedirme de todos vosotros, pero uno por uno. Como en ese par de “fiestas” a las que he tenido ocasión de asistir, en las que el que se iba a morir pretendía despedirse de cada uno en particular, como si nos diera el pésame él a nosotros porque perdíamos su compañía. Un poco en plan: “no me pesa por mi muerte, porque yo morir debía, más me pesa por los míos, que pierden mi compañía”. Creo que habría que despedirse así de la familia, de los amigos, del cuerpo éste desde y en el que he vivido, tan poco a poco.

Al que nos señale la calva que comienza en nosotros hay que decirle: «prefiero perder las cosas poco a poco…» El contrato infame con la muerte es así menos duro… ¡Qué horror sería perder de una vez todo el pelo, sin haberse despedido de él poco a poco, pelo a pelo. Diente a diente, amigo a amigo, capacidad a capacidad, recuerdo a recuerdo, esperanza a esperanza…!

Es como ésos que empiezan un régimen o una desintoxicación. Hay que advertirles que no hay marcha atrás. No es que tengas la tensión alta y mejor que vayas con cuidado: es que eres hipertenso y vas a tener que ir con cuidado siempre. Es un paso atrás que debe marcar una nueva dirección, nada de recular; supongo que pienso que nuestra civilización debería haberlo dado -el paso atrás aquél- hace mucho, debería haber seguido hace tiempo otra dirección… Una larga tradición filosófica anima a limitar de alguna manera las necesidades, para poder encontrar alguna manera de verdadera felicidad.

Según Epicuro “el hombre que no se contenta con poco no se contenta con nada”. Su discípulo Lucrecio continúa su pensamiento diciendo que “si siempre deseas lo que no tienes acabas por despreciar lo que tienes; entonces tu vida discurre sin plenitud ni encanto, y cuando llega la muerte te encuentra ansioso, sin que puedas despedirte de esta vida ni contento, ni agradecido.»

Por la abundancia de las mercaderías hemos perdido la facultad de maravillarnos. Funesto, es el destino de una obsolescencia programada para toda la humanidad. Voy a seguir, pero no aquí… “A partir de un determinado momento en la vida -decía Aristóteles- sólo queda una alternativa: o filosofar, o despedirse y apartarse de ella…”

Dos años y pico aquí; es hora de largarse.

Historias de Paco Sanz

Gracias, y adiós Paco Sanz 🙏

ARTE EMÉRITO

Publicado el 27 de agosto de 2021.

Según la RAE

1. Capacidad, habilidad para hacer algo.
2. Manifestación de la actividad humana mediante la cual se interpreta lo real o se plasma lo imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros.
3. Conjunto de preceptos y reglas necesarios para hacer algo. Maña, astucia.
4. Disposición personal de alguien. Buen, mal arte.
5. Instrumento que sirve para pescar.

Mérito, cualidad que hace que lo que haces sea digno de que alguien se pare a mirarte y a pensarte… Si no tiene mérito no es arte: es suerte o arte malo.

Gracias por leerme 🙏

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

Vuelve a empezar el curso

Publicado el 19 de septiembre de 2021.

Historias de Paco Sanz ✍️

Vuelve a empezar el curso. Me he enterado de eso como estudiante, como padre y como abuelo, siempre me ha gustado. Nunca he podido enterarme como profesor, igual hasta a ellos les gusta. Cursos hay muchos, existe, además del curso escolar el curso del río, el curso del tiempo y el curso esperado de los acontecimientos. Pero éstos parecen seguir, parece que no han empezado nunca.

Párate durante una hora junto al río que corre: seguro que no pensarás que el agua que se ha alejado de ti ha dejado por ello de existir. Pues bien, es posible que para un grupo de hombres de corazón puro, ocurra con el curso del tiempo igual que con el curso del río.

Las religiones del desierto, y todas en cierto modo lo son, siguen el curso del sol. La más famosa de ellas prescribe las oraciones-santificaciones (salat) cinco veces al día. No se corresponden con horas sino con etapas del curso del sol: antes del amanecer assub, al mediodía az-zuhr, a media tarde al-asr, inmediatamente después de ponerse el sol al-maghreb, y en el momento que han desaparecido las últimas luces del crepúsculo al-isha…

Pero el curso que vuelve una y otra vez a nuestra consideración es el curso esperado de los acontecimientos. El que no sea para unos lo mismo que para otros, está en el origen de muchos malentendidos. Por ejemplo está el hecho de que aceptamos los ofrecimientos, pero soportamos las amenazas. La diferencia de opinión acerca de cuál es el curso esperado de los acontecimientos hace que se condene al profeta. Parece que el profetizar nos condenara.

Según lo que creas que va a pasar eres optimista o pesimista, progre o no tanto; por ejemplo mostrar lo malo de cómo van las cosas, añadir que no se puede hacer nada, es ser reaccionario. Es decir, la crítica al oponerse al progreso de la información desatada, del consumo, de la industria, es reaccionaria porque va contra el curso esperado, progresista, de los acontecimientos.

La aceptación de la causalidad negativa amplia el número de relaciones causales casi hasta el infinito. Siempre que omitimos algo que habríamos podido hacer tenemos una (co)responsabilidad causal de lo que sucederá a continuación (y de lo que habría sucedido si no hubiéramos actuado). Sólo tenemos una responsabilidad moral si, además, estábamos obligados a actuar. Si el curso esperado de los acontecimientos estaba claro.

Nuestra vida, la vida de la especie hace mucho que se limita a un transcurrir; en general nacemos sin saber hablar y morimos sin haber sabido decir. Nuestra vida transcurre entre el silencio de quien está callado y el silencio del que no fue entendido, y en torno a eso, como una abeja en un lugar sin flores, se cierne incógnito un inútil destino.

Lo mejor del comienzo del curso es eso, que empieza. Les pregunto a mis nietos que qué creen que van a aprender en este curso, que qué es lo que más les gusta del curso que empieza. Me miran como si estuviera mal del coco… 🙄😳

Historias de Paco Sanz ✍️

‘Calvotaso’ 🙄😳

Publicado el 12 de septiembre de 2021.

calvotaso:

Vulgarismo. Golpe leve, digamos que educativo a mano abierta pero sin malicia, rápido, sonoro, cariñoso y merecido, que te daban como de atrás pa’lante en el cogote y por tonto.

Tendría yo unos cinco años y no recuerdo ni por qué fue, pero un buen berrinche sí que tuve que darle a mi madre, sí… Así, que se decidió a utilizar uno de sus peores castigos que no era otro, que el de después de darme una charla que te cagas, sentarme una vez más en aquella mierda de silla de pensar. Todo, para no darme un par de calvotasos… Algo bastante moderno para la época. Sí, siempre fue innovadora.

El detalle, estaba en que como ella sabía que yo era muy desinquieto, que no me podía estar quieto y que lo peor que podía pasarme era estarme quieto, tenía una silla un poco más alta de la cuenta en la que me sentaba en el centro de la cocina. Lejos de poder alcanzar con las manos cualquier cosa, y con los pies que tampoco me llegaran al suelo; como colgado, me dejaba sentado en una especie de taburete con respaldo… Luego, me advertía de que se juntarían el cielo con la tierra siquiera si se me ocurría tan solo bajarme; y se iba, y me dejaba solo.

Algo más tarde mi memoria cayó en la cuenta de que aquel taburete tan alto era una trona, mi trona; y de que mi vieja tan sólo se iba a la habitación de al lado. Bien es verdad que se iba durante las horas que hicieran falta: «pero para que yo pensara…»

Pura asociación de ideas: «si te portabas como un mañaco, en vez de un par de calvotasos, mejor a la silla de pensar…»

¡Qué rabia me daba éso a mis cinco años ya…! Para mí, estarme quieto era lo peor a lo que podían obligarme, pero en aquella época he de reconocer que era un castigo original, innovador… O éso, o te daban un par de calvotasos y ya estaba: te callabas y te estabas quieto.

Años más tarde, como al llegar del colegio a mi casa siempre tiraba la cartera en el primer sitio que pillaba, y como ya me lo habían advertido muuuchas veces, ella aprovechó para darme, otra lección… Cuando volví de jugar en la calle, ya casi de noche, no me dijo ni media, la jodía… Fue al día siguiente al tenerme que ir al colegio cuando fue imposible encontrar mi cartera. ¡Qué nervios…! La busqué por todos sitios: en mi habitación y en la salita de estar, en el zaguán de la entrada y hasta me recorrí el patio entero y la cochera, pero nada, ni rastro de la cartera con mis libros… Y claro, me tuve que ir al colegio con una mano delante y otra detrás.

¡Qué tragedia…! yo que era de los de las buenas notas ¡Que vergüenza..! a ver qué explicación iba yo a dar… Mañana y tarde estuve atormentado dándole vueltas y vueltas a ver dónde habría dejado yo la cartera… Pero nada.

Y fue, cuando volví ya por la tarde del colegio lamentando mi mala cabeza y tras darme otra de aquéllas charlas que te cagas, cuando mi madre me dijo aquéllo de que «el único sitio donde no habíamos buscado por la mañana era en el cubo de la basura…» 🙄😳

¡Y coooño qué casualidad…! La tarde anterior había escondido justo ahí mi cartera y a propósito, sólo para escarmentarme. La principal lección que aprendí, entre otras, creo que fue la de que «no trates a tus cosas ni a los demás como si fueran basura…»

A parte de innovadora se ve que también era muy imaginativa. Sí… 💕

eeen fin. Gracias por leerme 🙏

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

¿QUÉ HAY EN LA OTRA ORILLA…?

Publicado el 23 de octubre de 2021.

Historias de Paco Sanz ✍️

A mi cuñado, el médico le dijo que mejor que anduviera más. ¿Para ir dónde? preguntó… No tenía donde ir. Ni por qué ir a ninguna parte. Así que se compró una cinta de esas sobre las que puedes andar sin cambiar de lugar. Es posible que la usara… Han pasado muchos años y me encanta cuando vuelvo a su casa, nos vemos en su hermosa biblioteca con escaleras, y me doy cuenta de que en un rincón está todavía la cinta aquélla mirando al cielo… No la ha tirado.

Mi cuñado es como yo, minimiza los residuos. En fin, como dijo el poeta: “Del salón en el ángulo oscuro/ de su dueño tal vez olvidada/ silenciosa y cubierta de polvo/ veíase el arpa./ ¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas,/ como el pájaro duerme en las ramas,/ esperando la mano de nieve/ que sabe arrancarlas…!”

Sobre aquella cinta es difícil que alguien arranque un solo paso. ¿Movilidad? de acuerdo ¿pero para ir dónde…? ¿Para qué fin? ¿Lectura? de acuerdo ¿pero para qué sirven los libros…? Nos dicen Penélope y Sherezade mientras intentan aplazar astutamente el momento de su muerte que para ganar tiempo. Es decir, para perderlo, vivir es perder el tiempo; los únicos que no tienen tiempo para perderlo son los muertos.

He vuelto a la montaña, conozco algunos altos del valle en el que he crecido; de joven tenía tendencia a subirme hasta ellos. ¿Qué buscaba allí? me daba la sensación que era la manera de ir más lejos. Supongo que si hay mucha paz en la cumbre es porque desde ahí se puede mirar a lo lejos. Lejos de casa, tan lejos como pudiera. Como en el cuento de Kafka “La Partida”, que al protagonista, el criado que le prepara la montura le pregunta: ¿para ir dónde…? Weg von hier. Das is mein Ziel. Lejos de aquí. Ésa es mi meta.

Nunca llega uno tan lejos como cuando no sabe a dónde va. Es al exterior hacia el que nunca deja de encaminarse la libertad. Largarse, cuando el suelo arde bajo tus pies y no te preguntas el tiempo que hace afuera, es lo que pretenden los emigrantes. Ir a otra parte.

En Europa a partir del siglo XVI hubo una sobrepoblación que llevó a 50 millones de personas a abandonar voluntaria e involuntariamente el Viejo Mundo como merchants adventurers y como desesperados, como huidores de la desgracia, como buscadores de nueva fortuna; en su mayoría sin perspectivas de retorno, no pocos imbuidos en la creencia de la supremacía de la otra orilla. El mundo pertenece ahora al hambre de éxito de los hijos segundos que no tenían sitio en casa -en España se les llamaba “segundones”- para hacer fortuna fuera o para irse a pique.

Los que en realidad se van son los viejos. Cuando ya no están se dice que se han ido. Ahora desgraciadamente los ancianos, como los emigrantes clandestinos, generalmente quedan en manos de esos especiales “propietarios de pateras” que son los dueños de las residencias, desde donde esperan su último viaje… Y como al gaucho que al ver el mar, preguntó qué había en la otra orilla: «en el otro lado no hay orilla…» Le dijeron.

Historias de Paco Sanz ✍️

Edadismo… 🙄😳

…una forma más de definir un tipo de odio de ésos que se han sacado de la manga los rojos éstos de ahora. ¡Cómo me jode lo de este palabrejo que se han inventado para explicarnos éso de siempre de que a los viejos que les den…!

Palabras tales como edadismo gordofobia homofobia sinhogarismo empoderamiento o heteropatriarcado; y conceptos tan abstrusos como el de ‘violencia vicaría’ el de ‘persona menstruante’ lo de la ‘cultura de la violación’ o lo del ‘terrorismo respetuoso con los derechos humanos’ me dan un asco que no se puede aguantar… Por ejemplo.

Nada, no hay manera, cincuenta y siete años parece que ya son demasiados para que me contraten con la misma facilidad de siempre. Tengo más de veintisiete años de vida laboral y siempre he sido un especialista en ventas y en entrevistas de trabajo, pero porque lo de ser comercial se ve que te convierte en una especie de camaleón al tener que cambiar a menudo para buscarte la vida… Somos, como los entrenadores de fútbol: los primeros que se van al carajo cuando las cosas se joden y ya no nos quieren en el equipo aunque no tengamos la culpa de la debacle. Un mundo muy competitivo, sí. Si no vendes, te vas. Y se ve que yo ya estoy algo mayor.

Casi siempre que he estado trabajando en una empresa he estado intentando mejorar mis condiciones económicas por lo que a menudo he buscado aprender y ascender. ¿Hay algo malo en ello, pregunto…? El caso, es que he tenido un nivel de éxito bastante alto en casi todos los trabajos que he desempeñado y en todas las entrevistas de trabajo a las que me he presentado, pero porque no recuerdo que no haya conseguido casi siempre el objetivo o el puesto al que me haya postulado. Hasta ahora. Pero bueno, parece ser que ya no lo tengo tan fácil… Ésto de ser autodidacta y lo de ahora de necesitar un título hasta para atar cordoneras, es lo que tiene.

He hecho grandes amigos en todos mis trabajos pero sólo he entablado amistad con tres de mis ocho o diez jefes… El primero, y durante más de tres años vendiendo fotocopiadoras, fue el gordo de Pepe Rico aunque ya hace mucho tiempo que se murió de un infarto por sus excesos. El segundo -casi quince años me tuvo con él- fue Alberto Solana Rouco: un buen tipo aunque también murió. Y el último fue Carmen, que aunque también sabía mucho de mis defectos tuvo la paciencia de tenerme casi tres años trabajando junto a ella. ¡Qué buena jefa…!

Parece ser, que para ser un buen jefe hoy en día hay que tener una forma especial de insensibilidad para con el prójimo que yo no he tenido nunca, y se ve que por ello tampoco he sido nunca un buen jefe del todo sino simplemente un buen mandao… No tengo espíritu empresarial lo reconozco. Manejo bien a la gente pero mal el dinero.

eeen fin. No quiero aburriros ni quejarme. Os quiero, lectores… 💕

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

peces, gatos, perros y caballos

Historias de Paco Sanz ✍️

He tenido, bueno, he convivido con peces, gatos, perros y caballos. “Mis” gatos pillaban restos y cazaban ratas y lagartijas, los peces y los perros comían sobre todo pienso, y al caballo le alimentaban los que llevaban la cuadra. Pero eso era cuando vivía en el campo. Cuando mis hijos todavía no adolecían. La comida, el vínculo con cada uno era diferente.

Los peces pasan de ti, el gato va a la suya, el perro está pendiente de ti, y pones tu integridad física en riesgo al subirte al caballo. En cuando a la comida, he observado que a veces el gato rechaza un trozo de carne cuando se lo ofrecen, y luego lo devora con gran satisfacción cuando consigue “robártelo”. La carne es la misma pero hay una diferencia, el animal de presa se reconoce a sí mismo. Mi perrinieta delata al que le ha dado comida… «Está por” él.

Ahora no convivo con animales, aunque para mi vergüenza no dejo de comerlos, no tengo mascotas; veo mucha gente que se pasea con ellas, me sabe mal que no dejen sueltos a los perros; yo paseo con mi perro virtual y en general lo dejo suelto… ¿A quién no le gustan los perros si son tan buenos perdedores…? Mi alma eremita va suelta, adopta la forma que Dios quiere, y en internet nadie sabe que soy un perro.

Las mascotas son como la tele o el móvil. Un gran consuelo, una gran compañía para la soledad de muchos. Yo he vivido casi siempre emparejado. Creo que para ser “pareja”, para poder “cuidar” si no tienes niño, viejo o enfermo a mano, pues al menos ten un perro… El perro puede que no sea consciente a mi nivel, pero vive; no me cuesta creer que siente. Estoy arrellanado en el sillón frente al que crepita el fuego, tengo una copa de cognac en la mano derecha, y la mano izquierda caída descuidadamente sobre la cabeza de mi perro… Hasta que descubro que no tengo perro.

Los adictos a las metáforas podemos llamar otro, doble, perro… a cualquier “ser” que pueda servirnos de pareja. Y podemos además ponerle nombre, como a los perros. Nietzsche, aquél insigne enfermo escribía “He puesto nombre a mi dolor: le llamo mi perro; es tan fiel, tan descarado y tan listo como cualquier otro perro. Le riño y descargo sobre él mis malos humores, como hacen otros hombres con sus perros sus criados y sus mujeres…” El Águila y la Serpiente eran sus animales, el orgullo y la inteligencia. Dejas de cargar como un camello para desear como un león, luego, llegas a ser un niño.

A lo largo de la vida hacemos mucho el animal. A los veinte años pavón, a los treinta león, a los cuarenta camello, a los cincuenta serpiente, a los sesenta perro, a los setenta mona y a los ochenta nada. La rueda de la vida puede verse de otra manera. Al principio eres como el ratón (infancia) animado y juguetón le gusta meterse por todas partes. Luego haces el oso (edad madura, primeros años) te gusta hibernar y eres muy comodón. Más tarde el búfalo (edad madura, últimos años) te gusta recorrer las praderas y estás instalado bajo tu joroba. Y finalmente un águila (años finales) te aligeras y vuelas alto invitando a todos a dirigir sus ojos hacia el cielo. El juego, la fuerza tranquila, y el enseñorearse sobre el espacio y el orgullo y que vuelen sobre tu tontería…

Historias de Paco Sanz ✍️

ÉXITO. IGUALDAD. LIBERTAD.

Publicado el 2 de agosto de 2021.

Historias de Mayo Von Höltz ✍️

«El éxito es la capacidad de ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo.»

Winston Churchill.

A la célebre frase de Honoré de Balzac «La igualdad tal vez sea un derecho, pero ningún poder en La Tierra podrá convertirlo en un hecho», solo le cabe una aclaración: la de que ningún poder en La Tierra podrá por su mera enunciación o por su obligatoriedad igualar lo malo a lo bueno.

Pero el proceso inverso perfectamente podría lograrlo: igualar lo bueno a lo malo. Por ejemplo: nada ni nadie podría hacer que un enano por naturaleza tuviera la misma altura de un gigante, pero si se le serrucharan los fémures al gigante lo suficiente se lograría el que tuviera la misma altura que el enano.

Fidel Castro no logró igualar el nivel de vida de la clase pobre cubana al de la clase media ni rica cubana, tal cual prometió en todos sus discursos siguiendo su afán igualitario. Pero logró en cambio que todos los habitantes de Cuba sean igual de pobres que eran todos los pobres.

Sin importar cuán desventajosa sea la situación inicial, nunca se saldrá de ella si en lugar de buscar los recursos para salir, se buscan las excusas para justificar porqué no se sale… La victimización sensiblera es el signo distintivo del alma cobarde del mediocre.

Todo el que logró algo antes pensó que iba a lograrlo. Y todo el que se queja de su aciago destino -sea éste proveniente de una aciaga fatalidad o sea la inexorable consecuencia de una no confensada abulia e ignorancia- victimizándose lastimosamente y poniendo fuera de la órbita de su voluntad e inteligencia el rumbo de su propio destino, no logrará hacer nada nunca con su vida. Y éso mismo es lo que se merece: nada, ya que nada pensó y nada hizo para salir de su nada.

«Tanto como si crees que puedes como si crees que no puedes, estás en lo cierto.» Frase que pertenece a Confucio pero popularizó Henry Ford.

Historias de Mayo Von Höltz ✍️

¿Cómo aprendemos las cosas…?

Soy de la opinión que la inteligencia humana, en esencia, sólo aprende por dos razones principalmente: por hambre o por miedo; o por miedo a tener hambre que son casi lo mismo. Y lo creo, por aquéllo de la teoría de la evolución.

Por otro lado la inteligencia artificial nos lleva algo de ventaja con eso de la evolución, pero porque no la necesita ya que los que tenemos que evolucionar somos nosotros. Y precisamente por eso no sabrá nunca lo que es el hambre ni lo que es el miedo, por ejemplo, a quemarse una mano tocando sin querer una estufa de hierro encendida: lo que se siente cuando te abrasas una mano… Algo tan humano como un accidente. Una IA no tendría nunca porqué tenerle miedo al fuego ya que las cosas no pueden experimentar dolor. ¿No…? Pues eso.

Estábamos mi socio y yo ya media mañana jugando con la estufa de hierro fundido para que aprendiese cómo funcionaba, cómo se enciende un fuego, y el peligro que tiene… De menos a más fuimos creando una pequeña llama con virutas, y luego añadimos poco a poco palitos para que prendiesen hasta que conseguimos fuego. Añadimos después un par de troncos pequeños, cerramos la puerta acristalada de la estufa, abrimos el tiro, y nos quedamos embobados mirando como crecía la candela y sintiendo cómo se caldeaba la cosa… Crujía, dilataba, sonaba la estufa; es curioso como el hierro cruje y suena al calentarse y agrandarse.

— ¡Cuidado con el calor: la estufa no se toca, nunca…! Le dije. Rotundo.

Recuerdo que cuando al rato abrimos la puerta de la estufa para remover la lumbre, cayeron al suelo unas brasas por lo que rápidamente usé unas pinzas y una pala ambas también de hierro para devolverlas a su sitio… Pero fue entonces cuando a mi socio, parece que aprovechando que la estufa estaba abierta y la leñera al lado, se ve que se le ocurrió la idea de echar él un tronco a la candela. Y el caso, es que el pobrecillo se despistó al agacharse a cogerlo con su manita izquierda pero apoyándose con su derecha en la estufa misma. ¡Ángelico…! Los dos oímos crepitar la palma de su mano abrasándose en contacto con el hierro candente.

No sé el mecanismo por el cual una IA aprende de los algoritmos ésos de los cojones, pero sí sé cómo el pobre de mi socio aprendió que el fuego quema. ¡Qué penica me dió…!

…eeen fin. Sabéis que os quiero 💕

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

GRACIAS MAESTRO

Publicado el 4 de septiembre de 2021.

Fijaros en la autoridad de la expresión en su cara.

Yo Maestros he tenido muchos, pero no sé porqué siempre me acuerdo de que él fue uno de los primeros: Don Manuel Galant Pérez. Un tipo que era capaz de empezar su clase de Historia con la de los romanos, y acabarla embelesándonos hablándonos de los focos de las discotecas y del peligro que corríamos fumando porros por ahí por el mundo… Luego, hasta le entendíamos y todo. Era un espectáculo de Maestro. Y encima, cuando se expresaba intentaba conjugar el humor vitriólico con el estilismo literario; rozaba si hacía falta el insulto merecido con la pluma de la sátira; y llevaba cuidaíco sí, pero poco. A mí me gustaba. Mucho.

Tenía la muñeca rota, y la mano digamos que girada hacia adentro en un gesto como que de zurdo, aunque era diestro. Pues con esa mano diestra, la muñeca rota y con solo unos trazos de tiza en la pizarra era capaz Don Manuel de crear tanto círculos, cuadrados, octógonos o triángulos cuasi exactos, como podía dibujar de memoria la fachada principal de la iglesia del pueblo con total precisión y con tan solo unos pocos garabatos.

No teníamos pantallas interactivas. La pizarra y la tiza en las clases de Don Manuel se podían convertir tanto en un libro de viajes con ilustraciones como en una mesa de diseño técnico o en un block de dibujo artístico. Igual te dibujaba un tramo de la Muralla China que las pirámides de Egipto o la Venus de Milo… Era capaz de plasmar en una pizarra -y nos parecía que casi a escala- lo mismo la trayectoria de un cohete en dirección a la Luna, como que la silueta del continente sudamericano con sus principales ríos y mares, con sus cabos y sus golfos… Era genial.

En cuanto detectó mi querencia por el dibujo no dejó el cabrón de sacarme constantemente a la pizarra. Bien para dibujar de memoria o un mapa de España, o un ojo humano visto de perfil para ilustrar una de sus clases de dibujo, o quizás una cuadrícula con las líneas bien bien rectas.

Uno tiene que buscarse siempre un buen Maestro, alguien que te esté constantemente enseñando algo. Tuve, en general, muy buenos Maestros pero porque tenían criterio propio y honestidad, mucha cultura, libertad de cátedra, y lo más importante hoy: autoridad… Hoy así son difíciles de encontrar, sólo tenemos profesores, funcionarios. Y todos sabemos el dicho, la verdad matemática, de que «nadie puede entender algo si su sueldo depende de que no lo entienda…»

A Don Javier y a Doña Anita, y a Rafa Nadal o a Cervantes. A los hermanos Fidel y Manuel Galant, a Don Pedro Miralles y a Don Vicente Nebot. Al Señor Escohotado. A Doña Carmen Mazón y al magnífico Esteban Parres. Al gran FJ Losantos. Y a Don Manolete Lucas y a Don Gabriel… A Don Santiago González. Y a Paco Sanz. ✍️

…eeen fin. Gracias Maestros 🙏

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

….

Hiperinformación

Publicado el 17 de julio de 2021.

Historias de Paco Sanz ✍️

Quisiera darme cuerda, no cuenta. Porque cuando me doy cuenta, parece que las razones para seguir dándome cuerda desaparecen. Me defiendo como puedo de esa hiperinformación que me atraviesa. La información, es una forma pornográfica del saber porque carece de esa interioridad que lo caracteriza. Del saber, también es propia una negatividad: tiene que conquistarse luchando contra la resistencia de la tontería. El saber, tiene una estructura temporal completamente distinta: se tensa entre el pasado y el futuro. La información por el contrario, habita junto al la tontería un tiempo que se ha satinado a partir de puntos indiferenciados. Es un tiempo sin acontecimientos ni destino.

No es lo mismo no estar informado que no saber, ni es lo mismo el control que la disciplina. La sociedad del siglo XXI ya no es disciplinaria sino de rendimiento. Sus habitantes ya no se llaman “sujetos de obediencia” sino “sujetos de rendimiento”. Estos sujetos son los emprendedores de ellos mismos. A la sociedad disciplinaria le rige el no: No puedes, no debes; su negatividad genera locos y criminales. A la sociedad del rendimiento le rige el a ver si: No puedes, no eres capaz; genera por el contrario depresivos y fracasados.

Hubo un tiempo en que creí preferible tener más libertad que más dinero, que no siempre más dinero significaba más libertad; creía que era más importante vivir siendo libre que procurar mi liberación. Un poco como aquel personaje de Zinoviev que enseñaba a vivir en el paraíso, dejando que los religiosos se quedaran con la exclusividad de las maneras alcanzarlo.

Mientras estás buscando algo que no tienes no disfrutas de ello. La libertad, en sentido propio, está vinculada siempre a una negatividad. Es siempre la libertad una obligación.

Debo estar harto de imágenes, porque suelo cerrar los ojos cuando me da por hacer el numerito ese de la meditación-respiración al que soy adicto desde mi juventud; las imágenes me cansan, el ver a la gente haciendo fotos me entristece. Pienso, como Kafka, que “Fotografiamos las cosas para auyentarlas del espíritu. Mis historias son una forma de cerrar los ojos…” Lo dejó escrito más o menos así, cuando la fotografía empezaba a serlo.

Ante la pura masa de imágenes hipervisibles no es posible cerrar los ojos. Tampoco deja ocasión para ello el rápido cambio de esas imágenes. Cerrar los ojos, es una negatividad que compagina mal con la positividad y la hiperactividad de esta sociedad de la aceleración, de la alienación. La coacción de la hipervigilia, dificulta el cerrar los ojos… Y es responsable también del agotamiento neuronal del sujeto de rendimiento, que siempre tiene que estar dándose cuerda.

Historias de Paco Sanz ✍️

Cuando escribo de cine

Publicado el 21 de agosto de 2021.

Cuando me pongo a escribir después de ver una buena película, lo primero que me viene a la cabeza es el recuerdo de cómo salía yo del Cine Miravete, con doce años, y después de ver el segundo pase de una película de aquéllas de Bruce Lee o de Chuck Norris… Luego tenía que vencer al canguelo de volver yo solo a mi casa, y ya de noche.

Pero después de ver tanto guantazo, tanta patada volante, tanto pirigallo y tanta llave de kárate, y como si me hubiera tragado un avispero, era yo el que salía del cine con un peligro que metía miedo: hinchao como un pavo, creía realmente que nada ni nadie podría conmigo. Ya podían atacarme en la oscuridad o venir cuantos quisieran a por mí, que yo lo tenía bien claro: guantazo, patada volante, pirigallo y llave de kárate…

¡Jáaajaja…! Con un par, doce años, y pa’mi casa.

Siempre busco sensaciones como aquéllas cuando salgo de un cine creyéndome lo que me han contado. Eso de que no termine la película cuando termina, sino cuando después de pensar mucho en ella querrías volver a verla.

eeen fin. Gracias, y sigue leyéndome… 🙏

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

Mi voluntad es el caos

Historias de Paco Sanz ✍️

Mi voluntad es el caos. Eso de suponer mía a mi voluntad es mucho suponer. Lo inevitable de la entropía no es cosa mía. El desorden es la delicia de la imaginación. Estoy decidido, determinado a resistir. ¿A qué? está siempre por ver, por saberse. Es como esa fuente de mi pueblo de la que siempre sale agua, que vete tú a saber de dónde viene… Acabará volviendo a entrar en la tierra, moviéndose por su superficie hasta llegar al mar o subiendo al cielo.

He llamado a mi voluntad santa. Una cosa es el egoísmo: el perseguir cada uno sus intereses particulares, Y otra la autonomía: hacer tu santa voluntad. Para decirlo como Santa Teresa: «Mientras se vive no está la ganancia en procurarme gozar más, sino en hacer mi voluntad”.

Si mi voluntad me falta ¿qué será de mí…? Es como para pensar en dejar de vivir. Un célebre suicida lo deja más o menos así escrito en la mesita de noche de la habitación en la que acabó con su vida: “Sano de cuerpo y de espíritu, me doy muerte antes que la implacable vejez, que me ha quitado uno tras otro los placeres y goces de la existencia y me ha despojado de mis fuerzas físicas e intelectuales, paralice mi energía y acabe con mi voluntad, convirtiéndome en una carga para mí mismo y para los demás”.

Aunque para decirlo con ferocidad, nada como recurrir a las palabras de aquel que filosofaba al martillo, de mi viejo maestro de la cabeza de pólvora, el más insigne de los enfermos, que se pasó la vida convaleciendo, buscando siempre una mejor salud: “¿Cómo logré soportarlo? ¿Cómo vencí y superé tales heridas? ¿Cómo volvió mi alma a resurgir de esos sepulcros? Si algo invulnerable, insepultable hay en mi, algo que hace saltar las rocas: se llama mi voluntad; silenciosa e incambiada avanza a través de los años. Su camino quiere recorrerlo con mis pies, mi vieja voluntad; duro de corazón e invulnerable es para ella el sentido”.

Y para no ser tan prosaico mejor recordar como lo dejó escrito Jorge Manrique en las Coplas a la Muerte de mi Padre: “No gastemos tiempo ya/ en esta vida mezquina/ de tal modo/ que mi voluntad está/ conforme con la divina/ para todo,/ y consiento en mi morir/ con voluntad placentera/ clara y pura,/ que querer el hombre vivir/ cuando Dios quiere que muera/ es locura”. La Divina Comedia termina también invocando su relación con Dios: “Faltan fuerzas a la alta fantasía;/ mas ya mi voluntad y mi deseo/ giraban como ruedas que impulsaba./ Aquel que mueve el sol y las estrellas.”

Dicen que a la muerte de Dios le ha seguido la del Ego, que eso del “yo” sin la idea de Dios es un sinsentido… Un poco como aquello de que “vive para ti sólo si pudieres, pues sólo para ti si mueres mueres”. Y que sin saber que te estás siempre muriendo lo de tener consciencia es una coña. A ver de dónde saca consciencia o voluntad lo artificial de la inteligencia si no puede morir.

Le preguntaron a Montaigne que cuál creía que era la mejor muerte: “la voluntaria”, dijo. El autor de los Ensayos, siempre parecía quedarse contigo en el momento en que decía cosas que tú habías pensado… La muerte voluntaria es negarse a ver la otra muerte, la que no se capta, la que nunca se alcanza.

Historias de Paco Sanz ✍️

Mi primo ‘El Pogo’

Publicado el 28 de agosto de 2021.

Mientras estuvo preso el primer año y un día que pasó el pobre en la cárcel, se presentaba todos los días cual pajarito buscando la salida de la puerta principal haciéndose el loco pero muy formal, aseado, con su maleta, y listo para salir:
— ¿Hoy me toca irme no…? Preguntaba.
— ¡Queee nooo…! Le respondían… Y se marchaba.

Y así todos los días: trescientos sesenta y seis… Me parece tierno.

El mejor portero de balonmano, el más efectivo, con las manos más grandes y los brazos más largos, el más famoso y desmadrado, bragado, excesivo e inconsciente que habrá nunca en Almoradí, fue mi primo el Pogo… Un claro ejemplo a no seguir, pero todo un personaje local en el mejor y más cariñoso de los sentidos.

En un pueblo como el nuestro y en aquella época, él y yo nacimos con poco más o menos quince días de diferencia, coincidimos en el colegio, éramos familia, comulgamos y hasta nos fuimos a la mili el mismo día y al mismo sitio. ¿Cómo no voy a tenerle cariño…? ¿Qué le vamos a hacer…? Es mi primo carnal; mi primo segundo. Para los de mi época el parentesco es algo importante: somos familia.

Recuerdo aquella vez que me dieron el palo comprando hachís haciendo la mili en Cáceres. Éramos unos pipiolos de cuartel, pero todo cambió cuando volvimos para ajustar las cuentas con los camellos, y el Pogo dejó de preguntarles y empezó a soltar guantazos a diestra y siniestra con esas manos que parecían sartenes. Verle era todo un espectáculo, parecía una segadora, un helicóptero ¡pim pam, pim pam, pim pam…! Iba como dejando un surco por donde pasaba… Si el Pogo te daba una guantá era como si te dieran con algo muy grande; con algo así como con un atrapasueños ante el que caías fulminado ipso facto, dormido… Por supuesto que recobramos y con creces mi inversión inicial, y nos hicimos de paso un sitio entre los que mandaban en el cuartel cuando se enteraron de la proeza.

En aquella época no era mi primo tardo ni malo ni mucho menos. Y yo sé que era más bien lo contrario, pero el pobre no tenía límites… Algo loco siempre estuvo, y aunque no lo creáis, a la vez también siempre fue un bruto sensible, un artista basto, frustrado, alguien capaz de dibujar con criterio o de esculpir en madera, pero a la vez un poco demasiado viciosillo y por ello no muy listo. Quizás un animal, bruto, sí, pero siempre con un instinto protector hacia mí que no olvidaré en la vida… Éramos familia.

Y no le he preguntado, pero sé que él está, estará, o estaría de acuerdo en que yo cuente esta pequeña historia suya en un folio; pero porque es mi primo segundo y soy -y él lo sabe- una de esas pocas personas que en verdad lo conoce, un poco.

Ángel Rodríguez López, el Pogo, mi primo… Hijo de mi tío Ángel Rodríguez, el Pogotrigo. Ésto de los apodos en los pueblos es que es la ostia… Si eres de Almoradí deberías saber que estamos hablando del mejor portero de balonmano que dará este pueblo. Peeero.

eeen fin. Gracias por leerme 🙏

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

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VIEJO SERÁ TU PADRE…

Publicado el 15 de agosto de 2021.

VIEJO
1. adj. De edad avanzada.

ANTIGUO
1. adj. Que existe desde hace mucho tiempo.

Yo, como nunca tendré edad suficiente ni avanzada, voy a vivir todo el tiempo que me toque o todo el que a mí me dé la gana. Y por eso viejo -lo que se dice viejo- será tu padre… Con suerte llegaré a ser antiguo, con algo más de suerte seré bastante antiguo, y con mucha más suerte podría ser muy muy antiguo. Pero repito: viejo, lo que se dice viejo, será tu padre. Yo nunca…

Solo consentiré que me llamen viejo cuando se me haya ido del todo la cabeza; y sólo porque al habérseme ido del todo no le podré soltar un guantazo a quien se atreva a llamármelo… Viejo, repito: será tu padre porque yo voy a vivir lo que me de la gana y cuánto me de la gana; y seré muy muy antiguo, como mucho.

Voy a cumplir ya un montón de años, más que la orilla de la playa, y claro, me encuentro tan bien que es extraño el pensar que en cualquier momento podría darme un jamacuco y quedarme en el sitio. Y sin embargo empieza a darme igual, no es una cuestión de cantidad… Es más, la obsesión por la cantidad de años de vida es una verdadera enfermedad mental y una esclavitud, un miedo real, una plaga.

¿Porque para qué quiero a los ochenta y muchos años unos implantes dentales fantásticos y una picha química, si no puedo comer y follar y luego acordarme de qué, dónde, cuándo y cuánto…?

Si a mí me aseguraran que a partir de cierta edad y si me someto a unas prácticas saludables y obedientes, yo fuera a ir biológicamente a mejor, haría lo que fuese… O no. Ya veríamos a ver.

Porque por otra parte, cuando me pongo a pensar en serio, llego a la conclusión de que a partir de ninguna edad se va a mejor en lo biológico… “…Lo que llamamos muerte es acabar de morir, lo que llamamos nacer es empezar a morir, y lo que llamamos vivir es morir viviendo. Por eso cuando el hombre muere acaba a un tiempo de vivir y de morir…” Quevedo, nació antes que La Ciencia.

Sin embargo a partir de cualquier edad se puede ir a mejor en lo intelectual, y eso justo es lo que nos hace verdaderamente humanos, civilizados, que recuerdan… Por eso repito: viejo será tu padre… 💕

eeen fin.

Gracias por leerme 🙏

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

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PATERNALISMO Y TONTERÍA

Publicado el 28 de junio de 2021.

Historias de Paco Sanz ✍️

Parece que lo de llevar la mascarilla cuando vas por una calle por la que no hay nadie ya no va a ser necesario. El que dejen de tratarnos como si fuéramos gilipollas, porque por lo que dicen hay muchos gilipollas, no deja de ser un alivio. Nunca acabé de entender si nos aconsejaban, nos recomendaban, nos mandaban o pretendían obligarnos a hacer tonterías como esa, pero lo de decirnos constantemente qué hay que hacer con nuestra vida como si fueran nuestros padres se ha convertido en una costumbre; le han cogido el gusto.

Es la pendiente resbaladiza: si fumas maría acabarás esnifando coca, tomando pastillas, pinchándote con heroína y en la cárcel por acabar traficando con ellas. Si puedes derivar con tanta facilidad hacia los paliativistas, cuando se te acabe la paciencia y el dinero autorizarás la eutanasia, y luego decidirás a quién dejas vivir sin que te tiemble el esqueleto. Se empieza con el paternalismo, luego llega el autoritarismo y el camino al totalitarismo está abierto. Es necesario un cierto orden, el desorden es peor que la injusticia.

Ayer mismo mi compañera, que es mucho más “ordenada” que yo, me reconvino cuando una vez más tuvo que oírme decir que los que mandan siempre se vuelven de derechas. Que les llamara totalitarios, porque si no mi izquierdismo de salón cantaba un poco. Cuando digo que la ultraderecha es algo rojilla y que la ultraizquierda sería de lo más reaccionario caso que le diera por existir y poder mandar, tengo que recordarme que mejor ir con cuidado, en estos asuntos es fácil acabar resbalando hacia la tontería. Pura y dura.

Donde hay confianza el paternalismo es innecesario. Donde no hay confianza resulta inadmisible. Que se vayan con su autoridad a hacer puñetas. Más allá de la privatización de la decisión o del paternalismo vacunal, es necesario comprender que la inmunidad es un bien común, que debe ser construido mediante la comprensión de que hace falta una sociedad entera, para cuidar de quienes no tienen la capacidad de cuidarse por sí mismos.

Me duele en el alma comprender que sin confianza, sin lealtad, no se puede. Preferiría no saber, poder no tomarme en serio aquello del Eclesiastés: que los que estamos siempre intentando saber, mejor sería que olvidáramos. “Y di a mi corazón a conocer la sabiduría y también a entender las locuras y los desvaríos: conocía al cabo que aún esto era aflicción de espíritu. Porque en la mucha sabiduría hay mucha molestia, y quien añade ciencia añade dolor”.

Al buen padre, ¿quién le conoce? Si no tienes un buen padre, ¡hazte con uno! El buen padre siempre responde de algo, de una pregunta. ¿El paternalismo? Imponer la respuesta. Me encanta condenar la “ideología de la experiencia”, la idea de que aprendemos del pasado y que cuanto más mayores somos y más experiencias se supone que hemos tenido, más sabemos y más aptos nos volvemos para ocupar una función paternal, que consiste en explicar las cosas de manera interminable y en exhibir nuestros infinitos conocimientos.

Historias de Paco Sanz ✍️

El RELOJ DE MI PADRE

Publicado el 8 de agosto de 2021.

Acordándome de mi padre, y como a cada tonto le da por algo, me ha dado por hacerle fotos a su viejo reloj, el mismo que ahora llevo yo… Cuanto más lo miro de cerca y más palpo ese artefacto, más me da por pensar cómo no en mi padre y cómo no en el tiempo: ¡cómo nos gasta el cabrón…!

Me lo ceñí solemnemente a la muñeca izquierda diez o doce minutos después de que se muriera; tanto su cuerpo como el metal de su reloj estaban todavía calientes, y claro, no quise dar tiempo a que ese preciado calor se enfriara y se perdiera. «Ponte el reloj de tu padre» dijo mi madre «más de cuarenta años tiene…» Los relojes son máquinas cuyo único fin es durar y funcionar, marcar el tiempo sin fallo, cuánto más tiempo mejor.

Pero hoy en día la gente no entiende mucho éso de llevar en la muñeca un reloj clásico porque cualquier cachivache te da la hora: tu nevera o el microondas, una radio encendida por ahí, el salvapantallas de tu portátil, y cómo no, tu móvil. ¿De qué sirve portar un chisme que sólo te da la hora…? Cualquier dispositivo inteligente en tu muñeca te dice cuántas veces has respirado, parpadeado, cuántos pasos has dado y a qué horas y por qué calles, cuántas calorías has quemado… Recopila el artefacto absolutamente todas tus constantes vitales y pulsaciones por minuto, para así deducir cosas como hasta lo que comerías mañana a mediodía.

¡Menuda es la inteligencia artificial…!

Como lo llevo siempre conmigo, cuando lo recogí tras llevarlo a restaurar me advirtió mi relojera tajantemente que no lo trasteara para nada. Que lo cuidara… Y por ello, ni siquiera le cambio la hora cuando toca: no lo toco, para nada; ya me adapto yo… Solo lo llevo, y lo dejo a él que marque el tiempo y la hora que le dé la gana, pero éso sí, sin pararse… Tic tac, tic tac.

Por otro lado, el metal de ese reloj estuvo más de cuarenta años en contacto directo con su piel, como sintiéndolo; metal vibrando con cada latido de las venas de su muñeca izquierda… Energía. Latidos de alegría, de miedos, de orgullos o de lo que sea, pero latidos de los que quiero creer que este reloj se fue como impregnando, conservándolos en cierta forma, y de los cuales ahora quiero hacerme a la idea también de que soy algo así como el guardián, el portador.

Latidos, tic tac, tic tac.

eeen fin. Gracias por leerme 🙏

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

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YA TE LO DIJE

Publicado el 5 de agosto de 2020.

Historias de Paco Sanz ✍️

Uno de los juegos a los que hace mucho tiempo he dejado de jugar es al de “ya te lo dije”. Eso no me ha llevado a dejar de hablar, claro. Y cuando me dicen “eso ya lo habías dicho”, por ejemplo los que tienen que aguantar mis batallas de abuelito, me parece una lección más de humildad que agradecer, pues entre la gente, las personas que tenemos una autoestima casi sofocante, estas lecciones son como algo fresco que llevarse al coleto en verano.

Pero cuando lo que ya había dicho es una profecía, de esas nefastas y que has tenido la desgracia de acertar, lamento profundamente no haberme callado. Un poco como si fuera el rey que hace matar al mal profeta, o lo de Casandra, que condenaba al profetizar. La maldición de Casandra, no era acertar con sus profecías, sino que bastaba que las dijera ella para que no las tuvieran en cuenta…

Pues bien, ahora que estamos solos vamos a contar mentiras: mi última profecía autocumplida: No va a haber vacuna. Ojalá, quiera Dios, que no sea así. Como de vacunas se supone que entiendo, espero que los que me lo oyeron decir hace seis meses lo hayan olvidado.

Estamos siendo víctimas de muchos personajes nefastos, paso lista… Siete personajes nefastos que estos días he estado interpretando: El asesino del mensajero; intenta evitar así que la red se pliegue, que llegue la noticia de lo mal que nos va a ir todo… El que se burla de Casandra, que dice que hablar del mal es un mal, condenándonos a él… El que mira hacia otro lado y ve sólo lo bueno de las cosas, porque para qué entristecerse si no hay nada que hacer… El que cambia por cambiar, y sale de la boca del lobo para meterse en la del dragón… El que busca donde no hay luz, porque donde no puede verse es inútil buscar nada… El cirujano desfalleciente, que se conforma en sacar lo que puede y cierra enseguida… El chamán de pacotilla, que hace sus pases mágicos, y confía en ellos para arreglar las cosas…

Estoy harto de la pandemia, harto de no poder hablar de otra cosa. Sé de sobra hasta qué punto el autocumplimiento, se da en el ámbito de las enfermedades y afecciones médicas. Cuando se debate en los media de no importa qué enfermedades, se consigue que más gente se presente a ver al médico con esos síntomas, y aumentan las posibilidades de que los médicos diagnostiquen más (correcta e incorrectamente) dichas enfermedades. Como en el caso del autismo, que, como cuando dicen que hay más gripe, acaba habiendo más por hablar de ella. Es en este sentido por lo que hablamos tan poco del aumento de la tasa de suicidios como podríamos.

Tengo hacia la bondad de permitir que nueva química entre en nuestro cuerpo, la prevención que tiene el que ha tenido que pechar con las consecuencias del tratamiento de enfermedades mediante agentes químicos. Porque si se permite tratar químicamente a enfermedades que se han diagnosticado como alteraciones químicas del cuerpo o del cerebro, estamos haciendo una especie de profecía autocumplida. Ahora ya no hay duda, nuestro cuerpo o nuestro cerebro, tienen un desequilibrio químico.

La peor manera de insultar es hacerlo mediante la verdad. Se puede vivir perfectamente en el mundo haciendo profecías, pero no diciendo verdades. A veces mejor no verlas. El don del pensamiento especulativo pudiera parecerse, al don con el que Juno honró a Tiresias, a quién primero privó de la vista, con el fin de poder otorgarle después el don de la profecía…

Historias de Paco Sanz ✍️

«Naturalizar los insultos…»

Publicado el 9 de julio de 2020.

Yo, que soy un verdadero malhablao y que me cago siempre en lo primero que pillo, que presumo de usar no sé si con garbo el terno el exabrupto y la palabrota, me quedo muerto con lo lerdo del aprendiz de Maquiavelo éste, cuando va y dice:

— «En política hay que naturalizar los insultos…»

Ven, que te voy a naturalizar yo. ¡Gañán…!

¡Forastero…! Si de verdad fueras un macho alfa y la tuvieras tan grande como dices, ya deberías saber que del insulto a una ostia en la trompa a veces hay muy poco. Por eso pistolero, lleva mucho cuidado con lo que naturalizas y con lo que no naturalizas… Cuidaíco con los insultos si no quieres que algún día te sorprendan con un guantazo en la cara como a Rajoy. Y recuerda lo que todo macho alfa sabe: que del insulto a la ostia, e incluso al fuego o al tiro en la frente, a veces hay muy poco.

Y como no eres un valiente, naturalizar los insultos sólo significa para tí algo así como que te suda el capullo que te digan de tó, que tú, ni dimites ni te bajas del machito rojo en el que ahí estás, así fueras harto hasta las trancas de vino malo y picao.

La oratoria es lo que tiene, que te deja en cueros: cada uno expresa con palabras realmente cómo es y cómo de grande la tiene; y en consecuencia, así, defiende su honor… O no. Con palabras, solo, y sólo con palabras.

Valiente güaltrapas.

El hortera desaseado éste, se cisca en los usos y costumbres más elementales del respeto al prójimo y la buena educación, del decoro, del buen gusto en la oratoria, y de la prudencia o de la gallardía. Valiosísimas cualidades todas, de las que siempre hicimos gala los españoles de bien y con dos dedos de frente. Éste, quiere hacer de la vida pública española una reyerta constante. Nada nuevo bajo el sol comunista… No quiero ni imaginarme los terrores, la desidia, ni el desamparo que tuvo que sufrir este individuo en su niñez al ver que a sus padres terroristas él les importaba una mierda, dado que no tiene un mínimo de principios decentes en los que creer que no sean meros pastiches ideológicos.

Vale que los exabruptos los use yo -literariamente un don nadie- pretendiendo emular a un Don Camilo o a un Fernán Gómez. Pero que un alto representante de mi país, debido a tanta mierda que lleva encima, acepte acusaciones e insultos merecidos sin inmutarse ni dimitir, sólo porque no tiene otro sitio donde pacer ni caerse muerto que no sea el machito político que se ha montado, es demasiado asqueroso. ¡Qué asco…!

El verdadero problema de la verbena de insultos que nos propone este comunista ayuno de ideas, es que nosotros como a zombis, por repetidos los insultos, se nos embrutezcan los oídos sin inmutarnos con la boca entreabierta y babeando… El problemón es que los políticos cuando reciban acusaciones veraces e insultos merecidos, también, se acostumbren a recibirlos a discreción, y también sin inmutarse y con la boca entreabierta y babeando. Y además sin dimitir y sin siquiera cortarse ni sonrojarse, sólo porque su cohorte de seguidores zombis aplaude así mismo con la boca entreabierta y también babeando.

Lo mejor del español bienhablao es su precisión, su capacidad de describir con todo detalle la profundidad de un amor, la hondura de un dolor la veracidad de un argumento, o la rotundidad de un desprecio… Y todo ello sin necesidad de chabacanerías.

eeen fin… Que no nos engañen.

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

«¡Vivan las caenas…!»

Publicado el 17 de julio de 2021.

Historias de Paco Sanz ✍️

¡¡ Viva la España rusa…!!

gritaban…

Con los medios a su alcance los dirigentes están acabando con la democracia. La pandemia se lo ha puesto a huevo a los que abominan de la libertad de los demás. El populismo, la tecnología, la globalización, hace que los líderes demócratas tengan a mano el continuar siendo líderes aunque para ello tengan que derivar hacia formas más totalitarias, más demócratas eso sí que las de antes, pero tan liberales, las pobres… Es posible que estemos ayudando -a base de entontecernos- a que las palabras acaben significando lo que nos digan.

— “Cuando yo empleo una palabra -insistió Humpty Dumpty en tono desdeñoso- significa lo que yo quiero que signifique. Ni más, ni menos.

— La cuestión está en saber -repuso Alicia- si Usted puede conseguir que las palabras signifiquen tantas cosas diferentes.

— La cuestión está- replicó Humpty Dumpty- en saber quién manda aquí. Eso es todo”.

Ahora resulta que el Estado que tenía que salvarnos del capitalismo salvaje, está en manos de políticos salvajes que no dudarán en convocar plebiscitos y votaciones para que no nos falte de’ná. Que en la mismísima Unión Europea las transnacionales encuentren la manera de eludir impuestos, nos cuenta quién manda; del decreciente papel de los estados democráticos; y del protagonismo creciente de los que a la húngara, a la turca, la siria o la cubana… les plantan cara.

«¡Vivan las caenas y mueran los negros!» Al regreso de su destierro el absolutista Fernando VII -el rey Felón- tras ignorar la Constitución de 1812 y las Cortes de Cádiz disfrutó de un recibimiento apoteósico: varios ciudadanos desengancharon los caballos de la carroza real y se dispusieron a tirar de ella al grito de «¡Muera la libertad y vivan las cadenas!, ¡Viva el rey absoluto y vivan las cadenas!», que con la mala pronunciación popular degeneró en aquéllo del:

«¡Vivan las caenas…

Al tiempo que vuelve a aumentar la cantidad de infectados, que llega una nueva ola -la quinta- vemos a los jóvenes bailando en las discotecas sin mascarillas o distancia que valgan… ¿Eso pretenden hacer con su libertad? ¿Acabar con nuestra salud? ¿Retrasar la recuperación económica…? Pues acabemos con ella. Apoyemos las medidas del gobierno: maldita sea la oposición, el tribunal de cuentas, el supremo, el constitucional, y la madre que los parió.

Resulta que el gobierno tiene derecho a cambiar de pueblo. ¿A qué espera…? 🙄😳 Las cadenas de televisión, de información, no son menos cadenas que las de hierro. Ni siquiera nos dan ganas de librarnos de ellas. En tiempos de Kafka: “Las cadenas de la humanidad torturada están hechas de papel de oficina”. Ahora de chips y pantallas. Mi hijo, cuando le dije que ahora se vive peor que cuando yo era joven, va y me suelta: “¡Pero si no teníais ni móviles ni tabletas…!”

Los de ciencias, no sabes nunca si están de guasa, o quedándose contigo…

Historias de Paco Sanz ✍️

MANOLO Y EL VINO

Publicado el 24 de junio de 2021.

Comentábamos al respecto de la botella de txacolí que me estaba regalando. Es éste un caldo que normalmente se bebe siempre joven y frío, pero esa botella tenía ya un par de años y como buen conocedor (él) de vinos, Manolo me lo advirtió e insistió en el detalle: «no hagas caso. Pruébalo…»

Como mi tío Miguel siempre decía que el mejor vino blanco era el tinto, he de reconocer mi falta de empatía a priori con los blancos, ya que a diferencia de los tintos me gustan o no mucho o casi nada… Pero en general, como me gusta mucho el vino y mucho más todavía las sensaciones que pueda provocarme un caldo en particular, me bebo casi cualquier cosa decente que me sirvan en una copa borgoña… A ver qué pasa.

¡Qué maravilla…!

Como me la regaló muy fría y puesto que el día anterior hice sushi de sobra para mis hijas, en cuanto llegué a casa destapé esa botella para combinarla con aquel sushi de víspera resultando de todo ello una mezcla portentosa, armónica, raratouíllica… Me gusta tanto el sushi que nunca lo compro sino que siempre me lo hago yo: busco el mejor pescado fresco, lo limpio, lo macero, lo maduro, y le doy el corte final… La combinación del sabor dulzón a albaricoque y pera, la poquísima acidez y el color ambarino claro propio del par de años de aquel caldo, resultaron perfectos: encajaron como llave y cerradura, vino y comida, picha en breva. Pescado, ácido, sal… azúcar.

Empecé en el mundo del vino haciéndole caso a mi padre. Yo hacía negocio con las sisas que él me permitía hacerle, acarreando atadas en el portaequipaje de mi bici las marrajas de cinco litros que llenaba de graneles en la bodega de Jaime «el plátano».

— Don Jaime, que dice mi padre que por favor me llene Usted esta marraja… Y se la cobre.

Entraba en tan antigua bodega y la densidad del alcohol evaporado que se respiraba en el ambiente creo que me atontaba un poco. Mientras, caminaba entontecido y curioso entre las enormes telarañas pareciera que centenarias, abrazadas a aquellas barricas gigantes de cientos si no miles de litros; viejas de puro viejas, grises, y usadas desde hacía tanto tiempo que… el lugar imponía.

Todo era muy viejo en la bodega, y casi todos eran muy viejos los que se sentaban en las maderas de aquellas cajas de tercios de cerveza ladeadas cual si fueran sillas bajas, y que situaban alrededor y a la sombra de la entrada. Yo tendría once años y tenía la sensación de que me miraban ojos viejos, de que era observado por lo viejo, por lo antiguo…

Aquel vino no tenía denominación de origen ni jodida falta que le hacía, pero había algo que no fallaba cuando mi padre quería saber si el caldo era realmente bueno: dárselo a probar a mí tío Miguel… Repito, no fallaba. Éste solo emitía dos veredictos: «vaya una mierda» o «ésto es caldo…»

Pero un día, después de trabajar toda la mañana en el huerto y cerrar con unos murcianos el trato de venta de la cosecha de limones, nos llevó mi tío a un restaurante elegantón de los que luego me enteré que frecuentaba, y pidió un Vega Sicilia… Se produjo un extraño silencio traspasado de miradas de asombro entre los cinco comensales que nos sentábamos a la mesa. Yo no entendía nada pero recuerdo que el camarero al ver la pinta despeinada, polvorienta y sudorosa de mi tío, entre desconfiado y precavido le preguntó si tenía alguna preferencia. Tras lo que aquél, socarrón, lo espetó vivo tras comprobar que solo había una referencia en la carta:

— Proceda Usted a servirnos, y déjese de ruegos y preguntas.

Las pocas veces en las que Manolo no acierta del todo nunca se equivoca, pero porque siempre te da calidad y no se puede acertar siempre. La dictadura del «me gusta» es en realidad una tiranía, porque un día me puede gustar un vino pero otro me podría gustar uno distinto. Y Manolo casi siempre atina con mi gusto sea cual sea el día, porque comer y beber bien no es cuestión de gastar sino de confiar en quién y en qué te recomienda, y en la gracia de cómo te lo sirve.

Y desde que yo lo conozco, Manolo siempre ha servido sólo para cosas buenas, para buenas causas.

eeen fin. Gracias Manolo 🙏 🍷🍇

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.

MANERAS DE COMPARTIR

Publicado el 17 de mayo de 2020.

Historias de Paco Sanz ✍️

Busco modelos para saber cómo tendremos que acabar montándonoslo. Maneras de compartir. Recuerdo a mi nieto y a mi consuegro que por una cuestión de apreturas en una cena en la bodega tenían que compartir plato. Mi amigo hablaba y comía más o menos como siempre, el niño aprovechando un silencio le dice a su abuelo: Abuelo, esto no es compartir. Si vamos a compartir, mejor fijarse. También recuerdo a mi hija, que era la que comía más despacio. Si había algo bueno que compartir ponía su parte en su plato y que compartieran los demás. Demasiadas veces se había quedado sin cerezas.

Hubo un tiempo en que, seguramente por no haber vivido nunca en ellas y haber deseado muchas veces hacerlo, me dio por estudiar las comunas. Tuve amigos que vivían, tengo amigos que aun viven en ellas. Venían a por libros a mi casa, olían a maría, a humo y a ropa vieja, eran valientes, divertidos, generosos, amables. Una vez me llevé a una caterva de hijos y sobrinos a una de ellas. Había artesanos y macrobióticos, niños jugando descalzos y familias desdibujadas. Uno a veces criaba a los hijos de una mujer de la que se había separado, que incluso estaba en otra comuna, sin darle mucha importancia, de buen rollo.

La ayuda que recibían de los padres era el argumento que mi compañera usaba para mostrar lo falso de toda la situación; a los jóvenes que vinieron conmigo no les gustó nada. Que yo sepa a ninguno de ellos se le ocurriría nunca aceptar como buena una forma de vida alternativa como esa. Les vacuné.

Para que las comunas duren tiene que haber un factor religioso por medio. O la necesidad de una reconstrucción como con los kibutzs en Israel, o una guerra como las comunas agrarias y anarquistas en nuestra Guerra Civil. De hecho las comunas que más han durado son los monasterios. Israel ya se reconstruyó, nuestra guerra acabó, y la necesidad de Dios y el número de monjes van a menos en todo el mundo.

Eran los setenta, estábamos viendo como la alegría por la posibilidad de otro mundo posible de Mayo del 68 se desvanecía, cómo el mercado devoraba el movimiento jipi, cómo amanecía el feminismo poniendo en solfa la idea del patriarcado como única forma de familia posible.

Era el final de la idea de la bondad de la vida en regímenes comunistas. Algunos de mis amigos dejaban la universidad en busca de alternativas relacionales. Me sentí un cobarde muchas veces por no seguirles, así que por el viejo camino de los hombres perversos, me apliqué en convertir las dificultades prácticas en teóricas para poder pensar de una manera y vivir de otra, como esos burgueses, que viven como capitalistas y votan comunista. Me dio por estudiar alternativas vitales y familiares como las comunas, o acabar siempre hablando de la autogestión comunista.

La cabeza a pájaros siempre sigue algo con nosotros, ahora que las residencias de ancianos están en la picota por el virus, estamos considerando la posibilidad de crear comunas de jubilados donde los más jóvenes de ellos cuidarían de los que no pueden valerse por si mismos. Al haber cada vez menos gente joven, algunas escuelas y enclaves universitarios podrían albergar monasterios de gente de una cierta edad que se ha quedado sola. En el “banco de ancianos” los ancianos más jóvenes donarían horas o dinero para ayudar a los más viejos en la confianza de que, cuando ellos envejezcan más, recibirán a su vez ayuda.

Historias de Paco Sanz ✍️

ESTABULADOS

Publicado el 18 de febrero de 2021.

¿Y LAS CAMAS COVID, Y LAS VACUNAS…?

🙄😳

«Use siempre una mascarilla cerca de cualquier persona con la que no viva…»

¡Ohhh, qué bien! Ahora, cuando no quiera vivir con alguien o siquiera tenerlo al lado, sólo tengo que ponerme mi mascarilla y ya se dará por aludido.

¿Qué tal si probáramos a protegernos mediante unas gafas de buzo con respirador y unos guantes de soldadura? ¿Porqué no nos acostumbramos a usar un traje de neopreno entero, o mejor incluso uno de astronauta? Así podríamos salir a la calle con total normalidad ¿no…? 🙄😳 Mikel Jackson tuvo mucho tiempo una burbuja de aislamiento para él solo y mira hasta dónde llegó, y cómo llegó… Podríamos probar incluso hasta con una armadura para salir a la calle, a ver qué tal…

El otro día no sé dónde leí el dato, de que el número total de camas COVID de los hospitales sólo se había incrementado este año en un doce por ciento… Sólo. Este año, en el que nos ha caído la del pulpo, resulta que el sitio donde se forma el famoso cuello de botella sanitario -el número de camas COVID- parece que nos la suda y nadie habla de él… Y encima, a la única persona que se le ha ocurrido hacer un hospital casi quieren echarla a los leones.

De las vacunas no te digo’ná… ¡Vaya país de idiotas…!

Y aquí estamos, encerrados y sin vacunar, cual ganado vacuno en diecisiete establos diferentes ¿Cómo es posible que el sentir general del rebaño acepte con tal facilidad que se nos recorten libertades tan flagrantemente y sin cuestionarnos nada…?

¿Y si nos infectamos…? 🙄😳

¡Huy, qué miedo… calla, no digas éso…!

El otro día caí angustiado en la cuenta de que me iba a morir dentro de un mes. Pero al poco, me di cuenta también de que lo que no sabía era ni cuál ni de qué año, y claro, me quedé más tranquilo.

eeen fin.

Que no nos engañen, más. 😎

Antonio Rodríguez Miravete. Juntaletras.